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Punto Cero

versión impresa ISSN 1815-0276versión On-line ISSN 2224-8838

Punto Cero v.17 n.1 Cochabamba  2012

 

Enfoques teóricos para una comunicación orientada al desarrollo y retos actuales para una comunicación y desarrollo desde la diversidad

José Luis Aguirre Alvis

Boliviano. Director del SECRAD (Servicio de Capacitación en Radio y Televisión para el Desarrollo) de la Universidad Católica Boliviana "San Pablo', La Paz, Bolivia. El autor declara no tener conflicto de intereses con la revista Punto Cero ni con ningún miembro de su Comité Editorial.

joseluisaguirrea@gmail.com

AGUIRRE ALVIS, José Luis (2012). 'Enfoques teóricos para una comunicación orientada al desarrollo y retos actuales para una comunicación y desarrollo desde la diversidad". Punto Cero, Año 17 —N° 24 —1° Semestre 2012. pp. 58-66. Universidad Católica Boliviana 'San Pablo” . Cochabamba.


El presente texto pretende revisitar el escenario teórico así como de la práctica del área que se denomina de la "comunicación y desarrollo'. Para esto se ofrecerán elementos de aproximación filosófica, de ubicación histórica, se expondrán tendencias e implicaciones, y se rematará en la formulación de un reto: proyectar el uso de las dinámicas humanas de la comunicación así como del uso planificado de los medios de difusión hacia metas de desarrollo entendidas aquí desde la lectura y comprensión de la diversidad humana.

Palabras clave: Comunicación y desarrollo, diversidad, interculturalidad.

Abstract

This paper intends to revisit the theoretical and practice stages of "communication and development' area. To fulfill this purpose this research will offer philosophical and historical location approach items, and will set its trends and implications and finish with a challenge: drawing the practice of human communication doings and planned media usage toward development goals, comprehended from reading and understanding of human diversity.

Keywords: Communication and development, diversity, culture.

Resumé

Cet artide revient sur le scénario théorique et le domaine pratique de ce « la communication pour le développement ». Pour ce faire, on présente des éléments d'approche philosophique, de placement historique, et on exposera des tendances et des implications, pour en finir avec un défi : concevoir l'usage des dynamiques de la communication humaine et l'utilisation planifiée des médias á partir des objectifs du développement, compris ici á travers la lecture et la compréhension de la diversité humaine.

Mots-clés: Communication et culture, diversité, interculturalité.


  El presente texto pretende revisitar el escenario teórico así como de la práctica del área que se denomina de la "comunicación y desarrollo". Para esto se ofrecerán elementos de aproximación filosófica, de ubicación histórica, se expondrán tendencias e implicaciones, y se rematará en la formulación de un reto: proyectar el uso de las dinámicas humanas de la comunicación así como del uso planificado de los medios de difusión hacia metas de desarrollo entendidas aquí desde la lectura y comprensión de la diversidad humana.

Se parte señalando que a criterio del autor, el sólo concepto dual de "comunicación para el desarrollo" o "comunicación y desarrollo", y hasta el más reciente de la "comunicación para el cambio social", involucran una suerte de juego reiterativo pues qué proceso de comunicación humana, y que por esencia supone la participación activa entre sujetos desde el escenario del intercambio simbólico, no supone ya la inevitablemente presencia de una condición de desarrollo?

Partamos entonces diciendo que todo proceso de comunicación humana para ser tal en sí implica la presencia de una condición de cambio, con la consecuente traslación de los actores hacia situaciones de desarrollo de sus propias capacidades.

El psicólogo social Fernando Gonzáles Rey, alude al término "comunicación desarrolladora", justamente para señalar que es a partir de la experiencia del diálogo, entre sujetos que experimentan voluntariamente su descubrimiento gracias a la palabra, estos crecen como producto del contacto asumiendo así la posibilidad de ayudarse crecer como producto de su mismo encuentro. Por tanto, se puede decir que cuando se experimenta una efectiva experiencia de diálogo los sujetos interactuantes al separarse ya no pueden ser los mismos. Pues han crecido en ópticas, han avanzado en miradas y sensibilidades, han crecido de algún modo como producto del relacionamiento con otro sujeto pues es el proceso de la comunicación humana que tiene el don de hacernos ser otros. Es a partir de la presencia de los Otros que se ofrece la posibilidad de liberarnos como seres humanos con vocación de comunidad así experimentar un encuentro en condiciones de reciprocidad dialéctica marca el signo de todo cambio posible. Es el Otro, el que activa en nosotros la capacidad de ser seres en y para el mundo.

Segunda propuesta de entrada, si la comunicación humana corno proceso básico de la construcción social se asume distante de la clásica mirada de los medios y aparatos estaremos en condiciones de recuperar su verdadero sentido edificador. Y éste parte del sentido etimológico del griego de la comunicación en el que Koonoonía quiere decir "poner en común en comunidad, y así poder compartir para construir comunidad". En la lengua aymara existe una palabra muy similar, la misma gramaticalmente extensa pero cargada de sentido  dice
aruskipasipxañanakasakipunirakispawa y quiere decir "estamos hechos para comunicarnos" o "somos para la comunicación". Esto nos lleva a señalar que ningún esfuerzo comunicativo podrá ser comprendido a cabalidad si este no activa y se relaciona con por lo menos dos dimensiones: Primero, la de "ser desde y con la comunicación", y segundo que "la comunicación es base para una transformación del ser y del mismo entorno".

Bajo este enfoque nadie podría decir que es un buen comunicador si de su esfuerzo no surge la posibilidad de generar un cambio sobre su ser, en el de los demás y así consecuentemente en el de su propio entorno. Cualquier intento intermedio podrá quedarse a lo mejor en la sola experiencia informativa, y que se diferencia del hacer comunicación porque comunicación supone la misma construcción de sentido en la dinámica de la cooperación mental y voluntaria del uno con el Otro, partiendo del encuentro la posibilidad de transformación personal así como del propio escenario social que nos rodea.

Tercera propuesta para establecer la relación entre comunicación y la condición de desarrollo. Todos somos producto de una antesala comunicativa, o podemos decir procedemos o venimos de una prehistoria comunicativa. Pues antes de que nosotros pudiéramos aceptar nuestro propio ser (pienso luego existo) todos y cada uno de nosotros hemos sido antecedidos por una prolongada historia comunicativa que la heredamos de nuestros padres. Y ellos a su vez son herederos y producto de la experiencia comunicativa, hasta biológicamente hablando, de la comunicación de sus padres y así en un continuum infinito. Hasta podríamos decir cada uno de nosotros ha heredado un gen comunicativo el que a su vez nos conecta con la humanidad dentro de un proyecto histórico en el que el imprescindible la relación con el Otro. Podemos decir que para que seamos tuvo que haber una profunda acción comunicativa previa, de tal modo que hoy somos producto comunicativo y así afirmamos nuestra propia presencia en un tiempo y en una historia como "proyectos de y para la comunicación". Este tipo de reconocimiento, sabernos como productos de hechos comunicativos previos nos aleja de la máxima racionalista del —cogito ergo sum o pienso luego existo— para introducirnos en el espacio de la existencia a partir de la relación donde se podría convertir la máxima de Descartes más bien en un "comunico luego existo."

Michel Foucault, en su texto El orden del discurso, presenta una frase capaz de invitar a la reflexión en esta misma dirección, pues nos dice: "Me hubiera gustado darme cuenta de que en el momento de ponerme a hablar ya me precedía una voz sin nombre desde hacia mucho tiempo." No será que hablamos un discurso que ya nos antecedía y al que sólo le damos continuidad proyectándolo a otros futuros espacios de evolución del texto?

1. Recuperando la brújula del cambio

En esta parte se trata de ofrecer un breve panorama del surgimiento del campo llamado de la comunicación ligada al desarrollo. En este sentido nos aproximaremos a conocer sus momentos y sus implicaciones sociales y políticas.

El origen sociohistórico de la materia llamada en un principio "comunicación para el desarrollo" se da la década de los 50 donde comienzan este tipo de aproximaciones a partir de centros intelectuales de las universidades norteamericanas. Aquí se identifica como pieza teórica fundante el trabajo pionero del cientista político Daniel Lerner (1958), del Michigan Institute of Technology (MIT), quien publica su estudio titulado "El paso de la sociedad tradicional a la moderna: la modernización en el Medio Oriente" (The passing of traditional society: Modernizing the Middle East). Según refiere Armand y Michelle Mattelart¹ este estudio emprendido en colaboración con Paul Lazarsfeld del Centro de Investigación Aplicada de Columbia comprendió a seis países del medio oriente en los que se pretendía observar cómo en una zona considerada de turbulencia política la exposición de los habitantes a determinados medios tenía relación con sus opiniones sobre asuntos locales, nacionales e internacionales. El trabajo consideró de modo central la observación sobre el papel de emisoras de carácter internacional como la BBC, Radio Moscú y La Voz de América (el mismo estudio contaba con el financiamiento de la emisora gubernamental norteamericana -VOA). Según los resultados obtenidos Lerner propuso una tipología de actitudes en relación al "desarrollo", el que fue definido como el proceso de transición de un estado tradicional al de un estado de modernización. Aquí se ve la proximidad desde la comunicación con el pensamiento sociológico imperante con las ideas por ejemplo de E. Durkheim así como de M. Weber, pues el modelo social del desarrollo estaba dado por la medida eurocéntrica y de Occidente implicando naturalmente el asumir su sistema de valores. Según Armand y Michele Mattelart en este escenario se ve a la comunicación como sinónimo de persuasión de grandes públicos y allí surge el término "empatía." Este lo definen como "...la movilidad psicológica propia de la personalidad moderna" (1990:49). Entonces, como veremos más adelante, valdrá la pena observar este término pues no necesariamente en su origen tenía que ver con el encuentro horizontal de ponerse en el lugar del Otro.

Es surgimiento de este tipo de preocupaciones teóricas se daba en un tiempo sociohistórico específico, se vivía el ambiente de post Segunda Guerra Mundial donde el entorno de inseguridad y también el temor ideológico ante formas de pensamiento que no conjugaran con los ideales y valores de los países vencedores de Occidente invitaba a diseñar mecanismos de control. El control así fuera eminentemente simbólico sobre estados nacionales que pudieran tornarse proclives a los intereses antagónicos de las sociedades hegemónicas, especialmente Norteamérica.

En breve síntesis, el surgimiento del concepto "comunicación para el desarrollo" tiene un escenario específico donde la constante política se liga con la búsqueda de formas de propaganda masiva. Así, la misma comunicación era instrumental, pues ella debía generar aquella aspiración de cambio de condiciones definidas como tradicionales para aspirar, así sea de forma vicaria, los beneficios de la modernización tomando como referente a Occidente.

Como señalan de forma cabal Armand y Michele Mattelart el término clave era el de empatía el que quería explicar de algún modo por qué en las sociedades del Tercer Mundo se presentaban condiciones de rechazo al cambio, y así del mismo desarrollo aduciéndose un conjunto de atributos que construyeron el rostro de las sociedades periféricas como las de subculturas. Así, empatía era generar condiciones para que las personas o cada sujeto de una sociedad tradicional se involucre en un proceso psicológico que le permita su traslado del mundo de sus valores y aspiraciones ­tradicionales— para aspirar los de una imagen de desarrollo, la del sujeto moderno bajo la mirada occidental.

Siguiendo esta recuperación histórica del origen de la relación comunicación y desarrollo resulta importante apelar al comunicador boliviano, Luis Ramiro Beltrán, quien plantea que antes del surgimiento de estas bases teóricas sobre una comunicación para el desarrollo en América Latina se gestaron prácticas del uso de medios bajo un enfoque de desarrollo pero desde los intereses y necesidades de sectores sociales empobrecidos. Para Beltrán este origen se dio ya en los años 40 con la presencia en Bolivia del fenómeno de las radios mineras y de modo paralelo con el caso de Colombia con la experiencia de Radio Sutatenza pionera del uso educativo de la radio para promover desarrollo rural. La tesis de Beltrán señala que antes de que la teoría internacional debatiera sobre las formas y usos de los medios de comunicación para incidir en las condiciones de un desarrollo occidentalizante antecedía la práctica que veía al desarrollo como un esfuerzo orientado a procurar la equidad y la inclusión de sectores empobrecidos.

Beltrán, ha dividido la evolución de la noción de comunicación y desarrollo en tres momentos casi cronológicos dentro del siglo XX: en los años 50 ubica: 1) la comunicación de desarrollo, aquí el énfasis está en la búsqueda de la modernización de las sociedades tradicionales; 2) en los 60 y 70 surge la comunicación de apoyo al desarrollo donde son sobre todo las agencias de desarrollo internacional las que empiezan a ver el valor de la comunicación pero como instrumento para alcanzar sus fines y objetivos institucionales. Y 3) presente en América Latina desde los años 80 y que es la de una comunicación alternativa para el desarrollo democrático.

Cada uno de estos momentos implica una noción o sentido tanto sobre la comunicación humana así como del desarrollo. Aunque en todas se coincide en ver que la comunicación es una pieza contribuyente a las condiciones del desarrollo también se asume que sus dinámicas y proceso pueden ser dirigidos unos desde la unilateralidad de la agencia promotora de un tipo de desarrollo o la de la relación democrática de ver el desarrollo como un estado de crecimiento y responsabilidad de todos.

Así, en el primer momento —la comunicación de desarrollo- las estrategias de comunicación buscan sobre todo la persuasión de las sociedades periféricas. Estas son el blanco de los esfuerzos de transformación por juzgarlas desde su pobreza como opuestas y hasta retardatarias de la aspiración del desarrollo. Aquí, surge la propuesta teórica del modelo llamado Difusión y Adopción de Innovaciones, que entre sus pioneros tiene al norteamericano Everett Rogers.

La teoría de la Difusión de Innovaciones representa ser la base del modelo de una comunicación desarrollista, y como se criticará desde América Latina en el fondo es un modelo con aspiraciones de dominación así como paradigma dominante para comprender la misma comunicación. La publicación de Diffusion of Innovations (1963), y que hasta ahora tiene cuatro ediciones mejoradas, presenta sin embargo un giro en el mismo Rogers quien de manera autocrítica incorpora cambios en el modelo de difusión de innovaciones colocando finalmente que el fracaso de los modelos desarrollistas no se localizaba en las actitudes frente al desarrollo de las sociedades del Tercer Mundo sino este tenía que ver con las condiciones de su pobreza y falta de incorporación en el diseño de políticas para atender sus propios intereses.

Aquí, ingresan de forma central las observaciones de Luis Ramiro Beltrán quien denuncia la ceguera de este tipo de modelos de desarrollo ya que no veían las verdaderas e históricas razones del subdesarrollo así no percibían que la pobreza de las sociedades como las Latinoamericanas se explicaba más que con la voluntad o no de las personas de asumir la modernización sino se localizaba en las condiciones de desigualdad, marginación y desequilibrio en que habían sido sometidas. El aporte de Beltrán es reconocido directamente por Rogers como la contribución crítica más importante surgida desde América Latina y que incidía sobre el sentido mismo de la comunicación como un hecho inevitablemente participativo.

El segundo momento, o de una comunicación de apoyo al desarrollo, puede ubicarse en el trabajo de teóricos de la comunicación como Wilbur Schramm, quien trata de darle un sentido más social al mismo concepto de la comunicación y del mismo uso de los medios de difusión colectiva. Términos como el de feedback, o retroalimentación, surgen para suavizar un modelo criticado como unidireccional y hasta verticalista. Aquí serán las instituciones internacionales y hasta locales las que consideran la importancia de los medios para orientarlos hacia objetivos de desarrollo, pero sin embargo la agenda del cambio seguía en las manos de las mismas organizaciones.

El tercer momento de este trayecto, el de la comunicación alternativa para el desarrollo democrático, introduce los elementos de la crítica de países del entonces Tercer Mundo, no sólo desde la irrupción de la Teoría de la Dependencia, sino desde la denuncia de los modelos de domesticación que se operaban en el espacio educativo. Así, afloran exigencias por una comunicación más equitativa, de sentido horizontal y que de igual protagonismo a los actores y sujetos con los que se trabaja de modo compartido las iniciativas de desarrollo. Aquí destaca el pensamiento de Paulo Freire, Juan Díaz Bordenave, Antonio Pasquali, y nuevamente de Luis Ramiro Beltrán quien plantea una nueva definición al mismo proceso de la comunicación: "La comunicación es el proceso de interacción social democrática que se basa sobre el intercambio de símbolos por los cuales los seres humanos comparten voluntariamente sus experiencias bajo condiciones de acceso libre e igualitario, diálogo y participación. Todos tienen el derecho a comunicarse con el fin de satisfacer sus necesidades de comunicación por medio del goce de los recursos de la comunicación. Los seres humanos se comunican con múltiples propósitos. El principal no es el ejercicio de influencia sobre el comportamiento de los demás. "2

Prácticas de una comunicación que recuperaba exigencias imprescindibles como las del diálogo, el acceso equitativo, la participación, la horizontalidad, la alternatividad como respeto a formas y recursos propios de una comunicación popular son reconocidas como posibles caminos para un desarrollo que no podría ser más una preocupación unilateral o antid ialóg ica.

Dando continuidad a los tres momentos de evolución de la comunicación y desarrollo de Beltrán se propone un cuarto momento sugerido por otro boliviano, Alfonso Gumucio Dagrón quien habla de la presencia de un Cuarto Mosquetero. Pues considera que próximo al modelo de una comunicación participativa para el desarrollo democrático se encuentra una Comunicación para el Cambio Social. La misma introduce elementos nuevos, ve la comunicación como ligada de modo inseparable con el desarrollo humano integral, su vinculación y compromiso con los derechos humanos, la propuesta de que la comunicación es en sí un derecho humano, y además propone ver la comunicación como contribuyente directa a la profundización de formas de una democracia participativa.3

2. Un quinto momento: asumir la comunicación desde la diversidad

Aquí, se plantea un nuevo reto, el de ver que la comunicación y el desarrollo deben asumir la lectura de un contexto socio histórico en cambio como el que se da especialmente en América Latina para introducir en esta relación el elemento de la diversidad, y el de la presencia del Otro.

El término diálogo en su origen etimológico griego significa hablar con un Otro. El Otro es el mayor reto de la edificación social, y así de modo contemporáneo de la construcción de sociedades que se asumen como pluriculturales así como plurinacionales. Y el asumir la diversidad y la diferencia como nuevas constantes para la construcción de la convivencia democrática no resulta sencillo pues para comprender la comunicación misma se demanda estar en condiciones para ampliar el escenario del mismo escenario político y así del mismo poder.

En este nuevo momento convergen nuevas constantes las que tienen que ver con el abordaje de debates como los de la descolonización, la complejidad en el escenario de las ciencias sociales, la ciudadanía inclusiva, así como la observación del mismo entorno tecnológico de las telecomunicaciones que a diferencia de la creencia anterior de que concentrarían los discurso y los medios en pocas manos pueden verse como espacios de oportunidad e inclusión de mayores diversidades. En este momento la comunicación hace visible su dimensión intercultural, y quizás con ello recuperando su sentido esencial el de que comunicación sólo se da, es deseable y posible con el encuentro de un Yo con Otro, los que operan en un constante descubrimiento sin desconocer la presencia de la tensión así como la posibilidad de experimentar el mismo diálogo como una condición transitoria.

Aquella tensión es también producto de la experiencia del dejarse o no ocupar por un alter o un Otro. También se puede considerar que el espacio comunicativo en sí supone está dado por el encuentro entre diversidades pues sólo así es esta diferencia la que crea la carga experiencial, existencial y simbólica capaz de generar la construcción de un espacio de diálogo en el que se participa de modo voluntario y sin el deseo de invasión del Otro. Asumir que Otro toma parte en la dinámica de la construcción de sentidos, aportando para el encuentro y la construcción misma del sentido justamente su diversidad y diferencia, asigna a la experiencia comunicativa la exigencia de la voluntad de escucha, de hospitalidad, donación y entrega si es que es por la comunicación se apetece entrar en conocimiento de uno mismo como producto de la relación con un Otro.

Pero qué supone asumir la diversidad y la misma interculturalidad desde la experiencia comunicativa? Además de ver que esta experiencia se da en un contexto socio histórico marcado por la desigualdad de poder de unos con otros.

Porfirio Tintaya explica que: "Si la globalización es un proceso de interconexión de las sociedades, la articulación de culturas, un encuentro entre comunidades opuestas que se unen, un tinku que homogeniza, la interculturalidad es un encuentro donde las culturas afirman y fortalecen sus diferencias, complejizan sus identidades, un proceso de resistencia a la globalización y de creación de la diversidad. La interculturalidad es, precisamente, un movimiento de localización, de diálogo y relación, que permite fortalecer lo local, basándose en la integración de experiencias generadas en los encuentros culturales" (Tintaya, 2003:167)4. Pero además: "El sujeto intercultural se erige y desarrolla en una realidad históricamente específica y socialmente estructurada; se realiza en un mundo donde las sociedades están cada vez más interconectadas mediante contactos culturales y procesos interculturales" (Tintaya y Soria, 2010:78)5

Para Xavier Albó "...la interculturalidad es ante todo, la relación entre personas y grupos sociales de diversa cultura; o, desde otro ángulo, la relación entre personas y grupos de personas con identidades culturales distintas"6 (Albó:1999).

Para Bolivia como contexto concreto asumir el valor de la interculturalidad es posiblemente su oportu nidad para  desplazarse del mantenimiento de la presencia del discurso colonial unilateral así como racista y machista por el de relación que exponga el reconocimiento, la valoración y el respeto por el Otro y con ello de sus sistemas simbólicos y de construcción de sentidos.

Bolivia atraviesa uno de los momentos más significativos de su historia contemporánea. Es un Estado que como consecuencia de un prolongado esfuerzo de constitución y reconstitución ha podido afirmar la rearticulación de su noción de estado desde su carácter plurinacional teniendo así como meta una sociedad con sentido de inclusión de la diversidad. Este largo trayecto permite entender que la noción de interculturalidad está marcada por una fuerza reivindicativa, así como de liberación, de amplios sectores históricamente silenciados e invisibilizados para que justamente desde la fuerza de expresión de su diversidad se pueda hacer posible la construcción de un estado plurinacional.

Base para esta aproximación está en la adopción de su nuevo texto constitucional (2009) el que como en ninguna versión previa tiene como elemento estructurante la noción de la interculturalidad haciendo base de su carácter nacional. Como se expone más adelante se puede observar que la Nueva Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia (NCPE) probablemente será la que con mayor referencia de lugar a la interculturalidad a lo largo de toda su extensión legislativa.

Para constatar lo señalado podemos observar que la primera referencia al término interculturalidad en la Nueva Constitución Política del Estado (NCPE), justamente se da en su Art. 1. Así, dentro de las Bases Fundamentales del Estado se establece: "Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural7, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país"8.

Luego se hace referencia a este término dentro de los fines y funciones esenciales del Estado allí se señala: "Art.9. 2. Garantizar el bienestar, el desarrollo, la seguridad y la protección e igual dignidad de las personas, las naciones, los pueblos y las comunidades, y fomentar es respeto mutuo y el diálogo intracultural, intercultural y plurilingüe"9.

Una siguiente referencia dirigida al concepto de interculturalidad dentro del texto constitucional se encuentra en el Art. 10 donde se define el carácter del Estado, allí se indica: "1. Bolivia es un estado pacifista, que promueve la cultura de paz y el derecho a la paz, así como la cooperación entre los pueblos de la región y del mundo, a fin de contribuir al conocimiento mutuo, al desarrollo equitativo y a la promoción de la interculturalidad, con pleno respeto a la soberanía de los estados"10.

El reconocimiento de la interculturalidad como elemento edificante del Estado se puede encontrar en los Arts. 78 y 79 de la NCPE donde en el Régimen de la Educación, se señala:

'U La educación es intracultural, intercultural y plurilingüe (...) La educación fomentará el civismo, el dialogo intercultural y los valores ético morales"11 .

Más adelante dentro de la materia de las Culturas, la NCPE hasta ofrece una aproximación conceptual al término de interculturalidad así indica: "Art. 98. 1. La diversidad cultural constituye la base esencial del estado Plurinacional Comunitario. La interculturalidad es el instrumento para la cohesión y la convivencia armónica y equilibrada entre todos los pueblos y naciones. La interculturalidad tendrá lugar con respeto a las diferencias y en igualdad de condiciones.12 II. El estado asumirá como fortaleza la existencia de culturas indígenas originario campesinas, depositarias de saberes, conocimientos, valores espirituales y cosmovisiones. 111. Será responsabilidad fundamental del Estado preservar, desarrollar, proteger y difundir las culturas existentes del país"13

Como un balance de esta indagación se puede indicar que siendo que la NCPE está compuesta de cinco partes (Primera parte: Bases fundamentales del Estado, derechos, deberes y garantías; Segunda parte: Estructura y organizacional funcional del Estado; Tercera parte: Estructura y organización territorial del Estado; Cuarta parte: Estructura y organización económica del Estado, y; Quinta parte: Jerarquía normativa y reforma de la Constitución) y desde sus 411 artículos expone la presencia del concepto de interculturalidad y sus inmediatos relativos de la siguiente forma:

CUADRO No. 1 Referencia a la noción de interculturalidad y relativos dentro de la NCPE de Bolivia

Fuente: Elaboración propia.

La NCPE de Bolivia se aproxima a la noción de interculturalidad en 21 formas, y de forma explícita da el término "interculturalidad" da 4 aproximaciones conceptuales (Art. 10, Art. 93, Art. 98 –dos veces—). Parece relevante encontrar que además la NCPE como si se tratara de un texto sociológico presente su propia definición a lo que se entiende por­interculturalidad (Art. 98. 1). Estas apreciaciones seguramente hacen que la Constitución Política de Bolivia sea posiblemente el único instrumento de éste carácter dentro de sociedades que se consideran plurinacionales que aborde la noción de la interculturalidad como lo hace este caso.

Por otro lado, los términos "intercultural" y "comunidades interculturales" aparecen en 8 y 2 oportunidades respectivamente ambos casos en la Primera Parte del texto constitucional. El término –intercultural— se da en el Art.1, Art.9, Art. 17, Art. 18, Art. 30, Art. 78, Art. 91 y Art. 96, siendo las ocho referencias literales del mismo. En cuanto al término —comunidades interculturales—la presencia del mismo se da en los Arts. 3 y 100.

Desde el abordaje especifico de la comunicación se puede además encontrar que la NCPE incorpora el término de diálogo en sus formas de "diálogo intracultural y diálogo intercultural". Esto se hace evidente en dos oportunidades (Art. 9 y Art. 79). Siendo el Art. 79, sobre la educación, en que se asume la misión estatal como: "La Educación fomentará el civismo, el diálogo intercultural y los valores ético morales. Los valores incorporarán la equidad de género, la no diferencia de roles, la no violencia y la vigencia plena de los derechos humanos." Por otro lado, en el Art. 91 referido a la educación superior se señala: "II. La educación superior es intracultural, intercultural y plurilingüe, y tiene por misión la formación integral de los recursos humanos (...)." Posteriormente en al Art. 93 se otorga a las universidades públicas la labor formadora desde la interculturalidad. Así, se señala: "IV. Las universidades públicas en el marco de sus estatutos, establecerán programas de desconcentración académica y de interculturalidad de acuerdo a las necesidades del estado y de las naciones y pueblos indígena originario campesinos." 14

Este recuento y dentro de los alcances de este ensayo podría señalarse que las condiciones del desarrollo y así de la misma comunicación en Bolivia encuentran un horizonte que puede estar en la práctica de un diálogo intercultural. Si este es el caso el conversar con un Otro, sentido del término diálogo, pasa por el asumir su diversidad como contribuyente directa a la posibilidad misma de un entendimiento bid ireccional.

Se puede así concluir que la noción de interculturalidad vista como espacio de relacionamiento así como de edificación dialógica, en un contexto concreto como es Bolivia, significa una oportunidad para la práctica comunicativa, simbólica y discursiva donde la inclusión del alter u Otro diverso de sentido mismo a la convivencia democrática.

Las relaciones de convivencia desde lo plural encuentran una posibilidad de hacerse efectivas más aun considerando el reconocimiento constitucional del mismo derecho a la comunicación e información de los ciudadanos (Art.106). Este da la posibilidad de fomentar, recuperar y avivar el uso de sistemas de comunicación tradicional, así como de sistemas simbólicos propios de las identidades culturales de los más de treinta pueblos indígenas que componen el país, pero también se generan condiciones para que de modo universal todos y cada uno de los ciudadanos desde sus particularidades y diversidad asuman la titularidad del derecho a la comunicación, por tanto a construirse desde su diversidad. Y una advertencia final, la diversidad no deberá reducirse únicamente al origen étnico de los ciudadanos sino abrirse también en un abanico inmenso de posibilidades las que hacen posible ver que el mismo desarrollo no puede entenderse fuera del reto de la diversidad humana.

Notas

1 MATTELART, Armand e Michéle. História das teorias da comunicacao. Edicoes Loyola. 2da. Edicao. Sao Paulo, Brasil. 1990. 220 p.         [ Links ]

2 BELTRAN SALMON, Luis Ramiro. Un adiós a Aristóteles. La comunicación horizontal.         [ Links ]

3 www.communicationforsocialchange.org         [ Links ]

4 TINTAYA, Porfirio. Utopías e interculturalidad. Motivación en niños aymaras. IEB. Instituto de Estudios Bolivianos. Universidad Mayor de San Andrés. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. La Paz, Bolivia. 2003. 304 p.         [ Links ]

5 TINTAYA, Porfirio. SORIA, Vitaliano. Psicología cultural. Universidad Mayor de San Andrés. Carrera de Psicología. Horizontes de la Psicología 4. La Paz, Bolivia. 2010. 184 p.         [ Links ]

6 ALBO, Xavier. 1999. Iguales aunque Diferentes. CIPCA, La Paz, Bolivia. 134 p.         [ Links ]

7 Negrita introducida para destacar la presencia del término por este en sayo.         [ Links ]

8 BOLIVIA. Nueva Constitución Política del Estado. Texto final compatibilizado. Versión oficial. Octubre, 2008. Vicepresidencia de la Repu'blica. p. 13         [ Links ]

9 Ibidem (5) p.15.         [ Links ]

10 Ibidem (5) p.15.         [ Links ]

11 Ibidem (5) p.35.         [ Links ]

12 Italicas y negritas propias del presente texto.         [ Links ]

13 Ibidem. (5). p. 40-41.         [ Links ]

14 Ibidem (5). p.39.         [ Links ]

Recepción: 28/02/2012

Aprobación: 20/04/2012

AGUIRRE ALVIS, José Luis (2012). "Enfoques teóricos para una comunicación orientada al desarrollo y retos actuales para una comunicación y desarrollo desde la diversidad". Punto Cero, Año 17— N° 24 —1° Semestre 2012. pp. 58-66. Universidad Católica Boliviana "San Pablo . Cochabamba.

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