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Tinkazos

versión On-line ISSN 1990-7451

Tinkazos v.16 n.33 La Paz jun. 2013

 

SECCIÓN I: DIÁLOGO ACADÉMICO

 

Grupos económicos en el comercio de importaciones: Cobija, migración y zona franca1

 

Economic groups in the import trade: Cobija, migration and the free trade zone

 

 

Carol Carlo2

T’inkazos, número 33, 2013, pp. 47-66, ISSN 1990-7451

Fecha de recepción: abril de 2013
Fecha de aprobación: mayo de 2013
Versión final: mayo de 2013

 

 


En este artículo se presentan los resultados de una investigación que identificó algunos de los cambios que se vive en Pando en las últimas dos décadas, y que tienen como protagonistas a comerciantes importadores. ¿Quiénes son estos actores que ejercen un “control social” sobre la intensa actividad comercial de Pando? ¿Está surgiendo una nueva élite económica? ¿Cuál es su participación en las esferas políticas locales y nacionales?.

Palabras clave: comerciantes  / comercio  / comercialización / élites económicas / zona franca / redes sociales / migración


This article presents the results of a research study that identified some of the changes that have been taking place in Pando in the last two decades, with traders in imported goods playing the leading role. Who are these actors exercising “social oversight” of Pando’s intense market trade activity? Is a new economic elite emerging? How are they participating in local and national politics?

Keywords: traders / trade / market trade / economic elites / free trade zone / social networks / migration


 

 

La emergencia y caracterización de las élites o grupos de poder en Bolivia ha sido abordada desde una perspectiva política y económica, en un afán por establecer las vinculaciones del aparato estatal y su aporte al desarrollo nacional o regional. En esta línea se encuentran los estudios realizados en el eje central, principalmente en Santa Cruz y Cochabamba, en los que, desde una mirada más bien histórica, se abordan los procesos que llevaron a la constitución de las élites.

Estas élites se constituyeron a partir de su participación en procesos productivos que generaron una base económica que les permitió acumular, con el tiempo, poder político. En Cochabamba, son élites vinculadas a la producción agrícola y el comercio; en Santa Cruz, a la explotación gomera; en el Beni, anclada en la ganadería; se trata de élites regionales tradicionales. En los estudios revisados3 se aborda su comportamiento político, su ideología, sus aportes al desarrollo y, particularmente, su articulación con el Estado y su contribución a la consolidación del Estado-nación.

En los últimos veinte años, en todas las regiones del país, se vienen generando cambios en las estructuras de poder cooptadas por grupos que representan a sectores “tradicionales”. Surgen “nuevos grupos”, antes invisibilizados, que entran en escena debido a una notable acumulación de capital. Diversas son las interpretaciones que se hacen de esta irrupción. La primera se refiere al patrón de desarrollo primario exportador del país con escasas y débiles articulaciones con otros sectores de la economía y reducidas posibilidades de generación de empleo, lo cual, de cierta forma, incita a grandes sectores de la población, especialmente los denominados “sectores populares”, a autogenerar fuentes de trabajo en sectores marginales de la economía nacional, que limitan en la denominada “informalidad económica”. La segunda sugiere que esta emergencia de élites económicas de sectores populares es el resultado de un proyecto político y económico del actual gobierno para crear nuevas burguesías populares y, a su vez, debilitar a las élites tradicionales, en una especie de fortalecimiento no sólo político, sino económico, de sus bases de sustentación política.

Lo cierto es que en Pando, departamento situado en la región norte de Bolivia, que siempre vivió en la “marginalidad” de las dinámicas económicas, sociales y políticas del país, su vinculación reciente -aunque deficiente aún-, junto a políticas regionales, generaron condiciones propicias que llevaron a transformaciones económicas, sociales y políticas. El estudio “Cobija migración y Zona Franca. Prácticas sociales y económicas en el comercio de importaciones, 1998-2011” buscó investigar algunos de los principales cambios que se viven en Pando durante las últimas dos décadas y que ponen en escena a nuevos agentes, con sus prácticas diferenciadas, cultura diversa y amplias redes sociales, actuando en los campos social, económico y, paulatinamente, también en el político. La investigación se realizó entre mayo de 2012 y enero de 2013.

La condición de frontera asociada a la creación de la Zona Franca (1983) y su estatus de capital de departamento, imprimieron a la ciudad de Cobija un dinamismo particular, que los “agentes del comercio importador” han sabido aprovechar beneficiándose de los incentivos al comercio para importar mercaderías de otras zonas francas o países para su comercialización en Cobija, inicialmente bajo una lógica de acumulación primaria de capital.

En este estudio indagamos la actividad de los agentes actuantes en el comercio de importación, la construcción de sus capitales, su configuración como élite o como grupo emergente y sus vinculaciones con instancias gubernamentales locales, departamentales y nacionales. El planteamiento de la investigación tuvo como objetivo comprender la estructuración social, económica y política que promueve el comercio importador en Cobija en el periodo 1998 y 2011 y su importancia en la economía local, entendiendo que en el devenir del comercio importador durante sus más de 25 años se generaron cambios en la estructura social, económica y política en Cobija, cuyos resultados evidencian que en parte se lograron esas modificaciones.

 

TRAS LAS HUELLAS DE LOS COMERCIANTES IMPORTADORES

El estudio tuvo un carácter inductivo, diacrónico pero también sincrónico; se realizó un trabajo etnográfico, centrado en el interés por mostrar y explicar la actuación, el comportamiento, las interrelaciones, así como las prácticas, valores y percepciones de los comerciantes importadores.

Para caracterizar las transformaciones que en los ámbitos sociales, económicos y políticos se generaron con el desarrollo del comercio importador en la ciudad de Cobija, nos planteamos las siguientes preguntas de investigación: ¿Quiénes son los comerciantes importadores establecidos en Cobija? ¿Cómo funcionan las redes sociales que despliegan en el proceso migratorio y en la actividad comercial los ahora comerciantes importadores? ¿Está surgiendo una nueva élite económica vinculada a este sector de la economía en Cobija? ¿Cuáles son sus características? ¿Cuál es su participación como grupo de poder en las esferas políticas locales y nacionales?

Desarrollamos un estudio con enfoque mixto cuantitativo y cualitativo. La investigación se apoyó principalmente en fuentes primarias, cuyos informantes fueron comerciantes importadores orureños, paceños, locales y también brasileños asentados en la ciudad de Cobija; también se entrevistó a miembros del Directorio de la Cámara de Industria y Comercio.

Para complementar la visión sobre las temáticas abordadas se recogió información de comerciantes de las comunidades Puerto Evo y Villa Mapajo, que nos permitieron un conocimiento cercano a sus realidades de centros comerciales “en construcción”, así como sus perspectivas. Fue igualmente importante acceder a familiares de los comerciantes importadores, que no migraron a Cobija, y se quedaron  en Cochabamba, lo que nos proporcionó una mejor comprensión de la dinámica migratoria de los comerciantes migrantes, así como los vínculos que mantienen con sus lugares de origen.

Entre las autoridades, se logró entrevistas con los directores y exdirectores de la Zona Franca, con la Alcaldesa de Cobija y autoridades departamentales y nacionales de entidades públicas y privadas relacionadas al comercio y la Zona Franca de Cobija, así como miembros de la élite tradicional y personas que representan a sectores vinculados al comercio importador. Para complementar y contrastar la información obtenida, se recurrió a fuentes secundarias como datos estadísticos y registros de instituciones vinculadas con los temas de la investigación.

Trabajamos con tres técnicas cualitativas: la entrevista en profundidad no estructurada, la historia de vida y el estudio de caso. Las entrevistas en profundidad a informantes clave permitieron obtener información sobre las redes sociales que sustentan la actividad, la trayectoria migracional de los migrantes de tierras altas y brasileños, sus relaciones económicas y el funcionamiento de la actividad comercial importadora. Realizamos más de 50 entrevistas, en su mayoría a los comerciantes importadores de Cobija quienes fueron nuestros informantes clave y mostraron la mejor predisposición para conversar sobre sus vivencias en el plano comercial, migratorio, cultural y, algo menos, en lo político.

Se utilizó una encuesta para la recolección de datos generales y la caracterización inicial de los comerciantes importadores, cuyos cuestionarios se aplicaron a 102 de los 130 comerciantes  usuarios “activos” de la Zona Franca de Cobija. Para complementar realizamos un sondeo a 20 compradores sobre sus motivaciones, requerimientos y volúmenes de compra; asimismo, para obtener datos sobre las opciones de financiamiento, encuestamos a las entidades financieras asentadas en la ciudad.

El uso de la categoría “lugar de origen” de los comerciantes importadores se debió a las prácticas diferenciadas que tienen y que caracterizan a ciertos grupos en función del lugar de donde llegan, en especial de quienes provienen de la zona andina, siendo necesaria una mirada particularizada de cada uno de estos grupos, que constituyen, de manera global, la unidad de análisis de la investigación.


Frank Arbelo. Sin título. Tinta china y color digital, 2010.

 

PANDO Y LA ZONA FRANCA INDUSTRIAL

El departamento de Pando pertenece a la región amazónica de Bolivia y su historia económica está marcada por una lógica de aprovechamiento extractivo de sus recursos naturales lo que definió de cierta forma su comportamiento social, cultural y económico. La dinámica económica que se generó en la región ante el influjo del potencial gomero dispuso la articulación directa del sistema productivo local con el mercado internacional, principalmente europeo.

El crecimiento sostenido que experimentó la población de Pando en los últimos veinte años la convierte en una de las regiones con mayor dinamismo poblacional en el país. Según datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística (INE) para el año 2012 este departamento habría alcanzado a 109.173 habitantes. Entre los factores dinamizadores del crecimiento poblacional están el mejoramiento de la infraestructura de transporte hacia Cobija, el incremento de la inversión pública departamental, y el dinamismo comercial de la frontera. A su vez Cobija, como área urbana, presenta la mayor tasa de crecimiento (7,92%) en 2001 siendo también la mayor a nivel nacional.

La migración es un hecho social que adquiere singular importancia para Pando y su ciudad capital, ya que la configuración de su formación económica y social se dio sobre la base de las migraciones tanto de origen interno como externo. Se puede ver la migración interna reciente a partir de la década de los sesenta con dos vertientes: la del occidente y la del oriente.

No es posible entender la dinámica de Pando sin considerar la historia económica de la región, caracterizada por una economía extractiva que definió el patrón de ocupación y poblamiento del espacio físico-económico, y que durante años mantuvo la característica de “una economía de enclave” fuertemente interconectada con las economías industrializadas europeas, como mercados de exportación y fuentes de aprovisionamiento de capital circulante y de mercancía” (Pacheco, 1992: 4). Durante más de medio siglo se desarrollaron rearticulaciones sucesivas de la organización productiva en torno a la explotación de productos del bosque (primero goma y luego castaña) con alta demanda internacional, determinando la extrema dependencia de las fluctuaciones del mercado y, a nivel interno, las características de las relaciones sociales de producción.

Por ello, Pando mantuvo por mucho tiempo una estructura productiva basada casi exclusivamente en los productos del bosque, con una incipiente diversificación y una alta dependencia de la estructura institucional.

La estructura productiva de Pando es escasamente diversificada, tiene como fuente principal a la agricultura, caza y pesca; la recolección de castaña sobresale con mucho en esta estructura. La preeminencia del sector primario hace que la economía pandina sea altamente dependiente de las fluctuaciones de precios en el mercado internacional, con un escaso nivel de industrialización y un amplio crecimiento del sector de los servicios, en particular el comercio.

Diferentes  políticas y  marcos normativos  se orientaron a intensificar la actividad comercial en la región, entre ellas destacan las declaratorias de Puerto Libre y posteriormente la Zona Franca Comercial e Industrial, así como la construcción de infraestructura de transporte.

Mediante la Ley 571 del 12 de octubre de 1983 se crea la Zona Franca Industrial y Comercial en Cobija, cuyos rasgos esenciales son: a) la exención de impuestos creados o por crearse  a toda persona natural o jurídica establecida en su jurisdicción, b) el principio de extraterritorialidad aduanera, de tipo legal, a partir de la cual se asume que las mercaderías no pagarán ningún tipo de gravamen y c) una jurisdicción que comprende toda el área urbana de la ciudad de Cobija. En lo referente al componente industrial, se estableció que todo producto fabricado en la Zona Franca debería tener un 30% de componente nacional, incluida la mano de obra; por su parte, el Gobierno debería construir la infraestructura con todos los servicios básicos necesarios para su funcionamiento. Esta nueva figura político legal, que tenía como finalidad “impulsar aceleradamente el desarrollo social y económico del departamento de Pando”4, se crea por un lapso de veinte años. Posteriormente, mediante Ley de 1850 de 7 de abril de 1998, se amplía la vigencia de la Zona Franca por veinte años más,  hasta el año 2018.

La Zona Franca cuenta con un Directorio que por casi treinta años estuvo constituido por representaciones de instancias locales: el Prefecto del departamento -ahora Gobernador-, el/la Alcalde(sa) municipal de Cobija, y representantes del Comité Cívico de Pando y de la Cámara de Industria y Comercio. A partir de octubre de 2008, por Decreto Supremo 19744, se modifica dicha composición y se incorporan instancias nacionales, eliminándose la participación de la Cámara de Industria y Comercio de Pando. Desde esa fecha, la Zona Franca Comercial e Industrial de Cobija pasa a depender del Ministerio de Producción y Microempresas, reduciéndose el poder de decisión de las instancias locales.

En la Zona Franca de Cobija se tiene un registro de 153 usuarios a diciembre de 2011, de los cuales el 15%5 se encuentra inactivo (personas que solo se inscribieron para efectuar una sola importación).

Un factor fundamental para el crecimiento del comercio en Cobija es sin duda el hecho de estar ubicada en la frontera con un mercado potencial que es Brasil, que ha dado lugar a una fuerte relación de intercambio comercial con este país. El crecimiento de la demanda brasileña está generando, además, el fortalecimiento y la creación de “comunidades comerciales” en la zona de frontera, entre ellas Puerto Evo (antes Montevideo) y Villa Mapajo. Estas últimas son  poblaciones pequeñas que no cuentan con la infraestructura y oferta que tiene Cobija, y se constituyen en puertas de salida de mercadería, algunas veces aprovechando la zona franca. También de cierta forma, los productos importados a esta zona franca llegan hasta Riberalta y Guayaramerín en la parte norte del Beni.

 

EL COMERCIO DE IMPORTACIONES

La Zona Franca se creó el año 1983 y tuvieron que transcurrir casi tres décadas para que el comercio importador logre consolidarse como uno de los pilares de la economía local, en función de una dinámica propia dada por el marco legal vigente, la organización socio empresarial que adoptaron las unidades comerciales y las vinculaciones comerciales que establecieron los agentes. Para caracterizar la actividad comercial durante el periodo de estudio, se aplicó un enfoque diacrónico y se establecieron tres periodos.

Mapa 1
Área de cobertura de la Zona Franca de Cobija

Fuente: Elaboración propia.

El primer periodo (1984 - 1997) estuvo marcado por el inicio del comercio de importaciones a partir de la creación de la Zona Franca de Cobija, que permitió a las unidades comerciales que ya actuaban en el comercio nacional y las nuevas, articularse a espacios transnacionales, específicamente con Chile, y entrar en un nuevo ámbito del comercio. Otro elemento central de este periodo lo constituyen los dispositivos socioculturales que pudieron desplegar las redes de familias y paisanos que apuntalaron el accionar comercial; asimismo, el acceso al financiamiento, aunque informal6, permitió capitalizar a los nuevos comerciantes.

El segundo periodo (de 1998 a 2004) está marcado en sus inicios por la ampliación del periodo de vigencia de la Zona Franca6 lo que permite una actuación a largo plazo y establece cambios importantes en la forma de organización e inserción en el mercado internacional. A este periodo se lo denomina de consolidación por las características que asume la unidad comercial, por sus vínculos económicos y el incremento en el volumen de las mercaderías comercializadas; en este periodo también se expresan características de control monopólico del comercio por grupos económicos en emergencia. Es considerado el “boom” del comercio para quienes ya estaban insertos en esta actividad, pues eran pocos y la demanda grande.

En el tercer periodo (2005 - 2011) dos aspectos marcan la diferencia, desde el marco legal-institucional: la implantación de las boletas de garantía para todo trámite de importación con tránsito en territorio nacional  y la ampliación de la exención del pago del Impuesto a las Utilidades de las Empresas (IUE) a las empresas comerciales asentadas en la Zona Franca, ambos con claros efectos en la organización social de la actividad. Asimismo, se expanden los nexos comerciales hacia otras regiones, en especial a Asia, como resultado del crecimiento de los países asiáticos en la economía mundial. En términos de las redes sociales, se genera un debilitamiento de su accionar, en beneficio de una tendencia que vira hacia prácticas de tipo individualista.

 

LA MIGRACIÓN Y EL COMERCIO EN COBIJA

La migración es un factor fundamental para explicar el crecimiento del comercio importador; los migrantes llegaron a Cobija en varias “oleadas” a partir de la década de los ochenta y  se insertaron en esta actividad. Entre los primeros migrantes sobresalen los orureños y paceños por sus características socioculturales y la densidad de sus relaciones sociales al interior de cada grupo. Posteriormente llegaron grupos de otros departamentos, entre ellos tarijeños, cruceños y, del exterior, brasileños, entretejiéndose una diversidad de actores, con diferentes visiones y prácticas socioeconómicas.

El comercio de importaciones en Cobija es ejercido en un 85% por migrantes que, en  su mayor parte, llegaron en el primer periodo del comercio (1984 - 1997) y durante el tercer periodo (2005 - 2011). (Ver Gráficos 1 y 2).

Gráfico 1
Llegada a Cobija por periodos (en porcentaje)


Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 2
Inicio de la actividad comercial por periodos (en porcentaje)

Fuente: Elaboración propia.

De acuerdo a su lugar de origen, los importadores de la Zona Franca de Cobija tuvieron diferentes momentos de inserción en la actividad: por ejemplo los paceños, que constituyen hoy la mayoría de este sector económico en Pando, arribaron principalmente en el último periodo (40,6%), como resultado de la maduración de las ventajas comerciales de la Zona Franca; sin embargo, un grupo importante (33,3%) ya había llegado a partir de su creación, al igual que los cochabambinos y los orureños (40%), que componen el grupo de importadores pioneros, mientras que los pandinos, en su mayoría, se incorporaron durante el último periodo, cuando se manifiestan muy claramente los beneficios de esta actividad comercial. Los brasileños fueron quienes se han insertado más tardíamente, por lo menos de manera directa (Ver Cuadro 1).

Cuadro 1
Periodo de inicio de operaciones comerciales por lugar de origen de los comerciantes

Fuente: Elaboración propia.

La migración de estos agentes trajo consigo no sólo prácticas, valores, dispositivos para una actuación económica, sino también sus fiestas, sus danzas, sus celebraciones y rituales; es decir, los migrantes traen su “etnicidad” y la reproducen en un despliegue que les lleva el proceso que media entre la adaptación al nuevo contexto y la expansión hacia el conjunto de la sociedad. La migración es considerada como un proceso natural por quienes migraron desde tierras altas debido a la fuente cultural y simbólica que tiene en sí misma, en este caso, asociada a la racionalidad económica de los individuos o grupos.

Los comerciantes importadores que migraron a Cobija conservaron y aún conservan diversos vínculos con sus lugares de origen. Los orureños por ejemplo, no solamente mantienen vínculos familiares y culturales con su ciudad o pueblo, sino también con la ciudad de Cochabamba, donde se encuentra gran parte de sus familias. Desde su llegada a Cobija realizan viajes periódicos tanto a  Cochabamba como a su comunidad para visitar parientes y amigos.

Otro lazo fuerte con el lugar de origen que se visibiliza entre los orureños es el religioso, relacionado a la festividad de San Francisco, patrono del cantón Orinoca, provincia Sur Carangas; ocasión propicia para compartir actividades culturales y deportivas, prácticas que constituyen un reencuentro y el fortalecimiento de lazos socioculturales con las poblaciones de comunidades y ayllus del cantón de donde provienen.

Otras vinculaciones se generan en torno a lo material, a lo económico, puesto que muchos de los comerciantes importadores poseen edificaciones y negocios en sus lugares de origen, lo que les permite mostrar a familiares, amigos y paisanos, el estatus social y económico logrado,  demostrando que “el desplazamiento de años atrás no fue en vano”. A su vez, desde la visión de los pobladores de área rurales, las mejoras o construcción que realizan en el lugar de origen son consideradas un aporte al crecimiento o mejoramiento de la comunidad8, de esta manera, sus vínculos se mantienen sobre todo entre los de la primera y segunda generación.

Para otros, es parte de sus estrategias económicas mantener presencia en varios lugares, que cumplen diferentes funciones como acopio, distribución y comercialización de mercaderías. Asimismo, entre los que han llegado en el último periodo, están quienes lo hacen buscando más bien una ampliación de sus vinculaciones comerciales, teniendo en Cobija una actividad marginal, complementaria, dentro de sus emprendimientos comerciales.

 

LAS REDES SOCIALES Y EL DESARROLLO DEL COMERCIO

Las redes sociales facilitaron la migración hacia la región y sustentaron el crecimiento del comercio, puesto que a través de los vínculos existentes en sus lugares de origen, así como los que se crearon en el nuevo contexto, generaron las condiciones para el inicio, crecimiento y consolidación de las unidades comerciales.

En el caso de los comerciantes orureños, su red se estructuró  en torno a una figura  central, la del pionero Patricio Villca, en torno a quien se construye una amplia trama compuesta por parientes cercanos y trabajadores vinculados.

Las redes sociales de los importadores se diferencian nítidamente entre si por las influencias y tradiciones propias de sus lugares de origen.

Figura 1
Red social de Patricio Villca

Fuente: Elaboración propia.

Así, entre los comerciantes del occidente del país (orureños y paceños) se aprecian redes sociales densas, compuestas por vínculos de parentesco sanguíneo y simbólico, donde prevalece la reciprocidad característica de las comunidades andinas; estas redes, al estar constituidas por lazos fuertes, se tornan cerradas a la incorporación de  nexos que no sean familiares. Su aporte al afianzamiento y crecimiento de la unidad comercial ha sido esencial, por lo menos en los dos primeros periodos descritos. Por ellas, circuló capital económico, social y cultural, necesarios para el despegue y consolidación de la empresa comercial. Estas redes se articularon alrededor de las familias que lideraron la expansión del comercio de importación.

En el caso de los comerciantes orureños las redes familiares hacen parte de una red mayor, constituida por vínculos de paisanaje, la de los “orinoqueños”.

Por su parte, los comerciantes pandinos presentan redes menos densas, con escasa participación familiar y predominio de vínculos débiles que jugaron el papel de articuladores a redes económicas comerciales de otros contextos, nacional e internacional, y que, a su vez, propiciaron la inserción en la actividad comercial. Estos rasgos son compartidos con comerciantes provenientes de regiones no andinas  del país y con los brasileños para quienes los lazos fuertes no fueron determinantes en su desempeño comercial.

De manera específica, estas redes aportaron en diversos grados de intensidad durante los tres periodos definidos al desarrollo del comercio: en el primero, la organización del trabajo y la división y asignación de roles al interior de los grupos permitió superar los momentos de carencia de capital económico y contribuyeron al acceso de recursos materiales, de conocimiento y de capital, indispensables para iniciar la práctica comercial.

De manera general, estas redes familiares y sociales generaron procesos de consolidación a través de la cooperación, apoyo y trabajo conjunto, constituyéndose  también en mecanismos de cierre, al excluir a otros agentes del comercio local, de manera tal que vienen a ser la principal estrategia para consolidar un poder económico de grupos emergentes. Los nexos de estas redes no se limitan a Cobija o a sus lugares de origen, sino que se han ampliado a lugares como Puerto Evo y Villa Mapajo, expandiendo de esta manera el control territorial de estas redes.

 

ÉLITES EN PANDO

La configuración de los liderazgos económicos en Pando estuvo marcada por las dinámicas económicas que se dieron en su territorio. A fines del siglo XIX emergieron del sistema económico de explotación de la goma y a partir de mediados del siglo XX se articularon al sistema de explotación de la castaña. Las élites tradicionales fundaron su posición originalmente en base al aprovechamiento de los productos del bosque y establecieron fuertes vinculaciones internas con regiones de Beni y Santa Cruz así como vinculaciones internacionales a través de la comercialización de los productos naturales de la región.

El aporte en términos económicos y de generación de empleo de los sectores extractivos con incidencia en el área rural, muestra la base económica que tienen estos grupos, para los cuales la tenencia de la tierra y el aprovechamiento de sus productos es el factor  principal de su reproducción. Esta élite fue ampliando su base económica, articulándose principalmente al rubro de la ganadería asumiendo un liderazgo durante las últimas décadas.

Pero la élite propiamente dicha del departamento adquiere mayor preponderancia durante las décadas del ochenta al 2000 y se constituye a partir de la acción política; aunque se va desarrollando sin un sustento económico, construye su base en las vinculaciones políticas con las diferentes estructuras de gobierno, a nivel central básicamente con los partidos del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), Acción Democrática Nacionalista (ADN)9 y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), con una fuerte base social que, a nivel local, sustentó su accionar político institucional.

El poder político regional que detentaba esta élite y sus vinculaciones con el poder central, reclamaron la atención del eje central hacia la región, provocando, de cierta forma,  una “mirada forzada” desde el nivel central, plasmada en la dotación de infraestructura de transporte y comunicaciones, presupuestos adicionales y ciertos marcos normativos como son la reglamentación y las sucesivas ampliaciones de la Zona Franca de Cobija, lo que llega a constituir un proyecto político que fue articulando a diferentes actores y sectores económicos y sociales del departamento y la región10.

De manera general las élites de Pando expresan características similares a las identificadas en el Beni por Gonzalo Rojas en cuanto a sus bases de sustentación y niveles de diferenciación de la estructura social.

…élites en una región periférica de la economía nacional, con una escasa industrialización (…), que no contiene una alta diferenciación estructural, pero que es parte de procesos de modernización social y política sobre la permanencia de estructuras sociales tradicionales y una estructura latifundiaria de la tierra  (Rojas, 2000: 13).

Pese a los intentos de esa élite local, sus esfuerzos no fueron suficientes para dinamizar el desarrollo regional ni superar las desventajas estructurales que exhibe Pando en términos de vinculación, servicios dinamizadores de la producción y la industria. Dentro de ese marco, la alternativa fue el impulso del comercio que supuso la creación y ampliación de la Zona Franca.

No obstante de que la dinamización del comercio es consecuencia de una iniciativa de la élite política, a través de la normativa regulatoria, esta no llegó a identificarlo como un espacio económico para su propia actuación empresarial, sino que prefirió mantenerse en el rubro agropecuario. Fueron pocos los que se vincularon indirectamente al comercio, mediante la derivación de parte de su excedente a préstamos captados por los importadores.

IMPORTADORES, GRUPO ECONÓMICO EMERGENTE

En los últimos veinte años, se ha generado un ambiente propicio para la generación de nuevos liderazgos que emergen del comercio, particularmente importador, que aporta nuevos rostros, nuevas pautas económicas y culturales, y nuevas formas de articulación con el contexto económico local e internacional.

Este grupo económico, que emerge de la dinámica propia del comercio local, ha crecido en la “marginalidad” del ámbito político, beneficiándose de iniciativas promovidas por la élite tradicional, pero sin una visión política propia, sino esencialmente económica, de beneficio económico, algunas veces corporativa o familiar.

Estos grupos de comerciantes, nacieron subalternos, no nacieron con poder y fueron creciendo y en un momento lograron mucho poder económico; de repente en un momento la élite tenía contacto con ellos, pero eran contactos funcionales en el marco de intereses muy concretos, y probablemente ellos participaban en `la cosa´, pero desde la marginalidad (Entrevista con Ton Martínez, sociólogo).

Desde luego que, en virtud de la acumulación de capital, la visión y actuación corporativa del grupo emergente y la importancia que adquiere en el contexto local, se generan articulaciones entre este grupo y la élite local, que en el tiempo evolucionaron más allá de una relación pura y estrictamente funcional hasta converger en un “encuentro de intereses” de la élite política regional con este grupo económico en formación.


Frank Arbelo. Cartel para no olvidar. Grafito y color digital, 2011.

Más allá de que la dinámica de frontera tiende a favorecer espontáneamente condiciones propicias para el comercio, la competitividad propia y particular de Cobija se expresa en la creación y mantenimiento de la Zona Franca, de manera que la actividad comercial ha llegado a convertirse en punto central de las políticas departamentales y las gestiones nacionales, promovidas por la élite tradicional en los últimos veinte años.11

Debido a lo anterior, las relaciones de poder entre la élite política y los comerciantes importadores conformados principalmente por migrantes del occidente del país, fueron moldeadas por la convergencia de intereses de ambos sectores, lo que se manifiesta en el fortalecimiento de la zona franca, expresando la concurrencia del interés político por generar una dinamización del desarrollo local con el interés económico de contar con las condiciones físicas y jurídicas que amparen y faciliten su actuación en el campo comercial.

La acumulación de recursos económicos ha determinado un proceso de diferenciación social de los importadores, en relación a los demás migrantes y a comerciantes de otros rubros. Esta diferenciación se expresa en los niveles de consumo y nivel de vida que han logrado, muestra de ello es el acceso que tienen los hijos de los importadores a colegios y universidades privadas en Cobija o en otras ciudades del país. Esta diferenciación también se expresa en la multiplicación de edificaciones destinadas al comercio y a la vivienda, la cantidad de bienes inmuebles que poseen, de automotores, así como las inversiones que realizan en otras áreas de la economía local y regional.

Un ejemplo es don Nemesio, yerno de Patricio Villa, quien dejó la profesión de ingeniero y su ocupación de profesor universitario en Cochabamba para incorporarse al comercio en Cobija; en su inicio debió hacer hasta de “cargador” de las mercaderías de su negocio, actualmente es propietario de tres tiendas comerciales, ubicadas en la zona de mayor potencial comercial. El “Comercial Acre”, una de ellas, es tienda de referencia para el comprador local y brasileño, en su búsqueda de artículos variados y de alta tecnología. Otra de ellas, oferta productos de alta calidad principalmente perfumes y artículos de lujo.

Si bien ahora los comerciantes son movidos por la lógica de la acumulación ampliada, difieren en las estrategias que utilizan para su mantenimiento y crecimiento; una parte importante posee una fuerte base cultural que sustenta la práctica comercial.

 

ESTRATEGIAS Y LÓGICAS DE ACUMULACIÓN

El comerciante importador incrementa  sus volúmenes de capital  apoyándose en una serie de “estrategias de conservación”, guiadas por una lógica de acumulación.

Considerando la perspectiva de “campo” de Bourdieu, en el que se establece una serie de luchas donde “se juega la acumulación de la forma de capital para asegurar la dominación del campo”, los individuos deben establecer sus estrategias para enfrentar la relación de fuerzas entre los agentes y los diferentes grupos intervinientes en este campo, como de los otros campos, por lo que deben enfrentar una “competencia interna” y una “competencia externa”.

Entre los comerciantes importadores se evidencia una diferenciación en términos de estrategias utilizadas que difieren debido a su origen cultural: por un lado las estrategias de quienes provienen del occidente y de los comerciantes locales, brasileños y de otras regiones del país. Para los migrantes del occidente sus estrategias básicamente se encuentran centradas en la lógica de la comunidad, la cohesión y el grupo, mientras que para los demás comerciantes, prima la lógica de la competencia, la diferenciación de los productos y de las condiciones de compra de la mercadería.

Estrategias de comerciantes de occidente:

•  Creación y movilización de redes sociales para transmitir información, acceder a financiamiento, apoyar las prácticas comerciales.
•  Ocupación de mano de obra de parientes consanguíneos y simbólicos.
•  Conformación de organizaciones como asociaciones, cooperativas que responden a estrategias de cohesión y cooperación.
•  Cooptación de espacios de dirección en las organizaciones del sector12.
•  Ayuda mutua y acción colectiva en las diferentes etapas del comercio.
•  Prospección de mercados de provisión de mercaderías.
•  Vinculación con nexos económicos internacionales.
•  Circulación de información a través de sus redes propias

Estrategias de comerciantes locales, de otras regiones del país y brasileños:

•  Uso de planes de negocio.
•  Empleo de estrategias de marketing focalizado en el comprador brasileño.
•  Contacto directo con proveedores, representaciones de productos con exclusividad para la región13.
•  Prospección de mercados de provisión de mercaderías.
•  Vinculación con nexos económicos internacionales.
•  Información obtenida de fuentes externas al comercio.

La condición de liderazgo económico de estos grupos deriva de su operación como grupo integrado vertical y horizontalmente, del monto de sus activos, sus ventas y de los empleos que genera.

 

LOS EXCEDENTES: ENTRE LA REINVERSIÓN Y LA DIVERSIFICACIÓN

Hasta hace unos seis o siete años, aparentemente en todos los casos, los excedentes generados eran reinvertidos de forma exclusiva en el comercio. Todavía ahora, una gran mayoría (83%) reinvierte en la misma actividad comercial, mejorando la infraestructura comercial, aumentando el volumen de mercadería o ampliando el número de tiendas comerciales.

Al 17% restante le interesa diversificar, “no poner todos los huevos en la misma canasta”; esto los ha llevado a identificar oportunidades de inversión en las áreas de servicios y producción, lo que implica un cambio de visión, de lógica económica y de vinculación con la estructura productiva local. Los comerciantes orureños tienen hoteles; uno de ellos, una estación de servicios; tres tienen haciendas ganaderas, y uno fábrica de cerámica, entre otras inversiones más. La mayoría son propietarios de terrenos y casas en diferentes zonas de la ciudad, y tienen inversiones en otras ciudades del país y del exterior.

Para quienes continúan invirtiendo en la importación de mercancías, no sólo lo hacen en Cobija, sino en otros lugares dentro de Pando y del país, poniendo en evidencia la práctica de multilocalización de actividades, para aprovechar oportunidades que se encuentran en distintos ámbitos o espacios económicos. Entre los paceños hay quienes tienen una tienda en Cobija, en la Huyustus de La Paz, y en El Alto; entre los orureños algunos tienen tiendas en Cobija y en Villa Mapajo, o en Puerto Evo, nuevos centros de comercio en la frontera con Brasil.

Asimismo, muchos de los comerciantes están invirtiendo también en otros espacios en el extranjero. Han adquirido terrenos en zonas comerciales de las vecinas ciudades de Brasiléia y Epitaciolândia, lo que hace prever una visión de aprovechamiento de las condiciones legales que estas ofrecen con los free shopping para ciudades brasileñas de frontera.

Hay también quienes han invertido en Iquique, Chile, y en otros espacios más lejanos aún.

 

LA ORGANIZACIÓN CORPORATIVA DE LOS COMERCIANTES

Los comerciantes importadores se hallan articulados a través de la Cámara de Industria, Comercio y Servicios de Pando, CIC-Pando, institución que aglutina a estos actores igual que a los de servicios, construcción y producción; de todos ellos, los comerciantes constituyen más del 70% de los asociados.

La Cámara nace en el año 1902 con el nombre de Cámara de Comercio, “en función de la latente actividad comercial del rubro de la goma”14, y durante un tiempo pierde su vigencia debido a la caída de las exportaciones de goma. A partir de 1983 recupera protagonismo debido a que la reglamentación de la Zona Franca estableció la obligatoriedad de ser registrado en la Cámara de Industria y Comercio de Pando para ser usuario de la Zona Franca y además formaba parte del Directorio de la Zona Franca, como parte de la “representación de la sociedad civil”, lo que le otorgó un mayor protagonismo en cuanto al “ejercicio de un poder no instituido”.

El protagonismo adquirido por la Cámara desde el año 1983 hasta 2008, es decir por un cuarto de siglo, se vio debilitado por los cambios en la reglamentación de la Zona Franca efectuados en octubre de 2008, sin que se haya establecido un “posicionamiento público” al respecto, planteándose dos hipótesis frente a ello: por un lado, el “temor social” ante los cambios drásticos y traumáticos que se generaron no sólo en el ámbito político, sino social y económico, que “dejaron sin voz y sin acción” a los comerciantes importadores; o, por otro, las presiones y negociaciones con las instancias de gobierno que aplicaron tales cambios. Ciertas acciones posteriores dan luces sobre “posibles pactos”, como “el reintegro” que efectuó el gobierno a los comerciantes importadores afectados por los conflictos de 2008, el aporte para la conclusión del edificio de la CIC-Pando y el financiamiento del programa “Bolivia cambia, Evo cumple” a la conclusión de la infraestructura de la Cooperativa Arenales, de propiedad  de los comerciantes orinoqueños, ubicada sobre la carretera Cobija - Porvenir.

 

LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA, ENTRE NEGOCIACIÓN Y PRESIÓN

Los comerciantes importadores de Cobija no han penetrado las estructuras locales de poder político, pese a la notable expansión de su  base económica lograda a través del tiempo y muy notoriamente en los últimos siete años. Aparentemente, para la mayoría de ellos su presencia en ese espacio no sería parte de su visión, de su proyecto de vida, que se circunscribiría a desarrollar su capacidad de acumulación, manifestando “desinterés” por la participación en los espacios de poder político. En las entrevistas señalan que la participación de algunas personas provenientes del sector, en espacios como en el legislativo municipal, obedece a una decisión  individual o familiar, pero en ningún caso corporativa.

La inversión que ya tienen en infraestructura comercial y la que están realizando en otras áreas como hotelería, servicios y ganadería durante los últimos años, lleva a prever que en el corto plazo requerirá de marcos normativos claros y estables, que tendrán que pactarse o negociarse con diferentes estructuras de poder, en especial, del ámbito nacional o promovidos desde sus representantes.

Si bien hasta ahora no participan abiertamente ni expresan una aspiración a participar en espacios de poder  de manera corporativa, los comerciantes importadores son un importante grupo orgánico de la sociedad pandina, debido, entre otros aspectos, a su relación e influencia con un grupo cada vez más numeroso de trabajadores que desarrollan sus tareas en esa área, lo que tiene impacto en el apoyo que han prestado a diferentes líneas políticas en periodos eleccionarios.

Por dicho motivo, tener el apoyo de este sector es cada vez más importante para los partidos y agrupaciones políticas, lo que los lleva a establecer estrategias de negociación o de presión ante ellos. Negociación, en el sentido de ofrecer o garantizar ciertos beneficios para el grupo, que van desde ajustes en las regulaciones de funcionamiento hasta el financiamiento para la construcción de infraestructura del grupo;  y de presión, como amenazas en sentido de provocar el cierre de la Zona Franca, incluso antes de 2018, o su cierre definitivo al cumplimiento de su periodo de vigencia.
En esta última década, durante la gestión del MAS en las estructuras de gobierno departamental y municipal y con posible relación a los nexos familiares existentes entre algunos comerciantes importadores con el presidente Evo Morales, es posible advertir miembros o nexos de los comerciantes importadores con las estructuras operativas así como de fiscalización y control.

 

CONCLUSIONES

Históricamente los sistemas productivos en Pando promovieron liderazgos económicos vinculados al mercado mundial, con una base económica fuerte dependiente del aprovechamiento de productos naturales. La élite política propiamente dicha, se erigió más bien a partir de una estructurada base social y política a nivel local, como de sus articulaciones con partidos e instancias estatales del nivel central. Estas élites políticas cobraron mayor relevancia en los últimos quince años, durante los cuales fortalecieron su base económica y lograron un mayor protagonismo a nivel nacional. Sin embargo, la crisis del sistema de partidos políticos resquebrajó la estructura de esta élite local, generando su debilitamiento y un vacío en la estructura de liderazgos políticos locales.

En paralelo, durante los últimos veinte años fue desarrollándose una dinámica económica en el ámbito comercial que ha generado la emergencia de actores económicos con gran capacidad de acumulación de capital, articulados en torno a grupos económicos, desde donde construyeron y mantuvieron densas redes sociales a nivel local y establecieron conexiones económicas a nivel local, nacional e internacional.

Este sector de comerciantes importadores ha impulsado nuevas formas de organización empresarial basadas en el trabajo familiar, donde la acumulación además de ser individual se amplía al ámbito familiar y de grupo, especialmente cuando se trata de grupos de migrantes de un mismo territorio. Se potenció al grupo para generar la base económica necesaria que de cierta manera permitió mantener un “control social” sobre la actividad comercial de Pando.

A partir de este desempeño lograron mayores niveles de inversión, ya no sólo en la ampliación del comercio, sino en infraestructura de todo tipo (comercial, viviendas, servicios), desplegando su capacidad de expansión económica a otros sectores. Sin embargo, parece haber un desconcierto entre ellos, ya que por un lado se han arriesgado a invertir en el comercio, pero aún existe incertidumbre respecto a la inversión en el área productiva. Asimismo, dado el nivel de saturación al que ha llegado la actividad comercial, también parte de los excedentes se está orientando hacia la compra de terrenos en las ciudades brasileñas de frontera, Brasiléia y Epitaciolândia, así como el establecimiento de tiendas comerciales en otros puntos de la frontera boliviana con Brasil. No es de sorprender, dada la visión de negocio y la capacidad de expansión que va logrando este grupo, que oriente su actuación hacia la posesión de propiedades en otras partes del mundo como China, en particular, demostrando su capacidad de expansión y uso de diferentes espacios territoriales.

Son grupos que emergen en su mayoría de sectores populares, migrantes rural urbanos, que aún usan códigos rurales, como el “trabajo conjunto” del ayni, para desenvolverse en contextos urbanos donde, para otros, prima la competencia y no la solidaridad social. Por un lado se muestra que las redes sociales funcionan en el ámbito económico generando pautas culturales y sociales que sirven como fuerzas impulsoras para el despegue de la actividad económica; sin embargo, también se expresa su contradicción, pues un mayor crecimiento económico de los agentes conlleva al debilitamiento paulatino de las redes sociales y su sustitución por redes económicas.

Las formas empresariales con “rasgos de informalidad” son empujadas a la formalidad. Las prácticas tales como las compras conjuntas para distribuir entre el grupo, la fuerza de trabajo familiar al margen de toda relación laboral formal, con retribuciones de tipo no monetarias, son paulatinamente reemplazadas debido a la presión institucional -en este caso de Aduana, Impuestos Nacionales, Ministerio de Trabajo- que los empujan hacia una actuación “formal” de la actividad comercial. Los comerciantes tienen dificultades para moverse en la legalidad, debido a las multas y sanciones que les imponen estas entidades y, por otro lado, debido a la falta de información y asesoramiento, así como de la lógica empresarial, especialmente evidente entre quienes se insertaron en el primer y segundo periodo del comercio, es decir, entre 1984 y 2004.

En términos políticos, su visión centrada en el desempeño económico antes que en una participación en ámbitos de poder, demandó una vinculación o articulación con los liderazgos políticos, para establecer el marco normativo necesario al funcionamiento ventajoso del comercio de importación.

Estos grupos vinieron a ocupar un “espacio casi vacío” con una débil presencia de actores económicos locales, lo que facilitó su inserción en la dinámica económica local sin los obstáculos propios de las pugnas por desplazamientos o escalamientos; estos grupos no desplazaron a otros, económicamente y menos políticamente. Gracias a ello lograron una conjunción de intereses con las élites políticas, a través de la consolidación de la Zona Franca, que debía promover una dinámica económica favorable, ante las limitaciones estructurales del desarrollo de la industria local, y generar condiciones físicas y legales para la actividad comercial.

La élite como tal debe contar con poder, con poder de decisión, poder para intervenir en la toma de decisiones ya sea para beneficio propio o de la sociedad; en este sentido el sector de los comerciantes importadores, no ha logrado constituir “ese poder”; a su vez, y lo más importante, no ha logrado un “reconocimiento social”, no ha generado un discurso, una ideología que “legitime” su actuación. Ni ellos mismos ni las autoridades han generado una visión, un discurso sobre la importancia del sector comercial y su aporte al desarrollo regional.

Desde nuestra perspectiva, no se han constituido en élite15, pero sí en un grupo económico emergente, con una fuerte base económica en evolución hacia una burguesía, una burguesía principalmente aymara, que en la medida en que desarrolle y consolide su inversión en el ámbito de la producción, tenderá a convertirse en clase social, propietaria de los medios de producción y contratante de mano de obra asalariada.

Si este grupo manifestaba, hasta ayer, un desinterés hacia la política, experimentará necesidades crecientes, ya no sólo acuerdos, sino participación directa en espacios de poder, para garantizar la seguridad jurídica de sus inversiones, así como de su reproducción y expansión. La inversión realizada en infraestructura, en casas, en terrenos, tanto como en otras áreas de la economía local  permite ver que “han venido para quedarse”, que están “apostando a la perennidad” y, por lo tanto, su vinculación política es inminente.

Pese a que la dinámica económica en torno al comercio de importación en Cobija no se gesta a partir de un proyecto político económico del MAS para crear nuevas burguesías surgidas de los sectores populares, ya que sus inicios devienen de más de dos décadas y obedecen a visiones regionales, los comerciantes importadores tenderán a actuar políticamente para proteger sus intereses a mediano y largo plazo, lo que incrementará las posibilidades de que terminen constituyendo una nueva élite.

 

NOTAS

1 Este artículo presenta un resumen de la investigación “Cobija migración y Zona Franca. Prácticas sociales y económicas en el comercio de importaciones, 1998-2011”, realizada por Carol Carlo (coordinadora), César José Aguilar, Laurimar Ventura e Ignacio Arauz, en el marco de la convocatoria  “Reconfiguración económica y social en la articulación urbano rural de Bolivia, 1998-2010” del PIEB.

2 Socióloga con una maestría en Educación Superior. Actualmente es docente de la Universidad Amazónica de Pando (UAP). Correo electrónico:  carolcarlod@gmail.com. Cobija, Pando-Bolivia.

3 Este trabajo es el resultado de una investigación etnográfica de aproximadamente diez meses con actores económicos populares, ejecutada en el marco de la convocatoria “Reconfiguración económica y social en la articulación urbano-rural de Bolivia: 1998 – 2010” del PIEB, entre mayo de 2012 y febrero de 2013.

4 Art. 1 de la Ley de creación 571 de 12 de octubre de 1983.

5 Datos  Zona Franca Cobija.

6 Se considera “financiamiento informal” al préstamo de dinero que efectúan los denominados “prestamistas” a los comerciantes, con intereses mensuales y, en este caso, bajo garantías simbólicas.

7 Ley 1850 del 7 de abril de 1998 que amplía la vigencia de ZOFRA por veinte años más.

8 Entrevista a pariente de comerciante en Cochabamba.

9 Para el 2005 Cesar Rojas escribe: “En la última década se ha acentuado el liderazgo de ADN, con la figura sobresaliente de Leopoldo Fernández. Otros líderes emergentes de segundo nivel forman parte de una elite política que ha influido en la política nacional en los últimos diez años” (Rojas, 2005: 30).

10 Esta élite, y además por la historia económica de la región, mantenía una fuerte vinculación con las élites tradicionales de la región norte del Beni, principalmente de Riberalta.

11 “El fortalecimiento de la Zona Franca se dio a partir de la compra de los terrenos y construcción de infraestructura básica que le permita funcionar como está hasta ahora; ello también significó la ampliación del radio urbano de la ciudad de Cobija” (Entrevista a Iván Arab, Exdirector Zona Franca, gestión 1993 -1997).

12 La Cámara de Industria, Comercio y Servicios de Pando es dirigida por los comerciantes de occidente desde mediados de la década de los ochenta.

13 Es el caso de una tienda que comercializa trajes de novias y que tiene la representación de las dos mejores tiendas de ropa para novias a nivel internacional: una estadounidense y la otra española. Esta tienda compite con las de São Paulo, Brasil.

14 Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Pando: Plan Estratégico Institucional 2011-2015, 2010.

15 “Lo característico de las élites, es esa posición de privilegio y dominio, donde el reconocimiento de la sociedad es importante, es lo que legitima su existencia” (Rojas, 2010: 10).

 

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