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Acta Nova

On-line version ISSN 1683-0789

RevActaNova. vol.8 no.4 Cochabamba Sept. 2018

 

Artículo Científico

 

El cultivo de la hoja de coca en sistemas agroforestales dinámicos en los Yungas de La Paz

 

The cultivation of the coca leaf in dynamic agroforestry systems in the Yungas of La Paz

 

 

Johanna Jacobi1,2, Luis Lohse3, Joachim Milz3

1 Department of Environmental Science, Policy, and Management, University of California, Berkeley, EE. UU.
2 Centro para el Desarrollo y el Medio Ambiente, Universidad de Berna, Suiza
3
Fundación Ecotop, La Paz, Bolivia

Johanna.jacobi@cde.unibe.ch

Recibido: agosto 2018
Aceptado: septiembre 2018

 

 


Resumen: La coca es uno de los cultivos más antiguos en los Yungas de La Paz. Hoy en día, en su mayoría se planta en monocultivos y muchas veces en laderas inestables. El monocultivo de coca degrada los suelos, causa deslizamientos de terrenos, pérdida de biodiversidad y se desarrolla con el uso de agroquímicos potencialmente dañinos para la salud humana, los suelos y los cuerpos de agua. Sin embargo, en los Yungas persiste también un conocimiento ancestral sobre formas más sustentables de producción de coca con cultivos diversificados con árboles, arbustos y hierbas de diferentes usos. En este estudio se identificaron iniciativas y experiencias de recuperación de conocimientos ancestrales del cultivo sostenible de la coca, que integran técnicas de la agroforestería dinámica. La creciente demanda para coca orgánica puede ser una oportunidad para incentivar cultivos más sustentables y adaptados al cambio climático, que al mismo tiempo contribuyan a la seguridad alimentaria de las familias. Actualmente, el cultivo de coca con certificación orgánica en agroforestería dinámica ya representa una vía para más de 300 familias cocaleras en las Yungas de La Paz, y en miras de la degradación de suelos y la alta demanda de nuevas tierras para cultivar coca que está amenazando las áreas protegidas, es un potencial económico y ecológico para las más de 13 500 familias cocaleras de los Yungas paceños. Sin embargo, el cultivo de la coca en agroforestales dinámicos necesita apoyo técnico e institucional en el manejo de los sistemas agroforestales, en la investigación y en la comercialización tanto de la coca agroecológica como otros productos agroforestales.

Palabras clave: Erythroxylum coca, agricultura orgánica, agroforestería dinámica, Yungas de La Paz, Bolivia


Abstract: Coca is an ancient crop in the Yungas región of La Paz. Nowadays, coca is mostly grown in monoculture, often on steep and unstable slopes. Coca monoculture degrades the soil, causes landslides, reduces biodiversity, and involves use of agrochemicals that are potentially hazardous to human health, biodiversity, soils, and waterbodies. Meanwhile, some people in the Yungas have preserved ancestral knowledge on more sustainable, diversified forms of coca cultivation, where it is grown together with trees, shrubs, and herbs with different uses. In this study, we identify initiatives and experiences where ancestral knowledge about sustainable coca production was recovered and integrated with dynamic agroforestry techniques. Growing demand for organic coca offers opportunities for incentivizing cultivation methods that are more sustainable and better adapted to climate change while contributing to local families' food security. Certified organic coca cultivation in dynamic agroforestry systems is already practiced by more than 300 families. In view of soil degradation and increasing pressure for new cropland even in protected areas, it could be an option for many of the approximately 13 500 coca-farming families in the Yungas. However, they will require support in terms of management, research, and marketing of organic coca and other agroforestry products.

Key words: Erythroxylum coca, organic agriculture, dynamic agroforestry, Yungas of La Paz, Bolivia.


 

 

Coca kintucha sumaq llaqicha

Hamchum yachanki ñoqapa vidayta

Runapa llaqtanpi waqallanayta

Hamchum yachanki ñoqapa vidayta

Runapa llaqtanpi llakillanayta

 

Coca de las hojas bonitas

¿Eres tú que conoce mi vida?

Que voy a llorar en tierras extranjeras

¿Eres tú que conoce mi futuro?

Que voy a sufrir en lugares lejanos

(Encontrado en [1])

 

1    Introducción

1.1 Diversidad biocultural y sistemas de vida en los Yungas paceños

Los Yungas bolivianos son una zona de transición entre la Amazonia y el Altiplano [2]. Toman su nombre del vocablo aymara "yungas", que significa tierra cálida. Los Yungas son un lugar de muy alta biodiversidad, como especifica la Fundación Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés): La alta humedad de los Yungas resulta de gotas de agua de neblinas y lluvias de vientos alisios. La topografía es compleja, con un rango de 400 m de altura hasta más que 3500 m. El hábitat es tropical de montaña con bosques húmedo latifoliados, incluyendo bosques de neblina montañosos y otros tipos de bosques siempre verdes. El número de especies endémicas de esta ecoregión es alto, y las epifitas como bromelias y orquídeas son comunes, así como también helechos arborescentes y bambús del género Chusquea. También alberga especies de ecosistemas montañosos y especies de la Amazonia como el tapir (Tapirus terrestris) o el jaguar (Panthera onca) y especialistas de las laderas andinas y hábitats xéricos como el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), el gato de Geoffroy (Felis geqffroyi) y el pacarana (Dinomys branickii). El bosque húmedo siempre verde mediano a bajo posee varios pisos altitudinales con muy distintos tipos de vegetación: La ceja de monte con bosque de neblina mixtos está arriba de los 2500 m. Los bosques bajos de Polylepis pepei, que en su mayoría se han remplazado con matorrales siempre verdes y pajonales antropogénicos, se encuentran entre 3500 y 4200 m.

Los Yungas representan una de las reservas de biodiversidad más grande de Bolivia y una de las más grandes del mundo, principalmente de flora. En los Yungas se aplica el concepto del corredor de conservación, ya que enlazan siete áreas protegidas en el corredor Madidi-Amboró [3].

Aunque los Yungas de La Paz son una zona donde la biodiversidad se encuentra entre las más altas del mundo, no cuentan con la alta diversidad cultural de las tierras bajas debido a la inaccesibilidad y la historia de colonización con una época de despoblación durante la guerra del Chaco [4]. Spedding [5] supone que los Yungas ya estaban habitados por grupos aymaras antes de la época de los Incas. Actualmente, albergan colonias afrobolivianas, mientras que la mayoría de los colonizadores migrantes son de comunidades aymaras y quechuas [6].

1.2 La coca en los Yungas de La Paz

Hoy en día, más del 50% de la tierra cultivada en los Yungas del Departamento de La Paz se usa para el cultivo de coca, contribuyendo más del 80% del valor bruto de la producción agrícola en la región [7]. Esta situación se explica con los precios para la hoja de coca que se han mantenido altos y estables con tendencia a subir, por ejemplo de 34 Bolivianos por kilogramo de hoja seca en 2009 [8] a 65 Bolivianos en 2017 [9]. Cuando la tasa de inflación entre 1980 y 1985 llegó a 50 000%,el precio de la hoja de coca mantuvo su valor [10].

Con la Ley No. 906 General de la Coca de 2017, el área permisible de cultivo de coca se aumenta de 12 000 a 22 000 ha [9]. En los Yungas paceños, los productores cocaleros están organizados en la Asociación Departamental de Productores de Hoja de Coca de La Paz (ADEPCOCA), y su comercialización se controla por medio de la Dirección General de Comercialización e Industrialización de la Hoja de Coca (DIGCOIN), que depende del Viceministerio de Coca y Desarrollo Integral, autoridad que controla la circulación de volúmenes y precios en el mercado de la coca ubicado en la zona de Villa Fátima de la ciudad de La Paz.

Como los Yungas tienen una topografía muy inclinada, la coca se cultiva en laderas muy marcadas. Este cultivo causa desertificación por la pérdida de la fertilidad de los suelos mediante erosión, dando origen a la deforestación y ampliación para la habilitación de nuevos suelos, porque es más rentable ampliar nuevas tierras que restaurar la fertilidad de suelos [3]. El cultivo de la coca en los Yungas se caracteriza por ser muy rentable a corto plazo porque tiene un mercado asegurado. Este mercado se divide entre el consumo legal (en rituales, mascado de la hoja, mates y otros derivados) e ilegal (a la elaboración de cocaína base, de clorhidrato de cocaína y el creciente contrabando a países vecinos) [9]. Generalmente, los habitantes de los Yungas no cuentan con grandes superficies de tierra y en las últimas décadas han reemplazado los cultivos tradicionales y de alimentación como arroz, yuca (Manihot esculenta), walusa (Xanthosoma spp.), plátano (Musa spp.), racacha (Arracacia xanthorrhiza), frijoles, arvejas, café, naranja, mandarina, lima, limón, palta, mango, chirimoya (Annona cherimola), caña, amaranto, maní, zapallo, tomate, locoto, ajíes y la apicultura con el cultivo de la coca debido a su alto precio en el mercado. [8, 11, 12].

1.3 Objetivos del estudio

El cultivo moderno de la coca aporta sustancialmente a los medios de vida de las familias yungueñas en cuanto a ingresos económicos. Al mismo tiempo, pone en riesgo la soberanía alimentaria de las familias porque reemplaza la producción de verduras y frutas así como también de otros cultivos tradicionales como yuca, waluza, racacha, yacón (Smallanthus sonchifolius) y otros por la compra de arroz, fideo y carne de pollo. Para reconciliar la sustentabilidad económica, ecológica y social con el cultivo de la coca en los Yungas de La Paz, es necesario desarrollar, evaluar y visibilizar las alternativas al modelo del monocultivo de coca en un diálogo de saberes ancestrales y modernos [13]. Los objetivos específicos del presente trabajo fueron: 1) revisar la situación actual del cultivo de la coca sobre la base de publicaciones anteriores y entrevistas complementarias; y 2) analizar el potencial de la agroforestería dinámica en el cultivo de la coca y los factores que lo influyen. El estudio fue parte de un proyecto sobre agroforestería en Bolivia con la pregunta principal de cuáles son los factores que influyen en la adopción de los sistemas agroforestales [14].

 

2    Marco teórico y metodológico

2.1 Breve historia del cultivo de la coca en Bolivia

El cultivo y el uso de la hoja de coca han estado ampliamente presentes durante miles de años en América del Sur desde la Amazonia hasta los Andes y el Altiplano. La forma ancestral de la planta de la coca es Erythroxylum coca var. coca, que se encuentra a lo largo de las faldas de los Andes orientales desde Colombia a Bolivia entre 500 y 2 000 metros de altura [15]. Un estudio de diferentes sitios de la cultura Tiwanaku, confirma que mascar coca fue común hasta la costa del océano pacífico ya en el pre cerámico mediano alrededor de 9 000-5 000 antes de la era actual [1]. Se ha encontrado coca en las bocas de algunas momias y en sacos al interior de tumbas, lo que hace suponer que la hoja de coca tenía un importante significado en los ritos mortuorios [1, 16].

Durante la época de los Incas, el uso de la coca fue restringido a la élite y su uso sin autorización era penado. Con la llegada de los españoles terminó esta restricción y la coca fue cultivada en grandes extensiones para su uso en el trabajo forzado en las minas [16]. Hoy en día, se masca coca antes y después de trabajar y durante el reposo debido a sus propiedades saciantes y mitigadoras de sed y cansancio. Por otro lado, la coca tiene un lugar central en los trabajos comunales así como en rituales y fiestas [17].

Hasta el 2010, el cultivo de la coca cubría 31 000 ha a nivel nacional, reduciéndose a 20 400 ha en 2014 y subiendo a 24 500 ha en 2017, según los datos oficiales de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) [9]. Esta información contrasta con datos de otros autores que han publicado cifras más elevadas, por ejemplo más de 30 000 ha para el año del 2014.

En cuanto a la producción, UNODC [9] estima que 20 700 t de coca fueron producidas en los Yungas de La Paz el 2017. Como factores principales para la reducción de las superficies cultivadas entre 2010 y 2015, se mencionan los esfuerzos del control social, la erradicación por el gobierno de Bolivia y el abandono de cocales improductivos debido a la degradación de suelos. Sin embargo, esto ha provocado el avance de la frontera agrícola debido a que las familias afectadas necesitan compensar la pérdida, presionando a los ecosistemas incluso dentro de las áreas protegidas [18] (ver cuadro 2). Desde 2016, la superficie de cultivo de coca se encuentra de nuevo en crecimiento.

Existe cada vez mas acuerdo entre las diferentes organizaciones sobre el daño que causan los monocultivos de coca en las laderas de los Yungas a los suelos y la biodiversidad. Es posible visualizar los efectos de la degradación y la deforestación en los Yungas, en imágenes satelitales (Cuadro 1). Cada vez más autores afirman que la coca es una amenaza mayor para los ecosistemas y la biodiversidad [3, 19, 20].

El informe de 2018 de UNODC [9] menciona que en el año 2017, 253 ha de coca se encuentran dentro de las áreas protegidas como el Parque Nacional Carrasco, Cotapata, Amboró, Apolobamba, Isiboro Sécure y Madidi. A estos datos se suman 1 722 ha saneadas por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) dentro del TIPNIS y el Parque Nacional Carrasco, conocidas respectivamente como Polígono 7 y Línea Roja [17]. En 2017, un total de 7 237 ha de coca han sido erradicadas por el gobierno boliviano [9].

2.2 La coca y los sistemas de vida

Varios autores concluyen que la erradicación forzada de los cultivos de coca ilícitos no es la solución, porque provoca que las familias afectadas, después de perder sus cultivos, tienden a desmontar nuevas áreas de bosque para mantener los ingresos de la familia (p. ej. [18]).

La Ley Marco de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para Vivir Bien define los sistemas de vida como unidades funcionales entre comunidades humanas y el resto de la naturaleza. Los sistemas de vida son espacios socioecológicos, que combinan las características biogeográficas-climáticas de un lugar así como las estrategias de vida de los habitantes de este espacio [21]. Si consideramos las zonas cocaleras de los Yungas paceños como sistema de vida, podemos enfocarnos en los municipios de Chulumani, La Asunta, Irupana y Yanacachi en Sud Yungas y Coroico y Coripata y Caranavi en Nor Yungas, por ser los principales centros de producción de coca de la zona (cuadro 1). Las estrategias de vida en los Yungas están fundamentalmente basadas en actividades campesinas de carácter mercantil, donde un 80% de la producción total de los hogares está destinada a la comercialización de coca, mandarina, naranja, café, plátano y cacao [22]. La mayoría de las especies del genero Erythroxylum crecen debajo de los 1 000 metros de elevación, pero las especies cultivadas crecen hasta en una altura de 2 000 metros; no se cultivan en lugares más elevados porque no toleran heladas [1].

2.3 Métodos

Para este artículo nos basamos en la información de 62 entrevistas realizados en el marco de un proyecto de investigación sobre la agroforestería en Bolivia. Las entrevistas se realizaron entre 2015 y 2016 a productores agroforestales, representantes de organizaciones y políticos quienes fueron identificados en un muestreo de 'bola de nieve'. La información de las entrevistas fue complementada con literatura y experiencias de proyectos de la Fundación Ecotop, así como visitas a parcelas de coca diversificada en los Yungas de La Paz. Las especies identificadas en los cocales diversificados se determinaron primero elaborando un listado con los nombres vernáculos que luego fue revisado junto con expertos del herbario del Instituto de Ecología de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz (para más información [14]). En este sentido, este trabajo es una revisión de datos científicos y otras informaciones sobre el cultivo de coca diversificado, complementado con experiencias de Ecotop y datos del proyecto de investigación sobre sistemas agroforestales en Bolivia y los factores que los influyen.

 

3    Resultados y discusión

3.1 Del policultivo al monocultivo

El cambio que ha significado el cultivo de la coca en sistemas diversificados en espacio y tiempo a los monocultivos, se puede describir como un proceso de transformación de ecosistemas completos y multidimensionales a sistemas lineales y reducidos al productivismo [16]. Esta conversión se produce junto con un cambio de la manera de entender el mundo y con un cambio de la relación entre el humano y la naturaleza. El fenómeno más ligado a estos procesos es la pérdida de biodiversidad junto con el desarrollo de la llamada Revolución Verde. Esta simplificación hace que procesos naturales fundamentales se interrumpan, lo que provoca entre otros daños, la pérdida de la fertilidad del suelo. Este proceso se puede observar en el cultivo de la coca así como en muchos otros cultivos en Bolivia, como por ejemplo en la quinua. En este modelo, la sucesión natural está llevada a cero en cada ciclo de producción, lo que interrumpe los ciclos de nutrientes y no permite acumulación ni reciclaje de biomasa en el suelo [16]. Esta situación contrasta con los antiguos sistemas de producción que integraban plantas, animales y humanos y se dirigían hacía la auto-suficiencia y soberanía alimentaria del productor, ya que en los Yungas el acceso a insumos externos era limitado.

En los sistemas de monocultivo de coca actuales, las funciones perdidas de un ecosistema complejo se compensan con agroquímicos y fertilizantes. Las grandes extensiones de coca en monocultivos en los Yungas han provocado un uso de altas cantidades de plaguicidas, entre los más utilizados se encuentran el Tamaron, Estermin, Folidol [12], y Karate, todos con elementos tóxicos [5]. El producto llamado Tamaron contiene metamidofos, que está clasificado de alta toxicidad y posiblemente contaminador de los acuíferos. Desde 2015, el compuesto metamidofos es prohibido en Bolivia según Resolución Administrativa SENASAG No. 170, pero aún se encuentra en tiendas y es usado en la aplicación en diversos cultivos como por ejemplo la soya [23, 24]. Estermin contiene butóxido de piperonilo y piretrinas y está clasificado como posible disruptor endocrino y carcinógeno. Folidol está compuesto por paratión de metilo, que es de muy alta toxicidad y también un posible disruptor endocrino . Karate contiene cyhalotrina, que además de ser altamente toxico para peces e invertebrados acuáticos, es un posible disruptor endocrino.

En miras al uso prolífero de coca en prácticas sociales y culturales, es necesario desarrollar un cultivo de coca sano, natural y ecológico [17]. Spedding [5] y Spedding y Aguilar [25] describen otro cambio pronunciado de los monocultivos de grandes extensiones con coca, que es el uso de riego con tubos o con aspersión, que muchas veces provoca conflictos sociales por el agua consumible de las comunidades.

Usualmente, el cultivo de la coca se realiza en surcos (wachus) para evitar la fuerte erosión y pérdida de nutrientes y humedad en las laderas pronunciadas de los Yungas [9]. Los wachus se construyen a lo largo de las laderas, cada uno de una altura desde 30 cm hasta un metro en laderas muy pronunciadas y con una base de piedras y cimiento. La construcción de los wachus es un proceso que requiere mucho esfuerzo, por lo que existen varias formas de trabajo comunitario colaborativo como el ayni [5].

La mayoría de los suelos de los Yungas se caracterizan por tener bajas cantidades de fósforo y nitrógeno, así como cantidades más altas de potasio [8]. Las pendientes, en combinación con las altas precipitaciones favorecen la lixiviación de los suelos, asociada con la acidificación que trae consigo la toxicidad del aluminio para los cultivos, ocasionando que el fósforo no sea tan accesible para las plantas.

Con la intensificación del cultivo de la coca en los Yungas se han perdido las prácticas tradicionales de rotación y diversificación de cultivos [7]. Según este autor y nuestros entrevistados, en los Yungas los árboles son vistos como un estorbo para la actividad agrícola, aunque la incorporación de árboles y arbustos al sistema sea la única forma de volver a un cultivo de coca sustentable y con futuro.

Con un manejo adecuado, una planta de coca puede producir durante más de 40 años [17]. Sin embargo, las plantaciones actuales de coca en monocultivo en pendientes en los Yungas duran de 10 a máximo 30 años, debido a la falta de cubertura vegetal de la tierra y la constante exportación de nutrientes a través de las cosechas de hojas de coca cada 3 a 4 meses (ver Tabla 1 y Cuadro 3). Cuando la producción baja, el cocal se abandona y termina muchas veces en derrumbes y deslizamientos del terreno con elevada pendiente.

3.2 Alternativas al monocultivo de coca antes y hoy

La degradación del suelo no es inevitable en el cultivo de la coca. Spedding [11] encontró que la coca puede crecer en suelos muy pobres que no soportan otros cultivos y destaca que la planta de coca necesita muchos menos nutrientes que por ejemplo el maíz. Además, el género Erythroxylum es originario de los sotobosques de los bosques tropicales, razón por la que es apto para crecer bajo la sombra de otras plantas. Varios autores mencionan que la coca en su forma de cultivo tradicional fue plantada en pequeñas extensiones con otras especies como la yuca o maíz y árboles del genero Inga, que proporcionaban sombra a las plantas jóvenes de coca y ayudaban en disminuir la erosión de los suelos en su etapa inicial [16, 27]. En algunos municipios se puede ver todavía que otros cultivos de subsistencia como la yuca se plantan junto con la coca [9]. Un productor de coca agroecológica entrevistado describió cómo diversifica sus parcelas de coca con el chími (leguminosa de hojas menudas que mejora el suelo y proporciona semisombra, nombre científico no identificado), el sikili (Inga spp.) y el ceibo (Erythrina poeppigiana) los cuales proporcionan humedad en el sistema y además fijan nitrógeno en el suelo. También plantó barbasco o sacha (Dioscorea composita), wakataya (Tagetes minuta) y quirquiña Porophyllum ruderale) alrededor de sus cocales como plantas repelentes contra insectos perjudiciales. Mencionó que antes todas las plantaciones de coca eran así diversificadas con plantas de diferentes usos, pero que la gente ya ha olvidado esta práctica. Este productor también experimentaba con floripondio (Brugmansia spp.) alrededor del cocal para protegerlo de plagas con buenos resultados.

Spedding y Aguilar [25] describen cómo los cocales tradicionalmente se convierten en huertos cuando las plantas de coca empiezan a producir menos, sustituyendo la coca con plantas de café (Coffea spp.), cítricos, plátanos y árboles de sikili. Cuando se podan los árboles y arbustos, se plantan cultivos de autoconsumo, como maíz, racacha o walusa. Con el tiempo, las parcelas de coca se diversifican, por ejemplo, de parcelas cocaleras pasan a ser cafetales diversificados con coca, mango (Mangifera indica), cítricos y con sombra de sikili, que fija nitrógeno [8]. Nogales [28: 100] describe cómo la coca forma "parte de un sistema integrado, tanto en términos sociales como ecológicos": Por un lado corresponde al ciclo agrícola en conjunto con los demás cultivos tradicionales y por otro lado se integra al ciclo de vida de una familia. Cuando una pareja joven se casa, implementa sus parcelas de coca, posteriormente sus hijos les ayudan con la cosecha cuando las plantas ya producen bien y apoyan económicamente al hogar. Los diferentes trabajos en el cultivo de la coca generan empleo para gente de toda edad y durante todo el año mientras son productivos. Cuando la pareja envejece, el cocal se convierte paulatinamente en un huerto agroforestal que les exige menos trabajo y más seguridad alimentaria y luego pasa a ser un bosque secundario. Es un círculo de vida que no implica una deforestación alta [2]. De esa manera, la planta de la coca ha contribuido fuertemente a un desarrollo campesino autónomo, siendo a la vez una planta de alto valor económico, simbólico y cultural [5].

Con el abandono de la producción tradicional y de subsistencia, los Yungas han perdido el título de "paraíso de las frutas" que antes ostentaban [7], como también nos confirmó una productora de coca agroecológica diversificada:

"En los Nor Yungas ya no crece fruta, no hay nada, solo coca y algunos mangales enfermos" (Productora y promotora de coca agroecológica en La Asunta)

Este cambio en las estrategias de los productores, que se manifiesta en el paisaje, se da por las múltiples ventajas de la hoja de coca a corto plazo (Tabla 2), entre ellos su rentabilidad elevada en comparación con otros cultivos que se echan a perder rápidamente (p. ej. frutas). Al ser liviana, su transporte del lugar de producción hasta el camino principal para su traslado posterior al mercado, es sencillo [5]. Todos estos factores han contribuido al hecho de que ningún otro cultivo, ni ninguna de las alternativas impulsadas por la cooperación internacional, han logrado reemplazar, ni erradicar en forma forzada el cultivo de la coca en los Yungas.

3.3 Agroforestería dinámica: principios agroecológicos y experiencias

La organización Ecotop trabaja desde más de 20 años en los Yungas de La Paz y desde 2007 en el cultivo de la coca, recuperando antiguas técnicas tradicionales, para implementarlas con nuevas técnicas. La agroforestería dinámica trabaja con la sucesión natural, combinando especies nativas y exóticas, generando procesos caracterizados por sinergias, en lugar de competencia entre las plantas.

A continuación, se resumen los principios de trabajo, experiencias y observaciones en sistemas agroforestales dinámicos con coca.

3.3.1 Principios de procesos sucesionales de los ecosistemas

Según Ernesto Gótsch, la sucesión natural es el vehículo mediante el cual la naturaleza se mueve en el espacio y el tiempo. Partiendo de las respectivas condiciones locales de cada emplazamiento, son diferentes las comunidades vegetales que pueblan los suelos. Según Götsch [29, 30] se las puede subdividir en sistemas de acumulación y de abundancia. La clasificación que se presenta a continuación intenta describir de forma simplificada las diferentes etapas sucesionales. La transición de un sistema al siguiente es fluida e incluso es posible observar la presencia de distintos sistemas en un solo lugar [29-34].

3.3.2 Sistemas de acumulación

La vegetación en un determinado lugar, como por ejemplo en la superficie de una roca o de un suelo erosionado, empieza siempre con los llamados colonizadores, como bacterias, hongos, musgos y liquenes. En el momento en que éstos han creado las condiciones básicas para el asentamiento de especies vegetales superiores, empieza el tránsito a la siguiente etapa sucesional, que presenta una complejidad mayor que la del sistema precedente. En el proceso sucesional ocurrirán más fases de los sistemas de acumulación, que en cada caso se caracterizan por una diferente composición de especies. En dicho proceso se presentan siempre asociaciones de plantas que ocupan de manera óptima todos los nichos ecológicos del lugar correspondiente y realizan una contribución máxima a la evolución energética y a la acumulación de sintropía. A lo largo de estas fases se incrementa continuamente el contenido de biomasa del sistema. La relación carbono/nitrógeno en la biomasa de estos sistemas, que inicialmente se mantiene todavía relativamente amplio a causa de su composición de especies vegetales que contienen una gran proporción de complejos ligníticos difíciles de desdoblar, permite la formación de una capa de humus y tierra vegetal igualmente difícil de desdoblar (de ahí la denominación "sistemas de acumulación") .

3.3.3 Sistemas de abundancia

En la serie de sistemas de acumulación pueden surgir, dependiendo de las condiciones de cada lugar, los llamados sistemas de abundancia. Son los producidos por asociaciones vegetales que presentan una más estrecha relación carbono/nitrógeno y que son características de suelos más fértiles. La mayor parte de las plantas útiles cultivadas por el ser humano pertenecen a sistemas de abundancia. Además de la más estrecha relación C/N de la biomasa, estos sistemas se caracterizan tanto por una mayor producción de biomasa como por un mayor metabolismo energético.

El proceso sucesional natural no ocurre en cada lugar de la misma manera. En el caso de numerosos lugares, como por ejemplo laderas empinadas en terreno rocoso, a causa de la gravedad no se puede acumular fácilmente la biomasa. En estos casos la acumulación tiene lugar en lugares más planos y en depresiones del suelo. También en determinadas zonas ribereñas de ecosistemas fluviales se puede observar un tipo de acumulaciones en que partes de la biomasa producida son arrastradas por el agua y se almacenan en grandes cuencas aluviales. Ejemplos conocidos de esto son las fértiles (históricas) zonas inundables del Nilo, del Eufrates y del Ganges.

3.3.4 Dinamización natural de un sistema

En las regiones de trópico húmedo aparecen con frecuencia tormentas localmente limitadas con vientos de gran velocidad que pueden producir estragos y arrancar árboles de raíz. Esto tiene como consecuencia una elevación del metabolismo energético, debido a la caída de ramas y troncos, y conduce simultáneamente al rejuvenecimiento del sistema total. Por tanto los fenómenos de este tipo no deben interpretarse como accidentes o catástrofes de la naturaleza. Más bien representan un mecanismo que posibilita la ulterior evolución y el tránsito de un sistema a otro. En los sistemas agroforestales sucesionales se introducen estos "trastornos" en forma de trabajos de raleo de árboles y regulación selectiva de las especies de regeneración natural. De esa manera, se eleva considerablemente la cantidad de biomasa acumulada en el suelo, sobre todo en forma de ramas, lo que resulta importante para la función descrita por Lemieux [35] en relación a los compuestos de lignina para la formación de suelos. Para la coca, hay dos podas, 1) la poda de regeneración para rejuvenecer las plantas, denominada "pillo", que consiste en cortar el tallo de la planta cada 3 o 4 años a pocos centímetros del suelo y 2) la poda sanitaria para el control de enfermedades [17]. Generalmente no se realizan podas en luna nueva [36].

3.3.5 Consorcios de especies

Cada uno de los sistemas y subsistemas descritos, empezando por los organismos colonizadores y pasando por las diversas etapas de sistemas de acumulación hasta llegar a los sistemas de abundancia, se caracterizan por el tipo de plantas y comunidades que van apareciendo de manera natural en cada lugar. Se distinguen considerablemente unos de otros según el emplazamiento. Todos están sometidos a un principio común que es la dinámica de la sucesión natural de especies, que como se verá a continuación, puede presentarse de manera simplificada. La clasificación que aquí se hace de los consorcios de plantas tiene lugar de acuerdo con la duración promedio de su ciclo vital natural dentro de un sistema (cuadro 5).

Muchas especies cultivadas como el maíz, el arroz, los frijoles, el sésamo (Sesamum indicum), el mijo (nombre científico no identificado) y los diferentes tipos de hortalizas, se cuentan entre las pioneras de los sistemas de abundancia. Las especies nativas también tienen un rol importante en los sistemas agroforestales sucesionales: Götsch [29] observó que sus cultivos desarrollaron mejor si dejaba colonizar un suelo por plantas nativas y solamente les cortó cuando habían madurado (deshierbe selectivo). Antes de madurar, ayudaron mejorar el suelo y con su crecimiento vigoroso estimularon a los cultivos para crecer más rápido en su presencia. Cubriendo el suelo, brindaron hábitat para la biodiversidad, lo que ayudó a no sufrir ataques de plagas y enfermedades, mientras abonaban el suelo con su biomasa. Schulz et al. [37] describen un efecto alelopático influyendo el crecimiento de las plantas cercanas: las plantas que envejecen reducen también el crecimiento y desarrollo de otras plantas alrededor, mientras que las plantas jóvenes en crecimiento, incrementan también el crecimiento de las plantas vecinas. Las plantas que han completado su ciclo de vida se cosechan y los restos se cortan y se distribuyen en el suelo para protegerlo de la erosión y aumentar tanto la humedad como la fertilidad del terreno. También en Bolivia se han observado beneficios similares de las plantas nativas dentro del sistema de producción [12, 38, 39]. La poda y los deshierbes selectivos son las actividades más importante en un sistema agroforestal sucesional para aumentar la biomasa en el suelo, mantener el suelo cubierto, dinamizar el sistema y dejar entrar luz para asegurar la producción.

Después de la maduración de sus semillas, las plantas pioneras mueren y el material orgánico que queda es transformado por los microorganismos del suelo. A continuación, predominan las especies que tienen un ciclo vital de 6 meses a 2 años (Especies Secundarias I). También aquí se encuentran representantes de especies cultivadas, como por ejemplo la piña (Ananas spp.), el frijol de árbol, la yuca y el ricino (Ricinus communis). Bajo la protección de las Especies Secundarias I crecen las Especies Secundarias II con un ciclo vital de 2 a 15 años. Éstas son las que luego dominan el sistema cuando mueren las Especies Secundarias I. Representantes de especies cultivadas conocidas y que pertenecen a este consorcio de sistemas tropicales de abundancia son el plátano, la papaya (Carica papaya), la chirimoya y la pimienta (Piper nigrum).

Las Especies Secundarias III, con un ciclo vital de 15 a 80 años marcan ya el tránsito a las especies de bosques primarios. Entre las Especies Secundarias III se encuentran diferentes especies de cítricos como la naranja (Citrus sinensis), la mandarina (Citrus reticulata) y el pomelo (Citrus maxima), además de la palta (Persea americana) y diferentes tipos de frutas tropicales poco conocidas como el maran (Artocarpus sp.) y el mapati (Porouma tomentosa). Entre las especies primarias cultivadas están el cacao (Theobroma cacao), el café, el mango, la yaca (Artocarpus heterophyllus), y también las frutas nativas del género Garcinia como el mangostán (Garcinia mangostana) y el achachairú (Garcinia humilis), al igual que la nuez amazónica (Bertholletia excelsa). Muchas de las maderas nobles como la mara (Swietenia macrophylla) pertenecen asimismo a las especies primarias de los sistemas de abundancia.

Cada uno de los consorcios arriba descritos está compuesto por especies que asumen en el sistema un "piso" o estrato diferente. Simplificando las cosas se puede describir tres "pisos" diferentes: La estructura superior (estrato alto), la estructura media (estrato medio) y la estructura inferior (estrato bajo). En el caso de las especies pioneras anteriormente mencionadas, los porotos por ejemplo pertenecen al estrato bajo, los tomates ocupan el estrato medio y el maíz el estrato alto. Por tanto, se pueden cultivar conjuntamente. En el caso de las llamadas especies primarias ocupan el estrato bajo por ejemplo el cacao y el café; el estrato medio el mango, la yaca y el mangostán; y el estrato alto la nuez amazónica. Los ecosistemas naturales aprovechan un lugar de forma óptima, tanto respecto al espacio como a la secuencia temporal. La sucesión natural de especies, mediante la diferenciada estratificación en el espacio, aprovecha con la máxima eficiencia la radiación solar para transformarla en complejas formas orgánicas de energía y almacenar la mayor cantidad posible de sintropía.

La base tradicional de los sistemas agro forestales dinámicos son los jardines forestales con un alto porcentaje de vegetación nativa en el sur de México así como las prácticas de uso de diferentes estados sucesionales en sistemas de cultivo por el pueblo de los Kayapo en la Amazonia de Brasil [37]. Los sistemas sucesionales o dinámicos modernos fueron profundamente trabajados e investigados en Brasil [40] y en Alto Beni en Bolivia (p. ej. [38]). Hoy en día se aplican en proyectos en diferentes partes del mundo con muy buenos resultados por ejemplo, en sistemas del cultivo de cacao.

Una mayor ventaja de los sistemas agroforestales dinámicos es la diversidad y los diferentes ciclos de vida de los cultivos, que permite la cosecha, venta de productos y ingresos a partir del primer año, eliminando el "hueco de hambre" que se da en plantaciones de cultivos que tardan varios años hasta producir. Los pocos estudios científicos sobre la agroforestería dinámica que existen, comparan sistemas agroforestales dinámicos con diferentes monocultivos en la región de Alto Beni y coinciden en encontrar la productividad y fertilidad del suelo más elevada en los sistemas agroforestales dinámicos que en los monocultivos. Por ejemplo, Todt et al. [41, 42] encontraron la concentración de nutrientes más elevados, la capa de materia orgánica más profunda, y los suelos con más materia orgánica en sistemas agroforestales dinámicos con naranja que en monocultivos de naranja. Milz [38] encontró 50% menos frutas de naranja dañadas por moscas de fruta (Anastrepha spp. and Ceratitis captitata) que en monocultivos, mientras que la productividad por árbol de naranja fue siginitivamente más alta en sistemas agroforestales dinámicos y el contenido de azúcar en las frutas no mostraba diferencias significativas. Gruberg [43] investigaba plagas, enfermedades y productividad en sistemas agroforestales dinámicos en comparación con sistemas de baja diversidad de cacao, y encontró menos incidencia de escoba de bruja (Moniliophthora perniciosa) y mazorca negra (Phytophthora palmivora) con una productividad de cacao similar más una multitud de productos diferentes en los sistemas agroforestales dinámicos (ver también [44]). Schulz [45] describió la restauración de monocultivos de ricino con suelos muy degradados con sistemas agroforestales dinámicos en Bahia en Brasil y encontró que la producción de ricino incremento hasta 90%, y la productividad del sistema cuadruplicó después de la implementación de un sistema agroforestal dinámico.

3.4 Experiencias con sistemas agroforestales dinámicos con coca como cultivo principal

De los resultados y los estudios revisados se puede concluir que la coca es muy importante para las familias yungueñas en términos económicos y culturales y que es posible e importante manejar la coca de una forma sustentable para evitar los problemas mencionados. Según varios estudios, la mejor práctica de recuperación de suelos y la única forma de llegar a un cultivo sustentable de la hoja de coca son los cultivos de cobertura del suelo y la implementación de sistemas agroforestales [7, 8]. Debido a la permanente "exportación" de minerales y nutrientes a partir de las hojas de coca es importante de mantener un flujo alto de transformación de materia orgánica en el suelo, lo cual es posible solamente mediante especies acompañantes capaces de acumular biomasa.

Como se mencionó anteriormente, la coca no necesariamente degrada los suelos [2, 11]. Al ser una especie del sotobosque, es apta para crecer bajo sombra y para asociarse con una diversidad de hierbas, arbustos y árboles para llegar a formar un ecosistema funcional. Los antiguos habitantes de los Yungas conocían estas interrelaciones y asociaban sus cultivos de coca con árboles frutales, walusa, maní (Arachis hypogaea), ajíes (Capsicum spp.) y apicultura entre otros [7].

El Plan Nacional de Desarrollo: Bolivia digna, soberana, productiva y democrática para Vivir Bien [46] plantea la producción de coca ecológica con certificación orgánica eliminando el uso de agroquímicos [36]. La Ley No. 913 General de la Coca de 2017 implica que "El productor de la hoja de coca, deberá implementar acciones para la conservación y recuperación del suelo" (artículo 10.1). Los pocos proyectos que trabajaban con el cultivo de coca ecológico y orgánico recomiendan la recuperación de suelos degradados mediante sistemas agroforestales dinámicos en la producción orgánica de la hoja de coca [12, 36]. Ecotop, como una organización local, ha apoyado a más que 200 familias en obtener la certificación orgánica para el cultivo de coca. Para el año 2010, la superficie total cultivada de coca orgánica era de 673 catos (aproximadamente 168,25 ha) con 315 productores orgánicos o en transición de los 1 470 productores registrados de las comunidades afiliadas a la Asociación Departamental de ADEPCOCA [12]. La producción de coca orgánica en los Yungas no solamente significa no aplicar agroquímicos, sino cultivar en sistemas agroforestales diversificados: En total encontramos 51 diferentes especies de cultivos y árboles en los agroforestales con coca. Ecotop realizó experimentos con diferentes especies que acumulan biomasa y cubren y mejoran el suelo como canavalia (Canavalia ensiformis), frijol de árbol (Cajanus cajan), y achiote (Bixa orellana). Se identificaron también especies nativas como la khela (Crotalaria sp.), sikili, especies de la familia Asteracea y Melastomatacea y otras que caracterizan la vegetación secundaria (ver cuadro 6). ADEPCOCA recomienda en sus materiales por ejemplo la khela para cubrir el suelo y el ricino para cumular biomasa y reactivar los procesos microbiológicos [36]. Milz [38] describió que en sistemas agroforestales dinámicos con naranja, las plantas nativas se usan especialmente en el estrato alto como árboles que defolian en la época seca, lo que permite que la luz induzca la floración de los árboles de naranja. Schulz et al. [37] describieron que las plantas nativas asociadas con su potencial alto de acumular biomasa proveen nitrógeno en el sistema. Según su estudio, la integración de árboles nativos del bosque secundario es eficiente en el ciclo de nutrientes acelerado. En sistemas agroforestales de los valles interandinos semiáridos se han observado efectos positivos edáficos con las especies nativas Schinus molle (incremento de humedad y respiración del suelo, nitrógeno y fosforo) y Dodonea viscosa (incremento de la materia orgánica del suelo y pH) [39].

Aunque los productores entrevistados veían la producción de coca más baja en sistemas agroforestales, comentaban que la producción diversificada generaba un ingreso total más alto, y más diversificado. Dávila [12] también observó que los ingresos que la coca orgánica generaron 17 950 BOB vs. 9 475 BOB en un año en un cato (0,25 ha) de monocultivo convencional, aunque la cosecha de hoja de coca fue un 39% más baja en el sistema orgánico, pero se podía vender café, cítricos, mangos y miel, además de producir cultivos de subsistencia como la walusa, lo que reduce los gastos de la familia para alimentos cotidianos. El costo de producción fue más alto en el sistema orgánico, pero al final generó un valor neto de la producción de 5 690 BOB por un cato en comparación a 2 135 BOB en un cato del sistema convencional que solamente produce hoja de coca. El estudio de Dávila [12] demuestra que ambos sistemas pueden ser rentables (Tabla 3).

El mercado para la coca orgánica en Bolivia aún no está muy establecido, pero los intermediarios que acopian coca para el mercado nacional para mascar generalmente reconocen la calidad superior de la hoja producida sin agroquímicos y pagan un precio equivalente al mejor precio vigente [5]. Sin embargo, el potencial existe, como nos informó un productor de coca agroecológico en la entrevista:

"Hasta ahora vendemos [la coca] en el mercado local. Ya en Yolosita todo se vende, ni siquiera llega hasta La Paz. Es por la mejor calidad y porque es dulce y verde, me pagan 40 [BOB] en vez de 30 [BOB], manejamos la coca bien limpia, y los compradores saben eso"

(Productor y técnico de coca agroecológica, La Glorieta)

Algunos autores notan que la mano de obra en el sistema orgánico es más alta (p. ej. [12]). Sin embargo, las experiencias de Ecotop indican que la incorporación de altas cantidades de biomasa que se genera mediante la poda de especies acompañantes reducen considerablemente el tiempo requerido para el chonteo, activitad que consiste en raspar y aflojar la tierra compactada de los wachus y eliminando las hierbas. Generar empleos rurales puede ser una ventaja para hombres y mujeres mayores y jovenes que ayudan en la cosecha y en el deshierbe. De esa manera se puede reducir el desempleo rural y brindar una perspectiva para la población de estas zonas que se podría sentir obligada de migrar a las ciudades. Para este fin, es necesario garantizar un precio adecuado para la hoja de coca orgánica, lo que requiere desarrollar un mercado especializado y concientizar a los consumidores.

Políticos entrevistados en el marco del presente estudio mencionaron que compradores del extranjero pidieron grandes cantidades de coca orgánica para el mascado en países donde no está prohibido, creando asíun mercado potencial para la coca orgánica. Sin embargo, los productores de coca entrevistados estaban preocupados porque el Viceministerio de Coca y Desarrollo Integral no priorizaba el asunto. Otra preocupación por las organizaciones locales era el manejo post-cosecha de la hoja de coca, porque las condiciones de higiene en el secado y en los mercados varían mucho lo que puede resultar un obstáculo para la exportación. Al mismo tiempo, los productores mencionaron algunos proyectos y organizaciones que están trabajando en el tema del cultivo de coca diversificada y orgánica, como Ecotop y Jatun Sach'a en los Yungas de La Paz, y grupos de los Yungas de Vandiola en el Departamento de Cochabamba. Estos grupos de productores de coca ogánica comentaron que necesitaban apoyo para el cultivo sustentable de coca, situación que no se daba aunque el Viceministerio de Coca y Desarrollo Integral había estado en contacto con diferentes grupos y había mostrado su interés en el cultivo de coca en sistemas agroforestales diversificados. Los entrevistados en ese estudio consideraban el potencial de la coca en agroforestería muy alto, si hubiera apoyo oficial del Estado. En Alto Beni, otra región de los Yungas (donde el cultivo de coca no es legal pero no obstante existe), los entrevistados también cultivaban la coca en sistemas agroforestales, y aunque no veían el potencial que este cultivo representa para la protección de los suelos, su cultivo responde a que los cocales no son fácilmente detectables por imágenes satelitales en un sistema agroforestal. La razón por la que existe escaso apoyo a proyectos de coca orgánica, según algunas organizaciones, es que es un tema politicamente dificil, razón por la cuál muy pocas organizaciones y financiadores están dispuestos a involucrarse en el tema, sumado a que existen muy pocas investigaciones sobre métodos del cultivo sustentable de la coca [7]. Las organizaciones entrevistadas informaron que muchas veces había sido el mal estado de los suelos degradados lo que acabó por convencerlos en invertir en un sistema agroforestal diversificado. La conciencia de los mismos productores fue un tema muy discutido, como indicó una productora de hoja de coca de La Asunta:

"A mí muchos me dicen que estoy mal con mi cultivo de coca diversificada. Me extraña que me ven mal los productores por mi forma de manejar, es alarmante, es feo, la gente no entiende, muchos dicen que la diversificación de la coca es una estrategia del gobierno para reducir la producción, dicen que es para 'auto erradicar' la coca. ¡Tanta ignorancia!

El problema mayor es la concientización. Se necesita mucha concientización. Los jóvenes crecen con el olor de los químicos, ¿cómo lo van a cuestionar? Hacerles entender que se produce un poco menos de hoja de coca, pero tienes plátano y muchas cosas más. Hay mucho potencial. El tema no es solamente la producción. Es educación, es nutrición. Es mucho más profundo."

(Productora y promotora de coca agroecológica, La Asunta).

Tres productores de coca entrevistados que trabajan con los sistemas agroforestales viven una experiencia muy positiva y ven mucho potencial en esta forma de cultivar. Su motivación de convertir su cocal de un monocultivo a un sistema agroforestal diversificado, parte de la idea de controlar la erosión y tener menos plagas y enfermedades en las plantas de coca, mejorando la salud de sus familias al no aplicar agroquímicos y diversificando su dieta.

Para que el conocimiento y las buenas experiencias no se queden aislados y para mejorar el seguimiento y la continuidad de las iniciativas, Ecotop ha establecido el trabajo con peritos, productores de coca agroecológica, que viajan y enseñan a otros interesados. Algunos productores ya tienen título de Peritaje en Producción Ecológica Sostenible de la Universidad Católica de Bolivia y convenios con Ecotop y la Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia (AOPEB). Sin embargo, dos peritos entrevistados mencionaron que hace falta un apoyo real de las instituciones estatales y de financiadores al nivel nacional e internacional, lo que actualmente impide un avance a larga escala en el cultivo de coca agroecológico en sistemas agroforestales dinámicos.

 

4    Conclusiones

Nuestro estudio, complementado por la revisión de literatura y experiencias del cultivo de coca indica que la producción de la coca orgánica en sistemas agroforestales dinámicos puede generar beneficios económicos constantes y estables, así como beneficios sociales y ambientales por la producción diversificada y suelos recuperados, usando recursos del lugar. Hoy en día, existen plantaciones de coca en seis áreas protegidas en Bolivia, la mayoría de ellos en el Parque Nacional Carrasco en el trópico de Cochabamba, con tendencia al incremento. Para no llegar a la misma situación en los Yungas, es crucial conservar y recuperar los suelos en las áreas del cultivo de coca con sistemas agroforestales dinámicos. El trabajo en sistemas dinámicos requiere conocimientos profundos reflejados en un manejo en función al cultivo principal, que consiste en el rejuvenecimiento permanente del sistema, en la creación de un flujo alto de biomasa, lo que implica trabajar creando sistemas y no monocultivos. La presencia de especies nativas en sistemas agroforestales dinámicos es importante para acumular biomasa y mejorar el suelo, para albergar organismos benéficos y para dinamizar el sistema con su crecimiento, y en el caso de los árboles nativos, con su patrón de defoliación.

Ecotop es la organización que posiblemente más experiencia tiene en el trópico de Bolivia con los sistemas agroforestales dinámicos, entre ellos, sistemas con coca. La lucha internacional contra el cultivo de la hoja de coca se puede comparar con la lucha de los productores contra las plagas y enfermedades en los monocultivos: Ambos luchan contra síntomas y con éxito limitado. El problema clave de la coca es la degradación de suelos y ecosistemas por los monocultivos de coca, combinado con la fuerte influencia del narcotráfico, lo que provoca la migración de los productores y el avance de la frontera agrícola hacia los bosques primarios y áreas protegidas. Un acompañamiento técnico agroecológico sería la mejor forma para fomentar un desarrollo sostenible en las zonas dónde el cultivo de la coca es legal como en los Yungas de La Paz. Por estas razones, se propone la investigación y la implementación de sistemas agroforestales dinámicos en los Yungas de La Paz junto por técnicos y productores. Este proceso se podría lograr con experimentos de diferentes asociaciones de una diversidad de cultivos con un enfoque ecosistémico, (incluyendo coca sin uso de agroquímicos) por un lado para asegurar la soberanía alimentaria y la reforestación productiva y por el otro, para fomentar un entendimiento de las interrelaciones entre lo económico, ambiental, y socio-cultural. Involucrar la hoja de coca es crucial para cualquier programa de desarrollo productivo en los Yungas. Actualmente, existe un marco político-institucional con el programa Desarrollo Integral y Sostenible del Ministerio de Planificación y Desarrollo y el Viceministerio de Coca y Desarrollo Integral, entre otros. Sin embargo, el desarrollo sostenible del cultivo de la coca requiere un movimiento entre diferentes actores, que enseñan e implementan los sistemas diversificados con principios agroecológicos y exigen apoyo para la implementación e investigación, por ejemplo en forma de proyectos de implementación, apoyo técnico, desarrollo de mercados y un centro de investigación de coca agroecológica.

Este artículo demuestra alternativas al monocultivo de coca el cual forma parte de una estrategia basada en insumos externos y dependiente de políticas y mercados externos. Existen saberes ancestrales en el cultivo de la coca en los Yungas, como por ejemplo el uso y manejo de las especies asociadas y conocimientos modernos basados en un entendimiento científico de la sucesión natural en sistemas agroforestales dinámicos. En la agroforestería dinámica se facilita un diálogo de saberes ancestrales y modernos, que permite avanzar hacia un desarrollo integral de los sistemas de vida que puede ser benéfico en términos ecológicos, económicos, y socio-culturales hacía el Vivir Bien.

 

Agradecimientos

Los autores desean agradecer a María Isabel Pillco M., Alison Spedding, Mario Villca, Lucio Copa, Estela Ramos, Miguel Altieri, Stephan Rist y Daniela Toledo, a DIGCOIN y a ADEPCOCA. Sin estas personas y organizaciones el estudio no hubiera sido posible.

 

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