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Fides et Ratio - Revista de Difusión cultural y científica de la Universidad La Salle en Bolivia
versión On-line ISSN 2071-081X
Fides Et Ratio vol.23 no.23 La Paz mar. 2022
ARTÍCULOS ORIGINALES
Amor Romántico y Violencia contra las Mujeres desde
el Enfoque de Género
Romantic Love and Violence against Women from
a Gender Approach
Camila Lucía Torrico Cano1, Dolly Alcoba Meriles2
Artículo Recibido: 21-12-21 Artículo Aceptado: 15-02-22
Resumen
El amor romántico, es un peligro para muchas mujeres. La violencia contra ellas (VcM) y los feminicidios incrementan y en su mayoría son perpetrados por sus (ex) parejas. El Objetivo del presente fue describir las interpretaciones del Amor Romántico y VcM de hombres y mujeres pertenecientes a la Universidad en La Paz; el enfoque es cualitativo de tipo exploratorio descriptivo, a partir de grupos focales y una escala. Pese a compartir algunos indicadores hombres y mujeres interpretan de forma distinta, pero, estas responden a la imagen tradicional de amor romántico,donde la VcM es naturalizada, por lo que una posible forma de contrarrestarla es deconstruyendo el amor romántico, y estereotipos de género que lo promueven.
Palabras clave: Amor Romántico, Amor Pleno, Jóvenes que asisten a la universidad, Roles y Estereotipos de género y Violencia Contra las Mujeres (VcM).
Abstract
Romantic love is dangerous for many women. Violence against them (VAW) and femicides increase and are mostly perpetrated by their (ex) partners. The Dbjective of the present was to describe the interpretations of Romantic Love and VAW of men and women who go to the University in La Paz; the approach is qualitative of descriptive exploratory type, based on focus groups and a scale. Despite sharing some indicators, men and women interpret them diíferently but these respond to the traditional image of romantic love, where VAW is naturalized, so a possible way to counteract it is by deconstructing romantic love, and gender stereotypes that they promote it.
Keywords: Romantic Love, Full Love, Young people attending university, Gender Roles and Stereotypes and Violence Against Women (VAW).
Introducción
El amor es parte de la vida del ser humano, este ha sido crucial desde el inicio de los tiempos siendo abordado por distintas disciplinas. Existen distintos tipos de amor, siendo uno de estos el amor romántico, el cual se ha convertido en una potencial fuente de peligro, especialmente para las mujeres (Gualano, 2018). La sociedad presiona a las personas a pensar que el amor debe estar por encima de todo y que el hecho de tener una pareja es una necesidad, y si bien, el amor en sí es una necesidad, el problema radica en que ni siquiera se habla de un amor pleno o sano, sino de un modelo de amor romántico que perpetúa ideas erróneas y peligrosas, ya que este modelo, no solo favorece la desigualdad, afectando tanto a hombres como mujeres, sino también es una fuente real de peligro. En el modelo de amor romántico tradicional, las emociones de los hombres no son bien vistas, si bien existen, no pueden ser demostradas, ya que eso implicaría debilidad, y entonces ¿Qué hacen con estas emociones? Ya que está claro que si no se expresan es muy difícil que se manejen correctamente, lo que como consecuencia podría conducir a la violencia por razones de género, puesto a que la masculinidad, para ser reafirmada, conduciría al abuso a las mujeres para legitimarse (Herrera, 2012).
Se estima que al menos una de cada tres mujeres a lo largo de su vida ha sufrido violencia y que esta, especialmente es ejercida de parte sus parejas, y que, en el mundo en el 2017, más de un tercio de las mujeres fueron asesinadas por su actual o expareja. Según Miranda (2019) para la BBC (The British Broadcasting Corporation), Bolivia ocupó el primer lugar en feminicidios en Sudamérica; en este año, se documentaron más de 70 feminicidios en el país y según los datos de la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (FELCV) los casos denunciados de violencia contra las mujeres se incrementan visiblemente cada año; en el 2018 se recibieron más de 38.000 denuncias de agresiones contra mujeres, lo cual es alarmante y además crea incertidumbre sobre cuántos más casos no llegaron a ser denunciados, por lo que se debe tomar en cuenta que esta problemática, es aún más grave de lo que reflejan los datos verificados y obtenidos por distintas organizaciones e instituciones.
Existen investigaciones a nivel mundial que abordan estas dos temáticas, que dejan ver la importancia que la sociedad brinda al amor romántico, sus mitos y cómo estos ejecutan el papel de mantener relaciones violentas y cómo la sociedad acepta esta violencia, como aún está presente el pensamiento tradicionalista sobre el amor y una representación de amor ideal con una visión que mantiene a las personas dentro de los mitos del amor romántico (García, Hernández y Monter, 2019). Un modelo de amor que es determinante en cómo se viven las relaciones de pareja y en cómo se promueven desigualdades entorno al poder y cómo éstas, contribuyen a que la VcM se mantenga y sea naturalizada, y que como mencionan Cerro y Vives (2019), es debido a los roles y estereotipos de género interiorizados que, junto con los mitos del amor romántico, sostienen este modelo de amor.
Una de las posibles explicaciones al por qué la VcM proviene especialmente de parte de las parejas (desde el enfoque de género), podría ser que la VcM se da por relaciones inequitativas de poder, y es interesante abordarla en la adultez emergente o también llamada juventud, (en este caso que asiste a la universidad), ya que como menciona (Craig, 2009), es en esta etapa en la que surgen distintos cambios a nivel no sólo físico, sino también cognitivo, emocional y social; se está un paso más adelante que la adolescencia, pero uno antes de la adultez como tal, siendo un periodo de transición, búsqueda de la estabilidad y consolidación, lo que brindaría mayores luces para abordar, analizar y comprender la problemática, y no sólo como espectadores o en base a datos estadísticos, sino poniéndole una voz y analizando su construcción, porque no se trata solo de imponer castigos o crear más leyes, sino de comprender el problema de raíz, cómo surge y entenderlo realmente.
El hecho de involucrarse en esta problemática, investigarla y analizarla, podría contribuir no solamente en una aproximación a comprenderla, dado que también lleva a que todas y todos reconozcan que existe y que es una realidad cotidiana, pero que, a la vez, puede cambiarse y así, con un mayor conocimiento al respecto, formular estrategias para su abordaje, que tiendan hacia la prevención y hacia la promoción de la calidad de vida. Es importante tomar en cuenta que el amor romántico, al ser una construcción cultural y social, depende del entorno y la época; por lo tanto, el de las y los jóvenes que asisten a la universidad en la ciudad de La Paz, tiene también, sus particularidades, por lo que cabe resaltar que debe estudiarse en su tiempo y en su contexto, debe conocerse el modelo vigente, ya que, si bien está nutrido del pasado, con el tiempo va adquiriendo sus propias características (Herrera, 2020).
Una de las posibles causas que determina que la Violencia Contra las Mujeres haya llegado hasta niveles tan altos, podría ser la naturalización de la violencia; la VcM se ha normalizado y ligada a los patrones socioculturales aprendidos y transmitidos de generación en generación, es que se demuestra que es necesario trabajar en la deconstrucción y reconstrucción de los mismos, así como, sobre los estereotipos y concepciones erróneas que se tienen sobre el género y sus atribuciones (Jahan, 2018). Es propicio hacer énfasis en que la violencia es aprendida, por lo tanto, hay mucho que se puede hacer al respecto, se puede contribuir a que esta generación rompa con el patrón de violencia hacia las mujeres que se ha tenido hasta el momento, ya que la VcM no es solo una causa de desigualdad, sino que también es una consecuencia de la misma, por lo que se debe avanzar e ir en búsqueda de la obtención de sociedades más comprometidas y justas.
Mediante un proceso de análisis y crítica, puedan deconstruirse ideas que han sido normalizadas, prejuicios, mitos y creencias subjetivas que han ido distorsionando al amor y lo han hecho una fuente de problemas, además de un fenómeno considerado muchas veces irracional y no susceptible de ser tratado e investigado, he ahí la explicación del por qué especialmente en el contexto boliviano, no se han realizado muchas investigaciones de esta índole. El amor romántico tiene relación con la perpetuación de la subordinación de las mujeres, la inequidad de género y su implicancia en la violencia contra ellas, y comprender estos mecanismos y su funcionamiento, por consiguiente, lleva en un futuro, a su transformación (Galarza et al. 2005). La VcM no dejará de existir si no se la reconoce y es porque no es cuestión de aprender a vivir y lidiar con ella, sino de percibirla como un fenómeno que puede ser controlable y que puede ser trasformado, tratarla como algo que va más allá de la ciencia y que debe ser abordada por la misma sociedad. Las futuras generaciones, pueden crear y vivir en un mundo sin violencia, con salud física, mental, emocional, con bienestar y con calidad de vida.
Referentes conceptuales
Para comprender esta investigación, es necesario tomar en cuenta factores como el género, que surge de la necesidad de romper con el concepto de sexo, que determina biológicamente a las personas y que solía determinar también simbólica y efectivamente sus destinos, diferenciando claramente a los hombres y a las mujeres, tomando en cuenta que su terminología se reelabora con cada nueva investigación que se realiza; sin embargo, se puede concluir que el concepto en sí, relaciona a la ciencia, a la sociedad y a la construcción de identidad; así también permite analizar cómo las características socioculturales influyen en la creación de la identidad y de la visión que se tiene o se busca proyectar hacia los demás (Casares, 2008).
Para entender los estereotipos y roles de género, es importante identificar la línea delgada que separa estos dos conceptos, ya que se retroalimentan de manera constante. Esto debido a que ambos son construcciones socioculturales, según Casares (2008) los roles de género son cualquier actividad o comportamiento que es asignado a cada sexo y que depende de cada sociedad; estos varían de acuerdo a la cultura, sociedad y época, y son influidos por factores como el económico, étnico y religioso. Mientras que los estereotipos, se basan en la forma en la que las personas perciben la realidad, forman parte del mundo simbólico y se cree que son la principal causa de la desigualdad entre personas. Podría decirse que son un cúmulo de ideas escuetas que están profundamente enraizadas en la conciencia e inconciencia y que se desligan del control de la razón, cabe además resaltar, que su ímpetu no sólo es psicológico, sino que al estar dotados de una realidad material perfecta dentro de las sociedades que las conciben, se refuerzan y potencian llegándose a consolidar; lo que pretenden, es naturalizar la diferenciación entre sexos, brindándoles a cada uno, roles para los que afirman estar mejor dotados que el otro. Estos roles y estereotipos, varían de una sociedad a otra, y se mantienen y refuerzan gracias a la condena social que se les infringe a las personas que no se adecúen a los mismos; se apoyan en los mecanismos de retroalimentación que cada sociedad les brinda y gracias a la relación entre la imagen mental construida que la sociedad tiene de cada sexo y el rol que se espera que cumplan.
Respecto al amor, puede decirse que es difícil de definir, y esto radica en que existen bastantes diferencias entre la información que brindan distintos los distintos puntos de vista desde los que se lo aborda (psicología, historia, antropología, etc.), pero para poder abordar cualquier problemática a investigar, es importante conceptualizarla teóricamente, tomando en cuenta la cultura, historia y ciencia y cómo estas influyen en su construcción (Galarza et al. 2005). El amor es una construcción humana bastante compleja que además tiene una dimensión social y cultural que intervienen y llegan a determinar las relaciones de pareja. Las emociones y la sexualidad son fenómenos físicos, químicos y hormonales que también tienen el componente cultural y social, que se construye y que varía de época en época y de cultura en cultura. No existe un tipo único de amor, ya que este, se modifica con el tiempo y espacio, pero numerosos autores sustentan que la idea de "amar", es parte de la condición de las personas (Herrera, 2020).
El amor romántico se avoca a una construcción socio-cultural, que entiende a este modelo de amor, como una idealización del otro y que a la vez, es nutrida por los roles y estereotipos de géneros ya establecidos y normalizados dentro de la sociedad Herrera (2012). García et al. (2019) consideran que para poder llegar a entender cómo se ha construido e interiorizado el modelo de amor romántico es importante comprender que esto está muy ligado a la socialización diferencial, esos roles que se han ido definiendo, comenzando por el núcleo familiar continuando por el sistema educativo, los medios de comunicación, la religión y la sociedad en general, que son quienes dictan el patrón de rol y estereotipo a seguir, lo reiteran y lo legitiman, dado que desde que una persona nace, se cree erróneamente que debe desempeñar determinados roles por el hecho de ser hombres o mujeres.
El amor romántico responde al mantenimiento de los roles y estereotipos de género definidos por la sociedad, ya que la idea que tienen las personas sobre amor romántico y relaciones de pareja, se ha ido construyendo gracias a los discursos y mitos que la sociedad les brinda y comúnmente encubre violencia por razones de género. (García et al. 2019; Vara-Horna y López, 2017). Este modelo de amor se ha convertido en un ideal que ha ido cobrando fuerza y es el que enseña a las personas a relacionarse, reprimirse y a cómo deberían ser los modelos de masculinidad y feminidad que se ajustan a la sociedad vigente y como hallar una pareja (Herrera, 2020).
El amor romántico está fuertemente sostenido por sus mitos, entendiéndolos como creencias colectivas; espejismos que son compartidos socialmente y que están plagados de promesas falsas. A través del paso del tiempo el mito del amor romántico se ha ido fortaleciendo, las novelas sentimentales han cobrado fuerza, al igual que numerosas películas que presentan historias de amor que impulsan la imagen de que el amor es sacrificado y representa la única felicidad en la vida, llegando a convertirse en una "utopía colectiva de carácter emocional" dejando de lado el significado y la construcción del amor pleno como tal (Herrera, 2020).
Los mitos románticos son estereotipos de género consolidados, y hacen más evidentes las desigualdades en torno al género (Herrera, 2020). Entre los mitos más comunes están: el mito de la media naranja, el mito del príncipe azul, el mito de los celos, de la omnipotencia y del libre albedrío. Mientras se continúe reproduciendo estos mitos promovidos por la sociedad, las relaciones de pareja y los vínculos afectivos se mantendrán como hasta ahora y seguirán perpetuándose y conduciendo a la VcM, es por eso que existe la necesidad de comprenderlos, para así posteriormente poder transformarlos en pro de todas y todos (García et al.2019).
Vara-Horna y López (2017) definen la VcM como:
"Toda acción u omisión ejercida por los hombres en contra de las mujeres, dentro de una relación íntima presente o pasada y en un contexto de relaciones inequitativas de poder, para que estas actúen en contra de su voluntad, mediante la imposición del poder, la amenaza o el daño físico, sexual, psicológico o económico" (p. 23).
Este concepto está fundamentado en el enfoque de género, el que reconoce este tipo de violencia, como la secuela de la desigualdad de las relaciones de poder entre hombres y mujeres, mismas que han sido construidas a lo largo de la historia y han sido naturalizadas mediante una serie de procesos socioculturales (Vara-Horna y López 2017). La ley 348 promulgada en Bolivia establece distintas formas de violencia, las cuales se basan en cuatro tipos universales y prioritarios que pueden ser de tipo psicológico, físico, sexual y económico, estos tipos de violencia se interrelacionan entre sí y es más común hallar varios tipos de violencia a la vez, que casos con un solo tipo de violencia aislada (Programa Regional ComVoMujer, 2018). Es importante hacer énfasis en que la VcM es la más costosa para la sociedad, que afecta en múltiples niveles, tales como el individual, el hogar, el comunitario y el gobierno, y que, para abordarla, se debe abarcar a la violencia en las relaciones de pareja, ya que las cifras demuestran que dentro de los rangos de VcM, el principal agresor es la pareja (Vara-Horna y López, 2017).
Para realizar el análisis de esta investigación es necesario conocer el enfoque género, o también conocido como perspectiva de género, que sostiene la diferencia entre ambos sexos y cómo se construyen los roles sociales en base a esta diferencia (López, 2007), pretende lograr la igualdad de derechos y oportunidades tanto para hombres como para mujeres, pero respetando sus diferencias, contribuyendo a comprender aspectos relevantes asociados a la construcción cultural de la identidad de cada persona, para entender de qué forma son generados, cómo se producen las relaciones de dominación y las desigualdades sociales (Miranda-Novoa, 2012).
Acerca de la adultez emergente, puede decirse que se da en algunos países legalmente desde los 18 o 21 años de edad, cuando pueden votar, casarse etc., sin la autorización de sus padres o tutores, pero desde otro punto de vista, una persona atraviesa la adultez emergente cuando es capaz de sostenerse por su cuenta, cuando elige una carrera, cuando inicia una relación de pareja importante o una familia. Si bien psicológicamente la madurez depende del cumplimiento de ciertos logros, tales como la independencia de los padres, el poder descubrir su identidad y desarrollar un sistema de valores, hay psicólogos que afirman que el comienzo de la adultez está dado por factores internos como el autocontrol, la autonomía, etc. y no así por criterios externos, es entonces que se refiere más a un estado mental, ya que desde otro punto de vista, algunas personas a pesar de su edad cronológica, no llegan jamás a ser adultas, sin embargo, existen científicos que afirman que para la mayoría de las personas, dentro de sociedades industrializadas, la adultez emergente, comprende entre los 18-19 años hasta los 25-29 años de edad, y es una etapa en la que las personas establecen quiénes son o quienes quieren ser (Craig, 2009).
En esta etapa las personas ya no son adolescentes, pero aún no cumplen los roles considerados de adultos como tal, y si bien la incertidumbre y la confusión están presentes causando angustia, en su mayoría, las personas que atraviesan esta etapa poseen una mirada positiva acerca de su futuro y de la vida adulta (Craig, 2009). Podría decirse que existe un descubrimiento intelectual y crecimiento personal en la época de la universidad, y que además, es una época especial y distinta en la vida, y conlleva también una serie de beneficios a corto y largo plazo y que es más importante el hecho de asistir a una universidad (cualquiera que ésta sea), que a qué tipo de universidad se asista o qué carrera se estudie, ya que distintas investigaciones concluyen que la universidad en sí, juega un papel fundamental en la forma en la que las personas piensan y perciben al mundo, promueve la reflexión y la flexibilidad de pensamiento. Es en esta etapa en la que las parejas representan la relación más importante en la vida de las personas, y que éstas pretenden hallar su ideal de amor, buscan también establecerse, tener relaciones más serias, formalizarlas, ir en camino hacia al matrimonio y también hacia la formación de una familia (Craig, 2009).
Método
El enfoque de esta investigación fue cualitativo, ya que pretendió analizar el amor romántico y la VcM gracias al diálogo entre los pensamientos, las creencias y los sentimientos de las personas, mediante la descripción, comprensión y explicación del fenómeno en cuestión avocándose a la comprensión y profundización, buscando comprender la perpectiva que las y los participantes. Tomando en cuenta que eneste enfoque, los estudios se construyen y van reconstruyéndose de forma continua y van en función a lo que las y los participantes aporten y a la nueva información que va surgiendo (Balcazar et al. 2015).
Cabe además resaltar, que en esta investigación, se utilizó la "complementariedad metodológica" propuesta por Blanco y Pirelli (2016) que corresponde a una estrategia que integra técnicas o instrumentos que provengan de enfoques distintos (como es el caso de los grupos focales y el formulario con la escala de mitos hacia el amor) para que articulados, sean analizados desde un solo enfoque, en este caso el cualitativo, demostrando que ambos enfoques (cualitativo y cuantitativo), pueden ser complementarios.
La investigación fue de tipo exploratorio descriptivo y se trabajó con dos tipos de participantes, las y los participantes de los grupos focales, cuyo aporte fue el principal para la investigación, y con las personas que realizaron el llenado del formulario compuesto por la escala de mitos hacia el amor complementado con 3 preguntas abiertas, cuya información y aporte, fue para poder complementar y respaldar los datos obtenidos en los grupos focales. Se utilizó el muestreo teórico, con un número de participantes que lleve a la saturación teórica en el caso de los grupos focales y fue no probabilístico e intencionado (Deslauriers, 2004). La muestra fue en cadena o por redes, también llamada "bola de nieve" (Flick, 2007).
Dentro de las estrategias utilizadas, están los grupos focales, que tuvieron el fin de reunir personas para compartir creencias, ideas y sentimientos, acerca del amor romántico y la VcM, para brindar información pertinente a la investigación y también productos, otra estrategia fue la versión reducida de la escala de mitos hacia el amor creada en por Bosch el 2009 validada en Colombia y México (ver tabla 1), que consta de 7 ítems y 2 dimensiones, siendo la primera dimensión la idealización del amor (ítems 1, 2, 3, 6 y 10) y la segunda dimensión la vinculación amor-maltrato (ítems 8 y 9) la cual tiene un formato de respuesta de tipo Likert del 1 al 5, que va desde completamente en desacuerdo a completamente de acuerdo, cuenta con un Alpha de 0.69 en la dimensión de idealización del amor y de 0.77 en la de vinculación amor-maltrato.
Resaltando que ambas estrategias fueron validadas por distintos expertos, además de que se realizó una matriz de categorías con categorías A priori (categoría general, la primaria y las secundarias) y categorías emergentes (sub categorías, indicadores, y la construcción que se da en función al marco teórico y el discurso de las y los participantes de la investigación y que van surgiendo de su relacionamiento con las categorías A priori).
Resultados
Los resultados de la investigación, se organizaron en función a la pregunta de investigación y a los objetivos de la misma, existen resultados de los grupos focales y del formulario {escala de mitos hacia el amor y preguntas abiertas). Los grupos focales de los cuales proviene la información obtenida, se realizaron vía la plataforma GoogleMeets. Se trabajó con 4 grupos focales, 2 de hombres y 2 de mujeres, con edades de entre 18 a 30 años, quienes participaron del estudio pertenecían a la comunidad universitaria. Las sesiones tuvieron una duración de entre 1 hora y 15 minutos a 2 horas y respecto al formulario, tuvo un alcance de 257 personas.
Dentro de los datos sociodemográficos obtenidos, del total de participantes, un 75% (193) son mujeres y un 25% (65) hombres, de los cuales, un 25% (63) tenían entre 18 a 21 años, un 42% (109) entre 22 a 25 años, y un 33% (86) entre 26 a 30 años; del total, un 61% (157) pertenecían a universidades privadas, mientras que un 39% (101) a universidades públicas (ver tabla 2).
Dentro de las categorías analizadas en los grupos focales estaban: el amor, amor pleno, amor romántico, roles y estereotipos de género y VcM, para lo cual se realizaron árboles de cognemas, además del aporte del formulario con la escala de mitos del amor romántico y 3 preguntas abiertas.
A continuación, se presenta el árbol de cognemas de la categoría de Amor Romántico:
En el anterior árbol de cognemas pueden verse conceptos A priori como creencias, normas y construcciones acerca del amor romántico, y conceptos emergentes como Amor de conquista y de detalles, una etapa y la idealización en ambos grupos focales (de hombres y de mujeres), mientras que el indicador de amor sufrido, y una necesidad, surgieron solamente en los grupos focales de mujeres, los cuales no se asociaron a ningún otro dentro del árbol de cognemas. En el caso de los mitos, los indicadores A priori, fueron: la escala de mitos del amor (algunos de sus ítems), información acerca de los mitos del amor romántico y los mitos y su importancia en las relaciones de pareja. Los indicadores emergentes fueron: El amor incondicional, la media naranja, el amor eterno, el amor omnipotente, el príncipe azul, las mujeres deben tener un rol pasivo y los hombres roles activos dentro de las relaciones de pareja y, los medios que trasmiten lo que es el amor romántico, todos ellos, presentes dentro de los grupos focales tanto de hombres como de mujeres, mientras que en los grupos focales de mujeres, emergió necesidad y la jerarquía de sus miembros, los cuales no fueron asociados con ningún otro indicador presente, también surgió el indicador de amor incondicional, el cual fue relacionado con el del amor omnipotente.
En el caso de los roles y estereotipos de género en las relaciones de pareja, los indicadores A priori fueron: creencias sobre competencias, capacidades, emociones, conductas, comportamientos y actitudes designadas por la sociedad a cada persona de acuerdo a su sexo en las relaciones de pareja, lo que a la hora de realizar los grupos focales y de hacer el análisis de la grilla de éstos, se tradujo en estos nuevos indicadores: El hombre tiene el rol activo y la mujer el rol pasivo dentro de las relaciones de pareja, y el hombre pertenece al ámbito público mientras que la mujer al ámbito privado, (ambos surgieron en los grupos focales tanto de hombres como de mujeres).
Respecto a la VcM y la pregunta abierta que se realizó, puede verse que dentro de los conceptos de VcM, que se obtuvieron de los formularios, un 40% mencionó en sus respuestas los tipo de VcM que existen, un 21% hablo de la VcM como un ejercicio de poder, un 13% no respondió la pregunta, un 9% le dio distintas atribuciones a la VcM, un 7% mencionó roles y estereotipos de género relacionados a la VcM, un 6% habló sobre la racionalización de la VcM, un 5% habló sobre la naturalización de la VcM y el contexto sociocultural y un 0% (1) brindó respuestas fuera de contexto (ver tabla 3).
Respecto a la pregunta ¿Qué consideras que es la VcM? Por sexo, las respuestas brindadas en el formulario, el porcentaje más alto se encuentra en las personas que mencionaron los tipos de VcM, en un 38% en hombres y en un 40% en mujeres seguidos del ejercicio de poder, con un 26% en hombres y un 20% en mujeres, las personas que no respondieron con un 14.9% en hombres y 12% en hombres, atribuciones a la VcM con un 6.8% en hombres y un 10% en mujeres, roles y estereotipos de género con un 4.1% en hombres y un 5% en mujeres y finalmente las respuestas fuera de contexto, con un 0% en hombres y mujeres (ver tabla 4).
Discusión
Cabe resaltar que, en el proceso de esta investigación, se ha revisado numerosos enfoques y modelos teóricos para poder abordar las problemáticas planteadas, sin embargo, algunas de estas, no son determinantes ni las únicas concluyentes para comprender la compleja dinámica en la que se desenvuelve el amor romántico y la VcM, como por ejemplo la teoría de la Transmisión Intergeneracional de la Violencia de O'Leary (1988), que afirma la existencia de un vínculo entre el pasado de las personas con la violencia actual en sus relaciones de pareja, es decir, si tuvieron un pasado con violencia, ya sea en su familia o en sus relaciones de pareja, esto favorecería a la aceptación de la violencia y también la propensión de ejercerla (Salas, 2005), ya que si bien esta teoría responde a algunos de los discursos de las y los participantes, no lo hace en su totalidad ni abarca otros tantos.
Así también, la teoría del aprendizaje de Bandura y Walters (1974), que postula que el aprendizaje se debe a cómo las personas interactúan con sus entornos, es decir, desde la familia, escuela, etc., y cómo estos, enseñan cómo deberían ser las personas, qué roles deberían de cumplir y cómo deberían ser sus relaciones (Aroca; Bellver y Alba, 2012). Estos, como otros postulados teóricos analizan y construyen desde otra óptica las problemáticas presentadas y si bien brindan explicaciones a algunos de los discursos, no son aplicables a todos, lo que hace evidente nuevamente lo complejo de estas problemáticas, y es justamente por eso que se decidió realizar esta investigación desde el enfoque de género, que a su vez, se ve complementado con la teoría ecológica de Bronfenbrenner (2002), que sostiene que existe relación entre las personas y su contexto, el cual a su vez está influenciado por contextos más extensos (Cortéz, 2004); las personas, sus relaciones y en este caso la VcM, son afectadas por la cultura, y es esta teoría, la que cimienta la base para poder comprender la multiplicidad de la violencia en sus distintos ámbitos y cómo esta, influye en las distintas estructuras sociales.
Para poder conocer cómo interpretan hombres y mujeres universitarias de entre 18 a 30 años como amor romántico, es necesario antes, saber como conceptualizan el amor, los tipos de amor que conocen (amor romántico, amor pleno) y si consideran la existencia diferencias entre estos; tomando en cuenta que tanto para hombres como mujeres, el amor es un sentimiento (en algunos casos solamente hacia la pareja y en otros, un sentimiento hacia cualquier otra persona, e incluso a un objeto), como menciona (Galarza et al.2005), el amor, es difícil de definir, pero se concuerda en que este es influenciado por la cultura y el contexto. El amor en sí genera placer, todas las personas necesitan dar y recibir amor, es parte de la vida como menciona Gualano (2018), el amor en sí, genera dopamina, serotonina y oxitocina, lo que a su vez, podría explicar también porque se hace de cierta forma adictivo según (Castañeda, 2020).
Respecto a si existían diferencias entre el amor y el amor romántico es importante mencionar que un reducido número de personas consideró que no hay diferencia, comprendiéndolos como sinónimos o con indecisión al respecto, acerca del amor pleno, dentro de los valores que se le atribuyen, los que estuvieron presentes para hombres y mujeres fueron: el bienestar, el respeto, la comunicación fluida, el amor como una construcción, estos factores, mientras que la incondicionalidad, es vista por los hombres como el hecho que la otra persona a pesar de todo, este disponible para él, incluso aunque pueda sentirse lastimada por la situación, no como algo recíproco, mientras que para las mujeres, se identificó que se acerca más a aguantar, perpetuando que el amor no puede ni debe romperse, que debe ser eterno, y que desde su rol impuesto, lo que ni para hombres o mujeres es recíproco; lo que para uno es ser aguantado, para la otra es aguantar, propiciando idealizar relaciones poco justas y continuar nutriendo el modelo de amor actual, basado en roles y estereotipos de género, propiciando a la vez, un ejercicio de poder de hombres sobre mujeres y normalizando la VcM, como sostienen Vara-Horna y López (2017).
El relacionamiento entre iguales, curiosamente, engloba en sí a la reciprocidad, que si bien está presente en ambos sexos, para las mujeres se va más hacia valores y hacia el ser vistos ambos como seres con la misma valía, sin jerarquía alguna y para los hombres se va más hacia al lado de ambos aportar lo mismo, desde la conquista hacia lo económico, como un intento de desligarse de los roles y estereotipos de género que la sociedad ha puesto sobre ellos. Para las mujeres existe un anhelo de igualdad, y para los hombres, el deseo de ir transformando todos estos roles y estereotipos que la sociedad les ha ido delegando, y es, que la construcción de relaciones estables y con amor pleno, parte de ahí, de transformar de estos parámetros puestos por la sociedad y también de buscar la igualdad, ya que como menciona Herrera (2012), el modelo de amor actual, anula las emociones de los hombres y los pone en un papel de conquistadores y proveedores, y que estos deben cumplir para mantener su supuesta masculinidad, lo que los aleja del amor pleno. La comprensión y aceptación al otro surgieron solamente de parte de los hombres y podrían asociarse de cierto modo a la incondicionalidad en algunos casos, mostrando la necesidad de ser comprendidos y aceptados por lo que son como personas, lo que supone también alejarse de estos roles y estereotipos marcados por la sociedad, donde el hombre no debe mostrar emociones y debe ser el "macho" de la relación, busca ser simplemente quien es y siendo como es, ser aceptado y amado por su pareja, esto para este participante, es un valor atribuido al amor pleno.
Para las mujeres, el crecimiento, que se acerca un poco más al concepto de amor pleno, en el que ambos individuos crecen juntos, muestra de forma implícita el factor incondicional, lo curioso, es que a pesar de acercarse al concepto de amor pleno como tal, parece estar grabado implícitamente lo que la sociedad ha impuesto con sus roles y estereotipos de género, y en el caso de muchas mujeres, es poner al otro por encima de ella y de su bienestar, es como querer crecer con la pareja y a la vez aceptar lo que venga, lo que lleva a cuestionar: ¿hasta dónde es sano aceptar? Ya que según Vara-Horna y López (2017), la aceptación a conductas violentas es mayor cuando son leves y van ligadas a la subordinación y un mayor rechazo surge ante la violencia física, lo que reafirma los hallazgos de esta investigación. Dentro de las barreras que dificultan u obstaculizan al amor pleno, para los hombres están el orgullo y la zona de confort, que son interpretados como un impedimento para la comunicación y en la que según ellos, las mujeres son consideradas orgullosas y se les debe insistir y es ese orgullo el que les impide comunicarse, como (Bonelli, 2016) sostiene, los roles y estereotipos de género imperantes, se correlacionan de cierta forma con actitudes de parte de las mujeres, que incluso podrían llevar a la violencia psicológica ante estos.
Esto, podría relacionarse a lo anteriormente planteado acerca de los roles y estereotipos de género impuestos por la sociedad, en los que la mujer tiene un rol pasivo y el hombre un rol activo, en este caso, complementando con más respuestas de la misma persona, con la idea que tiene de que las mujeres se sienten cómodas siendo las conquistadas, las que no escriben primero, y tienen un ideal impuesto en la cabeza, que no desean cambiar, y es, que para la sociedad, una mujer que busque a un hombre, está mal vista, pero este peso de tener que ser siempre el que busca, tampoco complace a los hombres, se va un poco hacia el mito del príncipe azul y la princesa, la princesa espera tranquilamente que su príncipe llega, lo idealiza, y el príncipe sortea una serie de obstáculos hasta llegar a ella, lo que al parecer y según algunos discursos en esta investigación, no agrada a los hombres, llegando nuevamente a la misma conclusión: los estereotipos y roles de género, no solo perjudican a las mujeres, también a los hombres.
En el caso de las mujeres, son importantes las historias previas y personas externas a la relación y las diferencias entre los miembros de la pareja, el amor se aprende, y al normalizar ciertas conductas, y al estar familiarizadas con ellas las permiten, es decir, si han tenido parejas que han sido por ejemplo violentas, o tienen personas con relaciones violentas, se acostumbran a esto y eso las hace más propensas a permitir estos actos en sus relaciones de pareja, este indicador también se refiere a las personas que se involucran en la relación que pueden ser desde infidelidades a amigos y familiares que se inmiscuyen en la misma. En síntesis, podría decirse que para la mayoría de personas, el amor es distinto del amor romántico y a la vez, este es distinto del amor pleno, aunque para muchas personas también, el amor romántico es en ocasiones, un sinónimo de amor pleno, notándose la confusión acerca de conceptos que tienen quienes participaron.
Dentro de la interpretación de amor romántico, tiene especial peso el del "amor de conquista y detalles", que surgió en hombres y mujeres, este amor es entendido como: "un amor con flores y bombones", es entendido como el amor que se da con muestras de afecto mediante regalos y el amor que se ve en películas, etc., la última respuesta, es importante, porque engloba, que aparte de creer que el amor romántico es un amor de detalles, está siendo ligado a la idealización y a cómo se convierte en un peligro. Estos detalles, pueden convertirse en un peligro, en el momento en el que se idealiza este modelo de amor, como mencionaron algunas participantes, sin importar lo que pase, si es que su pareja se disculpa y le da detalles, estos detalles podrían propiciar la VcM, debido a que son parte importante del ciclo de la violencia, específicamente la luna de miel; al estar tan internalizados e idealizados y ser un fin a tener, pueden llegar a justificar la VcM.
Otro componente importante es el factor de conquista, más que nada presente en el discurso de los hombres, en el que la mayoría de ellos, sostiene que es la conquista recae en ellos y supone un peso para ellos, nuevamente surge este rechazo de los hombres hacia los roles y estereotipos de género establecidos por la sociedad. La idealización como concepto compartido por hombres y mujeres participantes de esta investigación, y es entendido como una idealización, como se puede notar, este concepto está ligado a los detalles y conforma el concepto utilizado en esta investigación, que lo ve como: "una construcción sociocultural en la que se idealiza al otro y que está nutrida por roles y estereotipos de género establecidos y normalizados por la sociedad" \o cual coincide en gran parte con los conceptos otorgados por quienes participaron de la misma, pero a su vez, engloba también los demás conceptos que proponen las y los participantes de la investigación. En el caso de las mujeres, surgió el amor sufrido, y el amor como una necesidad, lo que es respaldado por las respuestas a la pregunta abierta de ¿qué consideras que es el amor romántico? en el formulario. Estos conceptos sostienen que el amor romántico es incondicional y poco recíproco. Los discursos llamaron la atención y más aún si se toma en cuenta que solamente surgieron como indicador de parte de las mujeres en los grupos focales y que se reafirman con las respuestas de la mujeres que llenaron el formulario, y es, que para muchas mujeres, amar es sinónimo de sufrir, el sufrir en las relaciones de pareja está normalizado, y es de cierta forma justificar el sufrimiento en pro de un bien mayor, este caso el ideal del amor, propiciando la VcM tal como sostienen Vara-Horna y López (2017), es este amor plagado de roles y estereotipos de género que han normalizado la concepción de amor que tienen las mujeres y normaliza esta conducta, tal como menciona también (Herrera, 2012). Lo anteriormente mencionado, muestra la relación entre el amor romántico y la VcM, que como sostienen en sus investigaciones Muenala (2018) y Cerro y Vives (2019), existe por las desigualdades en las relaciones de pareja y roles, estereotipos de género y mitos que componen al amor romántico, promuevan la VcM y la naturalicen, lo que se reafirma con la interpretación que tuvieron las y los participantes acerca de la VcM.
Para poder hablar sobre la VcM fue necesario antes, en el caso de los grupos focales de hombres, hablar sobre si existe la violencia contra los hombres en las relaciones de pareja, para saber si creían que existía y de ser así, cómo se manifestaba, concordando en que la violencia hacia ellos en las relaciones de pareja está presente, y que ésta, se da más que nada de forma psicológica, y que además es la sociedad quien se encarga de socapar esta violencia ya que juzga a los hombres que sufren violencia poniendo en entredicho su masculinidad y burlándose de ellos. El rol del hombre en las relaciones de pareja, es el del que de cierto modo domina y ejerce poder, está normalizado que un hombre sea violento e incluso justificado, pero cuando se ejerce algún tipo de violencia contra ellos en las relaciones de pareja, es la misma sociedad la que lo invisibiliza y la que lapida a estos hombres víctimas de violencia, entonces si ellos son invisibilizados y juzgados, es normal que quienes ejercen el rol contrario de "machos" sean privilegiados y que los hombres en general prefieran estar del lado de quien abusa a del lado de quien es juzgado y lapidado por la sociedad, tal como sostiene Bonelli (2016) en su investigación sobre la invisibilización de la violencia hacia los hombres en las relaciones de pareja y cómo los roles y estereotipos de género están relacionados con el ejercicio de violencia hacia ellos de parte de las mujeres y la sociedad.
Una vez abordado este tema, se procedió a hablar sobre la VcM, llamando la atención que para las mujeres, hay más tipos de VcM más que para los hombres, a pesar de que ellos hablaron acerca de que el mayor tipo de violencia ejercida hacia ellos era la violencia psicológica, cuando se tocó el tema de VcM no la mencionaron, pero las mujeres sí, englobando incluso todos los demás tipos de violencia, resaltando la violencia sexual, entendida no solamente como abuso sexual, sino también como un ejercicio de poder; como si los hombres creyesen que tienen poder sobre las mujeres y también poder y decisión sobre sus cuerpos, tal como lo es el uso o no de anticonceptivos, esto también es violencia, tal como sostiene la ley 348 y a su vez Quispe, Limo y Runzer (2020) en su investigación acerca de la asociación del uso de métodos anticonceptivos y violencia doméstica en Perú.
El discurso, sostiene que la VcM también se da entre mujeres, ya sea entre parejas de mujeres, hasta las demás mujeres, sean cercanas o no, y que muchas veces, como sostienen otras participantes también, las mujeres pueden ser sus peores enemigas, quienes más juzguen y daño hagan, y es un discurso importante y brinda una nueva perspectiva también a esta temática y que podría explicar también por qué la VcM continua creciendo y siendo justificada, y que quizás sin quererlo, son muchas veces las propias mujeres la solapan.
A la hora de hablar de VcM, son importantes los factores que la perpetúan, y para las mujeres algunos de estos fueron: mandato social, minimización de la VcM y el desconocimiento de lo que es VcM, haciendo notar que, como sostienen algunos discursos, la VcM es minimizada, por la víctima y por la sociedad, fomentando su naturalización, además, de que ha llegado a un punto, en el que muchas personas, no saben que están siendo víctimas de violencia, esto complementando el discurso que sostiene que solo es violencia cuando hay golpes y marcas, y que, en muchos casos, a pesar de esto, la violencia es minimizada, que la sociedad culpa a las víctimas por la agresión que han sufrido, lo que además explica porque muchas mujeres no denuncian ni hacen visible la violencia ejercida hacia ellas, en lugar de tener apoyo, son juzgadas y además, tienen la culpa de lo que les ha pasado.
Si bien, la VcM se ha visibilizado más hoy en día, no se le otorga la importancia que merece, el hablar sobre la VcM no se niega que otros tipos de violencia existan ni se afirma que todos los hombres sean asesinos, el hablar acerca de la VcM en muchas ocasiones y para muchas personas, en este caso hombres, genera cierto rechazo y a algunos hombres les parece un ataque y ese no es el fin, es justamente por eso que en los grupos focales de hombres se comenzó hablando sobre la violencia en la pareja y si consideraban que existía violencia hacia ellos en la relaciones de pareja. La VcM simplemente es una realidad, ya que, según los datos, 7 de cada 10 mujeres sufren algún tipo de violencia en sus vidas, y como podemos constatar en las noticias, los feminicidios incrementan a diario, y lo han hecho más en el periodo de pandemia, y han demostrado que, para las mujeres, sus propias casas son los lugares de mayor peligro y que esta violencia es en su mayoría perpetrada por sus parejas.
Esta temática es compleja y además trata de un sinfín de factores que son los que la perpetúan, que están arraigados en el sentir de cada persona y es algo con lo que han crecido, este discurso como tantos, muestra de cierta forma un resentimiento particular, y si bien es un discurso duro, refleja el sentir de este participante, el cual seguramente se repite en muchas más personas, y el poder comprender este, como los demás discursos, es un paso más para entender la situación actual acerca de VcM y del amor romántico y la relación entre estos.
Conclusiones
De acuerdo al análisis realizado de los grupos focales de hombres y mujeres e información obtenida de los formularios, y respondiendo a la pregunta de investigación y objetivos, podría decirse que existe una marcada diferencia entre hombres y mujeres, ya que si bien tienen indicadores en común, el contenido es distinto, pero, si se evalúa desde los distintos rangos de edad o las áreas de estudio a las que pertenecen las y los jóvenes en etapa universitaria, todos estos, unifican las conclusiones generales surgidas en este estudio, afirmando también que determinadas interpretaciones acerca de la VcM o la creencia de que el amor romántico pertenece a un grupo específico, a determinado estrato social o contexto, es un mito. Los hallazgos que ha brindado esta investigación, permiten entender de mejor forma lo complejo de los discursos de jóvenes universitarios de entre 18 a 30 años de la ciudad de La Paz, y la manera en la que interpretan al amor romántico y la VcM, cada discurso expresaba creencias, sentires, pensamientos, opiniones e ideas acerca de estas temáticas, y como estas, se han ido tejiendo, llegando a formar una visión particular de este grupo en particular, tal como sostiene a lo largo de esta investigación, a amar se aprende y el amor es una construcción sociocultural, como lo son los roles y estereotipos de género que perpetúan de la VcM.
De acuerdo al discurso analizado, se pudo identificar que aún predomina un discurso ligado a las creencias tradicionales sobre roles y estereotipos de género, y también en el amor romántico, además de que la VcM es en gran parte naturalizada en la sociedad, a pesar de en muchos casos identificarse como algo negativo. El amor romántico entendido por quienes participaron del estudio, si bien tiene sus particularidades, continúa formando parte de las construcciones establecidas y generalizadas por la sociedad y la cultura dominantes.
Los roles y estereotipos de género propician la VcM, el rol de hombre proveedor y "macho agresivo" que no puede expresar emociones, son en gran medida algunas de las causas de la perpetuación de la VcM, las mujeres que aguantan y que creen que deben ser incondicionales en el amor y los hombres que creen que en el amor la pareja debe estar incondicionalmente con ellos, la poca fe en el sistema de justicia y la sociedad con prejuicios ante la masculinidad de los hombres y lapidando a los hombres que son víctima de violencia de parte de sus parejas, indican una clara necesidad de deconstruir algunos conceptos y roles, si bien aquí se han encontrado algunas causas importante que perpetúan la VcM, también existen causas de desigualdad e infelicidad tanto para hombres como mujeres y causas que alejan a las personas del amor pleno y de sentirse bien consigo mismas y con sus vidas, he aquí una evidente necesidad de cambio.
Es clave hacer hincapié en que en esta investigación, los indicadores de amor (en general) para hombres y mujeres eran los mismos, aunque si bien algunos eran abordados de distinta forma, tenían un punto en común, el amor siempre ha estado presente en la vida de las personas y al parecer siempre va a estarlo, quizá hoy en día el amar, se ha convertido en un peligro para muchas mujeres, y quizá muchas de ellas sean conscientes de este peligro y otras tantas no, quizá muchas mujeres busquen un cambio en sus vidas y en sus relaciones y quizá otras tantas se sientan cómodas con algunas cosas tal como están como en el tema de la conquista y el rol de los hombres como el de los que llevan la batuta, quizá algunos hombres tienen algunos privilegios que los ejercicios de poder les brindan y no quieren perderlos, quizá otros tantos quieren tener relaciones sanas, en las que puedan expresarse y hacer conocer sus emociones y también por qué no, el rol de proveedores, impuesto por la sociedad y la cultura ya hace tanto, pero a lo que deseó llegar esta investigación, más allá de imponer verdades absolutas, fue a sembrar reflexión, es por eso también que fue realizado desde el enfoque de género.
El conocer cómo es que las y los jóvenes de entre 18 a 30 años interpretan al amor romántico y la VcM, y la edad elegida para esto, llena de afirmaciones, encuentros y reflexión, no supone más que poder entender que es lo que sucede en nuestra realidad, tomando encuentra también, que la mayoría de feminicidios son perpetrados por jóvenes entre estas edades,¿es que el amor romántico realmente explica el incremento de las cifras de feminicidio?. O ¿es una de las tantas posibles explicaciones? Ahondar en este tema es lo único que podría brindar respuestas, pero según lo que se ha podido analizar en este estudio, la relación es estrecha y existen hombres que consideran que un valor del amor es que la otra persona sea incondicional, como existen mujeres que creen que el amar significa ser incondicionales, y personas de ambos sexos que idealizan al amor, y otras tantas que no hallan la diferencia entre el amor y el amor romántico y que aceptan el vínculo que existe entre el amor y la violencia, como personas, que creen que el amor debe ser sufrido. Todas estas creencias, deben ser reflexionadas, las personas deben dejar de guiarse por lo que es "común" y las sociedades han impuesto, deben darse cuenta de por qué toman las actitudes que toman y realizan los actos que realizan, cuestionarse e ir en búsqueda de comprender su situación y encontrar su bienestar.
El amor es aprendido, el amor, los roles y los estereotipos de género no son más que construcciones sociales, varían según su época y el lugar, y como algunos discursos sostienen, es por generaciones anteriores que conocemos lo que conocemos y como uno debe comportarse según su sexo y que rol debe tener dentro de sus relaciones de pareja, pero a lo largo de la investigación realizada, lo que quien la realiza a puesto de sí y lo que ha aprendido, se llega a la conclusión, de que el pasado, debe verse como aprendizaje, en el sentido de que da pautas de que es lo que ha sucedido, cómo se ha hecho y de qué podría estar mal, que no ha funcionado y qué de lo que se ha hecho ha tenido tales repercusiones, este pasado y estas generaciones anteriores, y las sociedades y culturas deben ser vistas con ese lente, un lente de reflexión, y no más como un manual a seguir. El amor, una vez más debe llevar a las personas a potenciarse, no ser sufrimiento para ninguno y menos aún un peligro, el amor pleno debe diferenciarse del amor romántico, la VcM no debe más ser justificada o normalizada, y para eso, es preciso ver sus posibles causas, atacar al mal de raíz y promover relaciones y personas plenas y sanas y éste y cada uno de los conceptos que se presenten y que generen desigualdad y que hagan daño, deben ser deconstruidos.
Es importante, ver la importancia que el contexto le brinda al amor romántico, que entiende por este y qué mitos acepta, potencia y cómo esto influye en la perpetuación de relaciones de pareja que tengan ejercicios de poder de los hombres sobre las mujeres, en sí, entender lo que sucede en nuestro entorno, debe brindar la base y dar luces a lo que debe hacerse a futuro y cómo hacer que eso funcione, si las relaciones de pareja no son satisfactorias o equitativas, deben replantearse, tal como dice Derrida (2019) la clave es deconstruir, entendiendo este término no como el contrario a construir, es decir destruir, sino, analizando qué es lo que da forma y sustento a estas creencias, cuál es su estructura y cuáles son sus pilares, implica también el tener memoria para recordar qué es lo que ha hecho que estas creencias se consoliden y en un futuro no cometer ese error de nuevo, y la forma de hacerlo, es entender, comprender cual es la base que ha sedimentado el concepto de amor romántico actual y a partir de este entender, comenzar a trabajarla y deconstruir para poder tener relaciones sanas, basadas en un amor pleno, en el que más allá de su sexo, las personas salgan beneficiadas y puedan potenciarse, para que algún día, ojalá que no muy lejano, el amor, pueda ser crecer y potenciar y nunca más, como hasta ahora ha sido, una fuente inminente de peligro, especialmente, para las mujeres.
Es por todo lo mencionado anteriormente, que el cambio y el progreso entorno a la igualdad va ligado de cambios estructurales y profundos, que no se traten solo de logros en el ámbito legal, social y económico, sino también una liberación de todo lo que se ha aprendido y las creencias erróneas que se tienen, como el amor como una necesidad, ya que es común que mujeres que triunfan en otros aspectos o roles no tradicionales y que son independientes, se sientan incompletas si no tienen una pareja, y es el amor romántico el causante, el que repleto de roles y estereotipos de género crea frustración y respalda la idea de que las mujeres son personas dependientes. El poderse deslindar de todas estas creencias erróneas fomentadas por la sociedad, supone un trabajo duro, pero posible. El fin único de la vida no es conseguir una pareja, no debería verse como una realidad, más si se toma en cuenta que muchas de estas relaciones son malsanas, porque el momento en que las personas se empoderan y toman las riendas de su vida, es el momento en el que pueden discernir, elegir, y ver con claridad que es real y que no lo es, es en ese momento en el que se puede trascender.
Si bien ya existen conquistas en distintos niveles, y la VcM está más visibilizada que antes, la cultura y la sociedad son las encargadas de mostrar no sólo la teoría sino la práctica y muestran cómo se vive, y esta cotidianidad muestra un incremento fehaciente de feminicidios. La cultura y la sociedad ha ido tejiendo los conceptos que se tienen actualmente de VcM y de amor romántico; es algo construido, y ahí está la respuesta, si las personas han generado la realidad actual, ellas también pueden cambiarla. El tener roles activos, independientemente del sexo que se tenga, el cuestionarse y regir sus vidas y poder discernir entre lo impuesto por la sociedad y lo que realmente puede ser beneficioso es un punto importante, soltar la creencia errónea de que las mujeres son o deben ser sumisas o son incapaces o pertenecen al ámbito privado y que los hombres deben ser proveedores y machos que no reflejen sus emociones es reescribir la historia. El cambio y la revolución se ve en la cultura, en lo cotidiano, y llega a toda la sociedad y sus bases, bases que deben cambiar y abandonar los patrones de dominio y ejercicios de poder; el cambio lo generan personas completas que se amen desde sus completitudes, con relaciones en la que no exista jerarquía, en las que los roles puedan ser explorados y hagan bien y no se perpetúen por prejuicios, personas que se potencien, crezcan, tengan un amor pleno o conozcan nuevas formas de amar, y así también, la VcM, reduzca.
En síntesis, puede decirse que existen diferencias entre las interpretaciones de hombres y mujeres sobre amor romántico y VcM y que éstas, permanecen ligadas a los conceptos tradicionales que son insatisfactorios para ambos sexos y que además perpetúan la VcM, por lo cual la deconstrucción de estos conceptos es necesaria para cambios profundos respecto a estas temáticas.
Notas
1 Licenciada en Psicología de la Universidad la Salle. Instituto de Investigación en Ciencias Humanas y de la Educación camila.ltorricoc@gmail.com
2 Lic. en Psicóloga. Especialista en Psicología comunitaria, Especialista en psicología clínica sistémica, diplomado en gestión equitativa de las organizaciones Docente pre grado de la Universidad la Salle. Instituto de Investigación en Ciencias Humanas y de la Educación do.alcoba@gmail.com
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