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Fides et Ratio - Revista de Difusión cultural y científica de la Universidad La Salle en Bolivia

On-line version ISSN 2071-081X

Fides Et Ratio vol.9 no.9 La Paz Mar. 2015

 

ARTÍCULOS ORIGINALES

 

Algunas consideraciones al modelo de desarrollo capitalista vigente en américa latina

 

 

RUBEN ALEJANDRO GAMARRA PÉREZ1
Instituto de Investigaciones de Ciencias Jurídicas y Sociales
Universidad La Salle en Bolivia
r_gamarra@ulasalle.edu.bo

Recibido: 12-01-2015 Aceptado: 27-02-2015

 

 


Resumen

Desarrollo económico y desarrollo no son términos iguales. El discutir sobre desarrollo humano o desarrollo sostenible es imposible si se identifica este tipo de desarrollo exclusivamente con la acumulación del capital. Durante el siglo XX América Latina ha aplicado una cepa específica del modelo económico capitalista que perdura hasta nuestros días, este modelo genera la depredación de la naturaleza y la ampliación de la brecha de la desigualdad. La presente investigación busca explorar alunas de las alternativas que se plantean para la modificación de este modelo.

Palabras claves: América Latina, buen vivir, capitalismo, desarrollo, escala humana, economía, sostenibilidad.


Abstract

Economic development and plain development are not equal terms. Discussing about human development or sustainable development is impossible when we identify this kind of development exclusively with the accumulation of capital. During de twentieth century Latin America has applied a specific strain of the capitalist economic model that lasts until our days, this generates the depredation of nature and the widening of the inequality gap. The present investigation looks to explore some of the alternatives that are being presented for the modification of this model.

Key words: Latin America, good living, capitalism, development, human scale, economy, sustainability.


 

 

INTRODUCCIÓN.

El desarrollo, entendido como la forma en la que la sociedad satisface sus necesidades de manera perdurable y sostenida ha sido un tema que comenzó a ser abordado científicamente desde la edad moderna y que ha producido una gran cantidad de trabajos intelectuales.

Las primeras aproximaciones al respecto surgen en los albores de la primera revolución industrial, momento histórico en el cual se originó el capitalismo que, en consecuencia, determinó las primeras visiones sobre la manera de satisfacerlas necesidades humanas. Éstas, nacidas en tiempos del capitalismo clásico, identificaron al desarrollo con el desarrollo económico estableciendo las bases para una cultura occidental que concibió a los recursos encontrados en la naturaleza como simple materia prima que debe ser transformada en bienes de consumo para la acumulación de capital.

Este enfoque, que se originó en los países capitalistas europeos, fue introducido, a causa de su hegemonía económica, a todos los rincones del planeta. En la actualidad los países latinoamericanos se encuentran plenamente identificados con este modelo de desarrollo que, si bien ha adquirido ciertos matices que han tratado de hacer más razonable el modelo de desarrollo basado en el capitalismo, complementando el índice de desarrollo conocido como Producto Interno Bruto con otros indicadores sociales, planteando medidas de ajuste estructural y otros tipos de reformas sobre cómo debe ser administrado un Estado para que pueda desarrollarse, conservan en esencia una lógica economicista-extractivista que se sirve de los recursos naturales evitando reflexionar sobre las consecuencias de la aplicación a largo plazo de este modelo planteando una perspectiva de desarrollo, en base a una fe ciega en el desarrollo tecnológico, que teóricamente no tiene límite.

El modelo capitalista que se aplica en América Latina es mucho más agresivo que los modelos que actualmente se aplican en los países europeos, al parecer la necesidad de alcanzar el desarrollo ostentado por éstos ha determinado una aplicación menos considerada con los temas de desarrollo humano sostenible y ecología.

El desarrollo de posturas filosóficas críticas a este tipo de capitalismo, de nuevas ramas científicas como la ecología, los avances de la física, la biología, la medicina, los novedosos planteamientos de las ciencias sociales que surgen en Europa junto con las concepciones de los pueblos indígenas y el activismo social, ponen en evidencia la insostenibilidad del modelo de desarrollo economicista-extractivista generalizado en América Latina. Plantean la necesidad de un modelo que implique un desarrollo que considere las particularidades de las diferentes sociedades utilizando como base la participación activa de la sociedad por medio de vías democráticas; asimismo el modelo debe poder ser mantenido a través del tiempo de manera que la sociedad pueda perdurar en una relación simbiótica con el planeta dado que ningún tipo de desarrollo puede ser ilimitado cuando los recursos que se tienen son claramente acotados.

La presente investigación tiene por objetivo explorar las principales tendencias teóricas en Latinoamérica que desplazan el objetivo del desarrollo del simple desarrollo economicista-extractivista a un desarrollo entendido desde una perspectiva más compleja y multidisciplinaria que busca plantear un cambio paradigmático en la forma que el ser humano en general y el latinoamericano en particular tiene de satisfacer sus necesidades. Estos planteamientos no se encuentran de ninguna manera acabados, no se ha encontrado aún una alternativa al modelo económico imperante, sino que revelan una crítica latente y ansias de una verdadera satisfacción de las necesidades humanas.

 

I. OBJETIVOS.

Objetivo General: Explorar algunas de las principales tendencias teóricas en Latinoamérica que desplazan el objetivo del desarrollo de un simple desarrollo economicista extractivista a un desarrollo entendido desde una perspectiva más compleja y multidisciplinaria.

Objetivos específicos:

1.    Caracterizar los elementos críticos de la aplicación del modelo capitalista economicista extractivista generalizado en América Latina.

2.    Explorar los principales argumentos de las alternativas al desarrollo planteadas por:

a)   El desarrollo humano sostenible.

b)   El desarrollo a escala humana.

c)   La sustentabilidad ambiental.

d)   El buen vivir.

 

II. CONTENIDO.

i. La humanidad en crisis.

Dentro del modo de producción capitalista existe una marcada tendencia a la creación de nuevas "necesidades humanas" las mismas que cumplen con el objetivo de consolidar un comportamiento consumista en la sociedad. El consumo generalizado de la sociedad es un factor esencial para el mantenimiento del desarrollo económico, es decir, para la continuidad de la acumulación de capital por parte de los dueños de los medios de producción.

El desarrollo económico prometido por el modo de producción capitalista fue cuestionado a causa de la imposibilidad de una gran mayoría de países de llegar al mismo, este es el caso del América Latina donde, a pesar de haberse aplicado al pie de la letra las recomendaciones de los países desarrollados para lograr ser como ellos, no se pudo instaurar un desarrollo económico "óptimo"; por otro lado tendencias desarrollistas que han surgido de los gobiernos de corte populista tampoco han cumplido con el objetivo prometido. En consecuencia este sub continente, junto con una gran cantidad de países en diferentes lugares del globo han sido catalogados como países "pobres", "subdesarrollados" o "en vías de desarrollo" a causa de la precariedad de su desarrollo y por la "intrigante" falla del modelo económico imperante.

Pareciera que el error conceptual intrínseco en estas posturas de desarrollo pasa por la estructuración de los mismos como planes de desarrollo impuestos por el Estado o por los organismos internacionales sin consideración de las particularidades de cada sociedad, estos modelos de desarrollo son homogeneizantes, extremadamente teóricos e ignoran o no quieren ver el problema que plantea la finitud de los recursos naturales con economías que no pueden ser sostenidas a través del tiempo.

Los medios de comunicación expresan a diario las consecuencias del modelo de desarrollo economicista-extractivista: pobreza generalizada, desencadenamiento de enfermedades epidémicas y endémicas, calentamiento global, contaminación de las fuentes de agua dulce, extinción de especies animales, modificaciones de los ciclos naturales, deforestación, etc.

De esta manera puede afirmarse que la sociedad humana, que es parte de la naturaleza se encuentra inmersa en una crisis cuyas proporciones aún no han llegado a hacerse tan evidentes para frenar definitivamente el estilo de vida contemporáneo.

Ante la crisis se ensayan alternativas a los errores detectados en el modelo de desarrollo, algunas de las cuales se desarrollan a continuación.

ii. Explorando alternativas: Desarrollo Humano Sostenible, Desarrollo a Escala Humana, Sustentabilidad Ambiental y el Buen Vivir. • El Desarrollo Humano Sostenible.

El proceso de comprensión de la crisis en la que se encuentra el modelo de desarrollo económico capitalista no fue inmediato, en un principio se trató más que todo de evitar hablar sobre las imposibilidades materiales del mismo, una etapa de negación del problema y de búsqueda de un posible responsable de la misma. Este es el caso de los planteamientos de lo que se denomina como "Desarrollo Humano Sostenible" que plantea aseveraciones como estas: "Los recursos naturales serán, sin duda, sustituidos por los sintéticos, el progreso tecnológico habrá de producir los mismos bienes básicos y necesarios para la vida... " [1]; "...lo que se quiere significar es que lo que se intenta perdurable es precisamente la vida humana, y que la naturaleza debe ser asumida como un medio no necesariamente inmutable" [1].

De esta manera se evidencia una fe al modelo de desarrollo economicista-extractivista y una excesiva confianza en la tecnología para poder superar las consecuencias de las modificaciones que el modelo produce en la naturaleza.

La crítica fundamental que realiza esta postura pasa por sostener que el desarrollo debe partir de la participación popular, de los procesos de descentralización de las decisiones para que éstas sean más acertadas en la generación de políticas que permitan a los países pobres, como los de América Latina, desarrollar competitividad y posibilidad de alcanzar, con sus específicas particularidades, el objetivo del desarrollo económico.

¿Cómo medir el Desarrollo Humano Sostenible? Complejizando la lectura que ofrece el índice económico del Producto Interno Bruto (PIB) con un nuevo indicador: el Índice de Desarrollo Humano que mide factores tales como la esperanza de vida al nacer, la cobertura de las necesidades de conocimiento de la sociedad, acceso a oportunidades de participación en el poder, etc.

Este modelo se enfoca en la justificación de que el desarrollo económico capitalista no tiene ningún problema estructural sino que por el contrario son las políticas gubernamentales de los países que no se han desarrollado las responsables del retraso, de esta manera esta postura expresa: "... el Desarrollo Humano no es una nueva filosofía revolucionaria que remita a la presencia de una amenaza. Que nada, en materia económica es siempre nuevo ni siempre permanente. Que lo siempre permanente y nuevo es la evolución. Y que a pesar de que durante la primera parte de este siglo la gente tuvo como preocupación central y constante el poder adquisitivo... hoy, comprometida en la búsqueda de valores más amplios comienza a pensar que el centro de todo desarrollo es el hombre "[2]

• Los horizontes del Desarrollo a Escala Humana.

Asumida la crisis compleja en la que se encuentra la sociedad (económica, política y social), desde Latinoamérica se erigen un conjunto de cuestionamientos que dan nacimiento a lo que se denomina como Desarrollo a Escala Humana. Este conjunto de reflexiones que, no constituye de ninguna manera un nuevo modelo Estatal sino un modelo de participación civil, parte del entendimiento de que ningún reparo dentro del esquema de desarrollo económico capitalista podrá dar una respuesta eficaz a la crisis generalizada en la que se encuentra la sociedad. La crisis sirve de punto de partida, es una oportunidad, para una reconsideración radical acerca de cómo es que puede replantearse el desarrollo.

Esta postura "...propone, como perspectiva que permita abrir nuevas líneas de acción, un Desarrollo a Escala Humana. Tal desarrollo se concentra y sustenta en la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales, en la generación de niveles crecientes de auto dependencia y en la articulación orgánica de los seres humanos con la naturaleza y la tecnología, de los procesos globales con los comportamientos locales, de lo personal con lo social, de la planificación con la autonomía y de la sociedad civil con el Estado " [2]

Se observa en el planteamiento de sus objetivos fundamentales que existe una clara relación con la postura del Desarrollo Humano Sostenible, anteriormente abordada, dado que, al igual que ella, considera que una de las cuestiones fundamentales para replantearse el desarrollo es el de considerar al humano como el fin del mismo y que las alternativas al desarrollo deben nacer de la colectividad hacia el Estado y no viceversa.

Esta postura es novedosa en el aspecto en el que plantea que las políticas monetaristas y neoliberales del siglo XX han buscado resolver el problema del desarrollo desde un punto de vista paternalista, imponiendo modelos estatales homogeneizantes, de esta manera una de las claves para pensar un nuevo modelo de desarrollo consiste en la profundización de la democracia, lo que implica una óptima participación de los ciudadanos en todos los ámbitos de la vida en sociedad.

La idea del pluralismo se encuentra latente dentro de esta propuesta dado que estima que es en la diversidad de opiniones y concepciones de la realidad donde puede pensarse un modelo radicalmente diferente a los que han ocasionado la crisis, la diversidad también es evidente cuando se postula que la crisis debe abordarse desde una perspectiva científica y filosófica compleja y multidisciplinaria.

En esencia el Desarrollo a Escala Humana busca, pensar el desarrollo desde la autonomía particular de los individuos que componen las sociedades, esto permitiría alejarse de planes de desarrollo homogeneizantes impuestos ya sea por el Estado, por las organizaciones internacionales e incluso por las grandes corporaciones transnacionales, que sin lugar a duda benefician a unos pocos en perjuicio de los muchos.

Asimismo, la postura plantea una aproximación axiológica al tema de las necesidades humanas y sus satisfactores. Vale la pena recordar que modelos de desarrollo económico previos habían planteado la distinción entre necesidades y satisfactores desde una perspectiva económica, concibiendo a las necesidades humanas como premuras que cambiaban con el tiempo y con las diferentes concepciones culturales de una sociedad. La novedad de esta diferenciación se encuentra en la concepción de que las necesidades humanas son de alguna manera constantes a través del tiempo e iguales en todas las sociedades, si bien no puede afirmarse su inmutabilidad, se puede decir que su modificación se da en un tiempo extremadamente largo.

Para poner un ejemplo se puede tomar la necesidad de libertad, a través de la historia de la humanidad la protección ha sido una necesidad constante hasta la actualidad pero, gracias a hechos históricos importantes en la evolución de la sociedad, ahora se ha planteado una nueva necesidad: la libertad.

Las necesidades humanas "son atributos esenciales que se relacionan con la evolución" [2], puede afirmarse que son de "carácter social-universal" [2] Son requerimientos básicos que pueden ser comprendidos por cualquier ser humano y cuya modificación a través del tiempo es cuantificablemente más lenta que la de los satisfactores de necesidad y los bienes económicos.

La postura del Desarrollo a Escala Humana identifica nueve necesidades humanas: subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad. Dicha clasificación de las necesidades no es de número clausus sino que simplemente consiste en una sugerencia de categorías axiológicas.

En consecuencia se llega a afirmar que existe un conjunto de necesidades básicas humanas que son comunes a todos los hombres, la forma en la que estas necesidades axiológicas son satisfechas varía dependiendo de la sociedad humana, de esta manera el monetarismo, por ejemplo, tendrá una forma particular de satisfacer la necesidad básica de libertad que se diferenciará ostensiblemente del modelo neoliberal.

Ahora bien, los satisfactores de necesidades son aquellas formas que las diferentes sociedades humanas encuentran para satisfacer las necesidades anteriormente mencionadas, "... tienen una doble trayectoria. Por una parte se modifican al ritmo de la historia y por otra se diversifican de acuerdo a las culturas y las circunstancias " [2]. Por último, los bienes económicos son definidos como objetos con los que la sociedad satisface las necesidades de sus integrantes, éstos cambian rápidamente en función a la producción de los mismos.

La relación existente entre los tres conceptos referidos anteriormente ayuda a los defensores de esta postura a afirmar que los modelos de desarrollo economicistas-extractivistas (monetarismo y neoliberalismo) no producen nuevas necesidades en la humanidad sino que únicamente plantean satisfactores a estas necesidades que en la mayoría de los casos son inútiles para cumplir con su función.

En consecuencia los satisfactores de necesidad que actualmente son preciados por la sociedad pueden ser modificados en cualquier momento dado que no son la única manera que existe de obedecer a una necesidad esencial humana, de hecho, la mayoría de los satisfactores de necesidades que actualmente existen no satisfacen plenamente las verdaderas necesidades humanas.

Se cataloga a los satisfactores de necesidades como: Destructores, que paradójicamente al ser aplicados eliminan la posibilidad de satisfacerla necesidad y además evitan la satisfacción de otras necesidades; Pseudo-satisfactores, que dan una falsa sensación de satisfacción; Inhibidores, que al sobresatisfacer una necesidad dificultan la posibilidad de la satisfacción de otras; singulares, apuntan a la satisfacción de solo una necesidad sin considerar a las demás; y sinérgicos, que satisfacen la necesidad y estimulan o satisfacen a la vez a otras necesidades [2].

Puede tomarse como ejemplo de satisfactor de necesidad al armamentismo, es bien sabido que este tipo de política pública impuesta por el Estado busca proteger a los ciudadanos que viven en el mismo, pero ¿acaso el armamentismo realmente cubre la necesidad de protección? ¿Acaso el armamentismo no genera, paradójicamente, mas sensación de desprotección? En este ejemplo se está ante un satisfactor de necesidad "destructor".

En conclusión, los nuevos modelos de desarrollo deberán buscar satisfacer las necesidades esenciales del ser humano con satisfactores de necesidad sinérgicos, lo que implica también la consideración del ámbito ambiental en el nuevo esquema a plantearse.

• Desarrollo y sustentabilidad ambiental.

Las dos posturas anteriores hacen referencia a la naturaleza como un elemento importante dentro de sus planteamientos acerca de un desarrollo diferente, el Desarrollo Humano Sostenible, como se mencionó oportunamente la considera como un elemento del cual el hombre debe servirse hasta que la ciencia pueda sustituir los bienes naturales por otros sintéticos. Por otro lado, en el caso del Desarrollo a Escala Humana la naturaleza es un elemento fundamental que debe articularse en cualquier postura de desarrollo que pueda nacer en función a lo que decida dentro de ese ámbito democrático la sociedad en cada Estado y desde luego en relaciones interestatales.

El enfoque del desarrollo en base a la sustentabilidad ambiental toma a la relación hombre-naturaleza como parte fundamental para el pensamiento de cualquier desarrollo posible. La relación del hombre con la naturaleza, desde el punto de vista de los enfoques economicistas-extractivistas es una relación de uso de un recurso, el pensamiento occidental se caracteriza por concebir al ser humano como un ser desprendido de la naturaleza, este concepto filosófico fundamental, constituye un paradigma que debe ser superado.

La postura por el desarrollo con sustentabilidad ambiental plantea que el primer cambio que debe producirse para un desarrollo coherente con el comportamiento de la naturaleza es el de dejar el esquema dualista2 y regresar a la concepción unitaria hombre-naturaleza3 dado que en ningún momento se puede afirmar, desde la perspectiva de las ciencias naturales, que el ser humano sea algo ajeno a lo natural y viceversa. El hombre es el producto de la naturaleza y como tal debe adaptar su comportamiento de manera tal que lamisma pueda continuar existiendo, dicho de otro modo, sin naturaleza no puede existir humanidad.

Con relación a esto se manifiesta que: "Se ha afirmado que el problema ambiental es una dimensión donde confluye lo natural y lo social, a través del esfuerzo de las sociedades por desarrollarse. No obstante usarse reiteradamente esta dicotomía, cabe advertir que ella no es real ya que tiende a hacer aparecer al ser humano como algo externo a la naturaleza. La dimensión social es parte de la evolución de la propia naturaleza; la humanidad es la consecuencia de infinitos proceso de adaptación y creciente complejidad de las estructuras bioenergéticas. El problema ambiental es el resultado de la modalidad específica que ha adoptado la especie humana. No es un problema metafísico, no es el destino previamente fijado, sino que es una crisis producida por la propia adopción de formas de "desarrollo" que generan la situación ambiental" [3].

La otra característica del pensamiento dualista, la lógica científica, ha permitido el desarrollo de una ciencia que puede ser denominada peyorativamente como cientificismo, la concepción radical de que la única verdad posible es aquella que únicamente puede ser comprobada por medio del método científico ha desencadenado una deshumanización de las ciencias, a tal punto que los contenidos axiológicos que alguna vez formaron parte del quehacer científico han sido considerados como obstáculos para el avance de la ciencia.

La sociedad contemporánea ha desterrado el contenido valorativo del ámbito científico, lo que ha producido una asepsia valorativa.

Ahora bien, la postura que se desarrolla en este apartado observa que la inclusión del tema ambiental en la discusión sobre el desarrollo es todavía un asunto que se no se encuentra plenamente visibilizado dados los intereses económicos hegemónicos que desean mantener su poder. De todas maneras el ámbito ambiental toma cada vez más importancia en función al deterioro de la naturaleza que, en consecuencia, implica escasez de recursos para el desarrollo del capitalismo.

La aproximación en los países ricos se encamina desde la perspectiva de su necesidad de contar con las materias primas de los otros, en consecuencia buscan influir en ellos para la conservación de los recursos que le interesan. En cambio en los países pobres la aproximación se encamina principalmente por la necesidad de supervivencia, razón por la cual la problemática ambiental no juega un papel relevante, estos países, como los latinoamericanos buscan en primer lugar satisfacer sus necesidades inmediatas y postergan la cuestión ambiental de forma permanente [3].

Uno de los errores fundamentales de los modelos capitalistas de desarrollo ha sido el tratar de incluir al medio ambiente dentro del libre mercado para que de esta manera pueda cuantificarse en dinero el valor de elementos que se encuentran actualmente fuera del mercado, esta propuesta en realidad ha presentado más problemas que soluciones habiendo simplemente coadyuvado a posponer el debate sobre una aproximación diferente a la crisis ambiental4.

Pero ¿Qué es lo que postula concretamente el desarrollo con sustentabilidad ambiental?

Además del cambio cultural abordado en líneas anteriores esta postura postula un abordaje complej o y multidisciplinar a la cuestión ambiental.

En primer lugar dej a en claro que no se e stá postulando un decrecimiento ni un detenimiento del desarrollo humano, lo que se busca es poder continuar con la satisfacción de las necesidades humanas pero con un nivel mayor de comprensión científica del funcionamiento de la naturaleza. El ambiente natural tiene un funcionamiento ya planteado por el propio desarrollo de la vida en el planeta, el reto de la humanidad consiste en descifrar las formas por las cuales estos ciclos vitales son complementados y sostenidos en el tiempo para que de esta manera la huella del hombre en la tierra pueda pasar de una de depredación del sistema a un sincretismo con la naturaleza. "La sustentabilidad ecológica se logra cuando se mantiene la equivalencia entre las salidas de materiales y energía e información del sistema intervenido, y las entradas, sean estas naturales o artificiales"[3] "se trata de crear un sistema o transformar de tal modo un ecosistema prístino en un agrosistema que queda coherentemente organizado "[3]

• El buen vivir y sus propuestas.

Por último, se encuentra en boga un nuevo planteamiento de alternativa al desarrollo que proviene de los pueblos indígenas del altiplano Andino, es la postura conocida como la del buen vivir o vivir bien. Cabe mencionar que el planteamiento de esta postura se encuentra en pleno proceso de construcción, de todas maneras pueden establecerse ciertas características del mismo:

1. Implica una crítica a los modelos de desarrollo economicistas-extractivistas, crítica que emerge de las consideraciones de los pueblos Aymará y Quechua que recuerdan un tiempo, anterior a la colonia, en el que el desarrollo se presentaba de manera diferente.

2. Lleva consigo una concepción más amplia del desarrollo, es decir, no se basa en el desarrollo meramente individual sino que concibe como el "buen vivir" a un desarrollo centrado en la comunidad.

3. Implica un desarrollo que se basa en la austeridad y el desarrollo espiritual más que un desarrollo en constante acumulación de capital.

4. Existe una fuerte conexión del ser humano con la naturaleza-madre tierra, no existe dualismo entre el primero y el segundo dado que no puede haber humano sin naturaleza. [4]

Al ser un concepto en construcción no se puede encontrar mayor teorización al respecto pero cabe resaltar que, en base a los principios que implica, coincide con las posturas desarrolladas en los puntos anteriores.

Es interesante destacar que tanto Bolivia como Ecuador han constitucionalizado al buen vivir dentro de sus Leyes Fundamentales, pero mientras no se dé un verdadero cambio cultural en los modelos economicistas-extractivistas de estos Estados, la norma jurídica no podrá ser efectivamente aplicada. En este caso se aplica el aforismo jurídico: son los hechos los que determinan al derecho y no viceversa.

 

III. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.

Luego de haber analizado estas cuatro posturas que buscan plantear una alternativa diferente al desarrollo económico contemporáneo se pueden establecer las siguientes conclusiones y recomendaciones:

Primera. El desarrollo económico capitalista economicista-extractivista que se aplica en américa Latina se encuentra en una profunda crisis, dado que no ha podido cumplir con la promesa de la satisfacción de las necesidades humanas y la reproducción de la vida en sociedad.

Segunda. Las alternativas a los modelos de desarrollo capitalista pasan por una política de desarrollo que nace de lo subjetivo, de lo particular de las sociedades para que posteriormente, con ayuda del sistema democrático, pueda constituirse en una política de escala estatal y hasta global. Las posturas exploradas parten de las unidades más pequeñas de la sociedad, lo que garantiza la efectividad y compromiso de cualquier medida política, económica o social que pueda tomarse en cuenta.

Tercera. Se requiere un cambio axiológico en el pensamiento del ser humano para poder aspirar a un efectivo cambio de políticas de desarrollo, este cambio pasa por la reintegración del hombre con sus valores, con la naturaleza y con su espiritualidad.

Cuarta. Las alternativas al desarrollo economicista-extractivista no pueden quedarse en simples elucubraciones metafísicas y en normas constitucionales inaplicables, es necesario proponer un cambio material en las políticas económicas sociales y culturales para poder vislumbrar un desarrollo distinto.

Quinta. La confianza excesiva en la ciencia y la tecnología han retrasado el abordaje de la crisis compleja del desarrollo humano, razón por la cual es prudente no ser tan optimista con relación a las posibilidades de la comunidad científica de paliar efectivamente las consecuencias de la depredación a la que el planeta está sujeto.

 

NOTAS

1 Abogado. Licenciado en Derecho, Universidad Católica Boliviana "San Pablo". Diplomado en Administración y Organización Pedagógica del Aula en Educación Superior, Centro de Estudios de Postgrado y de Investigación en Educación Superior CEPIES "Universidad Mayor de San Andrés", Bolivia. Pos titulado en Derecho Constitucional y Magíster en Derecho Público, de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Pos titulado en la Docencia en Educación Superior Bajo el Enfoque por Competencias "Universidad La Salle", Bolivia. Candidato a la Maestría en Filosofía y ciencia Política, del CIDES-UMSA. Profesor de la carrera de Derecho de la Universidad La Salle, Bolivia. Sus principales líneas de investigación se encuentran en al ámbito del Derecho Político, Derecho Constitucional, Derecho Laboral y la Filosofía y Axiología Jurídica, es Abogado Sénior del Estudio de Abogados Gamarra & Pérez. rubengamarraperez@gmail.com

2 Este modelo de pensamiento puede ser rastreado hasta el pensamiento de René Descartes (1596-1650) quien, además de ser el fundador del método científico, concibió al hombre en una relación dual con la naturaleza. Para Descartes existen dos realidades: la "res cogitans" que es lo que se piensa y la "res extensa" que es todo lo demás. Si bien este pensador fue el que dio lugar al pensamiento científico estableciendo el cuestionamiento y comprobación de todo lo que se presenta en la realidad también allanó el terreno del pensamiento para la concepción del capitalismo, modelo económico de producción que se funda en la extracción de recursos de la naturaleza (parte de la res extensa) a favor del bienestar económico del hombre (único ser dentro de la res extensa).

3 Regresar implica reconsiderar que en otras culturas, diferentes a la eu-ropea-occidental, el ser humano nunca dejó de considerarse como un todo con la naturaleza. Existen antecedentes históricos que revelan esta situación y, de hecho, en la actualidad, la mayoría de los pueblos indígenas albergan esta concepción.

4 De hecho, existen posturas de derecho económico que plantean como única alternativa a la crisis ambiental la privatización de todos los recursos naturales de manera tal que aquél que vea afectado un bien que es de su patrimonio pueda recurrir al aparato judicial para hacer valer sus derechos. Otra tendencia concordante es el esfuerzo por establecer "Bonos de Contaminación" que serán introducidos en las bolsas de valores como Títulos Valores y que podrán ser negociados por las empresas contaminantes con la finalidad de no contaminar más que el "cupo" que ha sido designado en el bono. Se afirma que con la aplicación de esta política las empresas que más contaminan buscarán disminuir su actividad perjudicial con la naturaleza para poder vender en la bolsa de valores los bonos de contaminación sobrantes (cuyo precio crecería considerablemente cada año) a empresas que necesiten contaminar más para incrementar sus utilidades.

 

REFERENCIAS.

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Max Neef, M. (1994) Primera parte: 1. Relectura de la crisis latinoamericana, 2. Desarrollo y necesidades humana. En Max Neef: Desarrollo a escala humana. Conceptos, aplicaciones y algunas reflexiones. Barcelona: ICARIA/Nordan.        [ Links ]

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Tapia, L. (2012) El tiempo del desarrollo. En Wanderley (Coord.) El desarrollo en cuestión. Reflexiones desde América Latina. La Paz: CIDES-UMSA/OXFAM. Plural Editores.        [ Links ]