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Revista Integra Educativa

versión On-line ISSN 1997-4043

Rev. de Inv. Educ. v.3 n.1 La paz ene. 2010

 

Avances de investigación de los cursos de postgrado relacionados a la temática de interculturalidad y descolonización

 

Repensar la industrialización y el desarrollo
Contrariedades del vivir bien

 

 

Marcelo Sarzuri-Lima
suckinkaos@hotmail.com

 

Las clases, pues, aprenden las dimensiones de su poder y la eficiencia de su poder no desde los análisis previos, que son todos incompletos o presuntivos o totalmente inexistentes, como consecuencia de aquellos límites cognoscitivos de este tipo de sociedades en el momento de su quietud, sino a partir de su práctica; aquello que pueden y aquello que no pueden es lo que son.

René Zavaleta

 

 


RESUMEN

Es muy controversial el gran salto industrial como proyecto de desarrollo que se quiere implementar en Bolivia. El debate gira en torno a la contrariedad del mismo con los planteamientos del buen vivir, pero existen contradicciones de fondo que sobrepasan el análisis de la simple factibilidad y costo económico que implica la industrialización. El presente ensayo aborda la problemática del desarrollo a partir de los elementos que necesita generarse para que sea factible como proyecto económico, razón por la cual se toca el tema de la dinamización económica y la racionalidad que debe generar los procesos de industrialización, convirtiéndose, los mismos, en reales enemigos de la pluralidad económica y las comunidades indígenas.

La creencia en la neutralidad técnica y tecnológica es puesta en duda en el presente trabajo, ya que es un instrumento ideológico de la modernidad y funciona como elementos centrales en el sistema-mundo capitalista, encubren, en sí, lógicas de dominación y subsunción de otras formas de producción a otras formas de racionalidad y organización.

Por último, se aborda el tema del Estado interpelando la creencia fetichista y mesiánica del mismo. Se plantea que si los procesos de cambios que vive Bolivia han sido fruto de la lucha política de las masas auto organizadas, cualquier proyecto de "desarrollo" debe ser generado al interior de la lucha y los espacios de contradicciones que nos plantea la construcción misma del Estado Plurinacional.

Palabras clave: gran salto industrial, desarrollo, dinamización de la economía, Estado


ABSTRACT

Very controversial is the great industrial leap as a development project to be implemented in Bolivia, the debate revolving around the contrariness of the same with the "good living" approach, yet there are substantive contradictions that go beyond a simple analysis of feasibility and economic cost involving industrialization. This essay addresses the issue of development from the elements that need to be generated to become feasible as an economic project, which is why we address the issues of economic revitalization and the rationality that should lead the processes of industrialization, those becoming real enemies of economic plurality and indigenous communities.

The belief of technical and technological neutrality is questioned in this document, as those are ideological instruments of modernity and function as central elements in the capitalist world system, concealing in themselves logics of subsumption and domination from other forms of production to other forms of rationality and organization.

Finally, die issue of die State is addressed by confronting the fetishist and messianic belief in the same, arguing that, if the processes of change taking place in Bolivia have been the result of the political struggle of self-organized masses, any project of "development" must be generated within the struggle and the space of contradictions that we face in the very construction of the plurinational State.

Keywords: industrial leap, development and revitalization of the economy State.


 

 

Introducción

Cuando se habla sobre el buen vivir o vivir bien son mayores las cuestionantes que salen a relucir en comparación de las certezas. El vivir bien aparece como sinónimo de vida en plenitud, armonía, equilibrio, complementariedad, entre otros aspectos, pero, ¿cómo se puede llegar a materializar en nuestras relaciones cotidianas el vivir bien? Este espacio de contrariedades es donde se debate sobre lo que no es una vida con las características mencionadas, también debe ser el espacio donde es necesario, paralelamente, debatir sobre las posibles consecuencias de megaproyectos basados en un ilusorio desarrollo autónomo nacional, contrario, paradójicamente, al modelo de vida que tanto se busca y exalta. Es dentro los márgenes planteados inicialmente donde es necesario realizar un análisis al modelo de desarrollo que pretende implementar el gobierno de Evo Morales, proyecto basado en una industrialización a gran escala y en diversos sectores productivos, que busca la generación de excedentes económicos con el fin de redistribuirlos entre la población. Hipotéticamente, el proyecto de un salto industrial posibilitaría mejorar las condiciones de vida de los bolivianos y permitir alcanzar el tan anhelado vivir bien.

El presente ensayo intenta desarrollar una reflexión -más allá de detalles técnicos- sobre las consecuencias de un proyecto de industrialización de la magnitud que el gobierno pretende implementar, que, al no tener en cuenta el pluralismo económico y cultural, puede convertirse, a largo plazo, en el principal enemigo de la plurinacionalidad y lo comunitario. Se tomará en cuenta dos elementos para el análisis. El primero, el proyecto de salto industrial que busca redistribuir excedentes y usa como medio un proyecto de industrialización y se convierte en un reflejo de una racionalidad medio-fin (racionalidad lineal), donde los resultados justifican los medios, para lo cual se necesita desarrollar una serie de valores acordes al funcionamiento del mercado que hagan posible su factibilidad, elementos contrarios a la pluralidad económica y el carácter autodeterminativo de los pueblos pero, sobre todo, contrarios a la concepción de vivir bien que se intento construir en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra1. El proyecto de industrialización que el gobierno pretende llevar a cabo se mueve bajo la lógica moderna donde el Estado es el principal actor, elemento que nos lleva al segundo punto, el peligro de ver al Estado como sujeto de cambio y no como objeto del mismo (Estado como fin y no como medio; Walsh, 2009). El Estado juega un rol importante al incorporar los valores donde se mueve la modernidad liberal y un proyecto desarrollista que tenga como base la industrialización. Lo único que busca es dinamizar la economía (en busca de excedentes) e imponer, a largo plazo, un sistema económico moderno, logrando subsumir la pluralidad económica en un modelo occidental de desarrollo que deja de lado los elementos más progresistas de la nueva Constitución Política del Estado.

 

1. El gran salto industrial. Proyecto o estrategia simbólica de desarrollo

El programa de gobierno del MAS (Movimiento al Socialismo), con el que ganó las elecciones nacionales de diciembre de 2009, fija claramente el proyecto de desarrollo económico que pretende implementar la búsqueda de una Bolivia para vivir bien. El mencionado proyecto tiene cuatro pilares fundamentales: a) la implementación de la Constitución Política del Estado aprobada en enero de 2009, pretendiendo profundizar la democracia, consolidar el Estado Plurinacional y constituir las autonomías; b) implementar el Modelo Económico Nacional Productivo, el cual se basa en una economía plural consolidando un país productivo; c) los dos primeros pilares intentan construir un país con dignidad, donde se logre redistribuir los excedentes de la producción, se genere oportunidades y se mejore las condiciones de vida; todos los pilares de la propuesta intentan encaminar; d) la construcción de un país con soberanía.

La forma cómo se pretende conseguir los objetivos planteados en los pilares de la propuesta; primero, proyectan realizar un cambio en la matriz productiva del Estado, se desea dejar en el pasado la histórica imagen de Bolivia, solamente, como país exportador y busca imponer la imagen de un país industrializado y con capacidad de generar valor agregado en sus productos. La industrialización permitiría al Estado tener una capacidad de ahorro, inversión, generar empleo estable, obtener ingresos y una producción que logre abastecer el mercado interno (primeramente) y luego el mercado externo. Para ello, se necesita sentar las bases de una producción acorde a los tiempos modernos, se necesita dar el gran salto industrial,

Entonces, el propósito principal de nuestro Nuevo Modelo Nacional Productivo, basado en la Economía Plural, es crear las condiciones para garantizar un incremento en la producción de los recursos naturales renovables y no renovables con el propósito de garantizar un mayor crecimiento económico del país pero con mayores ingresos, empleos y con mayor equidad social y económica, de tal modo que se lleve a cabo, por primera vez en la historia del país, un proceso de redistribución de los ingresos que resultan del desarrollo de las actividades productivas. (Bolivia para vivir bien, 2009: 52; cursivas nuestras)

Es importante resaltar que la base del proyecto es la economía plural2, el incremento de la producción y la redistribución de ingresos. ¿Es acaso, una lógica empresarial de maximización de beneficios? Parecería ser que la racionalidad que mueve la lógica de desarrollo es la misma que ha manejado la globalización (la racionalidad medio-fin), la misma que sólo se hace cargo de lo previsto o calculado entre el medio y el fin; la redistribución de ingresos (fin) logra por sí misma explicar una política extractivista (medio) olvidando "la armonía con los ciclos de la Madre Tierra, del cosmos, de la vida (...)" (Huanacuni, 2010: 37) y todo el discurso creado alrededor del vivir bien y que es planteado en diversos foros a nivel internacional. Una primera aproximación al problema planteado es que el proyecto de industrialización no es una contradicción que puede encontrar resolución en la práctica; es, simplemente, una repetición de un modelo civilizatorio que está en crisis y nunca transformará nuestra situación de colonialidad y sumisión.

Otro aspecto importante para resaltar es el papel del Estado en el Modelo Nacional Productivo, el cual se constituye el eje central de toda la propuesta de industrialización (Bolivia para vivir bien, 2009: 53). Alvaro García Linera (2009: 13) explica que el núcleo estatal es el encargado de construir modernidad, es el productor de ideas y tiene la capacidad de realización de las mismas, porque posee "(...) los recursos, los financiamientos y la burocracia para hacer cumplir y materializar la idea". El Estado deja de ser una máquina para convertirse en una síntesis colectiva de la sociedad con capacidad de decisión, existe "un núcleo social unificado en su interior que ha asumido el papel de creador del horizonte colectivo y que está haciendo el papel de intelectual práctico colectivo" (Ibídem). En el intento que el Estado funcione sobre la colectividad, debemos preguntarnos ¿cómo la jerarquía y el liderazgo del funcionamiento interno del eje estatal ha cambiado? y ¿dónde se ha dado una articulación entre en el Estado y la sociedad civil logrado romper la forma organizativa y la concepción liberal del funcionamiento del eje estatal? Para Ramón Grosfoguel (2008: 171), la política desarrollista de administrar el Estado sólo contribuye a integrar a un país periférico al sistema-mundo capitalista y "no amenaza ni transforma la lógica del sistema". Si fusionamos la idea de industrialización y la estrategia política del Estado, el proyecto de desarrollo solamente busca dinamizar la economía, modernizar los sectores arcaicos de la economía e incluirlos al mercado que se mueve bajo la lógica del capital:

Lo que tiene que hacer el Estado, y lo que estamos haciendo, es transferir excedente económico de lo moderno a lo no moderno, de lo capitalista industrial a lo semi capitalista o a lo semi mercantil; transferencia de excedentes bajo la forma de créditos, de tecnología o de insumos, para impulsar procesos de modernización interna. (García Linera, 2009: 15)

Si la mayor crítica que el gobierno de Evo Morales realiza al neoliberalismo es la dependencia respecto al mercado, la cual regula la producción y dualiza la economía (en moderna-exportadora e informal-no regulada); el Proyecto Nacional Productivo únicamente propone expandir el rol del Estado en el mercado (controlarlo y administrarlo), convirtiéndose en un Estado de carácter social. Dentro del Estado social, el ser humano es lo más importante en la economía, entonces la armonía con la Madre Tierra se convierte en retórica, porque los recursos naturales (renovables y no renovables) son sólo eso: recursos. De la misma forma, el mercado sigue definiendo la producción, para satisfacer el mercado interno (en una primera etapa) y luego para insertarnos plenamente en la división internacional del trabajo y el sistema global interestatal a través de la exportación. Entonces, creando una economía dinámica y un circuito mercantil interno (apoyado en la creación de una red caminera), se logra incorporar lo no-moderno al sistema económico (capitalista industrial) y a través de una diversificación de exportaciones se logra la incorporación a la economía mundial.

A esta serie de medidas de potenciamiento de la producción, nuestro Programa de Gobierno la llama el "Gran Salto Industrial"; una iniciativa vital postergada durante décadas y hasta siglos. Hoy, gracias a la diversificación de la tecnología, que la hace más accesible, y considerando el buen momento económico que atraviesa Bolivia, superado su déficit fiscal y con un nivel histórico de reservas internacionales, Bolivia puede invertir en un proceso de industrialización a gran escala. Para ello, es posible que se requiera el concurso de nuevos y mayores capitales en calidad de socios estratégicos pero bajo el principio del control estatal, tal como ha venido ocurriendo en estos tres años y medio de proceso de cambio. (Bolivia para vivir mejor, 2009: 72)

Sería interesante que el proyecto de industrialización venga acompañado de un fomento intensivo a la investigación en áreas estratégicas, porque dejar de lado este punto sería caer en procesos de dependencia tecnológica. La industria tecnológica se ha convertido en la primera fuerza productiva del sistema-mundo, países como EEUU, Alemania y Japón invierten millones de dólares en investigación tecnológica; la inversión dentro de esta industria, a largo plazo, resulta más rentable y productiva que incentivar procesos de industrialización que desarrollen solamente ramas de la industria pesada (extracción y transformación de materias primas). Si bien, García Linera (2009: 17) menciona que nunca vamos a ser modernos al estilo de las grandes potencias europeas o norteamericanas y es necesario que abandonemos ilusiones falsas, porque seremos modernos "a partir de lo que somos", la base de la propuesta de industrialización que el gobierno maneja cae en una dependencia total de la explotación de hidrocarburos (lógica industrial extractivista), sin el éxito de ésta es imposible pensar en un proceso de industrialización, "con todo, viviremos una economía fuertemente vinculada a los mercados externos. En el momento en que pasemos a etapas de industrialización, las exportaciones de los derivados del gas y del petróleo fácilmente llegarán a un 60 ó 70% (...) (Ibidem: 15). La profundización y el potenciamiento de economías comunitarias queda en el olvido en la propuesta, lo único que se plantea es modernizar y de esa forma subsumir otros tipos de economía3 a la tuición del Estado, elemento que hace pensar que la pluralidad de economías se queda en el texto constitucional y los cambios se vuelven materia estatal. Es necesario volver a pensar que no sólo son importantes los objetivos de un proyecto (generar ingresos y redistribuirlos) sino, también, es vital que se piense la forma, los medios con los cuales se va a alcanzar esos objetivos. Una forma de desarrollo necesita elaborar ciertos elementos para su realización, los mismos que pueden convertirse en insumos básicos para subsumir, encubrir y distorsionar otras formas de organización económica y social, o el desarrollo y la industrialización son solamente utilizadas como una estrategia simbólica para mostrar que el Estado plurinacional tiene un horizonte definido entre tantas contradicciones.

 

2. Desarrollo. De esas consecuencias que nunca se señala

Una propuesta de desarrollo que tiene como base la industrialización, el Estado como constructor del progreso nacional y la modernización de sectores considerados arcaicos persigue una dinamización la economía. Esta idea no surge de un replanteamiento del concepto de desarrollo (y ser modernos a partir de lo que somos), es un objetivo propio del capitalismo y sin duda no puede considerarse como el horizonte válido del Estado plurinacional. Entonces, cómo pensar en un modelo de desarrollo que contemple economías tradicionales que tienen como horizonte un pasado pre-colonial y poseen cosmovisiones y conceptos del mundo distintos al sistema-mundo-moderno. Ese es el mayor reto del proceso de cambio socioeconómico y cultural que vivimos y el simple hecho de querer industrializar y ver al desarrollo como la única vía para alcanzar la modernidad cae en el fatal error que ha venido con el surgimiento del capitalismo.

Dinamizar la economía no sólo pasa por establecer un mercado, conectar centros productivos y, de esa forma, crear un circuito mercantil y de inversión de capitales, requiere crear otro tipo de racionalidad, otro tipo de relaciones y cosmovisión, necesita subsumir a otras formas de producción para potenciar su modelo económico, necesita organizar, "racionalizar", a la sociedad, necesita mostrar que la única vía para el progreso es el desarrollo lineal occidental.

El desarrollo como idea convirtió la historia en programa, de forma tal que el modo industrial, que solamente era una forma de producción, se convirtió en el estado máximo de la humanidad y en camino natural de la evolución social. Asumir este concepto de desarrollo constituye una encerrona epistemológica ya que no permite referirse a otros procesos productivos (alternativos) de la vida social. (Arévalo, Paredes y Rodríguez, 2009: 38)

La industrialización no sólo es una forma más de producción. En ella se representa la forma lineal del sistema-mundo, la aspiración de la humanidad, es la vía de un modelo-programático de desarrollo. Esconde tras sí un dualismo inherente: si bien otorga una serie de comodidades a la sociedad por medio del desarrollo de la ciencia y la técnica, ofrece estabilidad laboral, de ingresos y generación de empleos (aparentemente). En sí misma es un sistema de dominación que desarticula cualquier propuesta otra de autoorganización y producción (niega las lógicas comunitarias de producción), porque a través de la intervención del Estado necesita generar mercado, consumo y excedente y la única forma es fagocitando otras formas productivas, o bien, aprovecha sus capacidades para potenciar sus lógicas de reproducción (subsunción formal y subsunción real).

El primer elemento necesario en una industrialización y su óptima realización es desmontar cualquier práctica de economía tradicional y mostrarla como irracional porque las mismas no se acomodan a la racionalidad capitalista. Se necesita producir eficientemente y la movilidad es importante para su fin, necesita que la innovación técnica (métodos y formas de producción) no alteren la estabilidad de la sociedad, existe una comunión entre la innovación ciencia-técnica y el desarrollo industrial. "Con la investigación industrial a gran escala, la ciencia, la técnica y la revalorización del capital confluyen en un único sistema" (Habermas, 1968: 86). Entonces, se necesita desmontar una economía tradicional, porque ella concibe a la economía a través de valores de estabilización; la industrialización necesita destruir la armonía entre el método de producción y el entorno.

... la "economía dinámica" necesita, por constitución, destruir la identificación entre métodos de producción y valores sociales para lograr que el permanente cambio de métodos y formas de producción no alteren la estabilidad de la sociedad. Ello, en consecuencia, afecta no sólo a la estructura social, sino que también a los valores. Una "economía dinámica" necesita, para poder desarrollarse, constituir valores radicalmente distintos de los valores de la "economía tradicional", lo cual quiere decir que el surgimiento y constitución de la economía dinámica, implican, inevitablemente, la constitución de un nuevo "sistema de valores" pertinentes a la economía dinámica que la justifique como buena, lo cual, a su vez, implica la constitución de una cosmovisión diferente del hombre, del mundo y de la sociedad. (Bautista, 2007: 120)

Es de esta forma que la elección de un modelo económico implica, por añadidura, la elección de un sistema valórico que responda a los intereses del mismo, necesita desechar antiguos valores y mostrarlos como precarios, obsoletos, anticuados y resquicios de un pasado pre-moderno, incivilizado e incorporarlos a la modernidad (Ver: García Linera, 2009: 12-18). No se puede ver a la industrialización y la técnica como elementos neutros, contienen toda una carga subjetiva de valores pertinentes a un modelo de desarrollo y visión del mundo. Cerca al 60% de todo lo que consumimos y lo que la industria produce al cabo de seis meses va a parar a un basurero4. ¿Esa es la industria que queremos desarrollar? No sólo es cuestión de implementar tecnología y potenciar valores comunitarios, va más allá de la simple maximización de beneficios, es una completa inversión de valores, posee un riesgo inmanente.

...la economía moderna es intrínsicamente riesgosa, porque el riesgo está presente en cada momento de la producción y del consumo, simplemente porque lógica y empíricamente es imposible para el productor tener una previsión total no sólo de la producción, sino del comportamiento de sus productos en el mercado. Si esto es así, ¿cómo entonces enfrentar los problemas de la producción moderna? (Bautista, 2007: 2009)

Dentro de este modo de producción para el mercado, el ser humano es un objeto del mismo. El mercado adquiere una abstracción y aparentemente puede funcionar automáticamente, ya sea en un modelo de competencia perfecta o de planificación perfecta; la lógica sigue moviéndose en una concepción del sistema-mundo-moderno y tiene, en la industrialización, el punto inicial de su implementación.

...la industrialización revoluciona en el sentido de que transforma e invierte totalmente la concepción no sólo de la realidad, sino de la producción en general, en el sentido de que si antes el productor o sea el trabajador, es decir, el ser humano era fundamental para la producción, ahora gracias a la industrialización, el ser humano como productor deja de ser fundamental. [...] sólo aparece el ser humano en tanto consumidor, porque ya ha sido desplazado de la producción, desaparece como sujeto y aparece sólo como objeto, como ente, como cosa, o sea, como mercancía. (Bautista, 2007: 134)

Un nuevo sistema de valores, la inversión de la realidad, la deshumanización de un modelo productivo que nace en la industrialización justifican que un modo de producción implique una otra racionalidad, exista (y es necesario) la descomunión entre el sujeto con el método y la forma de trabajo, pero, sobre todo, con el fruto del mismo; implique una enajenación con el entorno, ver a la naturaleza como un objeto del cual es posible aprovechar, al máximo, todos sus beneficios. La técnica, entonces, permite maximizar los objetivos (de la industria) de dominación.

(...) la técnica permitió, por primera vez, dominar "las causas naturales de las crisis económicas de la sociedad tradicional. La conciencia de este nuevo poder humano sobre la naturaleza forma la base del optimismo con el cual comienza a desarrollarse la revolución industrial". (Hinkelammert en: Bautista, 2007: 121-122)

Creer que la técnica es algo neutral, es seguir viviendo en el engaño de la modernidad. Si bien la técnica es una modalidad de producción, para Heidegger (1994) es una revelación y ocultación simultánea, la técnica devela el ser de las cosas como modalidad de producción, pero la técnica moderna devela no en el sentido de poner en libertad el ser (de los entes) sino como una dominación y apropiación de las cosas; por esta razón la tierra, la naturaleza están condenas a mostrarse como cosas útiles, manipulables, dominables, "la técnica no es lo mismo que la esencia de la técnica". Entonces, cómo develar el ser de las "cosas" sin violentarlas o dominarlas. Tal vez encontremos algunas respuestas en saberes ancestrales que vemos como pre-modernos: en algunas comunidades andinas la tierra debe descansar para ser trabajada, nunca existe una producción ilimitada, tal vez es la forma otra de pensar que menciona Heidegger de lograr potencia sin violencia.

¿Qué otras implicaciones tiene la concepción de la "neutralidad" técnica y tecnológica? Una característica (tendencia evolutiva) del capitalismo es la cientifización de la técnica, se necesita estar constantemente incorporando tecnología para incrementar la producción (por eso anteriormente mencionamos que al dinamizar la economía se separaba formas de producción y estabilidad social para introducir constantemente innovaciones técnicas). Es así que "con el progreso técnico y científico, el potencial de las fuerzas productivas ha adoptado una forma que hace que en la misma conciencia de los hombres el dualismo de trabajo y de interacción pase a un segundo plano" (Habermas, 1968, 1986: 87). Antes, el progreso científico estaba definido por los intereses de la sociedad, dentro de un proyecto de desarrollo industrial, el progreso económico es el que define el progreso científico y la sociedad "(...) parece estar determinada por la lógica del progreso científico y técnico" (Ibídem), el mundo social es una relación de hombres autocosificados, fruto de una racionalidad que otorga el sistema capitalista, nuestro accionar se reduce a estímulos condicionados por el progreso económico y, entonces, la pluralidad económica y la autodeterminación de los pueblos pierden sentido dentro de un desarrollo "industrioso". Lo único que puede resultar es una subsunción de otras formas de producción al modelo productivo hegemónico y, lo más peligroso, es que la acción "racional" de sujetos y la sociedad también se adapta a ese modelo.

Se ha dejado claramente establecido que la industrialización es el paso inicial para que la economía se dinamice y abra paso a toda una serie de cambios en busca del funcionamiento perfecto y automático del mercado, es la especificidad de una economía moderna. Puede colocar a otros tipos de producción como sus antecesores y auto reconocerse como la forma superior de desarrollo por su capacidad de producción y generación de ganancia, destruye totalmente la relación ser humano y naturaleza, la convierte en una relación cósica. Solamente de esa forma es posible entrar a una dinámica económica industrial y moderna.

El proyecto del gran salto industrial obvia las consecuencias en las comunidades, se incorpora subsumidamente a lógicas comunitarias, se las encubre bajo lógicas del capital (empresas mixtas, comunidades abastecedoras, entre otras), para que jueguen bajo las reglas del mercado y con tuición del Estado. Una ideología desarrollista para Ernest Mandel (1979) no sólo significa universalizar el modo de producción capitalista u homogenizar la economía, sino yuxtaponer países desarrollados y subdesarrollados, crear niveles de diferenciación (en acumulación de capital, productividad y extracción de plusvalía), intercambio desigual y relación de fuerzas desfavorables en el mercado de trabajo. Si se afirma que nunca seremos modernos como los países "desarrollados" (García Linera, 2009: 17), entonces ¿qué buscamos persiguiendo un modelo de desarrollo y progreso económico ajeno? Es necesario mostrar por qué el Estado no debe ser el único ente regulador, planificador y organizador de la economía y la sociedad.

 

3. Materias de Estado. El cambio mediado desde arriba

Existe un paralelismo entre desarrollo y Estado, debido a que ambos se constituyen como las aparentes formas acabadas de organización económica, política y social. Ambas, sin embargo, son abstracciones que cobran vida propia y se convierten en sujetos, cuando en realidad son objetos y creaciones del ser humano, la inversión de valores implica también la fetichización de ciertos elementos (mercado, Estado y desarrollo). Dentro de un sistema-mundo-moderno nuestras aspiraciones, libertades y autodeterminaciones son absorbidas por instituciones que han invertido los sistemas de valores y terminan dominando todas nuestras reivindicaciones.

Marx demuestra (...) que el Estado encarna las lógicas de la dominación, y en especial de la propiedad privada, por mucha teoría que se intente hacer. Por eso Marx dice, acerca de la filosofía del derecho de Hegel, que los hechos reales para Hegel aparecen como un "resultado místico". La condición fundamental del Estado (familia, sociedad civil) aparece como una simple determinación de la "idea" de Estado, como mera determinación de su idea. Por eso Marx dice que, en el pensamiento de Hegel, el sujeto (familia, sociedad civil) se convierte en predicado. La condición del Estado (familia, sociedad civil) llega a ser lo condicionado por la idea. (Viaña, 2009: 79-80)

Vivimos entremetidos en resultados místicos, somos nosotros la sustancia de cualquier tipo de organización pero terminamos siendo el instrumento periférico del mismo (el ente determinado), terminamos encerrados en las relaciones jurídicas abstractas (condicionados por la idea), fetichizando la idea, dejando que nos someta, olvidando que nosotros damos la esencia a esas ideas.

(...) los sujetos reales (...) desaparecen o se vuelven "predicado del predicado abstracto". (Por ejemplo: soportes secundarios de la construcción estatal de la trinidad poder-partido-Estado) y "la realidad abstracta" y "la necesidad" de los que dirigen, piensan y se convierten en los sujetos del proceso. De esa manera, las ideas, preferencias o prejuicios -en el amplio sentido del término-de los "jefes de Estado", se convierten en el sujeto del proceso, son en verdad el único sujeto del proceso. (Viaña, 2009: 80)

Es necesario pensar si realmente se puede crear un Estado que pueda respetar y promover la pluralidad en todos los sentidos (culturales, económicos, políticos, jurídicos y sociales), desmitificar al Estado liberal pasa por tener conciencia de que él es generador de las desigualdades. No basta con cambiar la Constitución (lo cual es indudablemente un gran paso) y mantener toda una organización jerárquico-administrativa, es necesario generar espacios de autorepresentación, una democracia directa y participación plena en todos los niveles estatales "(...) un Estado niega a las masas por mucho que intente representarlas, (...). Adquirir esta conciencia como hecho colectivo es una enorme riqueza (Viaña, 2009: 81). Raúl Prada hace una dura crítica a los modelos desarrollistas-capitalistas y al mismo Estado, cuando habla de pueblos "indígenas-originarios" haciendo notar su contraposición a los modelos de organización occidental:

Se trata de sociedades contra el Estado y contra el mercado. Se sustituye al Estado por una estrategia de mandos rotativos. Se sustituye al mercado por medio de la circulación de las complementariedades. Por medio de la rotación de mandos se impide la acumulación del poder, por medio del derroche se busca impedir la acumulación de riqueza. Lo que se acumula es el prestigio. Si hay valorización, ésta tiene que ver con la plusvalía de código y con la plusvalía de goce. (Prada, 2006: 7)

Entonces se debe tener presente que la solución a nuestros problemas no se encuentra en la maximización de beneficios (industrialización) ni en un gran aparato estatal monopólico y coercitivo, porque si de algo estamos concientes es que "el capital no es una categoría económica, es una relación de sujeción" (Viaña, 2006: 55). Una propuesta de Catherine Walsh (2000) es generar espacios interculturales, como una forma de pluralizar las instituciones, pero caemos en el peligro de debilitar las luchas sociopolíticas y culturales, se da paso a una apropiación estatal de las movilización y la resistencia, que se convierten en herramientas de control estatal. Las instituciones de la modernidad tienen la gran capacidad de reorganizarse, movilizarse y absorber ciertas lógicas cuando antes eran herramientas de lucha. Walsh (2009) tiene razón al afirmar que la pluralización en todos los niveles no es ningún desafio a los Estados occidentales; Kimlicka (1996) es claro en este punto: el neoliberalismo tiene la capacidad increíble de ensancharse, de agrandar su plano de acción, de mostrarse tolerante, logrando incorporar entre sus lógicas otras cosmovisiones del mundo, pero siempre bajo su tuición. La noción de incorporar "nuevos proyectos" que aún están "atrapados en viejas instituciones y conceptos" es un arma muy peligrosa porque el riesgo de subsumirlos a los intereses estatales es siempre latente, pero nosotros somos el Estado. Como menciona Garcés, si bien:

...el Estado históricamente se ha diseñado e implementado desde el sector elitario que organiza, regula y disciplina la vida social según sus interés, pero también es verdad que los estados son construidos o contestados desde la subalternidad en determinados momentos históricos. (Garcés, 2009)

Si el movimiento en la autodeterminación de la sociedad ha permitido que se dé un proceso tan complejo, planteando elementos (Estado plurinacional, autonomías indígenas, entre otros) que han superado la construcción teórica (de-colonialidad, descolonización, postcolonialidad y más), es necesario regresar a los sujetos generadores del movimiento; es ahí, en la autodeterminación de las masas, donde podremos encontrar respuestas a nuestras contradicciones, a las paradojas e incluso a las aporías. Pero al parecer, hemos ingresado en una decadencia del movimiento, las masas han dejado de ser generadoras de vanguardias y se está produciendo lo que Viaña y Orozco (2007: 124) advertían, sobre una "subordinación, desorganización o aislamiento de los movimientos sociales" entrando "hasta relaciones clientelares y prebendales". Claramente, el tiempo del Estado (de organización y acción estatal) se está imponiendo sobre la temporalidad de la insubordinación y la lucha (Viaña, 2006).

En general, e intentando cerrar este breve ensayo, es necesario replantear el modelo de desarrollo que queremos y necesitamos, hablar con las comunidades indígenas y sus necesidades (no hablar sobre ellas); no podemos movernos bajo una lógica paternalista y mesiánica (el Estado como planificador absoluto y conocedor de las necesidades del pueblo). A lo largo de este ensayo, se ha intentado mostrar los efectos de un proceso de industrialización saliendo del análisis de costos monetarios o factibilidad; la dinamización de la economía es parte fundamental para la consolidación de la modernidad, su mercado y el capitalismo. Es necesario desmitificar la neutralidad de la técnica y la tecnología, la ciencia posee una carga valorativa, su objetividad es un invento que sólo ha posibilitado su universalización e imposición como único modelo de progreso y desarrollo; es por esta razón que cualquier proceso debe ir acompañado de las masas, colectividades y comunidades auto organizadas.

Un cambio mediado desde arriba es igual de peligroso que el gran salto industrial, porque el proyecto y horizonte no nace de una democracia directa y comunitaria, simplemente porque la institucionalidad estatal está coartando los espacios de discusión, disidencia y crítica. El Estado ha institucionalizado la desigualdad y marginalidad durante toda la época republicana y el mismo no puede ser el ente de cambio, es necesario desmontar lógicas coloniales de organización y representación. Alvaro García Linera (2009: 16) es claro al plantear la necesidad de un Estado Integral que pueda expandir y democratizar la gestión pública y la decisión en la sociedad civil, transitar a un socialismo; sin lugar a dudas es un camino difícil, donde podemos perder el horizonte fácilmente, pero caer en una desorientación, el fatalismo y la creencia de un Estado redentor es lo que menos podemos hacer. Es necesario entrar al espacio que Raúl Prada (2010) plantea como "resistencia a las repeticiones", lo que se materializa en rebeldía, rebelión, la "desestructuración desestructurante" (el enfrentamiento del habitas y el novum); el entrar a este espacio implica una liberación de un "impulso creativo" que atraviesa las estructuras, los espacios, nuestro horizonte debe ser construido dentro de ese espacio, donde se libera la fuerza contenida, la imaginación y los imaginarios radicales (Ibídem). Es irrefutable que tenemos más dudas que certezas, más problemas que soluciones. Estamos seguros de saber qué es lo que no queremos; pero son esas contradicciones nuestra fuente creativa, nuestra capacidad de concebir lo inconcebible y nuestra capacidad de generar movilizaciones sociales capaces de construir horizontes "desde abajo". Son las contradicciones (confrontadas, debatidas y cuestionadas colectivamente) y la lucha social-política la única forma de construir un horizonte y una aspiración al Estado Plurinacional.

 

Notas

1 Evento realizado entre el 19 y 22 de abril de 2010 en Cochabamba, Bolivia. Los acuerdos alcanzados en: http://cmpcc.org/acuerdo-de-los-pueblos/

2 "La Economía Plural articula las diferentes formas de organización económica sobre los principios de complementariedad, reciprocidad, solidaridad, redistribución, igualdad, seguridad jurídica, sustentabilidad, equilibrio, justicia y transparencia. La economía social y comunitaria complementará el interés individual con el vivir bien colectivo" (Art. 306 de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia).

3 Los elementos que deben potenciar quedan como puntos periféricos en la propuesta del modelo económico: CRIAR (Creación de Iniciativas Alimentarias Rurales): Fortalecer la agricultura familiar campesina, indígena y originaria con base comunitaria y apoyar a la producción de alimentos para mercados locales seguros y mercados locales de productos alimentarios.

EMPODERAR (Emprendimientos Organizados para el Desarrollo Rural Autogestionario): Apoyar al desarrollo de iniciativas productivas agropecuarios, agroforestales y otras, fortaleciendo las capacidades institucionales locales para impulsar el desarrollo productivo rural. Producción Ecológica/orgánica, con las siguientes medidas:

Implementación del Programa "Fomento a la Producción Ecológica/orgánica": Promoverá y fortalecerá el desarrollo de la Producción agropecuaria y forestal no maderable ecológica/orgánica en Bolivia, cuyos procesos de producción, transformación, industrialización y comercialización no causen impacto negativo en el medio ambiente.

Producción de fertilizantes orgánicos: Se realizará la producción de abonos a partir de desechos en las diferentes zonas agroecológicas de Bolivia.

Gestión de riesgos: Contar con estrategias y acciones dirigidas a prevenir y garantizar las soluciones a las familias afectadas de pequeños y medianos productores, campesinos, pueblos indígenas y originarios, como consecuencia de la pérdida de sus capacidades productivas agropecuarias (Bolivia para vivir bien, 2009: 115).

4 Datos presentados por Annie Leonard, Disponible en: http://storyofstuff.org/film.php

 

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