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Ajayu Órgano de Difusión Científica del Departamento de Psicología UCBSP

versión On-line ISSN 2077-2161

Ajayu vol.20 no.1 La Paz mar. 2022  Epub 01-Mar-2022

 

ARTÍCULO

PROCESO DE TERAPIA SISTÉMICA INDIVIDUAL EN UNA MUJER DE 54 AÑOS DE EDAD, DIVORCIADA Y COLUSIONADA CON SU EX ESPOSO*

INDIVIDUAL SYSTEMIC THERAPY PROCESS IN A 54-YEAR-OLD WOMAN, DIVORCEED AND IN COLLUSION WITH HER EX-HUSBAND

PROCESSO DE TERAPIA SISTÊMICA INDIVIDUAL EM MULHER DE 54 ANOS, DIVORCIADA E CONJUGADA COM O EX-MARIDO

SHIRLEY INCHAUSTE GARCÍA1 

1Licenciada en Psicología y Especialista en Psicología Clínica Sistémica y Terapias Breves en la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”. shirleyinchauste@gmail.com


RESUMEN

El presente estudio de caso permite conocer la colusión que está viviendo una paciente de 54 años, divorciada desde hace tres años. Se puede percibir que en su historia familiar la descalificación de la madre y la indiferencia del padre coadyuvan a que la paciente desarrolle trastorno dependiente de la personalidad que luego al formar pareja llega a colusionar con un trastorno narcisista de la personalidad. Es así que convive por alrededor de veinticinco años hasta que un día su esposo le dice que ya no la ama y que lo mejor sería que se divorcien. Ante la noticia queda devastada pero no le queda más remedio que aceptar la decisión de su esposo. Luego del divorcio y con la finalidad de que los hijos no estén tan distanciados del padre acuerdan almorzar juntos los domingos, lo que se convierte en un círculo de contradicciones e indecisiones, ya que por un lado están las descalificaciones en los almuerzos de parte del ex esposo para luego cuando están solos persuadirla de que si se reconcilian ella tendría una mejor vida tanto a nivel emocional y económica. El motivo por el cual busca psicoterapia es comprender lo que le sucede.

Palabras clave: colusión; divorcio; terapia sistémica; trastorno dependiente

ABSTRACT

The present case study allows us to know the collusion that a 54-year-old patient is experiencing, divorced for three years. It can be seen that in her family history the disqualification of the mother and the indifference of the father help the patient to develop a dependent personality disorder that later, when forming a couple, comes to collide with a narcissistic personality disorder. Thus, she lived together for about twenty-five years until one day her husband told her that he no longer loved her and that it would be best if they divorced. She is devastated at the news but has no choice but to accept her husband's decision. After the divorce and in order that the children are not so estranged from the father, they agree to have lunch together on Sundays, which becomes a circle of contradictions and indecisions, since on the one hand there are the disqualifications in the lunches from the former husband for later when they are alone to persuade her that if they reconcile she would have a better life both emotionally and financially. The reason you seek psychotherapy is to understand what is happening to you.

Keywords: collusion; divorce; systemic therapy; dependent disorder

RESUMO

Este estudo de caso nos permite conhecer o conluio que vive uma paciente de 54 anos, divorciada há três anos. Percebe-se que, em sua história familiar, a desqualificação da mãe e a indiferença do pai ajudam a paciente a desenvolver um transtorno de personalidade dependente que posteriormente, ao formar um casal, acaba colidindo com um transtorno de personalidade narcisista. Assim, ela viveu junta por cerca de vinte e cinco anos até que um dia seu marido disse a ela que ele não a amava mais e que seria melhor se eles se divorciassem. Ela está arrasada com a notícia, mas não tem escolha a não ser aceitar a decisão do marido. Após o divórcio e para que os filhos não se distanciem tanto do pai, concordam em almoçar juntos aos domingos, o que se torna um círculo de contradições e indecisões, pois de um lado estão as desqualificações nos almoços dos primeiros. marido para mais tarde, quando eles estiverem sozinhos, para persuadi-la de que se eles se reconciliassem ela teria uma vida melhor tanto emocional quanto financeiramente. A razão pela qual você busca a psicoterapia é para entender o que está acontecendo com você.

Palavras-chave: conluio; divórcio; terapia sistêmica; transtorno de dependência

INTRODUCCIÓN

La presente investigación corresponde a un estudio de caso de una paciente que acude a terapia individual virtual para poder comprender lo que le está pasando ya que está divorciada legalmente desde hace tres años pero continúa teniendo un vínculo cercano con su ex esposo. Acordaron almorzar juntos los domingos para compartir con sus hijos. Le llama la atención la incongruencia de los actos de él ya que cuando se ven, especialmente los domingos durante los almuerzos, frente a sus hijos la descalifica con frases como: “tú qué vas a poder hacer eso”, “¿Ves? Te dije que no podrías”, etc., luego cuando los hijos retornan a sus actividades y están solos le dice que si se reconcilian él puede ofrecerle cariño, protección y una mejor situación económica, lo que la confunde y no sabe qué hacer. Asimismo, ella piensa que sería bueno volver con él porque siente que lo extraña, que todavía lo ama, además tendría seguridad económica a su lado pero al poco tiempo comprende que sigue descalificándola como lo hacía antes, algo que la lastimó mucho y no desea volver a tener un vínculo de pareja así con él.

Tomando en cuenta que esta situación la vive frecuentemente es posible que estemos frente a un caso de colusión. El concepto de colusión lo desarrolló Jürg Willi (1993) quien toma en cuenta el “inconsciente común en la relación de pareja”. Según el autor la colusión es un juego de pareja donde los conflictos se repiten constantemente dando lugar a acercamiento y alejamiento. Los cónyuges no soportan la intimidad pero tampoco la separación, es decir que cuando están juntos se sienten asfixiados, entonces se alejan. Cuando están lejos no soportan la soledad y vuelven a buscarse (Pinto, Alfaro y Guillen, 2010).

Este juego relacional de la pareja se instaura como un reclamo de afectos infantiles entre ambos cónyuges, lo que implica una construcción irreal de la imagen del otro, ya que la misma es un constructo personal que toma como referencia las experiencias de la infancia (Botella y Freixas, 1998).

El amor solo se puede construir cuando se dejan de lado estas expectativas y reconociendo al cónyuge como un legítimo otro (Maturana, 1997). El formarse expectativas imposibles de ser satisfechas por la pareja determina que se instaure un vínculo patológico capaz de destruir la vida de los cónyuges en lugar de la construcción amorosa del “nosotros”. (Pinto, 2012).

Es así que el estilo de apego infantil tendrá repercusiones en el vínculo conyugal. La teoría del apego adulto indica que el estilo de apego durante la infancia influirá en la relación conyugal adulta debido a que se activan las carencias y excesos recibidos de los cuidadores (Mikulincer y Shaver, 2008).

El intercambio amoroso se brinda donde la reciprocidad es simétrica. En cambio en la colusión este intercambio es complementario, uno dominante y el otro dominado o uno protector y el otro protegido, lo que Willi denomina relación progresiva- regresiva. (Pinto, Alfaro y Guillen, 2010).

En la colusión, el triángulo del amor pleno compuesto por pasión, intimidad y compromiso de Sternberg (1998) siempre será incompleto. La pareja colusionada evitará alguno de estos tres componentes y exacerbará otro. Por ejemplo en el caso de trastorno de personalidad dependiente, la persona rechazará la pasión, exacerbará la intimidad y exigirá compromiso.

Los padres colusionados como pareja triangulan a sus hijos, lo que produce tensión en la pareja y emociones intensas en la familia, la cual a su vez produce un triángulo relacional estabilizador (Guerin, Fogarty y Gilbert, 2000). Es así que donde existe un hijo triangulado existirán unos padres colusionados en su relación conyugal.

Es factible afirmar que la colusión es una relación entre dos personas que no lograron desvincularse de sus familias de origen ya que no es posible el amor de pareja si se continúa siendo hijo. El amor lo exige todo, es esencial darse entero, por lo que no se puede establecer un vínculo amoroso entre dos personas incompletas (Gikovate, 2005).

Para que no se produzca la colusión es indispensable dos seres emancipados y desvinculados de sus familias de origen. La emancipación exige responsabilidad social y la desvinculación madurez afectiva. Pinto (2012).

La experiencia amorosa solo se puede llevar a cabo entre dos personas que asumen su soledad sin imponer expectativas infantiles a su pareja. Aceptar la soledad significa comprender que es imposible la felicidad otorgada por el otro cónyuge, porque amar no es necesitar del otro, menos obligarlo a que el otro ame como se espera ser amado. El amor tiene que ver con la libertad, por lo tanto, un amor que posee no es amor, es odio, ya que odiar es obligar a que el otro ame como uno desea ser amado. La imposición de expectativas infantiles es creer que el otro debe ajustarse a los requerimientos afectivos personales, en lugar de aceptar incondicionalmente la forma de ser del otro. (ob.cit).

La colusión se inicia en las etapas tempranas del enamoramiento, en la que se elaboran los requerimientos específicos de cada uno de los futuros miembros de la pareja para acomodarlas a los proyectos a realizar de la posible relación conyugal. Montoya (2000).

Es así que la pareja se detiene en las etapas iniciales de su ciclo vital: enamoramiento, simbiosis o lucha de poder. Temen el desencanto, evitan el cambio, estableciendo un vínculo negativo (García, 2001), el cual consiste en sustentar una esperanza vana de obtener un satisfactor que el cónyuge no posee de tal forma que la pasión reemplaza al amor durante el enamoramiento, luego la protección reemplaza al amor durante la simbiosis y el poder reemplaza al amor en la etapa de lucha de poder.

Algo más que añadir respecto a la colusión es: quienes se aferran a su yo, por ejemplo personas con rasgos narcisistas de la personalidad y quienes se aferran al yo del otro, por ejemplo personas con rasgos dependientes de la personalidad, son incapaces de amar. Esperan aquello que nunca recibieron, o confunden amar con condiciones de apego infantiles. Pinto (2005).

La palabra colusión proviene de la voz latinacolusione, significa un ajuste secreto y fraudulento entre dos personas en desmedro de un tercero. La colusión es la causa de la triangulación de los hijos. El origen de la colusión, se remonta a la historia vivida en la familia de origen. En ella, la persona estuvo “triangulada” en la relación con sus padres, es decir, no pudo desvincularse del conflicto relacional de ellos, debido a que estableció algún tipo de pacto de protección con alguno de ellos. (Pinto, 2005ª).

Asimismo, se puede decir que no fue amado por lo que era, sino por la función que debía cumplir dentro o fuera de la familia. Si recibió cariño, fue con la condición de aliarse con uno de los padres en contra del otro. En otros casos, cuando el triángulo fue rígido, asumió el rol del hijo o hija parental (Minuchin, 1986), en el sentido que tuvo que hacerse cargo de sus padres, como si éstos fueran sus hijos.

Otro tipo de triangulación es la perversa (Haley, 1967), en la que se es seducido por uno de los padres colocándose como pareja de éste y rechazando al otro. Por último, la triangulación más destructiva es la patológica (Bowen, 1978), ya que se desarrollan juegos patológicos de aparente reciprocidad afectiva entre el progenitor y el hijo aliado, cuando en realidad el padre o la madre utilizan su poder a través del engaño amoroso para agredir a su cónyuge a través del falso apego que se demuestra hacia el hijo, el cual una vez utilizado será abandonado.

Para colusionarse es necesario que ambos cónyuges procedan de familias en las cuales estuvieron triangulados, esperando en su matrimonio estructurar un sistema distinto al que vivieron, idealizando el amor o confundiéndolo con otros sentimientos. Se mantienen como estancados en la etapa de su niñez donde se percataron de ser partícipes de una pelea que no les pertenecía. Cada uno de los miembros de la pareja, cargan consigo dolores ajenos, los cuales se manifiestan en forma de angustia (Pinto, 2004), la cual afanosamente busca un justificativo.

Cuando un dolor pertenece a otro, se trata de un sentimiento inexplicable, sin haber experimentado una pérdida real, se sufre como si hubiese ocurrido. Es un sufrimiento inclemente, interminable y profundo. La persona colusionada vive con la esperanza de entender su dolor y realizar las promesas de sus padres que jamás se cumplieron en el amor de su cónyuge. Lo patético es que el cónyuge espera lo mismo de él, por lo que cada cual está preocupado en ser amado en lugar de amar. De esa manera establecieron equivocadamente que el amor se condiciona al amor que se recibe, afanándose constantemente en asegurarse que son amados. Pero se trata de una demanda infantil, que sólo pudo ser satisfecha durante su niñez. (Pinto, 2005).

Para amar es indispensable desprenderse del yo. Cuando no se ha recibido un apego seguro (Bowlby, 1985) no es posible construir un yo independiente a las exigencias de los padres, es decir, se vive en función a la expectativa de ser valorado, lo que conlleva a la formación rígida de un sí mismo falso, el cual será el simiente de un trastorno de personalidad: “un patrón desadaptado y duradero de experiencia interna y conducta, que data de la adolescencia o de la adultez joven y que se manifiesta en al menos dos de las siguientes áreas 1) cognición, 2) afectividad, 3) funcionamiento interpersonal y 4) control de los impulsos. Este patrón inflexible se hace evidente en diversas situaciones personales y sociales provocando malestar y deterioro”. (Halgin y Krauss, 2004).

La persona que padece un trastorno de personalidad no tiene la capacidad de reconocer el mundo desde la perspectiva de los demás, no puede ser empática, la realidad funciona como ella considera con absoluta certeza que funciona. Está enfrascada en su yo. Según Gikovate (2001) se presentan en dos polos, el polo de las “egoístas” y el de las “generosas”.

Las personas egoístas han aprendido a protegerse del hostigamiento de sus padres, construyendo un yo magnífico, aprendieron a ser independientes, capaces de sobrevivir sin necesitar de los demás. Todo gira alrededor de sus deseos, la prioridad es el mantenimiento de aquellas cosas artificiales que componen su estructura yoica: la profesión, el éxito, sus habilidades de conquista, su belleza física, etc. Confunden el amor con el poder, por lo que buscan parejas a las cuales dominar, controlar, poseer. Esperan ser admiradas y respetadas. Dentro de este grupo están los narcisistas aislados, como el esquizoide, y los narcisistas perversos, como el antisocial. (Pinto, 2005).

Las personas generosas han aprendido a ser protegidas y a proteger, viven en función de lo que los demás esperan de ellas. Se dedican a ayudar y socorrer a los demás, con la esperanza de que hagan lo mismo por ellas. Todo gira alrededor de las demandas del otro, el sentido de su vida es satisfacer a cualquier costo las necesidades ajenas. Anteponen la entrega, la bondad y la caridad. Confunden el amor con la protección y la pena, por eso buscan alguien a quien cuidar toda la vida. Esperan recibir gratitud, y protección. Dentro de este grupo están las personalidades dependientes, evitativas y depresivas. (ob.cit).

La pareja en colusión no es consciente de la ausencia de conyugalidad, tiene que ocurrir un hecho de violencia o de infidelidad, para que busquen ayuda, o lo que es más común, el hijo triangulado expresa síntomas graves por lo que es llevado para atención psicológica. El síntoma del hijo, sin embargo, es la protección que encuentra para evitar la angustia que le produce el dolor de sus padres. (Pinto, 2005).

Respecto al trastorno de la personalidad dependiente, que sería el caso de la paciente del presente estudio de caso: las personas que sufren este trastorno tienen dificultades para tomar decisiones por sí mismas, buscando siempre la aprobación de los demás y que asuman la responsabilidad por ellas. Temen manifestar su descuerdo. Buscan incansablemente ser protegidas y apoyadas. Es posible que se sientan devastadas por la separación y la pérdida de alguien ya que se consideran incapaces de cuidarse por sí mismas, pueden hacer lo que sea incluso sufrir maltrato con tal de conservar una relación por el temor a la soledad. (Pinto, 2016).

Con referencia a los triángulos relacionales, fue Mara Selvini Palazzoli y otros (1999), quien identificó en las familias psicóticas y anoréxicas juegos interpersonales con la finalidad de encontrar el equilibrio de los sistemas familiares disfuncionales. En ese sentido puede ser que Elisa haya estado triangulada en su familia de origen. La triangulación fue profundizada por Haley (1989), se refiere a “la expansión de una relación diádica, agobiada de conflictos, con el fin de incluir un tercero (hijo, terapeuta, etc.), lo cual da por resultado el “encubrimiento” o la “desactivación del conflicto” Simón, Stierlin y Wynne (2002). Guerin, Fogarty, Fay y Gilbert (2000) piensan que los triángulos solo son posibles en parejas inestables.

Por lo general el hijo que presenta el síntoma es el que se triangula por medio de las alianzas. La alianza consiste en un contrato implícito entre por lo menos dos personas de niveles jerárquicos diferentes dentro de un sistema para protegerse, distanciarse o generar intimidad en perjuicio de un tercero. Para que exista una alianza es fundamental que las fronteras generacionales sean débiles, ya que de esta manera los hijos pueden alinearse en el nivel jerárquico de los progenitores e inclusive superponerse a ellos. (Pinto, 2016).

De la misma forma Bowen (1978), identificó la triangulación patológica correspondiente a triángulos familiares dotados de configuraciones cambiantes entre alianzas, alienaciones y coaliciones, por lo general ocasionando conflictos derivados de los dobles vínculos emergentes en los sistemas comunicacionales. El hijo se confunde, perturbándose ante la incongruencia de las lealtades y percibiendo una falsa mutualidad y aparente relación recíproca entre los padres o entre los padres y los hijos, cuando existen serios conflictos en ella. La falsa mutualidad surge del mito familiar según el cual es peligroso apartarse de las expectativas fijadas. Asimismo, el temor a la ruptura y el miedo a la cercanía generan el conflicto permanente de la disonancia en este tipo de triangulación. Por lo que conlleva la triangulación patológica es probable que Elisa haya estado involucrada en este tipo de triangulación.

Respecto al tipo de familia de la personalidad dependiente, se trata de una persona que tuvo apego ansioso evitativo en la niñez por lo cual desarrolla apego preocupado en la adultez. Asimismo, recibió cuidados excesivos de su madre y ausencia de seguridad afectiva del padre en una familia amalgamada. En la cual los padres mantienen una relación aparente hacia los demás pero internamente no existen vínculos amorosos por lo que la madre se apodera de los hijos y el padre no muestra interés por la familia. (Pinto, 2016).

En ese sentido, ambos padres temen que el hijo fracase en la vida y piensan que pueden demostrar que son buenos padres evitando sufrimientos al niño/a, por lo que lo tratan como un ser indefenso. Recibe mensajes indirectos acerca de la posibilidad de sus fracasos o muerte, lo que contribuye a que desarrolle una imagen de minusválido y temor al mundo exterior apegándose de forma angustiada a la madre. Aprende a ser sumiso ya que solo así recibirá reconocimiento si los padres se sienten efectivos como tales. La mujer perteneciente a este tipo de familia recibe el guión de madre-esposa y que la felicidad es posible si es abnegada con su esposo e hijos. (ob.cit).

En este tipo de trastorno la triangulación es rígida, el niño debe obedecer para que la madre no se deprima y aprende a vivir para los demás descuidando sus propios intereses, igualmente, teme tomar decisiones ya que pueden estar equivocadas y lastimar a la madre. Los hermanos son dominantes y muchas veces tratan de ponerle reglas, causando confusión en las jerarquías de la familia. (ob.cit).

En la adolescencia la desvinculación es inadmisible ya que el hijo/a está prohibido de dejar a la madre porque pudiera provocarle una depresión. Es así que tiene que seguir el guion de la familia evitando crecer, mostrándose desvalido y necesitado. El mandato familiar es “evita mi tristeza necesitándome”. Solo es legitimado si hace que la gente se sienta útil a través de su indefensión. (ob.cit).

Respecto a cómo se da la colusión con la personalidad dependiente, hay que tomar en cuenta que estas personas buscan ser protegidas y cuidadas, confundiendo amar con cuidado y protección. Mantienen recuerdos de un pasado feliz con uno de sus padres, por ello les resulta difícil romper relaciones y se mantienen vinculadas a su familia de origen. Exigen más de su pareja, son insaciables en sus demandas afectivas y capaces de cualquier sacrificio con tal de mantenerse al lado de su pareja. (ob.cit).

Sus sentimientos de indefensión producen resignación ante el sufrimiento y no reconocen, por ello el dolor al ser víctimas porque siempre tienen la esperanza de encontrar ese paraíso donde les darán amor. Buscaran un cónyuge que satisfaga sus demandas de protección, les oriente en la vida, en otras palabras, sea como una madre. Como están seguros de que amar es proteger también aman de la misma forma, se sienten atraídas por conquistadores adoloridos, sufrientes y víctimas. (ob.cit).

La afectividad de las personas dependientes se basa en sentimientos de pérdida de valor y resignación. Al considerarse indignas de ser amadas pondrán siempre a prueba el amor de su pareja. Le temen a la infidelidad, no por las implicaciones morales sino porque sería una prueba definitiva del desprecio de su cónyuge. Por otra parte, estas personas temen volverse adultas ya que se ven como niños indefensos. Tuvieron una adolescencia frustrante en la que no les reconocieron su potencial de entrega. (ob.cit).

Es así que sus relaciones de pareja son ambivalentes, por un lado esperan ser amados desde una postura pasiva, expectante, al mismo tiempo que temen entregarse a su cónyuge por el miedo al rechazo. Es tal el temor al rechazo que fácilmente puede caer en dependencias de alcohol, drogas, alimentos o creencias fanáticas. Las adicciones también se vuelcan hacia su cónyuge, aman intensamente pero es un amor infantil, con sexualidad condicionada a la aceptación de que es y será una relación infantil. (ob.cit).

Su forma de presentarse ante su pareja es de: “quiero que me cuides por el resto de mi vida a cambio yo también te cuidare por siempre”. Su forma de ver el mundo es: “siempre terminaran dejándome”. La disonancia resultante de la presentación ante su pareja y su forma de ver el mundo produce en la persona dependiente una angustia flotante, le hace sufrir y debe disminuir esa angustia ya sea con una adicción o con el amor. Cuando la disminuye, sin embargo, se ve obligado a crecer, y eso significaría asumir la soledad. Por lo tanto, prefiere boicotearse a sí mismo para perpetuar el ciclo: esperanza - logro - decepción. (ob.cit).

De la misma forma, la comunicación es complementaria, ya sea en posición inferior, es decir, siendo protegidos o en posición superior, protegiendo. No saben manejarse en relaciones simétricas. Pueden llegar a soportar la descalificación para evitar la salida de una relación complementaria. Aman de forma ingenua, de dependencia y sometidas al poder de otros, adoptando el rol de “madresposas”. (Lagalde, 1993).

Respecto a Elisa, por lo que indica en su discurso, habría desarrollado trastorno de personalidad dependiente y Sergio quien de acuerdo a lo que manifiesta Elisa corresponde a un trastorno de personalidad narcisista, por lo tanto podrían estar colusionados. Hay que tomar en cuenta que la personalidad dependiente se sentirá seducida por la seguridad e importancia mostrada por el narcisista, se acercará esperando protección pero obtendrá desinterés. Es probable que sea usada en el ámbito sexual. La colusión se puede dar porque el narcisista busca personas dependientes para utilizarlas y luego desecharlas. En ese sentido la personalidad dependiente le rogará afecto y obtendrá sexo al que siempre confunde con amor. Es así que cada encuentro sexual será una esperanza para la dependiente pero para el narcisista será solamente una oportunidad para obtener placer. (Pinto, 2016).

De esta manera la relación se puede perpetuar, inclusive asumiendo la persona dependiente el rol de amante, corriendo el riesgo de la humillación social o las reacciones de la pareja formal del narcisista. Es así que la persona dependiente ejerce con orgullo su rol de víctima y es capaz de pregonar su historia para que todos se enteren cuánto ama a ese ser innoble que es el narcisista. El narcisista retornará a la relación debido a que le es muy gratificante sentirse tan amado por alguien. (ob.cit).

Por otro lado, con referencia al divorcio en un inicio es una solución para una mala relación matrimonial que trae consigo muchas otras rupturas, de ahí que se la considere una pérdida ambigua (Boss, 2001) debido a que la persona con quien ya no se está aún se hace presente en los roles familiares.

El proceso del duelo por divorcio se extiende por entre cuatro a seis años (Gadalla, 2008), esto debido principalmente a las distintas separaciones que las personas tienen que afrontar una vez que inician la separación. El divorcio legal es el más sencillo porque concluye con las firmas de los litigantes. (Pinto, 2012).

El más complejo es el emocional (García, 2001). Comienza con el dolor de la separación inminente: La persona sufre la disonancia que le produce el sentir apego por la otra persona y decepción por la situación que impide continuar la relación. En algunos casos, las personas no soportan la incongruencia emocional y promueven un vínculo amoroso externo al matrimonio. (ob.cit).

“La infidelidad se plantea como una tregua al sufrimiento emocional, no lo resuelve, lo disfraza con las intensas sensaciones de pasión que produce el deseo prohibido”. (ob.cit). Es probable que sea esa la razón por la que pocas relaciones extramaritales llegan a tener un nuevo vínculo matrimonial satisfactorio (Espinar, Carrasco, Martínez y García-Mina 2003).

Los varones tienen más dificultad en asumir las pérdidas amorosas que las mujeres (Rostyslaw y Weitzman, 1998). Por ello es más frecuente que el esposo establezca una relación extramarital durante la crisis del vínculo matrimonial. Un elemento determinante en el proceso de asimilación de la ruptura es el estilo de apego de los cónyuges ya que si tienen apego seguro cuentan con más recursos para afrontar la pérdida que aquellos que tienen apego inseguro (Yárnoz, 2009).

El proceso de divorcio se vive como una pérdida ambigua (Boss, 1983, 1986) debido a que al comienzo la persona está físicamente pero no emocionalmente y al final no está físicamente pero si está presente afectivamente.

La decepción transforma el amor en odio (Fordward, 2006), tomando en cuenta que el odio es la reacción ante el desamor, la furia concentrada por no recibir en la misma medida que se entrega, da lugar a una vinculación más fuerte que cuando se amaba pero con deseo de venganza, de ahí que la batalla del divorcio se hace intensa en parejas que manifestaron en algún momento de su relación un alto nivel de enamoramiento.

Con referencia al divorcio exitoso, es aquel que la pareja decide separarse después de reconocer las carencias emocionales de la relación y las incompatibilidades respecto a la convivencia. Después la pareja disuelve legalmente el matrimonio con la repartición racional de los bienes y la economía. Asimismo, se organizan para el apoyo emocional y cuidado de los hijos. El resultado personal es la autonomía personal, renovación del grupo de amigos y la ausencia de sentimientos de culpa por la decisión tomada. (Pinto, 2012).

En oposición está el divorcio difícil en el que se hizo imposible la reorganización de la relación entre los cónyuges y los hijos después de la separación (Isaacs, Montalvo y Abelsohn, 1986). Es así que se considera al divorcio como un proceso de duelo, es decir que este tipo de divorcio disfuncional será considerado como una pérdida ambigua no resuelta.

El divorcio en sí comprende varias separaciones: la familia, las relaciones con los amigos, con la familia del cónyuge y los bienes materiales. (Huddleston y Hawkings, 1993). A todos estos cambios se añade la crisis emocional personal por lo que la experiencia implica un profundo sufrimiento que puede estancarse ante la dificultad de asimilar la soledad.

De la misma forma es difícil que durante el divorcio los hijos no se vean afectados, éstos pueden ser convocados por cada uno de los padres para ponerlos a su favor y en contra del otro cónyuge. Asimismo, ser obligados a acoger sentimientos hacia sus padres que en realidad les son ajenos. El impacto del divorcio de los padres afecta a los hijos no importando su edad (Hakvoort, Bos, Van Balen y Hermanns, (2011). Song, Benin, Glick. (2012).

El divorcio se convierte en una de las experiencias más dolorosas, incapaz de resolver por sí solo la crisis conyugal, dando lugar a problemáticas más complejas que la misma situación que pretende solucionar. No es posible un divorcio sin dolor. La terapia puede acelerar la etapa de la ruptura y pérdidas pero no puede desensibilizar el proceso. (Pinto, 2012).

Tomando en cuenta todo lo planteado y relacionando con el estudio de caso se puede inferir que hay una alta probabilidad de que Elisa pueda estar colusionada con su ex esposo, cabe hacer notar que aunque esté divorciada legalmente ello no disipa la colusión sino que la misma puede mantenerse y reforzarse con las actitudes de ambos ex cónyuges.

En ese sentido, uno de los objetivos terapéuticos es que Elisa comprenda el juego familiar que vivió en su familia de origen. Asimismo, otro objetivo terapéutico es que pueda reconocer que está colusionada con su ex cónyuge. Por último, el tercer objetivo es que una vez que conozca el juego familiar en su familia de origen y la colusión que está atravesando con su ex esposo, pueda ver qué es lo que puede hacer para emanciparse y dejar de sufrir que sería en sí la finalidad de la terapia.

MÉTODO

La presente investigación corresponde a un estudio de caso, el cual es un proceso de indagación que implica un acercamiento sistemático y profundo a las características de un objeto, persona o grupo para su mayor comprensión en base a la recogida y registro de datos esenciales para luego realizar un informe final como presentación del mismo. (Stake, 1994).

Según Merina (1998), las características esenciales del estudio de caso son particularista, descriptivo, heurístico e inductivo. Su carácter particularista viene determinado porque el estudio de caso se centra en una situación suceso, programa o fenómeno concreto. Esta especificidad le hace ser un método muy útil para el análisis de problemas prácticos, situaciones o acontecimientos que surgen en la cotidianidad. Como producto final de un estudio de caso encontraremos una amplia y profunda descripción del objeto de estudio. (Stenhouse, 1990).

DESCRIPCIÓN DEL CASO

Se trata de Elisa, una mujer de 54 años, divorciada desde hace tres años de Sergio de 56 años. Tiene 2 hijos, Marcelo de 31 años y Juan Pablo de 24 años. Actualmente el hijo mayor se independizó y vive con Claudia de 30 años. El hijo menor vive con ella.

Elisa estuvo casada con Sergio por alrededor de veinticinco años y fue hace cuatro aproximadamente cuando él le plantea el divorcio indicándole que ya no la quiere y lo mejor es que se separen. Ella le ruega que no la deje ya que no pueden echar por la borda tantos años juntos, también que podría ser más cariñosa y comprensiva con él, siendo ésta una de sus demandas frecuentes. Él a pesar de todos los intentos de Elisa por retenerlo se va. Luego se entera que Sergio le fue infiel desde hace un tiempo atrás con una compañera de trabajo. Me comenta que fue muy triste escuchar la decisión de Sergio, sintió una mezcla de dolor, rabia y desesperación en ese momento.

Indica que le resulta difícil superar su divorcio debido a que Sergio en varias ocasiones le insinuó volver diciéndole que podrían intentar de nuevo tener una relación de pareja. Está insegura de hacerlo ya que por un lado siente que lo quiere todavía pero por otro, cuando se ven comenta que él sigue descalificándola como lo hacía antes. Así mismo, extraña su protección y cariño, también contar con alguien que la ayude a tomar decisiones sobre distintos temas, así como tener seguridad económica.

Algo muy importante de destacar es que desde su separación almuerzan juntos los domingos, comparten con los hijos y en las conversaciones él la descalifica con frases como: “no creo que puedas hacer esto” “ves, te dije que no podrías”, etc. Cabe hacer notar que estas descalificaciones ella ya las sufría cuando estaba casada con Sergio. Luego al concluir el almuerzo los hijos retoman sus actividades dejándolos solos y es cuando él le propone volver, diciéndole que la extraña, que si ella quiere pueden tener la oportunidad de ser felices de nuevo, que la cuidará, protegerá, no le faltará nada económicamente, solo le pide que sea cariñosa con él y le brinde su atención.

El motivo por el cual Elisa busca terapia es el de poder entender mejor lo que le pasa y superar la depresión que dice estar atravesando.

GENOGRAMA FAMILIAR DE ELISA

*Todos los nombres y datos han sido cambiados para proteger la identidad de las personas

Figura 1 Genograma familiar 

Para conocer más a Elisa veamos su historia familiar. Su papá tiene 84 años y su mamá 82. Es la mayor de 3 hermanos siendo la única mujer, luego está: Roberto de 52 años y Felipe de 47 años.

Se puede observar en el genograma abuso emocional de parte de la madre hacia Elisa, el mismo consistía en descalificarla por algo que hacía, diciéndole que no sería capaz de hacer eso, “¿Tú qué vas a poder hacer esto!” “ya no me hagas renegar, sabes que no puedes”, etc., haciéndola ver como inútil. La relación con el padre era indiferente y apática ya que se mantenía al margen de todo lo que sucedía en casa, si presenciaba maltrato hacia Elisa por parte de su madre no decía ni hacía nada. A todo lo expuesto se suma que de pequeña y adolescente estuvo con sobrepeso, lo cual contribuía a la descalificación de la madre remarcándole que no servía para nada, estaba fea y menos podría encontrar un novio.

Respecto a Roberto, el hermano que le sigue, su relación es buena, muchas veces comentaron lo que les pasaba e indica que fue el único que alguna vez la comprendió. Con relación a su hermano Felipe indica que su relación fue distante porque era el preferido de su mamá y siempre estaba a favor de ella.

Es así que en la Universidad conoce a Sergio, siente que es el hombre ideal, es decir, guapo, simpático de trato, popular y cariñoso, no la piensa dos veces, se embaraza y casa. Indica que lo que más le gustó de él fue la protección y cariño que le demostraba.

Se convirtieron en una familia en la que él iba a trabajar para sostener a la familia, ella en un principio trabajó en una empresa pero luego dejó de hacerlo porque pensó que no lo hacía bien y se dedicó al cuidado de los hijos y quehaceres del hogar. Comenta que tuvieron momentos felices pero también que Sergio la maltrataba y descalificaba como lo hace aún en los almuerzos de los domingos luego de divorciarse.

Un aspecto importante es que los padres de Elisa los ayudaron económicamente desde el inicio de su matrimonio y continúan haciéndolo hasta ahora con Elisa.

Es así que Elisa me busca, me indica que quiere asistir a terapia porque se siente confundida, por un lado quiere volver a tener una relación de pareja con Sergio pero luego la descalifica logrando que se desanime a hacerlo.

PROCEDIMIENTO

El recurso utilizado en este estudio de caso fue a través de psicoterapia en consultorio privado y de forma virtual mediante video llamada. Se tuvo un total once sesiones de aproximadamente una hora cada una detalladas a continuación:

Primera sesión.- Elisa asiste a mi consultorio virtual solicitando terapia para comprender lo que le está pasando. Luego de presentarme, que me conozca un poco y así bajar su nivel de ansiedad, vamos estableciendo alianza terapéutica. Me comenta respecto a ella, a qué se dedica, qué hace en su tiempo libre, etc., luego me va comentando respecto a su madre, la descalificación que recibió de ella, que su padre no hizo nada para impedir aquello.

También respecto a sus hermanos, se lleva bien con Roberto, de niños jugaban y compartían mucho, indica que él la consolaba cuando su mamá la trataba mal y ella a él. Respecto a Felipe indica que no se llevaron bien desde niños ya que era el preferido de la madre y por la diferencia de edad no tuvo una relación cercana con él. Por otro lado, cuando ya eran adolescentes y se veía más clara la descalificación de la madre hacia Elisa, Felipe estaba de acuerdo con la madre.

Asimismo, me comenta respecto a la decisión de casarse con Sergio, su divorcio y la relación con sus hijos. Además, me explica que luego de su divorcio acordaron con su ex esposo almorzar juntos para que sus hijos pudieran compartir con ambos un día a la semana. Lo que en su momento le pareció bien ahora la mortifica porque desde un tiempo atrás Sergio en los almuerzos la descalifica, al poco rato cuando los hijos retornan a sus actividades y los dejan solos, él le dice que quisiera volver a la relación de pareja que tuvieron antes, que la cuidará, protegerá, no le faltaría nada económicamente y que a cambio le pide que sea cariñosa y le brinde atención.

Me dice que esto la tiene confundida ya que por un lado piensa que volver con Sergio puede ser una buena opción porque siente que lo quiere, extraña su cariño y protección, con él tendría seguridad económica y también alguien que le ayude a tomar decisiones sobre las circunstancias que está atravesando. Por otro lado, cuando Sergio la descalifica, se acuerda que esto lo hacía desde cuando estaban casados, por lo cual sufrió mucho y no desea volver a vivir lo mismo.

Segunda sesión.- Continúa comentándome respecto a la relación con su madre, el hacerle sentir inútil. Asimismo, conjunciona con lo que vivió con Sergio, maltrato, descalificación pero no se animaba a dejarlo porque sentía que lo quería y a su vez incapaz de poder afrontar un divorcio y todo lo que conlleva.

Tercera sesión.- A partir de lo expuesto por Elisa pude elaborar el diagnóstico de personalidad, llegando a la conclusión de que se trata de un trastorno de la personalidad dependiente por la necesidad excesiva de que se ocupen de ella, temor a la separación, aceptar hacer cosas que no desea con tal de no ser abandonada, que los demás asuman la responsabilidad, tomen decisiones por ella, etc.

Cuarta sesión.- Mediante el relato de Elisa pude conocer a Sergio y considerar que se trata de un trastorno narcisista de la personalidad que busca atención y admiración de Elisa a través del supuesto cuidado y protección que le ofrece. Por los relatos de innumerables eventos en los que se separaron y al poco tiempo volvieron me hace pensar en que puedan estar colusionados. Igualmente, las demandas infantiles que manifiestan, por un lado, Elisa de protección, cuidado y aprobación. Sergio de atención, cuidado y admiración. Así como también, la triangulación que vivió Elisa en su familia de origen.

Quinta sesión.- Continúe indagando más acerca de la colusión con su ex esposo. Asimismo, la posible triangulación del hijo mayor protegiéndola de Sergio en los almuerzos convirtiéndose en mediador y tomando decisiones que no le corresponden como hijo respecto a algunos problemas inherentes a Elisa.

Sexta sesión.- Seguimos trabajando la colusión conjuncionada con la descalificación que recibía de su madre y ahora de Sergio. Elisa comenta que esta descalificación de parte de Sergio la vivió desde siempre en su matrimonio solo que no se animaba a hacer nada al respecto, más al contrario trataba de disimular frente a sus hijos, quienes también recibían maltrato de su papá, como ser gritos y amenazas respecto a pequeñeces. Elisa los defendía y consolaba.

Séptima sesión.- En esta sesión ya tenía más claro lo que le estaba pasando a Elisa por lo que consideré necesario develar el juego familiar en el que estuvo involucrada con su familia de origen dando lugar al trastorno de personalidad dependiente. Derivó en la conclusión dolorosa de que no fue amada por sus padres. Entonces, mi trabajo consistió en brindarle apoyo como terapeuta, diciéndole que yo estaría ahí para ella, que no estaría sola y podía contar conmigo.

Octava sesión.- Continúe mi trabajo de la reparación del apego consistente en estar para Elisa cuando considerara necesario, hubo más confianza de parte de ella porque sabía que podía contar conmigo y si consideraba que había algo importante que tratar me podía escribir o llamar por celular, así como ver la posibilidad de adelantar nuestra sesión con la finalidad de que no se sienta sola ni desamparada.

Novena sesión.- Elisa fue asimilando por sí misma su nueva realidad, reconoció que fue utilizada por sus padres y que hasta ahora lo hacen. Asimismo, se dio cuenta que tanto Sergio como sus padres la manipulan a través del dinero para conseguir cosas que muchas veces ella no está de acuerdo en dar como ser cuidado y atención.

Décima sesión.- Continuamos avanzando con la colusión que estaba viviendo con Sergio. Fue reconociendo que los almuerzos de los domingos le causaban más daño que bien, así como a sus hijos también por lo que decidió suspenderlos, comentó con ellos, encontraron la solución de almorzar un domingo con ella y otro con su papá, ella estuvo de acuerdo.

Consideré necesario develar el juego que estaba viviendo con Sergio, es decir, el estar colusionados, ambos buscando demandas infantiles, ella de protección, aprobación y él de atención y admiración. Además, buscando recibir de la otra persona el lugar de dar que sería lo que en realidad hace una pareja que se ama.

Onceaba sesión.- Elisa todavía está en proceso de asimilación de lo que vivió, siente mucho dolor por no sentirse amada por sus padres. Todavía está confusa respecto a su relación con Sergio aunque me comenta que tiene más claro que no quiere volver con él, no quiere sentirse descalificada nuevamente.

Me planteó que desea seguir con sus planes de poder hacerse cargo de sí misma y realizar los sueños que quedaron pendientes como emprender un negocio para ser autónoma económicamente, lo que considera el primer paso para su emancipación.

Respecto a sus hijos, me dijo que está cambiando la forma de actuar con ellos, asumiendo y tomando decisiones por sí misma, esto incluye que cuando haya algo que no le guste de Sergio o algún tema que deban tratar, ella se lo planteará directamente en vez de que sea a través de sus hijos.

CONSIDERACIONES ÉTICAS

Para realizar una investigación, es necesario tomar en cuenta las consideraciones éticas previas a la aplicación de la investigación. Los requerimientos éticos según Emanuel (1999), son principalmente los siguientes: el valor social y científico, la validez científica, la justa selección de las personas, la positiva relación riesgo-beneficio, la evaluación independiente, el consentimiento informado, el respeto por la autonomía y bienestar de las personas participantes en la investigación. Requisitos que han sido consensuados internacionalmente, aprobados para todas las investigaciones y en forma particular para aquellas investigaciones que se efectúan bajo responsabilidad académica.

Es posible establecer criterios básicos que aportarían fiabilidad ética, estos son: Positiva relación riesgo-beneficio, el cual hace referencia al grado de riesgo-beneficio que siempre aparece como incierto, en especial en las primeras fases de los estudios. La aplicación del consentimiento informado tiene la finalidad de asegurar que los individuos participan en la investigación propuesta sólo cuando ésta es compatible con sus valores, intereses y preferencias (Rueda, 2004).

En psicología, el consentimiento informado es el procedimiento formal cuyo objetivo es aplicar el principio de autonomía del paciente, es decir, la obligación de respetar a los pacientes como individuos y hacer honor a sus preferencias con respecto a los cuidados. (Martínez, 2009).

La práctica ética adecuada, al igual que los requisitos legales, demandan que los participantes usualmente den su consentimiento por escrito, antes de participar en investigaciones. Los investigadores informan a los participantes de riesgos, incomodidades o limitaciones a la confidencialidad. Además, en el proceso, el investigador está de acuerdo en garantizar confidencialidad, seguridad y libertad al participante para retirarse del estudio (Díaz y Núñez, 2010).

Es así que en el presente estudio de caso Elisa firmó el Consentimiento Informado con todas las especificaciones antes mencionadas.

PRESENTACIÓN DEL CASO

El presente caso corresponde a Elisa una mujer de 54 años, quien acude a terapia indicando que está confundida y no sabe qué hacer respecto a que está divorciada hace tres años pero sigue en contacto cercano con su ex esposo quien le pide volver a la relación que tuvieron antes de divorciarse, le ofrece cuidarla, ser cariñoso, estar mejor económicamente, etc., a cambio de que ella sea cariñosa con él y le brinde su atención. Pero cuando están compartiendo con sus hijos la descalifica. Por lo que siente confusión, por un lado quiere volver con él pero por otro no está dispuesta a continuar recibiendo ese tipo de maltrato por parte de Sergio.

Luego de las sesiones antes descritas y elaborado el diagnóstico de personalidad de Elisa, corresponde a una estructura de personalidad dependiente, busca protección y aprobación, le cuesta tomar decisiones por sí misma y le teme a la soledad. Sergio por el relato de Elisa corresponde a una estructura narcisista, donde es importante sentirse admirado a través del supuesto cuidado y protección que le brinda. Se puede evidenciar que están colusionados ya que ambos tienen demandas infantiles de cuidado, protección y admiración. Cuando están juntos se asfixian y cuando están separados se extrañan.

El modelo terapéutico utilizado es terapia de la colusión en terapia individual.

La forma de trabajar la colusión en terapia individual contiene tres puntos:

1.- Develar el juego en el cual estuvo involucrada la paciente en su familia de origen. Esto deriva en algo muy doloroso el reconocer que no recibió amor. La consecuencia de trabajar en la develación del juego familiar es que quedará en situación de desamparo absoluto, indefensión y desesperanza al darse cuenta que no la amaron.

2.- Reparación del apego. Como terapeuta debo darle el afecto que no recibió, igualmente seguridad emocional legítima, comprometiéndome con ella de que juntas vamos a salir de esto porque me importa que deje de sufrir y voy a estar con ella.

Pude ver que de a poco está reconociendo que fue utilizada, descalificada y no fue amada. Es por ello mi implicación como terapeuta ya que por lo que le hice ver ahora se encuentra desamparada. Entonces ahora me toca soportar la relación con mi paciente como una relación de pareja porque todas sus carencias las depositará en mí y tengo que estar ahí para ella. Por ejemplo cuando me pide adelantar la sesión por algo que quiere contarme, debo hacerlo porque tengo que darle confianza de que puede contar conmigo y sobre todo estar segura que no la abandonaré, además de que me importa como paciente y sobre todo que deje de sufrir.

También se trata de que ella sola se vaya dando cuenta de lo que le pasó. No hice una interpretación de lo que siente porque puedo estar equivocada. Está dándose cuenta por sí sola de que no fue amada por su madre, fue descalificada y su padre no hizo nada, prefirió hacerse a un lado.

3. Develar el juego de la pareja. Hacerle ver lo que hizo ella y lo que hizo él. Ella quería protección y aprobación, él atención y admiración. Relacioné lo que hicieron sus papás con lo que está pasando con su ex esposo. Me comentó que es parecido a lo que vivió con su mamá, es decir que ella esperaba que le diera cariño, que alguna vez le dijera que hizo las cosas bien pero eso no sucedió, más al contrario recibía descalificación y la trataba como inútil, algo muy parecido a lo que pasa con Sergio en los almuerzos de los domingos.

CONCLUSIONES

A partir de lo expuesto en el estudio de caso puedo concluir cuán importante es amar a los hijos, aceptarlos como son, como padres despojarnos de las expectativas de querer que sean como nosotros quisiéramos que fueran. Ya que al imponerles nuestras decisiones estamos coartando su libertad y probablemente lastimándolos, actuando con violencia por querer que colmen nuestras expectativas, lo que puede dar lugar a que desarrollen un trastorno de la personalidad como sucedió con Elisa.

También es importante que los hijos se desvinculen de los padres, sean autónomos, vean como quieren vivir su vida con lo que aprendieron, aceptando y desechando lo que consideren conveniente. Lo opuesto es lo que vimos en el caso de Elisa, es decir que hasta adultos seguirán esperando el amor que no recibieron de sus padres, por lo tanto, eso plasmaran en carencias infantiles en su pareja que dará lugar a una nueva pareja colusionada que sufrirá mucho.

En el caso de Elisa, los padres desde el inicio de su matrimonio hasta ahora siguen ayudándola económicamente, lo que en cierta forma podría ser tomado como un gesto bueno pero en el fondo lo que puede significar es que continúa la descalificación de una forma sutil y disfrazada, indicándole que no puede valerse por sí misma porque así sigue dependiendo de ellos. Algo similar puede estar ocurriendo con Sergio ya que al cubrir los gastos de la casa de Elisa quiere tomar atribuciones que ya no le corresponden como descalificar a Elisa.

Me parece importante mencionar que la colusión no se disuelve con el divorcio legal ya que como se puede ver en el caso de Elisa continua con demandas infantiles de protección y validación, de la misma forma su ex esposo demanda atención y admiración. Esto se da porque ambos no recibieron amor en sus familias de origen y siguen buscando en su pareja sin encontrar o tal vez sin saber lo que buscan o reconocer lo que les da el otro. Por ello, cuando están juntos se asfixian porque sienten que no es lo que están buscando y cuando están separados se extrañan esperanzados en que cuando se encuentren van a recibir lo que esperan.

Tomando en cuenta la colusión que todavía se mantiene en Elisa debo continuar trabajando en que por sí sola reconozca el daño que le hace esta situación para que luego comprenda que una relación de pareja no se basa en pedir lo que no se tuvo sino de aceptar a la otra persona como es, respetar su forma de ser y desprenderse de las expectativas que se tiene de lo que queremos que sea esa persona. Pensar en dar antes que en recibir para que se convierta en un amor de adultos que no sea “necesitarse” sino compartir su vida con la persona elegida.

También, asumir mi responsabilidad como terapeuta de que al develarle el juego familiar que vivió en su familia de origen, traerá consigo desamparo, indefensión y desesperanza por darse cuenta que no la amaron. Entonces mi trabajo es de estar ahí comprometiéndome con ella de que saldrá de esta situación que la agobia.

En ese sentido, el develar la colusión que está viviendo con su ex esposo hace que pueda comprender lo que la confundía al inicio de la terapia. Ahora que tiene un poco más claro lo que le está pasando podrá definir qué es lo que quiere hacer de ahora en adelante, tomando en cuenta que para no colusionar es indispensable dos seres emancipados y desvinculados de sus familias de origen. La emancipación también exige responsabilidad respecto a hacerse cargo de lo que le compete socialmente y la desvinculación madurez afectiva.

Queda todavía un camino largo en terapia, veamos como continua Elisa en este proceso que tiene que ver sobre todo con dejar de sufrir y realizar sus sueños que probablemente se los prohibieron.

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*ARTÍCULO GANADOR DEL ATENEO DE TERAPIA SISTÉMICA - CATEGORÍA SENIOR

Recibido: 24 de Mayo de 2021; Aprobado: 07 de Febrero de 2022

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