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Ajayu Órgano de Difusión Científica del Departamento de Psicología UCBSP

versión On-line ISSN 2077-2161

Ajayu vol.14 no.1 La Paz mar. 2016

 

ARTÍCULO

 

ORGANIZACIÓN, CONVIVENCIA Y REIVINDICACIONES EN TRES CAMPAMENTOS DE DAMNIFICADOS POST TERREMOTO-TSUNAMI DEL 27/F EN TALCAHUANO, CHILE

 

ORGANIZATION, COEXISTENCE AND CLAIMS IN THREE POST 27/F EARTHQUAKE-TSUNAMI HOMELESS CAMPS IN TALCAHUANO, CHILE

 

 

Pamela Grandón Fernández1; Claudia P. Pérez-Salas1; Paulina Paz Rincón González1; José Juan Vázquez Cabrera2; Félix Cova Solar1; Sonia Panadero Herrero3; Sandra Saldivia Bórquez4

 

 


RESUMEN

Esta investigación se propuso conocer la percepción sobre las necesidades y clima social de una comunidad costera afectada por el terremoto y maremoto vivido en Chile en febrero de 2010. Se realizaron cinco entrevistas semi-estructuradas y una entrevista grupal. En total participaron 11 personas, 2 hombres y 9 mujeres de entre 31 y 81 años. Los corpus fueron analizados mediante el programa NVivo 8 siguiendo las etapas de la ground theory. Entre los principales efectos individuales observados está la experiencia acentuada de temor; en tanto desde lo social, destaca la vivencia de interdependencia entre los afectados y el incremento del sentido de pertenencia grupal. Se analizan las implicaciones de estos cambios para la comprensión de los procesos psicosociales que viven las localidades afectadas por desastres.

Palabras Claves: Desastre, comunidad, organización, necesidades


ABSTRACT

This research was intended to study the perception of both needs and social climate of a coastal community affected by the earthquake and tsunami lived in Chile in February 2010. Information collection techniques used in this study were five semi-structured interviews and a group interview. In total 11 people participated, two men and nine woman between 31 and 81 years. The Corpus were analyzed through sofware NVivo 8 following the steps of the ground theory. Among the main individual effects observed the accentuated fears experience can be noticed, whereas from the social side the interdependence experience among affected people and the increment of group belonging are highlighted. Implications of these changes are analyzed in order to comprehend the psychosocial processes experienced by communities affected by disasters.

Key words: Disaster, community, organization, needs


RESUMO

Esta pesquisa tem como objetivo conhecer a percepção das necessidades e clima social de uma comunidade costeira afetada pelo terremoto e tsunami viveu no Chile em fevereiro de 2010. Foram realizadas cinco entrevistas semi-estruturadas e entrevistas de grupo. No total, 11 pessoas, 2 homens e 9 mulheres entre 31 e 81 anos participaram. O corpus foram analisados usando NVivo programa de 8 seguindo os passos da teoria chão. Entre os principais efeitos individuais observados é a experiência marcante medo; enquanto que a partir do social, ela destaca a experiência de interdependência entre o sentido afetada e aumento da participação no grupo. As implicações destas mudanças para a compreensão dos processos psicossociais locais afetados por desastres vivem são analisados.

Palavras-chave: desastre, organização da comunidade, as necessidades


 

 

Introducción

El 27 de febrero del 2010 un terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter sacudió el centro-sur de Chile. Asociado a éste se produjo un tsunami con olas de hasta 10 metros que arrasaron gran parte de la costa de la región del Biobío (Riquelme, 2010).

Un evento natural tiene la capacidad de causar daño y pérdida de vidas humanas. Éste se convierte en un desastre cuando afecta a la población, a los servicios de emergencia y deja al sistema social incapaz de funcionar o de recobrarse sin apoyo externo (Van Zijll de Jong et al., 2011; Tierney, 2007). Los desastres tienen un impacto físico y social en las personas y comunidades comprometiendo su bienestar y sobrevivencia. En la comunidad se producen cambios en las necesidades y relaciones entre los sujetos, lo que puede afectar el vínculo con las autoridades (Brown, Milke, & Seville, 2011; Wactenford, Kendra, Rodriguez & Trainor, 2006).

Las consecuencias socioeconómicas y políticas de los desastres derivan en gran medida de las características económicas y políticas previas al evento (Bullard, 2008). Los cambios posibles en las comunidades luego de las catástrofes han sido agrupados en 5 dominios: político-legal, económico, demográfico-ecológico, estructural y afectación de la calidad de vida de los sujetos (Henry, 2011). Los desastres implican rupturas del habitat de los sujetos que pueden traer como consecuencias una crisis de identidad en la comunidad derivada de la pérdida de sus casas, su cultura y su vida diaria (Dodeler & Tarquinio, 2008; Dugan, 2007). En un plano más inmediato, las principales necesidades de las víctimas luego de un desastre son la vivienda y el trabajo (Brown et al., 2011; Petterson, Stanley, Glazzier & Phillip, 2006; Speier, 2006).

Se ha observado que en situaciones de desastre emergen conductas pro sociales y de ayuda a otros. La cohesividad y los mecanismos de control social de la conducta se incrementan durante estos períodos (Dodeler & Tarquinio, 2008; Mawson, 2005), así como los conflictos que reflejan las tensiones pre-existentes y las diferencias de poder en una comunidad (Tierney, 2007). En una primera etapa tienden a suspenderse los conflictos, que posteriormente reaparecen (Sun, 2011). En este sentido, la solidaridad y el apoyo social están entre los principales recursos que favorecen la recuperación de las comunidades (Hawdon & Ryan, 2011). Está bien documentado que el apoyo social amortigua y protege al sujeto contra los efectos dañinos del estrés (House, Umberson & Landis, 1988; Pierce, Sarason & Sarason, 1996); en el caso de catástrofes si no está o es reducido, se exacerban las reacciones post-traumáticas (Dodeler & Tarquinio, 2008).

Otro aspecto de relevancia en la respuesta de las comunidades a los desastres es lo que se ha denominado capital social. El concepto de capital social alude al conjunto de atributos de una sociedad, tales como la confianza entre sus miembros, las normas de reciprocidad y compromiso común, que pueden aumentar su eficiencia al facilitar acciones comunes y coordinadas (Coleman, 1990). Habitualmente se ha sostenido que el capital social necesita ser mantenido y renovado para que funcione efectivamente. Sin embargo, se ha encontrado que en situaciones de desastre no solo el capital social cultivado con anterioridad funciona para dar sostén a las víctimas, sino que relaciones antiguas que no habían sido mantenidas son reactivadas post desastre. Así, después de una catástrofe las relaciones sociales pueden ser renovadas, restauradas e incluso iniciadas (Doerfel, Lai & Chewning, 2010).

Se ha encontrado que actividades sociales post desastre, enfocadas en el impacto del evento en la población, contribuyen a crear una atmósfera de apoyo comunitario. A mediano plazo participar en las actividades cotidianas de la comunidad, como asistir a lugares públicos, participar en asambleas y conversar con los vecinos, promueven la solidaridad incluso 9 meses después de ocurrido el evento (Hawdon & Ryan, 2011). En esta misma línea, se ha encontrado que el aumento de la comunicación entre los vecinos es una estrategia de afrontamiento adaptativa (Doerfel et al., 2010).

En la etapa de reconstrucción se espera que los sujetos logren protagonismo tanto en la toma de decisiones sobre aspectos que afectan a la comunidad, como en la autogestión de la misma (Olivera & González, 2010). Los líderes barriales, por tanto, tienen un rol prioritario en la organización de la comunidad y en su relación con las autoridades. La confianza en las organizaciones comunitarias de base y en su líder, así como la presencia de redes sociales formales contribuyen a la recuperación de los sujetos (Minamoto, 2010).

Las redes sociales personales de los líderes pueden ayudar a sobrevivir a una población, ya que el líder puede prestar su capital social a la organización y así la comunidad puede obtener recursos desde otras fuentes (Doerfel et al., 2010).

Cuando hay desastres naturales la misión más importante de las autoridades es entregar suficiente apoyo a las víctimas (Zhang & Wang, 2010).

La percepción de apoyo del gobierno local y la evaluación de la política implementada influyen en el nivel de confianza hacia las autoridades locales. Zhang y Wang (2010) señalan que el apoyo informacional y emocional percibido en situaciones de desastre es fundamental para incrementar la confianza en el gobierno local. Éste influencia las actitudes públicas hacia la asignación de recursos y la percepción de los beneficios obtenidos post desastre.

Las intervenciones que pretendan afrontar las consecuencias de un desastre deben reflejar los aspectos cuantitativos y cualitativos de las necesidades detectadas en la población (Speier, 2006). Estudios muestran cuan importante es poder priorizar y asistir a la comunidad basándose en las necesidades que ésta presenta (McCarroll & Ursano, 2006; Van Zijll de Jong et al., 2011; Rao, 2006). Por otra parte, la reconstrucción debe considerar como aspecto central la identidad cultural local (Olivera & González, 2010) y las relaciones entre la comunidad, sus líderes y autoridades locales.

En este contexto, el objetivo de esta investigación fue conocer la percepción de las necesidades y del clima social de los campamentos San Juan, Renacer y Maryland conformados por las familias de las caletas de pescadores de Bahía Blanca, Cantera, Candelaria y Tumbes, de la zona de Talcahuano, Chile, reubicados en estos asentamientos después del desastre. Existen escasas investigaciones sobre aspectos vinculados al entorno social de los sujetos afectados por un desastre en Latinoamérica. Esperamos que conocer las necesidades y las relaciones interpersonales entre los vecinos, sus líderes y las autoridades, permita adaptar las intervenciones al clima de la comunidad potenciando la participación y autogestión de sus miembros.

 

Método

Este estudio utilizó una metodología cualitativa para aproximarse a las experiencias post terremoto y maremoto vividos en Chile en febrero de 2010. Su interés fue estudiar y comprender las vivencias de las personas damnificadas a nueve meses del desastre. Los estudios cualitativos son especialmente relevantes cuando se desea acceder a procesos subjetivos de los cuales no se tienen suficientes antecedentes, a partir de los marcos de referencia de los propios actores involucrados (Taylor & Bogdan, 1986). El procedimiento para el análisis de los datos correspondió a la Teoría Fundada Empíricamente (Glaser & Strauss, 1967).

Participantes

Los participantes del estudio fueron 11 personas (2 hombres y 9 mujeres), entre 31 y 81 años, pertenecientes a los tres campamentos instalados en la zona de Tumbes en la Región del Bio-Bio, después del terremoto y maremoto de febrero de 2010 en Chile. El muestreo fue intencionado, por conveniencia, según la disponibilidad de los participantes para formar parte del estudio.

Instrumento

Las técnicas de recolección de datos utilizadas fueron cinco entrevistas semi-estructuradas y una entrevista grupal. Las primeras permitieron profundizar la información recolectada, y la segunda recogió la amplitud y diversidad de la misma, por lo que ambas fueron complementarias entre sí y permitieron aprehender de qué modo los informantes se ven a sí mismos y a su mundo, desde estos distintos énfasis (Taylor & Bogdan, 1986).

Procedimiento

Se contactó a los informantes claves, visitando cada uno de los campamentos y preguntando por sus dirigentes o por quienes tuvieran amplio conocimiento de las necesidades presentes en la comunidad.

Una vez contactados los informantes claves, se les explicó los objetivos de la investigación y se les invitó a participar, quienes aceptaron expresaron su voluntad firmando un consentimiento informado. Este estudio protegió los derechos, privacidad y bienestar de las personas involucradas. Se les garantizó la confidencialidad de su identidad, quedando todo esto registrado en el consentimiento informado.

Las entrevistas fueron realizadas entre Diciembre del 2010 y Enero del 2011, por dos entrevistadores de los cuales uno era el principal y el otro, observador y entrevistador secundario. Las entrevistas individuales tuvieron una duración aproximada de 45 minutos, y la entrevista grupal de 90 minutos, ambas fueron grabadas y transcritas en su totalidad. La información se ingresó al programa NVivo 8 para su posterior análisis.

En el mes de noviembre de 2011 se realizó una reunión con las y los participantes del estudio y otros vecinos de las comunidades estudiadas, ocasión en que se presentaron los resultados de la investigación. Así mismo, se envío un informe escrito a las y los dirigentes con los resultados encontrados.

El análisis de datos se realizó de acuerdo a las etapas propuestas por Glaser y Strauss (1967) en la "Teoría Fundada Empíricamente" ("Grounded Theory"), la cual implica un método de análisis comparativo de datos, que opera de manera inductiva y busca desarrollar teoría para explicar el cómo y por qué de un fenómeno (Glaser & Strauss, 1967).

Para ello, cada uno de los investigadores involucrados realizó una codificación abierta, por separado, de las entrevistas, usando el programa Nvivo. Posteriormente se pusieron en común los resultados y se realizó en conjunto la codificación axial y selectiva. Este procedimiento permitió resguardar el rigor metodológico del estudio a través de la triangulación del análisis por los investigadores.

Las etapas contempladas en este procedimiento fueron: a) codificación abierta: se realizó un análisis descriptivo de los datos a través de la fragmentación, examen y comparación de la información, b) codificación axial: posteriormente se realizó un análisis explicativo y relacional, y c) codificación selectiva: finalmente se hizo un análisis relacional y comprensivo en torno a un fenómeno central para responder a las preguntas de investigación. Los resultados de la codificación axial y selectiva se presentarán en la siguiente sección.

 

Resultados

Los resultados derivan de dos tipos de análisis: el análisis descriptivo de la información recolectada y el análisis relacional de la misma.

Análisis descriptivo

A partir de la codificación abierta de los datos de las entrevistas individuales y grupal, se delimitaron 5 categorías, que se describen a continuación.

Necesidades: Se definen como aquellos aspectos materiales y sociales que las personas mencionan requerir tras el terremoto/tsunami. Entre estas necesidades destacan la recuperación del trabajo y el restablecimiento de condiciones de vida básicas.

a) Trabajo: La principal necesidad derivada del terremoto y maremoto e identificada por los entrevistados, es contar con una actividad laboral remunerada. La mayoría de los pobladores de los campamentos se dedicaba a la pesca artesanal, por lo que al destruirse sus embarcaciones producto del maremoto perdieron sus fuentes laborales y económicas. Lo anterior se puede ver ejemplificado en las siguientes citas: "Nuestros maridos perdieron todos sus implementos de trabajo, que era por lo que nosotros sobrevivíamos y abastecíamos nuestros hogares..." (Entrevista grupal); "...todos saben que lo que nosotros andamos pidiendo... es trabajo. Si nosotros, le digo yo, nos dieran unos trabajos, no molestaríamos más, después saldríamos adelante solos..." (E5).

Los entrevistados mencionan que también algunas de las mujeres del campamento perdieron sus fuentes laborales. Muchas de ellas trabajaban en la extracción de algas (luga), actividad que podían realizar debido a la cercanía entre sus casas y el mar, pero que luego de la relocalización, en un lugar distante del mar, se vieron imposibilitadas de hacer.

b) Implementos básicos y vivienda definitiva: en opinión de los entrevistados, la necesidad de contar con baños, alcantarillado, luz, agua potable y una protección de las viviendas suficiente contra la lluvia, surge posterior a la destrucción de la casa en la que habitaban. Inicialmente los entrevistados identificaban la necesidad de contar con un lugar donde protegerse, como carpas o albergues. Con la instalación de campamentos y la entrega de mediaguas, el acceso a servicios básicos como los mencionados se constituyó en una urgencia.

Las siguientes citas reflejan esta idea: "Agua, y el alcantarillado. Porque los baños que están son baños químicos y las duchas que están allá arriba funcionan a veces" (E2); "... llegamos aquí y empezó al tiro el temporal de lluvia. Entonces, fue complicado para la gente... estar todos los días pendientes de que se fuera a levantar un techo, que se fuera a caer una casa por el agua..." (E1).

Clima comunidad: Esta categoría incluye la descripción de las relaciones que se establecen entre los miembros de la nueva comunidad.

Algunos de los entrevistados perciben conflictos entre los miembros de la comunidad. Estos se relacionan principalmente con un aumento de la violencia entre los vecinos y con disputas por los beneficios a los que tienen acceso. "La otra vez se agarraron a puñetes, (un vecino) salió con una moto sierra para afuera, a una señora le pegaron un tablazo y las niñas andaban peleando... eso nunca se había visto, nunca se había visto eso acá" (E1); "Y el tema fue que él fue a alegar con la dirigente que porque el portón que van a cerrar y bla bla blá, y empezó a atacar a los niños ahí que están en la aldea trabajando" (E2)

Los entrevistados atribuyen estos problemas a la convivencia obligada con personas que antes no eran sus vecinos, y aunque algunos de ellos se conocieran, nunca habían compartido de manera tan cercana, en un espacio tan restringido y hacinado, donde las viviendas de emergencia están pegadas unas con otras.

... es gente nueva, por ser ellos del frente, yo no los tenía de vecinos, porque ellos son de Puerto Inglés, la señora es de ahí, de Cantera Bajo... pero nosotros todos nos conocíamos, o sea toda la caleta desde Puerto Inglés hasta Tumbes nos conocíamos, así es que no es tanta diferencia... solo que no vivíamos tan cerca. (E5) ...
de primera no se adaptaban, porque estaban acostumbrados a vivir libres... porque no vivían cerca... ponían la música fuerte y a nadie le molestaba, pero ahora el hecho de que estamos muy juntos es para problemas. Pero como que ya entendieron y se adaptaron, el adaptarse yo pienso que fue que ocasionó problemas el primer tiempo. (E3)

Impacto emocional: se define por el impacto psicológico que ha tenido el terremoto y la relocalización de la vivienda en los habitantes de los campamentos. Entre las principales emociones que refieren los entrevistados están la tristeza y nostalgia por su vida anterior y la dificultad para adaptarse a sus nuevas condiciones. "Yo por ejemplo hay días que ando bien, pero cuando amanezco con la pena. Es algo que parece que... sobre todo cuando pienso en la noche, en la casa, no sé" (Entrevista grupal); "Después de haberlo tenido todo, ¡poco menos que andar mendigando! Es como mucho" (Entrevista grupal).

Participación y organización: Esta categoría define los mecanismos que ha establecido la propia comunidad para satisfacer sus necesidades, obtener y distribuir entre los miembros los beneficios obtenidos desde la sociedad y definir las normas de funcionamiento del propio grupo.

Los entrevistados declaran que la principal forma de organización está ligada a la existencia de sedes vecinales comandadas por un dirigente. Los vecinos se reúnen en este espacio físico por lo menos una vez al mes, y es en esta instancia donde se toman decisiones y se buscan estrategias para resolver los problemas que aquejan a la comunidad. El dirigente es el encargado de comunicarse con las autoridades y ejecutar las decisiones tomadas, pero reconocen que éstas se toman en conjunto y de manera democrática.

Los siguientes extractos ejemplifican lo antes mencionado: "No, o sea si hay una sorpresa que es buena para ellos la guardamos pero cuando tenemos alguna información que es necesario que ellos sepan o tomar decisiones así lo hablamos" (E4).

....nosotros (los dirigentes) nunca tomamos una decisión solos. Cuando pasa algo, se llama a reunión y la gente decide... porque en el momento, pongámosle que llega una ayuda y ¡no llega para todos!... chuta, decíamos nosotros, ¿cómo lo vamos a hacer para no echarnos la gente encima?" y dije "ya don Benedicto, hagamos una reunión mejor y que la gente decida a quien le dan la cocina. (E3)

Es que si no se está organizado, no te toman en cuenta... porque aquí ves una familia por un lado, una por otro y así (organizados) se va donde se tiene que ir y se va a hablar por un grupo de personas, no por un individual. (Entrevista grupal)

Destaca en esta forma de organización un doble liderazgo: los dirigentes principales (presidentes) de todos los campamentos son hombres, pero los vecinos reconocen como "segundo" dirigente en su mayoría a mujeres. La explicación que dan los entrevistados, es que "ellas están en el campamento", mientras que los hombres la mayor parte del día se encuentran "trabajando" o en otras actividades. "... ella es la segunda presidenta... Él es el presidente, pero la vocera es ella, porque ella es la que está acá. O sea, él se lo pasa más en Talcahuano (E5).

Rol de las autoridades: Percepción de los participantes respecto al papel y la responsabilidad que se le atribuye a las autoridades en la resolución de los problemas. Los entrevistados mencionan que el rol de las autoridades es acompañarlos y enterarse de sus necesidades de primera fuente. Se espera que Alcaldes e Intendentes estén en contacto directo con la comunidad y respondan de manera oportuna a sus necesidades. En este sentido, en general, se aprecia un descontento con las gestiones realizadas por la Alcaldía y diferencias en la interpretación de la ayuda derivada de la intendencia regional (Gobierno central), "nos tuvo todo el día esperando (el alcalde) y no tuvo tiempo" (E5); "... podría ayudar que las autoridades realmente... le pusieran esfuerzo... porque la gente de una vez por todas le puedan reconstruir su estilo de vida..." (Entrevista grupal).

Él era muy cercano (Alcalde), pero ahora está muy alejado. Eso es lo que a mí me da rabia e impotencia con él, porque debería hacerlo así y así la gente no estaría en contra de él. La gente está muy decepcionada de él. (E1)

Análisis relacional

El fenómeno central que emerge como producto de la codificación selectiva y en torno al cual se organizan las vivencias e interpretaciones realizadas por los entrevistados es el "desastre y su efecto transformador", es decir, la vivencia del desastre y los efectos transformadores que éste tuvo en la vida cotidiana de los entrevistados (Figura 1).

El análisis descriptivo y relacional permitió identificar cuatro fenómenos que confluían en torno a este fenómeno central: la experiencia subjetiva, el clima social, los cambios ocurridos y la reorganización de la comunidad para afrontar la situación.

Los cambios generados por el desastre, principalmente los referidos al hacinamiento en los campamentos relocalizados y la falta de recursos básicos como agua, luz y artículos de primera necesidad alteran la vida en la comunidad tanto a nivel individual como social. A nivel individual, la experiencia traumática vivida genera fuertes emociones de miedo, pero también origina en los pobladores tristeza y nostalgia por la pérdida de sus condiciones de vida anteriores. A nivel social, la obligación de compartir con otras personas en un entorno físico muy reducido y la urgencia de competir por el acceso a ayudas externas con ellos (tales como víveres o enseres) favorece el surgimiento de conflictos de convivencia, lo que se expresa en peleas y aumento de la violencia al interior del colectivo.

Otra forma como la comunidad puede responder a las necesidades y dificultades interpersonales generadas por el desastre es a través de la organización y participación en el nuevo grupo. El propósito de esta organización parece ser establecer ciertas normas de comportamiento que eviten los conflictos interpersonales, a la vez que desarrollen estrategias que permitan dar solución a las necesidades derivadas del desastre. Surge así la organización del grupo mediante asambleas y directivas, con la votación comunitaria como una manera validada de tomar decisiones respecto a las estrategias a seguir en la implementación de mejoras en su calidad de vida. Las necesidades de la comunidad se transforman, de este modo, en demandas que se canalizan a través de los dirigentes hacia las autoridades competentes o que se intentan resolver mediante la propia autogestión de la comunidad.

La organización y participación de los miembros de los campamentos, en este sentido, constituye una respuesta adaptativa de la comunidad a las dificultades que la aquejan. A nivel individual, puede contribuir a percibir mayor apoyo social entre sus miembros, a la vez que una aceptación más fácil del cambio vivido en sus condiciones de vida, al corroborar que toda la comunidad ha pasado por circunstancias similares. A nivel social, implica la constitución de la comunidad como un grupo, con líderes que son validados por sus miembros y normas de convivencia propias que contribuyen a generar una identidad definida como colectivo. Esta identidad surge del reconocimiento que hace el grupo de que constituyen una comunidad con objetivos comunes. Tales objetivos son el centro que articula la organización y participación, y es la meta mejorar sus condiciones actuales de vida.

En este proceso, el rol de las autoridades es más bien periférico, si bien en un inicio se espera de ellas contención y apoyo, más adelante tal expectativa disminuye y permanece sólo como un ente que puede entregar ciertos beneficios y/o ayudas, pero que no será central en la recuperación de las condiciones de vida que los miembros de la comunidad tenían antes del desastre.

 

Discusión

El desastre modificó las condiciones de vida y el hábitat de los afectados. Estos cambios tuvieron un efecto transformador en los sujetos y el grupo social. Desde lo individual se producen síntomas ansiosos y depresivos, que afectan la salud mental de los involucrados y en algunos casos pueden configurar un trastorno por estrés post traumático, como ha sido ampliamente documentado (Cova & Rincón, 2010; Chen et al., 2007; Ónder, Tural, Aker, Kilic & Endorgan, 2006). Desde lo social los asentamientos provisorios en que se relocaliza a los afectados se constituyen en "nuevas comunidades", tanto por la diversidad de sus integrantes, que pertenecían a distintas comunidades de origen, como por el territorio y los tipos de relaciones que se establecen. En estas comunidades conviven antiguos y nuevos vecinos, quienes tienen una nueva localización espacial, que está cercana a la anterior, pero que es geográficamente distinta a su lugar de residencia histórico. Finalmente, experimentan interdependencia tanto en el logro de una vivienda definitiva, como en acciones particulares, como la negociación de normas de convivencia. Por tanto, uno de los desafíos que surgen es la conformación de una nueva identidad colectiva. Ésta, incorpora elementos de continuidad con lo que "eran como comunidad", con elementos nuevos con lo "que son ahora como comunidad". La dicotomía de cambio versus continuidad en situaciones de desastre tradicionalmente ha inclinado la balanza a favor de la continuidad (Nigg & Tierney, 1993; Omer & Alon, 1994). Sin embargo, estas investigaciones han sido llevadas a cabo fundamentalmente en países desarrollados (Henry, 2011). De acuerdo a nuestros resultados, la continuidad y el cambio son parte del proceso de construcción de una nueva comunidad. Se mantienen relaciones previas, tanto de solidaridad como de conflicto, pero se adquiere una nueva dinámica de organización para afrontar los problemas. En ésta destacan el protagonismo femenino y la independencia de las autoridades, porque aunque las demandas se encaminan hacia ellas la comunidad asume un rol activo. A pesar que el cambio social parece limitado en una situación de desastre (Henry, 2011), el hecho de que el grupo social se fortalezca y adquiera capital social, tal como ha sido encontrado en otras investigaciones (Doerfel et al., 2010; Minamoto, 2010), permitiría pensar en el cambio desde una vertiente microsocial.

Destaca el rol de las mujeres como articuladoras de la comunidad. Cuando el espacio privado, casa y vida familiar, se ve afectado directamente por el espacio público, las mujeres adquieren un rol de líderes en la reconstrucción (Magaña, Silva-Nadales & Rovira, 2010). Sin embargo, este liderazgo replica las condiciones de desigualdad de género, los presidentes son hombres, pero quienes realizan el trabajo con los vecinos son las dirigentas que ocupan cargos de menor rango.

Por otra parte, es distinta la reconstrucción comunitaria en el mismo territorio versus la reconstrucción cuando se ha producido una relocalización espacial. En el primer caso, a pesar de los cambios surgidos posterior al desastre, la comunidad de pertenencia da cierta continuidad al proceso, lo que no ocurre en la segunda situación. En este sentido, nuestros hallazgos son consistentes con quienes plantean que, posterior a un desastre no solo las personas tienen pena sino también las comunidades (Hawdon & Ryan, 2011), por lo que es sustancial la intervención con el grupo social, más allá de las individualidades (Solberg, Rossetto & Joffe, 2010; Van Zijll de Jong et al., 2011). Desde la perspectiva del poder formal, el trabajo con la comunidad está centrado, fundamentalmente, en responder a las demandas y necesidades concretas, pero los aspectos derivados de las pérdidas culturales y simbólicas del tejido social suelen ser menos abordados (Zhang & Wang, 2010). Por otra parte, la reconstrucción de estos aspectos tarda más tiempo (Dugan, 2007).

En este contexto, las comunidades se ven enfrentadas a importantes desafíos que inciden en el aumento del conflicto entre sus miembros. Contribuye también a ello el impacto del desastre en la salud mental de los pobladores, quienes no están en la mejor disposición psicológica para enfrentar las demandas generadas por el cambio.

La comunidad parece utilizar el liderazgo y el apoyo social como estrategias de afrontamiento colectivo que le permiten lidiar con las dificultades que surgen en el proceso de reconstrucción material y social. Reconocer que las consecuencias sociopolíticas de un desastre derivan en gran medida de cómo estas dimensiones se presentaban en el grupo social previo a la catástrofe (Henry, 2011), permite introducir una mirada preventiva basada en el fortalecimiento del capital social, expresado en liderazgo y apoyo social de sus miembros.

Esta investigación tiene como principal dificultad la escasa cantidad de personas entrevistadas, lo que da un carácter exploratorio a los resultados. Parece necesario realizar más estudios en países latinos, con una cultura distinta a países desarrollados y a aquellos asiáticos en vías de desarrollo de Asia, de donde provienen muchos de los hallazgos recientes.

A futuro sería importante profundizar en los procesos de construcción de la identidad en comunidades relocalizadas donde surge una "nueva comunidad" ¿Qué aspectos se mantienen?, ¿Cuáles se incorporan?, ¿De qué depende esto? Así mismo sería interesante saber cuál es la evolución del capital social a través del tiempo y qué variables facilitan su mantención, lo cual demanda estudios de seguimiento.

 

Agradecimientos

Esta investigación fue realizada en el marco del proyecto "Evaluación y reducción del impacto psicológico en la población afectada por el terremoto de Chile, en la comuna de Talcahuano", aprobado en la VII Convocatoria de Proyectos de cooperación al desarrollo de la Universidad Complutense de Madrid. 2010 - 2011.

 

Notas

1 Psicóloga (o), Departamento de Psicología, Universidad de Concepción, Concepción, Chile.

2 Psicólogo, Departamento de Psicología Social, Universidad Alcalá, Alcalá de Henares, España.

3 Psicóloga, Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos I. Facultad de Psicología. Universidad Complutense de Madrid, Madrid, España.

4 Psicóloga, Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, Universidad de Concepción, Concepción, Chile.

Correspondencia. Pamela Grandón Fernández. Departamento de Psicología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Concepción, Barrio Universitario s/n, Concepción, Región del Bío Bío, Chile. Tlf.: +56 41 2204323. Email: pgrandon@udec.cl

 

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Artículo recibido en: 09/11/2015

Manejado por:

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Aceptado en: 12/01/2016

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