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Tinkazos

On-line version ISSN 1990-7451

Tinkazos vol.14 no.29 La Paz June 2011

 

Miradas a…

Decursos, una revista en ciencias

sociales desde Cochabamba

Views of…

Decursos, a social sciencesjournal

from Cochabamba 


Desde 1995, el Centro de Estudios Superiores Universitarios (CESU) de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) publica Decursos. Revista de Ciencias Sociales, en dos números anuales. Decursos incluye habitualmente una entrevista inédita; una sección de homenaje, dedicada a la vida y obra de personajes que influyeron en las ciencias sociales y en la cultura en Bolivia; avances de investigación, artículos y ensayos sobre temas académicamente relevantes o de reconocida influencia práctica, escritos por investigadores locales, nacionales o extranjeros; y reseñas de las últimas publicaciones de ciencias sociales y humanidades que circulan en el país.

La labor editorial de los dos primeros números estuvo a cargo de Fernando Mayorga; posteriormente, Luis H. Antezana fue su director -“responsable de la edición” reza en los créditos- y le proporcionó un estilo definitivo. La jubilación de CachínAntezana marcó un antes y un después en la historia de la revista que continuó su tarea de difusión intentando mantener esa impronta. Desde 2007, la edición de la revista estuvo bajo la conducción de Fernando Mayorga y Eduardo Córdova, quien asumió la responsabilidad editorial a partir de 2009 y es, actualmente, su director. Con las respuestas de los tres miembros del CESU encargados de Decursos y de otras labores (Luis H. Antezana fue director académico, Eduardo Córdova coordinó el área de Estudios Políticos y Jurídicos, y Fernando Mayorga es director general en varias gestiones) se elaboraron la semblanza y los avatares de esta publicación.

¿Cómo nace Decursos?

Nace en 1995 como parte de las futuras en aquel entonces labores de investigación previstas para el posterior desarrollo del CESU que, desde su fundación en 1992, planificó articular sus cursos de formación académica a nivel de postgrado en Ciencias Sociales y Humanidades con labores de investigación. En principio, Decursos iba a ser un primer instrumento de difusión de los resultados de las investigaciones de los profesores y de los tesistas o, en algunos casos, de los avances de las investigaciones en curso a cargo de sus miembros; también sería -de hecho, es-parte del conjunto de publicaciones que, en el marco de sus actividades de difusión e interacción social, realizaría y realiza el CESU en la actualidad.

La revista tenía que expresar la producción intelectual de la comunidad académica que se iría articulando en el CESU y en torno a su labor. Por eso, el Comité Editorial se conformó con los investigadores y coordinadores de las áreas de trabajo de nuestro Centro.

¿Por qué este nombre?

El nombre de la revista alude al movimiento de los ríos; quiere sugerir los diversos “cursos” que seguirían las investigaciones (teóricas, monográficas, aplicadas) en las Ciencias Sociales y Humanidades al correr de sus tiempos y, sobre todo, en relación a Bolivia.

En la presentación del primer número (abril de 1995), se menciona que: “Sugestivamente, decursosignifica sucesión en el tiempo, continuación… El plural, nombre de nuestra revista, además significa: diversas temporalidades, entrecruzamiento de caminos y múltiples historias… en el tiempo y en proceso”.

La adopción del plural en el nombre respondió a un tema que era de amplio debate en diversos ámbitos de las ciencias sociales desde los años ochenta, aquél referido al reconocimiento de la diversidad social del país en sus múltiples facetas. Nosotros pensamos que una perspectiva diacrónica resultaba sugerente como mensaje, y a eso remite el término decursos. No está demás señalar que la palabra en plural no existe: es una invención que surgió de las charlas matinales con café y tabaco entre CachínAntezana y Fernando Mayorga, pero tiene una carga de sentido fácilmente reconocible en el mundo de las ciencias sociales. Anecdóticamente, muchas personas confunden ese nombre con “recursos” (humanos) o con “cursos” –sobre todo esto último–, tomando en cuenta nuestra labor de formación académica en el nivel de posgrado.

¿Cómo caracterizar el recorrido de la revista?

Fiel a su nombre, la revista ha tratado de seguir el ritmo de las circunstancias. No habría que atribuirle, como dirían los clásicos, una estrategia en sus publicaciones -salvo aquella de siempre difundir los conocimientos en curso de producción- sino, más bien, una táctica del tipo “estímulo-respuesta”. Ciertos números temáticos, por ejemplo, son resultado de seminarios que sucedieron en o con el CESU y, en tales circunstancias, esos números difunden algunas de las ponencias presentadas en los mismos, pero sólo “algunas”, no todas las que, generalmente, se compilan en un libro. Es cierto que la planificación de los seminarios ya permite pensar en un “futuro” número, pero, en cierta forma, tanto los seminarios como su difusión temática son, casi siempre, resultado de las tareas anuales más que parte de proyectos a largo plazo. A su manera, tales números son, pues, circunstanciales.

Obviamente, la sección de “reseñas” es la más aleatoria ya que, a priori, depende de las publicaciones (propias o ajenas) que van apareciendo en el horizonte bibliográfico boliviano y, más aún, depende también de las lecturas que puedan llegar o que, en algunos casos, haya que solicitar porque es una práctica no muy habitual en nuestro medio. La sección “homenajes” es también harto circunstancial ya que, como se puede leer, esta sección recoge, junto a una presentación de la obra y un resumen biográfico, textos de autores que habrían fallecido no hacía mucho; en general, esta sección es una forma de homenajes in memoriam. Demás está decir, pero digámoslo, nadie controla esos sucesos.

Las “entrevistas,” aunque también tienen su toque circunstancial -a un investigador, por ejemplo, que dicta un curso en el CESU-, en general, tratan de adecuarse o al tema dominante en el respectivo número o, a veces, se relacionan con los homenajes. En suma, fiel a su nombre, Decursos ha intentado siempre seguir lo que se está produciendo, más que orientar sus esfuerzos a difundir o promover una determinada “línea”.

Huelga decir que Decursos es la revista del CESU y que depende de la vida institucional de un centro de posgrado multidisciplinario que realiza labores de formación académica e investigación para la producción de conocimiento relevante. En esa medida, tiene objetivos institucionales que trazan en lo grande la orientación de sus tareas -incluidas, obviamente, las de difusión e interacción social-. Si bien nunca se propulsó una “línea”, la revista estuvo durante casi toda su trayectoria a cargo deCachínAntezana que le impuso inevitablemente su huella y le dio un estándar exigente que debe continuar. Ésa es, en rigor, la única “línea” que Decursos intenta mantener.

¿Cómo se decide la elección de un tema o de un autor de artículo? ¿Pesa más lo académico o la coyuntura política?

Aunque, en general, la revista ha estado a cargo del director académico del CESU, varios números -los temáticos, sobre todo- han sido responsabilidad de otros miembros del Centro. En ambos casos, el responsable del número en curso presenta sus características y contenidos al Comité Académico que los comenta, debate y, finalmente, aprueba. No obstante, las decisiones dependen del responsable de edición de la revista en coordinación con el director general del CESU

No siempre las decisiones son “académicas” pues, a veces, también estas deben ser económicas, como cuando ha sido necesario asegurar el costo de financiamiento del número en cuestión. En algunos casos, la revista fue espacio de difusión de seminarios y proyectos de investigación vinculados a la ejecución de programas de cooperación interuniversitaria, lazo que también sirvió para financiar el costo de edición. No está demás mencionar que, como toda publicación universitaria de su género, Decursos tuvo momentos de muchísima dificultad para cubrir sus costos porque, obviamente, las ventas no aseguran su continuidad. Así, por ejemplo, algunos números contaron con apoyo de ASDI como parte del Programa de Cooperación a la Investigación Científica Sueca a la Universidad Mayor de San Simón, y también del Consejo de Universidades Francófonas de Bélgica, en el marco de programas de investigación que ejecuta el CESU -sobre procesos políticos y reforma estatal o acerca de la migración transnacional- bajo la supervisión de la Dirección de Investigación Científica y Tecnológica de la UMSS.

Respecto a la influencia de la coyuntura, como otras revistas, Decursos trata de cumplir simultáneamente exigencias de pertinencia y calidad académica. Los ritmos a veces vertiginosos de la política boliviana parecerían imponer la necesidad de que la pertinencia sea coyuntural. Sin embargo, la periodicidad de la revista -publicamos un número cada seis meses, un lapso excesivo para lo que en Bolivia se denomina “coyuntura”- y el hecho de que la pertinencia depende de las comunidades académicas que no siempre se mueven tan agitadamente, impiden el planteamiento de una alternativa entre lo académico y lo coyuntural.

En esa medida los cambios que atraviesa Bolivia están presentes en los últimos números de Decursos. Las preocupaciones de los proyectos de investigación que motivaron los números temáticos y las colaboraciones de investigadores de universidades del país y de países extranjeros coincidieron en examinar varias aristas de los acontecimientos que vivió el país desde principios de la década pasada.

¿Se ha podido evaluar el alcance de larevista?

No sistemáticamente, aunque desde el comienzo el Comité Editorial estuvo atento a opiniones de los lectores. Por ejemplo, muy al principio, una observación de algunos lectores al primer número -concentrar los esfuerzos de difusión en temas relativos a Bolivia-, ha servido de guía para el posterior desarrollo de la revista, aunque, claro, aquí y allá, pero puntualmente, se han insertado trabajos o perspectivas más “generales”.

Algunos de los últimos números de Decursos presentan avances y resultados de los proyectos de investigación que se ejecutan en el CESU. En un sentido, esto favoreció la evaluación del alcance de la revista, ya que la comunidad académica vinculada a los temas de los proyectos -y conformada por investigadores de varias universidades del país y del exterior- mantiene una interacción fluida y estable con el CESU.

No se emprendió la labor de “medir” los alcances de Decursos por medio de las citas que se hacen de los artículos ni de otra manera sistemática. Un indicador que podría emplearse es la comunicación que los lectores establecen con Decursos de manera “espontánea”. Durante los últimos años se recibieron varias colaboraciones no solicitadas, entre artículos y reseñas, de investigadores de otros países que están interesados en los cambios que se están dando en Bolivia y consideran que Decursos es un medio adecuado para seguir y debatir su desarrollo. Esa respuesta -lectores que deciden escribir para la revista- es una muestra de reconocimiento que resulta interesante porque implica una evaluación meditada sobre la calidad de la revista y también acerca de su utilidad.

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