INTRODUCCIÓN
Enfermedades, incluyendo la depresión, bradiarritmias y alteraciones metabólicas. Se clasifica en hipotiroidismo clínico, caracterizado por elevadas concentraciones de hormona estimulante de la tiroides (TSH) y reducción de hormonas tiroideas periféricas libres, y en hipotiroidismo subclínico, en el cual los niveles de hormonas tiroideas libres permanecen dentro del rango normal1. A nivel epidemiológico, su prevalencia ha aumentado en las últimas décadas, generando un impacto significativo en la salud pública y aumentando el riesgo de mortalidad cardiovascular2.
La dislipidemia ha sido identificada como una complicación metabólica frecuente en pacientes con hipotiroidismo, manifestándose principalmente con elevaciones en los niveles de colesterol total (CT), lipoproteína de baja densidad (LDL-C) y triglicéridos (TG), así como con reducciones en lipoproteína de alta densidad (HDL-C)3. Estudios previos han evidenciado que individuos con hipotiroidismo clínico y subclínico presentan una mayor prevalencia de dislipidemia en comparación con personas eutiroideas, con un impacto más significativo en aquellos con niveles elevados de TSH (>10 mIU/L), lo que se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular4. El metabolismo lipídico en estos pacientes está involucrado en la formación de placas ateroscleróticas, lo que contribuye al desarrollo de aterosclerosis y enfermedad coronaria5.
Recientemente, se han identificado biomarcadores clave en la regulación de la dislipidemia inducida por hipotiroidismo, como la proteína convertasa subtilisina/kexina tipo 9 (PCSK9), la proteína similar a la angiopoyetina (ANGPTL) y los factores de crecimiento de fibroblastos (FGF), que pueden desempeñar un papel relevante en el metabolismo de los lípidos en esta población6. Además, ensayos clínicos han demostrado que la terapia de reemplazo con levotiroxina puede mejorar el perfil lipídico, reduciendo los niveles de CT, LDL-C y TG, y aumentando los niveles de óxido nítrico y omentina-1, sugiriendo un efecto protector contra la progresión de la aterosclerosis en pacientes con hipotiroidismo subclínico7,8. Sin embargo, persisten dudas sobre la magnitud de la dislipidemia en hipotiroidismo subclínico y su impacto clínico en comparación con el hipotiroidismo clínico, lo que justifica la necesidad de más estudios en esta área9-11.
En este contexto, el presente estudio tiene como objetivo determinar la prevalencia de dislipidemia en pacientes con hipotiroidismo, evaluar el grado de control metabólico y analizar el impacto del tratamiento con levotiroxina en los perfiles lipídicos de esta población.
METODOLOGIA DE BÚSQUEDA DE INFORMACIÓN
Población del estudio
Se realizó un estudio analítico retrospectivo basado en la revisión de historias clínicas de pacientes con diagnóstico confirmado de hipotiroidismo. Se incluyó una muestra aleatoria de 100 pacientes consecutivos reclutados en un hospital suramericano entre enero de 2020 y diciembre de 2023. El diagnóstico de hipotiroidismo se estableció de acuerdo con los criterios publicados por la American Thyroid Association15 y se confirmó mediante análisis hormonales utilizando un kit de detección ELISA con panel tiroideo (T4 libre y TSH) de la casa comercial MONOBIND INC, validado internacionalmente.
Criterios de inclusión y exclusión
Se incluyeron pacientes de ambos sexos, mayores de 18 años, con diagnóstico confirmado de hipotiroidismo y con al menos un perfil lipídico completo registrado en su historia clínica. Se excluyeron aquellos con antecedentes de enfermedad coronaria, hiperlipemia familiar, cáncer, enfermedades autoinmunes o infección por VIH, con el objetivo de minimizar el impacto de condiciones que pudieran alterar el metabolismo lipídico.
Variables analizadas
Las principales variables de estudio incluyeron los niveles séricos de colesterol total, colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL) y triglicéridos, obtenidos en ayunas. También se registraron datos sociodemográficos y parámetros hormonales (TSH y T4 libre).
Procedimiento y análisis estadístico
Los datos fueron extraídos de las historias clínicas electrónicas y organizados en una base de datos para su análisis. Las variables cuantitativas se presentan como media ± desviación estándar o mediana (rango intercuartil), según su distribución, y las variables cualitativas como porcentajes con intervalos de confianza (IC) del 95%. Se utilizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov para evaluar la normalidad de los datos y se aplicaron pruebas de comparación de medias según correspondiera (t de Student o U de Mann- Whitney). Para el análisis de asociaciones entre hipotiroidismo y dislipidemia, se emplearon pruebas de chi-cuadrado o exacta de Fisher. Se consideró un nivel de significancia estadística de p < 0.05.
Todos los análisis se realizaron utilizando el software IBM SPSS Statistics para Windows, versión 20.1 (Chicago, IL, EE.UU.).
Consideraciones Éticas
Los aspectos éticos de este trabajo de investigación se llevaron a cabo sobre la base los criterios del Informe Belmont, ajustados a sus principios de respeto a la persona, beneficencia y justicia y, la declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial de 1964. Así mismo, estará sujeto a la legislación venezolana y su código de deontología médica de 1985 (actualmente vigente) en su título V, capítulo 4, en lo referente a la investigación en seres humanos. Se mantuvieron los más altos estándares que permitieron el resguardo de la privacidad e integridad física de los participantes.
DESARROLLO
Se presentan las características basales de la población incluida en el estudio, así como el tiempo de diagnóstico, grado de control y la dosis media de levotiroxina, lográndose reclutar 100 pacientes en total (Tabla 1).
Se presentan los resultados de dislipidemia y otras alteraciones metabólicas en la cohorte de pacientes, destacando las proporciones de colesterol total (CT), colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL) y triglicéridos (TG), con un total de 100 pacientes reclutados (Tabla 2).
Tabla 2. Dislipidemia y otras alteraciones metabólicas de la cohorte de pacientes

Fuente. elaboración: Propia.
Se presentan los resultados de dislipidemia y otras alteraciones metabólicas en la cohorte de pacientes, destacando las proporciones de colesterol total, HDL y triglicéridos, con un total de 100 pacientes reclutados
Se presentan los resultados de dislipidemia y otras alteraciones metabólicas en la cohorte de pacientes, destacando las proporciones de colesterol total, lipoproteínas de alta densidad (HDL) y triglicéridos, con un total de 100 pacientes reclutados (Tabla 3).
Tabla 3. Tipo de terapéutica prescrita en los pacientes del estudio.

Fuente. elaboración: Propia.
Se presentan los resultados de dislipidemia y otras alteraciones metabólicas en la cohorte de pacientes, destacando las proporciones de colesterol total, lipoproteínas de alta densidad (HDL) y triglicéridos, con un total de 100 pacientes reclutados
Los porcentajes indican la proporción de pacientes dentro de la cohorte total de 100 individuos que recibieron el tratamiento específico para cada condición metabólica.
La diferencia en la proporción de pacientes tratados con estatinas para hipercolesterolemia en comparación con fibratos para hipertrigliceridemia es estadísticamente significativa (p < 0.05).
Se utilizó una prueba de chi-cuadrado para comparar las proporciones entre ambos grupos de tratamiento.
La prescripción de estatinas para el manejo de la hipercolesterolemia y de fibratos para el tratamiento de la hipertrigliceridemia sigue las recomendaciones terapéuticas actuales para el control de dislipidemias en poblaciones de riesgo.
DISCUSIÓN
El presente estudio demostró que la presencia de dislipidemia en pacientes con diagnóstico de hipotiroidismo es realmente alta. El género femenino representó el 68% de la población, en comparación con el 32% de género masculino, datos que son muy similares a los encontrados en otros estudios16. El tiempo promedio de diagnóstico de hipotiroidismo fue de 11.8 ± 5.6 años. El hipercolesterolemia elevado fue la principal alteración encontrada, seguida por la hipertrigliceridemia, y en tercer lugar, los niveles bajos de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL). Estas alteraciones metabólicas se han identificado previamente en la población con hipotiroidismo a nivel internacional17.
Estos valores son preocupantes, ya que indican una alta prevalencia de criterios de alteraciones lipídicas en esta cohorte poblacional en particular. Se observa que, a pesar de la elevada prevalencia de dislipidemia, solo el 49% de los pacientes con hipercolesterolemia recibían tratamiento con estatinas, y apenas el 31% de los pacientes con hipertrigliceridemia estaban en manejo con fibratos. Esto evidencia un control inadecuado por parte de los facultativos sobre estas alteraciones, lo cual es consistente con otras publicaciones18,20.
Este estudio presenta varias limitaciones. En primer lugar, por su diseño retrospectivo en un único centro. En segundo lugar, no se realizó un seguimiento prospectivo de los eventos clínicos en los pacientes. En tercer lugar, no se efectuó un seguimiento longitudinal para evaluar el control metabólico a lo largo del tiempo. En cuarto lugar, algunos análisis pueden estar limitados por el tamaño de la muestra, y tampoco se logró establecer una correlación clara entre el tipo de medicación, dado que muchos pacientes tomaban simultáneamente fármacos que podrían modificar los valores reales de lípidos.
Se sugiere realizar estudios con muestras más amplias de pacientes y revisar la evidencia científica emergente en la caracterización de estas cohortes de pacientes con hipotiroidismo.
CONCLUSIONES
La dislipidemia en pacientes con hipotiroidismo está estrechamente relacionada con las concentraciones séricas alteradas de hormonas tiroideas y hormona estimulante de la tiroides (TSH), lo que sugiere que el hipotiroidismo puede inducir alteraciones en el metabolismo lipídico y aumentar el riesgo de enfermedades cardiometabólicas. En el presente estudio, se evidenció que los pacientes con hipotiroidismo, particularmente aquellos con enfermedad no controlada, presentaban alteraciones significativas en los niveles de colesterol total, triglicéridos y HDL, en comparación con parámetros de referencia.
Los hallazgos muestran que los niveles elevados de TSH podrían jugar un papel relevante en la modulación del metabolismo lipídico en esta población, lo que refuerza la necesidad de un adecuado control del hipotiroidismo para minimizar las alteraciones metabólicas. En este sentido, mantener los niveles séricos de TSH dentro del rango normal podría ser una estrategia terapéutica clave para reducir el impacto de la dislipidemia en estos pacientes.
Si bien existen estudios que han identificado biomarcadores emergentes involucrados en la regulación del metabolismo lipídico en hipotiroidismo, en nuestro análisis no se incluyeron determinaciones específicas de estos marcadores. No obstante, los resultados obtenidos subrayan la importancia de seguir investigando el impacto del control tiroideo en la dislipidemia.
Con este estudio, se busca aportar evidencia sobre las alteraciones lipídicas en pacientes con hipotiroidismo en nuestra población, alentando futuras investigaciones locales que permitan caracterizar mejor la relación entre hipotiroidismo y dislipidemia en diferentes contextos clínicos y epidemiológicos.















