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Fides et Ratio - Revista de Difusión cultural y científica de la Universidad La Salle en Bolivia

On-line version ISSN 2071-081X

Fides Et Ratio vol.8 no.8 La Paz Sept. 2014

 

ARTÍCULO REVISIÓN DE TEMA

 

Filosofía de la Educación: Aproximación a un posible significado.

Philosophy of Education: A possible approach to meaning.

 

 

Libardo Tristancho Calderón
Instituto de Investigación en Ciencias de la Educación,
Universidad la Salle libardotristancho@gmail.com
Recibido: 23/03/2014
Aceptado: 26/05/2014

 

 


Resumen

¿Existe una filosofía de la educación? ¿Qué es la filosofía de la educación? ¿Para qué sirve en nuestros tiempos reflexionar sobre la filosofía de la educación? Este escrito trata de adentrarnos, a manera de aproximación, a una posible definición de lo que es la filosofía de la educación y su importancia. Aproximación que se hará retomando algunos sentidos, desde el pensamiento Griego, de lo que es educar y hacer filosofía. Para dejar claro, este artículo no es una receta de lo que para todos debería ser la filosofía de la educación, es tan solo una vista panorámica de lo que el autor entiende por tal y quizá un pretexto para que cada uno vaya elaborando su propia comprensión de la misma.

Palabras Claves Alimentar, amor, conocimiento, discípulo, educar, filosofía, ignorancia, luz, método, noche, verdad.


Abstract

Is there a philosophy in education, and what is it? What is the relevance of reflecting on this nowadays? The purpose of this article is to find a possible definition of philosophy in education and its importance. This approach will be done based on some themes from Ancient Greece, pointing out the meaning of teaching and philosophizing. This analysis is not a recipe for what philosophy in education should be, it is rather what the author understands by it, and it allows the readers to think about this theme and develop comprehension about it on their own.

Keywords: Nourish, love, knowledge, disciple, education, philosophy, ignorance, light, method, night, thruth.


 

 

INTRODUCCIÓN

Estas reflexiones son algunos acercamientos a lo que entiendo por filosofía de la educación. En la medida que me sea necesario utilizaré textos en griego que serán explicados y traducidos como forma de adentrarnos al cometido de estas líneas.

Contenido

El fragmento 2 del poema de Parménides afirma:

Pero si yo diré, tu habiendo escuchado edúcate (recibe) -en- la palabra, cuáles únicos caminos de indagación hay para pensar.

Esta parte del fragmento 2 es la que me interesa para hacer un primer acercamiento a una posible comprensión de lo que es la educación. Pero para lograr un mejor entendimiento del texto en cuestión es necesario asumir la interpretación de otros fragmentos del mismo poema, los cuales nos darán una idea de lo que aquí quiero afirmar.

Como sabemos el poema de Parménides inicia narrando un viaje emprendido por el mismo autor del poema, quien al ser inexperto necesita de un guía que lo lleve. Quien ha leído el poema puede ver que el relato está contado como algo sucedido, por lo que el viajero ya consiguió lo que fue a buscar. El inicio del poema afirma lo siguiente (fragmento 1):

Las yeguas me llevan, hasta donde llegara también el ánimo, enviando, después que me llevaron a el camino rico en discursos de la diosa, la que lleva a todo hombre que sabe a toda la ciudad.

Lo interesante aquí es que Parménides describe el inicio del poema como un recorrido efectuado por él por medio de un Ó5ÓQ camino; él tuvo, en realidad, que andar entre -en medio de- el camino, lo que lo llevaba a asumir un método -u£iá-ó5óv- (método- estar en el camino) para conseguir aquello que desconocía. Es decir, quien anda un camino lo hace con un método, método que es el andar mismo del camino elegido.

Ahora bien, en el fragmento 2 del poema, citado supra, encontramos el verbo

(kómisai) que es el aoristo infinitivo del verbo (komízo) que puede significar cuidar, alimentar, educar, recibir, llevar a lugar seguro. Entonces un hombre inexperto, Parménides, emprende un (odós) que es un (meta- odón), pero lo inicia guiado por quienes conocen el camino y pueden mostrar el método. Este emprendimiento tiene por cometido (akoúsein-escuchar), pero tí , escuchar qué: (míthon- palabra, relato), y con escuchar el relato poder (infinitivo presente pasivo) ser educado.

me llevaron por el camino, implica un recorrido por (odon-el camino), un andar, un caminar en búsqueda de, para llegar a. Por lo tanto, (komisein-educar) implica un recorrido, un esfuerzo, algo que no se consigue porque si, hay un caminar, por medio de un (odós-camino), un "hacer".

(komisein-educar) es algo que se recibe y se da, se cuida, se lleva a un lugar seguro. Podemos resumir tres elementos de los fragmentos tratados con anterioridad. La educación, algo divino, sagrado si se quiere, no es para todos, es el alimento para unos elegidos, elegidos por quiénes: en este caso por los dioses. En un segundo momento es algo que se debe cuidar porque es sagrado y no para muchos, sino para pocos. Y en un tercer momento, educar implica asumir un camino que debe ser recorrido por la propia persona, aunque sean otros los que sirva de guías.

Veamos este otro fragmento que (es parte del 1) complementa lo que se viene hablando.

El eje, que echaba chispas en los cubos, producía un silbido (pues estaba presionado a ambos lados por ruedas circulares) cuando las hijas del sol, que abandonaban la morada de la noche, se apresuraban a impulsarme hacia la luz, quitándose con las manos los velos de sus cabezas.

El viaje realizado por Parménides, guiado por las yeguas de las diosas, llega un punto que es ; (fáos- luz), y todos sabemos que la luz deja ver, posibilita mirar lo que ella circunda, por lo tanto hay un tránsito realizado por el viajero que llega a la luz, pero parte de ; (Niktós), de la noche, la oscuridad, las tinieblas. Entonces, hay un proceso que permite ver, porque se pasa de la oscuridad a la luz.

Hay un antes en el que se vivía en tinieblas y no se podía ver, y un después en el que Parménides des-cubre ; (fáos-luz). (komísein), educar, alimentar es un proceso de transito de la oscuridad a la luz. (ser educado) se da únicamente en ; (en la luz).

(Kalíptra) es el sustantivo que deviene del verbo (Kalípto) que significa ocultar, cubrir.. .algo. Ahora bien, en griego hay otro verbo que significa estar oculto, ocultarse, (lantháno). De este verbo Heidegger afirma que deviene la palabra (alétheia) lo no-oculto, es decir la verdad. La verdad es aquello que no está oculto porque ha sido des-ocultado. Mientras se permanezca en el reino de ; (Niktós-noche) todo (es oculto), pero una vez se llega a ; (luz) se des-cubre, se des-oculta se llega a la (verdad). Ahora bien, ¿por qué incluir la (alétheia) cuando en los versos traducidos en este escrito no aparece?

Retomemos el primer fragmento traducido, a saber:

Pero si yo diré, tu habiendo escuchado edúcate (recibe) -en- la palabra, cuáles únicos caminos de indagación hay para pensar.

En la última parte del verso presenta la idea de dos caminos de indagación que hay para pensar, pero no dice cuáles son. La develación de los caminos permitirá entender que uno de ellos conduce a la (alétheia-verdad) y el otro no. Veamos.

Pero si yo diré, tu habiendo escuchado edúcate (recibe) -en- la palabra, cuáles únicos caminos de indagación hay para pensar. Por una parte que (que el ser) es y que no es el no ser, es el camino de la persuasión- pues acompaña a la verdad-y por otro lado que no es y es necesario no ser, te enuncio que este sendero es totalmente incognoscible, pues no conocerás lo no siendo- pues no es posible- ni mencionarás.

Ahora bien, ; quitándose con las manos los velos de sus cabezas, citado más arriba, puede entenderse como dejar atrás aquello que no permitía ver la luz, un develar como des-ocultar, y el quitar el velo permite llegar a la (alétheia-verdad). Primero hay que quitarse lo que cubre para luego acceder a lo no-oculto. Cuando se está en las tinieblas todo es oculto, no se ve con claridad lo que es, sólo al de-velar lo oculto se des-oculta y se ve con claridad lo que es. (kómisthai-ser educado) es un de-velar que se da desde la des-ocultación, en el estar en ; (fáos-la luz).

El relato es el develamiento de lo que no se sabía, que por una parte y por otra (que (que el ser) es y que no es el no ser). ¿No sabía quién? Parménides. Pero lo conocía la diosa. El conocimiento verdadero es divino y dado sólo algunos que emprenden el camino ¿solos? No, guiados. ¿Por quiénes? Por los mismos dioses.

Este tipo de educación es la que se propone en el poema del Parménides una educación univoca que pretende llevar a la verdad a aquellos que se unen a ella por la fuerza de una lógica apofántica: "el ser es y el no ser no es". Ahora bien, habría que ver quién entra en el ser, quiénes son los que pueden comprender el ser. ¿Es posible hoy en día seguir en vías parmenideas afirmando que el ser es y el no ser no es?, y no sólo desde la lógica, sino desde las implicaciones gnoseológicas, epistémicas, antropológicas y sociales, entre otras. Educar envías a unos elegidos que detentan el poder del ser no es educar es manipular la (verdad), mostrando como des-ocultado aquello que piensan es lo des-ocultado por quienes pueden des-ocultar debido a la ostentación de (el ser). Desde mi punto de vista el poema de Parménides, como muchos escritos (vean el mito de la caverna), encierran un poder político de fondo que quiere mantener el orden establecido (que (que el ser) es y que no es el no ser.

(Komísein-educar), entonces, es un educar, alimentar, cuidar, llevar a lugar seguro, y este es el punto que quiero resaltar. Ahora bien, existen otros verbos en griego que se pueden traducir por educar.

Dejemos de lado, por el momento, estos fragmentos de Parménides y veamos que en el sentido griego de educar hay una relación directa entre alimentar y educar, como ya se presentó implícitamente en las líneas anteriores.

Vimos que (komísein) puede significar educar y alimentar, esa correspondencia va a ser una constante dentro del pensamiento griego. Educar es alimentar, pero no un alimento que sólo llena el cuerpo, sino que hace grande al alma y al ser humano en su totalidad.

Demos un salto y veamos la palabra (trofé) que vamos a traducir como alimentación, educación. Ésta viene del verbo (tréfo) que significa alimentar, nutrir, educar (entre otros significados), y aparece reiteradas veces en el diálogo de Platón titulado Protágoras.


Pero, oh Sócrates, ¿de qué se educa-alimenta- el alma? Sin duda de conocimientos. (Platón. Protágoras 313 c).

Quienes han leído el diálogo en cuestión saben que en el fondo de este interrogar socrático hay un preocupación latente. Hipócrates está frente a un gran peligro, veamos esto más de cerca.

Hipócrates va apresurado en medio de la noche a despertar a Sócrates para informarle que había llegado una gran celebridad, a saber: Protágoras. El gran educador que por unas cuantas monedas (que en realidad no eran tan cuantas) daba la sabiduría a sus seguidores. Hipócrates quería seguir al Sofista, ser uno de sus ( (mathetái-discípulos). Esto, en esencia, es lo que preocupa a Sócrates, que su amigo se pierda, que ponga en peligro su (Psiqué-alma), recibiendo un mal alimento, una mala educación.

Qué en efecto, ¿sabes a qué algún peligro lleves exponiendo el alma? (Platón. Protágoras 313 a).

Sócrates se siente preocupado porque su amigo puede perder su alma, ¿por qué? ¿Por tener que pagar a una persona para que lo hagan sabio? No. Porque lo que va a recibir como educación no es el conocimiento. Volvamos a la cita supra, Lo que alimenta el alma es el conocimiento, lo que educa al alma y la dirige por el camino correcto es el conocimiento. Pero, ¿los sofistas no ofrecían el conocimiento? Según el Sócrates

Platónico NO. Porque lo que daban eran apariencias. Este tema aunque interesante no lo abordaré aquí (la discusión Sócrates-Sofistas).

Hipócrates está ante un peligro inminente, ¿cuál?, perder su alma ¿de qué manera?, con una mala alimentación-educación del alma misma. Esa mala alimentación nos lleva al concepto de áuaOía (amathía).

Cuando se dijo que Hipócrates quería ser uno de los discípulos de Protágoras se utilizó el sustantivo plural masculino (mathetói) que significa discípulos, los que quieren aprender. Esta palabra viene del verbo (mantháno) que significa conocer, por lo que colocándole el prefijo a surge la palabra á-ua9ía que se puede traducir como sin-conocimiento o ignorancia.

Entonces dar conocimientos está en línea directa con (tréfo-alimentar) y no hacerlo es tener el alma en la (amathía-ignorancia).

Sacando una cita de mi libro "Filosofía de la educación", vamos a aclarar qué es esta (amathía) en Sócrates:

La ignorancia es comúnmente conocida como no saber algo porque se carece de eso que se desconoce, pero es de suyo evidente que las personas con las que Sócrates emprendía el arte dialógico eran individuos que afirmaban saber, por ende que tenían un conocimiento determinado y la certeza de éste como para afirmarse públicamente dentro de la categoría de sabios. Entonces, ateniéndonos a la definición de ignorancia presentada ésta no concuerda con el tipo de personas "sabias" con las que Sócrates intercambio palabras para demostrar que el oráculo estaba errado, las que decían saber y no sabían. Estas no se proclamaban maestros en la ignorancia, sino sabios porque creían saber (y en el caso de los sofistas no sólo sabios sino educadores), por lo que el sentido de ignorancia en Sócrates es preciso entenderlo desde otra perspectiva.

La ignorancia no es la carencia sino la hartura, la llenura de algo sobre lo que se cree tener una total certeza, pero sin saber que eso que se sabe no es un verdadero saber, sólo son opiniones, flatus vocis, con las que se ha llenado el alma, como los globos de dulce que se comen los niños en los parques, los cuales a simple vista son grandes y rellenos, perspectiva que cambia radicalmente al ser llevados a la boca (momento en el que se descubre que no son más que aire acompañado con una capa de dulce que engaña a la vista).

(1) Conford dice que no es ignorancia en el sentido de una ausencia total de conocimiento, que se remedia con la adquisición de información. Se debe a la presencia real de la creencia falsa que ya conocemos o entendemos. El descubrimiento de Sócrates consistió en formular que la verdadera educación moral debe comenzar con la eliminación de las creencias populares acerca de lo correcto y de lo incorrecto que hemos aprendido de nuestros padres y maestros".

La ignorancia es como el que come cualquier cosa hasta hartarse y se enferma por haber consumido demasiado, por lo tanto, para su curación lo que le receta el médico no es que siga comiendo sino que haga lo necesario para eliminar eso que tragó y que lo indigestó. El que ignora está llenó de ideas falsas y al creer que éstas son verdaderas, y que sustentan el saber desde el cual se erige como sabio, cae en un grave error. El ignorante es aquel, que como se dijo anteriormente, no busca más, no ausculta, no indaga, no pregunta, porque se conforma con el saber que tiene, juzgando, en su ignorancia, que ya sabe lo que tiene que saber y por lo tanto no puede conocer más. (Tristancho, 2011)

Extr- Precisamente hay esas dos, como se muestra en los orígenes mismos de los males, de una parte a la que todos llaman el vicio, siendo la enfermedad más evidente. Teet -si.

Extr- Y, por otra parte, la que llaman ignorancia, la misma que no están dispuestos a aceptar que, sola, resulte ser el malpara el alma. (Platón. Sofista 228 e).

La educación es una alimentación y se la comprendía de esa manera porque así como los alimentos dan fuerza, energía, vitalidad al cuerpo, de la misma manera el alimento que se le diera al alma era su sostén. Si el alimento no era el adecuado la persona podía perderse en el vicio, pero si era bueno llegaría a la virtud.

(2)La educación es entendida como un alimento que se le da al ser humano, el cual va a marcar a la persona de por vida; pero un alimento puede caer bien o mal por lo que es necesario la aparición de un regulador del alimento: el médico Éste es el educador honesto que ayuda a recetar los buenos conocimientos para el alma. Hasta aquí hemos utilizado dos verbos para indicar una misma dirección en el sentido de educación (tréfo) y (komízo): alimentación. Pero, ¿quién es el que se alimenta con la educación? No hay que dar vueltas para saber que es el ser humano. Y en este punto es donde quiero introducir la tercera palabra que deseo tratar en este sentido de educación, a saber: (paideúo).

Este concepto es utilizado por Platón en el conocido libro VII de la república:

(Platón. República 514 a.)

Compara nuestra naturaleza con educación y -en lo que respecta también- sin educación, con una experiencia en estas circunstancias.

El sustantivo en cuestión viene de la raíz ; (país-paidós) que traduce niño, joven (en algunas ocasiones esclavo): su genitivo, como vemos, se une al radical verbal para generar el verbo (paideú), el cual conjugado en primera persona del presente indicativo queda (paideúo) que vendría a ser educar al niño, alimentar al niño, jugar con el niño (porque de la misma raíz viene la palabra (paidía) que significa jugar, divertirse, por lo que la educación se podría entender como una diversión, o por lo menos como algo que debería ser divertido para el niño). Explico esto para que se pueda ver de dónde sale etimológicamente la palabra en cuestión, pero ahora les pido dejen que la loca de la casa, como Malenbranche llamaba a la imaginación, vuele un poco para entender desde otra perspectiva el sentido de (paideúo), lo que me va a permitir reforzar la idea que vengo manejando sobre la educación como alimento.

Ya dijimos que (paideúo) viene de (país-paidós). Ahora bien, existe el verbo (deúo) cuyo epónimo es (déo) que tiene el sentido de tener falta, estar necesitado, carecer. A partir de este verbo se puede hacer la relación de que (paideúo) de alguna manera tiene conexión con el estar necesitado, el carecer del niño. Por lo que educar es ir al "carecer del niño", en un alimentar oportuno.

Por otra parte de la misma raíz de ; (país-paidós) proviene (paideía) que es la educación del niño, pero que va más allá de ese sólo sentido lato. Jaeger la define como el despertar de un ideal consciente de educación y de cultura. Ideal Griego de entregar a sus nueva s generaciones el alimento propicio,aquello de que carecen, para de esta manera forjar la idea de ser humano pretendida desde la excelencia que buscaban.

En otras palabras, la educación consistía en alimentar a los hombres de eso que necesitaban para que fueran individuos excelentes y por lo mismo sociedades de la misma condición. ¿Qué era ser excelente para los griegos? Poseer la (arete).

La palabra áristos es el nominativo singular masculino superlativo de bueno por lo que los áristos, aquellos que poseen la ápexií (arete), son los buenos para... los que llevan en su ser la excelencia para... Y es aquí donde entrelazo lo dicho arriba con la idea de la excelencia.

La (paideía) es la educación que tiene como finalidad el ideal de excelencia que cada sociedad se quiere forjar, dando a cada uno de sus habitantes el alimento necesario, porque carecen de ello, para conseguirla. Esto es lo que entiendo por educación.

Hasta aquí he tratado de presentar lo que entiendo por educación, pero de lo que versa este escrito no es sólo de educación sino de filosofía de la educación. Ahora es necesario entrar un poco en el concepto de filosofía para luego entrever una comprensión de un posible significado de filosofía de la educación.

Filosofía es una palabra que se ha vuelto común en el hablar cotidiano: escuchamos a diario frases como "esa es mi filosofía", "la filosofía de la empresa es...", "la guerrilla no tiene una filosofía clara", etc. Si se habla de filosofía por aquí y por allá tiene que haber una comprensión mínima de lo que ella es, quizá es porque en el fondo todos somos filósofos por naturaleza, aunque no todos practiquemos la filosofía ¿Acaso el saber los números nos vuelve matemáticos? O ¿conocer el alfabeto y cierta cantidad de palabras de un idioma nos convierte en literatos? El problema que percibo al ver rutinizada la palabra filosofía es que se cree que se puede opinar de filosofía con la misma ligereza, y superficialidad, con la que se opina de política o de religión, y eso no debería ser tan así.

Ahora bien, por qué se la nombró filosofía y no erosofía, ni agaposofía.

(3) Existe otro verbo en griego que significa amar, pero que aquí no lo vamos a desarrollar, a saber: estergo. Este verbo hace referencia al amor que un padre siente por su hijo, o al amor que sienten los esposos, un amor cálido de familia.

Predomina, además, entre muchos de los que aman un deseo hacia al cuerpo, antes de conocer el carácter del amado... por ello no está muy claro si querrán seguir teniendo relaciones amistosas cuando se haya apaciguado su deseo.

El anterior fragmento es sacado del Fedro y muestra el sentido general que tenía (erao-amor) para los griegos, participio genitivo, significa, unido al pronombre , de los que aman. En la traducción se da a entender que estos que aman sienten un deseo especial hacia el cuerpo, quieren disfrutarlo, sin necesidad de mediar el conocimiento de la otra persona, (eráo), amor, tiene más relación con un amor carnal, sensible, en el que el que ama desea amar sin importarle las necesidades o condiciones del amado, ni una entrega desinteresada. Es un amor posesivo, lleno de deseo, sensualidad y gusto por el cuerpo. Resumiendo, este tipo de amor es un deseo hacia el cuerpo, y por ese mismo motivo se pone en duda una amistad entre el amante y el amado una vez que se ha consumado el acto sexual4.

El otro verbo, (agapáo-amor), es utilizado dentro del pensamiento griego, pero en realidad tomó gran importancia con la koiné cristiana, la que buscando uno de los verbos para describir el amor de Dios encontraron que el que más se ajustaba a lo que querían eran este tipo de amor, (agapáo) es el amor que se da desde la entrega, por lo general, desinteresada (la acogida calurosa), y se tenía entre los griegos como una forma de saludo afectuoso.

Y, por último, (filéo- amor) es un verbo que es muy usado y tiene varios significados, veamos dos ejemplos uno de la Ciropedia y otro de una fábula de Esopo.

Y el mismo Ciro riendo saltó hacia el abuelo y besando al mismo tiempo decía. (Jenofonte, Ciropedia I, 7.)

(4) Platón desea cambiar está visión en el Banquete, en donde en boca de Sócrates propone entender este amor como deseo de aquello que no se tiene, pero no de lo corporal, sino de aquello que es lo sublime: El Bien.

Un terrible amante de la plata dijo habiendo encontrado un león de oro: no sabes quién llegaré a ser en este momento yo he gozado y no tengo qué hacer, me divide el amor a la riqueza y el temor a la naturaleza.

El verbo (filéo) puede significar, como en el primer ejemplo, besarse, un beso de amor entre seres muy allegados. Ciro salta con gran cariño hacia donde está su abuelo y (besando) le dice... Ciro está cansado de tener a su

pedagogo, Sacas, encima todo el tiempo, viendo y denunciando sus travesuras, sus inapetencias y sus desmanes, por lo que acude a su abuelo, en medio de una cena, para que no le permita a Sacas seguir haciendo eso, y para ganárselo le da un beso, le da una muestra de amor puro a uno de los seres que más quiere.

En la biblia se utiliza también este verbo para dar ese significado del beso afectivo.

Pero el traidor dio la señal misma diciendo: al que besaré es él, prendedle.

Para Judas, el traidor, se utiliza el verbo amar-besar por el vínculo de amistad que los había unido, por la cercanía que habían tenido, porque de lo contrario tranquilamente se hubiera utilizado otro verbo que significara besar.

Por otra parte, en el fragmento de la fábula de Esopo encontramos dos veces el verbo (filéo), a saber: (filárgiros) el que desea la plata y (filojrematía), el que ama la riqueza. En el primero podemos intuir que (filéo) es un deseo de.. .un apetecer, ansiar, ambicionar y se relaciona con el amor que devela , distinto a los otros dos. Se ama lo que se anhela, lo que se quiere tener junto porque produce un bien, un placer que no es de (sóma-cuerpo), ni de entrega absolutamente desinteresada; es un buscar aquello que permite dar y recibir, un amor de cercanía, de cariño por alguien o por algo, un amor de amigos5.

(5) En este punto es bueno hacer notar que la biblia presenta la diferencia entre y pero como en la traducción se lee sólo "amor", no se ve la diferencia entre lo que pregunta Jesús y lo que responde Pedro, veamos. Después de haber comido, Jesús dice a Simón Pedro, simón de Juan, me amas más que estos; dice a él, en efecto, señor, sabes que te amo. Dice a él, apacienta mis ovejas. Vemos que el amor por el que pregunta Jesús no es el mismo que el de la respuesta de Pedro. El amor por el que interroga Jesús es por aquel amor de entrega absoluta, en el que coloca a Jesús por encima de todos; pero Pedro viendo lo que le preguntaba su maestro responde "sí, te amo", pero con ese amor con que se ama al amigo pero no de manera absolutamente desinteresada y de entrega sin medida.

Oh amigo Fedro, ¿a dónde-vas-y de dónde-vienes-?

(oh file), exclama Sócrates al ver a su cercano Fedro, a quien quiere de tiempo,(filos) es el sustantivo de (filéo), y es el amigo, amado, agradable, el que gusta de... por lo tanto el verbo en cuestión en relación al sentido de (filosofía) es un amor que anhela algo, ¿qué anhela? La respuesta es (la sabiduría). Ésta palabra puede significar habilidad para... destreza, agudeza, sabiduría (entre otros). Por esta razón Gomperz señala que (sofistes) era todo aquel que se destacaba en alguna actividad específica, sabio en...

Se puede, por consiguiente, realizar una aproximación a (filosofía)como amor, el deseo, el anhelo que se tiene por la sabiduría, el amor cercano que desea la habilidad para saber...Por eso quien siente el deseo por la sabiduría es (filósofo).

Pues Teodoros, oh amigo, muestra no juzgar malamente acerca de tu naturaleza.
Pues completamente esa pasión del amante de la sabiduría, -es- el admirar, pues no-hay- otro origen del amor a la sabiduría que ese. (PLATÓN. Teeteto 155 d).

Platón afirma que el origen del deseo por la sabiduría es la admiración, (thaumázo) es admirar, maravillarse, preguntar con admiración. Pero no es un preguntar cualquiera es un preguntar con admiración envuelto en un total y constante (páthos-pasión), en una constante determinación a (filosófein), amar, anhelar la sabiduría. Por consiguiente, el , no es algo del momento, es disposición siempre a.

(6) Es un tanto aventurero lo que voy a proponer pero desde lo que permite la traducción de ; entra dentro del cabe. , entre otras traducciones, se utiliza mucho para mostrar un tipo de sufrimiento corporal o espiritual. Y si la frase la interpretamos desde esta perspectiva podría entenderse como: "pues completamente este sufrimiento por el anhelo de la sabiduría, -es- el preguntar con admiración ¿Por qué sufre el amante de la sabiduría? Por el anhelo que tiene de la misma; anhelo que se despliega en un preguntar- que es constante- envuelto en un admirar.

 

Conclusión

Pienso que ahora puedo acercarme a una posible definición de filosofía de la educación, y a partir de lo visto supra la entiendo como el deseo del saber necesario para alimentar a las personas en aquello que muestra la excelencia de lo que se persigue. En otras palabras, la filosofía de la educación muestra el derrotero de aquello que es necesario como alimento para la búsqueda de la arete.

Cuando digo "lo que se persigue", lo afirmo porque cada sociedad tiene su mira puesta en una o unas excelencias que son a las que desean llevar a sus habitantes y a la sociedad en sí misma. Por ende, si hay varios puntos a los que arribar, dependiendo del lugar en donde se despliegue la educación, no puede existir una filosofía de la educación, sino unas filosofías de la educación. Estas filosofías de la educación tienen la obligación de delinear los fundamentos de ese deseo de saber que necesitan las personas de una determinada sociedad para llegar a la excelencia.

 

Referencias

• Cordero, N. (2005) Siendo, se es: la tesis de Parménides. (pp. 242) Buenos Aires : Biblos.        [ Links ]

• Esopo. (2006), Fábulas (pp. 406). Gredos, Madrid.        [ Links ]

• Gomperz, T. (2000), Pensadores griegos: de los comienzos a la época de las luces. Barcelona: Herder.        [ Links ]

• Jaeger, W. (1946), Paideia: los ideales de la cultura griega. Tomo I. (pp. 449). México. Fondo de cultura económico. 449, pp.        [ Links ]

• Jaeger, W. (1944) Paideia: los ideales de la cultura griega. Tomo II. (PP. 482) México, Fondo de cultura económico.        [ Links ]

• Jenofonte. (2000). Ciropedia. (pp. 510) Madrid: Gredos.        [ Links ]

• Platón. (1981) Diálogos. Tomo I. (pp. 592) Madrid: Gredos.        [ Links ]

• Platón. (1983) Diálogos. Tomo II. (pp. 461) Madrid : Gredos.        [ Links ]

• Platón (1986). Diálogos. Tomo III. (pp. 413) Madrid : Gredos, 1986.        [ Links ]

• Tristancho, L. (2011) Filosofía de la educación: de Hornero a Platón. La Paz: Universidad la Salle.        [ Links ]