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Revista Ciencia y Cultura

versión impresa ISSN 2077-3323

Rev Cien Cult  n.22-23 La Paz  2009

 

ARTICULO ORIGINAL

 

Apuntes sobre algunos textos en latín y presencia clásica en los albores de la independencia en Bolivia

 

 

Estela Alarcón Mealla

 

 


 

 

Introducción

Se conoce muy poco sobre los textos latino–bolivianos, aunque muestran gran riqueza en la investigación. El presente trabajo es un acercamiento a documentos con presencia clásica de las primeras décadas del sigo XIX en Charcas. Las fuentes que utilizo se encuentran en la Casa de la Libertad (Sucre) y en el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia. En el ABNB se hallan tres documentos1:De bello gallico adversus hispanos (obra íntegra en latín), y dos discursos pronunciados en la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca en 1812 con motivo de la llegada del general realista Manuel de Goyeneche. Estos textos están escritos en castellano, pero presentan innume-rables referencias clásicas. Los documentos de la Casa de la Libertad son cartas y/o copias epistolares escritas por realistas y patriotas, también con numerosas citas grecolatinas.

¿Por qué realizar un trabajo con presencia clásica y con fuentes primarias en latín? El latín en Bolivia ha sido despojado de los centros de enseñanza hace varias décadas, con contadas excepciones, y no se lo ha tomado en cuenta para investigaciones actuales por su casi total desconocimiento. Es por eso que los documentos en latín son muy poco estudiados; sin embargo nos presentan fuentes no exploradas y con nuevas interpretaciones históricas.

En los escritos charqueños observamos varias concepciones teórico políticas: la idea de que en los primeros años del siglo XIX no se veía claramente la posibilidad de una confrontación entre España y América (o más bien, no se quería ver), idea que es sostenida en el escrito de Antonio Fernández de Córdoba De bello gallico adversus hispanos. En los textos escritos con motivo de la bienvenida que le hacen altos dignatarios de la Audiencia de Charcas a Manuel de Goyeneche vemos la clara posición política tomada por esta élite a favor de la monarquía española. Finalmente, los textos de La Casa de la Libertad, al ser un conjunto de manuscritos varios, presentan cartas y documentos tanto a favor realista como a favor patriota, con numerosas referencias clásicas.

 

1. El latín en Charcas

La lengua latina era utilizada durante la Colonia con frecuencia por artistas, literatos y eclesiásticos, entre otros. Andrés Eichmann, en De boliviana latinitate, pensamiento y latín en Bolivia, hace un extenso estudio del latín, su enseñanza y su uso, además de presentar una antología de textos latino-bolivianos producidos en Charcas.

La primera noticia de la enseñanza dó el Convento de Potosí Jerónimo de Valera2. La enseñanza de esta lengua casi siempre (con muy contadas excepciones) estuvo a cargo de la Compañía de Jesús.

El latín se lo aprendía en el seminario y también en todos los colegios. Era la lengua de entendimiento, no sólo para las cuestiones religiosas sino también para todas las demás: música, ciencia, literatura, y no se diga para el derecho, que perdura hasta nuestros días.

El investigador Joseph Barnadas publica en 2005 un libro titulado Ensayo bibliográfico sobre el latín en Bolivia (siglos XVI–XXI). En él recopila toda la producción latina de la Audiencia de Charcas hasta la actual Bolivia del siglo XXI. Su base de datos cuenta con 329 entradas bibliográficas. Asimismo, Andrés Eichmann, en su obra ya citada, ofrece una amplia reproducción de textos latino-bolivianos desde el siglo XVI hasta mediados del XX. Ambos investigadores brindan un claro y vasto panorama de la producción en latín que hubo en Charcas y posteriormente en Bolivia.

 

2. Centros de enseñanza

El colegio San Juan Bautista

Se fundó el 10 de abril de 1621, aunque el funcionamiento regular y la organización legal se inician recién en 1623. Este centro de enseñanza tenía dos nombres más: Colegio Azul o Colegio Real. Se creó con la dirección de los padres de la compañía de Jesús para la educación y enseñanza de los hijos de los conquistadores, emplea-dos coloniales y vecinos honorables de la ciudad3. Cuando los jesuitas fueron expulsados, pasó a manos del clero secular y por tanto al patrocinio del arzobispo. Las materias que se enseñaba eran: latinidad, filosofía, moral, teología dogmática, derecho canónico y derecho romano.

Universidad San Francisco Xavier

Varios autores bolivianos se han interesado por esta importante casa superior de estudios; dos de ellos son Luis Paz y Jorge Siles Salinas. El primero de ellos realizó un extenso trabajo a principios del siglo XIX (1814) en el que relata las primeras misiones jesuíticas en América con la intención de formar jóvenes estudiantes, la imprenta en América y España, las distintas universidades en América, como las de Córdoba y Lima. Luego se concentra en la de San Francisco Xavier, su fundación, organización, reformas, la enseñanza y facultades. Finalmente hace un análisis de la expulsión de los jesuitas y cómo esta medida afectó a la universidad. Al final del libro, Paz ofrece una extensa lista de la matrícula estadística de abogados que se graduaron de esta universidad; los años que comprende esta lista abarcan desde 1753 hasta 1813.

Por su parte, Jorge Siles Salinas, en conmemoración de los 350 años de la fundación de la Universidad de San Francisco Xavier, realiza un discurso (que luego es publicado) sobre la importancia de este centro de enseñanza, las ideas que se formaron es sus aulas, el aporte que dio al derecho y a la teología a través de sus jurisconsultos, entre otros.

La universidad fue fundada en 1624. Estuvo bajo la dirección de los jesuitas hasta su expulsión en 1767. Las cátedras con las que contaba la universidad eran: teología escolástica, teología moral, artes, latinidad y lengua aymara.

 

3. Los textos

De Bello Gallico adversus Hispanos (Respecto de las guerras galas contra los hispanos)

La obra consta de 29 páginas escritas en su totalidad en latín. El autor es Antonio Fernández de Córdoba. Son muy pocas noticias que se tienen sobre su vida: realizó sus estudios primarios en el Colegio Seminario de Arequipa, se trasladó a La Plata y estudió Artes y Teología en el Colegio San Juan Bautista. Se recibió de Licenciado y Doctor en Teología. Fernández de Córdoba poseía una sólida formación clásica. Esto lo podemos afirmar por dos motivos: el dominio de la lengua latina y el conocimiento de literatura e historia antigua.

El título que Fernández de Córdoba pone a su escrito, De bello gallico adversus hispanos, no es casual. Podemos suponer que el encabezado responde a la formación clásica del autor y de su gusto particular por los escritos de Julio César4, que durante muchos siglos (tanto en Europa como en América) estuvieron entre los primeros textos de enseñanza del latín, por sus peculiaridades morfológicas, sintácticas y gramaticales y también por su claridad descriptiva. Es por ello que a nuestro autor charqueño no le eran ajenas las batallas libradas por César en la Galia.

A lo largo del escrito encontramos numerosos nombres de gobernantes griegos, oradores y pensadores romanos, emperadores, personajes bíblicos y políticos de la Revolución Francesa. Esto refleja el bagaje cultural de la historia europea que tenía el autor.

Antonio Fernández de Córdoba nombra tanto a hombres y mujeres célebres de Roma como de Grecia en varios sentidos:

a) Respeto por sus acciones en el plano militar

b) Ejemplo de valor y virtud tanto para Europa como para América

c) Reflexión para que los hechos del pasado (como por ejemplo, actos de Nerón o Bruto) no se repitan.

d) Inspiración para ambos continentes de las buenas políticas empleadas por emperadores romanos o generales griegos.

Por otra parte, Fernández de Córdoba no deja de nombrar seres mitológicos como el Caos, las columnas de Hércules, Rómulo, el Tártaro y los Titanes.

Ahora bien, ¿cuáles son los motivos por los cuales Antonio Fernández de Córdoba escribe su obra?

a) Muestra de fidelidad

En el momento histórico en el que vive Fernández de Córdoba no era extraño que un hombre de letras publique alegatos a favor del rey. Estamos en un momento crucial para España, ya que se ha producido, hace pocos meses, la invasión a la Península Ibérica por los ejércitos de Napoleón.

b) Desprecio a Napoleón

Son numerosos los pasajes en que Fernández de Córdoba rechaza y critica a Napoleón y a todo el ejército francés. Veamos dos ejemplos:

  • Napoleonem Bonapartem gallorum imperatorem, et totius Europae tyranum…5

  • !Aeternum miser Napoleon! Cui nulla animo quies, sed aeterna collisioest, maximo persimilis aestui, cui nulla station est6.

c) Honor - fama (valor romano)

Ya había mencionado que la formación académica de Fernández de Córdoba se basaba en gran medida en el bagaje clásico inculcado tanto por la universidad como por su autodidactismo. Pues bien, mediante su escrito, el autor no sólo se muestra como un erudito de las fuentes clásicas sino también partícipe de sus valores, y uno de ellos era el honor.

Para desarrollar el tema del honor-fama en la Antigüedad tomaré de guía a María Rosa de Malquiel, ya que esta investigadora argentina, en su libro La idea de la Fama, realiza un extenso trabajo sobre valores clásicos como el honor y la fama. Tomemos algunos ejemplos: para Homero la fama es el reconocimiento que se debe a la excelencia del individuo. Eurípides la trata en relación con las hazañas militares. Safo y Teognis insisten en el tópico de la fama como vida después de la muerte física. Para Píndaro, la fama es el máximo atributo al que un mortal puede aspirar. Y finalmente, Horacio la entiende como la ambición a la que todo hombre aspira7.

España y América; todavía una unidad

Los primeros años del siglo XIX y especialmente 1808 y 1809 marcarán un giro inesperado en la historia tanto española como americana. En este punto no me detendré en la invasión de Napoleón a la península ibérica pero es un hecho que siempre debe ser tomado en cuenta para el análisis. Es necesario tener clara una idea fundamental: en el periodo de los años referidos, América y España todavía son una unidad, no se concibe la una sin la otra. En palabras de Francois Xavier Guerra: "para comprender estos años cruciales es indispensable mantener siempre la visión de conjunto, considerar la Monarquía como lo que todavía es, una unidad, y analizar las consecuencias que los sucesos en una de sus partes tiene para las demás"8. Es por eso que en esta visión de un todo los sucesos en España tienen fuertes e inevitables repercusiones en América.

II. Textos latinos de 1812

Ahora veremos dos textos que, a diferencia del anterior, cuyo objetivo retórico era la crítica, tienen como característica la alabanza. Antes de describir y analizar las piezas gratulatorias a Manuel de Goyeneche, veamos el momento histórico. El 11 de noviembre de 1808 Goyeneche llega a América con dos objetivos: difundir las noticias de la Junta de Sevilla y conseguir la adhesión de todas las provincias americanas a la lealtad de Fernando VII. Asimismo, el militar porta las cartas de Carlota Joaquina en las que ésta se declara heredera del imperio español al estar su hermano, Fernando VII, bajo las fuerzas francesas. No podemos dejar de nombrar las intenciones de la reina de Portugal, asentada coyunturalmente en Brasil, de tener bajo su mando a las colonias españolas.

Poco tiempo después Goyeneche se traslada al Perú, donde el virrey Abascal lo nombra capitán general y presidente de la Audiencia del Cusco. Reprimió violentamente la revolución de 1809 en la ciudad de La Paz. En mayo de 1811 firmó un armisticio con Castelli9 pero aprovechó y atacó primero. Uno de sus mayores logros fue la batalla librada en la localidad altiplánica boliviana llamada Huaqui. Gracias a esta victoria, el virrey Abascal lo nombró Conde de Huaqui. Posteriormente seguirán las batallas libradas en Cochabamaba y Oruro.

Primer texto:

Oratio Gratulatoria

Este discurso de agradecimiento cuenta con 30 páginas (anverso en latín y reverso en español). Las páginas están numeradas de la 3 a la 32. En la primera página en castellano encontramos como encabezado el título Oratio Gratulatoria (es decir, discurso/oración de agradecimiento). Las primeras líneas dicen que la obra está dedicada a Goyeneche y se encargan de realzar sus títulos: Nobilísimo héroe D. D. D. José Manuel de Goyeneche, general en Xefe del Ejército del alto Perú… etc. Inmediatamente después se observa el nombre de quien pronunció el discurso: Dionisio Barrientos, alumno del Real Colegio de San Juan Bautista.

En la siguiente página se inicia la pieza oratoria. El autor no escatima en alabanzas a Goyeneche, lo llama Padre de la Patria, lo compara con Pompeyo y va más allá, dice que América produjo al "mejor Pompeyo", afirma también que lo hicieron caballero de la Orden de Santiago para ser el adorno de la misma. Domingo de la Cueba no deja de lado la idea de que su vida fue consagrada a una causa justa y que mostró ya en Europa sus artes militares y políticas, semejantes a las del dios Apolo "sabio por dentro y armado por fuera".

En las páginas siguientes se narran las venturas y desventuras pasadas tanto en España como en suelo americano. Uno de los episodios que el autor remarca es el momento en que el virrey de Lima José Fernando de Abascal hace general a Goyeneche para contener a los "enemigos del rey y del reyno". Indica que las fuerzas enemigas sobrepasaban en número y fuerza a las realistas y aun así Goyeneche salió victorioso en la batalla de Huaqui gracias a su virtud y organización militar.

En estas 30 páginas vemos la presencia clásica en numerosas ocasiones. La primera referencia latina es el nombre de Pompeyo. El autor afirma la fama del gran emperador Pompeyo (106 a. C. – 48 a. C) y que el tiempo fue paciente al obrar un general tan grande; así también que los siglos fueron los encargados de poner en suelo americano a un militar tan valiente como Goyeneche.

En segunda instancia el autor nombra a las Gracias y las Deidades. En la mitología griega las Gracias eran diosas de la belleza, la naturaleza, la creatividad humana y la fertilidad. Sus nombres son: Aglaya (belleza), Eufrósine (júbilo) y Talía (festividad). Una de las versiones dice que eran hijas de Zeus y Eurínome aunque otras afirman que sus padres eran Hera, Dionisio y Egle. Por su parte, Deidades es una palabra que se utiliza para dar un sentido sobrenatural (etimológicamente la palabra Deidad procede del latín deitas, que significa "naturaleza divina"). Pues bien, el autor nombra a las Gracias y a las Deidades como asistentes al nacimiento de Goyeneche, y por tal motivo, todos los adjetivos para el General son pocos.

Los dioses nombrados en el escrito son Apolo, Esculapio y Jove. Este último es el nombre latino de Júpiter, que, como sabemos, era el dios supremo en la mitología griega y pasó, también con el mismo cargo, a la romana. Esculapio, hijo de Apolo y Coronis, era el dios de la medicina; la tradición dice que la familia de Hipócrates (padre de la medicina moderna) descendía directamente del dios. Ahora bien, retomando nuestro texto decimonónico, analizaremos por qué Domingo de la Cueba hace referencia a estos dioses. El autor compara a Esculapio con Goyenehe, ya que dice: "Ni es cosa digna de admiración, si qual mejor Esculapio hayas extinguido de esas regiones la ponzoña del Escorpión, quando derrotadas sus tropas, hiciste volver la espalda al medroso Casteli…"10. Por su parte, Apolo es por excelencia el dios de la belleza y del sol, aunque también de la poesía lírica; es el referente tanto en lo militar como en lo político, "Apolo sabio por dentro, armado por fuera"11.

Segundo texto:

"Breve elogio a Manuel de Goyeneche"

Esta pieza fue presentada después de la Oratio Gratulatoria. La obra cuenta con 8 páginas numeradas desde la 3 a la 8. La versión castellana en el reverso de las páginas y la latina en el anverso. Este texto fue pronunciado por el arzobispo Benito María de Moxó y Francolí, como hace constar el mismo texto: "el Señor Arzobispo, y Cancelario serró el acto con este breve elogio, dirigiéndose al amabilísimo Mecenas que estaba presente"12.

Una vez más el elogio hace honor a su título, ya que el texto está plagado de adjetivos calificativos en honor de Manuel de Goyeneche. Se mencionan sus virtudes y también a la sabiduría de Dios por haber enviado a América a un general sin igual.

Pasada la represión que Goyeneche hace en la ciudad de La Paz, y ya en el año 1812, el autor, Benito Moxó y Francolí, recalca la paz y tranquilidad en la que se vive gracias a la intervención de Goyeneche en tierras americanas. Otro punto que el autor rescata es no sólo la paz política que brindó Goyeneche, sino también la espiritual, como "patrono y defensor de nuestra más pura y piadosa religión"13.

En la pieza no faltan preguntas retóricas como la siguiente: "Qué estatuas pues, ó varón fuertísimo y humanísimo, qué actos, que trofeos se pueden levantar, y consagrar a vos, y a vuestros valerosos soldados…?"14 De esta forma el arzobispo alaba no sólo a Goyeneche sino también a sus soldados, y a continuación les desea los mayores logros y éxitos en batalla contra los "enemigos del reino", es decir, los patriotas.

El texto finaliza con una octava que compuso Isidoro José Escarza. En estos ocho versos también se observan los halagos a Manuel de Goyeneche. Veamos algunos versos:

Qualquiera elogio puro, más realzado, será hipérbole sucinto, a la bonanza, de un general el más justificado15

Encontramos dos referencias clásicas en estas pocas páginas. La primera es a los lacedemonios, en términos de comparación con las tropas de Goyeneche, ya que estas últimas no escatimaban en fuerzas y vigor. Sabemos que los espartanos (lacedemonios) eran considerados en toda Grecia la ciudad–Estado con mayor preparación bélica de toda la región. Así, el autor dice que Goyeneche condujo al ejército realista con una fuerza superior y bien organizada.

La segunda referencia clásica es el nombre de Platón que está unido a la anterior evocación de Francolí, "los lacedemonios (de quienes hablaba Platón)" El arzobispo hace mención al diálogo Hipias Mayor16, de Platón, en el que existen numerosas crónicas de los espartanos. Esta obra es un diálogo aporético entre Hipias y Sócrates. Según la Real Academia Española la palabra aporética es un Enunciado que expresa o que contiene una inviabilidad de orden racional17. Por tanto el diálogo aporético de Platón es una conversación que no tiene orden racional y además que a la pregunta planteada no se vislumbra la respuesta. Una vez más vemos el conocimiento de un habitante de Charcas sobre los clásicos.

III. Textos manuscritos

En la Biblioteca de la Casa de la Libertad se encuentra un volumen manuscrito que presenta cartas y/o copias de cartas comprendidas entre los años 1808 y 1816, y que cuenta con 161 folios18. El volumen es un compendio de varios autores que los designaré como "documentos varios"; muchos no tienen firmas y en algunos casos fechas. Un aspecto interesante de este volumen es que los "documentos varios" han sido re-que existe evidencia escrita de que el uso del latín y de las fuentes clásicas no estaba destinado exclusivamente al "bando" que apoyaba la monarquía, sino que también la lengua latina (y sus pensadores) fueron utilizados por el "bando" patriota y crítico del rey. La presencia clásica la encontramos en 12 de los 38 documentos pertenecientes al manuscrito. Agruparé estos documentos en las tres siguientes categorías:

a) Clásicos como fuente de idea emancipadora

Esta idea la vemos en el segundo texto del manuscrito:

De Platón la República ideada Ya se va a realizar: Si nueva vida Torna a nosotros, torna el siglo de oro, y con él, nuestro honor, nuestro decoro19 .

Recordemos que Platón es uno de los pensadores griegos con una clara idea de república. Es por eso que este escrito cita a su obra titulada también "La República". Por otro lado, la estrofa señala también que el siglo de oro "torna a nosotros", es decir, a los americanos.

b) La actualidad de los clásicos

En el tercer documento vemos unas unidos y cosidos como un solo docu-líneas de Bruto a Cicerón. Se refiemento. Su estilo es variado, ya que re a la libertad de un pueblo que ha tenemos textos en prosa (la mayoría) vivido sometido y que al verse libre tanto cartas como descripciones y experimenta inicialmente miedo, ya proclamas, y en verso. que no sabe cómo iniciar su vida independiente. Por otro lado, rescata el fuerzas, ya que se ha destronado a quien tenía tanto poder. Pongo como subtítulo "la actualidad de los clásicos" porque esta carta ha sido escrita en las primeras décadas del siglo XIX, y como vemos, se puede utilizar, también, en una coyuntura actual.

c) Invocación

El autor anónimo de las Octavas (que van del manuscrito 17 al 24v) realiza una invocación a Júpiter:

Sagrado Jove disparad un raio que en cenizas convierta al rudo, y necio que tal llegue a pensar20.

Versos antes el autor indica la ambición de oro de los conquistadores, y que ésta fue una de las causas fundamentales para la explotación en América, tanto de sus tierras como de sus habitantes. Dicha esta idea, invoca a Júpiter: "y espero que si alguien llegase a pensar todavía en la explotación de suelo americano le caiga un rayo".

 

Conclusiones

En los primeros años del siglo XIX no existía todavía la idea de la división de América y España, tanto europeos como americanos veían ambos continentes como una unidad. Esto está expuesto en el texto de Antonio Fernández de Córdoba De bello gallico adversus hispanos. Córdoba, en su escrito, recalca numerosas veces la invasión francesa al territorio español como una afrenta, no sólo a la monarquía española, sino a todos los habitantes americanos.

Por otra parte, en los textos que se leyeron en la Universidad San Francisco Xavier en 1812 se observa la clara adhesión de varios doctores de Charcas a Manuel de Goyeneche. No es casualidad que le otorguen títulos de nobleza y comparaciones con grandes emperadores y generales romanos.

La cultura latina ha estado presente en toda la época de la Colonia. Esto puede afirmarse gracias a las bibliotecas y centros de enseñanza. Numerosas bibliotecas de Charcas tienen en sus inventarios textos grecolatinos y el uso de citas latinas es abundante tanto en dedicatorias como en muestras de erudición. Vemos también que los centros de enseñanza como la Universidad San Francisco Xavier y el Colegio San Juan Bautista eran parte fundamental de la formación clásica de sus estudiantes.

Finalmente con este trabajo he querido mostrar como nueva línea de investigación la utilización de textos latinos y/o con referencias clásicas en la historia de Charcas, Bolivia.

 

Referencias bibliográficas

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Notas

1 Textos que me dio a conocer Andrés Eichmann, para el que va mi profundo agradecimiento.

2 Eichmann, 2001. pp. 18–19.

3 Paz, 1914.

4 Recordemos que Julio César sostuvo una guerra con los galos entre los años 52–58 a. C. En sus memorias, llamadas Comentarios a la guerra de las Galias, plasma sus impresiones durante sus largas campañas.

5 Napoleón Bonaparte, emperador de los franceses y tirano de toda Europa. p. 10

6 "¡Eterno infeliz Napoleón! No tienes ninguna tranquilidad en tu alma pero sí eterno conflicto…" p. 15.

7 Lida, 1952.

8 Op. cit. p. 116

9 Era el plenipotenciario que representaba en Los Andes a la Junta de Buenos Aires.

10 P. 15 del texto.

11 P. 11 del texto.

12 P. 2 del texto.

13 P. 5 del texto.

14 P. 7 del texto.

15 P. 8 del texto.

16 Pertenece a la primera serie de diálogos de Platón. Se lo conoce también como ¿Qué es lo bello?

17 Real Academia Española.

18 Estos documentos me los dieron a conocer Andrés Eichmann y Gaelle Bruneau, a los que va mi cordial agradecimiento. Actualmente Andrés está escribiendo un artículo titulado Vix ferri potest plebis insolentia: Democracia versus monarquía en un manuscrito de la Casa de la Libertad.

19 Folio 19r.

20 Folio 23v.

 

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