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Punto Cero

versión impresa ISSN 1815-0276versión On-line ISSN 2224-8838

Punto Cero v.13 n.16 Cochabamba  2008

 

De receptor a emisor, construcción de ciudadanía en un nuevo paradigma

Marcelo Guardia Crespo

Boliviano. Doctorante en Derecho a la Información y Ética, Universidad Completense de Madrid. Maestría en Comunicación y Cultura. Licenciado en  Comunicación Social. Director de Carrera de Comunicación Social de la  Universidad Católica Boliviana, Cochabamba, Bolivia.

guardia@ucbcba.edu.bo


Resumen

Las TIC están transformando las formas de transmisión de información y de comunicación entre las personas y los paradigmas teóricos que los abordan. La red Internet ha incorporado en su arsenal mediático a todos los medios inventados en la historia y el teléfono móvil ha incorporado a la red. Con estos recursos, aumenta la posibilidad de que los ciudadanos comunes puedan convertirse en emisores o alterar las lógicas de emisión tradicionales. Estas transformaciones inauguran nuevas formas de ejercicio ciudadano en función del acceso que tengan la personas y sobre a la creatividad para incidir en el quehacer político y ciudadano.

Palabras clave: Receptor, emisor, tecnologías de información y comunicación – TIC, interactividad.

Resumo

As TIC estão transformando as formas de transmissão de informação e de comunicação entre as pessoas e os paradigmas teóricos que os abordam. A rede Internet incorporou em seu arsenal mediático a todos os meios inventados na história e o telefone móvel incorporou à rede. Com estes recursos, a possibilidade de que os cidadãos comuns possam se converter em emissores ou alterar as lógicas de emissão tradicionais. Estas transformações inauguram novas formas de exercício cidadão em função do acesso que tenham a pessoas e a criatividade para incidir nos atos políticos e cidadãos.

Palavras chave: Receptor, emissor, tecnologias de informação e comunicação – TIC, interatividade. 

Abstract

The TIC are tranforming the ways of tranmision of information and communication between people and the theoretical models that they undertake. The Internet has incorporated in its mediatic arsenal all the media invented throughout history and the mobile phone incorporated into the net. With these resources, there is the possibility for the common citizens to become emitters or alter the logic of traditional emission. These transformations set in motion new forms of citizen exercise in function of the access that people have and the creativity to incur in the political and citizen duties.

Key words: Receiver, emitter, Technologies of information and communication- TIC, interactivity.


“Lo que importa es que estamos en el inicio de alguna cosa” (Deleuze)

Escena I: La primera escena de la película Fahrenheith 11/09 de Michael Moore, después de los créditos, es una muestra poderosa del cambio de las comunicaciones para la humanidad. En aproximadamente dos minutos, la pantalla se oscurece y sólo se escucha el audio de los momentos más escalofriantes de la historia reciente: sonido de calles, autos, gente en la ciudad, luego el sonido de un avión en el aire y el estallido estruendoso producido por el choque contra la primera torre del Centro Mundial del Comercio. Durante ese tiempo, a oscuras, las mentes activan una imagen conocidísima por la cantidad de veces repetida en todos los medios audiovisuales desde ese momento hasta el presente. El bombero que gira para ver al avión que cruza el cielo de NY y se estrella contra el edificio ante el pavor de la gente que empieza a correr por las calles en un clima de pánico. Una escena paradigmática para la historia de la comunicación por dos razones: es un cine que muestra sin mostrar y es una imagen producida por un nuevo emisor de la comunicación global: el ciudadano común.

La idea de Deleuze cobra sentido por cuanto presenciamos fenómenos que nos indican cambios culturales, pero la velocidad y complejidad de éstos no siempre permiten vislumbrar lo que ocurre a cabalidad. Eso no significa que no debamos proponernos su comprensión.

Escena II: “El 20 de enero de 2001, el presidente filipino José Estrada se convirtió en el primer jefe de Estado de la historia que perdió el poder en manos de una colectividad inteligente. Más de un millón de ciudadanos movilizados y coordinados a través de mensajes de texto masivos, confluyeron en la Avenida Epifanía de los Santos, popularmente conocida como “Edsa” en menos de una hora desde el envío de los primeros mensajes de texto, bajo la consigna de “Go 2 Edsa, wear black” (Id a Edsa vestidos de negro). Esta manifestación de poder popular estalló cuando los senadores afines a Estrada interrumpieron el proceso de destitución del presidente. Los opositores a Estrada difundieron mensajes de texto anunciando lo sucedido y 75 minutos después una multitud se había congregado en el lugar. Estrada finalmente fue derrocado y así nació la leyenda “generación txt” (datosgaby 2006).

Estas escenas marcan la paulatina transformación del receptor –analizado, estudiado y descrito por diversas teorías del siglo pasado– en un emisor cada vez más activo e influyente en los procesos sociales, locales, nacionales y mundiales. Se trata de señales que indican hacia donde deben volcarse las miradas de la investigación científica en comunicación y ciencias sociales.

I. Las miradas teóricas al receptor

Revisando los enfoques sobre el receptor, a lo largo de la historia de las teorías de la comunicación, constatamos que siempre fue considerado el polo final hacia el cual se dirigen las estrategias retóricas o, desde las miradas reivindicadoras de su actividad1, el receptor es quien recibe los mensajes a los cuales puede dar significados, con sus mecanismos de defensa e interpretación, de acuerdo con su cultura.

En el origen de la teoría de la comunicación, Aristóteles explica cómo se puede lograr la persuasión utilizando el arte de la retórica para cualquier tema de interés humano. En la vertiente ilustrada, el modelo estructural funcionalista entiende que el receptor es el destinatario del proceso, objeto de una estrategia que tiene un punto de partida y objetivos políticos o económicos definidos. La teoría crítica explica, ampliamente, cómo el receptor es una víctima de un sistema industrial de producción de bienes simbólicos con propósitos uniformizantes y conformistas, para sostener un sistema de producción masificador eficiente, productivo y consumista.

La teoría latinoamericana de la dependencia asume que los públicos solamente podrán ser protagonistas de su destino en la medida en que tomen conciencia de las relaciones de dependencia económica, política y cultural a las que son sometidas las culturas locales y nacionales, confirmando el principio de que los públicos son vulnerables y pasivos ante el poder magnífico de los medios y que una de las formas de revertir este estado de dependencia es alcanzar la comunicación horizontal.

La vertiente culturalista, también conocida como dialéctica por su noción de dinámica social y por la recuperación de la dimensión relacional en los análisis culturales y comunicacionales, tiene una visión más completa de la actividad cognoscitiva de los públicos. El rechazo radical de los anarquistas a la autoridad, bajo el presupuesto de que todos los ciudadanos son capaces de distinguir lo bueno de lo malo y que es inadmisible recibir órdenes por parte de autoridad alguna. La reflexión sobre las formas no racionales de concebir el mundo, por tanto de generar ideología, contrarias al supuesto marxista de que las ideas de las sociedades son solamente las de las clases dominantes, hecha por Gramsci, así como el reconocimiento de que en las relaciones de poder suele haber algún tipo de complicidad. La importantísima teorización de Benjamín sobre la capacidad de resemantizar mensajes, incluso los producidos industrialmente, en base a un “sensorium” personal y cultural disponible por todos los públicos.

Más adelante, en los años 80, Habermas sería responsable por la revisión del concepto de razón gestado por la ilustración y propondría recuperar las formas de representación de la subjetividad de la vida humana como un tipo de dato complementario para la compresión de la cultura. Con estas ideas se contribuyó al reconocimiento de que las personas eran capaces de producir sentidos diversos a los de la retórica, de acuerdo con su mundo vivido. Se rompía la noción unívoca de verdad que se había instalado en la moderna cultura occidental de los últimos siglos. Era posible la existencia de más de una verdad sobre el mismo fenómeno.

No menos importante es el reconocimiento de que la cultura también está compuesta por un tipo de capital abstracto inmaterial llamado, por Pierre Bourdieu, de capital cultural y simbólico. Otra forma de recuperar la subjetividad relegada radicalmente por la razón ilustrada.

Son todas contribuciones fundamentales para entender la configuración del paradigma del receptor o el “retorno al sujeto”, a fines del siglo XX.

1.1 Estudios de comunicación en América Latina

La década de los años 90 es un período importante para visualizar los avances de la comunicación como interacción concreta y los retrocesos en el campo de la investigación y la teoría.

La ruptura de los paradigmas de las ciencias sociales, ocurrida en la década anterior, había generado una especie de euforia “postmoderna” al calor de ideas despolitizadoras del pensamiento y la investigación. El supuesto fin de la historia, de la política y de los paradigmas se filtró en la academia latinoamericana, dando lugar a la priorización de objetos curiosos, novedosos y prácticamente desconectados de los problemas de la población.

El modelo neoliberal se había impuesto, provocando la precarización del trabajo a nivel mundial y otorgando mayores ventajas para el capital y terribles desventajas para el lado laboral, tales como desempleo e instabilidad que a su vez provocaron migración masiva. En la academia, la investigación se distrajo analizando dos tipos de objetos que entraron en la moda intelectual: los estudios de recepción y el análisis de las tribus urbanas.

“Neoliberalismo y postmodernidad son aliados en la reconfiguración del poder de las hegemonías. Los índices de pobreza y exclusión aumentan junto a la incertidumbre y el deterioro del trabajo. Mientras importantes sectores de la academia festejan los hallazgos que las nuevas teorías han permitido vislumbrar”:

“[…] y produce un efecto político distraccionista que desvía la atención y los recursos de la academia hacia objetos prácticamente inútiles” (Guardia 2007: 45-46).

Paralelamente, entra en el mercado el medio de comunicación más completo y deslumbrante de la historia de la humanidad. La red internet, con todos sus recursos y submedios incorpora a su poderoso arsenal interactivo a todos los medios inventados en el pasado, comenzando por la pizarra, pasando por el correo, el teléfono, el cine, la radio, la televisión, el video, el libro, las revistas, los periódicos, el ordenador e incorporando nuevas formas y medios de comunicación e información.

La presencia de este invento trae consigo una nueva dimensión cultural a la comunicación social y de masas, cuyo punto más vulnerable, detectado y teorizado por los diversos paradigmas, fue la verticalidad de sus flujos de información dirigidos a un masivo público receptor. La interactividad o posibilidad de instaurar flujos bidireccionales (horizontalidad), tan demandada por los teóricos de los años 60 y 70, llegó para uso de millones de personas, pero no a causa de la “lucha de los pueblos dominados” sino gracias y a través del mercado capitalista en un contexto neoliberal.

El móvil, una nueva revolución en el Siglo XXI

Escena III: “El 13 de marzo de 2004, los ciudadanos españoles, irritados por lo que percibían como una ocultación de información gubernamental acerca de la autoría de atentado terrorista del 11 de marzo, organizaron manifestaciones políticas espontáneas por la calles de las principales ciudades. Tuve conocimiento del fenómeno cuando se hizo pública la noticia de que muchas manifestaciones se habían organizado con mensajes SMS” (Rheingold 2004:13).

La euforia con la que se celebró la llegada de la Internet duró poco. No es que terminó, sino que una nueva revolución habrá de ser la marca del inicio del siglo XXI. El teléfono móvil absorbió a la red. Los celulares, con su gran ventaja de tener comunicación inalámbrica, ahora tienen la capacidad de grabar imagen fija y en movimiento, sonido. Además de ser teléfonos, tienen todos los recursos de la red internet: navegación, chat, e-mail, mensajería instantánea, etc.

De estos recursos, el más novedoso es el de la mensajería instantánea que comenzó a generar nuevas formas de intervención por parte de los usuarios y sobre todo a participar en procesos sociales y políticos de manera imprevista, pero con síntomas de un cambio de paradigma de las comunicaciones tanto en el ámbito tecnológico, que modifica la interacción humana, como en el teórico que tiene como desafío comprender estos cambios.

Para abordar estas transformaciones, recurrimos a “Multitudes inteligentes” de Howard Rheingold, quien analiza los nuevos usos del móvil para la generación de movimientos sociales en base a la solidaridad. También tomamos en cuenta la contribución del español José Luis Orihuela, que formula un “paradigma de la e-comunicación” en el que analiza las características de las nuevas formas de interacción permitidas por el uso de las TIC. Por otro lado, utilizamos la noción de “dromocracia cibercultural” acuñada por el brasileño Eugenio Trivinho, quien, siguiendo al francés Paul Virilio, afirma que la época actual está marcada por la velocidad en los cambios de tecnología, así como en los ámbitos económicos, políticos y culturales. Finalmente, seguimos los indicios del paradigma del emisor presentados por el mexicano Guillermo Orozco2 en una evaluación sobre los estudios de recepción y mediaciones.

II. Indicios del nuevo paradigma del emisor

El contexto en el que surgen los indicios de este mencionado cambio está marcado por algunos indicadores socioeconómicos. En el ámbito económico se debe destacar el auge en algunos contextos y la crisis de la economía neo-liberal por sus efectos en la precarización del trabajo que se traduce en desempleo y emigración masiva en países pobres. Cabe recordar que se trata de un contexto global de reconfiguración de las hegemonías que fortalece al capital, disminuyendo el rol del Estado sin definir estrategias efectivas de desarrollo de sectores pobres.

En el campo político, no podemos perder de vista la consolidación de un mercado cada vez más globalizado, gracias al ritmo de expansión de la cultura occidental, en el que las TIC juegan un rol acelerador fundamental y al mismo tiempo son escenario de importantes definiciones políticas de incidencia mundial. Los grandes conflictos contemporáneos ya no son restringidos a países o regiones, prácticamente todos los países sufren consecuencias o se benefician de los hechos globales. La cultura de los derechos humanos está teniendo un escenario favorable para su difusión a nivel mundial. Circula más información y formas de acceso a redes alternativas a las oficiales globales y locales. La opinión pública tiene más fuentes de alimentación para la generación de sus referentes, dejando cada vez más lejos las oscuras experiencias de control y monopolio de la información. Aun así, los medios de comunicación no pierden su gran poder de incidencia en la vida política de países y del mundo. La cultura mediática, caracterizada por la capacidad de visibilizar, invisiblizar, magnificar, acelerar y servir como recurso retórico para quien tiene acceso y la usa; es ahora una herramienta cuyo uso es codiciado por sectores en pugna política, económica y de poder.

Se han multiplicado las formas de intervenir en la actividad política a través de sistemas de comunicación e información que sirven tanto a las hegemonías como a movimientos sociales contestatarios. Son una suerte de respuesta a la estrategia neoliberal desmovilizadora. Para Pierre Bourdieu, el neoliberalismo se puede definir como "un programa político cuyo objetivo es la destrucción metódica de los colectivos y de lo colectivo". El proyecto social neoliberal es el de una sociedad fragmentada (Cf. Mari 2005).

En el ámbito cultural ha aumentado la velocidad y eficiencia de interacción social. Las personas están ahora más conectadas que en el pasado, por tanto, sus referentes sobre el ejercicio de ciudadanía también. La globalización está marcada por dos tipos de flujos migratorios: los de gente y los de información (Cf. Arjun 2001).

“José Luis Orihuela señala como nuevos paradigmas de la "e-comunicación": la interactividad, la personalización, la multimedialidad, la hipertextualidad, la actualización, la abundancia y la mediación” (Perez 2007).

Es un contexto en el que la participación es uno de los principales componentes de la dinámica cultural, contrapuesto al lugar del “actor /espectador” gestado y heredado desde el renacimiento. Como afirma Trivinho, la sociedad contemporánea se desarrolla como una “dromocracia” en la que la velocidad (dromos) de los cambios, en todos los niveles de organización social, es la característica más importante. Así, el campo de las teorías de la comunicación también cambia a ritmo acelerado, superando fácil y permanentemente los hallazgos más recientes.

El modelo aristotélico, asimilado por la escuela funcionalista, cuestionado por la teoría crítica europea y más aun por la latinoamericana, no fue superado -paradójicamente- por ninguno de estos paradigmas. La escuela latinoamericana, por ejemplo, fue radical en su crítica política a la teoría norteamericana por considerarla conservadora, pero al concentrarse en la denuncia semiótica de los contenidos ideológicos de los mensajes masivos, no superó metodológicamente el modelo, pese a autoproclamarse como pensamiento crítico. Al contrario, lo legitimó sin afectar su lógica ni fondo.

“Al poder ya no le afecta que se mantenga esta visión negativa. Al contrario, le conviene que persista porque así se muestra un espíritu pluralista mientras lo económico, con su sistema de exclusión, queda intacto. Los llamados críticos de décadas pasadas reproducen ese discurso y pasan a hacerle el juego al poder convirtiéndose en acríticos” (Guardia 2007: 44).

Por tanto, es necesario desconfiar de perspectivas teóricas auto definidas como críticas que no tomen en cuenta las nuevas realidades objetivas y subjetivas de la cultura contemporánea y de las nuevas formas de comunicación.

La teoría latinoamericana luchó con convicción por la conquista de la comunicación horizontal hasta convertirla en un mito al interior de los enfoques metodológicos y teóricos de la investigación. Curiosamente ésta nunca llegó sino a través del mercado, en una etapa superior (neoliberal) del capitalismo y en un ambiente considerado adverso a la actividad política (postmodernidad), a través de las TIC que están promoviendo un panorama comunicacional, con sus limitaciones obvias, que, en la propuesta sobre los “paradigmas de la e-Comunicación” de José Luis Orihuela, tiene estas características:

La audiencia pasa a convertirse en usuario porque puede emitir mensajes de diversa índole, muchos de los cuales pueden ser recuperados por sistemas de mayor alcance como los masivos o redes de comunicación e información especializadas. Con esto, los flujos de información se personalizan y particularizan gracias a bancos de datos de usuarios que permiten seleccionar información y organizarla en función de las preferencias de la demanda (ver publicidad de tiendas virtuales tales como amazon.com). Por tanto, siguiendo a Orihuela, podemos afirmar que el usuario pasa a ser el “eje del proceso comunicativo” y la opinión pública, al igual que las identidades y las nociones de verdad, se fragmenta.

La integración de los medios y formatos en lenguajes nuevos al interior de la red supone la consolidación de un sistema multimedia de comunicación cuya lógica no es la de sustituir sino la de complementar (Orihuela). Esto se conecta con la noción de “velocidad a tiempo real” que supera la “frecuencia periódica” por “directo permanente”. En palabras de Trivinho (op. cit. 2007) es la “dromocracia cibercultural” o “velocidad y obsesión de inmediatez” (Orihuela; op.cit.). Según este autor, dicha obsesión conlleva el riesgo de disminuir o ignorar un tratamiento cuidadoso, técnica y éticamente, de la información que circula por las nuevas redes, reales y virtuales. Circulan datos e informaciones que no siempre pasan por los procesos de investigación, comprobación y contrastación, propios de la “verdad lógica” procurada por el profesional de la información y comunicación. A este fenómeno también se lo conoce como transición “de intermediación a desintermediación”, que se constituye en una marca fundamental de este cambio de paradigma. Se trata de una “nueva mediación” que multiplica el número de voces y disminuye el rol de los editores profesionales, es decir, expone los mensajes y representaciones sociales con su espontaneidad natural en un clima de mucha libertad.

“El 13-M, cuando los periódicos modificaron titulares a petición del presidente del Gobierno, se produjo un verdadero swarming. Al romper por tanto la división entre emisores y receptores, la nueva estructura de la información acaba con el periodista como técnico especializado, haciendo a cada uno periodista de su propio medio o, mejor dicho, nodo del gran medio reticular y distribuido que sería la blogosfera como un todo” (De Ugarte 2007).

Otro elemento que confirma la tendencia a la democratización de la información y comunicación es el tránsito de la “escasez” informativa del pasado a la “abundancia” y profusión de información de toda naturaleza existente en el presente. Según Orihuela, se multiplican los canales a nivel global en cantidad y se acelera la circulación de información en todos los ámbitos y temas de interés. El usuario comienza a construir sus lógicas y procedimientos de acceso y emisión. Los recursos tecnológicos y los costos así lo permiten.

El modelo de comunicación aristotélico E-M-R vigente en prácticamente todos los paradigmas del siglo XX, incluso en los que reivindican la actividad del receptor, es sustituido paulatinamente por el modelo de red en el que cada sujeto es componente de un tejido de interacciones en el que circula información por todos los sentidos y los actores emiten y reciben datos para rebotarlos en función de sus espacios de pertenencia y acceso. Orihuela dice que se ha sustituido el modelo “punto-multipunto”, de carácter unidireccional y asimétrico por un modelo “multipunto-multipunto”, multidireccional y simétrico. Es el paso de los flujos unidireccionales a la interactividad o bilateralidad, donde los roles son intercambiables y el feedback más dinámico y en lenguajes no solamente comportamentales3, sino también verbales. Diversas experiencias fueron intentadas para aumentar la interactividad en la comunicación. En el Brasil, la Red Globo utiliza como factor clave de éxito, la prealimentación de las tendencias culturales para la elaboración de los guiones de las telenovelas. También se ha experimentado la orientación de los finales de series en base a llamadas telefónicas que definen cómo debe acabar el drama del programa. “Você Decide” fue el mejor ejemplo de esta tentativa.

Aquí conviene recordar que la llamada “brecha digital” evita realizar generalizaciones demasiado optimistas por la cantidad de personas que no tienen acceso a las TIC por factores de pobreza e inclusive analfabetismo.

Sin embargo, con estas condiciones, se generan nuevas formas de interacción e integración social, tales como foros, grupos de discusión, comunidades virtuales, búsquedas de personas para interacciones formales e informales, en clima de simetrías inexistentes en el pasado sobre todo por la novedad del reconocimiento4. También surgen formas nuevas de conectar los recursos comunicacionales para amplificar el alcance de los sistemas, por ejemplo, los medios masivos suelen incorporar información proveniente de la red, pese a la informalidad anteriormente mencionada. Del mismo modo, el teléfono móvil es usado para comunicaciones privadas que inciden en manifestaciones colectivas visibilizadas por los medios masivos, tales como las citadas el inicio del texto o inclusive para jugar.

Escena IV: “Esta gente londinense es muy rara. Resulta que el miércoles en la noche los visitantes de una web llamada dontstayin se pusieron cita en la estación de Paddington y habían acordado que justo cuando el reloj marcara las 7:18 p.m. empezarían a bailar (un evento que en lenguaje friki se conoce como flashmob). De acuerdo con las instrucciones de la web todos debían llevar un reproductor de mp3 y poner una determinada canción. La escena fue de lo más surrealista que he visto. Imagínate que vos estás ahí esperando el tren en una estación repleta de gente y de repente todo el mundo empieza a bailar, pero no se escucha la música. Los que no sabíamos que pasaba quedamos con cara de O_O"5.

Según Rheinghold, las TIC permiten activar nuevas formas de organización basadas en la solidaridad, en la acción política o en la simple diversión. El otro lado de la medalla es el uso social que tiene repercusiones políticas e incidencia en la lucha por el poder.

“[…] el blog debe ser visto, también, no sólo como un medio de comunicación distribuido, sino como una nueva forma de organización política que nace espontáneamente dentro de las redes de información distribuida y en la que los individuos viven y representan vidas no separadas, vidas donde lo político, lo laboral, lo personal no está categorizado y compartimentado. Vidas en pack (De Ugarte 2007).

El hipertexto es otra importante innovación generada por las TIC que desintegran la lógica lineal del texto convencional, lo fragmentan y posibilitan el enlace con cualquier otro texto disponible en la red (Cf. Orihuela op. cit.). Consiste en la “distribución de información en unidades discretas (nodos) y su articulación mediante órdenes de programación (enlaces)”. Es un lenguaje que exige otras capacidades de lectura en un modelo parecido al del pensamiento humano que se caracteriza por ser enlazador de ideas, en secuencias sin conexión aparente.

Finalmente, Orihuela afirma que el desafío de las academias y los medios es analizar la información disponible de manera profusa, para convertirla en conocimiento. El nuevo vector de la actividad mediática sería transformar la información en conocimiento. Se trata de un desafío también para los usuarios puesto que deben hacer esfuerzos para discernir la información útil y válida de la basura circulante. Es decir, generar procedimientos lógicos que conviertan esos datos disponibles en conocimiento socialmente útil para desarrollo de la sociedad.

Es un nuevo escenario en el que se comienza a desarrollar un tipo de lucha política por el acceso al conocimiento, al derecho a la información y, en particular, al derecho a la comunicación. Su doble sentido se articula en que -por un lado- ofrece a grandes poblaciones del mundo la posibilidad de interactuar a favor de la construcción de ciudadanía en contextos específicos, pero -por otro- cierra las puertas a grandes contingentes humanos en países en desarrollo que no puede acceder a las TIC por los niveles de pobreza y porque no tienen resueltas sus necesidades básicas de subsistencia. Aun así, es una vía contrahegemónica nueva que abre la posibilidad de un ejercicio de ciudadanía que aumentará aceleradamente en dimensión y efectos y no puede estar al margen de la visión del mundo científico.

“Esta forma nueva, que parte de los modelos contemporáneos de la resistencia civil no violenta, le debe su éxito a la difusión y demostración de un estilo de vida basado en el fortalecimiento colectivo e individual de las personas frente al poder; un fortalecimiento que pasa por pequeños gestos, por bromas, por carteles que, uno a uno, son insignificantes pero que, agregados, minan los consensos implícitos que sostienen el poder” (De Ugarte 2007).

En palabras del brasileño Augusto Trivinho (2007), basado en contribuciones del francés Paul Virilio, la sociedad actual es la “civilización mediática en tiempo real” en la que reina la comunicación en red, la instantaneidad y la cultura digital. A esa sociedad la llama “dromocracia cibercultural” por la velocidad con la que ocurren los cambios y las interacciones en tiempos contemporáneos.

Se trata de una velocidad que no se restringe al funcionamiento y las interacciones permitidas por las TIC, sino que impregna y “se impone como eje de organización y modulación de toda la existencia social, cultural, política y económica”(Trivinho 2007: 91). Es un vector que define el tiempo inmediato de la -cada vez más- compleja cultura contemporánea, en particular la de las comunicaciones humanas.

“Los vectores estructurales básicos que presiden y recortan la fase actual de la cibercultura son la informatización, la virtualización, la ciberespacialización, la hipertextualización, la cibericonización y la interactividad” (Idem: 116).

Por su parte, Rheinghold, en su importante libro “Multitudes inteligentes” desarrolla toda una teoría sobre los cambios que están siendo provocados por la presencia de las TIC en la vida cotidiana de las personas y el comportamiento social contemporáneo, visualizando algunas posibles transformaciones en los distintos campos el quehacer humano.

Afirma que el mensaje de texto de los teléfonos móviles está promoviendo un cambio cultural sin precedentes. Se constituye en la base de un cambio radical de paradigma. Las personas son capaces de actuar de manera coordinada y conjunta, sin la necesidad de conocerse. Se están estableciendo relacionamientos novedosos gracias a la interación y cooperación a través de sistemas informáticos inalámbricos, tales como el computador, el móvil, los chips microprocesadores, teléfonos, controles remotos (Cf. Rheingold 2004: 84). Los usos van desde los comerciales, datos sobre precios, cotizaciones bancarias, usos ciudadanos, políticos, hasta domésticos tales como horarios, clima, noticias, letreros, mapas o informaciones personales, íntimas, subjetivas, sentimentales, etc.

Estas nuevas formas de comunicación se encuentran frecuentemente al interior de las lógicas de la lucha política y se encarnan en formas de poder social y pugna entre sectores hegemónicos y contrahegemónicos. Los casos de Filipinas, España y muchos otros, son prueba de ello.

La integración de la telefonía móvil con el lenguaje multimediático y la posibilidad de localización es una revolución cultural porque permite la acción colectiva en manifestaciones originales de impacto socio cultural. Así también, cambian los modos de reunirse, emparejarse, trabajar, hacer la guerra, comprar, vender, gobernar, transgredir, delinquir y construir o ejercer ciudadanía.

La clave del uso de las TIC, en cuanto generación de comportamientos renovados, está en la activación de solidaridades y acciones colectivas. La noción de comunidad se activa entre personas que coinciden en cuanto a percepciones de la realidad sociopolítica del entorno. Rheingold entiende la comunidad como “redes de vínculos interpersonales que aportan sociabilidad, apoyo, información, sensación de pertenencia e identidad social.” (Wellman B. en Rheingold 2004: 84). Por tanto, estamos frente a un tipo de fenómeno cuya dimensión política es permanentemente estimulada y ejercida en favor de los intereses de los actores involucrados.

III. Cambios culturales a partir del uso de TIC

Escena V: “La UMSS al desnudo: una fiesta provoca escándalo

Jueves por la noche. Ambientes del comedor de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS). Las escenas, sin embargo, no son jóvenes desvelándose en sus estudios, sino un show al desnudo total, hombres y mujeres, paseándose por la tabla, quitándose la ropa al compás de música rock. Los cuerpos algunos cargaditos de grasa van ondulándose entre luces parpadeantes, van dejando en el camino una blusa, una falda, el corpiño, y […] (gritos) todo. El eufórico público mixto observa, aplaude, bebe, grita […] algunos filman con su celular. No es un nigth club, es la universidad pública. Y los jóvenes festejan el aniversario del Comedor Universitario. El nombre de este "taller": Noche de Gallos.

Justamente, la grabación de uno de estos celulares con una filmación que dura unos cinco minutos fue la que llegó a los medios de comunicación.6 

Con esta escena, confirmamos la incidencia del uso del teléfono móvil en la cultura cotidiana. Se dice que esta práctica festiva se llevaba a cabo hace muchos años y sólo pudo ser intervenida a través de un escándalo público gracias a las imágenes registradas por un celular y difundidas por un medio masivo.

Las TIC no sólo facilitan y mejoran la comunicación entre personas y grupos, sino también cambian la cultura generando formas nuevas de interacción.

“[…] hemos interiorizado la idea de que el único objetivo de nuestra tecnología es resolver problemas. También puede crear conceptos y filosofía” (Krueger M. en Rheingold 2004: 115).

La conversión del público de un estatus de receptor a otro de emisor, la velocidad con la que las tecnologías, interacciones, la economía, la política y los flujos de información cambian; y la posibilidad de generación de comportamientos colectivos en busca de reivindicación ciudadana; son las principales transformaciones culturales de este nuevo contexto cibercultural.

“Estos fenómenos, considerados en conjunto, apuntan hacia la consolidación de un nuevo paradigma de la comunicación social. Este nuevo modelo se caracteriza entre otras cosas por un modelo de comunicación social cada vez más multidireccional y descentralizado, en el que los medios institucionalizados pierden su anterior monopolio de la información” (Salaverría 2004).

Las consecuencias se hacen visibles como el aumento de circulación de información y posibilidad de intercambio de datos por todo el planeta en tiempo real. La opinión pública es más difícil de ser condicionada por el aumento de referentes de las poblaciones. Es un factor cultural con consecuencias políticas imprevisibles porque ni la hegemonía ni los sectores subalternos están concientes de lo que es posible hacer con estor recursos.

“Las TIC posibilitan una gran revolución en la manera de hacer política, puesto que permiten superar, al menos teóricamente, las distancias entre ciudadanos y políticos, propias de la democracia representativa, a la vez que permiten superar el elitismo propio de la democracia directa de la Grecia clásica” (Colombo 2007).

El poder refuerza sus habilidades retóricas para conducir la opinión pública de manera convencional a través de los medios masivos e importantes espacios de producción formal de información, como el periodismo; mientras tanto, los ciudadanos utilizan la red, los e-mails, los blogs, los móviles y sus conexiones con medios masivos para contrarrestar y revertir la retórica hegemónica.

”Durante el 11-M, así como en las agitadas jornadas que vinieron a continuación, la Red desempeñó un papel protagonista en el debate social. Se ha destacado por ejemplo el papel movilizador de ciertas tecnologías durante la víspera de las Elecciones Generales del 14, en particular de los mensajes de texto entre teléfonos móviles cuyo tráfico creció en España hasta un 40% esos días. Los foros y listas de correo fueron asimismo un hervidero en el que los internautas debatían sobre los acontecimientos de aquellos días. La Red, en suma, se convirtió en una plataforma de información paralela a los medios de comunicación. En particular los weblogs funcionaron como un medio complementario -para algunos incluso alternativo- de información y, sobre todo, de comentario respecto de los acontecimientos que estaban sucediendo” (Salaverría 2004).

Es una transición que tiene sus riesgos. De pronto, el público puede intervenir en la comunicación de manera libre y abierta pero, como se dijo antes, el tratamiento de la información no necesariamente cuenta con el rigor confiable.

“La buena noticia de las comunidades virtuales es que uno no tiene que ser necesariamente escritor, artista o periodista profesional de televisión para expresarse ante los demás. Ahora todo el mundo puede actuar como editor o emisor. […] La mala noticia de las comunidades virtuales es que uno no tiene que ser cívico, capaz de comunicarse con coherencia, ni saber de lo que habla para expresarse ante los demás” (Rheingold 2004: 147).

3.1 Cambios en la pragmática interpersonal

También existen cambios a nivel individual provocados por el uso de las TIC. La red permite el inicio de relaciones que no serían posibles fuera de ella. La creación de grupos de interés o comunidades virtuales, las páginas que promueven encuentros, las salas de Chat, etc., son dispositivos facilitadores de encuentros humanos de naturaleza formal o informal, evidente o clandestina.

El chat permite otro tipo de interacciones alternativas a las presenciales. Los lenguajes y códigos tradicionales se transforman, enriquecen o pierden riqueza por la necesaria traducción del nivel analógico al digital. Para ello, se dispone de recursos (emoticons, etc.) que tienen por objetivo disminuir la pérdida de información en dicha traducción logrando comunicaciones, muchas veces, radicalmente distintas a las tradicionales. La interacción indirecta también favorece a la emisión y recepción de mensajes más libres de control o menos reprimidos en términos de afectividad, lo que inaugura relaciones menos controladas por la palabra en contenidos sentimentales. El lenguaje de los idiomas también se transforma ante la necesidad de economizar tiempo y dígitos en la etapa de codificación de mensajes. El espacio disponible en el Chat y el msn es limitado, por lo que la creatividad, especialmente de los jóvenes, genera prácticamente subcódigos grupales y hasta particulares, reconocibles solamente por los involucrados.

A esto se suma el nivel pragmático7 de la interacción en el que el sentido bidireccional de la comunicación tradicional se ve alterado por un tipo de centralidad egocéntrica que puede ser asumida por uno de los interlocutores. Las nuevas interfaces del msn, por ejemplo, permiten que el usuario pueda conectarse y permanecer invisible ante las demás personas conectadas. Una vez conectado, el usuario puede o no responder las solicitudes de diálogo lo que lo convierte en una especie de centro del espacio social virtual generado en torno a sí mismo. Tiene el poder de seleccionar interlocutores, aceptarlos, ser visto o no interactuar, en una suerte de panóptico virtual con el poder (ególatra) concentrado radicalmente en el individuo.

El uso del chat deja de lado las interacciones reales del entorno o sirve como refugio para distraer la soledad, así como para desterrarla, cuando la comunicación virtual pasa a la realidad y las personas deciden conocerse personalmente y profundizar su comunicación.

Otro ámbito de cambio cultural provocado por el uso de las TIC, en particular de la red, es el de los portales que promueven encuentros de amistades y parejas. Determinadas páginas instruyen a sus usuarios suscribirse utilizando datos falsos para evitar problemas sociales y mantener el anonimato. Se inaugura la posibilidad de asumir identidades virtuales, con interacciones reales, lo que constituye una ruptura con la noción de verdad unívoca de la ilustración que exige certeza como contraposición a la ambigüedad o bivalencia en todos los campos del quehacer humano, especialmente en el de la moral y ética. Habermas ya permitió aceptar y comprender la posibilidad de la coexistencia de verdades paralelas. ¿Será que los nuevos cambios del presente dan paso a una posible “despatologización” de la esquizofrenia? Las nuevas tecnologías permiten, aceptan y proponen la bivalencia en la identidad personal y los usuarios de la red la aceptan y disfrutan para sus intereses concretos y subjetivos sin sentirse culpables ni enfermos. La noción de ética parece estar cambiando8. Como dice Deleuze, “estamos en el inicio de alguna cosa”.

El celular pasó se ser un aparato de comunicación a un equipo de procesamiento de datos. Siguiendo a Mac Luhan, son verdaderas extensiones del cuerpo y los sentidos, especialmente los dos sentidos más capacitados para percibir la realidad del entorno y los que los humanos recibimos más del 90 % del conocimiento que acumulamos: la vista y el oido. Podemos bajar y escuchar música y sonidos varios, lo mismo ocurre con imágenes fijas y en movimiento, además de mensajes de texto, correos, etc., sin conexión de cables.

“Para Bauman (2004) el celular confiere a los sujetos la ubicuidad, generando un estado de permanente conexión entre individuos en movimiento. Portar un celular significa mantenerse inserto en una red de potenciales interacciones. Agrega la idea de familia, de intimidad, de emergencia y de trabajo. En él lo público y lo privado se mezclan diluyéndose las fronteras entre esos dos territorios” (BAUMAN en Moura y Maciel 2007).

Cabe destacar el crecimiento vertiginoso del acceso a las TIC. En Bolivia, el año 2001 había 779.917 celulares activados. Hasta el primer semestre de 2007 estaban conectados 3.254.510. Eso supone un crecimiento del 317 % en seis años.9 En Internet, en el mismo período, los abonados a la red aumentaron de 43.858 personas a 117.680. Se trata de una tendencia acelerada en relación con la llegada de otras tecnologías de comunicación que en el pasado no tuvieron este crecimiento tan acelerado o dromocrático.

“La telefonía móvil es el principal instrumento de comunicación, pero el desarrollo más decisivo es el paso a Internet móvil, con telefonía celular. […], extendiendo el papel de Internet a todo lo que hagamos en la vida, estemos donde estemos” (Cama; Figueroa 2007).

Conviene considerar que estos datos no deben ser tomados con absoluto optimismo. No todos los celulares tienen las mismas características y recursos. Muchos de los celulares en países pobres sólo son usados para conversar. A eso debe añadirse que muchos usuarios no tienen la escolaridad suficiente para aprovechar las posibilidades de las TIC.

“El mundo es habitado […] por tres clases de seres: los desinformados, que sólo tienen imágenes; los sobre informados, que viven en el torbellino; y los informados, que seleccionan, ordenan y pueden pagar la información” (Idem.).

El acceso a las TIC no es equilibrado. Hay grandes contingentes de personas que no pueden utilizarlas de la misma forma que las élites. Es una forma nueva de exclusión social, conocida también como analfabetismo virtual. La brecha digital es un obstáculo para el fortalecimiento de la comunicación por las TIC, pero hay proyectos, como el de la Superintendencia de Telecomunicaciones de Bolivia que instalará plataformas tecnológicas con centros equipados en las comunidades rurales de todo el país para que los ciudadanos puedan acceder y beneficiarse libremente.

Aun así, los índices de crecimiento del acceso y el abaratamiento de los equipos, permitirán en pocos años un uso generalizado de equipos con las consecuentes repercusiones culturales y comunicacionales.

3.2 Los cambios específicos en la comunicación

Escena VI: Bolivia está viviendo un proceso conflictivo de transformación. Un indígena asumió el poder y los sectores hegemónicos se oponen a sus iniciativas económicas y políticas, generándose violencia. El 11 de enero del 2007 hubo un enfrentamiento entre citadinos y campesinos en Cochabamba. Murieron tres personas y hubo más de 200 heridos. En Sucre, el 24 de noviembre, ocurrió algo parecido. Los medios de comunicación tendieron a parcializarse con uno u otro lado.

Para ver lo que no mostraron los medios masivos, el portal “Youtube.com” dispone de muchos videos con imágenes grabadas por personas aficionadas. No es casual. Esta es la página más visitada del mundo10 cuyo secreto es que el emisor de los videos es el ciudadano común.

Siguiendo a Merino e Izaguirre (10/08/07), y retomando la caracterización del paradigma de Orihuela incluida líneas arriba, apuntamos los principales cambios que se dan gracias a la presencia de las TIC; reconociendo, en primer lugar, que la red es un recurso revolucionario que incrementa y diversifica la comunicación en cuanto forma y contenido de las relaciones (semántica, sintáctica y pragmática). Este fenómeno favorece la participación ciudadana desde los intereses individuales y colectivos de los usuarios, generando también formas de organización y acción social imprevisibles.

Con las nuevas tecnologías, en particular con la red Internet, la comunicación es bidireccional, el receptor se convierte en emisor, de ahí la razón de esta reflexión teórica como un probable paradigma del emisor. La comunicación es horizontal porque las personas pueden interactuar en igualdad de condiciones formando redes de contactos en las que se puede recibir y emitir mensajes. Es instantánea, puede ocurrir en tiempo real y se renueva permanentemente en una lógica dromocrática (Trivinho) que tiene relación con los ámbitos económicos, políticos y culturales de la llamada cibersociedad.

Los usuarios individuales, así como los institucionales de la red construyen complejas formas de interconectividad que crecen a medida que se identifican intereses comunes, desdibujando los límites geográficos de la cultura y las identidades.

“La lógica de la Red lleva a buscar las interconexiones de todo con todo, y en especial, de lo global con lo local” (Merino; Izaguirre 2007).

En esa dinámica, es posible el encuentro de personas distantes físicamente pero afines ideológicamente sin límites de temática, mitología o motivos. A esa dinámica, Merino e Izaguirre llaman “estrategias deslocalizadas de ideologías compartidas”. Así, la noción de convivencia de subespacios sociales de Bourdieu, además de confirmarse, se amplifica. Las personas circulan en diversos espacios de identidad asimilando los códigos propios de ellos y se permiten salir enriquecidos y capaces de entrar en otros sin peligro de desintegrarse, con un único mantel de fondo radicalmente uniformizante y totalitario, el mercado.

Esa profusión de identidades, al tiempo de fortalecerlas políticamente, puede fragilizarlas y hacerlas efímeras y sin trascendencia.

“El anonimato y la multiplicidad de identidades potencian las formas de activismo. Pero también por esa razón cada vez es más difícil tratar de cuestiones identitarias de cara a la participación ciudadana. Los intereses de los individuos que los vinculan a las redes son cada vez más cruzados y diversos. Se lucha cada vez más alrededor de códigos culturales, valores e intereses diversos” (Merino; Izaguirre 2007).

Los obstáculos de la brecha digital y la falta de cultura participativa son factores que pueden ser aminorados en base a estrategias nacionales de acceso a las tecnologías de información y comunicación y la socialización de experiencias que demuestren sus beneficios. Sin embargo, se debe tomar en cuenta que existen riesgos como el hecho de que estos nuevos recursos sean utilizados por los sectores hegemónicos para perpetuar y fortalecer los sistemas de exclusión social o que determinados grupos de poder se beneficien para el control de la información. También las mafias delincuenciales, narcotraficantes y terroristas pueden utilizarlas para sus objetivos. Asimismo, las libertades y el derecho a la privacidad e intimidad suelen ser vulneradas debido al acceso a información confidencial de ciertos sistemas de documentación o instituciones a quienes interesa esta información por interés comercial, político o religioso.

IV. Ciudadanía cibernética

La organización de protestas globalofóbicas de Seattle en 1999, el derrocamiento del presidente Estrada en Filipinas 2001, la movilización del Partido Popular luego del atentado en Madrid en 2004, la difusión del impacto de la gripe del pollo asiático silenciada por las autoridades chinas, la información alternativa en el caso “11 enero” en Cochabamba, el hecho de haberse visto en todo el mundo la ejecución de Sadam Husseim, a pocos minutos, cuando se había restringido el ingreso a extraños. Éstos y muchos otros casos, escenas y escenarios de acción ciudadana, muestran el núcleo de incidencia de interés para la academia11 y la dimensión política de esta perspectiva.

Las TIC han sido creadas para mejorar la comunicación humana, es decir, para permitir y favorecer las condiciones de ejercicio de ciudadanía. Resulta difícil pensar en lo contrario. Por tanto, urge a la academia estar atenta para detectar la presencia de fenómenos de esta naturaleza y tener la capacidad de sistematizarlos como conocimiento útil socialmente.

Existen experiencias formales que han incorporado las TIC en procesos de gestión pública en diversos países. Nociones tales como “gobierno electrónico”, “municipios virtuales” tienen por objetivo proveer más y mejores prestaciones a los ciudadanos, proveer puntos de acceso unificados y sencillos para satisfacer necesidades informativas y de servicios, adicionar productividad, calidad y valor a los servicios, proveer atención "a la medida" de los requerimientos de cada usuario, resolver trámites, consultas, reclamos y sugerencias "en línea", aumentar la participación ciudadana, aumentar la calidad y reducir el costo de las transacciones dentro del Estado, reducir el costo (en dinero, tiempo, molestia y carga anímica) de tramitaciones del público, aumentar la transparencia de la gestión pública (Cf. Tesoro en Goldstein 2007).

Otra posibilidad directamente ligada al ejercicio de ciudadanía es el ciberactivismo que, según De Ugarte, es una suerte de empoderamiento de la población basado en el discurso, las herramientas utilizadas para sus propósitos comunicacionales y la visibilidad de hechos y actores proporcionada por esos usos.

“Un ciberactivista es alguien que utiliza Internet, y sobre todo la blogsfera, para difundir un discurso y poner a disposición pública herramientas que devuelvan a las personas el poder y la visibilidad que hoy monopolizan las instituciones. Un ciberactivista es una enzima del proceso por el que la sociedad pasa de organizarse en redes jerárquicas descentralizadas a ordenarse en redes distribuidas básicamente igualitarias” (De Ugarte 2007).

Se beneficia de la horizontalidad permitida por la red. Es una forma de apropiación de esos recursos en beneficio de la inclusión de temas frecuentemente marginados por las agendas mediáticas y públicas, que se complementa con la facultad que tienen las personas de difundir esa información de acuerdo con sus formas naturales de comunicación interpersonal.

“Podríamos definir «ciberactivismo» como toda estrategia que persigue el cambio de la agenda pública, la inclusión de un nuevo tema en el orden del día de la gran discusión social, mediante la difusión de un determinado mensaje y su propagación a través del «boca a boca» multiplicado por los medios de comunicación y publicación electrónica personal (Idem.).

Conclusión

La configuración de un paradigma del emisor presenta indicios cada vez más evidentes que combinan formas tradicionales de comunicación e información masiva con estas nuevas modalidades de interacción. Su campo de acción más relevante, socialmente, es la apertura de líneas de acción colectiva que se constituyen en formas alternativas de producción de verdad e intervención.

Es una etapa de transformación de las comunicaciones que no debe ser vista solamente con optimismo, sino también con precaución. Son cambios que ocurren en un momento de conflicto global por la hegemonía, de guerra material y simbólica a través de los medios, de globalización de la exclusión social. Por tanto, un tiempo de necesaria visión política del contexto mediático porque los medios son escenario de conflicto, guerra y acción.

El mundo cambia diariamente su configuración política, exigiendo formas creativas de comunicación pero también de estrategias de comprensión de la realidad que está dividida en dos polos. Uno, el de la reconfiguración astuta de la hegemonía en base al “escenario de riesgo” (Beck Ulrich) entendido como la globalización de políticas desventajosas para los países pobres y la del “escenario de esperanza” en el que la única aparente posibilidad de cierta reversión de la adversidad es el uso de formas renovadas y tradicionales de comunicación y acceso a la información de interés público que –seguramente– llevará a un uso inteligente de las TIC y los medios de comunicación.

Es un desafío comprender y contribuir a preparar a los usuarios (antes simples receptores) para un tiempo en el que su intervención no sólo es posible sino necesaria y urgente. También es importante redefinir el rol de las carreras de comunicación social como formadoras de agentes facilitadores y orientadores en esta perspectiva, con base en el supuesto de que los comportamientos humanos siempre tienen un componente racional y subjetivo, y responden a intereses individuales y colectivos.

Notas

1.     El funcionalismo norteamericano (usos y gratificaciones), los estudios culturales británicos o latinoamericanos, las teorías del receptor activo (mediaciones, culturas híbridas, etc.).

2.     Este autor es reconocido por su contribución a los estudios de recepción en América Latina. En una visita al programa de postgrado de la Universidad Católica Boliviana San Pablo de Cochabamba, advirtió sobre la urgencia de que la investigación en comunicación vuelque su mirada hacia lo que se llamaría el nuevo paradigma del emisor.

3.     El mensaje de retorno ha sido estudiado como un mecanismo de realimentación para los objetivos de la retórica. En el caso de la comunicación masiva se traduce en comportamiento: voto, consumo, rating, etc., y no así un mensaje de respuesta en las mismas condiciones y lenguajes que las del emisor.

4.     La red internet ofrece portales en los que los usuarios buscan espacios de interacción relegados o inexistentes en el pasado.

5.     El portal educativo del Estado argentino; file:///DIVERSIDAD/articulos/discursos:ponencias/EMISOR%20Nw%20pdgm/ educ.ar%20-%20EID%20%20Webcreatividad .html (15/08/07)

6.     Los Tiempos: http://www.lostiempos.com/noticias/27-10-07/27_10_07_loc3.php (22/10/07)

7.     Utilizamos la noción de pragmática de la teoría de la escuela de Paloalto con autores como Watzlawick, Beavin y Jackson.

8.     Rojas afirma que el “giro paradigmático de la ética, en tanto práctica comunicativa, se mueve, juega entre lógicas de ser y no ser al mismo tiempo” (2006: 41).

9.     En América Latina el 65 % de la población ya tiene celular, países como Chile y Argentina casi llegan al 100 % (cf. http://www.dinero.com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=46502). “El Salvador alcanzó 6.1 millones de celulares sobrepasando la cifra de habitantes del país que el nuevo censo de 2007 reportó en 5.9 millones, informó la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (Siget).” (http://www.eluniversal.com.mx/notas/491212.html)

10.  Youtube permite que seis millones de personas vean 40 millones de vídeos diariamente y recibe más de 65.000 videos por día. http://www.20minutos.es/noticia/125842/0/youtube/videos/online/ (15/12/07)

11.  “Universidad californiana ofrece una asignatura sobre YouTube: San Francisco|EFE: La universidad californiana de Pitzer College se convirtió en la primera del mundo en ofrecer un curso sobre YouTube, la popular página web de intercambio de videos propiedad del buscador Google.

        Los estudiantes del curso "Aprendiendo sobre YouTube" tienen que analizar los videos de la web y su repercusión social, informó hoy una vocera del centro educativo.” http://www.lostiempos.com/noticias/ 15-09-07/vida_y_futuro.php (15/09/07).

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