SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.25 número25Evolución histórica y actualidad de los tatuajesLectura de informes de arbitraje y cómo responder en una comunicación científica índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Fides et Ratio - Revista de Difusión cultural y científica de la Universidad La Salle en Bolivia

versión On-line ISSN 2071-081X

Fides Et Ratio vol.25 no.25 La Paz mar. 2023

 

ARTÍCULOS REPORTE DE CASO

 

Estilos de crianza y conductas
disruptivas en niños en tiempos
de pandemia

 

Parenting styles and disruptive behaviors
in children in times of pandemic

 

 

Mayra Alejandra Tinitana Vicente1,Nicole Janine Morales Bravo2
Carmita Esperanza Villavicencio Aguilar3

1
Egresado de la carrera de Psicología Clínica. Universidad Técnica de Máchala.
Máchala-Ecuador.Correo electrónico de contacto: mtinitana1@utmachala.edu.ec

2 Egresada de la carrera de Psicología Clínica. Universidad Técnica de Máchala.
Máchala- Ecuador. Correo electrónico de contacto: nmoralesl@utmahcla.edu.ec.

3 Docente de la carrera de Psicología Clínica. Universidad Técnica de Máchala.
Máchala- Ecuador. Correo electrónico de contacto: cvillavicencio@utmachala.edu.ec.

Artículo Recibido: 02-09-2022     Artículo Aceptado: 17-02-2023

 

 


Resumen

El objetivo de esta investigación fue determinar los factores implicados en el desarrollo de conductas disruptivas en niños relacionadas a los estilos de crianza de sus progenitores durante el confinamiento, entre 96 estudiantes de 5to - 6to de educación básica y sus cuidadores, por medio de una revisión sistemática, para la obtención de datos se aplicó la Escala de Identificación de Prácticas Educativas Familiares (PEF) y la Escala de Parentalidad Positiva (E2p). Se evidencia como el confinamiento por la COVID-19, generó niveles elevados de conflictos intrafamiliares, debido a la alteración de los estilos de crianza parental en el círculo familiar y los factores psicosociales inmersos en ellos, como la cotidianidad y aislamiento social. Finalmente, se evidenciaron resultados que muestran preponderancia de un estilo de crianza autoritario y permisivo, los cuales son significativos para el desarrollo de conductas disruptivas. El confinamiento generó dificultades como situaciones de estrés, ansiedad y conflictos intrafamiliares, imposibilitando el desarrollo integral de la familia, afectando sus rutinas diarias y comunicación.

Palabras clave: Estilos parentales, infancia, salud mental, confinamiento del COVID-19, conductas desadapta tivas.


Abstract

The objective of this investigation was to determine the factors involved in the development of disruptive behaviors in children related to the parenting styles of their parents during confinement, among 96 students from 5th - 6th grade and their caregivers, through a systematic review, to obtain statistical data, the Family Educational Practices Identification Scale (PEF) and the Positive Parenting Scale (e2p). It is evident how the confinement due to COVID-19 generated high levéis of intrafamily conflicts due to the alteration of parenting styles in the family circle and the psychosocial factors immersed in them, such as daily life and social isolation. Finally, results were evidenced that show a preponderance of an authoritarian and permissive parenting style, which are significant for the development of disruptive behaviors. The confinement generated difficulties such as situations of stress, anxiety and intra-family conflicts, making it impossible for the family to fully develop, improving their daily routines and communication.

Keywords: Parenting styles, childhood, mental health, COVID-19 confinement, maladaptive behaviors


 

 

Introducción

El trabajo de investigación adquiere relevancia para profesionales inmersos en estudios acerca de salud mental, siendo importante señalar que las conductas disruptivas son un tema de carácter social preocupante. Los estilos parentales se afectaron por la pandemia, influenciaron en el desarrollo de conductas desadaptativas en los niños, la familia es el principal apoyo y de su acción depende las perspectivas, oportunidades y bienestar del infante.

La pandemia presentó un impacto psicológico a nivel mundial donde surgieron ciertos cambios en la población que hizo que adopten un estilo de vida diferente al habitual, tal es el caso que las prácticas de crianza se vieron manipuladas durante el confinamiento, puesto que esta situación afectó directamente la salud mental de los progenitores e infantes, dando paso a nuevos conflictos familiares

Los estilos de crianza parental como lo menciona Baumrind (1996) son aquellas actividades realizadas por los progenitores en la comunicación, afectividad, asertividad e integración socio-familiar con cada uno de sus integrantes, a través de estas actividades se logra establecer un vínculo parental con el infante. En esta etapa se desempeñan de mejor manera las funciones parentales, formando vínculos afectivos sanos.

Baumrind (1996) destaca tres estilos de crianza: (a) estilo democrático, la autoridad que ejercen los progenitores para el cumplimiento de límites y normas dentro del ámbito familiar: se hace uso de estrategias para una mejor resolución de conflictos y evitar comportamientos disruptivos; (b) estilo autoritario, mantiene un perfil de autoridad rígida, se destaca el método de castigo para el cumplimiento de sus imposiciones; (c) estilo permisivo, no se ejerce autoridad, además de ser flexible ante las exigencias del niño. Posteriormente, Maccoby y Martin (1983) incrementaron un cuarto estilo denominado negligente; presenta una permisividad extrema y despreocupación ante los comportamientos y sensibilidad del infante.

Existen efectos de las prácticas parentales, Villavicencio et al. (2020) señala a) estilo democrático, es el más factible para el desenvolvimiento del niño, presenta el establecimiento de límites, respetando las opiniones del infante que forma un vínculo afectivo con los progenitores, mediado por la comunicación asertiva; proporciona un desarrollo psicológico equilibrado permitiendo el manejo de emociones, autonomía y comportamiento del menor; b) estilo autoritario se manifiestan conductas desadaptativas, dominantes por parte del progenitor y como resultante el niño presenta inhibición, baja autoestima, vulnerabilidad y afectaciones en su desarrollo; c) estilo permisivo, crea conductas desafiantes, además se evidencia un conflicto en el establecimiento de normas, conductas hostiles y manipulación exuberante hacia los padres, e inclusive la introducción a un posible consumo de sustancias, por falta de madurez emocional no presentan responsabilidad en su accionar; y d) estilo negligente genera en el infante efectos negativos a nivel conductual y emocional, provocando sobrevaloración de problemas, victimización, inclusive inestabilidad en sus relaciones interpersonales.

Las conductas disruptivas son comportamientos que surgen en respuesta a un acontecimiento o circunstancia que denote perturbación del niño en diferentes contextos, provocando una convivencia con conflictos dentro y fuera del hogar; además subrayan que cuidadores tienen responsabilidades esenciales en el ámbito familiar, sin embargo, cuando existe variabilidad de patrones que no son funcionales en su aplicación suscita confusión, frustración e insatisfacción en las prácticas parentales (Villavicencio et al., 2020). Dentro de las conductas disruptivas surgen efectos psicosociales que alteran el proceso de crianza de los niños y se ratifica que tanto los procesos familiares como los estilos de crianza parentales ayudan en el pronóstico de las conductas externalizantes (espacio familiar) e internalizantes (dificultades psicológicas) del infante (Yeung et al., 2017).

Dentro del comportamiento disruptivo surgen efectos psicosociales que alteran el proceso de crianza de los niños, donde los cuidadores tienen responsabilidades esenciales en el ámbito familiar, sin embargo, cuando existe variabilidad de patrones que no son funcionales en su aplicación suscita implicaciones negativas como confusión, frustración e insatisfacción en las prácticas parentales (Schulz et al., 2019).

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) delimitó a la COVID-19, como parte de un grupo de virus que causan afecciones respiratorias graves, la cual comenzó su expansión durante el año 2019, ocasionando tanto afectaciones físicas, sociales y psicológicas en la población mundial, siendo los infantes la población de mayor riesgo de vulnerabilidad (OPS, 2020). Un estudio elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) evidencia que, en Latinoamérica, específicamente Ecuador, se demostró la falta de compromiso en el desarrollo de estilos de crianza parentales apropiados, podría ser una de las principales causas de origen de las conductas disruptivas en los niños (OMS, 2018). Otra investigación efectuada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) demostró que de la población mundial que fue sometida a cuarentena, un 73% de los niños presentaron afectaciones conductuales y emocionales y el 27% restante fueron adultos con afectaciones emocionales; de este porcentaje se evidencia que la mayor parte de este grupo vulnerable corresponde a niños, siendo los más afectados por el confinamiento (OPS, 2020).

Referentes conceptuales

A continuación, se presentan diferentes investigaciones desde el campo internacional, europeo y panorámico, relacionados con el problema de investigación, estilos de crianza y conductas disruptivas en niños en tiempos de pandemia como antecedentes principales del presente estudio. Morales et al. (2017) realizaron un estudio sobre los modelos parentales en el contexto urbano en la ciudad de México, realizado en 1800 familias, con el objetivo de explorar los estilos de crianza, vínculos afectivos y las características intrafamiliares. La metodología usada en esta investigación es un diseño mixto de tipo exploratorio - descriptivo. Por medio de este estudio, se identificó que las prácticas de crianza rígidas, son consideradas por los padres como un medio de crianza adecuado, no obstante, descartaron el estilo de crianza permisivo como práctica de crianza dado que solo generaba conflictos dentro del hogar.

Velarde y Ramírez (2017) aportaron con un nuevo estudio sobre los efectos de las prácticas de crianza en niños de preescolar; el objetivo fue identificar el desempeño del infante mediante la aplicaciones de diferentes estilos parentales, usando un alcance cuantitativo, donde participaron 88 niños de 4 y 5 años,; evidenciando que los niños formados con un estilo de crianza democrático poseen niveles de disciplina elevados, mientras que los que fueron criados con una práctica negligente presentan niveles bajos de rendimiento y conductas disruptivas.

Otras contribuciones de Martínez-Vicente y Valiente-Barroso (2017) sobre los modelos parentales en el contexto urbano en la ciudad de México, realizado en 1800 familias, cuyo objetivo consistió en explorar los estilos de crianza, vínculos afectivos y las características intrafamiliares. La metodología usada en esta investigación fue un diseño mixto de tipo exploratorio-descriptivo; se identificó que las prácticas de crianza rígidas asociadas a las relaciones afectivas sólidas, son consideradas por los padres como un medio de crianza adecuado, no obstante descartaron el estilo de crianza permisivo como práctica de crianza dado que solo generaba conflictos dentro del hogar.

Moreno et al. (2020) introdujeron una nueva contribución en esta línea investigación sobre el papel de los estilos de crianza, cuyo objetivo radica en conocer el rol de los estilos parentales que se asocian a problemas externalizantes e internalizantes y de adaptación en niños. La metodología empleada fue de diseño cuantitativo, teniendo como muestra 422 padres con hijos de 8 y 12 años; los resultados obtenidos indicaron que las prácticas de crianza afectivas actúan sobre los problemas internalizados, por lo contrario, las dinámicas familiares actúan indirectamente en los efectos de desadaptación afectiva externalizadora.

En esta misma línea Rusca-Jordan et al. (2020) en su investigación acerca de un enfoque sobre la salud mental de niños, adolescentes y cuidadores en el contexto COVID-19 en Perú, realizado a 546 familias, realizándose una revisión de literatura con el fin de valorar la salud mental en estas familias, como resultante se en los demostró que el 69,2% de cuidadores notaron la presencia de afectaciones conductuales y emocionales en sus hijos, durante la pandemia de la COVID-19, dado que estaban inmersos a la tecnología y al sedentarismo

Rengel y Calle (2020) indican que el distanciamiento social en tiempos de pandemia provocó que no exista la convivencia de los niños con su entorno, se afectó la cotidianidad en los hogares, empezando por cambios en la dinámica familiar, se perturbaron los estilos de crianza y a su vez produjo en la mayoría de los casos agresiones intrafamiliares tanto física, verbal y psicológica. Los niños fueron los más vulnerables al estar expuestos a este ambiente en el que los padres adoptaron actitudes de crianza difusas, a causa del estrés o ansiedad y cambios de rutinas por la situación sanitaria que se atravesaba, lo que provocó en el infante cambios conductuales y comportamentales (UNICEF, 2020; Rodríguez-Villamizar y Amaya-Castellanos, 2019).

En esta misma línea de investigación, Gutiérrez et al. (2021) manifiestan que durante el confinamiento, estuvo afectada la salud mental no solo al miedo de contraer el virus, sino también a las situaciones de estrés y ansiedad a las que se encontraban sometidos a causa del confinamiento como el distanciamiento social, el aislamiento, sin relaciones sociales con pares, la falta de realización de las actividades cotidianas o alguna forma de distracción, considerando que tuvo un impacto notable en el ritmo de vida del niño, afectando la adaptación a una nueva realidad.

El confinamiento causó un impacto emocional especialmente en niños y adolescentes Galiano et al. (2020) demostró que niños cuyas edades fluctúan los cinco años de edad presentaron afectaciones en su comportamiento como agresividad, pasividad y conductas regresivas; por otro lado, en niños de 6 y 11 años se identificó alteración en sus funciones ejecutivas y en jóvenes de 12 y 18 años se identificó miedo al regreso presencial progresivo de las actividades académicas, además se alteró la atención, concentración, eventos de irritabilidad e hiperactividad.

Una investigación desarrollada por Erades y Morales (2020) evidenciaron que de 113 participantes de 3 y 12 años, el 69-6% presentó reacciones psicológicas emocionales negativas durante el confinamiento de la COVID-19, el 31,3% manifestaron tener dificultades para conciliar el sueño y el 24,1 % restante, cambios comportamentales, además se identificó que estas reacciones se intensificaron por el uso exagerado de las medidas de bioseguridad impuestas por los progenitores, aumentando las respuestas negativas de los niños, sumado a ello la cotidianidad y la alteración de estilos de crianza difusos.

 

Método

La metodología empleada corresponde a una revisión sistemática de tipo descriptivo, con enfoque cuantitativo y diseño no experimental, en el cual se pretende identificar los estilos de crianza predominantes en el desarrollo de conductas disruptivas desde el confinamiento COVID-19, basado en el porcentaje de eficacia y fiabilidad los test empleados, además de la revisión y aplicación de una prueba piloto para verificar su idoneidad.

La muestra que se empleó en la investigación corresponde a una muestra no probabilística de tipo consecutivo, compuesta por 96 estudiantes y sus cuidadores, cuyas edades de los infantes oscilan de nueve a diez años; conformada por 60 % de mujeres y 40% de varones; el nivel de educación comprende el 5to - 6to año de educación básica de la Escuela Antonio José de Sucre. El acopio de los datos fue digitalizado a una base de datos SPSS versión 25-0, que fue revisada y seleccionada, realizando tablas estadísticas correspondientes a cada instrumento.

En primera instancia, se aplicó la Escala de Identificación de Prácticas Educativas Familiares establecido por Alonso y Román (2003) citado en Valdivieso et al. (2014) manifiestan que este test cuenta con cuatro escalas independientes, que valoran la percepción de las prácticas educativas más utilizadas por los progenitores; recogen la percepción infantil y la percepción del adulto, por separado, para valorar su constante. Se encuentra diseñado para hijos (PEF-H) conformado por 45 ítems valorados de manera individual dependiendo del estilo parental que ejerzan, siendo 1 estilo autoritario, 2 estilo democrático o equilibrado y 3 permisivo; la puntuación total del estilo autoritario: 15, del equilibrado: 30 y del permisivo: 45; estos datos evalúan cada "estilo educativo" en relación a cada "situación" y al tipo de "conflicto"; además, la escala para padres (PEF-A) cuenta con 90 ítems, con una puntuación que varía de 0 a 5, cuyo significado es 0 casi nunca hasta 5 casi siempre. Las fiabilidades estimadas son: α .83 para consistencia interna,α .82 para validez de constructo yα .83 para validez de contenido.

Por otro lado, la Escala de Parentalidad Positiva (E2p) indaga la manera como los padres se relacionan con sus hijos, precisando situaciones cotidianas (por ejemplo, "Cuando mi hijo pide mi atención, respondo pronto, o en poco tiempo". El 2p está conformada por 54 ítems, donde destacan 4 competencias parentales: de protección, reflexivas, formación y vinculares; en donde sus puntuaciones fluctúan de (1) casi nunca hasta (4) siempre. Las conflabilidades estimadas son: α.94 para la escala total,α .89 para Competencias Vinculares, α.86 para Competencias Formativas,α .84 para Competencias Protectoras y α.81 para Competencias Reflexivas. La validez de la Escala de Parentalidad positiva (E2p) son subdivididas en validez de contenido y validez estructural (Gómez y Muñoz, 2015).

Se solicitó la autorización correspondiente a los directivos de la institución educativa, mediante esta coordinación se obtuvo un acercamiento con el personal docente y padres de familia, para corroborar su participación en la investigación; adicionalmente, se contó con el respectivo consentimiento informado, el cual fue analizado y aprobado por los representantes legales de los menores, existió un compromiso por parte de las investigadoras, garantizando confidencialidad y respaldo de los datos personales de los cuidadores y los niños; todo este proceso facilitó la recolección de información del trabajo investigativo, siendo este un aspecto fundamental para su desarrollo.

Los instrumentos psicológicos fueron administrados de manera grupal a los estudiantes de 5to y 6to año de educación básica quienes entregaron el formulario mencionado firmado por ellos y sus padres, teniendo una aceptación del 100% ala aplicación de los test psicológicos a 96 estudiantes y progenitores de la institución.

Análisis de datos

En primer lugar, teniendo en cuenta el objetivo de este artículo se realizó un análisis descriptivo de cada ítem del PEF-A, para identificar qué estilos de crianza habían adoptado los progenitores con sus hijos durante el confinamiento y la percepción de los estilos de crianza respecto a los hijos, dividiendo los estilos de crianza a través de cinco situaciones: cuando inicia algo nuevo, ruptura de rutinas, cuando va a la cama, cuando cuenta algo y cuando juega. Consecuentemente, se empleó un análisis descriptivo de los 54 ítems de E2p, para identificar los elementos inmersos en el desarrollo de conductas desadaptativas en niños, relacionadas a los estilos de crianza de sus progenitores durante el confinamiento, categorizando las dimensiones en competencias parentales: vinculares, formativas, protectoras y reflexivas.

 

Resultados

A partir de la Escala de Identificación de Prácticas Educativas Familiares PEF-A, PEF-H y la Escala de Parentalidad Positiva aplicada a progenitores e infantes se determinó:

PEF- ADULTOS- HIJOS

En la situación 1 cuando inician algo nuevo, se obtuvieron 500 respuestas en el PEF-A que insistían en establecer límites rígidos de autoridad en aplicar medidas de bioseguridad adecuadas para evitar la propagación de la COVID 19, sin embargo estos límites eran percibidos por los infantes como extremos causando malestar en ellos, mostrando sus puntuaciones de 160 respuestas obtenidas en el PEF-H (Véase tabla 1).

En la tabla 1, tanto de PEF-Ay de PEF- H se evidencia que dentro de estas dos subescalas existe mayor incidencia en la utilización del estilo de crianza autoritario adoptado por los progenitores durante el confinamiento, ponderando un incremento en la frecuencia sobre el estilo equilibrado y permisivo, esto se generó por las situaciones de miedo, estrés, ansiedad a la que estaban sometidos; así como la incorporación al teletrabajo, clases virtuales y nuevas medidas de protección para prevenir el contagio de la COVID-19, lo que provocó estilos rígidos de autoridad, tendientes a formar conductas desadaptativas en los infantes.

En la situación 2, se evidencia valores superiores en la percepción PEF-A y PEF-H, con un aproximado de 440 respuestas de un estilo equilibrado PEF-A y aproximadamente 113 respuestas de un estilo de crianza permisivo PEF-H (Véase tabla 2).

En la tabla 2, dentro del conflicto externo, interno y transgresión de normas del PEF-A se evidencia que el estilo predominante utilizado por los cuidadores durante el confinamiento, es el equilibrado donde los padres percibían que empleaban un estilo de crianza equilibrado y asumen que este formaba apegos, una mejor resolución de conflictos sin generar fricciones dentro del núcleo familiar, porque estaban viviendo un momento de duelo por la pérdida de un familiar cercano y por este posible duelo se hacían la ilusión de que era equilibrado el estilo parental de crianza. A diferencia de los padres, la percepción de los hijos, refleja que el estilo de crianza preeminente es el permisivo, esto se debe a que durante el confinamiento se rompieron las rutinas diarias y se permite al menor realizar actividades sin un límite de normas establecidas.

Con respecto a la situación 3, cuando se van a la cama, se obtuvieron datos crecientes en el estilo permisivo tanto en el PEF-H con 134 puntuaciones y el PEF-A con 436 resultados correspondientes a cada ítem y conflicto externo, interno y transgresión de normas (Véase tabla 3).

En la tabla 3, se revela una correlación directa al PEF-A y PEF-H, estableciendo al estilo permisivo como la práctica parental base en esta situación, representando un ponderado superior al autoritario y equilibrado, esto se debe a que los progenitores durante el confinamiento se encontraban tan inmersos en los cambios emocionales por los que atravesaban, impidiendo enfocarse en el establecimiento de límites para el infante, generando cambios comportamentales inadecuados, la no aceptación de normas o reglas al momento de acostarse, donde se permite mayor cantidad de tiempo en vigilia hasta altas horas, el tiempo que deseen, con el fin de no ser interrumpidos los progenitores en sus actividades.

El estilo preeminente en la situación 4, cuando los niños muestran algo nuevo a los cuidadores corresponde al estilo autoritario tanto en el PEF-A con datos numéricos de 228 y PEF-H con 143 respuestas (Véase tabla 4).

En la tabla 4, se revela un estilo de crianza autoritario en los dos test destacando que los progenitores no prestan atención a las opiniones de sus hijos, evidenciando límites rígidos para evitar distracciones en sus actividades, desarrollando distanciamiento en el vínculo paterno filial al no sentirse escuchados y desconfían de la validez de sus opiniones en el círculo familiar, porque los padres ponían como prioridad estar informado de todas las situaciones como contagios, muertes y propagación de la COVID-19, por lo que las situaciones que ocurrían en su hogar no adquirían relevancia para ellos.

En la situación 5, tanto en el PEF-A como en el PEF-H el estilo preponderante es el equilibrado, se hace evidente la interacción de padres a hijos en el momento de jugar, por lo que al estar en confinamiento existía disponibilidad de tiempo para jugar, además como no existían rutinas y reglas la distracción del infante era continua (Véase tabla 5).

Dentro de la tabla 5, se obtuvieron 316 respuestas de las cinco situaciones de PEF-A y alrededor de 177 respuestas de PEF-H considerando una correlación directa entre PEF-A y PEF-H concluyendo que los progenitores adoptan la táctica del juego como método de actividad física y hobby

E2P

Haciendo un análisis descriptivo sobre las competencias parentales, existe una preponderancia en la competencia parental protectora, sin embargo, en tiempos de COVID- 19, más que protectora se sobrevalora la seguridad del infante al estar expuesto a una situación de emergencia sanitaria, a su vez el miedo y ansiedad a la que estaban sometidos (Véase tabla 6).

Dentro de las competencias parentales de la Escala de Parentalidad Positiva (E2P) y sus respectivas situaciones, se evidencia una sobreprotección por miedo al contagio, con afianzamiento de la estabilidad física, emocional y psicosexual para el menor, siendo considerada de mayor cuidado y atención para los progenitores.

 

Discusión

Estos resultados indican que ciertos estilos parentales inciden en el desarrollo de conductas desadaptativas, entre ellos los estilos de crianza: autoritario y permisivo estuvieron presentes en la mayor parte de la muestra, el primero crea situaciones de rebeldía y los segundos generan conductas laisser faire, haciendo que el infante tenga impulsos y una escasa comunicación parental. De esta forma, se puede corroborar la investigación con los estudios llevados a cabo por Aguirre y Villavicencio (2017) indicando que estos estilos parentales ostentan una representativa inclinación a desarrollar conductas desadaptativas, fundadas por la carencia de atención y cuidados por parte de los progenitores, así como la falta de normativas parentales que desencadenan en los hijos un desajuste emocional y comportamental; apoyando esta posición Yeung et al. (2017) señalan que los estilos de crianza parentales direccionan a un pronóstico de conductas visibles en el espacio familiar y dificultades psicológicas en el infante. Morales et al. (2017) sostienen que las prácticas de crianza negativa marcan problemas de agresividad cuando los niños están expuestos a castigos corporales y conductas permisivas de sus padres.

Los estilos de crianza se afectan cuando existen situaciones externas que influyen en las relaciones intrafamiliares, en respuesta a un factor estresante como es el confinamiento de la COVID-19 que concibió un grado de incomodidad en el progenitor, siendo víctima de ello el infante, quien se adapta al estilo implementado como una normalidad otorgada por su cuidador. Rengel y Calle (2020) exponen que el distanciamiento social en el confinamiento provocó cambios en la dinámica familiar, se perturbaron los estilos de crianza y a su vez produjo en la mayoría de los casos agresiones intrafamiliares; las prácticas parentales confusas, por estrés o ansiedad en la emergencia sanitaria, provocando cambios conductuales y comportamentales en los menores (UNICEF, 2020; Rodríguez-Villamizar y Amaya-Castellanos, 2019); para autores como Rusca-Jordan et al. (2020) un 69,2% de tutores reportaron afectaciones conductuales y emocionales en los niños, durante la pandemia de la COVID-19; Anchundia y Navarrete (2021) refieren que la sobreprotección por parte de los cuidadores a los infantes imposibilita y limita el desarrollo personal y actitudinal del niño. Por ello, sí el estilo de crianza no es el adecuado genera conductas disruptivas y afectaciones conductuales en el menor, si esta no es modificada en su momento aumentará su prevalencia en la personalidad del niño, siendo esta investigación una pauta de estudio en el campo de la salud mental, si bien estos resultados se evidenciaron en la investigación, es indispensable destacar un nuevo instrumento de aplicación, además de entrevistas directas al núcleo familiar para validar con datos cualitativos y contrastar nuevas evidencias científicas.

 

Conclusión

En síntesis, en la etapa inicial los niños buscan dichas guías con los padres, hermanos u otros familiares con los que crecen, de ellos aprenden las primeras palabras, gestos y son los encargados de moldear las ideas y costumbres durante toda la etapa de crecimiento. Cuando estos modelos son coercitivos, a veces ejercidos violentamente sobre los niños podrían generar conductas disruptivas, más aún en etapa de confinamiento como el aislamiento sin relaciones sociales con pares, ni ninguna forma de distracción.

Se constató con la Escala de Prácticas Educativas Parentales (PEF) que los estilos de crianza empleados por los progenitores durante la pandemia de la Covid-19, generó afectaciones psicosociales en el entorno familiar del infante; perturbando sus aptitudes y habilidades. Los padres adoptan habilidades parentales vinculares, formativas, protectoras y reflexivas en la crianza de sus hijos, teniendo mayor preponderancia las competencias parentales protectoras, sin embargo, durante el confinamiento se percibieron como conductas sobreprotectoras que impiden la autonomía e independencia del menor.

Mediante el análisis de estos resultados, se concluye que los estilos de crianza tienen gran influencia en el desarrollo de las conductas disruptivas que surgieron a causa del confinamiento, considerando que la manera en cómo educaron los progenitores incitó a que los niños no tengan un desarrollo socio-cognitivo y emocional sano. La pandemia presentó un impacto psicológico a nivel mundial donde surgieron cambios en la población que hizo que adopten un estilo de vida diferente al habitual, tal es el caso que las prácticas de crianza y competencias parentales durante el aislamiento social se percibieron de perspectivas diferentes tanto de los progenitores como de los niños, esta situación afectó directamente la salud mental de los progenitores e infantes, manifestando conflictos, alteraciones en las habilidades intrapersonales e interpersonales, direccionados a imposibilitar la sana convivencia en el ambiente familiar.

Respecto a las limitaciones de la investigación, es imprescindible destacar como su principal, el contexto de la pandemia COVID-19, en el cual fue llevado a cabo el estudio, debido a las medidas de bioseguridad exigentes en este entorno, además de la obtención de los permisos consentidos por parte de los progenitores que posibilitan la accesibilidad a la muestra. De lo mencionado anteriormente, la aplicación de los instrumentos en un horario determinado también jugó un papel indispensable en la obtención de resultados, la institución educativa proporcionó un tiempo limitante de aplicación poco factible.

Como proyección para futuras líneas de investigación, se pretende desarrollar un estudio de corte longitudinal con el fin de evidenciar si continúan o no las conductas desadaptativas y si el estilo de crianza parental en este lapso de tiempo presentó algún cambio por parte de los padres e inclusive si existe la implementación de nuevas estrategias en el desarrollo de crianza de progenitor e infante. Otra potencial investigación que podría emerger sería la oportunidad de identificar nuevas variables que surgieron a raíz de este estudio como la falta de afectividad emocional percibida por los infantes como escasa, además de la relación de estrategias de afrontamiento y el confinamiento de la COVID-19.

 

Agradecimiento

Wilson Rojas Preciado, sin sus conocimientos estadísticos, paciencia y atención, nuestro trabajo de titulación no habría culminado a tiempo. Del mismo modo queremos expresar nuestro reconocimiento a la Leda. Verónica Sánchez, Directora de la Escuela de Educación Básica Antonio José de Sucre, por facilitar la aplicación y desarrollo durante nuestro arduo trabajo de investigación.

 

Fuentes de financiación

La investigación fue autofinanciada por los propios autores.

 

Referencias

Aguirre, E., y Villavicencio, C. (2017). Estilos de crianza en adolescentes con conductas agresivas. In Conference Proceedings UTMACH1(1). https://investigacion.utmachala.edu.ec/proceedings/index.php/utmach/article/view/48/40         [ Links ]

Alonso, M., y Román, J. (2003). PEE: Escalas de identificación de Prácticas Educativas Familiares. Madrid, España: Cepe         [ Links ]

Anchundia, R, y Navarrete, Y. (2021). Incidencia de la sobreprotección familiar en el desarrollo autónomo del niño de Inicial I y II de la Unidad Educativa Provincia de Manabí, Cascol. VARONA, (73). https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=360670689015         [ Links ]

Baumrind, D. (1966). Effects of Authoritative Parental Control on Child Behavior. Child Development, 37(4), 887-907. https://doi.org/10.2307/1126611         [ Links ]

Erades, N., y Morales, A. (2020). Impacto psicológico del confinamiento por la COVID-19 en niños españoles: un estudio transversal. Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes, 7(3), 27-34. https://www.revistapcna.com/sites/default/files/006_0.pdf         [ Links ]

Galiano, M., Prado, R, y Mustelier, R (2020). Salud mental en la infancia y adolescencia durante la pandemia de COVID-19- Revista Cubana de Pediatría, 92. https://revpediatria.sld.cu/index.php/ped/article/view/1342/681        [ Links ]

Gómez, E., y Muñoz, M. (2015). Escala de Parentalidad Positiva (e2p). Santiago de Chile. https://www.observaderechos.cl/site/wp-content/uploads/2013/12/Manual-de-la-Escala-de-Parentalidad-Positiva.pdf        [ Links ]

Gutiérrez, A., Rodríguez, L., Torralbas, A., Calcerrada, M., Cruz, A., Baez, K., Hidalgo, D., y Ávila, Y. (2021). Impacto psicosocial de la cuarentena por COVID-19 en la comunidad 26 de julio en Holguín. Anales de la Academia de Ciencias de Cuba, 11(2), 940. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2304-01062021000200012&lng=es&tlng=es         [ Links ]

Maccoby, E., y Martín, A. (1983). Socialization in the context of the family: Parent.child interaction. Wandbook of child psychology: Socialization, personality, 1(101). https://www.scirp.org/(S(i43dyn45teexjx455qlt3d2q))/journal/paperinformation.aspx?paperid=56127        [ Links ]

Martínez-Vicente, M., y Valiente-Barroso, C. (2020). Adaptación personal y conductas disruptivas en alumnos de primaria. Actualidades En Psicología, 34 (129), 71-89. https://doi.org/10.15517/ap.v34i129.37013        [ Links ]

Morales, S., Martínez, M., Nieto, J., y Lira, J. (2017). Crianza positiva y negativa asociada a los problemas severos de conducta infantil. Salud y drogas, 17(2), 137-149- https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=83952052013        [ Links ]

Moreno, J., Espada, J., y Gómez, M. (2020). Papel de los estilos de crianza en los problemas de internalización, externalización y adaptación en los niños. Salud Mental, 43 (2), 73-84. https://doi.org/10.17711/SM.0185-3325.2020.011        [ Links ]

OMS. Organización Mundial de la Salud. (2 de junio de 2018). Nuevas amenazas para la salud de los niños y los adolescentes. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/children-new-threats-to-health        [ Links ]

OPS. Organización Panamericana de la Salud. (24 de marzo de 2020). Infecciones por Coronavirus. https://docs.bvsalud.org/biblioref/2020/05/1096519/covid-19.pdf        [ Links ]

OPS. Organización Panamericana de la Salud. ( 18 de marzo de 2020). Consideraciones psicosociales y de salud mental durante el brote de COVID-19. https://www.paho.org/es/documentos/consideraciones-psicosociales-salud-mental-durante-brote-covid-19        [ Links ]

Rengel, M., y Calle, I. (2020). Impacto psicológico de la pandemia del COVID-19 en niños. Revista de Investigación Psicológica, 75-85. http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2223-30322020000300011&lang=es        [ Links ]

Rodríguez-Villamizar, L., y Amaya-Castellanos, C. (2019). Estilos de crianza, autoeficacia parental y problemas conductuales infantiles en tres municipios de Santander. Revista de la Universidad Industrial de Santander, Salud, 51(3), 228-238. http://dx.doi.org/10.18273/revsal.v51n3-2019006        [ Links ]

Rusca-Jordan, E, Cortez-Vergara, C, Tirado-Hurtado, B., y Strobbe-Barbat, M. (2020). Un abordaje sobre la salud mental de los niños, niñas, adolescentes y cuidadores en el contexto del COVID-19 en el Perú. Acta Medica Peruana, 37(4). https://doi.org/10.35663/amp.2020.374.1851        [ Links ]

Schulz, S., Leijten, P., Shaw, D., y Geertjan, O. (2019). Parental Reactivity to Disruptive Behavior in Toddlerhood: An Experimental Study. Journal of Abnormal Child Psychology, 47, 779-790. https://link.springer.com/article/10.1007%2Fs10802-018-0489-4        [ Links ]

UNICEE Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (2020). Psychosocial support for children during COVID-19. https://www.unicef.org/india/media/3401/file/PSS-COVID19-Manual-ChildLine.pdf        [ Links ]

Valdivieso, L., Román, J., Flores, V., y Aken, M. (2014). Prácticas educativas familiares:¿Cómo las perciben los padres? ¿Cómo las perciben los hijos? ¿Qué grado de acuerdo hay?. Perspectiva Educacional, 55(1), 129-151. https://www.redalyc.org/journal/3333/333343664009/html/        [ Links ]

Velarde, M., y Ramírez, M. (2017). Efectos de las prácticas de crianza en el desempeño cognitivo en niños de edad preescolar. Revista Chilena de Neuropsicología, 12(1), 12-18. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=179353616001        [ Links ]

Villavicencio, C, Armijos, T., y Castro, M. (2020). Conductas disruptivas infantiles y estilos de crianza. Revista Iberoamericana de Psicología, 13 (1), 139-150. https://doi.org/10.33881/2027-1786.rip.13113        [ Links ]

Yeung, J., Chen, H., Lo, H., y Choi, A. (2017). Efectos relativos de las prácticas de crianza sobre el desarrollo adolescente en el contexto de los procesos familiares. Revista de Psicodidáctica, 22(2), 102-110. https://doi.org/10.1016/j.psicoe.2017.05.003        [ Links ]