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Ajayu Órgano de Difusión Científica del Departamento de Psicología UCBSP

versión On-line ISSN 2077-2161

Ajayu v.6 n.2 La Paz ago. 2008

 

ARTÍCULO

 

PERCEPCION SOCIAL DE LA MUJERES SOBRE LA VIOLENCIA SEXUAL DENTRO DE LA VIDA CONYUGAL

 

 

Ariana Tarifa y Jorge Domic

Universidad Católica Boliviana "San Pablo"

 

 


 

La educación que la sociedad brinda a hombres y mujeres es notablemente marcada en relación a la diferencia entre sus deberes y obligaciones sobre todo dentro de la vida de pareja. El varón es educado para cumplir con el rol de proveedor y jefe de familia y la mujer para ser servicial y sumisa.

Esta enseñanza de superioridad que se le brinda al hombre le permite utilizarla muchas veces para abusar y violentar a su pareja, incluso a un nivel sexual, siendo estas situaciones muchas veces una añadidura de los abusos físicos y psicológicos a los que la mujeres sometida.

Al ser cultural la relación que se crea entre la mayoría de hombres y mujeres, se debe tomar muy en cuenta que muchas de las situaciones violentas son entendidas como deberes u obligaciones estrictas del matrimonio, y no son entendidas como actos propios de agresión y violencia. Así mismo la mujer es victima en potencia de vivir violencia sexual, independientemente de su edad, nivel socioeconómico o estado civil.

Esta investigación buscó conocer la percepción que tienen las mujeres en relación a sus deberes como esposa, y los pensamientos y sentimientos que estos acarrean, así como los referidos a la violencia sexual que existe dentro de su vida conyugal.

 

METODOLOGÍA

La presente investigación es de tipo cualitativa, debido al carácter flexible y abierto que esta metodología adopta. Consta de cinco fases de trabajo: definición del problema, diseño del trabajo, recogida de datos, análisis de datos, validación e informe. (Gonzáles. Sin Año).

Se utilizaron dos técnicas para conseguir la información que se buscaba: la entrevista en profundidad y el análisis de contenido, así mismo se utilizaron categorías de análisis referidas a Haceres, Pensares, Sentires (HPS), lo cual se constituye en un estilo de investigación que puede ser combinado con cualquier técnica y busca conocer los sentimientos, pensamientos y comportamientos de las personas en relación a algún acontecimiento.

El tipo de entrevista que se utilizó en esta investigación es de estudio, la cual tiene como finalidad la obtención de información sobre un campo de estudio. Es semidirectiva porque si bien se tiene información previa sobre el tema a investigar y un marco de referencia previo, no se requieren respuestas breves y precisas, sino que el entrevistado puede extenderse en su relato. Así mismo se utilizaron preguntas preestablecidas pero no de forma directa, es decir que son una guía de la dirección que debe tomar el entrevistador.

Por ultimo el análisis de contenido permitió sistematizar y analizar la información para poder formular inferencias reproductibles y validas, aplicables al contexto.

Los participantes de la presente investigación fueron 8 mujeres, las cuales cumplieron con los siguientes criterios:

•    Formar parte de una relación de pareja estable de no menos de tres años. Se considera este un tiempo prudente debido a que la pareja ya se conoce, se crean grados de espontaneidad y se adquieren rutinas.

•    La edad de las participantes no fue importante, debido a que se buscó rescatar discursos que revelaran vivencias de maltrato y violencia conyugal a lo largo de la duración de sus relaciones.

•    Pertenecer a niveles socioeconómicos bajos.

Las entrevistas se llevaron a cabo en las mismas instalaciones en las que las participantes se reúnen.

A continuación se presentan las preguntas guías utilizadas en las entrevistas.

 

RESULTADOS

A partir de la información obtenida en las entrevistas a profundidad se realizó una elección de extractos correspondientes a las categorías con las que se trabajó (HPS).

Como resultado general del análisis se observa un ciclo de violencia en el cual se encuentran etapas marcadas de respuestas. Una primera etapa muestra una actitud de sumisión, pasividad y tolerancia por parte de la mujer para con los abusos de su pareja. Una segunda etapa muestra enfrentamientos verbales por parte de las mujeres y la última etapa corresponde a la defensa física: la mujer responde de forma física a las agresiones de su marido.

Por otro lado se observó también que algunas de las mujeres entrevistadas no ingresan al ciclo de violencia descrita anteriormente, sino que la sumisión que mantienen al principio se mantiene toda la vida de convivencia, no existen intentos de defensa, ni de cambio de actitud ante la violencia ejercida por el marido.

 

HACERES

Dentro de esta categoría se observa una mujer en constante exposición a maltratos por parte de su pareja, lo que la conduce a manifestar una serie de comportamientos, desde la pasividad y tolerancia hasta conductas de defensa y postura de oposición y reacción a la violencia, las cuales muestran una resignificación valórica del sí mismo, empoderamiento y apropiación de su dignidad.

A continuación se presenta un extracto de entrevista que muestra la constante de violencia a la que estas mujeres son expuestas:

  • Mujer: "Pum en mi cara de un lado a otro, me ha tendido un golpe nomás al suelo, ahí me ha pateado, aquisitos estaba sangrándome feo, me renegado esa vez, qué siempre puede ser ...de aquí sangre le había sacado.

Marido: aa!!! vos me has tocado?, carajo, con una botella agarrado, en mis 2 manos me ha sonado, feo, al suelo me ha tirado, me ha pisado mis 2 manos por haberle tocado, grave me ha hecho, estaba sangrando, mis 2 manos hinchadas, se ha hinchado, varias veces me ha pegado. " (Sujeto 4).

El relato expuesto demuestra la capacidad que tiene la violencia de anular a la persona, generando sentimientos de indignidad, lo que hace que la mujer retroceda en su intento de defensa y retorne a su posición de subordinación e invalidez.

La violencia ejercida, niega la condición de persona a la mujer en la medida en que le quita la dignidad, siendo que un sujeto es persona mientras tenga dignidad, además la violencia se refuerza a si misma, es decir que cuando se la ejerce funciona. Por lo tanto se encuentra a una mujer pasiva y llena de miedo.

Cuando estas mujeres son capaces de superar el miedo encontramos a personas capaces de enfrentar al otro de igual a igual, como se presenta a continuación:

  • "él me agrede, yo le agredo, él me arroja con cualquier cosa, yo le devuelvo, no me dejo, antes me dejaba, antes lloraba, cuando mis hijos eran pequeños, lloraba callada nomás, temblaba porque él gritaba, me pegaba, yo solamente temblaba nomás... No me defendía, pero ya aprendido... me da una patada y yo también con cualquier cosa también le arrojo " (Sujeto 3).

  • "yo no reaccionaba, pero ahora yo ya he reaccionado y ahora nos agarramos como dos perros, salto el salta mmm nos prendemos, si el dice no está mujer me va a ganar, el cede ya no molesta así. "(Sujeto 1).

Los extractos anteriores denotan mujeres fuertes, posicionadas a un mismo nivel del de la pareja, reempoderada de su fortaleza y su autovaloración permitiéndole esto enfrentar a su agresor.

Otro aspecto importante que se observó fue la independencia económica que algunas mujeres logran tener y cómo esto afecta la relación de pareja. Cuando la mujer logra tener un ingreso propio rompe con una de las mayores dependencias que estas relaciones violentas crean, la económica, y se observa una mujer que logra reestructurarse como individuo independiente.

Una clara consecuencia de toda la violencia es el alejamiento por parte de la mujer, ella crea distancia entre ella y su pareja, existen pedidos de separación, la finalización de la convivencia significa romper con el ciclo de violencia conyugal en el que se encuentran inmersas. Sin embargo la posibilidad de un alejamiento provoca en le hombre gran angustia, presentándose hasta amenazas de muerte como a continuación se expone:

  • "Si tu me dejas te voy a matar. "(Sujeto 3).

  • "cuando esta sano me dice dónde te vas a ir, si tienes que irte para ir a otro a darle tu cariño atenderle como antes me atendías y ahora por todo lo que te hecho no quieres atenderme así, preferible es que salgas de aquí muerta, me dice, porque es celoso. " (Sujeto 1).

Los extractos anteriores muestran cómo el separarse implica por un lado la pérdida de todos los privilegios que el hombre consigue de la mujer, y por otro lado muestran el nivel de dependencia y necesidad que el hombre tiene con la mujer, así como los celos que le provoca la posibilidad de que ella ya libre pueda conseguir a otra persona. El abandono de la mujer implica rechazo hacia el hombre, y él no tolera rechazo de ninguna, menos de su pareja, es por esto que a pesar de mantener relaciones con otras mujeres, no deja a ninguna. El rechazo lo desvaloriza y todo lo que lo mantiene en el lugar de todopoderoso se le viene abajo.

El hombre violento según Ferreira (1995), tiene una gran dificultad para lograr cierto grado de separación e "individualidad psicológica". Esta "simbiosis" (referida a la unión tan estrecha que mantiene el hombre con la mujer) borra los límites entre él y su esposa. La desvaloriza, maltrata, insulta, pero no la deja, no cambia de pareja ni deja que ella se vaya. No quiere separarse de su objeto de dominio, la mantiene a su lado a cualquier precio porque siente que su supervivencia depende de la relación que llevan. Necesita a la esposa para valorizarse y autodefinirse.

Al no poder romper con la relación, la mujer convierte al escape como única opción de seguridad momentánea, como a continuación se muestra:

  • "lo único que se hacer, si puedo es salir corriendo de mi casa, y siempre me sabe decir uu algún problema y lo único que sabes es escaparte. Sí pues lo único que se hacer es escaparme de mi casa, una vez le cuento a ver, se ha peleado conmigo y tanto miedo tenía, creo que eran las 12 de la noche, 1 de la mañana, con mis hijos estaban chiquititos, a la calle, hasta el cruce nos hemos venido, no sabia qué hacer, dónde ir a dormir tenía algo de dinero, entonces fui a buscar un alojamiento... no me alcanzaba para quedarnos, entonces volvimos a mi casa y bajo la cama tuvimos que meternos los 3 pa que no nos vea, porque era grave, ahí abajo hemos dormido, hasta que lo he sentido que ha entrado y se ha dormido, recién hemos podido salir de debajo de la cama. " (Sujeto 2).

Es claro el nivel de soledad a la que estas mujeres están expuestas, lo cual las convierte incluso en personas indefensas, no cuentan con su marido porque él es el agresor y el que las mantienen cautivas en el hogar, y tampoco tiene a dónde ir, ni a quién acudir, aunque esto sea falso.

Otro gran problema al que estas mujeres se encuentran expuestas es el excesivo consumo de alcohol de sus maridos, el cual será detonante para la violencia domestica, implicando no solo la violencia física, sino también la sexual, como a continuación se muestra:

  • "venía borracho, así borracho quería [mantener relaciones sexuales], entonces yo ahí es que rehuía. "(Suejto5).
  • Mujer: "él solo, entonces cuando estaba mareado es que sabe venir Marido: ya vamos a dormir ya, qué pasa mierda!,
    Mujer: así nomás obligándome, verdeando nomás, le aceptaba tener relaciones. "(Sujeto 4).

Esta situación pronto se convierte en una especie de transacción entre el hombre y la mujer, el hombre alcoholizado amenaza y ejerce violencia contra la mujer para conseguir mantener relaciones sexuales, la mujer acepta esto para evitar la violencia, sin embargo el mantener relaciones sexuales de forma obligada, implica de igual forma una fuerte violentación y abuso por parte de su pareja, la mujer se coloca nuevamente en el lugar de objeto erótico para el hombre, como objeto su única tarea es dar placer al otro, negando su condición de persona, quitándole su dignidad, lastimándola y humillándola.

Para asegurar la estadía de las mujeres en su hogar, los hombres utilizan a los hijos, a través de estos ellos eternizan a la mujer en su lugar de ama de casa y esposa y tienen la libertad de continuar ejerciendo violencia y abusos de toda clase contra su esposa, como a continuación se muestra:

  • "peor era... porque él se aseguraba que ya estaba a lado de él fija, que todas las cosas que él me hacía yo iba a aguantar, por qué, por sus hijos, eso es lo que ha pasado... "(Sujeto 8).

Como una clara consecuencia del maltrato que la mujer sufre, ella adopta conductas de retraimiento y silencio, corta toda comunicación con su marido, por miedo a detonar momentos violentos, este silencio va a significar gran represión, sufrimiento, soledad y desvalía.

Este retraimiento llega incluso a nivel de la sexualidad, como Tordjman (1981) menciona, la mujer prefiere inhibir las respuestas sexuales que pueda tener antes de enfrentarse a la angustia que la excitación erótica o la afirmación de su deseo pueda traerle. Esto provoca una especie de anestesia al cuerpo, evitando cualquier sentimiento erótico y también desconociendo el propio cuerpo, como el relato presentado a continuación muestra:

  • "Yo por mi parte nunca, nunca le he insinuado, o sea para mi creo que, aunque ahora dicen que ya no es vergonzoso, siempre ha sido una cosa muy privada, muy vergonzoso para mi y nunca, siempre he tenido ese miedo de que mi marido me diga esta mujer es bien provocativa, o me provoca, que me diga eso mi marido, nunca aunque como mujer quizás podía tener ese... Ganas de tener, pero he preferido callarme porque no he querido que mi marido me diga así. " (Sujeto 3).

El extracto anterior muestra que las mujeres en su conjunto son personas capaces de despertar deseo en los hombres, independientemente de ellas, y que esto también ocurre inversamente, es decir, un hombre puede despertar deseos sexual en una mujer, pero por la educación recibida y sobre todo por el control social que existe sobre la mujer y el ejercicio de poder sobre la sexualidad femenina es que la mujer ocupa un lugar de pasividad y se presenta como una persona asexuada, vacía de cualquier sentimiento erótico y lo más importante, temerosa que el hombre note cualquier posición distinta a la esperada

 

PENSARES

El modelo cultural del amor propone la autorrenuncia a la existencia y el sacrificio de la independencia, para convertir al otro en el centro de la propia vida. De esta manera la mujer se declara la muerte como sujeto y cede su lugar a un extraño. La individualidad, las ideas, los proyectos y metas dejan de ser lo principal en la mujer para que otra persona ocupe su lugar, esto lleva a la anulación de la personalidad y la gestación de una enorme dependencia. Se vive por y gracias al otro. La mujer aprende a renunciar, a dar placer y a no recibir lo mismo de su pareja.

Esta posición de renuncia en la que se encuentra la mujer, la coloca frente a un hombre exigente y egoísta, posicionado a un nivel superior, lo que le da derecho incluso de ser infiel, como a continuación se observa:

  • "mi esposo me ha traicionado con otra y a pesar de todo nos hemos casado y hemos tenido 5 hijos... yo confiaba en mi marido cuando, el era, como era minero, el salía de su trabajo, llegaba tarde, mareado, no creo que me traicione me confiaba a él todo, tenía la confianza, pero sin embargo había estado con otras mujeres caminando, me avisaron y no creí todavía, no creo, no puede ser así diciendo... fui a su casa y justo en su cama le encontrado y desde ese día le creído que sí tenía otras amantes. "(Sujeto 4).

Según Ferreira (1995), lo masculino se va ha definir por su carácter de grandiosidad, es decir, mientras más parejas se tenga, más larga sea una erección, más coitos se tenga etc., más macho es el hombre.

Además de tolerar la infidelidad de sus parejas las mujeres deben aguantar falsas acusaciones sobre su fidelidad hacia su cónyuge, esto usualmente ocurre cuando ellas niegan mantener relaciones sexuales, sin embargo, según Ferreira (1995), el hombre violento va ha apresurarse a acusar antes de ser acusado, de esta manera él se libera de la responsabilidad y la culpa de sus actos. Además denota una clara relación de dominio-poder: el hombre puede ser infiel porque es hombre y la sociedad permite y hasta aplaude este comportamiento, pero la mujer no está permitida de tener múltiples parejas, ellas están destinadas a ser fieles y complacientes.

La infidelidad también trae consigo mayor violencia física, como a continuación se muestra:

  • "él te pega cuando está con otra persona, él ya no te hace cariños, él ya no te mima como te mimaba mas principio por qué?, porque ya hay otra, hay otra. " (Sujeto 1).

Como se mencionó anteriormente el hombre se apresura a castigar a la mujer, antes de un posible reclamo, así se libera de la culpa de su acto.

Esta posición de inferioridad en la que se coloca a la mujer, viene dada a partir de la educación que se les brinda, esto las coloca en un lugar de servidumbre más que de pareja, a continuación se presenta un extracto de entrevista que muestra lo expuesto:

  • "tratar como hombre, con lo que trabaja bien, alcanzarle la comida, toda a su hora, en su lugar, hay que respetarlo, hay que atenderlo, eso es lo que quería él, pero en cambio yo como mujer, como si juera un animalito más que todo me trataba. " (Sujeto 4).

El párrafo anterior muestra como el lugar en el que se colocan va de la mano con el lugar que ocupan en el mundo, es decir su subjetividad se estructura a partir de sus formas de ser y de estar, y desde dónde es vista y colocada la mujer. Esta servidumbre se articula a partir de una relación de poder, la mujer reduce su espacio y actividad de vida a su hogar y a servir a su marido, en cambio el hombre al disponer de poder incrementa su espacio de vida. Hay un intercambio desigual entre lo que se otorga y lo que se exige. La mujer cumple constantemente las exigencias de su pareja, sin embargo el cónyuge no tiene obligaciones directas con ellas, la única obligación que el hombre tiene con la mujer es la económica: ser el proveedor de la casa.

Esta obligación económica del hombre hace que la mujer se mantenga en la casa, reduciendo sus funciones a la materna y conyugal. Previniendo así que ella trabaje y consiga su propio ingreso, lo cual podría llevar a una independencia económica lo cual denota una posible emancipación de la mujer.

Estas mujeres han aprendido a tolerar y ha aceptar su condición de mujer oprimida y maltratada por un hombre más fuerte que ella y supuestamente superior, han sido privadas de libertad, autonomía, independencia y decisión sobre su vida. A pesar de esta situación han permanecido en su hogar, muchas de ellas debido a sus hijos, o por la costumbre de vivir violencia y sentirla como algo natural. Existen también casos en los que la mujer permanece con su pareja debido a la enseñanza de la sociedad, como a continuación se muestra:

  • "yo pensé que como decían las personas mayores el marido es marido, al marido hay que aguantar, al marido hay que quererle, por más que te esté matando hay que quererle, además es padre de tus hijos, no porque vos digas me ha pegado te vas a querer ir, no es así. Y yo haciendo caso de las personas mayores me he quedado con él, me estropeaba, me estropeaba." (Sujeto 1).

Toda esta violencia reduce a la mujer a un nivel infrahumano, como ellas mismas expresan a continuación:

  • "En cambio yo como mujer, como si fuera un animalito más que todo me trataba. "(Sujeto 4).

El párrafo anterior muestra a un hombre que busca desvalorizar a la mujer, reducirla a algo inferior y a su vez internalizar este pensamiento en ella, evitando así una posible autoafirmación y como consecuencia una emancipación.

La violencia que viven es constante, las razones específicas nunca son claras, cualquier excusa es valida para un momento de violencia extrema, como a continuación se expone:

  • "por una pequeña cosita uuu grave me pegaba, patadas, puñetes, mis dientes... cabello de aquí poquito me sacaba, en mi espalada moretes, en todo lado me pateaba. " (Sujeto 4).

El párrafo anterior muestra la inconformidad constante del hombre, la mujer no puede complacerlo con nada, y sumado a esto ella debe padecer la violencia ejercida con obediencia y resignación. El hombre es el que tiene el poder de decidir y castigar a su mujer.

Por la intensidad y frecuencia de los maltratos se habla de una deshumanización, es decir que para ejercer poder arbitrario y maltratar a alguien primero hay que despojarlo de su humanidad. Esta es la única manera de no inhibirse por el respeto que se puede sentir por esa persona. Este respeto evita que se trate a alguien como un objeto, lo que equivaldría a carecer de sentimientos. Al no percibir a una persona como humana todo se puede. Ferreira. (1995). A continuación se presentan extractos de entrevistas que muestran lo expuesto:

  • "me dice floja, no sabes ni cocinar, ni como mujer me sirves me dice. "(Sujeto 7).

  • "todos mis huesitos están mal, él me ha hecho lesión cerebral, tanto que me pegaba, todos los golpes eran en la cabeza, en la cabeza no se ve el verde, ni el hinchazón, entonces todos los golpes he recibido en la cabeza, me daba contra la pared, pero nunca me he desmayado, ni nunca he quedado inconsciente nada. "(Sujeto 7).

Como se menciono en la revisión teórica de este trabajo, existe otra violencia ejercida contra la mujer, llamada violencia silenciosa, la que se estructura a partir de las normas de trato social, segregación, desconocimiento del cuerpo, infidelidad, etc. Esta violencia mantiene y recuerda a la mujer el lugar que ocupa en relación al hombre, el cual por el trato que recibe, es una posición de esclavitud más que de pareja.

Todos los maltratos mencionados anteriormente provocan falta de comunicación, aislando aun más a la mujer, ella no comunica fuera de su matrimonio porque se la ha educado para aparentar tranquilidad y felicidad en su vida, y tampoco comunica dentro porque es castigada, por lo tanto hombre y mujer se alejan aún más y terminan conviviendo como personas desconocidas, las mujeres entrevistadas mencionan la falta de entendimiento que existe entre ellas y sus parejas como la principal causa de los problemas que enfrentan.

Todo la violencia vivida crea en la mujer un sentimiento de no ser valorada por su pareja, ni como persona, ni a su cuerpo, mas bien se siente utilizada, como un objeto que cumple funciones especificas: limpiar, cocinar, cuidar a los hijos y complacer sexualmente a su marido.

La complacencia sexual es en si misma un acto violento, ya que parte de una obligación que la mujer tienen con el hombre y no así de su propio deseo. Es por esto que la mujer casi siempre se encuentra obligada a cumplir con los deseos de su marido cuándo y dónde él quiera, y si ella es reticente a hacerlo, el hombre encuentra formas de obligarla mediante insultos o golpes, lo que hace que el momento erótico se convierta en un momento de extrema violencia, como el extracto de entrevista presentado a continuación demuestra:

  • "hizo como que me estaba violando, porque me obligo pero a golpes a jalones, a ver cómo, diciéndome todavía a ver, cómo se siente. "(Sujeto 2).

El relato presentado muestra como el hombre convierte la violencia en erotismo, ".. .para los hombres...el atractivo consiste en que al dirigir la curiosidad inquisidora a las intenciones de la víctima y convertir la violación masculina en pasión sexual, les transfigura la escena macabra en paisaje erótico. La glosa culpabilizadora ignora el terror que produce la barbarie, la transforma en juego excitante y así la ingresa en el reino del erotismo. Trivializa el sufrimiento hasta hacerlo desaparecer." (Hercovich. 1997. Pg.68).

Cuando se preguntó sobre el deseo sexual, muchas de las mujeres manifestaron que nunca lo han tenido, mas bien todos los encuentros sexuales han sido forzados y por decisión única de su marido. Esto muestra que la mujer tiene una vivencia nula de su sexualidad, lo que en realidad hace es entregar su cuerpo para protegerse de golpes e insultos. El cuerpo de la mujer es el espacio que le permite ser; ella vive a partir de su cuerpo, la relaciona con el mundo y con su pareja.

Es por esto importante rescatar los pensamientos que tienen en relación a los cambios que su cuerpo ha sufrido después de tantos años de violencia, algunas mencionan que no han sentido cambio alguno, simplemente la edad que ya se va sintiendo, sin embargo existen otras señoras que mencionan que su cuerpo está más cansado, lo sienten pesado y sobre todo lastimado por tanta violencia física.

El cuerpo de la mujer parece que tuviera una función única de la que se desprenden el resto: ser de otros, el hombre arremete contra el cuerpo de la mujer, la mujer se constituye a partir de un cuerpo que siempre va a ser utilizado por otros, el cuerpo va ser espacio de procreación y placer ajeno.

Sientan un cambio en el cuerpo o no, no se puede negar que este es el espacio físico de maltrato, la fuerza violenta del hombre se estrella contra el cuerpo de la mujer, lastimándolo y reduciéndolo a una especie de objeto; cuerpo inanimado que no siente ni sufre.

Cuando se realizaron las entrevistas, se encontraron dos casos de violación, las señoras habían sido violadas de adolescentes, una de 13 y la otra de 16 años. Las violaciones fueron cometidas por parientes. También se encontraron casos de abuso deshonesto y familiares violadas.

La violación es un acto de violencia suprema que deshumaniza a la persona colocándola en una posición de "cosa" que se "utiliza" para conseguir placer y demostrar poder. Es la forma suprema de violencia contra la mujer, se la denigra, utiliza y maltrata de forma inhumana, y como consecuencia se tiene mujeres traumatizadas y autodesvalorizadas.

Pero las violaciones también ocurren dentro del hogar, como a continuación se muestra:

  • "algunas veces los hombres obligan, pues, algunas veces a mi también me ha pasado eso con mi propio marido, no quiero dormir, yo quiero dormir tranquilito, no pienso en nada, viene mi marido, a la fuerza todo me saca mi ropa, me desviste, caj me da, vas a dormir, o no vas a dormir, eso para mi es un violación, así pasa... a mi también me ha pasado eso, me ha pasado una temporada. "(Sujeto 4).

Como se menciona en el extracto de entrevista el hombre no distingue entre lo erótico y la violencia, la mujer termina con un violador de compañero. "Convivir con un violador es una de las situaciones más traumáticas para una mujer, condenada a que su vida sexual represente una recepción constante de venganza, profanación, invasión, robo, degradación y opresión, ya que éstas son las características que asume el sexo coercitivo...Las consecuencias de la violación marital son más catastróficas para la víctima que otro tipo de violaciones, dada la permanencia en el riesgo y la reiteración." (Ferreira. 1995. P. 233).

Como último punto de análisis dentro de esta categoría es importante mencionar la referencia que hizo una única señora a cerca del golpe como señal de cariño, a continuación se presenta el relato:

  • "cuando un hombre no te pega, ni te toca, no te tiene importancia, yo al menos lo noto así pero digamos que te maltrate así totalmente así hasta dejarte en cama, eso quiere decir que tal vez tiene otra persona o es que ya le has rebalsado al hombre, le has rebalsado, ya le has emputado así con todas las palabras así la furia le llegaste al, el vaso ya le colmó y te pegó, te lastimo, pero cuando te diera un sopapo, hijita a ver mírame a mí yo estoy aquí, a ver veme qué te pasa un sopapo ahh, no entonces quiere decir de que le tienes importancia hacia él, le importas, le importas. " (Sujeto 1).

En el extracto anterior se hace una diferenciación en la intensidad de los golpes, si el golpe es "suave", entonces es señal de cariño y atención, pero si los golpes son fuertes y se convierten en paliza, significa violencia y abuso por parte del hombre. La diferencia en intensidad no quita el significado real de un acto físico violento, lo que lo hace distinto es la percepción de esta mujer, aquí se observa claramente la baja autoestima que esta mujer tiene, tiene una gran necesidad de sentirse necesitada e importante, aquí no importa que el medio sean los golpes, lo que ella necesita es asegurar el lugar que ocupa en la vida de este hombre.

Por otro lado el hombre busca desesperadamente ser el centro de su pareja, quiere ser el único en recibir atención de su mujer, no concibe la existencia de alguna otra persona (hombre o mujer) que pueda robarle la atención de su pareja. Por su incapacidad de expresarse, recurre a los golpes, y en este caso la mujer comparte con él esta forma de reclamar su interés.

 

SENTIRES

Dentro de esta categoría encontramos que la parte afectiva dentro de la vida de una mujer es igual de importante o incluso más importante que la parte material. Las expectativas que una mujer tiene al comenzar su vida de pareja contemplan cariño, atención y valoración por parte de su pareja, sin embargo esto no se da, más bien se observan actitudes egoístas y abusivas por parte del hombre y conductas de renuncia y tolerancia por parte de las mujeres.

Esta mujer que comienza a vivir conductas de abuso y violencia por parte de su cónyuge aprende a tolerar y resignarse debido al "amor" que siente por su pareja. Como ya se dijo antes la visión cultural del amor implica autorrenuncia y sacrificio de autonomía, es así que la mujer demuestra su "amor" incondicional al hombre que la maltrata.

Esta autorrenuncia y sacrificio de autonomía la predestina a una vida de ama de casa y madre. Por lo tanto tenemos mujeres que cargan con todo el peso de llevar un hogar, ellas se encargan de todo el trabajo doméstico como a continuación se relata:

•    "él nunca me ayudaba. "(Sujeto 2).

•    "nunca jamás, ni en la casa puede decir yo te ayudaré, lavaré un plato, nunca, jamás ha tocado un plato, nunca, nunca, nunca. "(Sujeto 3).

Los extractos anteriores muestran la insatisfacción de la mujer ante la actitud machi sta del hombre, al hombre no le corresponde ayudar dentro del hogar, él se posiciona como señor todopoderoso del hogar, al que se debe cuidar y complacer.

Así como dentro de las funciones masculinas no se encuentran las labores domésticas tampoco se encuentra la crianza de los hijos. La sociedad libera al hombre de la crianza directa de los niños, otorgándole únicamente la responsabilidad económica. Y a la mujer se la coloca como única responsable de la bien crianza de los niños, ella es la responsable de cualquier éxito o fracaso del hijo, y es ella la que carga con la responsabilidad directa de los actos de los hijos.

Así como el hombre no ayuda dentro del hogar, tampoco ayuda ni apoya los planes personales de la mujer relacionados a posibles estudios o conclusión de estos como a continuación se presenta:

  • "Yo hubiera querido que me ayude o por lo menos que me apoye en algo...hubiera querido que me ayude...a aparte de ser esposo, por lo menos ya bueno anda a estudiar alguna otra cosa vos, yo cuidaré los niños. "(Sujeto 4). Sujeto 3).

El párrafo anterior muestra como el hombre nunca apoyó ninguno de estos deseos, mas bien dificultó o impidió que estos se cumplan dejando todo el trabajo a la mujer, no brindándole el espacio ni tiempo para sus metas ni para conseguir logros personales. Esto debido a que la vida de la mujer debe y se reduce a la maternidad y conyugalidad, sumado a esto, el estudio para las mujeres implica una cierta independencia, lo cual hace que el hombre se asuste y vea más cercana una posible separación. Esto no será permitido ya que el hombre se valoriza y autodefine a partir de la estadía de su mujer a su lado.

Por lo tanto el hombre mantiene a la mujer a su lado y la disminuye constantemente mediante insultos y violencia física. Esta situación provoca en la mujer frustración, tristeza, soledad, conformismo, a continuación se presentan extractos que muestran esto:

•    "usted sabe cómo se puede sentir cuando le escupen, tú no eres nadie, tú vives por mi me dice. "(Sujeto 3).

•    "no tengo suerte señorita, yo he nacido con una suerte así perra, totalmente desgraciada... cargo mucha pena encima de mí. "(Sujeto 1).

Los extractos anteriores muestran como la ausencia de cariño y atención de la persona que debería amarlas provoca en ellas depresión, la cual según Ferreira (1995) es un síntoma más de la violencia conyugal. En cambio reciben insultos, golpes y humillaciones.

Existe desprecio y desvalorización de la persona y el cuerpo por parte de los hombres como a continuación se presenta:

  • "No, solamente yo creo que se saciaba con su apetito sexual y nada más para eso nomás me usaba, parece que, solamente le he servido para eso, toda la vida de casados...me insulta, me dice una cosa, otra cosa. "(Sujeto 5).

Como se observa en el párrafo anterior, se le niega a la mujer la posibilidad de ser persona con expectativas, decisiones, gustos, no se la toma en cuenta y a su cuerpo solamente se lo utiliza para conseguir placer. El hombre niega a la mujer su condición de persona, y la ve como una sirvienta, que debe estar a su disposición cuando él así lo quiera, sin crear un poco de empatia con la persona que escogió como compañera de vida. "Cuando se deja de percibir como humana a la víctima, todo es posible. Se la priva de su identidad básica, deja de ser independiente, diferenciada, capaz de elegir, con derechos y vida propia. Se la aisla y se la priva de su pertenencia o comunidad a una red social. Es como si se la excluyera de la especie humana y se la redujera a una categoría degradad. Se la convierte en víctima no por lo que hizo, sino por su pertenencia a esa

categoría susceptible de recibir maltrato autorizado...Colocarles etiquetas, epítetos o sobrenombres-locas, histéricas, putas, brujas-ayuda a despojarlas de su humanidad y se las engloba como infrahumanas y merecedoras de castigo." (Ferreira. 1995. Pg.195).

La permanencia de la mujer en su hogar es incondicional, como a continuación se relata:

•    "durante 15 años que yo he soportados insultos, o sea golpes y muchas cosas que he recibido. "(Sujeto 3).

•    "Yo siempre en mi casa, lavando, cocinando, llevando. " (Sujeto 4).

Los extractos anteriores muestran como la mujer renuncia a su vida por permanecer junto a un hombre maltratador, existe una incondicionalidad en las mujeres que viene enseñada desde la madre, la mujer se queda con el marido, pase lo que pase.

Es también esta condición a la que se reduce a la mujer: indefensa, falta de autonomía y decisión, desvalorizada, inútil, etc., lo que dificulta y muchas veces impide que la mujer pueda decidir sobre ella, el hombre termina dominándola en todo aspecto, él decide por ella, piensa por ella, y se encarga de mantenerla en ese estado con los insultos y maltratos constantes.

El hombre reduce espacios de convivencia, no permite que la mujer tenga contacto con grupos sociales, muchas veces incluso impide que esta vea a su familia, todo esto con el afán de controlar la vida de su mujer, al extremo de que nada se le escape, todos los movimientos de su mujer están medidos y son conocidos por él. No puede permitirse que la mujer expanda sus horizontes nuevamente por el temor de que lo abandone.

Otro punto importante dentro de esta categoría es el malestar que el hombre tiene ante la relación madre-hijo debido a la unión que existe entre la mujer y los hijos. Al ver que ya no es el centro de la atención, ni del afecto de la mujer, crea sentimientos de celos y envidia, no soporta que madre e hijos tengan una relación más cercana que él con su mujer, confundiendo, el amor de pareja, con el amor filial.

A partir de toda la vivencia de represión, maltrato y violencia la mujer crea sentimientos de temor hacia su pareja como a continuación se muestra:

  • "Lo único que quiero es vivir tranquila, ya no tener que estar llorando y decir ahora ha ido a trabajar, a la tarde llegará o no llegará o si llegará me va a venir apegar, directamente a golpearme, a agredir. "(Sujeto 3).

El párrafo anterior muestra el temor constante con el que vive la mujer, este miedo según Hercovich (1997) se le internaliza y se vuelve parte de ella misma.

Otro punto importante que se observó y se relaciona también con la posición de poder que los hombres tienen dentro de la relación de pareja es el abuso de su condición de proveedor como a continuación se presenta:

  • Me obliga y dice ya entonces eres mi mujer, yo te mantengo a final de cuentas, dice, y yo puedo hacer lo que quiera... siempre dicen ah yo te doy plata, yo te mantengo, que quién como él nadies te mantendría. "(Sujeto 3).

  • "Es que yo puedo hacer lo que quiero, yo trabajo, me saco la mugre trabajando por ustedes. " (Sujeto 2).

En referencia a los párrafos anteriores se observa que el hombre ejerce su privilegio de poder, él es el que manda porque gana el dinero, también connota

obligaciones por parte de la mujer en el aspecto sexual, ella tiene la obligación de complacerlo porque es él el que la mantiene, esto coloca a la mujer nuevamente en un lugar de vulnerabilidad, debilidad y de objeto.

Muchas veces en los momentos en los que la mujer esta siendo obligada a mantener relaciones sexuales se observan también actos de violencia gratuita, es decir fuerte violencia física por parte del hombre. Según Tordjman (1981) demostrando con esto que el hombre obtiene más placer con su brutalidad que con el erotismo del acto mismo.

Toda esta violencia crea en la mujer sentimientos de rechazo y odio a su marido, la desaparición del hombre es el único medio para encontrar la tranquilidad.

 

DISCUSIÓN FINAL

La feminidad se define a partir del género de la mujer, denotando una relación directa entre sexo y obligaciones, modos de ser, formas de trato, comportamientos, formas de pensar, etc. Socialmente el sexo biológico va a determinar las características de los comportamientos, cogniciones y emociones en todos los ámbitos de la vida. Por ende lo que se atribuye como natural es una construcción social, histórica y cultural.

Entonces la relación que existe entre hombre y mujer, se da a partir de una diferenciación genérica y se caracteriza por el poder, dando lugar a la "opresión genérica de las mujeres, más allá de su voluntad y de su conciencia, por el sólo hecho de serlo" (Lagarde. 1993. Pg.785). Esta relación de poder, supone posesión, el hombre es poseedor de la mujer, sus acciones, pensamientos, sentimientos y expectativas.

Lagarde menciona a la completad1 como lo que define a la identidad femenina, haciendo referencia a la "valoración cultural de la mujer como ser genéricamente incompleto, inacabado, imperfecto." (Lagarde. 1993. Pg.786). Es así que para que una mujer exista como completa debe buscar su continuidad en el otro, haciéndose por el otro.

Al ser por los otros, la mujer modifica expectativas, metas y límites, ya que su realización surge a partir de la realización de los otros. En este caso la conyugalidad se constituye como la primera forma de realización, la segunda forma de ser es a partir de la maternidad, los hijos constituyen la forma de demostrar su cumplimiento con la expectativa social de la feminidad.

Este cumplimiento de ser la "buena mujer", las lleva a sufrir grandes abusos y malos tratos por parte del hombre, ella tolera violencia, insultos, humillaciones, violaciones en nombre de la unidad familiar. Esta situación posiciona a la mujer en un lugar de indefensión e invalidez y al hombre en lugar de ser superior y privilegiado. Además que le proporciona la facultad de poseer a la mujer sexual y mentalmente.

La posesión sexual de la mujer hace referencia a la utilización de esta para saciar el deseo sexual masculino, la obligación de la mujer es complacer a su pareja entregando su cuerpo. Esto muestra una vivencia nula por parte de la mujer de su cuerpo y de su sexualidad. La mujer vive su erotismo a través del otro, sin embargo el erotismo mismo es inexistente para ellas, ya que los encuentros sexuales en su mayoría surgen a partir del temor que tiene la mujer de las agresiones a las que su marido la somete.

1 "Completad, del latín completus: terminar, significa acabado, perfecto. Hago la diferencia entre completad y plenitud, deplenus: lleno. La completad significa lo acabado y perfecto; en cambio la plenitud es una cualidad que califica como total e íntegro al sujeto o al hecho, o les confiere calidad de pleno." Los Cautiverios de las Mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas. Marcela Lagarde. Coordinación General de Estudios de Posgrado. México. 1993. pg. 786.

La posesión mental de la mujer hace referencia al nivel de poder psicológico que el hombre mantiene sobre la mujer, los insultos, humillaciones, malos tratos, desvalorizan a la mujer y la deshumanizan. Esta deshumanización permite al hombre agredir libremente a la mujer por la condición de objeto al que es reducida.

Esta desvalorización que se crea en la mujer, permite al hombre controlarla, conocerla y reducir sus espacios y tiempos. Es una forma eficaz de internalizar en ella la desvalía, inutilidad e inferioridad, evitando de esta manera un posible reafirmamiento de la mujer como persona íntegra. Consiguiendo la estadía eterna de la mujer en el hogar como esposa y madre.

A pesar de lo expuesto anteriormente, también se encuentran mujeres que logran expandir sus límites, involucrándose en ámbitos laborales, sociales, pedagógicos, políticos, económicos, etc., logran tener un lugar válido e importante en la sociedad como gente productiva y con metas y logros personales. Pero esta nueva adquisición representa una doble jornada laboral, ya que ella debe cumplir primeramente con las labores domésticas, propias de su sexo y posteriormente puede dedicarle el tiempo sobrante a sus tareas personales. La emancipación de la mujer va a significar un aumento de tareas, un mayor movimiento e inversión de mayor energía.

Así como la mujer logra una emancipación laboral, también consigue un cambio en la visión del erotismo y la sexualidad, se logra separar la sexualidad de la maternidad y con esto se concibe al erotismo como medio para conseguir placer propio. La división entre sexualidad y maternidad crea la posibilidad de decisión en la mujer, ella decide ser o no madre, sin que esto la despoje de su condición femenina. Como Lagarde (1993) menciona, surge un sentido de apropiación política del cuerpo y la vida.

 

LIMITACIONES

En relación a las limitaciones que se encontraron al realizar la presente investigación se puede mencionar primeramente la imposibilidad de encontrar una razón o razones específicas para la vivencia de violencia sexual dentro de la vida conyugal, ya que como se mostró a lo largo del trabajo, las causas son muchas y variadas.

Al haber escogido un grupo socioeconómico específico, no existe información concreta del por qué la mujer que pertenece a grupos económicos más altos continúan junto a un marido violento.

En relación a esto se plantea una segunda interrogante: el nivel de sadomasoquismo que puede existir en estas relaciones de pareja, esto podría configurarse como la razón por la que el hombre es violento y la mujer permanece junto a él, en el primero de los casos, el hombre encontraría más placer en violentar el momento erótico que en el mismo acto, como ya se había mencionado, y en el segundo de los casos, la mujer permanecería junto al marido violento, debido a que la agresión física le brindaría más placer que el acto erótico.

 

REFERENCIAS

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