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Tinkazos

versión On-line ISSN 1990-7451

Tinkazos v.14 n.30 La Paz dic. 2011

 

Coloquio

Factores económicos e institucionales
y su incidencia en el escaso desarrollo
nacional y regional

DiscussionForum
Economic and institutional factors and their influence on weak national and regional development

Carlos Toranzo[1]

Fecha de recepción: octubre de 2011

Fecha de aprobación: octubre de 2011

Versión final: noviembre de 2011

T’inkazos, número 30, 2011,  pp. 9-24, ISSN 1990-7451


Seis investigaciones promovidas por el PIEB aportan con información y datos al conocimiento de  los factores económicos e institucionales  que incidieron en desarrollo de Bolivia en las últimas dos décadas. Los resultados de estos estudios y sus propuestas de escenarios de políticas son el referente de un diálogo entre especialistas al que se suman dos artículos. Con esta información,T’inkazosbusca contribuir al análisis y debate sobre un tema estratégico para el país, desde una perspectiva macro e integral.

Palabras clave: política económica / crecimiento económico / ciclos económicos / finanzas públicas / descentralización / política fiscal / transformación productiva


Sixresearchstudiessponsoredby PIEB contributeinformation and data toenhanceknowledge of theeconomic and institutionalfactorsthathaveinfluenceddevelopment in Bolivia in thelasttwodecades. Theresults of thesestudies and theirproposedpolicyscenarios are thesubject of a dialogue betweenspecialists, followedbytwoadditionalarticles. Withthisinformation,T’inkazosseekstocontributetotheanalysis and debate aboutanissuethatisstrategicforthe country, from a comprehensive macro perspective.

Key words:economicpolicy / economicgrowth / economiccycles / publicfinance / decentralization / fiscal policy / productivetransformation


El PIEB tiene una profunda preocupación por los temas económicos, mirados desde una perspectiva macro e integral. Por esa razón, en 2009 lanzó una convocatoria para indagar los temas relativos a la“Generación y uso productivo del excedente en Bolivia”. Con el mismo interés en la economía, a fines de 2010 desafió a los investigadores a que investiguen acerca de “Los factores económicos e institucionales y su incidencia en el escaso desarrollo nacional y regional: Bolivia 1989-2009 (Fuentes, distribución y usos de ingresos)”. El resultado fue un conjunto de seis investigaciones cuyos resultados están en proceso de difusión.

Para hacer un balance acerca de esta temática, se reunió a varios de los investigadores, todos ellos economistas. El diálogo se centró en los temas siguientes: por un lado, los hallazgos de las investigaciones acerca de la identificación de los factores económicos e institucionales que incidieron en el escaso desarrollo constatado en los últimos años en Bolivia y, por otro lado, en torno a la propuesta de escenarios de políticas elaboradas por los investigadores.

Los invitados fueron:

Rodney Pereira Maldonado, máster en economía y candidato a doctor en ciencias del desarrollo. Asesor en varios ministerios y consultor en instituciones nacionales e internacionales.Coordinó la investigación “Articulaciones y mecanismos de transmisión económicos e institucionales en la dinámica de las finanzas públicas dentro el desarrollo nacional y regional”.

Horst Grebe López, doctor en economía política. Fue Ministro de Desarrollo Económico (2004-2005) y Director Ejecutivo de la Fundación Milenio (1994-1998).Desde 2005 es presidente del Instituto PRISMA. Coordinó la investigación“Los ciclos recientes en la economía boliviana: una aproximación económica e institucional”.

Carlos Gustavo Machicado Salas, doctor en economía. Fue analista sectorial en la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas Udape (2000-2003). Actualmente es investigador sénior en el Instituto de Estudios Avanzados del Desarrollo (Inesad). Coordinó la investigación “Análisis de los factores que limitan el crecimiento y desarrollo en Bolivia y evaluación de políticas de alternativas que contribuirían a revertir esta situación a nivel nacional y regional”.

Gover Barja Daza, doctor en economía. Profesor e investigador del programa de Maestrías para el Desarrollo de la Universidad Católica Boliviana. Actualmente es Director de la Maestría en Gestión y Políticas Públicas. Coordinó la investigación “Diseño institucional e incentivos implícitos en la descentralización boliviana”.

Carlos Toranzo

Les pido por favor identificar los principales hallazgos de sus investigaciones.

Rodney Pereira

La investigación que realizamos, titulada “Articulaciones y mecanismos de transmisión económicos e institucionales en la dinámica de las finanzas públicas dentro el desarrollo nacional y regional”, tuvo fundamentalmente dos objetivos. El primero se orientó al análisis de la evolución y el comportamiento de las finanzas públicas considerando los aspectos económicos, institucionales y políticos, y el segundo tuvo el propósito de investigar las relaciones entre las finanzas públicas y el desarrollo nacional y regional

El abordaje sobre el comportamiento de las finanzas públicas se hizo en tres periodos fundamentales: el primero referido a la democracia pactada y las reformas estructurales (1989 a 1998); un segundo periodo relacionado con lo que denominamos el agotamiento y crisis de la democracia pactada (1999 a 2005), y un tercer periodo llamado el post neoliberalismo que va de 2006 al presente.

En el primer periodo, la preocupación central de la política fiscal fue coadyuvar a la estabilidad económica y apoyar las reformas estructurales de corte liberal que fueron posibles gracias a un sistema de coalición entre los principales partidos políticos de ese entonces. Se intentaron cambios institucionales tanto en el campo de las recaudaciones fiscales como en la ejecución del gasto público. Sin embargo los resultados con relación al desarrollo económico y social no fueron destacables. El segundo periodo signado por un elevado clima de conflictividad social y un entorno externo adverso generó un significativo deterioro de las finanzas públicas a la par que se cuestionaron los avances en la institucionalidad y el sistema político de coalición. En este marco la política fiscal estuvo orientada a resolver principalmente los problemas del déficit fiscal. Finalmente, en el tercer periodo del post neoliberalismo, un contexto de elevados precios de nuestras materias primas, de nacionalización de los hidrocarburos y de cambios en su régimen impositivo determinaron elevadas recaudaciones que permitieron aumentos sustanciales de la inversión pública, incrementos en el gasto corriente, la creación de transferencias condicionadas y un superávit fiscal en todo el periodo.

Cabe mencionar que en el periodo analizado, tanto el comportamiento como la política fiscal estuvieron fuertemente influenciados por intereses políticos y condiciones institucionales que modificaron la orientación económica de estas políticas.

Horst Grebe

Respecto a nuestra investigación, el enfoque parte del concepto de excedente y trata de verificar qué pasó con el excedente entre 1989 y 2009. Partimos de la hipótesis de que el excedente en Bolivia es más bien cíclico, aparece en determinadas circunstancias y después se contrae. Corroboramos que el excedente en Bolivia, fruto de las insuficiencias estructurales y de organización de los factores de la producción, la conducción de la política económica y la acumulación privada, está determinado fundamentalmente por las condiciones externas, de tal manera que el excedente se genera en el ámbito interno, pero se realiza en el mercado externo, con ciertas características que no se han modificado en el tiempo.

Esto quiere decir que en el transcurso de los ciclos de los años 1990, con políticas neoliberales, y de los años 2000, con políticas estatistas, el marco institucional explica muchísimo menos de lo que dice la teoría institucionalista. Más importantes son otras cuatro variables que explican el desempeño de la economía boliviana en términos de crecimiento, generación de empleo, distribución del ingreso y solvencia fiscal. Tales variables son los términos del intercambio, la dimensión de la inversión extranjera directa, las remesas de los trabajadores emigrados y los recursos que proporciona la coca; estas cuatro variables explican el desempeño de Bolivia mucho más que las transformaciones institucionales.


 

¿Cuál es la conclusión? El patrón de acumulación tradicional de Bolivia no se ha modificado a pesar de los cambios institucionales. La informalidad es lo que caracteriza al país, y es por eso que las modificaciones institucionales son poco efectivas o poco fecundas frente a los desempeños y las conductas de los actores.

Se puede cambiar las leyes como se quiera, pero nadie las respeta, ni las buenas, las neutras o las malas; es una especie de atmósfera que tenemos encima pero que no explica la conducta de los agentes en términos sustanciales y concretos.

La heterogeneidad estructural de la economía aumentó mucho en los últimos años y eso lleva al tema central.

Para mejorar el desempeño de la economía boliviana, de manera que no acumule rezagos con relación a los cinco países vecinos, es necesario aumentar la productividad de manera espectacular. En ese sentido se llega a la conclusión que no todos los sectores son equivalentes en su potencial de forzar incrementos sostenidos de productividad que es la única manera legítima de ir mejorando las condiciones del país, y adquirir el control interno sobre las variables estratégicas para lo cual se requiere de algo que es difícil en Bolivia: la concertación entre actores.

Carlos Toranzo

Según algunos de ustedes los temas de institucionalidad no influyen demasiado en el desarrollo. Ustedes tienen un énfasis, un lente puesto en la institucionalidad y puede ser un tema de debate en lo posterior.

Carlos Gustavo Machicado

Nuestro trabajo tiene básicamente dos partes claramente diferenciadas. La primera es un diagnóstico de donde extraemos ciertos hechos estilizados acerca del crecimiento económico en Bolivia entre 1989 y 2009. La segunda parte presenta recomendaciones de política.

Lo más importante radica en la identificación de ciertos hechos estilizados; partimos de un análisis macro y luego de un análisis regional. En el primero, utilizamos técnicas de contabilidad del crecimiento un tanto más avanzadas que las tradicionales -la “contabilidad de crecimiento superintensiva”- con las que se logra aislar la influencia de los factores de producción sobre la productividad total de factores. El primer hecho estilizado es que el crecimiento económico de Bolivia se explica principalmente por la productividad total de factores. Una vez identificada esta variable, la pregunta es: ¿qué está detrás de la productividad total de factores?

Lo complejo es que muchas cosas pueden estar detrás de la productividad, porque se la calcula como un residuo. Entonces como primer paso se incorpora lo que denominamos el capital humano, y un elemento interesante que encontramos es que en Bolivia, a partir de la aplicación de la Reforma Educativa, hubo cambios interesantes e importantes en lo que se refiere al capital humano que logran explicar la senda de crecimiento, sobre todo si uno ve que entre 1991 y 1998, Bolivia tuvo un crecimiento interesante aunque insuficiente para poder reducir los índices de pobreza; crecimiento que se explicaría por el capital humano. En este análisis se identificó a 1999 como un año clave para explicar este periodo, un año de una crisis muy dura que podría explicar los acontecimientos posteriores.

Con relación a los factores institucionales, estos no explican tanto el crecimiento. Para afirmarlo, recurrimos a una descomposición del crecimiento, de acuerdo a dos autores, Daude y Fernández Arias[2] del Banco Interamericano de Desarrollo; de esta manera, encontramos que los factores institucionales no son muy importantes para explicar el crecimiento. Es todo lo que está detrás de la productividad de factores lo que explica el crecimiento económico.

Carlos Toranzo

La convocatoria lanzada por el PIEB estaba referida a la identificación de factores que inciden en el escaso desarrollo. Volvamos sobre estos aspectos.

Gover Barja

Algunas presentaciones de los colegas fueron provocadoras al afirmar que los factores institucionales no tuvieron mucha capacidad de explicación del crecimiento o desarrollo.

Es verdad que los factores externos son altamente determinantes para el crecimiento económico boliviano. Más allá de factores estrictamente económicos externos también se puede pensar en temas geográficos, demográficos y de recursos naturales como determinantes muy importantes del desarrollo económico. Uno puede caer en un pensamiento predeterminístico, es decir estar supeditados a factores que no podemos controlar (predestinados); puede ser verdad aunque no sé cuánto realmente pesa.

A nuestro grupo le interesó analizar lo que se hizo en términos de políticas públicas y a qué se ha apostado en los últimos años. Para nosotros importa analizar las acciones tomadas para romper esquemas determinísticos. En particular, nos dedicamos a estudiar la apuesta que hizo el Estado boliviano por la descentralización durante varios gobiernos consecutivos. ¿Cuál es la institucionalidad que se ha creado sobre esa descentralización? ¿Tuvo algún impacto dicha institucionalidad? ¿Qué hace que funcione mal? El interés era identificar los elementos institucionales que impiden que la descentralización funcione bien.

Nuestras preguntas fueron: ¿Cuáles son los incentivos implícitos en el diseño institucional de la descentralización? ¿Qué comportamientos generaron? ¿Estos comportamientos fueron constructivos o destructivos de la descentralización?

Entre los hallazgos, se encontró que la dependencia de los gobiernos subnacionales a las transferencias fiscales del gobierno central es cada vez mayor y se está desincentivando la generación de impuestos propios, la cultura de pago de impuestos. En cambio, está incentivando a gastar más de lo que se ingresa por esfuerzo propio y sobre todo se está generando alineamiento con los intereses y políticas provenientes del gobierno central antes que con los intereses locales, por dominancia de las transferencias sobre los ingresos propios. Se han generado superávits por efecto de las transferencias, no por esfuerzo propio, sin embargo la contribución marginal de los ingresos propios a saldos es mayor que de las transferencias. Una vez que esas transferencias no puedan ser posibles y los superávits desaparezcan, entraremos en un conflicto fiscal subnacional, especialmente con los municipios y gobernaciones grandes.

Hay transferencias grandes a nivel de las ex prefecturas que están desincentivando la generación de impuestos del nivel nacional. Por ejemplo, se encontró que a más regalías que reciben los departamentos, se genera menos pago de IVA. También existe desalineamiento con los intereses departamentales por dominancia de las transferencias. También encontramos que el precio del petróleo está determinando el presupuesto de las gobernaciones y los municipios, pues estos fluctúan con la volatilidad del precio del petróleo y la variación del volumen producido.

Entonces hay un conjunto de elementos que ponen en riesgo los avances hechos en la institucionalización de la descentralización que es una apuesta del Estado boliviano al desarrollo económico, rompiendo esquemas determinísticos.

Carlos Toranzo

Se rescata en varias intervenciones la importancia de una variable externa como los precios de los hidrocarburos. Pero, respecto de las variables institucionales ¿qué sucede para que la descentralización funcione mal? Hay un punto de contacto entre lo que plantean Horst y Gover, la importancia de una variable externa como es el precio del petróleo. Pero, si las variables institucionales tienen mucho que ver, ¿qué está funcionando mal en la descentralización? En el caso de Horst, lo institucional no explica mucho el desarrollo.

Rodney Pereira

Considerando que la dimensión institucional involucra aspectos tales como las reglas formales e informales, las costumbres, la cultura, el peso de la historia, los arreglos políticos, entre sus componentes más importantes, indudablemente en el campo de las finanzas públicas y en el diseño de la política fiscal estos factores juegan un papel determinante.

En tal sentido, no es posible comprender el desempeño fiscal si no se consideran las diferentes leyes y normas que orientaron su desempeño así como los procesos de institucionalización para la ejecución, tales como los roles del Poder Ejecutivo y Legislativo y de los espacios subnacionales. Pero, además, se debe tener en cuenta sus componentes informales expresados en la influencia de los grupos de poder y de los actores directamente involucrados tanto en los procesos de recaudación y asignación de los recursos públicos así como de las mediaciones políticas.

Si bien hubo esfuerzos por mejorar la recaudación y el gasto público así como un “manejo” más responsable de las finanzas públicas, estos esfuerzos, sin embargo, se fueron distorsionando por el peso de los aspectos político institucionales que, bajo una visión de la búsqueda de intereses fraccionados, la permanencia en el poder y de réditos personales, dieron lugar a prácticas clientelares que dejaron de lado las reglas formales. Por ejemplo es el caso, a inicios de la pasada década, de la reforma del Servicio de Impuestos Nacionales y el de la Aduana donde el cuoteo político cuestionó los objetivos de estas reformas.

En otras palabras, los avances institucionales de carácter formal en el campo de las finanzas públicas generaron a su vez reglas y comportamientos no formales que las cuestionaron; esto se dio, por ejemplo, en el proceso presupuestario donde sus metas de gastos y su asignación para cada gestión fueron continuamente modificados, restándole validez como instrumento creíble de programación.

Carlos Toranzo

Algunos factores políticos han inhibido la capacidad de tener resultados con las reformas; por ejemplo, los cuoteos políticos en los regímenes de coalición. ¿Cómo se contrapone esto con un presidencialismo tan fuerte desde 2006 hasta hoy? ¿Los resultados son diferentes o son los mismos?

Rodney Pereira

El cambio que se puede ver en el presente es la desaparición de las coaliciones políticas ya que el único actor es el Movimiento al Socialismo que maneja el Ejecutivo como la mayoría en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Esto hizo que la gestión de las finanzas públicas no implique mayores procesos de negociación, a diferencia de los tiempos de las coaliciones políticas cuando la Ley Financial requería, para su aprobación, llegar a acuerdos tanto en los espacios formales del Congreso como con diferentes grupos corporativos. Hoy en día, dado el peso del único partido en función de gobierno y la falta de peso de los partidos de oposición en la Asamblea, la aprobación del presupuesto es una gestión más ágil.

Otra diferencia tiene que ver con que, ahora, hay una situación de bonanza lo cual determina que, al interior del Ejecutivo, los temas de asignación se refieran a discutir los niveles de incremento y la incorporación de nuevos proyectos y de gasto corriente mientras que en los periodos anteriores, la restricción fiscal imponía fuertes procesos de negociación en la asignación de los recursos. Además, las mejores condiciones fiscales han permitido compensar los efectos de la crisis internacional de 2008 y 2009.

También se debe mencionar una asignación del gasto con una orientación más progresiva: es el caso de la creación de bonos como el Juancito Pinto, el bono Juana Azurduy y la Renta Dignidad, lo que ha permitido, de acuerdo a estudios realizados sobre su efecto, ciertas mejoras en la distribución de ingreso y en la pobreza. Sobre este aspecto, una de las preocupaciones latentes es la sostenibilidad de estos bonos en el futuro.

Sin embargo, en el periodo actual, en el área de las finanzas públicas, aún se mantienen problemas como la baja ejecución presupuestaria, ineficiencias en el gasto público, elevada evasión tributaria, pesados procesos burocráticos tanto en la administración tributaria como en la gestión del gasto público, principalmente en la inversión.

Carlos Toranzo

Se ve que las variables institucionales no cuentan mucho. Por otro lado, se habla de la dependencia de variables externas como los precios a la exportación de minerales y de hidrocarburos, antes y después del boom. Otra cosa son remesas. ¿Cómo pesan estas variables externas?

Horst Grebe

Hay dos ámbitos diferenciados en la economía: la economía del Estado y la economía de la sociedad. Esta última se fragmenta a su vez en varios campos: aquellos propiamente capitalistas donde hay acumulación -los de mercado donde ocurren todo tipo de transacciones mercantiles pero sin excedente para acumular- y una zona de subsistencia que no pasa por el mercado.

¿De qué discuten los políticos en Bolivia? De la economía de Estado. ¿Dónde se ha reflejado la discusión política a nivel de deliberación institucional y democrática? En el Presupuesto General de la Nación. Cuando había varios partidos políticos en el Parlamento, los parlamentarios discutían las reivindicaciones regionales pero nunca acerca de las transformaciones productivas. La reestructuración de la economía de la sociedad nunca fue objeto de discusión política, salvo con las propuestas neoliberales de la capitalización en las que el mensaje era claro y de una sola vía: la transferencia a la inversión privada y extranjera, pues no se dio chance a la empresa privada nacional. Lo demás lo resuelve la “mano invisible”.

En el esquema estatista actual, se quiere construir de nuevo empresas públicas dando un retroceso pendular a la economía boliviana de los últimos cien años. La nacionalización y la privatización son los dos ejes en los que se ha montado la economía boliviana desde la construcción de las primeras instituciones estatales -como la nacionalización de los hidrocarburos- pero siempre en torno a las áreas minera e hidrocarburífera y en alguna medida en los espacios de servicios públicos. Por lo tanto, diría que la mayor ausencia en nuestro marco institucional es la de un espacio donde debatir acerca de nuestras instituciones de desarrollo.

Ningún presupuesto de Bolivia ha sido constituido en función de una estrategia de desarrollo. En los años 1990 y hasta 2005, no había mucho que repartir, sino más bien mucho por recortar. Desde 2006, ya nadie tuvo chance de hablar de políticas, pues llegó Papa Noel a repartir dinero de manera absolutamente prebendal y clientelista y sin una apropiada rendición de cuentas.

Lo que siempre faltó al país es una visión estratégica a largo plazo que incluya la transformación productiva, orientada a mejorar sistemáticamente la productividad sobre la base de una estrategia combinada entre exportaciones y el fortalecimiento de los circuitos y articulaciones del mercado interno.

Carlos Toranzo

Volvamos al tema de que los factores institucionales ¿no cuentan? ¿Se puede explicar mejor la crisis de 1998-99?

Carlos Gustavo Machicado

No es que los factores institucionales no cuenten, sino que no son tan importantes como se piensa. Me referiré a la revisión bibliográfica que hicimos de lo que se ha escrito en Bolivia sobre el crecimiento económico. De todos los trabajos que encontramos, destacamos en 2003 el de Kaufman, Mastruzi y Zavaleta3, quienes ponen énfasis en la institucionalización, a través del relato, real o ficción, de la historia de la familia Calderón López: el padre es un prominente empresario retirado que trabajó en el gobierno; tiene contactos y probablemente pertenece a alguna logia en Santa Cruz. La madre es una socióloga experta en temas históricos; el hijo es heredero de la empresa y la hija trabaja en el sector estatal. Cuando el gobierno quiere hacer algo contra los empresarios, la hija está ahí para salvar los intereses de la empresa. Lo interesante e irónico de este trabajo es que la institucionalidad en Bolivia es endógena o endogámica, que es distorsionante. Lo endógeno surge de la manera en que está estructurada nuestra sociedad. La distorsión aparece en el modo en que están asignados los factores de producción. Eso repercute en que las instituciones sean también endógenas, y por tanto distorsionadas, lo que traba el crecimiento económico.

 Lo que hizo la crisis de 1999 fue cuestionar el modelo neoliberal y el cuoteo político. Pero tengo la impresión que todavía existen estas distorsiones. De existir la intención de eliminar el cuoteo, creo que llegamos a lo mismo. En el libro Barreras al crecimiento, de Barreras y Scott[3], se dice que la mayoría de los países están relacionados con grupos de poder: antes eran los empresarios que mandaban una carta al Presidente recomendando quién iba a ser el ministro, ahora son los cocaleros que mandan su carta al Presidente recomendando quién va a ser el ministro.

Hay un problema de endogeneidad en las instituciones debido a la mala asignación de factores lo que, al final, traba el crecimiento.

Carlos Toranzo

¿Qué nos dicen las investigaciones acerca de lo positivo que ha tenido la descentralización municipal y departamental?

Gover Barja

Lo que vimos en cuanto a impacto de la descentralización lo vimos en términos del impacto del gasto subnacional, específicamente sobre el tema de la educación. Esta es una de las metas del Milenio, en porcentajes de cobertura primaria y tasa de terminación a octavo de primaria. Esas dos variables están en las metas de los Objetivos del Milenio. Entre otras variables también se estudió el impacto del gasto subnacional sobre la tasa de término de secundaria, tasa de abandono y tasa de reprobación. Sorprenden los resultados parciales positivos en general y de manera significativa en el tema de la cobertura primaria. Basta con ese dato para que uno quede tranquilo. Se está gastando dinero y algo positivo está saliendo de todo eso. Una variable tan crítica como la educación tiene impactos tanto en reducción de la pobreza como en incremento de competitividad. Cuanto más dinero se eroga en gobiernos locales, más logros tenemos, por ejemplo en la cobertura de la educación primaria; entonces ¿la educación es cuestión de dinero?

 Pero surge la duda, porque una cosa es lo cuantitativo y otra, lo cualitativo. Con la variable tasa de reprobación, no se comprueba que haya impactos en desarrollo. Queda la duda de que si se toma un examen estándar nacional o internacional, a los escolares de sexto u octavo de primaria no lo aprobarán.

Entonces en términos de calidad educativa, se puede decir que los Objetivos del Milenio están equivocados al exigir metas cuantitativas cuando el verdadero objetivo debería ser cualitativo (calidad de educación): esa fue una conclusión interesante. El dinero estaría incrementado el número de alumnos pero no la calidad de la educación; pero hay que admitir que existe un impacto cuantitativo.

Otro elemento es que los Objetivos del Milenio son políticas emitidas desde afuera; el gobierno las adopta e impone a los gobiernos subnacionales, lo que provoca el desalineamiento del gasto local con sus intereses propios y más bien el alineamiento del gasto local con el gobierno central. Esto llama la atención porque se supone que la descentralización debía lograr objetivos locales y no necesariamente en términos de políticas sociales sino en términos de políticas productivas dirigidas a la competitividad.

Carlos Toranzo

Carlos Gustavo Machicado señala que, actualmente, la consanguinidad de las instituciones públicas es igual que en el pasado. Por otro lado, Gover Barja resalta que las políticas subnacionales están alineadas con los objetivos nacionales y éstos, a su vez, a objetivos internacionales como las metas del Milenio. ¿Qué opinan al respecto?

Horst Grebe

Primero diría que el funcionamiento de una institucionalidad informal en la que el país real y el país legal son totalmente diferentes puede implicar cambios y sustituciones de elite y clase, como ha ocurrido desde 2005.

Sigue existiendo la prebenda, siguen funcionando los vínculos en que prevalecen las relaciones personales, nexos políticos y afinidades ideológicas, pero en la actualidad, es gente diferente a la del pasado. En el pasado, la “economía compinche” recurría a ciertos apellidos, cierta estirpe y cierta prosapia colonial. Hoy en día, los circuitos de poder se componen de miembros provenientes del campo popular. Han cambiado los personajes y no así las costumbres.

Creo que eso es un dato importante que lleva a considerar que el Estado boliviano nunca fue un Estado en forma. Si hay un lugar en el mundo donde el Estado es una máquina de reproducir el poder, ese es Bolivia. El Estado no es el punto de encuentro, es el instrumento que utiliza el poder político dominante para reproducir poder y eso pasa por el manejo de presupuesto y la creación de riqueza en la política.

En Bolivia, se premia el enriquecimiento pero no al que surge del esfuerzo, de la productividad y de la continuidad empresarial, sino al que se “aviva” y hace buenos contratos y negocios con el Estado. La recaudación es difícil en Bolivia pues habría que gravar a los beneficiarios directos de los favores políticos.

Acá hay un problema serio de la configuración del Estado en Bolivia en relación a una sociedad heterogénea con circuitos de reproducción muy diferentes según las regiones. En lo político, económico y social, La Paz difiere de Santa Cruz o de la emergente Tarija. El Estado debe unificar el proceso de asignación de recursos sobre la base de leyes iguales para todos, en lugar de recurrir a las roscas políticas de los ciclos del siglo XX y los actuales.

En materia de educación, por ejemplo, uno de los objetivos nacionales debería ser unificar la misma educación para todos, y a nadie se le ha ocurrido cambiar el régimen de los colegios privados, incluso hay uno que está fuera de la legislación boliviana al ser solo para ciertos estratos sociales.

Carlos Toranzo

Se dice que la economía sigue un rumbo marcado por la Constitución Política del Estado. Pero por otro lado, el presupuesto es anual y no hay una visión a largo plazo que oriente el presupuesto público.

Rodney Pereira

Aprovecharé mi intervención para referirme a los hallazgos que encontramos sobre las finanzas públicas y el desarrollo, para lo cual hicimos varios ejercicios econométricos. Primero, nos preguntamos: ¿qué relaciones existen al interior de la economía entre los distintos sectores productivos? Segundo, a nivel de cada departamento, también nos preguntamos: ¿cuáles son las interrelaciones sectoriales? y ¿cuáles son las relaciones sectoriales interdepartamentales? Lo que se vio en general es que, en cada departamento, los relacionamientos entre sectores productivos primarios, secundarios o terciarios, son muy disímiles.

Otra interrogante que nos planteamos en este escenario de relaciones tan disímiles estuvo referida al efecto que tiene el gasto público y la inversión pública en el desarrollo. Los resultados muestran que la inversión pública a nivel nacional tiene efectos básicamente sociales, en infraestructura, y reducidos impactos en los sectores productivos. Dichos efectos son diferentes en cada uno de los departamentos; por ejemplo, la inversión pública en sectores productivos en Santa Cruz no tiene efectos de arrastre sino de desplazamiento. Por su parte la inversión social en departamentos como Potosí y Beni tiene mejores efectos relativos, pero no así las inversiones en infraestructura. Como conclusión general, se observó que la inversión tiene mayores efectos en departamentos de menor desarrollo relativo. Con relación al gasto público, los resultados mostraron que tiene un efecto muy reducido sobre el crecimiento, salvo en algunos departamentos con menor desarrollo.

Los anteriores resultados permiten una primera conclusión: la inversión pública debe estar orientada por las condiciones económicas específicas de cada departamento en función de sus capacidades, interrelaciones sectoriales y vinculaciones con otros espacios geográficos, lo cual implica considerar la planificación como principal instrumento para la asignación de los recursos fiscales.

Carlos Toranzo

Si por un lado, las políticas subnacionales están alineadas a las políticas nacionales y los Objetivos del Milenio y el gobierno está alineado a políticas internacionales, más allá del discurso sobre la soberanía, ¿eso significa que no hay una visión de largo plazo? ¿Qué pasa entonces con el rumbo señalado por la CPE?

Rodney Pereira

La Constitución está planteando una visión a largo plazo sobre cómo debería ser la economía boliviana. Asimismo las propuestas gubernamentales como el Plan de Desarrollo dan las pautas de largo plazo sobre los aspectos económicos y sociales. Otra cosa es que estas propuestas se implementan de manera muy parcial o que en la práctica las acciones públicas no se orienten por estos lineamientos, lo cual tiene que ver con un problema de gestión y de la viabilidad de las propuestas.

En este marco, una preocupación que resalta es el reducido énfasis que se tiene sobre los temas productivos en el país; los avances en los últimos cincuenta años no han cambiado sustancialmente la estructura productiva, lo cual implica la necesidad de contar con una visión de lo productivo. En esta perspectiva se enfrentan visiones desarrollistas que enfatizan en amplios procesos de industrialización a la manera occidental donde la productividad es el núcleo de su argumentación y por otro se encuentra las visiones que consideran la sostenibilidad del desarrollo en un marco intertemporal donde los procesos de industrialización deberán regularse y la productividad es deseable siempre que beneficie a la población y no cuestione su bienestar. En este contexto los componentes del medio ambiente deben ser preservados para no afectar la vida de las futuras generaciones.

 Acerca de las metas del Milenio, si bien han orientado la política social y permitido prioridades del gasto público hacia su cumplimiento, sin embargo esta visión ha desplazado considerar los temas productivos y del empleo en la agenda gubernamental.

Horst Grebe

Creo que hay que evitar una confusión importante. Una cosa es la arquitectura institucional del Estado y, otra, una visión estratégica del desarrollo. Introducir en la Constitución objetivos estratégicos e incluso el reglamento sobre la composición sectorial de la economía fue uno de los más grandes errores porque la Constitución solo debería proporcionar los principios y valores, pero no la visión cuantitativa, los actores, las herramientas con las que se hace gestión en circunstancias cambiantes mientras que lo permanente es el pacto nacional que se refleja en la Constitución.

Algo que no se ha hecho en Bolivia es el desarrollo institucional de sus aparatos públicos y las instituciones que deben hacer la gestión y rendir cuentas sobre la estrategia y no sobre la Constitución. En esa materia, los economistas y analistas no hicieron una contribución suficientemente esclarecedora para sacar de la confusión a los que participaron en la Asamblea Constituyente de Sucre.

El alineamiento de Bolivia con los objetivos y metas internacionales es pura retórica, al igual que lo fue en su momento hacer planes de desarrollo porque era la manera de llegar a los organismos de Washington para conseguir recursos. Nunca se hizo la planificación en Bolivia para que de verdad se cumplan los objetivos y metas. Eran textos que se presentaban en su momento a los organismos multilaterales que fueron sistematizados con el Grupo Consultivo al que Bolivia iba a rendir cuentas año tras año.

Esto era un anzuelo de la cooperación internacional que llegó a representar 12% del producto en asistencia oficial al desarrollo, a mediados de los años 1990, es decir casi más que cualquier sector productivo del país. Hoy en día, eso se ha encogido por la bonanza fruto de los precios de exportación, particularmente de los hidrocarburos, por las remesas de los trabajadores emigrados y por los excedentes de coca que circulan en el país.

Actualmente el presupuesto no tuvo que ser soportado por la asistencia externa, cosa que siempre ocurrió en el pasado. Lo primero que tenía que hacer el Ministro de Finanzas era llegar a un acuerdo con la cooperación para ver quién iba a tapar el hueco del déficit. Este gobierno no ha necesitado nada de eso y, por ello, ha desarrollado una retórica ante las Naciones Unidas; pero, en general, hace lo que le da la gana.

Carlos Toranzo

Carlos, has dejado una cosa en el misterio. Has dicho que la productividad total de factores la determina el desarrollo, pero ¿qué hay detrás de eso?

Carlos Gustavo Machicado

Un tema pendiente es la mala asignación de los factores de producción, un tema que ya no abordamos en la investigación pues requiere el uso de datos microeconómicos. Pero hace un par de años, hice una investigación con otro autor sobre el sector manufacturero de Bolivia. Usamos los datos de la encuesta anual de la industria manufacturera, 1988 a 2001, que coincide con la etapa de las reformas estructurales y la liberalización del mercado. Precisamente lo que encontramos es que existen diferencias muy grandes en las productividades marginales entre las empresas de un mismo sector que explican las distorsiones existentes a nivel de distintos tipos de empresas.

¿Cuáles son estas distorsiones? Los datos no son tan claros al respecto, pero la realidad los va revelando: una de ellas es la empresa pública. Yo estoy en contra de que el Estado deba tener empresas. Cuando aparecen estos experimentos como Emapa (Empresa de Apoyo a Producción de Alimentos), por ejemplo, desaparece el azúcar, precisamente porque se está afectando la productividad marginal; lo que sucede es que, en lugar de ir a las empresas más productivas, los factores de producción están yendo a otras no productivas. Entonces lógicamente, cuando esto ocurre, el crecimiento va a estar limitado por el hecho de no asignar los factores de la mejor manera posible.

Tengo una anécdota relacionada con la investigación: cuando tuvimos el primer coloquio (organizado por el PIEB), muchos ponían énfasis en los temas institucionales. Me pregunté cómo se podrá modelar esto. Encontré un libro en Internet junto con un solucionario; lo compré y luego me llegó una boleta del correo para recoger el libro y me pidieron ir a la Aduana: allí me explican que me pasé de $us 103: “Esto ya no es correspondencia, usted es un importador, entonces debe entrar al registro de importadores”. No tenía problema en registrarme, pero me pedían el croquis de mi vivienda, papeletas de luz, agua, fólder amarillo, etc. Todo un día perdido para traer esos documentos. Al día siguiente me atiende la misma señora y me dice que debo calcular el impuesto pero antes debo pagar más de Bs. 300. Pero ella no sabía qué impuesto cobrar; luego, debía verificar que el monto del impuesto es el correcto y, por tanto, el precio del libro. La veo teclear en Internet y me dice que lo que compré vale $us 200 y no 100. Me muestra la página consultada y era la de una librería en Chile cuando en la caja decía en letras grandes “Amazon.com”. Ahí uno reniega pero no es su culpa, si no de la Aduana por no contratar a las personas apropiadas que deben conocer su oficio, que sepan inglés; ella no sabía ya que me dijo “busque usted”.

Uno se da cuenta, en la vida cotidiana, que los factores de producción están mal distribuidos. En el tema de la planificación y la descentralización, el gran problema es que en los municipios grandes, se cuenta con recursos humanos adecuados pero en los pequeños hay una mala asignación de recursos; eso hace que la descentralización no funcione y el modelo de desarrollo basado en la descentralización no avance o lo hace lentamente en relación a los países vecinos. No es que no crecemos: lo hacemos al 4%. Algún año fue interesante pero luego volvemos al típico 4% y no salimos de ahí.

Ahí va la visión de largo plazo que no debería ser solo del Estado sino de todos: ¿Cómo nos insertamos en un mundo globalizado de manera eficiente, haciendo bien las cosas y cumpliendo con una buena asignación de los factores de producción? Eso es muy difícil probar con lo que hacemos en el modelo, porque es un análisis macro y requiere de datos micro, pero la evidencia empírica cotidiana es elocuente: este es un país de locos donde pasan cosas que en otras realidades no suceden.

Carlos Toranzo

¿Qué hay acerca de sus propuestas de escenarios y políticas?

Gover Barja

Hay dos niveles de propuestas. La fundamental tiene que ver con qué hacer para corregir el problema del desalineamiento del gasto local o subnacional con los intereses propios. Ese es el problema más conflictivo del estudio. Se supone que el objetivo de la descentralización era despertar los intereses locales en buscar sus propios objetivos, sus propias soluciones a los problemas locales, pero en la práctica no funciona así pues el gobierno central decide el gasto y los subgobiernos simplemente acatan.

Una solución podría ir por la vía de las autonomías, un tema que está incorporado en la Constitución Política del Estado. Los gobiernos subnacionales, al ser autónomos, conectan sus gastos a sus intereses locales. Entonces el tema del desalineamiento se resolvería a través de las autonomías y pasaríamos a discutir porqué las autonomías se están implementando de una u otra forma.

Otra propuesta tiene que ver con que los gobiernos subnacionales y las poblaciones locales deben asumir una mayor responsabilidad sobre la generación de sus propios ingresos. Esa es la fuente de disciplina hacia el control de su propio destino, es lo que genera cultura de pago de impuestos.

Encontramos como propuestas que, cada vez que se realizan las transferencias, estas deben ir acompañadas de transferencia de los costos que implica haber obtenido esos recursos. Los gobiernos subnacionales deberían asumir los costos de generación de los impuestos nacionales que se han transferido, así como los costos de distribución de esos recursos. De esta forma habría una mejor señalización sobre la asignación.

Asimismo, los gobiernos subnacionales deben asumir el costo y resultado del uso de esos recursos. Si estos fueron planificados para un fin u objetivo social, el no cumplimiento con la meta trazada es un costo social que debe ser incorporado al funcionamiento del gobierno sub-nacional.

Rodney Pereira

Con relación al planteamiento de las políticas fiscales orientadas al desarrollo, sugerimos que la asignación del gasto y, fundamentalmente, la inversión pública, estén relacionadas con las características y dinámicas de cada espacio regional en función a sus interrelaciones, vinculaciones y encadenamientos al interior del departamento como con relación a otros departamentos. Para esto, consideramos que el instrumento más idóneo es trabajar en marcos de planificación de mediano y largo plazo.

Con relación a las mismas finanzas públicas, consideramos que se precisa cambiar la visión enfatizando en su vinculación con el desarrollo en un marco de planificación de mediano y largo plazo, en el papel que debe jugar en la reducción de las desigualdades sociales y regionales y en apoyar la estabilidad económica entendida como estabilidad de precios, aumento en el empleo y la producción.

Respecto a algunas de las recomendaciones específicas proponemos un cambio sustantivo del régimen tributario con un contenido más progresivo, donde se privilegien los impuestos directos al ingreso personal, a las utilidades de las empresas, al patrimonio, a la intermediación financiera y se reduzca la dependencia de los impuestos indirectos. También se proponen acciones para ampliar la base tributaria y diversificar las fuentes de ingresos para alejarse de la dependencia de ingresos no tributarios considerando un marco descentralizado.


 

Con relación al gasto público, se sugiere mejorar todo el proceso presupuestario en todas sus fases, enfatizar en los aspectos de la calidad del gasto público, establecer ciertas reglas como límites máximos, promover el control social en todos los espacios de la administración de recursos fiscales y principalmente relacionar el gasto y la inversión con la planificación de mediano y largo plazo, lo cual implica la elaboración de presupuestos multianuales.

Finalmente recomendamos una serie de acciones para mejorar la gestión y administración de las recaudaciones y de las erogaciones públicas.

Horst Grebe

Nuestra propuesta parte de algunos escenarios a largo plazo, que son los que proporcionan las metas y objetivos a que deberíamos comprometernos como sociedad. A partir de ahí, se proponen algunas ideas en tres ámbitos: primero, las condiciones macroeconómicas necesarias para el crecimiento, entre las que se destaca la gestión de los precios relativos (tipos de cambio; precio de la energía; salarios y tasa de interés); las políticas anticíclicas y el pacto fiscal. Segundo, las políticas para la reconversión productiva y la generación de empleo decente, en particular las que se refieren al desarrollo de la economía campesina, las cadenas productivas y las zonas económicas especiales. Tercero, los mecanismos para la concertación y el diálogo social, donde juega un papel relevante el Consejo Económico y Social y el establecimiento de dos observatorios: uno para el monitoreo de la calidad institucional y otro para el seguimiento de la economía mundial.

Carlos Gustavo Machicado

Los escenarios de propuestas y estrategias de políticas fueron abordados en un contexto de equilibrio general. Mediante un modelo de equilibrio general computable (CGE) se testearon políticas de corto plazo (antishock) y políticas de mediano y largo plazo. Los resultados son consistentes con la teoría económica; una política de expansión fiscal tiene claramente efectos positivos sobre el crecimiento, especialmente cuando está basada en inversión pública más que en gasto público.

Pero el principal mensaje de esta parte es que, en Bolivia, debemos dejar de pensar que una mayor inversión por si sola va a solucionar los problemas de crecimiento. Si esta no está acompañada por una mayor productividad vamos a seguir observando las magras tasas de crecimiento de 4%. Por tanto, las políticas que impulse el gobierno deben estar enfocadas a fomentar la productividad tanto a nivel nacional como a nivel regional.

En otras palabras, se debe generar los incentivos para que las empresas trabajen de manera eficiente, asignando óptimamente los factores de producción y permitiendo una diversificación de la producción. En la medida en que persista una burocracia que lo único que hace es trabar cualquier trámite, los incentivos para cambiar e innovar serán prácticamente nulos y eso se verá reflejado, como ahora, en bajos niveles de productividad.


[1]   Economista, Presidente del Comité Directivo del PIEB y miembro del Consejo editorial de la revista T’inkazos.

[2]   Daude,  Christian y Fernández-Arias, Eduardo  (2010). “Onthe Role of Productivity and Factor Accumulation in EconomicDevelopment in LatinAmerica and theCaribbean”. Banco Interamericano de Desarrollo, manuscrito.        [ Links ]

[3]   Kaufmann, Daniel; Mastruzi, Massimo y Zavaleta, Diego (2003). SustainedMacroeconomicReforms, TepidGrowth: A GovernancePuzzle in Bolivia? Banco Mundial, manuscrito.        [ Links ]

 

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