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Revista Integra Educativa

versión On-line ISSN 1997-4043

Rev. de Inv. Educ. v.4 n.1 La paz  2011

 

ARTÍCULO ORIGINAL

 

Reflexiones pedagógicas para el desarrollo de la educación en el trabajo productivo

 

 

Franz Harold Coronel Berrios

Investigador

Instituto Internacional de Integración

fcoronel@iiicab.org.bo

 

 


RESUMEN

La lógica del sistema capitalista ha generado problemas que afectan a la humanidad: la explotación, la pobreza y la crisis medioambiental. La racionalidad que impera en este sistema limita las capacidades creativas e innovadoras de los seres humanos sometiéndolos al empeño por una producción masiva a bajos costos, para lo cual utiliza grandes cantidades de personas con oficios que demandan la realización de actividades predeterminadas y repetitivas. "Trabajo" es entendido desde una perspectiva individualista de enriquecimiento de algunos a expensas de nuestro entorno natural y social. Es importante reflexionar sobre las formas de trabajo que superen esta visión mercantilista y que se desarrollen otras que promuevan la solidaridad y la reciprocidad. Estas nuevas condiciones de trabajo no se separan de lo que requieren los procesos de transformación educativa que se están dando en el Estado Plurinacional de Bolivia. Las reflexiones en cuanto a las prácticas educativas enfocadas al trabajo productivo miran hacia la posibilidad del desarrollo integral y multifacético de los estudiantes, como una manera de contrarrestar los nocivos efectos de las lógicas capitalistas. En ese sentido, la educación en el trabajo productivo debe tener una utilidad social que involucre a la colectividad, incidiendo de manera positiva en la formación de las y los escolares, orientándolos vocacionalmente en actividades de su preferencia para que puedan aportar a su entorno social y natural, en síntesis, debe prepararlos para la vida.

Palabras claves: Trabajo socialmente útil, Consciente y voluntario; Enfoque ideológico del trabajo productivo; Orientación profesional de los educandos; Desarrollo de la actividad y la independencia laboral.


ABSTRACT

The logic of the capitalist system has caused problems such as exploitation, poverty and the environmental crisis. The rationality that prevails in this system limits the creative and innovative capacities of human beings, allowing only efforts led by a low-cost mass production, using many people with jobs that require repetitive predetermined activities. "Work" is then understood from an individualistic perspective as a way for the gathering of richess for a few, at the expense of our natural and social environment, it is important to reflect on the ways work can overcome the mercantilist vision to promote solidarity and reciprocity as required in the educational transformation processes that are occurring in the State of Bolivia. The introduction of educational practices focused on productive work can be one of the ways to achieve the integral and multifacetical development of students as a way to repel the harmful effects of capitalist logic, in that thought, education in productive work must have a social utility that engages the community, positively changing the life of schoolchildren, with vocationally-oriented activities that relate with their social and natural environment. In short, to prepare them for life.

Keywords: Socially useful work, Conscientious and willing, Ideological approach to productive work, Career guidance for students, Development of independent activity and employment.


 

 

"El trabajo es la condición básica y fundamental de toda la vida humana. Y lo es en tal grado que hasta cierto punto, debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre".

F. EngelsI

En el proceso de la actividad laboral, al cambiar la naturaleza, cambia también el propio hombre, pues es en el proceso de la actividad laboral donde se forman, desarrollan y perfeccionan todas sus cualidades y capacidades físicas e intelectuales, que conducen al desarrollo de la personalidad humana. Al respecto la teoría marxista- leninista sobre el desarrollo social ha demostrado cómo, del resultado del trabajo constante y sistemático y del perfeccionamiento continuo de sus instrumentos, ha tenido lugar el desarrollo gradual y progresivo de la sociedad humana; cómo en determinados estadios del desarrollo de la sociedad han aparecido las diferentes formas de la división del trabajo; cómo surgió la explotación del hombre por el hombre; cómo tuvo lugar la separación del trabajo físico y el trabajo intelectual (Petujov 1978).

"...En una fase muy temprana del desarrollo de la sociedad (por ejemplo, ya en la familia primitiva), la cabeza que planeaba el trabajo era ya capaz de obligar a manos ajenas a realizar el trabajo proyectado por ella." (Engels, s/a). Como una de las consecuencias de esta situación surgen las clases, monopolizando el trabajo intelectual la clase dominante y relegando el trabajo físico y/o manual a las masas subordinadas y trabajadoras.

Posteriormente con el establecimiento del régimen capitalista el hombre queda prácticamente encadenado para toda su vida a una sola profesión. De esta manera, como lo explica Petujov en la sociedad capitalista el trabajo; el factor más importante en el desarrollo del individuo se convirtió en una pesada carga que mutila al hombre, que atenúa el desarrollo de sus fuerzas y de sus capacidades creadoras y como lo expresa Carlos Lanz Rodriguez:

La racionalidad que gobierna en el proceso de trabajo capitalista, convierte al hombre y la mujer en apéndices de la máquina, atrofiando y limitando sus capacidades creadoras, con prescripciones de tareas repetitivas y empobrecedoras en las normas de rendimiento y en las adscripciones de cargos. (Lanz, s/a)

Además de esta consecuencia nefasta que trajo consigo la lógica del capitalismo, podemos señalar muchas otras a corto y mediano plazo como lo señala el Dr. David Mora entre las que se encuentran:

1. Despilfarro de grandes cantidades de energía, adquiridas en la mayorías de los casos a muy bajos costos por países no industrializados.

2. Desarrollo económico basado en la explotación descontrolada de los recursos naturales renovables y no renovables y de la fuerza de trabajo excedente, por una parte, y extremadamente barata por otra.

3. Orientación del desarrollo tecnológico hacia la satisfacción de necesidades irreales creadas por el aparato mismo de la sociedad de consumo.

4. Imposición de criterios y condiciones globalizadoras que perjudican a las naciones con menores potencialidades y posibilidades de competencia internacional.

5. Disminución de la solidaridad económica, tecnológica y científica, lo cual ha generado un aumento considerable de la brecha entre los países industrializados y periféricos, trayendo como consecuencia presiones sociales, comprensibles en la mayoría de los casos, hacia los centros del poder financiero internacional.

6. Imposición de ideas culturales ajenas a la realidad, tradiciones, contextos, condiciones socioculturales y naturales de cada región (Mora, 2004: 19).

Estas consecuencias nos llaman a reflexionar, en cuanto a cómo desde la educación, podemos contribuir a desarrollar una perspectiva diferente de lo que se entiende por trabajo, no como una simple transformación de la naturaleza, sino como una transformación de ella en base a principios de respeto, reciprocidad, solidaridad y armonía con la Madre Tierra, para formar en el educando una visión diferente de lo que es el trabajo desde un punto de vista productivo, desde una perspectiva liberadora, emancipadora, que desarrolle la creatividad antes que la simple reproducción, con soluciones que sean socialmente útiles.

En el Estado Plurinacional de Bolivia, se ha dado un gran paso en cuanto a la Educación Productiva al constituirse ésta en uno de los ejes principales para la transformación del Sistema Educativo Plurinacional, la misma está enfocada a "desarrollar las vocaciones socio-productivas de las regiones del país y asume el trabajo productivo como una necesidad vital para la existencia del ser humano, interrelacionando hombre, sociedad y naturaleza" (Ministerio de Educación Cuadernos de Formación Continua 2010:12).

Esta visión de educación productiva es el resultado de un proceso histórico que tiene como base la experiencia pedagógica de la escuela ayllu de Warisata, impulsada en 1931 por Elizardo Perez y Avelino Siñani, destacando de ella su organización social, económica, y política-comunitaria, fundada en una cosmovisión y valores propios.

Esta experiencia es una clara combinación de trabajo y producción, donde se fusionan las prácticas comunitarias con el aula, que se da desde los niveles básicos de enseñanza hasta la educación superior.

La Educación productiva considera que el desarrollo de los saberes y conocimientos está en relación directa con el trabajo y la producción material e intelectual científico y tecnológico, base de la acción educativa, articulada a las unidades comunitarias productivas, vocaciones y cadenas productivas de las regiones. De acuerdo con este planteamiento, el objetivo de la educación productiva tendría la finalidad de desarrollar las vocaciones socioproductivas, con pertinencia y sensibilidad social, para formar integralmente a las personas mediante prácticas educativas comunitarias, articulando saberes, conocimientos tecnológicos occidentales, respetando la intra-interculturalidad y la cosmovisión de las treinta y seis nacionalidades del Estado Plurinacional. (Ministerio de Educación Cuadernos de Formación Continua 2010:13).

La concepción que asume la educación productiva en la Ley Avelino Siñani y Elizardo Pérez, está encaminada a resolver una de las primeras tareas para lograr el desarrollo multilateral del individuo que considerada por los clásicos del marxismo- leninismo, es la eliminación de las diferencias esenciales entre el trabajo físico y el trabajo intelectual, es decir, la preparación de personas capaces de trabajar tanto con la mente como con las manos. Los clásicos del marxismo-leninismo, veían en la combinación del estudio con el trabajo productivo y el trabajo productivo con el estudio, la vía más importante para resolver esta histórica tarea (Petujov: 1978, Schukina:1978)

Esta eliminación de la diferencia entre el trabajo físico y el intelectual fue considerada también en Warisata; Warisata no fue una escuela formal, sino más bien productiva, en la que las y los estudiantes tenían la obligación de frecuentar un taller, por lo que el trabajo manual acompañaba al intelectual. Al "aprender haciendo", decía Elizardo Pérez (1962), el estudiante aplica sus conocimientos y desarrolla sus capacidades prácticas. (Rojas, 2010:73)

La educación en y para el trabajo productivo

A la educación en el trabajo se han dedicado muchas investigaciones de pedagogos y psicólogos de la URSS como: I. F. Svadkovsky, M. N. Skatin, Shavalov, etc. Como lo señala Petujov ellos parten del hecho de que el hombre no adquiere de forma innata ninguna capacidad, ni ninguna cualidad moral ni volitiva; sino que todas ellas se van formando y fortaleciendo en el proceso educativo, estas cualidades se desarrollan, se forman y perfeccionan gradualmente mediante el proceso de la comunicación y fundamentalmente de la actividad laboral, ambas poseen una estrecha relación dialéctica. Por lo tanto es importante considerar los tipos de trabajo en correspondencia con el desarrollo anatomofisiológico de las y los escolares y las condiciones que garantizan resultado más exitosos en la educación, pues es necesario tener en cuenta que no todo trabajo y no en todas las condiciones constituye un factor de desarrollo de los hombres y mujeres en edades tempranas, sino que depende del enfoque pedagógico que se le de a la educación en el trabajo productivo podrá convertirse al trabajo en un factor decisivo del desarrollo integral y multifacético del individuo. Al respecto I.F. Svadkovsky planteó lo siguiente:

Si todo trabajo pudiese resolver las tareas del desarrollo del niño, pues también las tareas de la educación laboral se pudieran resolver fácilmente con éxito. En realidad, este es uno de los problemas pedagógicos más complejos. Todo trabajo a diferencia del juego y del pasatiempos, demanda de quien lo realiza, esfuerzos y energías independientemente de sus capacidades (Svadkovsky, 1959:11).

En tal sentido se deriva uno de los primeros puntos de reflexión que tiene que ver con la importancia social y enfoque ideológico del trabajo productivo de los estudiantes, sin la cual el trabajo puede ser un proceso neutral para la educación que queremos lograr cuando éste no está relacionado con la motivación social. Un mismo trabajo en dependencia de las condiciones, relevancia, motivación e importancia para los estudiantes puede tener diferentes efectos educativos, es decir puede servir a los intereses y necesidades comunitarios o también puede servir a la satisfacción de las de necesidades puramente individuales, también puede ser neutral para la sociedad, e incluso puede ser completamente antisocial, es decir educar en antivalores como el egoísmo, la individualidad y la codicia.

Como lo expresa Petujov únicamente el trabajo socialmente útil, consciente y voluntario, educa en los estudiantes elevadas cualidades morales. Por eso, el requerimiento pedagógico más importante para la organización del trabajo de los estudiantes es la formación en ellos de motivos de actividad laboral socialmente valiosos, sobre cuya base se realice la proyección social de su trabajo.

La realización de este requerimiento presupone orientar a los estudiantes, en forma asequible para su edad, sobre la importancia social de los resultados de su trabajo para la construcción de un Nuevo Estado, mostrándoles del honor y la dignidad que tienen los que trabajan para la satisfacción de las necesidades básicas de la sociedad.

De lo anteriormente expuesto podemos derivar otro punto de reflexión que tiene que ver con el trabajo socialmente útil, productivo y comunitario.

Debido a su incidencia educativa, el trabajo socialmente útil, productivo y comunitario debe estar centrado al beneficio de la sociedad. Según la experiencia rusa este tipo de trabajo puede darse en la participación de los estudiantes en el trabajo de las empresas industriales, en la construcción de viviendas, en la urbanización de la ciudad, especialmente en la regiones nuevas. Al respecto el Dr. Mora plantea, la implementación de los espacios de aprendizaje claves orientados en el mundo del trabajo:

... conectar la práctica empresarial con la escuela, introduciéndola a través de proyectos temáticos bien preparados y ejecutados, en una conexión curricular, por ejemplo, de sondeo empresarial preparación para una práctica empresarial en aula, fases prácticas empresariales y escolares (como puede ser con las experiencias en un taller) y evaluación de la enseñanza. La oferta de los espacios de aprendizaje y la formación respectiva de actividades de aprendizaje también proporciona grandes resultados, en particular con respecto a los objetivos curriculares, la enseñanza y las decisiones metodológicas. (Mora, 2004:5)

El cimiento de una educación productiva es el trabajo socialmente útil de los estudiantes lo cual puede ser desarrollado de varias formas. La selección de las mismas está determinada por las tareas económicas fundamentales que están planteadas ante el país, por las particularidades de la región en que se encuentra enclavada la escuela, por las tareas y posibilidades reales de la escuela (Petujov: 1978).

Por su importancia socialmente útil puede tener de manera general dos formas:

- El trabajo socialmente útil en favor de la escuela. En él se incluye la reparación del equipamiento escolar y de la propia escuela, la reparación de materiales auxiliares para la escuela y el trabajo en parcela o huerta escolar, la preparación de juguetes para el jardín infantil y otros tipos de trabajo de los estudiantes.

- El trabajo socialmente productivo en bien de la sociedad; el cual tiene un radio mayor de desarrollo que el de la escuela, y en él específicamente es en el que deberá centrarse la atención para el desarrollo del trabajo productivo, las actividades pueden estar dadas por la participación en el urbanismo de la comunidad, el vínculo de los centros educativos con las principales actividades de producción de la región, entre otras.

La educación en el trabajo productivo debe lograr en los estudiantes, que los resultados materiales e intelectuales constituyan los estímulos más importantes que despierten en ellos el deseo de trabajar enfocado hacia un fin social y útil, por lo tanto y como lo señaló I. F. Svadkovsky: "Cada encomienda laboral al niño debe coronarse con un resultado útil y palpable en todo lo más posible. Mientras más valor tenga ese resultado para la sociedad y para el que ha trabajado, más fuerte es el valor educativo del trabajo" (Svadkovsky, 1955:38).

Las y los docentes deberán ser capaces de desarrollar situaciones problémicas que permitan a los estudiantes llegar a descubrir la solución por ellos mismos J. L. Rubinstein considera que "el factor inicial del proceso mental es, por lo general, la situación problémica" (Rubinstein, 1972: 386).

Uno de los aspectos básicos de la situación problémica es la motivación que debe ser desarrollada en un sentido que exprese la necesidad de salir de los límites del conocimiento que impide resolver determinada situación y exprese el impulso de descubrir lo nuevo a partir de los elementos ya asimilados. (Marínez y Hernández, 2008:109)

Además de lo mencionado es necesario considerar el vínculo estrecho que debe existir entre el desarrollo de el trabajo socialmente útil y la orientación profesional de los escolares.

El autor Heinz Dedering plantea:

A nadie se le debería negar una formación técnica-económica-social-ecológica, ya que ella crea la base para necesaria para la formación profesional y la actividad laboral. Ella debería orientarse a todos los niños, jóvenes y adultos como preparación o acompañamiento profesional. (Dedering, 2004:100)

Para N. N. Petujov el trabajo de orientación profesional de los estudiantes debe comenzar desde los grados inferiores. A los más pequeños hay que familiarizarlos con las profesiones existentes, y con la importancia que estas profesiones tienen en la vida de la sociedad; deben realizarse excursiones productivas, conversaciones con ellos sobre el trabajo de los padres y sobre esta base, formar en los estudiantes respeto hacia el trabajo y hacia los que trabajan.

En los grados superiores este trabajo debe tener un carácter más dirigido y concreto, en dependencia de las necesidades de la producción del país, de la región donde la escuela se encuentra, de las inclinaciones y capacidades de los estudiantes, así como también las posibilidades que tengan los estudiantes para dominar las profesiones en una región determinada.

Heinz Dedering, al respecto elabora la siguiente gráfica sobre la formación orientada en el trabajo como nivel de formación:

Sin embargo para poder lograr lo que se plantea en los dos anteriores puntos es importante contar con recursos materiales, sobre esto el Dr. David Mora plantea lo siguiente:

Para poder satisfacer las exigencias del sector laboral, es necesario transformar definitivamente las condiciones en las que se encuentran los centros educativos en la primaria, la secundaria y la educación superior, También en las sociedades capitalistas o semicapitalistas, como ocurre con la mayor parte de los países latinoamericanos, es necesario establecer mecanismos que obliguen a las empresas, fábricas, e industrias para que contribuyan activa y ampliamente con la educación de toda la educación de cada uno de nuestros países. (Mora, 2004: 29)

Entonces de acuerdo a los expuesto podremos decir que la educación productiva en las escuelas es la parte más importante de todo el sistema educativo. Además este tipo de educación constituye la condición base para para el desarrollo de la educación moral, intelectual y física de los estudiantes. Según Petujov en el trabajo creador combinado con el estudio, se desarrollan y se perfeccionan todas las capacidades de los estudiantes, se forman las cualidades político-morales de su personalidad. En la comprensión más amplia de la educación productiva ésta está direccionada a la formación de los estudiantes de una actitud positiva ante el trabajo físico y el aprovechamiento de los mismos con habilidades y hábitos laborales, para poder manejar los utensilios más elementales de trabajo, los instrumentos y mecanismos más sencillos.

Por otra parte es necesario considerar otro factor fundamental para llevar a cabo una adecuada educación en el trabajo productivo la cual lo constituye la familia. En los cuadernos de formación continua del Ministerio de Educación del Estado Plurinacional se plantea que:

La educación comunitaria productiva, comprende de 14 a 17 años, los dos primeros años brindará una formación equilibrada, integral teórica y práctica, científica, humanística, técnica tecnológica, ética, artística, educación física, deportiva, mientras que en los dos últimos años de formación vocacional productiva estará orientada a obtener un oficio (...). (Ministerio de Educación, Cuadernos de Formación Continua, 2010:15)

Sin embargo, es necesario tomar en cuenta que una adecuada educación productiva comienza en la familia desde la edad preescolar. De la organización que se tenga en la educación en el trabajo productivo de los niños en la familia, depende en gran medida el éxito de la educación en la escuela. Las habilidades y hábitos laborales adquiridos en el trabajo doméstico, simplifica la actividad o mejora el desarrollo de la educación productiva.

Como lo explica Petujov el sentido principal de la incorporación de los niños al trabajo de la familia consiste, no tan sólo en inculcarles las habilidades y hábitos laborales ni hacer más llevadero el trabajo doméstico de los padres, sino en educar en ellos motivos valiosos de actividad, que constituyan la base de elevadas cualidades morales.

Al excluir a los niños de las preocupaciones domésticas, de las posibilidades de que participen en el trabajo, la familia, como regla, forma a egoístas, por quienes han de sufrir, en primer lugar, los propios padres.

Para el desarrollo del trabajo productivo en el seno de la familia, es necesario, ante todo habituar a los niños a valerse por sí solos, sin la ayuda de otros. En los primeros años de edad, al niño hay que inculcarle tipos elementales de actividades de autoservicio: recoger, arreglar su cama, bañarse, peinarse, vestirse aseadamente y mantener en orden y limpieza su puesto de trabajo; sus juguetes y objetos personales.

A los estudiantes de la escuela primaria les son más asequibles tipos más complejos de actividad: ellos pueden ya ponerse un botón, zurcirse las medias, lavar sus pañuelos, plancharlos, etc.

Los niños paulatinamente se van incorporando a los diferentes tipos de trabajo doméstico necesarios en la familia: mantener constantemente el orden en la casa, cuidar las flores, etc., de manera que en edades superiores ya puedan valerse por sí mismos.

El trabajo productivo ayuda a los estudiantes a prepararse para la vida, al respecto Makárenko escribió:

El trabajo no sólo tiene una importancia social y económica, sino también un gran valor en la vida privada. Bien sabemos cuanto más alegres y felices viven los hombres capaces y serenos los que trabajan con éxito, los que saben dominar y gobernar las cosas y cómo por el contrario siempre nos inspiran lástima los que se arredran ante el menos obstáculo, los que no saben bastarse a si mismos, aquellos que si no reciben ayuda, viven en la incomodidad, en la suciedad en el desorden. (Makarenko, s/a)

Además, el que se incorporen activamente al trabajo doméstico en la casa y a la actividad laboral en la escuela, con más éxito dominará la profesión en la enseñanza técnico-profesional y en la producción.

José Martí plantea la estrecha relación entre la naturaleza del trabajo y la educación de los sentimientos como uno de los lineamientos de la formación de la personalidad, en tal sentido expresa:

El hombre crece con el trabajo que sale de sus manos. Es fácil ver cómo se depaupera, y envilece a las pocas generaciones, la gente ociosa, hasta que son meras vejiguillas de barro, con extremidades finas, que cubren de perfumes suaves y de botines de charol; mientras que el que debe su bienestar a su trabajo, o ha ocupado su vida en crear y transformar fuerzas, y en emplear las propias, tiene el ojo alegre, la palabra pintoresca y profunda, las espaldas anchas y la mano segura (...). (Blanco, 2003:23)

El Héroe Nacional de Cuba tenía una profunda fe en la virtud del trabajo, capaz de lograr transformaciones inimaginables en los estudiantes.

Por otra parte debemos considerar la dependencia que tiene la educación de las relaciones económicas, sociales y políticas de la sociedad, en tal sentido es necesario desarrollar en los estudiantes un sistema de conocimientos que puedan aplicar a las demandas de producción para que se conviertan en productores y no en meros consumidores, por eso se hace necesario que el docente vincule su mensaje educativo con la vida,

pues de lo contrario éste le llegará al vacío, abstracto, carente de significado para él y por lo tanto no se implicará en la tarea de aprendizaje; deberá aprovechar el aprendizaje vivencial de sus estudiantes, apoyarse en este para futuros aprendizajes; impedir por todos los medios el divorcio entre la teoría y la práctica, el discurso donde se absolutice lo teórico y no se tenga a la práctica, de esa vida misma, como el punto inicial para la elaboración de nuevas teorías. (Fernández y otros s/a: 86)

En tal sentido, el docente al vincular la teoría con la práctica no debe dejar de lado la combinación de la importancia social del trabajo con los intereses personales de los estudiantes; es decir, la importancia social del trabajo para los escolares, especialmente para los de grados inferiores, actúa de modo preciso cuando los resultados materiales del trabajo y su utilidad son evidentes y reciben el reconocimiento social. Tal tipo de trabajo entusiasma a sus participantes en gran medida, especialmente cuando está bien organizado y cuando los propios participantes van adquiriendo las habilidades y los hábitos del tipo de trabajo, en cuestión.

Cuando la importancia social del trabajo actúa ante los estudiantes como un futuro lejano y ellos aún no han abordado el dominio de las habilidades y los hábitos del nuevo tipo de trabajo, muy raramente se puede lograr entusiasmar al los estudiantes.

Según la experiencia rusa relatada por G. I. Schukina los estudiantes puede hablar convincentemente de la importancia y de la utilidad social del trabajo, pero puede no tener deseo alguno de trabajar, en este sentido es necesario despertar el interés personal del niño hacia el trabajo. Esto se logra mediante diferentes procedimientos: la convicción, el ejemplo personal del maestro, el ejemplo de los estudiantes mayores, mostrarle una pieza bien realizada; esto despierta en los estudiantes el deseo de aprender a hacer cosas útiles y bonitas para sí y sus familiares.

El deseo personal de aprender determinados tipos de actividad estimula a los escolares a dominar diversas operaciones laborales, y cuando ellos han adquirido cierta maestría, el proceso del trabajo y su resultado les produce alegría.

El interés de los estudiantes hacia uno u otro tipo de trabajo, puede surgir por el deseo de prepararse para la futura profesión, por el interés de dominarla desde la propia escuela. Este afán hay que desarrollarlo y mantenerlo por todas las vías posibles, por cuanto en el deseo de los estudiantes de prepararse para la profesión que quiere seleccionar y su interés personal se relaciona con el interés social.

A la vez un adecuado desarrollo de la educación en el trabajo productivo debe considerar el desarrollo de la actividad y la independencia de los estudiantes en el quehacer laboral.

La independencia a nivel cognoscitivo y en el accionar laboral, es la capacidad de pensar por sí mismo, de orientarse de forma individual, ante situaciones nuevas, de ver y buscar por los medios propios el mejor camino para dar solución a la problemática que ha surgido y de ejecutar cuantas acciones sean necesarias, manteniendo la seguridad en sí mismo, como cualidad típica de quienes alcanzan la independencia cognoscitiva. (Colectivo de autores, 2007: 86)

Como lo señala Schukina la actividad y la independencia de los estudiantes en el trabajo socialmente útil se pone de manifiesto tanto en el cumplimiento consiente y creador de una tarea laboral, como en la selección del objeto de trabajo, en la iniciativa y preparación, para cumplir de forma independiente una tarea laboral. La formación de la actitud activa y de la independencia en los estudiantes demanda de una dirección pedagógica muy sutil. Los adolescentes y jóvenes tratan de ser activos e independientes en el proceso laboral. Es aquí, donde en mayor medida, mucho más que en otros tipos de actividad, los estudiantes quieren ser iguales a los adultos y con frecuencia actúan realmente como individuos hacendosos, dueños de sí.

El docente deberá organizar la actividad de forma tal que también tome en cuenta la correspondencia de la actividad laboral con el desarrollo físico de los estudiantes; el éxito de la educación en el trabajo productivo depende en gran medida del carácter realizable de éste por parte de los estudiantes.

La tareas laborales no realizables por los estudiantes, son improcedentes por cuanto éstas no pueden ocupar todo el tiempo y pensamiento de los estudiantes y distraerlos de su actividad principal: el estudio. Un trabajo que se plantee fuera de las posibilidades físicas de los estudiantes puede traer como resultado un deterioro a nivel físico y espiritual, una pérdida de la fe en ellos mismos y por consecuencia un rechazo hacia él.

El trabajo humano puede considerarse como un conjunto de procesos fisiológicos y mentales, en los cuales el hombre invierte las energías de que dispone para obtener un resultado. La capacidad de trabajo física (también llamada manual) está determinada por la energía liberada a través de reacciones bioquímicas, aerobias o anaerobias a nivel de los músculos que intervienen directa o indirectamente en la ejecución de la actividad. Por su parte la capacidad de trabajo intelectual (también conocida como mental) viene dada por la energía liberada a través de reacciones bioquímicas a nivel de las células nerviosas de la corteza cerebral. (Ferreiro y Sicilia, 1988:184)

En este sentido debe tenerse muy en cuenta que la cantidad de energía a emplear para una determinada actividad debe estar en plena correspondencia con el desarrollo anatómico y fisiológico del estudiante. El trabajo improvisado y no acorde a las capacidades reales de los estudiantes, es aquel que constituye una gran carga física para éstos, que demanda de ellos habilidades y hábitos que simplemente no tienen, ese tipo de actividad está organizada irracionalmente.

Sin embargo, sería un error si a los estudiantes se les incorporara a realizar tipos de trabajo que no demanden de ellos ninguna tensión de fuerzas. Es necesario recordar que el trabajo siempre exige del empleo de la fuerza, y es ahí donde está la importancia para el desarrollo de la voluntad del individuo.

El hecho de que el trabajo esté de acuerdo con las fuerzas de los estudiantes no quiere decir que éste sea demasiado fácil, que esté al margen de todo tipo de dificultad y obstáculos.

Este requerimiento consiste en no permitir la tensión excesiva de los niños y adolescentes durante el proceso laboral. Es por eso que los docentes deberán seleccionar y organizar el trabajo adecuado, planteando un cierto nivel de dificultad en correspondencia con las fuerzas y capacidades de los estudiantes.

De todo lo planteado anteriormente se puede concluir que los docentes deberán tener en cuenta ciertos aspectos para el desarrollo de una educación enfocada hacia un trabajo productivo éstos son:

  • El trabajo de los estudiantes debe tener un carácter socialmente útil motivado por el interés personal en el trabajo de los escolares con una aspiración de lograr resultados socialmente importantes.
  • El trabajo socialmente útil de los estudiantes debe ser colectivo. Sólo en el trabajo colectivo para el bienestar común, es donde el niño, el adolescente y joven, es capaz de elevarse a un alto nivel de conciencia moral y de formar en él los hábitos de vida social.
  • El objetivo del trabajo debe ser entendido y deseado por los estudiantes, así como debe ser evidente para ellos la importancia social del mismo.
  • Las encomiendas y compromisos laborales de los estudiantes deben ser variados, tener un carácter sistemático y constante, debe ir haciéndose cada vez más complejo en correspondencia con la edad de los estudiantes y con la preparación moral y laboral que éstos hayan adquirido.
  • La educación en el trabajo productivo debe sembrar el deseo y necesidad de trabajar en beneficio común, de dar su aporte con el trabajo propio a la construcción del Nuevo Estado.
  • La educación en el trabajo productivo debe estimular una formación de los estudiantes con conocimientos, habilidades y hábitos como aspectos básicos para el trabajo físico y la adquisición de habilidades para trabajar racionalmente.
  • Debe promover la selección de la futura profesión en correspondencia con las inclinaciones de los estudiantes, con sus necesidades y con las necesidades de producción.

 

Notas

I Engels. F. "El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre". En: http://www.marxists.org/ espanol/m-e/1870s/1876trab.htm

 

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