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Revista Integra Educativa

versión On-line ISSN 1997-4043

Rev. de Inv. Educ. v.6 n.3 La paz dic. 2013

 

EDUCACIÓN CIUDADANÍA AMBIENTAL

 

La naturaleza...un sujeto con derechos

Apuntes para la reflexión

 

The nature ... a subject with rights

Notes for reflection

 

 

E. Ximena Roncal Vattuone
Investigadora
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (México)
Instituto Internacional de Integración
Convenio Andrés Bello
eximi@hotmail.com
Recibido / Received: 13/11/2013
Aceptado / Accepted: 19/12/2013

 

 


RESUMEN

En la actualidad existen discusiones sobre cambios climáticos, economía verde, sustentabilidad ambiental y otros conceptos que se corresponden con la ideología neoliberal y su mercado capitalista. Sin embargo, en medio de esta ofensiva contra la Vida han emergido en este cambio de época nuevos derechos que están modificando de manera contundente (aunque no tan rápido como se quisiera) las estructuras de poder y las ideologías vigentes. Los pueblos están decididos a reescribir la historia logando recuperar la visión de Naturaleza que le da un significado único a la condición del ser humano. Los pueblos han logrado poner en las mesas de debate la urgente necesidad de establecer una relación armoniosa entre la humanidad y la biosfera con sentidos y lecturas distintas sobre la Viday la Naturaleza a partir de la recuperación de la llamada cosmovisión de los saberes de los pueblos indígena, donde la dimensión ambiental se constituye en uno de los pilares más importantes. Considerar a la Naturaleza como Sujeto con Derechos ha abierto otros caminos de resistencia asumidos por Bolivia, Ecuador y Venezuela con bases y principios filosóficos y políticos que transforman los horizontes de Vida capaces de cuidar y proteger la propia existencia humana.

Palabras clave: Naturaleza, constituciones políticas, mercancías, sujetos, derechos.


ABSTRACT

At present there are discussions on climate change, green economy, environmental sustainability and other concepts that correspond to the neoliberal ideology and capitalist market. However, amidst this offense against life, in these changing times there have been new rights that modify overwhelmingly (although not as fast as I would like) power structures and ideologies currently in force. The peoples are determined to rewrite history, managing to recover the vision of Nature that gives it a unique meaning to the human condition. People have succeeded in putting on the public discussion the urgent need to establish a harmonious relationship between humanity and the biosphere with different meanings and readings on Life and Nature from to the recovery of the worldview of knowledge of the indigenous peoples, where the environmental dimension becomes one of the most important pillars.

Consider Nature as Subject to Rights has opened other ways of resistance assumed by Bolivia, Ecuador and Venezuela with philosophical and political bases and principles that transform the horizons of life able to care for and protect human existence

Keywords: Nature, Political Constitution, Commodities, subjects, rights.


 

 

Introducción

En este artículo reflexionaremos en torno a tres propuestas concretas que se vienen desarrollando en la construcción de una nueva concepción y miradas en torno a la Naturaleza a partir de su reconocimiento como Sujeto con Derechos.

No pretendemos únicamente mostrar los elementos políticos que en función a Ella se está debatiendo, por el contrario es el deseo de contribuir a entender estas razones y de potenciar sobre la necesidad del reconocimiento de sus derechos como única posibilidad de supervivencia de la humanidad sobre la tierra.

El telón de fondo sobre el que nacen los Derechos de la Naturaleza es, en gran medida, la emergencia planetaria frente a la destrucción de ecosistemas enteros. Emergencia que es el resultado de visiones y prácticas que consideran a la Naturaleza fuente inagotable de riquezas o depósito de desechos. (Martínez, 2011:7)

La defensa de los Derechos de la Naturaleza significa hoy la defensa de la Vida y de los elementos indispensables que la componen, es defender las políticas sociales y oponerse a las políticas privatizadoras de los recursos que ella bondadosamente nos proporciona (el agua, los ríos, los mares, las selvas, las tierras, etc.) que ha transformado al conjunto de la realidad en mercancía.

Reconocer a la Naturaleza como Sujeto con Derechos constituye una ruptura de la lógica de acumulación del capital y de la hegemonía ideológica de éste que acentuó lo privado y lo individual por sobre la vida misma.

Es un afrontar a partir de convergencias de resistencias la lucha contra un sistema-mundo capitalista que ha demostrado por los siglos de los siglos ser un destructor de la Madre Tierra y de sus sociedades.

Los horizontes de Bolivia, Ecuador y Venezuela en relación a la Naturaleza van en ese camino y se ponen de manifiesto por un lado en los documentos constitucionales de estas tres naciones, se trata de un imaginario de reconstrucción de las sociedades, de deconstrucción del desarrollo a partir de la cosmoversidad de los pueblos indígenas (de manera particular en Bolivia Ecuador) en donde se reconoce a la Naturaleza como Sujeto con Derechos que afirma como hecho la nueva conciencia colectiva.

Por otro lado, podemos señalar la convergencia de este pensamiento y su articulación en la cohesión de las posiciones que en materia de conservación de la vida y sobre el cambio climático sostienen estas naciones, la crítica a la cosmovisión individual antropocéntrica de occidente y de la Naturaleza al servicio del capital que sostienen en los distintos foros internacionales.

En estas perspectivas de desafío y de renacimiento en Latinoamérica, de visiones que enfrentan la racionalidad económica y a la conceptualización de Naturaleza como mercancía impuesta, estos tres países asumen la historia y la cultura de pueblos sometidos abriendo posibilidades de imaginarios colectivos de cambios de los parámetros de la vida naturalizada e instituida

"Cuando más de 900 millones de seres humanos viven debajo de la línea de pobreza y que su número aumenta "(PNUD, 2010)", (...) cuando cada 24 horas decenas de millares de personas mueren de hambre o de sus consecuencias... cuando desaparecen día tras día etnias, modos de vida, culturas, poniendo el patrimonio de la humanidad en peligro (...) cuando el clima se deteriora...." (Houtart, 2011) Bolivia, Ecuador y Venezuela están abriendo veredas de esperanzas y de sueños colectivos.

En este sentido consideramos trabajar en tres apartados: en el primero realizamos una reflexión sobre los escenarios de reconocimiento de los Derechos de la Naturaleza, en donde Ecuador, Bolivia y Venezuela transitan en alternativas al modelo prevalente, hacia la desmercantilización de la Naturaleza reflejada en la pertinencia de los cambios constitucionales de estos tres países. En el segundo apartado mostramos la convergencia de pensamiento de estas tres naciones Latinoamericanas, miradas hacia otro mundo posible y para lo cual recurrimos a exponer algunas de las posturas asumidas en el marco de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América de la cual Bolivia, Ecuador y Venezuela son miembros. Finalmente aunque sin pretender concluir en el último apartado enfatizamos el posicionamiento de la ¿ilimitada Naturaleza? como una variable crítica en las toma de decisiones políticas como nunca antes considerada en la agendas de la políticas.

 

1. Los escenarios de reconocimiento de los derechos de la naturaleza

Los Derechos de la Naturaleza significan una ruptura fundamental de un sistema-mundo capitalista que ha transitado desde el colonialismo, las etapas denominadas de desarrollo y en su etapa más funesta llamada globalización.

Los Derechos de la Naturaleza significan visiones tan antiguas y tan modernas de mirar a la vida, al ser humano, a su mutuo relacionamiento con base a un sentido comunitario y de respeto mostrándonos un repensar social, cultural y cognoscitivo distinto. Los Derechos de la Naturaleza hoy en medio de la vorágine de la hegemonía del capital se corresponden a la construcción de nuevos paradigmas de la vida y a procesos históricos de transformación que se viven en América Latina.

Transformaciones que obedecen a espíritus de desafío y vislumbran nuevos renaceres que se plasman como mandatos en las constituciones desarrolladas por Bolivia, Ecuador y Venezuela al aceptar a la Naturaleza como Sujeto con Derechos.

1.1. Ecuador

La Constitución ecuatoriana, elaborada por la Asamblea Nacional Constituyente en Montecristi, es aprobada en referéndum el 15 de octubre de 2008 como expresión de nuevos sujetos históricos quienes incorporan pensamientos desde lo social, económico y político distintos a la lógica destructiva del capitalismo en una redefinición de las dimensiones ecológicas, sociales, populares y comunitarias, elementos de género, lo multiétnico, lo intercultural y plurinacional conduciendo a una concepción de los sujetos de derechos en la que se incorporan a las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades, en un horizonte de integración social, Estado, Mercado y Naturaleza como garantes del desarrollo humano y el respeto a la Madre Tierra (Castro, 2010).

La Constitución de Ecuador (2008, 15) en su preámbulo declara la existencia de "...una nueva forma de convivencia ciudadana, en diversidad y armonía con la Naturaleza para alcanzar el Buen Vivir, el Sumak Kawsay", revelando el reconocimiento social a la Naturaleza a partir de la edificación de otras formas de vida.

Diana Murcia dice:

En el preámbulo de la Constitución ecuatoriana se encuentra la base de reconocimiento del sujeto naturaleza, primeramente, con la ruptura del paradigma antropocéntrico -pues "de ella somos parte"-, y segundo, con el condicionamiento del logro del buen vivir a la efectividad del pacto. (2012, 295)

El capítulo séptimo concede cuatro Artículos para "los Derechos de la Naturaleza". El Artículo 71 señala que la Naturaleza o Pachamama, es el espacio donde se reproduce y realiza la vida, razones por las cuales tiene Derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos.

En esta visión de opción de vida, el Estado Ecuatoriano asume el compromiso de incentivar a las personas naturales y jurídicas, y a los colectivos, para la protección de la Naturaleza, además de promover el respeto a todos los elementos que forman un ecosistema.

Así mismo "Toda persona, comunidad, pueblo o nacionalidad podrá exigir a la autoridad pública el cumplimiento de los derechos de la naturaleza. Para aplicar e interpretar estos derechos se observaran los principios establecidos en la Constitución, en lo que proceda" (Ecuador, 52).

En el Artículo 72 se reconoce el Derecho que tiene la Naturaleza a su restauración además de establecer el compromiso de indemnizar a los individuos y colectivos que dependan de los sistemas naturales afectados en los casos de impacto ambiental grave o permanente, incluidos los ocasionados por la explotación de los recursos naturales no renovables.

El Estado por su parte "... establecerá los mecanismos más eficaces para alcanzar la restauración, y adoptará las medidas adecuadas para eliminar o mitigar las consecuencias ambientales nocivas" (2008, 52).

El Artículo 73 expone otra de las obligaciones que tiene el Estado en la aplicación de medidas de precaución y restricción para las actividades que puedan conducir a la extinción de especies, la destrucción de ecosistemas o la alteración permanente de los ciclos naturales (2008, 52), enfatizando la prohibición de la entrada de organismos y material orgánico e inorgánico que alteren de manera definitiva el patrimonio genético nacional.

Artículo 74: "Las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades tendrán derecho a beneficiarse del ambiente y de las riquezas naturales que les permitan el Buen Vivir."Los servicios ambientales no serán susceptibles de apropiación; su producción, prestación, uso y aprovechamiento serán regulados por el Estado" (2008, 52).

El reconocer los Derechos de la Naturaleza y entenderla como Sujeto de Derechos, a su derecho a ser restaurada cuando es destruida, se estableció un hito en la humanidad. De la misma trascendencia ha sido la incorporación de la concepción Pacha Mama, como sinónimo de Naturaleza, en tanto reconocimiento de plurinacionalidad e interculturalidad (Acosta, 2011).

1.2. Estado Plurinacional De Bolivia

La nueva Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia fue promulgada el 7 de febrero de 2009 y publicada en la Gaceta Oficial de este país el 9 de febrero de ese mismo año, fecha en que entró en vigencia. En la nueva Constitución Boliviana se replantea las diversas dimensiones sociales, políticas y económicas a partir del equilibrio de la Madre Tierra, "Cumpliendo el mandato de nuestros pueblos, con la fortaleza de nuestra Pachamama y gracias a Dios, refundamos Bolivia" lectura que inserta la responsabilidad en el aprovechamiento de los recursos naturales y el respeto de los Derechos de la Naturaleza a partir de la revalorización de los conocimientos, sabidurías y prácticas ancestrales de los pueblos indígenas.

La Constitución consagra en el Capítulo Quinto, Primera Sección, dos Artículos sobre "el Derecho al Medio Ambiente", los cuales señalan lo siguiente; Artículo 33: las personas tienen derecho a un medio ambiente saludable, protegido y equilibrado. El ejercicio de este derecho debe permitir a los individuos y colectividades de las presentes y futuras generaciones, además de otros seres vivos, desarrollarse de manera normal y permanente. Artículo 34: "Cualquier persona, a título individual o en representación de una colectividad, está facultada para ejercitar las acciones legales en defensa del derecho al medio ambiente, sin perjuicio de la obligación de las instituciones públicas de actuar de oficio frente a los atentados contra el medio ambiente" (2009: 11).

Así mismo, los deberes del Estado quedan establecidos en el Artículo 9 donde éste se compromete a "Promover y garantizar el aprovechamiento responsable y planificado de los recursos naturales, e impulsar su industrialización, a través del desarrollo y del fortalecimiento de la base productiva en sus diferentes dimensiones y niveles, así como la conservación del medio ambiente, para el bienestar de las generaciones actuales y futuras" (2009), dándole una perspectiva intergeneracional a la problemática ambiental.

En un sentido de corresponsabilidad entre Estado y población se establece el Artículo 342, en el que ambos sujetos sociales históricos tienen el compromiso de conservar, proteger y aprovechar de manera sustentable los recursos naturales y la biodiversidad, así como mantener el equilibrio del medio ambiente. Además de declarar la responsabilidad por los daños ambientales históricos y la imprescriptibilidad de los delitos ambientales (Art. 347).

El mandato de la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia desarrolla un esfuerzo en reconocer los valores intrínsecos de la Naturaleza en el entendido que pese a que el mundo pudiera hipotéticamente quedar deshabitado por seres humanos, las plantas y animales seguirán con su evolución poniendo de manifiesto en sí mismo el valor de la vida (Naess y Sessions, 1985).

Este imaginario colectivo es expresado también en la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra, propuesta por el Presidente de este país ante la Asamblea Nacional de las Naciones Unidas el 22 de abril de 2009, fecha en que este organismo decide aprobar como "Día Internacional de la Madre Tierra".

El mandatario boliviano fue enfático en su participación expresando en esa ocasión que "...hasta ahora los humanos hemos sido prisioneros de las fuerzas del capitalismo desarrollista que coloca al hombre como el dueño absoluto del planeta; ha llegado la hora de reconocer que la Tierra no nos pertenece, sino más bien que nosotros pertenecemos a la Tierra; ha llegado la hora de reconocer que nuestra misión en el mundo es velar por los derechos no sólo de los seres humanos, sino también de la Madre Tierra y de todos los seres vivos".

De acuerdo con esta Declaración, son derechos inherentes a la Madre Tierra;

•  Derecho a la vida y a existir;

•  Derecho a ser respetada;

•  Derecho a la regeneración de su biocapacidad y continuación de sus ciclos y procesos vitales libre de alteraciones humanas;

•  Derecho a mantener su identidad e integridad como seres diferenciados, auto-regulados e interrelacionados;

•  Derecho al agua como fuente de vida;

•  Derecho al aire limpio;

•  Derecho a la salud integral;

•  Derecho a estar libre de la contaminación y polución, de desechos tóxicos y radioactivos;

•  Derecho a no ser alterada genéticamente y modificada en su estructura amenazando su integridad o funcionamiento vital y saludable y

•  Derecho a una restauración plena y pronta por las violaciones a los derechos reconocidos en la Naturaleza.

El atribuir a la Madre Tierra las características de una persona viviente, capaz de escuchar, de reaccionar, de ser amada, y de ser concebida como un Sujeto con Derechos con la que se tiene una relación indivisible, interdependiente, complementaria y espiritual es superar el carácter metafórico de esta concepción (Houtar, 2011) en un esfuerzo de recuperación de la memoria histórica y la visión de humanidad.

1.3. República Bolivariana de Venezuela

Transitando en estos mismos horizontes, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el Capítulo IX denominado "De los Derechos Ambientales" establece por primera ocasión un espacio constitucional dedicado a la Naturaleza que pretende superar la concepción economicista de considerarla únicamente como un bien económico.

En su preámbulo señala por una parte que entre los objetivos primordiales se encuentra "el mantener el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad" (Venezuela, 1999).

Por otra parte, el documento enuncia:

...como una garantía insoslayable para la protección del ambiente se dispone que en todos los contratos que la República celebre, o en los permisos que se otorguen, que afecten los recursos naturales, se considerará incluida, aun cuando no estuviere expresa, la obligación de conservar el equilibrio ecológico, de permitir el acceso a la tecnología y la transferencia de la misma en condiciones mutuamente convenidas y de restablecer el ambiente a su estado natural, si éste resultare alterado... (Asamblea Nacional, 2009)

Para dar mayor fuerza en cuanto a los Derechos de la Naturaleza se encuentran los artículos dedicados a los derechos y deberes ambientales donde son consideradas tanto las generaciones presentes como a las futuras.

De esta manera, el Artículo 127 dice que "Es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el ambiente en beneficio de sí misma y del mundo futuro. Toda persona tiene derecho individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado" (1999).

Por su parte el Estado tiene la responsabilidad de proteger el ambiente, la diversidad biológica, los recursos genéticos, los procesos ecológicos, los parques nacionales así como los monumentos naturales y cualquier área de importancia ecológica. En este mismo Artículo queda de manifiesto la prohibición de la patente del genoma de los seres vivos para lo cual la ley que se refiera a los principios bioéticos deberá regular en esta materia.

Tanto el Estado venezolano como la sociedad, deben garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación, en donde el aire, el agua, los suelos, las costas, el clima, la capa de ozono, las especies vivas, sean especialmente protegidos.

Artículo 128: el Estado desarrolla una política de ordenación del territorio de acuerdo a las premisas del desarrollo sustentable que incluya la información, consulta y participación ciudadana. Para lo cual se desarrollará una ley orgánica de ordenamiento del territorio. Artículo 129: todas las actividades susceptibles de generar daños a los ecosistemas deben ser previamente acompañadas de estudios de impacto ambiental y sociocultural. El Estado prohíbe la entrada de desechos tóxicos y peligrosos así como la fabricación de armas nucleares químicas y biológicas.

Aunado a ello los principios contenidos en este Capítulo encuentran su transverzalización axiológica en el texto constitucional, a través de otras disposiciones o principios que tienen como finalidad el desarrollo ecológico, social y económicamente sustentable de la Nación. Así encuentra fundamento constitucional la obligatoriedad de la educación ambiental, las limitaciones a la libertad económica por razones de protección del ambiente, el carácter de bienes de dominio público que se le atribuye a las aguas, la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural integral, la protección del hábitat de los pueblos indígenas, entre otros. (Asamblea Nacional, 2009)

 

2. El desafío a la reapropiación social de la naturaleza

En el año 2006, en el Manifiesto de las Américas en defensa de la Naturaleza se expresaba la mirada que tienen estos tres países miembros de la Alianza Bolivariana y su caminar conjunto con respeto a ésta y la severa crítica al modelo neoliberal de haberla constituido en una mercancía.

En el Manifiesto evidenciaban el alto costo de la explotación, agresión de la que ha sido objeto la Naturaleza y se expresa además la necesidad de:

.. pasar de una Sociedad de Producción Industrial, consumista e individualista, que sacrifica los ecosistemas y penaliza a las personas, destruyendo a socio-biodiversidad, a una Sociedad de Sustentación de Toda la Vida, que se enrumbe por una vía socialmente justa y ecológicamente sustentable para vivir, cuidar la comunidad de vida y proteger las bases físico-químicas y ecológicas que sustentan todos los procesos vitales, incluidos los humanos. (Presidentes y representantes de países latinoamericanos, 2006)

En la VII Cumbre en el 2009 celebrada en Cochabamba se aprueba la constitución del Comité Ministerial de Defensa de la Naturaleza, del cual forman parte estas tres naciones con el objeto de elaborare una agenda ambiental para el desarrollo y la implementación de los derechos de la Madre Tierra otorgando el reconocimiento de los derechos de la Naturaleza, como la manera en la que se puede preservar la vida en el planeta1.

Se presenta la Declaración Especial por una Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra, que en el apartado número 6 expresan los aspectos relevantes en relación al reconocimiento de sus derechos como Sujeto:

6.1 El derecho a la vida, que significa el derecho a existir. Todo ecosistema, especie animal o vegetal, nevado, río o lago tiene derecho a existir sin estar amenazado por la actividad de los seres humanos cuyos derechos terminan cuando atentan contra la supervivencia de la Madre Tierra, rompiendo el equilibrio y la convivencia con la naturaleza.

6.2 El derecho a la regeneración de su biocapacidad y sus ciclos vitales. Si los seres humanos consumimos y derrochamos más de lo que la Madre Tierra es capaz de darnos a nosotros mismos.

6.3  El derecho a un ambiente sano, que significa el derecho de la Madre Tierra, los ríos, los peces, los animales, los árboles a vivir al igual que los seres humanos libres de contaminación, envenenamiento e intoxicación.

6.4 El derecho a la armonía y al equilibrio entre todos y todo. Es el derecho a ser reconocido como parte de un sistema del cual todos somos interdependientes. Es el derecho a convivir en equilibrio con los seres humanos. En el planeta hay millones de especies vivas, pero solo los seres humanos tenemos la conciencia y la capacidad de controlar nuestro propio accionar para promover la armonía con la naturaleza. (ALBA-TCP, 2009)

Ante la Cumbre Climática de Copenhague, Bolivia, Ecuador y Venezuela asumen una postura conjunta de rechazo2, hacen una severa crítica a los resultados de esta Conferencia, mismos que consideran como una amenaza para el destino de la humanidad. Señalan que las negociaciones realizadas en el marco de esta reunión resultan violentas a los principios del sistema multilateral, argumentando que se trata de un proceso antidemocrático, poco transparente y que asegura la posición de un reducido grupo de países, debido a que no es viable desarticular el cambio climático de los principios de la Carta de Naciones Unidas, considerando a este proceso como ilegitimo por violentar los principios del multilateralismo y de la Carta de las Naciones Unidas, principalmente en la igualdad soberana entre todos los Estados.

En el marco de la Cumbre de Otavalo en el 2010 respaldan el "Acuerdo de los Pueblos" en la necesidad de consensuar sobre el cambio climático y los Derechos de la Madre Tierra.

Con la participación de los Jefes de Estado y de Gobierno y Jefes de Delegación de los países de la ALBA así como autoridades indígenas y afrodescendientes exigen a la XVI Conferencia Internacional sobre el cambio climático organizada por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático3 la inclusión de las propuestas de la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra, algunas de las cuales señalan lo siguiente:

1. La enmienda al Protocolo de Kyoto, en el cual los países del capitalismo avanzado deben comprometer reducciones domésticas significativas de, al menos, el 50% respecto al año base de 1990.

2. Aprobación del proyecto de Declaración Universal sobre los Derechos de la Madre Tierra para restablecer la armonía con la naturaleza.

3. Se exige a los países contaminadores la obligación de transferir, de manera directa, los recursos económicos y tecnológicos para pagar la restauración y mantenimiento de los bosques y selvas, en favor de los pueblos y estructuras orgánicas ancestrales indígenas, originarias, campesinas como compensación directa y adicional a las fuentes de financiamiento comprometidas por los países avanzados, fuera del mercado de carbono.

4. Propusieron la creación de un Tribunal Internacional de Justicia Ambiental y Climática.

5. Propusieron llevar a cabo un Referéndum Mundial sobre Cambio Climático para la decisión de los pueblos.

6. Respaldaron a iniciativas como las de Yasuní-ITT propuesta por Ecuador, que se fundamenta en un mecanismo de compensación económica por contaminación evitada. Al respecto el Presidente ecuatoriano Rafael Correa (2012) sostenía "... lo que le digo del Yasuni ITT es una forma de monetizar flujos ambientales, y eso significa redistribución de ingresos a nivel mundial pero cambios drásticos, porque nos tendrían que compensar a esos países que generamos esos bienes ambientales. Esa redistribución, a su vez, necesita contención, disminución, pero no la suficiente. Se necesitan más cosas para evitar que se incremente la contaminación, porque en el hipotético que nos compensen por los bienes ambientales, nosotros elevaremos nuestro nivel de vida, podríamos empezar nosotros a ser los grandes contaminadores del planeta. Entonces ¿cómo evitar esa situación? Hay que evitar esa noción de desarrollo, esa noción basada en la acumulación, el materialismo, el consumismo, que necesita de un crecimiento ilimitado, a nociones que permitan sostener este planeta".

7. Reafirmaron que el manejo, administración y aprovechamiento de los recursos naturales no renovables corresponde al Estado, garante de la participación social y la distribución justa y equitativa de los beneficios.

8. Exigieron el apoyo a la revalorización de la práctica ancestral del masticado de la hoja de coca y la eliminación de su prohibición en los instrumentos internacionales4.

Previo a la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible Río+20 celebrada del 15 al 23 de junio de 2012, Bolivia, Ecuador y Venezuela como respuesta a la llamada "economía verde capitalista" expresaron sus cuatro propuestas o pilares en los que debe versar el desarrollo sostenible, iniciativas sobre las cuales desde su punto de vista tendrían que centrarse y debatir los países asistentes a esta Conferencia:

1. El Buen Vivir como alternativa de desarrollo;

2. Reconocimiento a los derechos de la Naturaleza;

3. Una Nueva Arquitectura Financiera Internacional;

4. Transformación cultural

"La Alba está luchando para que ese mundo nuevo que se está construyendo, este nuevo paso de la historia, no sucumba ante las presiones del mundo", expresaba la delegada venezolana Claudia Salerno en la rueda de prensa ofrecida por los países miembros de la Alianza Bolivariana en Brasil en Junio del 2012 previo a la Conferencia.

Como menciona Rafael Correa, para dar solución a este problema tiene que eliminarse la pobreza extrema y la pobreza en general, cambiar la visión hacia la naturaleza y la cultura, el problema no es técnico, es político, es la relación de poderes a nivel planetario.

Son poderosos los que se benefician del estado actual de las cosas, los que pueden emitir contaminantes, los que pueden, en términos económicos, consumir bienes ambientales gratuitamente; y somos los países en desarrollo los que producimos esos bienes ambientales. Por lo tanto debe haber un cambio en la relación de poderes, cambios que deben venir del norte ya que esta situación ni siquiera está en función de los ciudadanos del primer mundo, está en función del capital del primer mundo (Correa, 2012)

Estas tres naciones coinciden que el impulso de la economía verde en el contexto del desarrollo sustentable es un nuevo paradigma de la economía del capital que profundizará aún más las causas estructurales de la crisis ambiental global manteniéndose por lo tanto se mantendrán los lastres sociales y culturales de la economía capitalista.

En tanto que la solución para detener la crisis ambiental es cambiar el sistema y no disfrazar a través de la economía verde el modelo de desarrollo depredador y colonialista que no sólo deteriora o destruye las condiciones sociales y ambientales sobre las cuales se erige sino que su reestructuración como sistema se da en tales condiciones.

Paralelamente a la Conferencia Rio+20 se llevó a cabo la Cumbre de los Pueblos por la Justicia Social y Ambiental encabezada por los movimientos sociales bajo el lema "vamos a reinventar el mundo", ratificando la oposición a la mercantilización de la naturaleza y a la llamada "economía verde".

Estos han sido algunos de los pasos conjuntos que estos tres países están llevando a cabo para renovar nuestros imaginarios de la humanidad para situar las actividades humanas dentro del contexto más amplio de la Vida y de la Madre Tierra.

 

3. ¿Ilimitada naturaleza?

La acumulación material mecánica e ilimitada de bienes, asumida como el desarrollo anhelado y de patrón de consumo, nos manifiesta en el día a día que no tiene futuro. En consecuencia, está agotado el concepto de modelo de desarrollo capitalista único derivado de la idea colonial de Vida y Progreso.

Los seres humanos en medio de la moderna civilización sustentada en el control de la naturaleza hemos olvidado que somos nosotros los humanos que dependemos totalmente de la naturaleza para vivir y pese a los innumerables esfuerzos y avances científicos, esta es la realidad. Realidad que sólo logramos asumirla momentáneamente cuando esta responde con fuerza a la brutalidad a la que es sometida: cambios climáticos, sequías, tsunamis, terremotos, nos dan cuenta de que ella existe pero existe lastimada.

En tal sentido, más allá de propiciar el reencuentro entre la Naturaleza y el ser humano, la desmercantilización de la Naturaleza es indispensable. Se trata de definir la relación, no como la explotación de la tierra, en tanto que fuente de recursos naturales capaces de ser reducidos al estado de mercancía, sino como la fuente de toda vida, con una actitud de respecto y gratitud de su capacidad de regeneración física y biológica (Houtart, 2011)

Los objetivos económicos deben estar subordinados a las leyes de funcionamiento de los sistemas naturales, sin perder de vista el respeto a la dignidad humana y la mejora de la calidad de vida de las personas, esto sin duda significa un cambio filosófico radical. No sólo se trata de criticar el carácter utilitario de la relación que, en el capitalismo, llega a considerar los daños ecológicos como colaterales, pero inevitables, o como externalidades, porque no entran en los cálculos del mercado y consiguientemente en la acumulación del capital.

El desarrollo sostenible pretende hacernos creer que todos somos igualmente responsables del deterioro ambiental cuando de antemano se sabe que la responsabilidad está lejos de ser compartida por igual. Tampoco reconocen a los grandes contaminadores industriales favorecidos por el depredador estilo de vida promovido por el desarrollo capitalista donde la real conciliación está entre crecimiento y el medio ambiente en torno a la visión económica dominante. En tal sentido es importante considerar que tanto los Estados como las instituciones financieras reconozcan que las estrategias ecológicas no consisten únicamente el combatir las políticas de los países que buscan transformaciones estructurales como Bolivia, Ecuador y Venezuela, ni a los campesinos que quieren el control comunitario de los recursos naturales que se resisten a la valorización monetaria de la naturaleza y de su conquista por el capital de la naturaleza y de la vida en forma de inversión. (Escobar, 2007).

El otorgarle "Derechos a la Madre Tierra" significa un proceso de reflexión, pero sobre todo de ruptura con el mundo capitalista, un cambio de paradigma sustentado en la preocupación de un sistema que se ha apropiado y expropiado territorios, se ha apropiado y ha privatizado los recursos naturales, ha privatizado los recursos energéticos en función de las ganancias transnacionales, ha transgenizado los alimentos, olvidando que la Tierra es el único espacio que tiene posibilidad conocida de vida y que para ello se hace necesario la búsqueda de construcción de sociedades distintas al dominio del capital.

Por ello, es necesario dejar claro que el sistema mundo capitalista en su etapa neoliberal, trastoca las coordenadas de referencia del medio ambiente para con la sociedad. Mientras que para los otros modos de producción, ella es la gran fuente de los medios de vida, de los valores de uso que se busca obtener (García Linera, 2012).

Si queremos que la capacidad de absorción y resilencia de la Tierra no colapse, debemos dejar de ver a la Naturaleza como una simple condición para el crecimiento económico o como un objeto de las políticas de desarrollo. Y por cierto debemos aceptar que lo humano se realiza como parte integrante de la Naturaleza, sin pretender dominarla, menos aún destruirla. (Acosta, 2011)

Nos encontramos por lo tanto ante la posibilidad de construir una nueva filosofía de la Naturaleza, una filosofía que la analice como sistema complejo remitiéndose simultáneamente a las interacciones particulares y al conjunto global, una filosofía de diálogo y complementariedad entre los hombres y la naturaleza que permita intervenciones mutuamente provechosas para éstos y aquélla. Constituye la apertura a nuevas formas de relaciones de vida, a la recuperación del derecho de relación con la Madre Tierra y la sustitución de la acumulación ilimitada individual de capital por la recuperación integral del equilibrio y la armonía con la Naturaleza (Huanacuni, 2010).

Las posibilidades de otros mundo posibles se van construyendo en la medida que nos vamos colocando desde otro ángulo, como sujetos internalizados con y para la Vida, que nos preocupamos y nos comprometemos, que reconocemos la necesidad de nuevos horizontes, que no aceptamos una tranquilidad dentro de la conformidad sometida, esa es la lógica de Bolivia, Ecuador y Venezuela.

 

Notas

1 En la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra organizado en Bolivia en abril 2010 se enunciaron siete lineamientos: 1.armonía y equilibrio entre todos y con todo; 2.complementariedad, solidaridad, y equidad; 3.bienestar colectivo y satisfacción de las necesidades fundamentales de todos en armonía con la Madre Tierra; 4.respeto a los derechos de la Madre Tierra y a los derechos humanos; 5.reconocimiento del ser humano por lo que es y no por lo que tiene; 6.eliminación de toda forma de colonialismo, imperialismo e intervencionismo; 7.paz entre los Pueblos y con la Madre Tierra.

2 Declaración política de los países ALBA Copenhague, Cumbre Climática, diciembre 2009

3 Esta Conferencia Internacional fue celebrada entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre de 2010 bajo el auspicio de Naciones Unidas, en los "Acuerdos de Cancún", se plantearon de acciones con el que se pretende hacer frente al calentamiento global: un plan para diseñar un "Fondo Verde", que incluye medidas para proteger las selvas y nuevas vías para compartir tecnologías de energía limpia, también ayudar a los países del capitalismo atrasado a adaptarse al cambio climático. Se propusieron recaudar en los próximos 10 añosla cantidad de 100 millones de dólares anuales (no especificaron cómo) con la finalidad de ayudar a los países pobres, y establecieron el compromiso de limitar el aumento del promedio de las temperaturas a menos de dos grados Celsius con respecto a la época preindustrial. Bolivia expresó su rechazo a aceptar los dos documentos base que integran el pronunciamiento final.

4 En el año 213 la Organización de Naciones Unidas decide su despenalización después de una larga lucha del pueblo boliviano para que no se le confunda intencionalmente como estupefaciente. En 1961 fue penalizada la hoja -considerada como sagrada desde tiempos ancestrales pero veneno para los países capitalistas avanzados -. Bolivia se retiró de la Convención de Viena a mediados de 2011 y en diciembre de ese mismo año solicitó su readmisión con la condición de que ya no esté penalizado el acullicu. De los 184 países que conforman la Convención de Viena, sólo 15 objetaron la readmisión de Bolivia, entre los que se encuentran Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Rusia, Suecia, México, Reino Unido, Irlanda, Japón, Alemania, Finlandia, Portugal, Israel, Holanda, Francia e Italia.

 

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