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Revista Ciencia y Cultura

versión impresa ISSN 2077-3323

Rev Cien Cult v.21 n.38 La Paz jun. 2017

 

RESEÑAS

 

Traumas e ilusiones. “mestizaje” en el pensamiento boliviano contemporáneo

 

Luis Claros

2016, CIDES, IDIS, La Paz, 159 páginas.

 

 


En 1931, Ramón Katari, seudónimo del poeta boliviano Pablo Iturri Jurado, publicó su extenso poema "Hathawi". El siguiente verso de ese poema bien podría ser una metáfora del mestizaje, o al menos de una de sus acepciones:

De llameantes revelaciones preñada
Hathawi se ha hecho milagro en la puerta del Templo del Sol
Un lado del vientre mira al Mundo Y el otro al Ande.

El mestizaje es, posiblemente, el tema más debatido en las ciencias sociales en Bolivia, habida cuenta de su importancia para la identidad nacional, la subjetividad, la subalternidad, etc. Por ello, el mestizaje es un discurso que también se discute en otros ámbitos, como la política, la literatura, la pintura, el cine, lo que ha dado lugar a un campo crítico especializado, casi específico.

Este debate se enriquece constantemente, como ha sucedido, por ejemplo, con las teorías sobre el neocolonialismo, la decolonialidad y similares, indicando su actualidad y vitalidad en Bolivia.

En esta problemática se inscribe el texto que hoy reseñamos, de autoría del sociólogo Luis Claros, publicado por el Post-Grado en Ciencias del Desarrollo de la Universidad Mayor de San Andrés, CIDES-U.M.S.A. El título del texto, sin embargo, no permite advertir la metodología del estudio de Claros, que es el aspecto central de este libro, que aborda, más que el tema del mestizaje, la construcción de los discursos sobre el mestizaje en la obra de cuatro pensadores bolivianos: Silvia Rivera, Rossana Barragán, Carlos Toranzo y Carlos Mesa.

Muy cercano a la hermenéutica, el texto no se refiere al objeto representado en la obra de esos escritores, sino más bien al montaje que sobre ese tema levantan dichos autores. De este modo, cierta noción deconstructivista recorre el texto, con el objetivo de analizar la palabra del intelectual, su "producción e irradiación de significaciones hacia el conjunto de la sociedad". Es decir, el sustento del trabajo de Claros es observar cómo construye el intelectual un discurso —el del mestizaje, en este caso— que se propaga en la sociedad. Esto remite ciertamente al papel del intelectual en la sociedad, pero no desde la óptica del intelectual orgánico de Gramsci, sino más bien desde la arqueología de los textos como significantes sociales, en una versión más bien cercana al concepto de archivo de Foucault.

De ahí que la inserción de Claros en el debate sobre el mestizaje es tangencial a los discursos ideológicos o históricos con que generalmente se lo aborda. No es, por tanto, un texto que opere sobre la representación sino sobre la constitución de los discursos. En este sentido, es un texto que interviene los discursos como objetos, dando como resultado la armazón, el andamiaje y la estructura de los argumentos, teniendo como trasfondo la retórica que los organiza.

El texto, entonces, no responde a cuánto o cómo representan estos discursos sino más bien cuál es el universo argumentativo elaborado, sus alcances y sus fronteras. De este modo, cada discurso es un objeto suficiente en sí mismo. Esta mirada al texto como un universo autónomo y suficiente, por otra parte, habilita a un elemento central en el libro de Claros, que es ubicar las ambigüedades y contradicciones en estos discursos.

Ahora bien, la lectura de Claros a la obra de los cuatro intelectuales también organiza un universo discursivo que clasifica el pensamiento de los cuatro intelectuales en dos esferas —que no son conceptos y tienen un objetivo más bien metodológico. Por un lado, lo que él llama "mestizaje colonial", en el que ubica las propuestas de Rivera y Barragán, y por otro, el "mestizaje nacional", en el que ubica las de Toranzo y Mesa.

Observa Claros que en el planteamiento de las dos intelectuales su discurso se estructura en la constatación del hecho colonial como origen de las diferencias y la violencia estructural en Bolivia. En, cambio el de los dos intelectuales más bien en la comprensión del mestizaje como consolidación de la nación y espacio de superación del conflicto. Así, lo étnico y lo mestizo están en la base de estas nociones, lo que indica que la construcción de identidades es el fin de las cuatro propuestas.

Sin embargo, tal vez lo más valioso de este texto es la localización de los límites de estos discursos, o, para decirlo de otra forma, las zonas de oscuridad que su lectura encuentra. Esta oscuridad, empero, no tiene la significación de confusión o imprecisión, sino más bien de nuevas zonas discursivas, aún en edificación o incluso en reconstrucción. Tal el caso, por ejemplo, de su análisis de la relación entre el "mestizaje colonial andino" y "lo chixi", hipótesis con que Silvia Rivera ha trabajado y trabaja precisamente el mestizaje en Bolivia.

Por otra parte, tensiones entre el enfoque histórico, el sistema de jerarquías y su relación con las nominaciones, son las que Claros encuentra en el discurso de Barragán. En tanto en el de Toranzo la tensión más clara es la que se presenta entre la inclusión y la modernidad. Y en el caso de Mesa, entre la universalidad del mestizaje y las diferencias culturales.

Como se observa, Claros desentraña los mecanismos internos de cada propuesta, develando su estructura argumentativa y, en consecuencia, las tensiones que le son propias a cada uno.

Recordemos, finalmente, que el autor anunció su interés por abordar no solo la producción de los discursos sino también la "irradiación de significaciones hacia el conjunto de la sociedad". Este objetivo, a mi entender, no está totalmente cumplido en el texto, ya que, a pesar que acude a cierto debate en la prensa sobre la boleta censal del año 2012 —la que precisamente inauguró un nuevo debate nacional sobre si incluir o no la categoría "mestizo" en las posibles auto-adscripciones identitarias—, no llega a determinar los efectos sociales de los discursos.

Sin embargo, la pregunta sobre la circulación social de los discursos como objetos culturales es totalmente pertinente, y es evidente que el texto de Claros asienta las bases para tal aproximación.

Virginia Aillón

virginiaiaillon@gmail.com

 

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