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Revista Ciencia y Cultura

versión impresa ISSN 2077-3323

Rev Cien Cult  n.3 La Paz jul. 1998

 

 

 

La experiencia de Autoevaluación de la Universidad del Valle de Atemajac

El Sistema de Acreditación Universitaria

—Nueva perspectiva de calidad—

 

 

Adolfo Valdez Rivas1

1 Este artículo apareció originalmente en la Revista de la Universidad del Valle de Atemajac. Su reproducción está refrendada por la misma Universidad.

 

 


La Universidad del Valle de Atemajac recientemente concluyó el ejercicio de autoevaluación para acreditarse como institución de calidad ante las Federaciones de Instituciones Particulares de Educación Superior (FIMPES). El resultado de este Autoestudio es un movimiento a la mejora de procesos universitarios que involucran a todos los que laboran en la UNIVA. En efecto, los productos de una autoevaluación impactan principalmente a los procesos internos (quehacer) y en conjunto perfeccionan el ser de la Universidad.

En este escrito visualizaremos la experiencia de la UNIVA ante su primer Autoestudio como un trabajo en el que colaboraron todos los que la integran y propondremos un escenario que se dibujará para las universidades del país al inicio del siglo venidero.

La decisión

La UNIVA se encuentra entre las instituciones fundadoras de la FIMPES. Desde hace 15 años nuestra Universidad ha participado activamente, incluso algunos miembros prestan servicios directamente a la Federación, nos encontramos en todos los cambios e iniciativas. La FIMPES en su evolución está logrando un liderazgo nacional como Federación Universitaria que se preocupa por la mejoría de la Educación Superior en beneficio del país, son cotidianas ya las reuniones con las altas esferas tanto educativas, políticas, empresariales y sociales. La FIMPES tiene presencia y solvencia. En este accionar se decide por los Rectores convertir a la Federación en organismo acreditador e impulsador de la calidad; durante varios años al inicio de los 90 se reúnen especialistas de al menos quince universidades para diseñar un sistema para el ingreso y permanencia. Fue un mecanismo rico en participación pero no exento de disidencias; por fin, en noviembre de 1993 se autoriza el sistema que toma como filosofía de acción "El Fortalecimiento y Desarrollo Institucional".

La UNIVA decide entre las primeras diez del país someterse a la experiencia del Autoestudio, es el 27 de septiembre de 1994 cuando se envía a la FIMPES la petición de ser considerada como Universidad en proceso de revisión institucional hacia la mejora continua. La carta de Rector toma de tesis la base: "La Universidad del Valle de Atemajac, un Reto Inagotable", educar y educarse es vivir siempre frente al futuro. A lo inacabado del tiempo. La fecha en septiembre coincide con otro aniversario de la UNIVA, el 17°. La comunidad universitaria responde al afán de excelencia y dice: "Esta conciencia de responsabilidad es la que continuamente la impulsa a buscar la excelencia académica como la mejor forma de corresponder a su misión y a la preferencia de la juventud". La decisión fue tomada y el compromiso refrendado por la comunidad, se integró un equipo de más de 50 personas para trabajar en la revisión de 162 indicadores que resumen el sistema FIMPES.

 

El proceso de Autoestudio

El Compromiso que adquirió la UNIVA fue bien recibido por la comunidad Universitaria, se dio un panorama de adhesión, se inició de manera comprometida el ejercicio de Autoestudio, se lee en el documento del proyecto: "Estamos plenamente seguros de que lo hemos de lograr. La UNIVA no estriba su fuerza en la abundancia de recursos materiales. Su seguridad y confianza siempre han estado fincadas sobre la calidad de sus maestros, directivos y funcionarios que sacan día a día de la riqueza del alma todo lo que se necesita para conseguir una universidad robusta, emprendedora, desafiante, y segura de su presente y su futuro".

El propósito del Autoestudio fue el de ponernos frente a frente a nuestra realidad como institución de Educación Superior. Para visualizarnos en el futuro desde la dinámica y estructura de nuestro presente. Asimismo, nos propusimos medir con claridad y honestidad la distancia que existe entre nuestros deseos y la realidad incorruptible de nuestras acciones educadoras.

La gran ventaja de un Autoestudio es que la propia institución "examina y evalúa su misión o propósito, establece lo adecuado de sus recursos de acuerdo a las áreas y los indicadores, formula recomendaciones que permiten a la institución cumplir con estos... " En la UNIVA sucedió esto en el proceso, nos enfrentamos al espejo, a la propia realidad y sobre todo en la intimidad y sin testigos. Verse al espejo es una experiencia dolorosa para muchos pero reconfortante si se contempla con madurez y con la seguridad de la solidaridad universitaria. El proceso duró dos años, muchos iniciaron, otros salieron durante el periodo, otros más ingresaron con nuevos bríos dejándonos un basto documento de imágenes al espejo de más de 100 recomendaciones; el documento no es el producto en sí. Se vivió una experiencia invaluable e irrepetible, los equipos de Autoestudio dedicaron muchas horas a la interiorización de los indicadores hasta que los decodificaron, en ese tiempo operó el verdadero espíritu del Autoestudio: la integración en torno a la institución.

Los equipos de Autoestudio fueron 10 en total, sus integrantes evaluaban algún área de la Institución (Filosofía, Normatividad, Programas Académicos, Estudiantes, Planta Física, etc.), a la que no pertenecían, pero sí conocían, de tal modo que no fueran juez y parte para garantizar objetividad y compromiso. Al iniciar por cada equipo la revisión de áreas, procesos e insumos, cada miembro tomó en cuenta su propia responsabilidad, lo encontrado en cada indagación se lo aplicó a sí mismo: " no desees a otro lo que no quieras para ti" y así más que señalar las debilidades reflexionó primero en las propias y miró a las fortalezas suyas y ajenas como estrategia de cambio. Esto sí es un producto evidente de un Autoestudio, la inercia que se obtiene en el desarrollo de un cambio a partir de fortalezas como estrategia de mejora y la conciencia ligada a la actitud de mantenerse en el estado de flujo hacia una mejor forma de ser. (trayección).

La revisión de los indicadores no fue un "Chek List" una sola rutina de supervisión, fue un momento de empatia responsable y de ayuda institucional, se aplicó la regla de oro "trata al otro como lo que debiera ser y lograrás lo que sea". Se necesita vivir el proceso de Autoestudio para valorar su mecanismo de sinergia y cooperación intrainstitucional.

El proceso de Autoestudio, en síntesis, comprendió tres momentos: A) La transformación de los indicadores FIMPES o "DEBES", (El DEBE es la exigencia que solicita la FIMPES como insumo, y a la vez condición SINE QUA NON para operar con calidad), los debes se interiorizaron para ser comprendidos; B) Definición de un escenario de referencia, tanto cualitativo como cuantitativo; y C) Búsqueda del escenario de realidad. De la confrontación de los escenarios surgió un diagnóstico que se plasmó en un voluminoso documento que clarifica fortalezas y debilidades y nos deja una serie de recomendaciones para acercarnos al escenario de referencia.

En párrafos arriba, discutimos como nos vimos al espejo, baste decir en este momento, que la distancia entre la realidad y la referencia fue significativa más no insalvable, antes bien, fue motivadora para impulsarnos a mejorar como acción cotidiana y permanente.

 

El Logro Institucional

El Autoestudio puso en evidencia la dinámica en la que la UNIVA está desde tiempo atrás; en el transcurso del estudio que duró dos años se dieron cambios, productos de la detección oportuna de problemas y de la sinergia emprendida por el comité directivo que coordinó el proceso total. Ante la evidencia de algún problema la recomendación no se hizo esperar y se actuó en un verdadero proceso de "Reingienería express".

La institución es un ente en movimiento, el hecho de la dinámica no es percibido por todos, es cotidiano el mantenerse en movimiento y esa cotidianeidad en algunos casos ciega a los miembros para verla como es, estamos en ella, mas no la sentimos.

El Autoestudio abrió la ventanilla, como en un viaje por tren, al notar que el paisaje va corriendo ante nuestra vista tomamos realidad de la velocidad y la dirección del desplazamiento de nuestro vagón. Lo que sucede en el interior llega a ser tan cotidiano que no le prestamos atención, pero abrir la ventanilla nos da una nueva perspectiva de lo externo y de lo interno, retorna la direccionalidad de nuestros actos y surgen nuevas motivaciones por lo que a través de la ventanilla se filtra. El tren se mueve, pero el ver las vías que corren paralelas y cercanas a las nuestras surge la duda de si los otros trenes son más rápidos o llegaron antes que nosotros a su destino, esa angustia naciente nos incomoda más, nos impulsa a mejorar la maquinaria para ir más rápido a nuestro destino (misión).

No abrir la ventana es mutilar la voluntad y cegarnos a la realidad, además, de perder el paisaje, bello y estimulante del rededor. El Autoestudio barrió la ventanilla.

El logro, es la nueva dinámica, más consciente y viva de que el movimiento existe y el rumor está aclarado, horizonte permanente, enigma eterno. Cambiar con rumbo es gozar del paisaje con la cara en alto y sintiendo que el entorno te vivifica. El logro es en realidad la reactivación del proceso, caminar con la faz que disfruta el viento.

 

La Acreditación

La FIMPES a través de la comisión de docencia y superación académica estableció el sistema para el ingreso y permanencia, este resuelve el mecanismo de garantizar que las instituciones que aspiren a la Federación cubran con requisitos mínimos de calidad y pertinencia como organismos que ofrecen grados superiores. La cultura de certificación y acreditación que se inicia en los noventa a nivel nacional correspondió a la FIMPES. El impulso más serio para que esto se diera. Actualmente la ANUIES (Asociación Nacional de la Universidad e Instituciones de Educación Superior) está promoviendo un sistema Nacional de Evaluación y Acreditación, esto habla de la importancia que ambos organismos FIMPES y ANUIES le dan al ejercicio de Acreditación como estímulo a la mejoría académica de las instituciones del país; se presenta un panorama de mayor exigencia a las Universidades y garantiza a los usuarios y a la sociedad que al final del siglo sólo las instituciones acreditadas aseguran un mínimo de indicadores de calidad. Las universidades que no cumplan requisitos tenderán a desaparecer, las sociedad será más exigente, deberá serlo. La globalización y la apertura continental fortalecerá esta cultura, aprenderemos a impulsar de manera global el ser mejor cada vez, como lo cotidiano. La calidad no será un valor agregado, estará como valor intrínseco y permanente.

La UNIVA está en proceso de acreditación, cubrimos ya lo conducente para esto: hicimos el Autoestudio, recibimos a la comisión que verificó nuestras propuestas; se nos plantearon 37 recomendaciones y dimos puntual respuesta con un plan de trabajo para enfrentarnos a las mismas. Sabemos que vendrá la respuesta afirmativa, estamos tranquilos; la energía institucional se enfoca no a la espera sino a la acción de mejora que nosotros mismos nos planteamos. La acreditación la tomamos como un proceso inmanente, que nace en nosotros y se desarrolla en nosotros.

 

El Escenario futuro de las Instituciones

El Sistema de acreditación universitario en México está iniciando su andar, hay más interrogantes que experiencias reales; hasta el momento la FIMPES a valilado 10 autoestudios, no es un porcentaje significativo, más todo se presenta halagüeño, el futuro tiene más sentido cuando todo es expectativa. Hoy comienza el mañana, nada de lo porvenir será sino lo que se cimienta ahora. Con esta línea de pensamiento presento lo que mañana traerá el ejercicio de la acreditación académica.

Un escenario es un espacio visible donde se conjugan espacio, tiempo y ejecutantes de una acción que se llama DRAMA, acción viva recreada para perpetuar la vida. El escenario es un término teatral, no de la planeación, la planeación se lo robó al teatro y lo prostituyó dejándolo en dibujo, en objetivos y variables, en matrices y formatos.

Reclamo para el teatro el término-concepto de escenario con toda la connotación de drama, vida, alma, tiempo, y "teatron" o lugar para que los que presencian el drama, lo vivan, lo sientan, lo sufran y logren la catarsis. Reclamo para la vida el escenario, todo teatro es vida, es realidad, nunca el teatro fue ficción y fantasía, sólo es vida, así de simple. El escenario es la sublimación de la vida, que de forma dramática se muestra para unirse visceralmente, sin racionalismo y superficialidades.

El escenario futuro de las Instituciones de Educación Superior reclama una postura viva. El ejercicio de la acreditación y la certificación no es un mecanismo extrínseco, como se nota por muchos, como algo que proponen organismos cupulares para dictar reglas y procesos, es la acreditación un proceso de dentro hacia afuera, es en primera instancia un compromiso consigo mismo que involucra al ser y al deber ser (óntico y deontológico), es querer creer en sí, más que responder a otros por acciones no inmanentes.

Quiero ver a la Institución de Educación Superior, madura en la decisión de su destino, con claridad de valores, con ganas de ayudar a que el educando aprenda, dé más y sea mejor. La Calidad Educativa no se logra con indicadores de efectividad que otros propongan, es un ejercicio de compromiso con una mejor forma de ser. Quiero ver a cada institución dándose crédito por la coherencia entre su querer, su hacer y su creer, la autenticidad y atingencia del pensar y el accionar los otros lo verán sin dificultad: transparencia y necesaria entrega a los educandos serán evidentes cuando la acreditación salga de dentro hacia afuera.

Quiero ver el drama, la acción viva del hecho educativo, no sus insumos y documentos probatorios que hablen de valores en folletos, conferencias especulares y programas televisivos para hablarnos de una axiología de dientes para afuera, quiero ver las cuerdas del alma institucional en búsqueda de ser mejor sin que tengan que ponerlo en internet.

Quiero ver la realidad y no sólo la virtualidad engañosa de la invención tecnológica. El escenario con sus actores y actrices no son imágenes cibernéticas, son personas con destino trascendente, no "software" con velocidad pentium. Quiero ver que la herramienta, valiosa sí, sea herramienta solamente. Quiero ver que la herramienta del hombre sea su cuerpo material que viva al influjo animado del hálito superior.

Quiero ver a la universidad con esperanza cósmica, transcendente y buscando la verdad como docencia viva, donde investigar y enseñar sea lo mismo. Sin aulas que atrapan o bibliotecas que se empolvan. Todo vida y consciencia, a fin de cuentas, en eso se convierte el aprendizaje.

Quiero verte a ti lector certificándote por el simple hecho de estar en el drama, en comunión con los demás. Así veo, así quiero ver.

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