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Punto Cero

versão impressa ISSN 1815-0276versão On-line ISSN 2224-8838

Punto Cero v.19 n.29 Cochabamba dez. 2014

 

ENSAYO ACADÉMICO

EL DESARROLLO DEL CONCEPTO Y LA CONSTRUCCIÓN DISCURSIVA

THE DEVELOPMENT. THE CONCEPT AND THE DISCURSIVE CONSTRUCTION

 

Luis Camilo Kunstek Salinas

Boliviano. Docente universitario de las carreras de Comunicación Social, Pedagogía, Antropología. Candidato a Doctor en Comunicación e Información. Investigador – consultor del Programa Integral de Rehabilitación de Áreas Históricas de Cochabamba de la Universidad Mayor de San Simón. El autor declara no tener conflicto de intereses con Punto Cero ni con ningún miembro de su Comité Editorial.

ckunstek@gmail.com

KUNSTEK SALINAS, Luis Camilo (2014). “El Desarrollo del concepto y la construcción discursiva”. Punto Cero, Año 19 – N° 29 – diciembre 2014. Pp. 91-98. Universidad Católica Boliviana “San Pablo”. Cochabamba.


RESUMEN

El momento histórico que toca vivir a nuestro país, posiciona a la reflexión de las ciencias sociales en el centro de debates fundamentales en la relectura de procesos sociales y políticos que han decantado en una suerte de polarización en relación a como pensarnos como país y como sociedad, una de las vertientes fundamentales de estas polarizaciones tiene que ver con las construcciones discursivas en torno al desarrollo. Este proceso se define en dos sentidos, la construcción histórica del discurso y la re significación cotidiana de los conceptos que hacen a esos discursos.

Palabras clave: Comunicación, desarrollo, discurso.

ABSTRACT

The historical moment that live in our country, positions the reflection of the social sciences in the center of debates on fundamental reinterpretation of social and political processes that have opted into a kind of polarization as compared to think of ourselves as a country and society one of the fundamental aspects of these polarizations is about discursive constructions around the development. This process is defined in two ways, the historical construction of discourse and re everyday meaning of the concepts that make these speeches.

Keywords: Communication, development, discursive constructions

RÉSUMÉ

Le moment historique que vie aujourd’hui la Bolivie a mis la réflexion des sciences sociales au centre des débats fondamentaux dans la relecture des processus sociaux et politiques qui ont abouti dans une sorte de polarisation par rapport á comment les boliviens pensent comme pays et comme société. Et un des courants fondamentaux de ces polarisations touche les constructions discursives autour du développement. Ce processus est en train de se définir par deux chemins : la construction historique du discours et la (ré) signification quotidienne des concepts qui font ces discours.

Mots-clés : Communication, développement, construction des discours.


Somos en gran medida los que creamos la realidad a través de nuestros conocimientos y discursos. (Escobar, 2002)

A manera de Introducción

El presente ensayo es un acercamiento a las discusiones del concepto de desarrollo desde la mirada de la comunicación social en su relación con la operacionalización y gestión de los procesos de desarrollo. En primera instancia se problematiza sobre el origen del concepto que lejos de consolidar una idea inequívoca de la reflexión, sobre el futuro de las sociedades de pos guerra, se constituye en una bandera de homogenización semántica, hecho que desde todo punto de vista convierte al proceso histórico de construcción del discurso de desarrollo en un hecho comunicacional de alcance global y local.

La preocupación por esta revisión nace de la necesidad de precisar la dimensión comunicacional del desarrollo más allá de facilitación, la transferencia y la participación y adentrarnos en una primera instancia en las reflexiones desde la planificación y la institucionalidad en términos de construcción de un concepto que sintetiza una serie de discursos.

Las discusiones sobre la construcción de los procesos de planificación del desarrollo nacional muchas veces están centrados en indicadores y modelos económicos, ambientales, sociales, culturales, territoriales y políticos dejando de lado los procesos de construcción cotidiana de sentido que carga a ese imaginario de diferentes significados sociales que decantan en un “Sentido Común” de lo que es el Desarrollo.

Estos procesos que se suceden en distintos niveles y desde variados medios suponen un proceso complejo que agudiza las ya conocidas dificultades de la planificación del desarrollo y de la que las revisiones históricas de la teoría y la práctica de la Comunicación para el Desarrollo han hecho poco eco.

Es así que el trabajo se aproxima a la discusión de los discursos sobre desarrollo que están en disputa en el escenario político, económico y cultural para aportar con nuevas formas de entender la construcción colectiva de los procesos de desarrollo y una nueva dimensión simbólica que reoriente la relación de la comunicación con el desarrollo.

En este sentido se asume como hilo narrativo las revisiones históricas de la construcción del concepto, teniendo como referente central el trabajo de Arturo Escobar y los aportes de otros autores que se han preocupado desde la sociología y la economía de este proceso, el objetivo es evidenciar y recatar los elementos que hacen al reconcomiendo de la dimensión comunicacional que atraviesa estos análisis.

1.  Del concepto al discurso de Desarrollo

Al trabajar con el concepto desarrollo en un sentido amplio nos adentramos a los procesos de construcción y re significación de identidades individuales y colectivas; es desde estas identidades que se redescubren y recrean los procesos de desarrollo consolidándose la diversidad y complejidad de este concepto. Hoy por hoy, estas son los elementos fundamentales para una construcción discursiva en torno al desarrollo, ya que el mismo se ha incorporado a la vida cotidiana.

Es necesario que el concepto de desarrollo sea reconocido como una construcción histórica que ha ido incorporando una serie de elementos desde la idea inicial de un desarrollo concebido en el hiper-economicismo a la incorporación de otros elementos acordes a los lenguajes de la cooperación internacional; las políticas de estado, etc. llegando al punto de que el tema cultural es esencial en las políticas de desarrollo, el discurso estatal del Vivir Bien ha posicionado los temas culturales en la conceptualización del desarrollo, sin embargo ello no quiere decir que el tema este resuelto; las aristas y diferencias en las formas de construir esta conceptualización y los procesos sociales que están en la base de esta trayectoria son temas y desafíos para la investigación desde la comunicación. Para ello planteamos un acercamiento a esta construcción histórica tomando como eje una mirada en cuanto a ¿cómo se han ido construyendo las miradas y los discursos del desarrollo?

En el origen, el desarrollo está asociado con la decadencia de los imperios coloniales: la idea del desarrollo busca legitimar las reivindicaciones de independencia política de los movimientos nacionalistas; además está presente en el orden económico establecido por los acuerdos de Bretton Woods. (Assidon, 2002, pp. 150-165)

Desde la irrupción del término desarrollo en el pensamiento de las ciencias sociales ha generado diferentes miradas en el sentido de acomodar e intentar establecer una escala de medición en base a criterios comparables que permitan fijar horizontes de planificación temporales y territoriales. Este proceso ha generado que diversos discursos y reflexiones consoliden tendencias y paradigmas desde los cuales se da cuenta de los procedimientos, alcances y mediciones en relación a diferentes momentos, coyunturas y etapas en las que categorizar a las sociedades.

¿Cuáles han sido las consecuencias de ese acto en el lenguaje? Cómo a partir de 1950 y no antes se inventaron Asia, África y América Latina como subdesarrollados y cómo se montó todo este aparataje del desarrollo que antes realmente no existía, ...? (Escobar, 2002)

Esta pregunta bien podría sintetizar las reflexiones que se plantean en la propuesta de este análisis, más que un acercamiento histórico, político o económico lo que buscamos es marcar los lineamientos discursivos que han influido en la construcción del desarrollo como concepto y discurso inserto en la cotidianidad de los grupos sociales.

Esta búsqueda de la piedra filosofal de la planificación hace que desde diferentes disciplinas y ciencias se intente dar con el enunciado lógicamente más completo que guie la toma de decisiones hacia procesos de transformación de la sociedad, en lo que cada escuela considera como una etapa más completa acorde a las necesidades sociales.

Un primer acercamiento tiene que ver los procesos de reconstrucción de Europa después de la segunda guerra mundial y con las experiencias exitosas desarrolladas en ese momento de las cuales cabe destacar las siguientes:

- “La acelerada reconstrucción post bélica de Alemania y Japón, que emergen como nuevos líderes de la economía mundial.

- La creación del ‘Estado de bienestar’, partiendo de Europa, con grandes repercusiones tanto en la calidad de vida como en la carga financiera que debía soportar el Estado.

- El advenimiento de Asia oriental como región de extraordinario crecimiento económico con un notable desarrollo social y equidad comparativa.

- La rápida expansión económica experimentada en algunas partes de América Latina, sin que se produjera una reducción proporcional de la pobreza.

- La rápida transformación de la economía china mediante el recurso al comercio y los mercados aunque sin poner en marcha reformas en gran escala.

- La eliminación de la dependencia alimenticia de muchos países del tercer mundo, incluida Asia meridional.

- La expansión sostenida de la longevidad en buena parte del mundo, que se incrementó rápidamente tanto en regiones de alto crecimiento económico (Corea del Sur, Taiwan y Hong Kong) como en zonas de menor desarrollo económico (Costa Rica, Sri Lanka, la China anterior a la reforma, y el estado indio de Kerala)”. (SEN, 2000)

Las evidencias de que en periodos relativamente cortos de tiempo y con un uso adecuado de recursos fue posible recuperar y mejorar las condiciones de vida de estos países, desató procesos de reflexión y modelación de estas experiencias de manera que puedan ser ejemplos a seguir, en el fondo de estos procesos estaba la permanente búsqueda de la fórmula ideal que garantice el desarrollo de las sociedades a escala mundial.

Estas consideraciones han puesto en el tapete de la discusión categorías y clasificaciones que es importante tener presentes para entender como desde la definición de Desarrollo, se canalizan las decisiones que de alguna manera ordenan las relaciones sociales, sobre todo en términos de Individuo-Comunidad­Estado (Escobar, 2002, p. 25).

Entre estas categorías las primeras y de alguna manera las que van a ir manteniendo el espíritu de las posteriores son países; con ingresos elevados, los exportadores de petróleo, los menos avanzados, los nuevos países industriales, países emergentes, en fin una serie de variaciones que buscan clasificar el ingreso; sin embargo no siempre queda claro el limite entre – reducido, intermedio ,elevado-, dando cuenta de la necesidad de ir Re categorizando permanentemente,  probablemente esta sea una de las fuerzas que más mueve la discusión sobre desarrollo. (Assidon, 2002, p. 36)

“El faro del desarrollo fue construido inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial. Siguiendo al colapso de las potencias coloniales europeas, los Estados Unidos encontraron una oportunidad para dar dimensión mundial a la misión que sus padres fundadores les habían legado: «ser el fanal sobre la colina». Lanzaron la idea del desarrollo con un llamado a todas las naciones a seguir sus pasos.” (SACHS, 1997)

Esta lectura de las discusiones del Desarrollo lejos de ser una línea unidireccional abre la posibilidad de la construcción de una raíz que desarticula y suma conceptos que las diferentes ciencias sociales, económicas y políticas han ido aportando en la construcción de este polisémico concepto.

Adentrarnos a esta revisión del desarrollo parte del reconocimiento de que el origen de este concepto está en las ciencias naturales, puntualmente en la biología, de ahí el carácter y trasfondo evolucionista en las primeras consideraciones, cuando Truman en 1949 establece una suerte de dos estadios, sub desarrollo y desarrollo, con ello se inicia un proceso por determinar las características, variables e indicadores para establecer los parámetros de clasificación de cada uno de los países y grupos sociales en uno u otro extremo.

Como subraya Albert Hirschman [1984, p. 45], “no sabríamos abordar el estudio de las economías subdesarrolladas sin modificar profundamente, a partir de un cierto número de analogías importantes, los datos del análisis económico tradicional, centrado en torno a los países industriales”. (Assidon, 2002)

Este recorrido de más de cinco décadas incluye una suerte de cada vez mayor abertura en relación a los criterios y significados que se han ido asociando al concepto de desarrollo.

Desde  las iniciales definiciones monolíticamente economicistas hasta las polisémicas miradas integrales de los últimos años y la superposición de la discusión de desarrollo ligada al concepto de civilización, es decir la idea de que estamos discutiendo en realidad paradigmas e ideas de civilización.

2. Los primeros acercamientos

En los primeros acercamientos a las definiciones de desarrollo, es común encontrarse con las aseveraciones y permanentes referencias a los conceptos de la modernidad, de ahí que se piense en el desarrollo en una suerte de procesos de modernización de las sociedades, de ahí también vendrá la idea de universalidad del desarrollo y finalmente la preocupación por hacer de esta concepción una suerte de construcción racional de la planificación de las relaciones sociales.

Las primeras definiciones de desarrollo marcadas por la mirada de discursos universalizantes, homogeneizadores y lineales, todos ellos con una carga muy importante en la gestión productiva y económica de las sociedades, orientadas fundamentalmente a la producción de riqueza. Esta mirada establece sin duda las bases de toda discusión ya que será la validación o contraposición de conceptos en el sentido de revalorizar lo local, la diversidad y multitemporalidad los que en mayor o menor medida irán marcando una relación dialéctica con la propia práctica y gestión del desarrollo, para redefinir y repensar el concepto en diversas formas y contextos.

La teoría liberal adopta como criterios para el cambio simplemente la adopción de mercados. La teoría marxista adopta la transformación de relaciones sociales, el desarrollo de las fuerzas productivas, el desarrollo de conciencia de clase. Para los posestructuralistas el mecanismo de cambio es la transformación de la economía política de la verdad, la transformación de quién conoce, de quienes son los conocimientos que se consideran importantes, cómo circula el conocimiento, cómo circula el discurso, cómo el discurso crea poder (Escobar, 2002)

La otra vertiente para entender estos primeros acercamientos al concepto de desarrollo es la vertiente marxista que no deja de mirar el tema del desarrollo desde la idea de progreso con un prisma de racionalidad, en la búsqueda de una gestión planificada del desarrollo. ...algunos teóricos Marxistas llaman un modernismo crítico: desvincular capitalismo y modernidad. Para estos marxistas el problema no es la modernidad, no es la ciencia, no es el desarrollo, no es la tecnología, es el capitalismo, la utilización que el capitalismo hace de ellos. (Escobar, 2002)

Estarán considerados como parte de estas primeras visiones las posturas desarrolladas por Rostow y su idea del despegue de Avión, la mirada modernizadora de las sociedades en esa dicotomía clásica tradición – modernidad, consideramos en esta lógica también al marxismo en sus consideraciones de una economía planificada que no rompe con la necesidad de la acumulación de riqueza regida por el estado en lugar del mercado y finalmente nos encontramos con las reflexiones de la CEPAL y su Teoría de la Dependencia que centraba sus reflexiones en entender y reaccionar frente a razones económicas de la dependencia de los países subdesarrollados.

La mirada central de estas primeras conceptualizaciones del desarrollo desde una legitima preocupación por construir guías de planificación del que hacer de los gobiernos en relación a lograr garantías de una mejora en las condiciones de vida de los seres humanos, quedaba centrada en la preocupación de dinamizar un motor que una vez se pusiera en funcionamiento, el crecimiento sería constante y permanente.

Este proceso estará ligado y referido permanentemente en el sentido reflexivo de los procesos de desarrollo, en un primer momento ligado al conocimiento científico, a las ciencias del desarrollo, la economía, la política, la sociología, etc., a medida que el debate avanza en el tiempo y las experiencias de gestión lo demandan serán más las ciencias y el conocimiento experto que se sumarán a reflexionar sobre la sociedad , su condición y sus procesos de desarrollo, generando así diferentes enfoques y paradigmas que acabaran por incorporar y reconocer esta capacidad de auto reflexión a los grupos sociales en su conjunto, es en este proceso que hacemos énfasis en este ensayo, es decir el recorrido de como de una construcción discursiva experta, se ha llegado a una suerte de reflexión cotidiana que propicia procesos de autorreflexión de los propios contextos y las herramientas y mecanismos para transformarlo, proceso que ha ganado un espacio en la planificación del desarrollo y la planificación de la sociedad.

La segunda característica de la modernidad que Giddens enfatiza es la  descontextualización, que es el despegar, arrancar la vida local de su contexto, y que la vida local cada vez es más producida por lo translocal. (Escobar, 2002, p. 26)

El actor natural capaz de guiar el desarrollo de los países desde esta mirada contrapone una serie de concepciones en relación a marcar; quienes tienen las capacidades para generar procesos que garanticen el crecimiento económico y las condiciones más aceptables de redistribución de la riqueza, como es de suponer es en estas definiciones donde las tensiones hacen presencia y marcan rupturas importantes en las formas de ver el desarrollo, habrán los defensores del rol del estado y el gobierno central, no faltan quienes enarbolen las banderas de mercado y su capacidad de regulación de los procesos económicos y sociales, por otro lado están las disputas en relación a quienes deben conformar las elites que comanden estos procesos desde las funciones gubernamentales, están por un lado los defensores de las capacidades empresariales, quienes defienden más bien al rol de los intelectuales, elites partidarias y elites políticas con diferentes miradas.

Estas reflexiones tienen en el centro la idea de la descontextualización en el sentido de pretender formulas y modelos aplicables a cualquier escenario en la posibilidad de reflexionar con categorías racionalmente universales, aquí la raíz de las primeras rupturas.

Al igualar la educación con la obtención de diplomas, de acuerdo con la definición económica del aprendizaje, carecían de maestros y escuelas. Ahora, al reinsertar el aprendizaje en la cultura, disfrutan la opulencia de enriquecer constantemente su conocimiento, con alguna ayuda de amigos que aportan experiencias y remedios de otras tradiciones. (SACHS, 1997)

En este sentido se marca la influencia y el impacto de la construcción discursiva en la vida cotidiana, la universalización de la medición hace a un quiebre en los criterios de valorización y claro en la lectura desde la conceptualización del desarrollo muchos quedan fuera no solo en términos económicos sino sobre todo en la posibilidad de reconocerse en los nuevos conceptos.

3. Los primeros quiebres y re­conceptualizaciones

Dentro la mirada de lo que llamaremos neoclásicos o neoliberales, estarán considerados aquellos acercamientos que si bien tienen un interesante aporte en la apertura a pensar el desarrollo de forma amplia y abarcadora, incluyendo temas como la equidad de género, la ecología, la cultura, etc.; no dejan de hacer énfasis en la mirada económica y de progreso que se plantea en torno al desarrollo desde que se lo piensa como respuesta a las contradicciones y brechas sociales en y entre los países del mundo.

“Paulatinamente, en el transcurso de la década de los sesenta, empezó a darse un cambio cuya dirección no se percibió inmediatamente. El núcleo en torno al cual se construyó las teorías del desarrollo - las vías y los medios de transición - empezó igualmente a deshacerse”. (Assidon, 2002)

Por otro lado estos enfoques pretenden ser una salida más pragmática que paradigmática, a la crisis que suponen los indicadores de desarrollo poco alentadores que arrojan 4 décadas de inversiones que no dejan grandes avances en relación a la modificación de las condiciones de vida de esas 2/3 partes del planeta que sigue en condiciones de subdesarrollo o en vías de desarrollo.

Estos enfoques pensados principalmente desde el PNUD y la CEPAL, abrirán el debate y la práctica de los ajustes estructurales en torno a la incorporación y construcción de nuevos indicadores que complejizaran las miradas sobre desarrollo; sin embargo no permiten la discusión real de nuevos horizontes que no sean el progreso devenido del crecimiento económico, el principal aporte tendrá cabida en la visibilización de la dimensión local para la planificación y concreción del desarrollo, también  incorporaran los discursos sobre la sostenibilidad de los esfuerzos por el desarrollo y el protagonismo de nuevos actores.

“Es decir, ya no hay necesidad de hablar de desarrollo porque allí está para siempre, ya todo el mundo lo quiere, no hay ningún problema. Aunque la teología de la modernización quede inoperante ya no habrá un modelo único, ni se pensará en etapas, nadie hablará de que si se hacen a, b ó c cosas, ni llegaremos al reino de la abundancia, ni mucho si menos vamos a llegar a ser como Estados Unidos o como Alemania, Italia o España” (Escobar, 2002, p. 16)

Este planteamiento no deja de ser interesante en el sentido de que parecería que todas las preocupaciones y angustias de la planificación estarían resueltas en la medida de que hay una suerte de carta libre, al no haber un referente único que alcanzar todos los países pueden generar sus propuestas y listo. Escobar aquí plantea una idea central en la discusión del desarrollo en el entendido de que el reconocimiento a la diversidad podría entenderse como el fin de la discusión, sin embargo el mismo nos va llamar a la reflexión de que eso no es tal cosa, ya que existen consecuencias producto de tantos años de discusión sobre desarrollo, las mismas que nos llevan nuevamente a la construcción de sentido desde lo cotidiano.

No hay modelo único, ni hay etapas, no hay teología, no hay un gran momento de llegada. Sin embargo, todas las gentes desean acceder a lo mismo, al mercado, al progreso, a las mercancías. Como consecuencia tenemos que lo que el tercer mundo necesita es profundizar el desarrollo neoliberal capitalista. Esto, obviamente, es la versión de la elite convencional de todos los países del mundo, de las transnacionales, del G8, la organización Mundial del Comercio, las políticas estatales neoliberales. Todo basado en una lectura de la modernidad que se globaliza. (Escobar, 2002)

En este sentido es necesario mirar como los procesos de construcción de sentidos de lo cotidiano estarían de alguna manera atravesados por los referentes discursivos del desarrollo, temas como acceso a mercados, profesionalización, planificación, turismo, sostenibilidad, etc., hacen parte de las construcciones de ese cotidiano que la gente aspira, entonces cabe la pregunta si estamos hablando de la fragmentación de un discurso o realmente se está llenando de nuevos significados las viejas palabras del desarrollo.

“Sin embargo, la ruina está ahí y aun domina la escena como un hito. Aunque las dudas van creciendo y la incomodidad se siente por todos lados, el discurso del desarrollo aun impregna no sólo las declaraciones oficiales sino hasta el lenguaje de los movimientos de base” (SACHS, 1997)

Así las ideas de las rupturas se posicionan en el discurso del desarrollo, se potencia y crecen las voces alternativas los espacios para las nuevas reivindicaciones que se articulan en nuevos conceptos, sin embargo noción y cargas simbólicas de décadas de pensarse en el desarrollo, se han impregnado en las referencias discursivas de la sociedad, es ahora desde la cotidianidad que el desarrollo es reivindicado. ¿Es esta una nueva dimensión comunicacional del desarrollo, es decir la construcción de las alternativas semánticas desde los mismos referentes de significado?

3.      La mirada post desarrollista

Frente al desencanto de finales de siglo XX, ante la evidencia del fracaso de los intentos de re conceptualizar el desarrollo, se presentan intentos profundos de mayor esfuerzo por encontrar una salida a las acciones para modificar las condiciones de vida, en esa línea encontramos las miradas que ponen en cuestión al proyecto de la modernidad como única posibilidad para construir sociedad; en ese sentido las propuestas por incorporar nuevos conceptos que reemplacen la discusión sobre desarrollo cobrarán fuerza; en este sentido nos adentramos a las miradas en torno a la construcciones conceptuales desde marcos de referencia diferentes al de la modernidad.

“Globalización propicia al mismo tiempo unificación y fragmentación, es por esto que las nociones teológicas de modernización y desarrollo no logran capturar la naturaleza de estas transformaciones, en otras palabras ya no es el proceso lineal de A a B, las famosas 5 etapas de que hablaba William Rostow, esa teología ya no existe, no hay un solo modelo”. (Escobar, 2002)

Estos enfoques tienen que ver con procesos de elaboración de teorías desde referencia y marco de significación que nacen en las culturas precolombinas de américa y referentes pre coloniales en Asia y África, son estos esfuerzos los que hoy permiten pensar el desarrollo como una idea que puede ser reemplazada por otras concepciones de la vida y la sociedad que no tengan a la modernidad como referente central.

Pero también podemos pensar que al mismo tiempo que se impulsan desarrollos alternativos, se impulsa una modernidad alternativa, un entendimiento distinto de la naturaleza, de las relaciones humanas, del goce, de la economía, de la ecología. Y que al mismo tiempo también se propende por alternativas a la modernidad, en la medida en que continúan prácticas de diferencia (Escobar, 2002)

El escenario social está marcado por irrupción de racionalidades diferentes, es decir diferentes formas de cargar de sentido la realidad y diferentes formas de construir el sujeto social, en este sentido la interacción social supone un ejercicio permanente de competencias de estas racionalidades por lo tanto tenemos un escenario en el cual las pugnas simbólicas y discursivas pasan por dar sentido a diferentes construcciones de pertenencia y diferencia, las mismas que se dan también en términos de cómo los grupos sociales definen y entienden el desarrollo.

En este reconocimiento a la diversidad en la formas de construir el sujeto y la sociedad también se reconocen espacios para la subjetividad, entendida como un saber del sujeto que está ligado al sentimiento y no necesariamente, estamos hablando del mismo sujeto racional que busca la objetividad de la realidad social; sino que estamos frente a construcciones de subjetividades que se manifiestan en una infinidad de identidades.

El resultado esperado es la posibilidad de la construcción de mundos socio-naturales diferentes que mantengan una conciencia de la globalidad sin ser desarrollistas ni modernizantes. (Escobar, 2002)

Estos procesos marcan una época plagada de fragmentación y diversidad, proceso que es necesario comprender desde diferentes dimensiones y desde diferentes actores, jóvenes, mujeres, niños, indígenas, etc. El escenario que da cuenta de estos procesos es lo cotidiano ya que asistimos a una suerte de producción local de identidades, que a su vez proponen referencias a imaginarios claros y diferenciados.

Así el desarrollo también se construye desde lo cotidiano en la significación, esta especie de anclaje del concepto en el repertorio cotidiano hace que se redefina permanentemente en las propias prácticas y estrategias de los grupos sociales.

“Más bien, ven su resistencia como una forma de reconstituir creativamente sus formas básicas de interacción social, a fin de liberarse de las cadenas económicas. Han creado así, en sus vecindades, pueblos y barrios, nuevos ámbitos de comunidad que les permiten vivir en sus propios términos”. (SACHS, 1997)

Aquí la pregunta central de la propuesta de esta revisión tiene que ver con hasta qué punto podemos hablar o dar sentido al debate del desarrollo en un campo común de las reflexiones expertas del desarrollo y la cotidiana reflexión de los sujetos sociales en la construcción de sus estrategias, más aún si se pretende, como es el caso boliviano que son estas reflexiones desde los actores indígenas campesinos originarios las que se constitucionalizan y rigen la planificación del ahora Vivir Bien.

4. La otra dimensión comunicacional del desarrollo

Las diferentes miradas de desarrollo coexisten entre ellas y además con la posibilidad de estarse gestando una nueva, a estos procesos que Escobar llama de contra-desarrollo y que estarían en una suerte de alternativa; los procesos de gestión del desarrollo los entendemos también como las posibilidades de generar nuevas formas de pensar el desarrollo, o finalmente como es el caso de nuestro país pensar en un concepto que reemplace finalmente al “desarrollo”.

En resumen estamos hablando de por lo menos tres consideraciones comunicacionales que entran en juego en la planificación del desarrollo, el acceso a discursos y los conocimientos necesarios para operar e interpretar las visiones de desarrollo; en segundo lugar la construcción de la idea del actor y motor del desarrollo que definirá los posicionamientos estratégicos que los diferentes actores asuman en su gestión, finalmente el reconocimiento de los escenarios cotidianos como productores de sentidos, es la conjunción de estos elementos una dimensión de la comunicación para el desarrollo.

Bibliografía

ESCoBAR, Arturo (1999). EL Final del Salvaje Naturaleza, Cultura y Politica en la Antropologia Contemporánea. Sabta Fé de Bogotá: CEREC / ICAN .

ESCoBAR, Arturo (2002). Globalización, Desarrollo y Modernidad. En: Corporación Región, Ed. Planeación, Participación y Desarrollo. Medellín: Fe, pp. 9-32.

ASSIDoN, E., 2002. Teorias económicas del desarrollo. Quito: Abya Yala.

SACHS, W. E., 1997. Diccionario del Desarrollo. Una guia del conocimiento como poder. Segunda ed. Cochabamba: CAI.

SEN, A., 2000. Teorias del Desarrollo a Principios del Siglo XXI. [En línea] Available at: www.iabd.org/etica [Último acceso: 2012].

 

Recepción: 22 de marzo de 2014. Aprobación: 21 de abril de 2014

KUNSTEK SALINAS, Luis Camilo (2014). “El Desarrollo del concepto y la construcción discursiva”. Punto Cero, Año 19 – N° 29 – diciembre 2014. Pp. 91-98. Universidad Católica Boliviana “San Pablo”. Cochabamba.

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