Sr. Editor:
La debilidad adquirida s una importante complicación que presentan los pacientes hospitalizados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y que en la actualidad es frecuentemente secundaria al padecimiento del COVID-19, debido a un largo tiempo de internación y a la falta de movilidad, que conlleva a que desarrollen patologías neuromusculares, entre las que podremos describir: la debilidad muscular, rigidez muscular, entre otros.
El término debilidad adquirida en la unidad de cuidados intensivos (siglas en ingles ICUAW) comprende miopatía por enfermedad crítica (CIM), polineuropatía por enfermedad crítica (CIP) y una combinación de ambos (CIMP). Se cree que la disfunción muscular es la causa principal de la ICUAW, aunque en muchos casos coexisten tanto la neuropatía como la miopatía (o no es posible determinar que es la disfunción primaria)1.
Una mala movilidad, caídas frecuentes, incluso cuadriparesia, CIP y CIM son observados en aproximadamente en el 2545% de pacientes críticamente enfermos durante y después de cuidados intensivos; se queda con ventilación mecánica, exhibe aún más complicaciones neurodegenerativas graves, que incluyen parálisis flácida y simétrica de las extremidades, complicaciones respiratorias, debilidades musculares, respuesta inflamatoria sistémica síndrome o insuficiencia orgánica múltiple2
En un estudio realizado en Estados unidos nos indica que la debilidad que se desarrolla mientras el paciente está en la UCI complica la recuperación y prolonga la duración de la ventilación mecánica (hasta 13 días para los pacientes mostrando CIPNM versus 3 días para aquellos que no lo hacen) y la duración de la estancia hospitalaria. Estas afecciones a menudo no se diagnostican o solo se consideran cuando los pacientes no logran dejar el soporte ventilatorio, a pesar de la evidencia de que hasta el 62% de los pacientes que experimentan falta de descontinuación de los ventiladores tienen alguna forma subyacente de debilidad neuromuscular. El diagnóstico precoz preciso y el tratamiento de estas afecciones pueden ayudar a disminuir la carga del paciente de cuidados intensivos causada por el aumento de SARS-CoV-2 pacientes que requieren ventilación3.
En España, L. Sánchez Solana y colaboradores realizó una revisión sistemática de diversas revistas científicas donde hallaron datos en 161 artículos revisados, en la cual se estudiaron a los pacientes ingresados en la UCI. Se vio una relación estadísticamente significativa entre la polineuromiopatía del paciente crítico (PNMPC) y el fallo en la desconexión del ventilador, la mortalidad, el aumento de estancia en UCI y del tiempo que los pacientes necesitan ventilación mecánica4.
En el Perú en un estudio realizado por Diana Alejandra Liendo Velasquez, en el Hospital III Daniel Alcides Carrión se determinó la prevalencia de la Debilidad Adquirida en la Unidad de Cuidados Intensivos en pacientes con sepsis sometidos a ventilación mecánica del año 2018, correspondió a un 69,77% de cuyo total un 90% de los pacientes dentro de este grupo se afectó todo el cuerpo
Podemos concluir que según la literatura los pacientes que están en UCI por una larga estancia tienden a desarrollar dichas patologías neuromusculares debido a debilidad adquirida en la unidad de UCI no solo por COVID-19, a pesar de ser la causa principal por la que los pacientes terminan en UCI en la actualidad, sino también por otras causas como traumatismos encéfalo- craneano, enfermedades neurodegenerativas , accidentes de tránsito, entre otras causas que llevan a que el paciente termine en la UCI, tenga falta de movilidad, desarrollando complicaciones durante y después de su estancia en UCI y que sería importante realizar investigaciones más a fondo, ya que en nuestro país no hay mucha información que será de suma importancia para el manejo de pacientes, por parte de profesionales de la salud que están a cargo de estos pacientes que estuvieron en UCI.