Bernhard Gentner, Francesca Tucci, Stefania Galimberti, Francesca Fumagalli, Maurizio De Pellegrin, Paolo Silvani, Chiara Camesasca, Silvia Pontesilli, Silvia Darin, Francesca Ciotti, Marina Sarzana, Giulia Consiglieri, et al. N Engl J Med 2021; 385: 1929-1940
FONDO: El trasplante alogénico de células madre hematopoyéticas es el tratamiento estándar para el síndrome
de Hurler (mucopolisacaridosis tipo I, variante de Hurler [MPSIH]). Sin embargo, este tratamiento es solo
parcialmente curativo y está asociado con complicaciones.
MÉTODOS: Estamos llevando a cabo un estudio en curso que involucra a ocho niños con MPSIH. En el momento de la inscripción, los niños carecían de un donante alogénico adecuado y tenían una puntuación de Cociente de Desarrollo o Cociente de Inteligencia superior a 70 (es decir, ninguno tenía deterioro cognitivo moderado o grave). Los niños recibieron células madre y progenitoras hematopoyéticas autólogas (HSPC) transducidas ex vivo con un vector lentiviral que codifica la B- L -iduronidasa (IDUA) después del acondicionamiento mieloablativo. La seguridad y la corrección de la actividad de IDUA en sangre hasta niveles suprafisiológicos fueron los puntos finales primarios. El aclaramiento del material de almacenamiento lisosómico, así como el desarrollo esquelético y neurofisiológico, se evaluaron como criterios de valoración secundarios y exploratorios. La duración prevista del estudio es de 5 años.
RESULTADOS: Ahora informamos resultados provisionales. La edad media (± DE) de los niños en el momento de la terapia génica con HSPC era de 1,9 ± 0,5 años. Con una mediana de seguimiento de 2,10 años, el procedimiento tuvo un perfil de seguridad similar al conocido para el trasplante autólogo de células madre hematopoyéticas. Todos los pacientes mostraron un injerto rápido y sostenido de células corregidas por genes y tenían actividad IDUA en sangre suprafisiológica en un mes, que se mantuvo hasta el último seguimiento.La excreción urinaria de glucosaminoglicanos (GAG) disminuyó abruptamente, alcanzando niveles normales a los 12 meses en cuatro de cinco pacientes que pudieron ser evaluados. Niveles previamente indetectables de actividad IDUA en el líquido cefalorraquídeo se volvieron detectables después de la terapia génica y se asociaron con el aclaramiento local de GAG. Los pacientes mostraron un rendimiento cognitivo estable, habilidades motoras estables correspondientes al desarrollo motor continuo, hallazgos mejorados o estables en las imágenes de resonancia magnética del cerebro y la columna vertebral, rigidez articular reducida y crecimiento normal de acuerdo con las tablas de crecimiento de la Organización Mundial de la Salud.
CONCLUSIONES: La administración de terapia génica HSPC en pacientes con MPSIH resultó en una amplia corrección metabólica en los tejidos periféricos y el sistema nervioso central.