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Tinkazos

versión On-line ISSN 1990-7451

Tinkazos v.14 n.30 La Paz dic. 2011

 

SorucoSologuren, Ximena 

2011 

La ciudad de los cholos. Mestizaje y colonialidad en Bolivia, siglos XIX y XX.

La Paz: PIEB-IFEA. 258 páginas.
ISBN: 978-9972-623-69-1
 

Thecity of cholos. Mestizaje and coloniality in Bolivia in the 19th and 20th centuries

 

Cecilia Salazar de la Torre[1]


Sin lugar a dudas, el mestizaje sigue siendo uno de los temas a los que con mayor recurrencia ha acudido la intelectualidad boliviana, ineludiblemente enfrentada a los dilemas históricos del problema nacional. Entre otras cosas, esto está asociado al trasfondo abigarrado de nuestra sociedad y, por ende, a las recurrentes evidencias que reafirman la diversidad sociocultural; de la misma manera, en los últimos años, a los problemas de la llamada colonialidad como soporte de las estructuras de exclusión ejercidas en el país contra el mundo indígena.

El libro de Ximena SorucoSologuren, La ciudad de los cholos. Mestizaje y colonialidad en Bolivia, siglos XIX y XX, se inscribe en ese escenario, en su caso, siguiendo las contribuciones realizadas desde los estudios de la literatura, fuertemente imbricados con el análisis histórico y sociológico que, por cierto, se sitúan en el ambiente complejo de la urbanización, especialmente localizada en la ciudad de La Paz, sede de gobierno desde la guerra federal de 1899. Considerando ese marco de análisis, el libro está atravesado por varios hilos conductores que, al final, le dan sentido a un tejido minuciosamente elaborado, enriquecido, además, por el uso de fuentes fotográficas y otros medios.

Un primer hilo tiene que ver con los aspectos que le dan un marco a la trama interna del trabajo y que están vinculados con la tensión que produce la concepción dominante de lo que es y no es cultura, alentada bajo los parámetros clasificatorios ejercidos desde las élites en Bolivia. A partir de ello, la autora se plantea la necesidad de distinguir como ámbitos de esta tensión, por una parte, la producción de literatura realizada desde sectores letrados y, por otra, la recepción del teatro popular vivenciada por sectores iletrados, y en el que se juegan las pertenencias identitarias de una parte importante de la población paceña, pero que es invisible a la crítica dominante. Así, la autora deja sentado que detrás de la postura oficial y de los medios en los que se traduce su valoración, están referentes universalistas que, en última instancia, provienen de una matriz estética que tiene sus ojos puestos fuera de Bolivia. Con ese argumento, un primer impacto que intenta lograr el libro es que lo mestizo-cholo está negado en el campo de la producción simbólica o, más bien, que la construcción de la comunidad nacional no es necesariamente coherente con el concepto de la comunidad de lectores, excluyendo el espesor histórico que discurre en el mundo popular.

Planteado el marco, el libro discurre por el análisis de la producción literaria en Bolivia desde fines del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, siendo inherente a ello los cambios producidos en torno al concepto de lo mestizo-cholo, primero como un referente despreciativo de la sociedad oligárquica y, luego, como un referente positivo de la construcción de lo nacional, esto último en el contexto de la revolución de 1952 y de sus variables culturales. De manera central, el hilo interno que está imbricado en esta última trama sitúa a la mujer-chola como el núcleo en el que se concentra el fondo subjetivo de esa transición, en el marco de una aproximación analítica que sugiere ser la más relevante del trabajo.

Con relación al primer aspecto, su antesala es el análisis de los primeros esfuerzos elaborados en el país en torno a la novela y el teatro nacional, este último jugando un rol central en la sustentación de valores históricos a posicionarse como dispositivos de la cohesión colectiva, fuertemente arraigados al conflicto regional que dio pie a la guerra federal de 1899. Con ese argumento, la autora se desplaza luego a la literatura de la época en cuyo despliegue se emula el lugar de las élites en la construcción de la nación, lo que inevitablemente supone tomar una posición con relación al mundo indígena y mestizo-cholo. En ese marco, el tratamiento del “problema del indio” se extiende a la cuestión mestiza-chola que, vista con los ojos del mundo oligárquico, trae consigo el mal que en su concepto es inherente a la mezcla de razas. La variación fundamental que se produjo a partir de la guerra del Chaco y la Revolución Nacional trastoca este concepto al concebir al mestizaje como elemento forjador de la nación, ubicándolo en los intersticios de la integración nacional.

Hábilmente incorporada en esta transición, la mujer-chola es la figura en la que se concentran los argumentos más fuertes del libro, dando continuidad a los planteamientos de Salvador Romero Pittari sobre Las Claudinas. En su caso, la autora abunda en el imaginario construido en torno a la mujer mestiza-chola desde principios del siglo XX, forjado al calor de los valores de la “decencia” con los que se la contrasta, en gran medida por el temor que supone su presencia como actor sexuado, pero también con capacidad para controlar circuitos económicos. A continuación, sitúa el imaginario de la Revolución de 1952 con relación al mismo sujeto, pero esta vez bajo la trama de la mujer mestiza-chola como madre de la nación, a la que la hija reencuentra simbólicamente después de negarla, como atestiguaría La niña de sus ojos, de Antonio Díaz Villamil y, con similar tenor, la sucesión de obras teatrales de Raúl Salmón de la Barra.

Finalmente, la autora provoca al lector con las “líneas de fuga” que traería Felipe Delgado de Jaime Sáenz y la canción De la Satélite a la Pérez del grupo Atajo, como variables desestabilizadoras, dice ella, y para romper la linealidad que supondría la transición ascendente del mestizaje y subvertir su lógica. Con ello, se propone dar lugar a la posibilidad de visibilizar identidades colectivas que no siempre encallan en el modelo teórico del Estado-nación.

Dicho esto, lo más controversial del trabajo está en la búsqueda de alternativas societales que asuman las contradicciones coloniales para potenciar lo que efectivamente haría viable al país, con sentido propio.


[1]  Socióloga, magister en Ciencias Sociales. Investigadora del CIDES-UMSA, La Paz, Bolivia. Correo electrónico: ceciliasalazardlt@hotmail.com

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