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Revista Médica La Paz

versión On-line ISSN 1726-8958

Rev. Méd. La Paz v.15 n.2 La Paz  2009

 

MISCELÁNEO

 

ANTECEDENTES Y GENERALIDADES DE LA CIRUGÍA PEDIÁTRICA EN BOLIVIA

 

 

Dr. Ecberto Andrade Maldonado*

* Cirujano Pediatra

 

 


 

La cirugía pediátrica general y sus sub-especialidades son una parte de la ciencia médica ampliamente reconocidas mundialmente y que requieren un profundo conocimiento de las características de crecimiento y desarrollo del niño, las que imprimen un singular sello especial y constituyen un importante puntal de diferenciación con la medicina que se aplica al adulto. El conocimiento de ciertas particularidades en lo somático y fisiológico son de suma importancia en la valoración quirúrgica, ya que las etapas que se extienden desde el recién nacido hasta la adolescencia muestran variaciones importantes. Corresponde al cirujano de niños interiorizarse con mayor énfasis en los problemas congénitos que causan trastornos a veces muy severos desde el momento del nacimiento o poco tiempo después, días, semanas o meses ya que en etapas posteriores irá confundiéndose paulatinamente con os que encara la cirugía del adulto a medida que el niño va progresando en edad. Un conocimiento global es por tanto indispensable para lograr una correcta evaluación quirúrgica en el niño. El médico que se inicia en la cirugía pediátrica, no tiene aún el sentido de la proporción que sólo la experiencia del correr de los años le brindará y permitirá este objetivo a medida que observa y palpa los órganos. Aún continúa vigente el calificativo que en determinadas circunstancias se aplica a ciertos hallazgos tales como de hipoplasia, hipotrofia, hipertrofia o simplemente el de pequeño, mediano o grande y a veces el de gigante para dar más énfasis a lo que se considera importante para un informe y que a veces resulta equívoco por desconocimiento de la disposición o correspondencia de las partes (órganos) con el todo (organismo).

El cirujano de adultos trabaja sobre órganos desarrollados, maduros, estabilizados en su tamaño y en su forma. El desafío del cirujano de niños es laborar sobre órganos en desarrollo y por tanto cambiantes en su morfología, lo normal y lo anormal de ellos y de su situación. Algunos órganos del niño no funcionan sino desde cierta edad como acontece con los genitales de ambos sexos, en quienes para la evaluación deberá tomarse en cuenta no sólo el tamaño, sino la función que desarrollará en el futuro. El cirujano pediatra interviene en el presente, pero con el pensamiento en el futuro del niño.

La cirugía pediátrica en las dos últimas décadas se ha desarrollado rápidamente de acuerdo con los avances tecnológicos de diagnóstico y tratamiento como es la ultrasonografía, Tomografía Axial Computarizada (T.A.C.), Resonancia Magnética Nuclear (R.M.N.), gamagrafía, etc.

La ecografía de control de evolución del feto en la embarazada que detecta un sinnúmero de malformaciones de los diferentes sistemas para la aplicación de la conducta médica o quirúrgica adecuada es de suma importancia y debe realizarse de rutina.

Los avances en la interpretación de las imágenes ecográficas ha hecho de este método la modalidad de elección para obtener información sobre la anatomía fetal y que se constituirá en uno de los pilares fundamentales en el diagnóstico y tratamiento de las malformaciones.

En la actualidad de los equipos que manejan patología fetal, cuentan no sólo con el obstetra y ecografista, sino también con un genetista, neonatólogo, perinatólogo, cirujano pediatra, cardiólogo pediatra y un psicólogo que deben estar presentes para brindar un plan de estudios y tratamiento, según la malformación detectada será necesaria la presencia de otros especialistas.

El cirujano pediatra debe estar preparado para todas las contingencias, pero no puede abarcar todas las alteraciones de las patologías de todos los sistemas, para ello existen las superespecialidades completamente definidas como neurocirugía pediátrica, urología pediátrica, cirugía cardiovascular pediátrica, cirugía plástica pediátrica, ortopedia o traumatología pediátricas, etc.

Siempre existirá una cirugía general fundamentalmente viceral, tóraco-abdominal incluida cirugía del cuello, imprescindible sobre todo en oncología en la que es preciso estar familiarizado con varias regiones anatómicas.

Los avances en el conocimiento de los fenómenos inmunitarios permiten el transplante de órganos con el éxito esperado, requiriendo para ello la intervención de equipos especializados.

La cirugía laparoscópica, como ocurre en la cirugía del adulto se ha extendido y generalizado en todos los campos de la cirugía pediátrica y de sus superespecialidades, con el desarrollo de nuevos instrumentos mejor diseñados para pediatría. La laparoscopía en el neonato es un método efectivo y no complicado para tratar muchos problemas quirúrgicos. Las contraindicaciones para la laparoscopía en el recién nacido son las mismas que para cualquier procedimiento quirúrgico, si el paciente está séptico, en shock o tiene una coagulopatía no corregible, la cirugía laparoscópica suele no ser recomendable. Si la cirugía se considera indispensable para salvar la vida es posible que pueda realizarse en forma abierta.

Los mejores instrumentos para la cirugía laparoscópica en el neonato son los de al menos 2.5 mm. de diámetro y descartables.

Actualmente se habla de cirugía fetal in útero como método que aún está en periodo de investigación y experimentación. Si el último avance de la ciencia médica continúa a este ritmo acelerado, pronto será una realidad aplicada al ser humano para corregir algunas malformaciones congénitas que serían incompatibles con la vida.

En nuestro medio la cirugía pediátrica, aunque ha tenido avances importantes en las dos últimas décadas, aun no tiene una madurez e independencia como muchas especialidades aplicadas al adulto. En esta especialidad influye la idiosincrasia y la falta de educación de la población. Los padres que tienen un niño enfermo que requiere una solución quirúrgica, por lo general no acuden oportunamente al especialista indicado. Primero tratan con medicinas caseras, uso de hierbas, emplastos, etc. preguntan a familiares, vecinos, amigos, boticarios, médicos de cabecera u otros profesionales que hicieron alguna operación al padre, abuelos, tíos o amigos y finalmente, recurren a un médico pediatra, quien recién sí esta orientado en el diagnóstico de una posible afección quirúrgica envía al especialista en este campo, por eso se dice que la especialidad es dependiente de otras.

Las intervenciones quirúrgicas en el niño, en el pasado la realizaban los cirujanos generales audaces al no existir profesionales formados en cirugía de niños.

A partir del año 1950 ya algunos médicos de niños se dedicaron al aspecto quirúrgico autoformándose y adquiriendo experiencia. En estas condiciones debemos mencionar y recordar al Dr. Rafael Zardón en La Paz, Dr. Pinto en Santa Cruz y Dr. Corrales en Cochabamba. Ya en 1955 llegaron profesionales con formación quirúrgica en pediatría, distinguiéndose netamente los Doctores Guillermo Aponte Burela, Hugo Berríos Ledesma y Rene Cavero Jaramillo en La Paz, Rodolfo Weisse en Santa Cruz, Eduardo Zabalaga y Mario Rivero en Cochabamba. Todos ellos de la Sociedad Boliviana de Pediatría que asistían a sus congresos nacionales y jornadas aportando con temas de tipo quirúrgico más frecuentes en sus hospitales y pacientes privados.

En 1975 en la ciudad de Santa Cruz en ocasión de un Congreso Nacional de la Sociedad Boliviana de Pediatría, se fundó la Sociedad Boliviana de Cirugía Pediátrica con la participación de los Doctores Rodolfo Weisse, Mario Rivero, Ecberto Andrade, Jorge Flores, Jorge Ibarnegaray, Manuel Morales, Haroldo Cuellar, Mario Cuellar, Julia Ferrier de Terrazas, Lucy Mariscal y Justo Quezada. Se eligió la directiva de la Sociedad Boliviana de cirugía pediátrica eligiendo como Presidente al Dr. Rodolfo Weisse, representante en La Paz al Dr. Ecberto Andrade y representante en Cochabamba al Dr. Mario Rivero. Ambos con la función específica de fundar las filiales correspondientes. Se decidió que la sede nacional sea rotatoria entre las ciudades de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, con la firme convicción de realizar Congresos Nacionales cada dos años junto con la Sociedad Boliviana de Pediatría.

En 1976 se fundó la Sociedad Boliviana de Cirugía Pediátrica filial La Paz, presidida por el Dr. Ecberto Andrade y miembros fundadores los Dres. Gerardo Valdivida, Víctor Hugo Chávez, Noel Jové. Vilma Benavides, Yecid Andrade, Rodolfo Suárez, Walter MonteAlegre y N.Olivares. Posteriormente se fundó la filial Cochabamba, presidida por el Dr. Mario Rivera e integrantes lo Doctores Gonzalo Melean, Alfredo Arnés, Israel Melgarejo, Edmundo Sánchez, Medrano, Trigo, Anaya entre otros.

Desde su fundación la Sociedad Boliviana de Cirugía Pediátrica asistió en grupo a los congresos de la Asociación Panamericana de Cirugía Pediátrica y simposios de la World Fedetarion of Asociation of Pediatric Surgeons, llevados a cabo en Brasil, Venezuela, Costa Rica, México, Colombia, Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Paraguay y República Dominicana.

En 1982 la Sociedad Boliviana de Cirugía Pediátrica organizó el Congreso Panamericano de Cirugía Pediátrica, que se realizó en la ciudad de La Paz, con asistencia de distinguidos profesores de Brasil, Argentina, Chile, México, Colombia, Paraguay, Perú, Ecuador, Italia, España, Estados Unidos y Alemania.

En 1994 la Sociedad Boliviana de Cirugía Pediátrica se independizó de la Sociedad Boliviana de Pediatría, efectivizando sus Congresos bianuales en forma rotativa entre las principales ciudades del país. Organizando asimismo cursos de actualización y de post-grado con participación de invitados especiales de Chile, Brasil, Argentina, Perú, España, México, Estados Unidos, Alemania e Italia. Habiendo realizado demostraciones quirúrgicas de patologías complejas y otras malformaciones como esófago y anorectales.

En el año 2000 en un Congreso Nacional de la Sociedad, en Santa Cruz, se celebró las bodas de Plata de la Sociedad Boliviana de Cirugía Pediátrica, con presencia de todos los cirujanos pediatras del país e invitados especiales de España, Brasil, Argentina, Chile, Ecuador y Estados Unidos.

Con la creación de la residencia de la especialidad en el Hospital Obrero No. 1 y el Hospital Materno Infantil de la Caja Nacional de Salud (CNS) y la llegada de varios profesionales jóvenes especialistas, la Cirugía Pediátrica ha ido progresando paulatinamente alcanzando un nivel científico y académico en el campo de la medicina boliviana, aunque nos falta aún bastante para estar a nivel de los países vecinos por falta de material especializado para uso pediátrico.

Actualmente la práctica de la cirugía video laparoscópica en diferentes centros hospitalarios del país, es realizada en forma limitada, reduciéndose casi exclusivamente a patología de vesícula biliar (colelitiasis) y algunos aspectos urológicos, esto sobre todo por falta de instrumental adecuado para la práctica de la cirugía del recién nacido.

La morbimortalidad de algunas malformaciones congénitas ha mejorado con la colaboración de los servicios de terapia intensiva con un control adecuado en los post-operados.

Infelizmente en los dos últimos años en la Sociedad de Cirugía Pediátrica la actividad científica académica y de actualización a nivel institucional de la sociedad ha quedado postergada sin mayor actividad por circunstancias ajenas a la voluntad de los socios. Pensamos que esta situación será pasajera y circunstancial, ya que es absolutamente indispensable que la especialidad bajo la dirección de su ente máximo a nivel departamental y nacional que es la Sociedad Boliviana de Cirugía Pediátrica, deberá cumplir con todas las exigencias del Comité Científico del Colegio Médico de Bolivia, mostrándose siempre como una organización científica al igual que todas las sociedades médicas científicas de todas las especialidades médicas de Bolivia.

Tenemos la confianza y esperanza de que todos estos problemas se superen pronto y que los diferentes hospitales pediátricos sean correctamente equipados para la práctica quirúrgica en el niño, con todos los adelantos de la ciencia médica, para beneficio de la especialidad de los niños, portadores de una patología quirúrgica y de la sociedad Boliviana en General.

 

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