SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 issue16Hodrick-Prescott, Goodwin and Business Cycles in BoliviaSubstitution Analysis of energy sources in Bolivia author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Revista Latinoamericana de Desarrollo Económico

Print version ISSN 2074-4706On-line version ISSN 2309-9038

rlde  no.16 La Paz Nov. 2011

 

 

 

Actividades económicas en Bolivia: un análisis de encadenamiento

 

Economic Activities in Bolivia: a linkages analysis

 

 

Paul S. Bustos Anaya *

* Licenciado en Economía / Máster en Economía del Turismo y del Medio Ambiente. Contacto: paulsergio.bustos@gmail.com

 

 


Resumen

El presente trabajo analiza la relación entre demandantes y oferentes de insumos intermedios en la economía boliviana, con el fin de determinar qué actividades tienen un impacto importante sobre el resto de la economía y cuáles están menos integradas a la misma. Para esto se utilizan los índices de Rasmussen, que permiten clasificar las actividades como independientes, estratégicas, de arrastre o actividades clave; esto a partir de la matriz insumo- producto. Los resultados para el año 2008 muestran una economía poco integrada entre sí; de las 35 actividades en las que se clasifica la economía nacional, no existen sectores clave, solo el comercio es un sector de arrastre y existen ocho sectores estratégicos. Algo peculiar del comercio es que genera gran dinamismo en el resto de las actividades económicas a través de sus efectos indirectos sobre el sector transporte, más que por su demanda directa de insumos.

Palabras clave: Índices de Rasmussen, actividad clave, actividad estratégica, actividad de arrastre, actividad independiente, poder de dispersión, sensibilidad de dispersión, matriz insumo-producto.


Abstract

This paper explores the relation between activities in the Bolivian economy as suppliers and demanders of intermediate inputs, this with the purpose to determine which activities have great impact on the rest of the economy and which ones are less integrated. For this, Rasmussen indexes are used, that allow classifying them as independent, push, pull and key activities; this with the help of the input/output matrix. The results, based on 2008 data, show a little integrated economy, which is divided in 35 activities. There are no key activities, 8 activities are considered strategic and only trade is considered a pull sector. Something outstanding about the results is that trade generates great dynamism in the rest of activities through its indirect effects on transportation, more than because of its direct demand of inputs.

Keywords: Rasmussen index, key activity, strategic activity, activity trails, independent activity, scattering power, sensitivity scattering, scatter, input/output matrix.

Clasificación/Classiffication JEL: C10, D20, L10

 


 

 

1. Introducción

Es importante conocer el papel que juegan las diferentes actividades económicas en el país, tanto en calidad de demandantes como de oferentes de insumos, dentro de la economía nacional, para la producción final de bienes y servicios. El conocer la relación entre actividades a nivel de consumo de bienes intermedios permite determinar cuáles pueden ser priorizadas para generar mayor dinamismo en la economía a nivel agregado, o qué actividades pueden generar cuellos de botella si no se reconoce su impacto en el resto de la economía y no se manejan políticas que impulsen su desarrollo.

Con este fin se utiliza el cálculo de los índices de Rasmussen, utilizados para medir el "poder de dispersión" y la "sensibilidad de dispersión" de cada sector; estos índices permiten identificar cada actividad de producción como estratégica, de arrastre, clave o aislada respecto al resto de los sectores económicos. Comúnmente se habla de estas relaciones como los eslabonamientos hacia atrás y hacia adelante. Como mencionan Pino e Illanes (2002), el efecto de arrastre hacia atrás puede definirse como "la cadena de efectos que van produciéndose hacia los proveedores, producto de mayores necesidades de insumos intermedios", mientras que el efecto hacia adelante sería "el impacto que mayores producciones tienen sobre las posibilidades de compra de los sectores clientes" (p. 71).

Estos índices presentan ciertas ventajas, mencionadas por Soza (2004: 1) Los índices, al utilizar la inversa de la matriz insumo-producto, toman en cuenta tanto el efecto directo como el indirecto de un sector sobre el resto, 2) Describen con más precisión la importancia de los sectores estratégicos respecto a índices similares, 3) Permiten conocer el grado de dispersión de los efectos de un sector y 4) Se pueden realizar comparaciones interindustriales entre países.

Entre las experiencias previas en el cálculo de estos índices en la literatura económica se puede encontrar el trabajo de Hazari y Bandara (1989), quienes calculan estos índices para el caso de Sri Lanka. Los autores determinan que, de los 26 sectores en que se clasifica esta economía, cinco son estratégicos (coco, arroz con cáscara y otros productos agrícolas; petróleo y gas; comercio y transporte), siete son de arrastre (molienda de arroz, otra maquinaria, aceite de coco, procesamiento de alimentos, agroquímicos, arcilla para construcción, construcción) y tres son sectores clave (copra y coco deshidratado, otras manufacturas y electricidad).

Se ha tomado en cuenta además dos documentos referidos a la economía chilena, el primero es el trabajo de Soza (2004), que, partiendo de una clasificación de la economía chilena en 12 sectores para el año 1996, determina la existencia un sector clave (productos agropecuarios y silvícolas), tres estratégicos (pesca extractiva, electricidad, gas y agua, servicios financieros y empresariales) y seis sectores de arrastre (minerales, productos manufacturados, construcción, comercio, hoteles y restaurantes, servicios sociales y personales, servicios de la administración pública). El otro estudio corresponde a Pino e Illanes (2002) y está enfocado a las actividades manufactureras de la región del Biobío (8ª Región); este estudio muestra el contraste existente entre la economía regional y la economía nacional, ya que si bien la mayor parte de las actividades de la región son de arrastre, muchas otras son clave y estratégicas, lo que refleja el mayor desarrollo industrial de esta región respecto a la media de otras regiones.

También se han llevado a cabo estudios para la economía china. Guo y Hewings (2001) elaboran índices de Rasmusssen para los periodos 1987, 1992 y 1997, con el fin de analizar cambios en la estructura de la economía china, concluyendo que, si bien existieron cambios en algunos sectores, como el de textiles (intensivo en mano de obra), los sectores clave siguen siendo aquellos relacionados con la industria pesada.

Pfajfar y Dolinar (2000) calculan los eslabonamientos hacia atrás y hacia adelante para el caso de Eslovenia durante el periodo 1990-1995, encontrando que esta economía no ha sufrido cambios importantes durante este periodo de tiempo: los productos agrícolas, forestales y productos de metal son sectores clave; los sectores estratégicos son la producción
de carbón, petróleo y gas natural; mientras que los sectores de arrastre son la construcción y la fabricación de alimentos, bebidas y tabaco.

En este contexto, el cálculo de los índices de Rasmussen para la economía boliviana no sólo presenta una oportunidad para conocer los eslabonamientos existentes en la economía nacional, sino también para comparar estos resultados con lo que se conoce de otros países. Como se podrá apreciar más adelante, los resultados muestran un nivel muy bajo de eslabonamientos en la economía boliviana, donde existen pocos sectores estratégicos y el comercio resulta ser el único sector de arrastre. No existen sectores clave en la economía nacional.

Es importante señalar que antes de poder calcular estos índices fue necesario transformar la matriz insumo-producto de Bolivia en una matriz simétrica, ya que originalmente no se presenta de esta forma. Para esto se utilizaron como base las recomendaciones de las Naciones Unidas (1999) sobre el manejo y recopilación de las matrices insumo-producto.

 

2. Metodología aplicada: matriz insumo- producto e índices de Rasmussen

2.1. Cálculo de la matriz insumo-producto simétrica

En la construcción de los índices de Rasmussen es importante tomar en cuenta que estos indicadores, para una correcta interpretación, deben calcularse a partir de una matriz insumo- producto simétrica. Una matriz de este tipo es la que muestra la interacción en la economía entre la compra y venta de insumos entre industrias; o bien la compra y venta de insumos para la fabricación de productos.

Dicha diferenciación entre el concepto de industria y producto es importante, ya que una industria puede producir uno o más productos, así como un producto puede ser elaborado por una o varias industrias. Esta diferencia tiene repercusiones en el análisis de los resultados, ya que hay que tener claramente definido si se está analizando la relación en la elaboración de productos o la relación entre industrias.

En el caso de la matriz insumo-producto presentada por el INE, la misma no es simétrica, ya que sólo muestra la compra de productos por parte de la industria nacional. Por ello fue necesario transformar la matriz para que muestre la relación industria-industria o producto- producto. Para el presente estudio se cambió la matriz para que muestre la relación producto- producto. Para obtenerla se utilizó la metodología recomendada por las Naciones Unidas en su documento "Handbook of input-output table compilation and analysis" (1999). Esta metodología es explicada a continuación.

En primer lugar, es necesario calcular la matriz insumo-producto de coeficientes técnicos, para lo cual se manipulan la matriz de usos y la matriz de producción; no se presentan las matrices en su forma completa, sino la parte utilizada para el cálculo de la matriz insumo- producto de coeficientes técnicos.

Primero se obtiene la matriz de usos (U):

En base a la cual se obtiene la matriz B

Por otro lado, se obtiene la matriz de producción (M):

En base a la cual se obtiene la matriz D:

La matriz insumo-producto de coeficientes técnicos (MIPCT) es la multiplicación de las matrices B y D:

MIPCT = B * D

Ésta es una matriz de coeficientes porque la suma de cada una de sus columnas debe ser igual a 1.

Es en base a esta matriz que se reajustan los usos intermedios de los productos para obtener la matriz simétrica producto-producto. Para esto solo hace falta multiplicar cada uno de los coeficientes de cada columna por la producción total de la industria correspondiente.

2.2. Metodología de cálculo de los índices de Rasmussen

Antes de mostrar la metodología utilizada para el cálculo de los índices, es conveniente hacer un repaso a la estructura de la matriz insumo-producto; se pueden considerar tres partes principales en la estructura de la matriz, las mismas que se presentan como cuadrantes en el Cuadro 1.

Cuadro 1

Estructura de la matriz insumo-producto

Fuente: Naciones Unidas (1999).

El primer cuadrante de la matriz ofrece información sobre el consumo intermedio de insumos producidos por otros sectores económicos, el segundo lo hace sobre la demanda final de los productos de cada uno de los sectores y el tercero muestra el consumo de insumos que no son producidos por otros sectores de la economía nacional. Este último incluye
importaciones, el pago a factores y el valor agregado.

Para la construcción de los índices de Rasmussen se construye primero la matriz de coeficientes técnicos, que se obtienen de la división de los valores de los cuadrantes I y III entre el Valor Bruto de Producción (VBP). Estos coeficientes indican que proporción del VBP se destina a la compra de cada insumo.

Una vez que se tienen los coeficientes técnicos del cuadrante I, a los cuales podemos definir como la matriz "A", se puede definir la producción nacional como un sistema de matrices de la siguiente forma:


AX + Y = X (1)

Donde:

A= Matriz de coeficientes técnicos;

X= Valor bruto de producción;

Y= Demanda final

Que puede reexpresar del siguiente modo:

(I - A) X = Y (2)

Donde: I = Matriz identidad;

(I-A) = Matriz de Leontief

La suma de las filas de la matriz de Leontief señala cuál es la proporción de producto que queda para la demanda final después de deducir los consumos intermedios del producto. La suma de las columnas representa la proporción del VBP que no corresponde a la compra de insumos.

Para el cálculo de los índices es necesario hallar la inversa de la matriz de Leontief, es decir, , el cual puede representarse como:

Los componentes de la matriz pueden interpretarse de la siguiente forma:

r11 = la cantidad necesaria de producción, directa e indirecta, en el sector 1 para satisfacer una unidad de demanda del mismo sector.

r12 = la cantidad necesaria de producción, directa e indirecta, en el sector 1 para satisfacer una unidad de demanda final en el sector 2.

r21 = la cantidad necesaria de producción, directa e indirecta, en el sector 2 para satisfacer una unidad de demanda final en el sector 1.

Es importante hacer énfasis en que el valor de cada uno de los elementos de la matriz inversa incluye la producción necesaria para satisfacer la demanda directa e indirecta de cada uno de los insumos. Esto significa que la producción implica no sólo el uso directo de un factor, sino que este factor demanda a su vez insumos de otros sectores y del mismo para producir los insumos requeridos; por tanto, los elementos de (I-A)-1 miden todos estos efectos.

Una vez calculada la matriz inversa, se pueden construir los dos índices de Rasmussen, los cuales permiten analizar el efecto de un sector sobre el resto de la economía. El primero es el Índice de poder de dispersión, que estaría relacionado con los encadenamientos "hacia atrás"; este índice se calcula con la siguiente fórmula:

donde:

De acuerdo a Rasmussen "el índice de poder de dispersión describe la extensión relativa sobre la que un aumento de la demanda final de los productos de la industria j se dispersa a través del sistema de industrias". En otras palabras, si Uj > 1, esto significa que la demanda de insumos intermedios generados por el aumento en la demanda de j es mayor a la media de la economía. Esto implica que el aumento en la demanda de este bien genera una gran demanda de insumos intermedios en la economía.

El segundo indicador desarrollado por Rasmussen es el Índice de sensibilidad de dispersión, relacionado con los encadenamientos "hacia adelante". La fórmula mediante la cual se calcula el mismo es la siguiente:

donde:

Rasmussen define el Índice de Sensibilidad de Dispersión como un indicador que "expresa la extensión o medida en que el sistema de industrias pesa sobre la industria i". Esto quiere decir que si por ejemplo Ui > 1, se estaría ante una industria que, al darse un aumento de la demanda final en todos los sectores, aumentará su producción de productos intermedios por encima de la media. Es decir será un sector cuya producción intermedia es bastante sensible al aumento de la demanda en la economía en su conjunto.

Una vez que se construyen ambos indicadores es fácil comparar los resultados de ambos en cada uno de los sectores y obtener un criterio sobre el rol del mismo respecto a otras actividades. La interpretación de estos resultados se hace de acuerdo a los criterios presentados en la siguiente tabla:

Cuadro 2

Clasificacion de sectores

Fuente: elaboración propia

El análisis cruzado de los resultados de ambos índices nos permite identificar si un sector es clave, estratégico, de arrastre o es un sector independiente. A continuación se presenta la interpretación de cada uno de estos resultados:

Sectores clave. Estos sectores presentan un índice de sensibilidad de dispersión y de poder de dispersión mayor a uno. Un sector identificado como clave es muy sensible a la demanda que hacen del mismo otros sectores como insumo, pero al mismo tiempo es un sector cuya producción genera una gran demanda de insumos de otros sectores.

Sectores estratégicos. Presentan una sensibilidad de dispersión mayor a uno y un poder de dispersión menor a uno. Este sector representa una parte importante en el proceso de producción de otros sectores, ya que es usado como un insumo primordial de los mismos. Los sectores estratégicos podrían representar cuellos de botella en la economía, ya que son primordiales para la producción del resto.

Sectores de arrastre. Presentan una sensibilidad de dispersión menor a uno y un poder de dispersión mayor a uno. Un sector de arrastre es considerado importante, ya que un aumento en su producción implica un aumento importante de sus necesidades de insumos intermedios nacionales. Estos sectores arrastran gran parte de la producción del resto de la economía.

Sectores independientes. Ambos índices son menores a uno. Son sectores poco relacionados con el resto de la economía nacional, pero esto no implica que no sean importantes a nivel de producción agregada, sino que no se ven afectados de manera importante por cambios en la demanda de otras actividades, como tampoco sus variaciones afectan al resto.

 

3. Resultados

Luego de haber probado con varios niveles de agregación de las actividades económicas, se vio que la información más valiosa se obtuvo al usar la clasificación más detallada disponible, es decir, de 35 productos; esto principalmente por la mayor facilidad de interpretación de los resultados. El Cuadro 3 presenta los resultados para los 35 productos de la economía.

Cuadro 3
Clasificación de sectores por su grado de encadenamiento

Fuente: Elaboración propia

3.1. Independientes

La gran mayoría de los sectores resultaron tener poco relacionamiento con el resto de la economía; esto puede deberse en parte a la poca transformación de la producción nacional, como en el caso de las actividades relacionadas a la agricultura, silvicultura, caza y pesca. El caso más claro es el de las actividades de producción agrícola no industrial, donde la mayor parte se destina al autoconsumo. En otros casos, esto se debe a que son actividades de extracción de recursos más que de producción, como ser la extracción de minerales metálicos y no metálicos, que son mayormente exportados.

Se observa también que las manufacturas, la producción de textiles, los productos de madera y los alimentos en general, tampoco presentan encadenamientos importantes ni atrás ni adelante. Esto muestra también poca integración dentro el mismo sector alimenticio pues podría esperarse un encadenamiento que en realidad es muy débil.

Entre los resultados llamativos se encuentra el hecho de que el sector de producción de electricidad, gas y agua no sea un sector estratégico para la economía; esto se explica en parte porque la producción de gas excluye el transporte de combustibles gaseosos por gasoductos. Tampoco la construcción resultó ser un sector de arrastre importante para otros sectores a nivel de la economía en su conjunto.

3.2. Estratégicos

Se encontraron ocho sectores estratégicos: petróleo crudo y gas natural; papel y productos de papel; substancias y productos químicos; productos de refinación del petróleo; productos metálicos, maquinaria y equipo; transporte y almacenamiento; comunicaciones y servicios a las empresas.

A continuación se hace una breve recapitulación de los componentes de cada una de estas actividades en función a la información sobre cómo se recopilan y organizan los metadatos de las cuentas nacionales utilizados por el INE:

Petróleo crudo y gas natural. Comprende la extracción de petróleo crudo y gas natural, así como actividades de construcción de pozos realizadas por empresas que exploran yacimientos de petróleo y de gas natural.

Los principales compradores directos de este producto como insumo intermedio para su respectiva producción son: la elaboración de productos de refinación de petróleo (50% del consumo intermedio), la misma producción de petróleo crudo y gas natural (27%); un 10% del consumo intermedio corresponde a la elaboración de productos no metálicos.

Papel y productos de papel. En el contexto nacional esta actividad incluye actividades de importación de papel con el que luego se producen otros bienes, como ser cuadernos, periódicos y libros, así como la actividad general en imprentas y las gigantografías.

Este producto se destina principalmente a la producción de papel y productos de papel (13%), a la generación de servicios financieros (12%) y servicios a las empresas (12%).

Substancias y productos químicos. Incluye la producción de productos químicos básicos para la extracción de minerales e hidrocarburos; productos farmacéuticos; productos de limpieza; productos de plástico y goma. Las substancias y productos químicos se destinan principalmente a la extracción de minerales metálicos y no metálicos (23%) y a los servicios de transporte y almacenamiento (10%).

Productos de refinación del petróleo. Este sector comprende la elaboración de los siguientes productos: gasolina para automóviles y de aviación, gas licuado, kerosene, jet fuel, diesel oil, fuel oil, aceite automotriz, aceite industrial, grasas, asfaltos, parafina y otros derivados. Estos productos se destinan a la producción de petróleo crudo y gas natural (25%) y a los servicios de transporte y almacenamiento.

Productos metálicos, maquinaria y equipo. Este sector es muy diverso, pues entre otros productos incluye desde la elaboración de herramientas, muebles y accesorios metálicos; carpintería metálica (puertas y ventanas de metal); artículos para uso doméstico (cuchillos y navajas) hasta carrocerías diseñadas para ser montadas sobre chasis de vehículos automotores.

Estos productos se destinan principalmente a la extracción de minerales metálicos y no metálicos (18%), a los servicios de transporte y almacenamiento (27%) y a la generación de servicios por parte de la administración pública.

Transporte y almacenamiento. Incluye el transporte de bienes de un lugar a otro, ya que, desde la perspectiva económica, un bien se considera distinto dependiendo del mercado geográfico en el que se encuentre, por lo que el transporte se considera un proceso de producción. Esta actividad incluye la cuantificación de los estados financieros de empresas de transporte de pasajeros y de carga, así como servicios relacionados al transporte, como ser terminales, empresas encargadas del cobro de peajes y agencias de viajes. Un detalle muy importante es el transporte de hidrocarburos por tubería, el cual podría tener su impacto en la dinámica del sector.

En el caso del almacenamiento, se considera que este servicio permite ofrecer productos en diferentes mercados en el tiempo, por lo que se incluye en esta actividad. Se considera como un transporte temporal más que espacial.

Los servicios de transporte y almacenamiento son utilizados principalmente en la producción de petróleo crudo y gas natural (19%), así como en la generación de actividades dedicadas al comercio (40%).

Servicios a las empresas. Este sector engloba una serie de actividades muy diversas, como ser actividades inmobiliarias, empresariales, alquiler de maquinaria y equipo, servicios de informática, actividades de contabilidad y jurídicas, publicidad, servicios de arquitectura e ingeniería. Es decir que engloba una gran cantidad de oferta de servicios, por lo general a clientes comerciales.

Los servicios a las empresas son utilizados principalmente por actividades de producción de petróleo crudo y gas natural (20%), generación de servicios relacionados a las comunicaciones (19%), generación de servicios financieros (11%) y servicios generados por la administración pública (13%).

Servicios comunales, sociales y personales. Esta actividad se compone de seis grupos, los cuales se definen brevemente:

Servicios de educación. Incluye enseñanza oficial y privada de todo tipo.

Servicios de salud. Son servicios de salud pública y privada, e incluyen los servicios de laboratorio y actividades veterinarias.

Servicios recreativos. Se refiere a actividades de esparcimiento, culturales y deportivas, como la producción y distribución de filmes, actividades de radio y televisión o lugares de recreación, como las discotecas.

Servicios de reparación. Este grupo aglomera a las actividades de reparación de automóviles, aparatos electrónicos y electrodomésticos.

Servicios de saneamiento básico. Este grupo se refiere principalmente a la eliminación de desperdicios (recolección de basura a nivel comercial e industrial).

Otros servicios. Incluye el lavado y limpieza de prendas de vestir, peluquerías, servicio de funerarias, saunas y estudios fotográficos, entre otros.

El análisis del consumo intermedio de estos servicios permite ver que son utilizados de manera muy importante para la producción de servicios de transporte y almacenamiento, pues representan un 45% de las compras en este tipo de servicios.

3.3. Arrastre

Comercio. Es el único sector que se identificó como de arrastre en la economía nacional. Este sector incluye actividades de comercio al por mayor y menor (excepto el comercio de vehículos automotores y motocicletas) y la reparación de efectos personales y enseres domésticos; así también toma en cuenta la reventa de productos nuevos o usados en una perspectiva amplia, desde reventa a minoristas hasta mayoristas.

Esto implica que un aumento en la demanda final en la producción de este servicio genera un aumento en su demanda de insumos nacionales mayor a la media de la economía; se puede observar que un 70% de las compras de insumos intermedios para la generación de actividades comerciales se refiere a la adquisición de servicios de transporte y almacenamiento, mientras que un 6% de sus compras se refieren a la compra de servicios a las empresas.

 

4. Conclusiones

Los resultados del documento son llamativos, ya que llevan a la reflexión sobre la actual estructura de la economía a nivel de eslabonamientos en la producción nacional. Primeramente llama la atención que no existe una solo actividad clave en la economía, es decir, que sea al mismo tiempo importante como demandante de insumos y que dependa del cambio en la demanda de insumos por parte de otros sectores.

Se determinó que ocho sectores pueden considerarse como estratégicos, es decir, sectores cuya producción intermedia es muy importante para la producción de bienes finales por parte de otros sectores. Al igual que en los estudios del tema referidos a otros países, se encontró que la producción de petróleo, gas natural y los productos químicos corresponden a este tipo. Sin embargo, la producción de electricidad, que también suele considerarse una actividad de tipo estratégico, no tiene mayor trascendencia para la elaboración de otros productos.

Uno de los resultados más llamativos para el caso nacional es que el comercio es el único sector de arrastre, es decir que parece ser el único sector cuyos cambios en su demanda tienen un impacto importante como consumidor de insumos nacionales. Respecto a otras economías, se observa que actividades como la construcción y la elaboración de manufacturas no tienen el papel dinamizador de la economía que se esperaría.

No obstante, se debe tomar en cuenta una particularidad sobre cómo el sector comercio genera una gran demanda de insumos de otros sectores. El comercio demanda de forma directa una gran cantidad de servicios del sector transporte (se observa que representa un 71% de sus compras directas), lo que a su vez genera que el sector transporte demande una gran cantidad de insumos de otros sectores. Es decir que el sector comercio tendría una fuerte influencia en el resto de la economía a través de sus efectos indirectos, en el sector transporte, más que a través de su efecto directo; es por ello que a primera vista pareciera que el transporte es el sector de arrastre de la economía, aunque gran parte de su dinamismo se debe a su dependencia con el sector comercio.

A nivel general los resultados reflejan la falta de integración entre sectores, en comparación con lo que reflejan estudios sobre otros países. Se observa que se debe tratar de diversificar las actividades que arrastran al resto de la economía para no sólo depender de la actividad comercial. Al respecto, la manufactura y la producción de alimentos podrían integrarse más con las actividades agrícolas. Los resultados reflejan también la condición de la economía nacional como productora y exportadora de materias primas, que impide una mayor integración entre las diferentes actividades.

 

Artículo recibido en: mayo de 2011

Manejado por: ABCE

Aceptado en: agosto de 2011

Referencias

1.      Andreosso, B. y  Yue, G. (2004). Intersectoral Linkages and Key Sectors in China 1987- 1997. Asian Economic Journal, 18.        [ Links ]

2.      Guo, D. y  Hewings, G.J.D. (2001). Comparative Analysis of China´s Economic Structures Between 1987 and 1997: An Input-Output Prospective. Regional Economics Applications Laboratory. Urbana, Illinois.        [ Links ]

3.      Hazari, B. y  Bandara, J. (1989). Basic Needs and Linkages: A case Study of Sri Lanka. Journal of Economic Development, 14 ( 2).        [ Links ]

4.      Instituto Nacional de Estadísticas, INE. ( 2004). "Cuentas nacionales. Metodología insumo-producto ".        [ Links ]

5.      Miller, R. y  Blair, P. ( 2009). Input-Output Analysis: Foundations and Extensions. Cambridge University Press.        [ Links ]

6.      Pfajfar, Lovrenc y  Dolinar, Alesa Lotric. (2000). Intersectoral linkages in the Slovenian economy in the years 1990, 1992, 1993 and 1995. Key sectors in the Slovenian economy. Papers of the 13th International Conference on Input-Output Techniques.        [ Links ]

7.      Pino, O. e  Illanes, W. (2002). Análisis exploratorio de los coeficientes de Rasmussen para la economía regional, mediante la utilización de las tablas input-output para la economía chilena, base 1996. Theoria: ciencia, arte y humanidades, 11.        [ Links ]

8.      Soza, S. (2004). Análisis de la economía chilena a partir de una matriz insumo-producto. Revista de Economía y Administración. Universidad de Concepción. Año XIL, Número 63.        [ Links ]

9.      UDAPE. (1985). "El modelo insumo-producto y sus posibilidades de aplicación". Manual de trabajo.        [ Links ]

10.  United Nations. (1999). "Handbook of input-output table compilation and analysis ". Studies in methods. Series F, Nº 74.        [ Links ]

 

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License