Bolivia, como parte de un importante centro de diversidad de cactáceas, posee alrededor de 47 géneros y 229 especies, siendo endémicas el 55% (Kiesling 2014). Esta diversidad va en aumento con nuevas descripciones de especies para este grupo en los últimos años (Lowry 2016, Lowry & Winberg 2017, Hoxey & Lowry 2021). La mayor parte, se concentra en los valles secos interandinos, ubicados al oeste de la cordillera Oriental (Navarro 1996, López 2003). Como parte de los valles secos interandinos, al extremo norte se encuentra el valle de La Paz que presenta una riqueza importante de especies de cactus (López 2003, Zenteno-Ruiz & Moya 2017). Se han reportado 16 especies nativas en toda la zona, cuatro de las cuales, son endémicas (Zenteno-Ruiz & Moya 2017). Sin embargo, dada la extensión del área podrían encontrarse nuevos registros para esta familia. Este es el caso de la achacana (Neowerdermannia vorwerkii), cactácea no reportada para el Valle de La Paz y que registramos por primera vez para el área en cuestión. Presentamos información de la actual distribución de la especie con observaciones sobre su ecología y el estado de las poblaciones.
Neowerdermannia es un género endémico del sur de Sudamérica, descrito originalmente por Alberto Fric en 1930, cuyo nombre hace honor al profesor Erich Werdermann (1892-1959) del museo Botánico de Berlín y quien fue explorador y coautor de varias descripciones de plantas sudamericanas (Anderson 2001, Hunt & Charles 2006). El género está formado por plantas solitarias, medianas a pequeñas, globosas, con la mayor parte de su cuerpo enterrado y una raíz principal grande y robusta (Anderson 2001, Hoffmann & Walter 2004, Kiesling & Ferrari 2005, Hunt & Charles 2006, Ostolaza 2014). Cuenta con solo dos especies aceptadas: N. chilensis que se distribuye en la región puneña de Perú y Chile y N. vorwerkii de la región puneña de Bolivia y Argentina (Anderson 2001, Kiesling & Ferrari 2005, Hunt & Charles 2006), antiguamente incluidas en los géneros Gymnocalycium y Weingartia (Donald & Hutchison 1959, Anderson 2001). Actualmente, evidencias moleculares respaldan una relación filogenética entre Neowerdermannia con los géneros Yavia, Eriosyce y Parodia, incluidos en un clado de cactus típicamente globosos: la tribu Notocacteae (Nyffeler & Eggli 2010, Hernández-Hernández et al. 2011, Guerrero et al. 2019).
De acuerdo a literatura, Neowerdermannia vorwerkii Fric son cactus con tallos deprimidos y globosos de 6-10 cm de diámetro, con 16 ó más costillas, divididas en tubérculos cónicos, los que tienen una quilla en la parte inferior y son aplanados en la superior. Areolas ubicadas en las depresiones entre los tubérculos. Espinas centrales de una a tres, a menudo enganchadas, de color marrón o grisáceo, menores a 4 cm de longitud. Poseen hasta 10 espinas radiales curvadas por areola, de longitudes menores a 1.5 cm. Flores de 1.8 cm de largo y 2 cm de diámetro, de color lila o rosa pálido o rosa-lila, tépalos verdosos a blanquecinos con franjas rosadas. Frutos globosos, incrustados entre los tubérculos, de hasta 0.5 cm de diámetro, los cuales se abren apicalmente a la madurez. Semillas ovaladas, aplanadas lateralmente, con testa rugosa de color marrón e hilo ápico-lateral (Anderson 2001, Kiesling & Ferrari 2005, Hunt & Charles 2006).
El uso de esta especie en la alimentación humana es conocido en varias partes de su distribución, tanto en Bolivia (Deptos. Oruro y Potosí) como en Argentina (Jujuy). Se consume principalmente cocida como sustituto de la papa (Cárdenas 1969, Montaldo 1991, Anderson 2001, Kiesling & Ferrari 2005) o en estado fresco, quitándole todo el tejido epidérmico y adicionándole azúcar, a modo de fruta (Calderón 1987, San Martín 1989). También se la emplea para la preparación de refrescos, panes y galletas (Cárdenas 1969). En Oruro y Potosí se prepara un plato típico para la festividad de Todos Santos, llamado ají de achacana (Cárdenas 1969, Calderón 1987).
El aporte nutricional es importante en azúcares y carbohidratos complejos (Calderón 1987). Además, posee propiedades medicinales, ya que presenta moléculas antioxidantes (Chuquimia et al. 2008), antiinflamatorias (Ticona et al. 2022a) y antitumorales (Ticona et al. 2022b).
Se encuentra catalogada en “preocupación menor”, por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN 2021). Esta categoría toma en cuenta todo su rango de distribución y si bien no está en peligro de extinción, algunas de sus poblaciones pueden ser susceptible a extinciones locales. De hecho, el apéndice II de la lista CITES, la consigna como una especie cuyas poblaciones se han reducido considerablemente, por lo que debería estar sujeta a controles que regulen su comercialización (CITES 2014).
Se distribuye de forma disyunta en los territorios de Argentina (Provincia de Jujuy) y Bolivia (Departamentos: La Paz, Oruro, Potosí y Tarija), en elevaciones de 3.000 a más de 4.000 m en los Andes sudamericanos (Anderson 2001, Kiesling & Ferrari 2005, Hunt & Charles 2006, Kiesling 2014). En el departamento de La Paz, Neowerdermannia vorwerkii solo ha sido reportada en las provincias Ingavi y Pacajes (Hoffmann et al. 1998) y en cercanías del Lago Titicaca (Kiesling 1975). Sin embargo, durante el año 2014, observamos dos poblaciones de N. vorwerkii en las pendientes de exposición noroeste de dos cerros circundantes a la ciudad de La Paz, provincia Murillo. Desde finales de 2018, al conocer que esta especie no está registrada para el Valle de La Paz, se decidió volver a estos sitios para poder determinar el estado de las poblaciones y monitorearlas.
Durante 2019, se observaron cuidadosamente las plantas de N. vorwerkii, que coexisten con otra cactácea globosa, Lobivia pentlandii (Fig. 1), con la cual podría confundirse. Pero L. pentlandii se diferencia de N. vorwerkii por su mayor dimensión, poseen tallos que sobrepasan los 10 cm de diámetro, costillas crenadas en posición vertical, aproximadamente 15 espinas rectas por areola y flores rosadas o anaranjadas de 5 x 3 cm, con el tubo floral cubierto de pelos (Anderson 2001, Hunt & Charles 2006). Se registraron las coordenadas geográficas y altitud de los sitios de observación, se colectaron algunos especímenes y se tomaron registros fotográficos. Además, se estimó la densidad poblacional mediante el establecimiento de cuadrantes de 4 m2 espaciados por 2 m lineales a lo largo de un transecto altitudinal de 100 m. En cada cuadrante se registró el número total de individuos extrapolando los datos para el área de ocupación estimada para cada población y se determinó el patrón espacial mediante el índice de Morisita-Horn (Pinto 2002, Pinto & Moscoso 2004).
Las poblaciones de N. worwerkii se encuentran en exposición noroeste de los cerros Calvario y Chijchipani del distrito 11 del macrodistrito Periférica de la ciudad de La Paz (Fig. 2). Las plantas crecen en un terreno pedregoso, con una inclinación media (menor a 45°), en situaciones similares a las reportadas en otras poblaciones (Hoffmann et al. 1998, Anderson 2001); comúnmente asociadas a musgos y líquenes que crecen a su alrededor. Comparten su hábitat con otras plantas nativas herbáceas y arbustivas de porte pequeño, como Stevia mandonii (Asteraceae), Calceolaria buchtieniana (Calceolariaceae), Tetraglochin cristatum (Rosaceae), Festuca sp. (Poaceae), Sisyrinchium sp. (Iridaceae) y otras cactáceas, como Lobivia pentlandii y Cumulopuntia pentlandii. La población que se encuentra en cerro Calvario, está restringida a una franja altitudinal de 4.010 a 4.031 m; en un área de la ladera alta de valle con vegetación mayormente herbácea y con una cobertura arbórea de especies exóticas: Pinus radiata (Pinaceae), Cuppresus macrocarpa (Cupressaceae) y Eucalyptus globulus (Myrtaceae) (Fig. 3). Se estimó un área de ocupación de 1594 m2 y un tamaño poblacional de 3.033 individuos (Tabla 1). La otra población que se encuentra en el cerro Chijchipani está ubicada en una pendiente alta de valle, dominada por pajonales y pequeños arbustos sin presencia de árboles introducidos, a una elevación de 4.040 a 4.059 m (Fig. 3). Con un área de ocupación estimada de 2490 m2 y un tamaño poblacional de 2.317 individuos. Ambas poblaciones mostraron un patrón espacial agregado (Tabla 1).
En estas localidades, se encontraron individuos de N. vorwerkii solitarios y formando grupos de más de 10 individuos con tallos que pueden sobrepasar los 10 cm de diámetro, globosos deprimidos a globosos, de color verde grisáceo a verde azulado; el tallo continúa en varios centímetros en el suelo y se conecta a una raíz engrosada. El número de costillas depende del tamaño del espécimen, los pequeños tienen alrededor de 13 y los grandes 16-17 dispuestas en espiral. Poseen tubérculos cónicos que al madurar se ensanchan y proyectan hacia afuera. Los tubérculos más viejos forman patrones triangulares asentados en el suelo. Las areolas están incrustadas en la parte superior de cada tubérculo. En la parte apical, las areolas están dotadas de denso pelo, lo que hace que los tubérculos recién formados sean poco visibles. Poseen comúnmente de 6-7 espinas aplanadas de color gris; una central de 4-6 cm proyectada hacia arriba cuando joven y que al madurar se vuelve ganchuda curvándose hacia abajo. La espina central está rodeada de 5-6 espinas radiales menores a 4 cm de largo, ligeramente curvas. Las flores nacen de la parte apical del cactus, se encuentran incrustadas en las areolas, siendo visible solo la corola, de 2 cm de ancho, poseen pétalos de color rosa pálido, con una franja media de color rosa (Fig. 4). El periodo de floración se concentra a finales de invierno, entre julio y agosto (Fig. 5). Los frutos son pequeños y verdes, casi indistinguibles antes de madurar. En el presente estudio, no se observaron frutos maduros ni semillas.
Sitio | Cerro Calvario | Cerro Chijchipani |
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N° de cuadrantes | 18 | 18 |
Area de ocupación estimada (m2) | 1594 | 2490 |
Densidad prom por cuadrante (4 m2) | 7.61 | 3.72 |
Densidad poblacional prom/100 m2 | 190.28 | 93.06 |
Tamaño poblacional estimado (ind) | 3033 | 2317 |
Indice de Morisita-Horn | 0.56 | 0.58 |
Patrón espacial | Agregado | Agregado |
Neowerdermannia vorwerkii posee un amplio rango de distribución, que ahora incluye dos nuevas localidades (Fig. 6). Dada su distribución disyunta y la falta de muestreo exhaustivo, es posible que N. vorwerkii se encuentre en otras zonas aun no reportadas. De hecho, se han visto ejemplares camino a Palca, que están registradas en la base de datos de iNaturalist y GBIF, también en cercanías del Salar de Uyuni (F. Velarde-Simonini obs. pers.). Sin embargo, sus poblaciones aún no han sido caracterizadas. No se reportan subespecies de este cactus y teniendo en cuenta su amplio rango de distribución, es posible que se encuentren subpoblaciones que diverjan entre sí; por lo que se requieren más estudios al respecto.
Las poblaciones del Valle de La Paz, al estar dentro del radio urbano, corren fuertes amenazas de desaparecer. La población del cerro Calvario, si bien se encuentra en un área verde, está en riesgo por la expansión de la urbe y el incremento del tránsito humano. Además, en el caso de la población del cerro Chijchipani, parte del sector corresponde a propiedad privada, donde se habilitan parcelas de cultivo y edifican nuevas viviendas, por lo que eliminan progresivamente la cobertura natural del sector (Fig. 3c). En este contexto de amenaza, si no se toman medidas necesarias para preservar estas poblaciones y otras aun no registradas, muchas de ellas podrían llegar a extinguirse a nivel local.
Por otro lado, el cambio climático constituye una presión omnipresente que amenaza la biodiversidad, se prevén reducciones en precipitaciones e incrementos de temperatura, con la consecuente expansión de las zonas áridas a nivel mundial (Huang et al. 2016). Para 2070 se proyecta que el 60% de las especies de cactus se encuentren en riesgo de extinción, debido al cambio climático. Particularmente en los Andes centrales, especies de ambientes menos áridos y fríos, como es el caso de N. vorwerkii, se verían más afectadas, mostrando contracciones poblacionales importantes (Gorostiague et al. 2018, Pillet et al. 2022). Por lo cual, preservar las poblaciones de N. vorwerkii (en términos de hábitat y tamaños poblacionales) podría contribuir a una mejor capacidad de respuesta de la especie frente al cambio climático (Feeley & Silman 2010).
Las fuertes presiones a las poblaciones de esta especie en particular en el área del valle de La Paz, son un ejemplo ilustrativo de las fuertes y serias amenazas a la biodiversidad en esta zona. Se plantea un reto a la gestión del sistema de áreas protegidas subnacionales del sector para tratar de garantizar la conservación de los paisajes ambientes y diversidad natural, como elementos importantes que repercuten en la calidad de vida de la población (Elmqvist et al. 2015).