Editorial

 

 

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Algunas revistas se comportan como los organismos vivos. Una vez que reciten el primer soplo de vida, empiezan a tener una visión propia de su lugar en el mundo; deciden qué es lo que más les conviene y dejan a sus creadores fuera del control de sus vidas. Este es, precisamente, el caso de ACTA NOVA, que ha decidido inclinarse en esta ocasión por el intercambio de experiencias. La sección Universidad, Empresa & Sociedad ha acaparado la atención de los autores -dejando temporalmente la divulgación científica- y ha pasado a constituirse en una de las principales de la revista. Una revisión a los artículos de esta sección no deja lugar a dudas: Internet es el principal responsable de este comportamiento.

En este país estamos empezando a descubrir la magnitud del fenómeno tecnológico, social y económico que es Internet. Como tocados por la varita mágica de nuestra nada madrina, nos encontramos de repente comunicados con todos los lugares del mundo y en un tiempo realmente corto. Como nada escapa a nuestro alcance, ahora que toda la información está a un click de distancia, no hay pretexto para que nos mantengamos al margen. Internet nos permite, entre otras muchas cosas, mejorar las posibilidades de la población de acceder al conocimiento y prepararse para aportar al desarrollo, por medio de una enseñanza a distancia mucho más fácil para docentes y estudiantes.

Por eso creo que es bueno que nuestros colaboradores se hayan sentido empujados a hablarnos de Internet y que el comité editor haya consentido en dar al intercambio de experiencias el lugar que le corresponde en la revista. Bienvenida sea, pues, la iniciativa de ACTA NOVA y veamos qué es lo que nos depara en el futuro.

Consuelo Puente