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Ecología en Bolivia

versión impresa ISSN 1605-2528versión On-line ISSN 2075-5023

Ecología en Bolivia v.41 n.2 La Paz oct. 2006

 

Artículo

 

Diversidad, endemismo y conservación de la ornitofauna del Parque Nacional Tunari (Cochabamba, Bolivia)

 

Diversity, endemism and conservation issues of the avifauna of Tunari National Park (Cochabamba, Bolivia)

 

 

José Antonio Balderrama T.

Centro de Biodiversidad y Genética, Casilla 538, Cochabamba, Bolivia Asociación Armonía – BirdLife International, Casilla 3566, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. email: tangara_sp@hotmail.com

 

 


Resumen

El objetivo del presente trabajo fue evaluar la diversidad y endemismo de la ornitofauna del PNT, proporcionando pautas sobre su valor biológico y conservación. Se estudiaron 14 localidades (2.800-4.100 m) desde 1998 a la fecha y se revisó una lista publicada de las aves del Parque Nacional Tunari (PNT). Se registró un total de 187 especies distribuidas en 38 familias. Tres son endémicas de Bolivia, 31 endémicas a los Andes Centrales, 11 a los Andes altos de Bolivia y Argentina (EBA 056) y dos a los Yungas altos de Bolivia y Perú (EBA 055). Se registró una especie en peligro de extinción, una especie vulnerable y siete especies casi amenazadas. Cuatro especies de aves registradas en el PNT no han sido registradas en ninguna otra área protegida en Bolivia. Se presentan 57 registros de especies nuevas para el PNT y 29 nuevos registros altitudinales para Bolivia. El PNT es una de las áreas protegidas más importantes relacionadas a diversidad y endemismo de aves de Valles y Puna en Bolivia, resguarda la mayor población de Poospiza garleppi y protege poblaciones de otras aves endémicas y amenazadas, por lo que cumple un papel fundamental en la conservación de esta avifauna.

Palabras clave: Diversidad, endemismo, conservación, avifauna, Parque Nacional Tunari


Abstract

The aim of this study was to evaluate the diversity and endemism of the avifauna of Tunari National Park (PNT) indicating its biological value and conservation importance. I studied 14 localities (2,800-4,100 m) from 1998 to 2006 and reviewed a published list of the birds of PNT. A total of 187 species distributed in 38 families were recorded. Three are Bolivian endemics, 31 endemic to the Central Andes (CAN) zoogeographic region, 11 to the endemic Bird Area High Andes of Bolivia and Argentina (EBA 056) and two to the upper Yungas of Bolivia and Perú EBA (055). One endangered, one vulnerable and seven near threatened species were recorded. Four bird species present in PNT have not been recorded in anyother protected area in Bolivia. Fiftyseven species recorded during field work are new species for PNT, and new elevational records for Bolivia are presented for 29 species. PNT is one of the most important protected areas in Bolivia with respect to the diversity and endemism of inter-Andean dry valley and puna birds, and it protects a large proportion of the global population of Poospiza garleppi and other endemic and threatened birds, playing an important role in the conservation of these avifaunas.

Key words: Diversity, endemism, conservation, avifauna, Tunari National Park


 

 

Introducción

El Parque Nacional Tunari (PNT) fue creado en 1962 con 6.000 ha con un rango altitudinal comprendido entre los 2.750 y 4.400 m, para proteger a la ciudad de Cochabamba de desbordes de torrenteras; reúne a tres zonas ecológicas principales: Valle y puna al sur y ceja de monte al norte. Los estudios e investigaciones sobre ornitofauna y vertebrados en general en el departamento de Cochabamba y específicamente en los valles y bosques andinos están incrementándose, pero aún se desconocen muchos aspectos de la distribución, ecología, comportamiento y otros aspectos biológicos de las aves. El libro sobre las aves altoandinas de Fjeldså & Krabbe (1990) se constituye en la publicación más importante sobre la avifauna cochabambina y específicamente sobre la parte andina. La mayor parte de los trabajos sobre las aves de Cochabamba está referida a ciertos hábitats altoandinos y su conservación, principalmente a bosques de Polylepis (kewiña): Fjeldså (1993), Hjarsen (1998), Herzog et al. (2002, 2003), Fjeldså & Hjarsen (1998), Fjeldså & Kessler (2004); en relación a trabajos específicos sobre aves del PNT se encuentran los de Arias (1995), Hjarsen (1997) y Balderrama & Ramirez (2001).

El objetivo del presente trabajo es el de evaluar la ornitofauna presente en el PNT y proporcionar pautas sobre su valor biológico hasta ahora subestimado. Es así que el presente trabajo presenta información a cerca de la riqueza específica de aves del Parque Nacional Tunari y su importancia en cuanto a la conservación de aves endémicas y amenazadas que se encuentran presentes en esta área protegida.

 

Áreas de estudio

El PNT comprende a las provincias de Ayopaya, Cercado, Quillacollo, Chapare y Tapacarí del departamento de Cochabamba. Tiene una superficie aproximada de 300.000 hectáreas, con un rango altitudinal que oscila entre los 2.750 y 4.400 m (Suarez 1986, Cardozo 1988, Marconi 1992, SERNAP 2000). Reúne tres zonas principales: Puna y valles al sur y ceja de monte al norte. El clima en la vertiente sur es templado (mesotérmico) con niveles de precipitación anual inferiores a los 600 mm en la región de valles secos interandinos; en la zona de la puna presenta un ombrotipo pluviestracional, mientras que hacia la ceja de monte (Navarro & Maldonado 2002).

Hidrográficamente corresponde a la cuenca Superior del Amazonas, las subcuencas de los ríos Beni y Mamoré. Los ríos de la cuenca del Tunari son tributarios del río Altamachi, Espíritu Santo y Grande (Fundación Simón I Patiño 1999).

En el presente trabajo se inventariaron a las aves en un total de 14 localidades, cubriendo un rango altitudinal comprendido entre los 2.800 a 4.100 m, desde octubre de 1998 a marzo de 2005 (Fig. 1). La clasificación de las zonas de vida correspondiente a cada localidad esta realizada en función a Hennessey et al. (2003).

1) Liriuni (2.800 a 3.000 m, 17º19’S 66º20’W) (Zona de valle y transición a puna) Situada al sureste del PNT, a las faldas de la cordillera del Tunari. Es un lugar muy frecuentado por la gente por las aguas termales, también es un ambiente muy degradado por cultivos y algunas plantaciones de árboles de Eucalyptus globulus, queda muy poco de la vegetación potencial de Carica quercifolia, Kageneckia lanceolata, Jacaranda mimosifolia, Tipuana tipu y Erythrina falcata, actualmente solamente están presentes etapas seriales de Eupatorium buniifolium y Dodonaea viscosa (“chacateales”) (Navarro 1997) (Fig. 2a).

2) Parque Tunari km 3 (2.800 a 3.000 m, 17 o20’ S y 66o08’ W)(Zona de valle y transición a puna) Presenta un caso similar al de Liriuni y representa una de las zonas más visitadas por la gente, debido a la presencia de un parque recreativo. Existen grandes extensiones reforestadas con varias especies de eucaliptos y pinos. Se puede observar a su vez un sendero “ecológico” que se inicia a la entrada del parque y que termina en el km 12 del PTN, pero que atraviesa principalmente los bosques de eucaliptos y pinos que no son los más interesantes desde un punto de vista conservacionista y educativo.

3) Microcuenca Taquiña (2.800-3.800 m, 17 o18’ S y 66o10’W) (Zona de valle, transición a puna y puna -Polylepis) Se encuentra ubicada en el cantón Santa Ana de Cala Cala de la provincia Cercado. En la zona puneña del estudio (3.100 a 3.800 m) se observan bosques relictuales de Polylepis besseri asociados a pastizales de Festuca spp. Otras especies vegetales presentes en estos bosques son: Puya atra, Escallonia resinosa, Schinus andinus, Baccharis spp., Gynoxys glabriuscula, Berberis rariflora, Calceolaria parvifolia y Nothoscordum andicola, en las cercanías a quebradas y ríos están presentes Minthostachys andina y Kageneckia lanceolata (Arias 1995). La zona comprendida entre los 2.750 a 3.000 corresponde a una asociación vegetal de Baccharis, Dodonaea y Schinus, más propia de los valles interandinos de Bolivia. Otras especies presentes en esta zona son: Baccharis dracunculifolia, Buddleja tucumanensis, Kageneckia lanceolata, Carica quercifolia y Minthostachys andina. En la parte más cercana a los ríos se observan otras especies vegetales como el sauco (Zanthoxylum coco), molle (Schinus molle), tipa (Tipuana tipu) y algunos k’iñis (Acacia macracantha) (Arias 1995). En las zonas más degradadas se observan especies muy resistentes e invasivas como Dodonaea viscosa y Eryngium paniculatum.

4) Candelaria norte (3.550 a 3.850 m, 17º15’S y 65º55’W) (Zona de puna -Polylepis) Es una localidad situada en la región este del PNT. Está intensamente cultivada en las laderas de los cerros. Todavía existen pequeños fragmentos de bosques de Polylepis besseri en el sector más sureño y P. racemosa hacia el oriente, donde existe un pequeño contacto con la ceja de monte que produce un incremento en la humedad. Otra planta interesante que puede encontrarse en las laderas es la Puya raimondii que es más abundante en algunas quebradas casi inaccesibles (Fig. 2b).

5) Candelaria sur (3.300 a 3.600 m, 17º16’S y 65º54’W) (Zona de puna -Polylepis) La composición florística del bosque muestra 29 especies vegetales distribuidas en 16 familias, siendo Asteraceae y Rosaceae las más abundantes. En el estrato arbóreo se registraron cuatro especies, en el arbustivo 15 y en el herbáceo 10. Es más diversa que Candelaria norte, pero en esta localidad existen plantaciones de eucalipto y pino que han sustituido a la vegetación nativa en varios sectores (Balderrama & Herzog datos no publicados).

6) Parque Tunari km12 (3.350 a 3.650 m, 17º19’S y 66º08’W) (Zona de puna -Polylepis) Es un pequeño relicto de bosque de Polylepis besseri de aproximadamente 10 ha; dentro de este fragmento se encuentran varios cultivos, principalmente de tubérculos. Este fragmento de bosque se encuentra intercalado con parcelas de cultivo, algunas veces son abandonadas y también rodeada por plantaciones de eucalipto y pino. En esta localidad las familias de plantas más abundantes son Asteraceae, Poaceae y Bromeliaceae (Balderrama & Ramirez 2001).

7) Thola Pujru (3.400 a 3.600 m, 17º17’S y 66º13’W) (Zona de puna -Polylepis) Es una comunidad pequeña situada a 15 km de Pairumani. Se encuentran pequeños relictos de bosques de Kewiña (Polylepis besseri) y Aliso (Alnus acuminata) bien conservados, también el sotobosque es muy rico en especies principalmente de Baccharis spp.y Berberisspp. y otras especies herbáceas (Fig. 2c). En esta cuenca los bosques de kewiña son los que dominan en sus diferentes estados de sucesión hacia el disclimax, por la quema y cultivos.xisten pocas plantaciones de eucalipto y pino. La superficie total de la cobertura de bosque de kewiña es de aproximadamente 20.7 ha (M. Zarate, com. pers. 2006).

8) San Miguel (3.700 a 3.900 m, 17º16’S y 66º20’W) (Zona de puna -Polylepis) Es una comunidad asentada en la prepuna sur de la Cordillera del Tunari a 22 km de Quillacollo. Esta localidad está caracterizada por la presencia de bosques de Polylepis besseri ssp. subtusalbida y Citharexylum punctatum. Presenta una elevada humedad ambiental lo que promueve una alta diversidad de especies vegetales. Existen varios fragmentos de bosques rodeados por parcelas cultivadas. En esta localidad existen programas de agroforestería, con una alta diversidad de especies vegetales y animales (Balderrama & Ramirez 2001). Se encuentra registrado un total de 135 especies de plantas, correspondiendo a 96 géneros y 42 familias. Las familias con mayor número de especies son Asteraceae, Poaceae y Caryophyllaceae. Del total de especies registradas, seis están presentes en el estrato arbóreo, 20 en el estrato arbustivo y 109 en el estrato herbáceo (Ramírez 2003).

9)Laphia (3.600 a 3.900 m, 17º15’S y 66º14’W) (Zona de puna -Polylepis) La composición florística presenta especies propias de bosques andinos, como: Polylepis besseri subsp. subtusalbida, Berberis commutata, Salpichroa glandulosa, Tristerix penduliflorus y Calceolaria engleriana. En general existen pajonales enanos; la vegetación boscosa es estratificada en arbustedas y herbazales medianos a pequeños. La zona boscosa se encuentra principalmente alrededor del centro de la comunidad. La flora se distribuye en 30 familias con 54 géneros y 62 especies, las familias con mayor número de especies son: Asteracea con 16 y Scrophulariaceae con cuatro (Limachi 2002). Este es probablemente el bosque de Polylepis besseri con mayor extensión en todo el departamento de Cochabamba. Sin embargo, esta zona se caracteriza por la producción de carbón, por lo que la explotación y pérdida del bosque es alarmante.

10) Chorojo (3.700 a 3.800 m, 17º27’S y 66º28’W) (Zona de puna -Polylepis) La composición florística del bosque muestra 34 especies vegetales distribuidas en 18 familias, siendo Asteraceae y Poaceae las familias más abundantes. En el estrato arbóreo se registra una sola especie, en el arbustivo 12 y en el herbáceo 21. Este es un bosque bastante antiguo con árboles muy gruesos y altos. También se tienen programas de agroforestería, pero aún así la desaparición de los relictos de bosque es cada vez más alta (Balderrama & Herzog, datos no publicados).

11) Pintumayu (3.600 a 3.900 m, 17º19’S y 66º09’W) (Zona de puna -Polylepis) (Fig. 2d). La mayor parte de esta cuenca está cubierta por bosques de eucalipto y pino. Existen microbosques hasta matorrales de Polylepis, cuya altura se encuentra entre 57 m de alto. Estos bosques están restringidos hacia las márgenes de los bosques exóticos, laderas con pendientes fuertes y suelos rocosos. También existen bosques mixtos de kewiña con eucalipto, donde las poblaciones de kewiña se mantienen relativamente densas a pesar de los árboles de eeucalipto con 20-25 m de alto. Otro tipo de bosque es el dominado por eeucaliptos, donde los bosques de Kewiña han sido anulados casi por completo. El bosque de Eucalipto es alto hasta casi 30 m, con el suelo cubierto por pajonal. Existen otros bosques mixtos de kewiña con pino, donde la kewiña también ha quedado dentro de las plantaciones de pino. En esta etapa serial de disclimax , los bosques de kewiña todavía sobreviven con relativamente baja densidad. También existen densos bosques de pino, cuya altura aproximada es de 20 m de alto, donde los bosques de kewiña han sido reducidos por la cobertura del dosel del pino (M. Zarate, com. pers. 2006).

12) Janko Khala (3.900 a 4.000 m, 17º15’S y 66º22’W) (Zona de puna) (Fig. 2e). Comunidad que se encuentra situada en la Puna sur de la Cordillera del Tunari. La vegetación característica son los pajonales de Stipa ichu con arbustedas de Baccharis spp. La topografía es escabrosa, con una modelación glaciar. También existen pequeñas lagunas cercanas a la localidad, donde pueden encontrarse algunos bofedales pequeños con presencia principalmente de Plantago tubulosa. En esta localidad también ha sido registrado el gato andino (Oreailurus jacobita) considerado en peligro de extinción, siendo el único registro comprobado en Cochabamba (Villalba et al. 2004).

13) Laguna Larati (3.600 m, 17º20’S y 66º01’W) (Zona de puna) Esta laguna se encuentra aproximadamente a 15 km del Cantón Sacaba de la provincia Chapare en el sector suroeste del PNT. Tiene una profundidad aproximada de 2 m en época de lluvias y llega hasta casi secarse durante la época seca, su área aproximada es de 80 ha. Presenta sedimentos de textura fina y los porcentajes de materia orgánica varían de acuerdo al sector de la laguna. Esta laguna tiene la particularidad de ser llenada por los pobladores una vez al año, mediante el desvío de un arroyo aledaño a la zona, para luego utilizar el agua para riego de sus cultivos. En esta laguna se observan plantas helófitas de aguas profundasTypha dominguensis, Hydrocotyle ranunculoides y Schoenoplectus californicus, plantas hidrófitas sumergidas Myriophyllum quitense y Potamogeton pusillus y plantas hidrófitas anfifíticas Potamogeton ferrugineus (Arrazola 2000).

14) Laguna Wara Wara y alrededores (4.050 m, 17º15’S y 65º55’W) (Zona de puna) (Fig. 2f) Laguna situada en la puna de la parte central del PNT. Tiene una superficie de 26 ha y una profundidad máxima de 10 m. Los afluentes principales son dos arroyos originados por agua de deshiele, debido a que es una laguna glaciar de aguas frías. Los sedimentos son arenolimosos, especialmente en las orillas y el contenido de materia orgánica es mínimo (Maldonado & Goitia 1992). Las zonas aledañas a la laguna presentan bofedales planos donde son características las especies vegetales Hypsela reniformis y Plantago tubulosa; en aguas someras aledañas pueden encontrarse comunidades de Lachemilla diplophylla y Lilaeopsis macloviana. La laguna presenta comunidades de plantas hidrófitas anfifíticas de Ranunculus flagelliformes y plantas hidrófitas de aguas profundas de Callitriche deflexa, rodeadas por pajonales de Stipa ichu y Festuca spp. (Maldonado & Goitia, 1992).

 

Métodos

La obtención de los registros de las aves en cada localidad fue realizada mediante transectas altitudinales y longitudinales, anotándose a todas las aves observadas o escuchadas en cada sitio. También fueron realizadas grabaciones de los cantos y llamadas de las aves para una mejor identificación de las mismas, metodología sugerida por Parker (1991). También se armaron redes de neblina en las localidades donde fue posible para maximizar el esfuerzo en la obtención de datos sobre la riqueza de especies de aves presentes en el PNT (Ralph et al. 1995). La identificación de las aves fue realizada mediante las guías de aves de Fjeldså & Krabbe (1990) y Ridgely & Tudor (1989, 1994); la identificación de los cantos de aves fue realizada mediante colaboración de S. K. Herzog y el CD ROM Aves de Bolivia de Mayer (2000). También se consultó la lista de aves para el Parque Tunari presentada en Hennessey et al. (2003).

Para describir el endemismo de aves se utilizó la definición de Stattersfield et al. (1998) que consideran a las especies endémicas como especies cuyo ámbito de distribución está restringido a un área menor a 50.000 km2. Es así que regiones con un alto número de dichas especies fueron declaradas como áreas de endemismo de aves (EBA siglas en inglés), las cuales fueron clasificadas de acuerdo a su prioridad para la conservación. En Bolivia existen reconocidas cinco EBAs. De estas cinco EBAs, dos están en el PNT: Andes altos de Bolivia y Argentina (EBA 056) y Yungas altos de Bolivia y Perú (EBA 055).

Otro enfoque utilizado para considerar el endemismo en aves fue el publicado por Stotz et al. (1996), quienes dividieron al Neotrópico en regiones zoogeográficas, de las cuales tres están presentes en Bolivia: Amazonía del Sur, Andes Centrales y Centro de Sudamérica.

 

Resultados

Fue registrado un total de 187 especies de aves distribuidas en 38 familias, siendo las más ricas en especies Tyrannidae con 28, seguida por Emberizidae con 24 y Furnariidae con 15 (Anexo 1).

De todas las especies registradas, tres son endémicas de Bolivia (Aglaeactis pamela, Poospiza garleppi y Oreopsar bolivianus) (Tabla 1, Fig. 3), 11 son endémicas a la EBA de los Andes altos de Bolivia y Argentina (056) y dos endémicas a los Yungas altos de Bolivia y Perú (055) (Tabla 2). En relación al endemismo zoogeográfico sugerido por Stotz et al. (1996), fueron registradas 31 especies de aves endémicas a los Andes Centrales (CAN) (Hennessey et al. 2003) (Tabla 2).

También fueron registradas nueve especies con cierto tipo de amenaza; de ellas una especie en peligro de extinción (P. garleppi), una especie vulnerable (Agriornis andicola) y siete especies casi amenazadas (BirdLife International 2004) (Tabla 3).

Un total de 27 especies se constituye en nuevos registros altitudinales en Bolivia, en relación a Hennessey et al. (2003) (Tabla 4).

Además, se observaron 57 registros de especies nuevas y siete registros de familias nuevas para el PNT, en relación a Hennessey et al. (2003) (Anexo 1). Cinco especies reportadas para el PNT en Hennessey et al. (2003) no fueron encontradas durante el trabajo de campo del presente estudio (Anexo 1). Por último, Hennessey et al. (2003) además citan a Veniliornis nigriceps, Piculus rivolii (Picidae) y Elaenia pallatangae (Tyrannidae) para el PNT, cuyos registros actualmente están considerados dudosos (S.K. Herzog, com. pers. 2006), y por lo tanto no se incluye a estas especies en el Anexo 1.

Se pudo observar que los bosques de Polylepis de la zona puneña representan el hábitat más importante para la conservación de la avifauna del Parque Nacional Tunari y Cochabamba, ya que albergan al 78% de todas las especies de aves amenazadas registradas en el PNT y el 32% de las especies de aves amenazadas registradas en Cochabamba. También se observó que el 91% de las aves endémicas de la EBA 056 (Andes Altos de Bolivia y Argentina) registradas en el PNT y el 71% de las mismas registradas en Cochabamba están presentes en estos bosques.

 

Discusión

La información sobre la avifauna del PNT a un principio era muy confusa, probablemente debido a que los límites no estaban bien definidos. Es así que Suárez (1986) afirmaba que el PNT era muy pobre en cuanto a fauna y flora y añadiendo que José Cabot a fines de 1985 identificó 58 especies de aves y ninguna digna de mención salvo la paloma Columba fasciata que es propia de bosques húmedos subtropicales. El SERNAP (2000) menciona que hasta el momento de su publicación se encontraban registradas 23 especies de aves, aún menos que las anteriormente mencionadas por Suárez (1986). Nuevamente el SERNAP (2001) presenta los datos no publicados de José Balderrama donde menciona que en el PNT existen 163 especies de aves. Posteriormente se presenta una lista de las aves del PNT más detallada en Hennessey et al. (2003), donde se registran 134 especies de aves. Con el presente estudio se registraron 190 especies de aves, de las cuales 56 son nuevos registros para el PNT, que representan en total un 80% de todas las aves presentes en las regiones de puna y transición de valle a puna del país (Hennessey et al. 2003). Es así que el PNT se constituye en una de las áreas protegidas más ricas en especies de la región puneña de Bolivia.

El PNT alberga a tres especies de aves endémicas de Bolivia, que representan el 50% de las endémicas existentes entre la Puna y la transición de valle a puna del país, constituyéndose también en una de las áreas protegidas con más especies de aves endémicas en estas zonas (Hennessey et al. 2003, Rocha et al. 2003). De las especies de aves endémicas registradas en el PNT, Poospiza garleppi es la más amenazada y está catalogada como en peligro de extinción (BirdLife International 2004). Esta especie solo está registrada en el departamento de Cochabamba y está casi restringida a la cuenca del Tunari (Fjeldså & Krabbe 1990, Hjarsen 1997, SERNAP 2000, Balderrama & Ramirez 2001, Balderrama & Herzog datos no publicados). Esta ave endémica y amenazada no fue reportada en esta área protegida por BirdLife International (1992), aun cuando en la misma publicación se mencionaba que fueron colectados varios especímenes de Liriuni y Monte Tunari, localidades situadas dentro del PNT. Tampoco figura en la publicación más reciente sobre las aves amenazadas de Bolivia (Rocha et al. 2003). Esta misma especie fue incluida dentro del PNT por el SERNAP (2000), Balderrama & Ramírez (2001) y Hennessey et al. (2003).

Recientemente, se ha establecido que la mayoría de su población está situada en esta área protegida (Balderrama & Herzog datos no publicados), por lo cual su conservación depende en gran medida de las actividades en conservación a realizarse en el PNT.

En el PNT se registraron 11 especies de aves endémicas a los Andes altos de Bolivia y Argentina (EBA 056), que representa casi el 60% de aves endémicas a esta EBA registradas en el país (Stattersfield et al. 1998, Hennessey et al. 2003). Además existen en el PNT nueve especies de aves amenazadas de extinción, constituyéndose en una de las áreas protegidas más importantes en este sentido y especialmente para la zona Puneña y de transición a valles (BirdLife International 2004). Las especies Agriornis andicola, Phleocryptes melanops, P. garleppi y Sicalis luteocephala no han sido registradas en ningún otro área protegida en todo el país (Hennessey et al. 2003), dependiendo su conservación de las decisiones a ser tomadas en el PNT.

El conocimiento de la diversidad de aves del PNT todavía no es completo, ya que no existen estudios en el sector yungueño del parque, debido principalmente a la falta de una definición clara de sus límites. Pero existen estudios en el sector yungueño próximos al PNT (Balderrama 2005), donde se han registrado a especies endémicas Grallaria erythrotis y Schizoeaca harterti; cerca a 54 especies de aves aún no registradas en el PNT, lo cual incrementaría el valor de conservación del PNT.

 

Aspectos de conservación

A pesar de que el PNT es considerado como “críticamente importante para la conservación” (Fjeldså & Kessler, 2004) y la vertiente sur un área importante para la conservación de aves (AICA) (Soria & Hennessey 2005), debido a la alta diversidad y endemismo de aves altoandinas que presenta, enfrenta muchos problemas de índole ecológico, social y político. La Cooperación Técnica Suiza (COTESU) con el objetivo de proteger las cuencas de la ladera sur del PNT, implementó el Programa de Repoblamiento Forestal desde el año 1978 con plantaciones extensivas de eucaliptos y pinos (Crespo 1989). También el Programa Forestal PROFOR incentivó el desarrollo de estas plantaciones con fines comerciales, así como domésticos y en menor medida la forestación asociada a la protección contra la erosión. Mediante este proyecto se plantaron más de 15 millones de árboles en la zona andina de Cochabamba. Cerca del 80% fue de Eucalyptus globulus y Pinus radiata (Smith 1994). La introducción de especies exóticas es tan antigua y tan extendida que una encuesta realizada a la población boliviana sobre la conservación de la biodiversidad (Pacheco & Rojas 1996) resaltó que la gente no diferencia entre especies nativas y no nativas; el 76% de los encuestados consideró importante la conservación del pino, siendo ésta una especie introducida.

Aunque en principio, el objetivo principal de la reforestación de las cuencas con especies exóticas fue una medida rápida de protección contra las inundaciones que ocasionaban muchos daños -debido a que se realizó sin una debida planificación ni suficientes bases técnicas y científicas- actualmente ha derivando en problemas de mayor índole como la amenaza a la biodiversidad y la disponibilidad de agua (Aleman 1997, Hjarsen 1997, Cavelier & Santos 1999). La introducción de especies exóticas como el pino y el eucalipto ocasiona un cambio en la biodiversidad; este caso fue estudiado por algunos autores como Hjarsen (1997), Fjeldså & Hjarsen (1998) y Balderrama et al. (en prep.) que observaron que la estructura de la comunidad, riqueza de especies, densidad de individuos y abundancia de especies de rangos restringidos varían significativamente entre las plantaciones de árboles exóticos en relación a hábitats de bosques naturales. Existen otros factores de estos árboles exóticos que son negativos para el medio ambiente, como podrían ser la acumulación de acículas y la alta biomasa de raíces finas y alcoholes de las hojas de eucalipto que matan a las bacterias del suelo, además de la reducida biomasa que aportan, también consumen mucha agua, los niveles de nutrientes en el suelo se vuelven bajos y pueden incrementar la erosión del suelo (Cavelier & Santos 1999, Fjeldså & Kessler 2004).

Otro problema importante es el mal uso del suelo, mayormente relacionado con comunidades rurales asentadas en la Cordillera, ya que esta población se dedica principalmente actividades agrícolas y pecuarias. La agricultura migratoria tradicional, el mal uso del agua para riego, el sobrepastoreo, el uso irracional de los bosques nativos e incendios entre otros, generan problemas de erosión, empobrecimiento del suelo, riesgos de inundación, pérdida de cobertura vegetal además de la pérdida de fauna, lo que repercute también en daños ambientales, económicos y sociales para los mismos pobladores (PROMIC 2003). Aunque en 2001, el Centro de Levantamientos Aeroespaciales (CLAS), propuso un plan de uso de suelos (PLUS) para el PNT, los resultados de esta consultoría fueron poco difundidos y aplicados; de esta manera, las prácticas culturales referentes al suelo continúan mal orientadas (Crespo et. al. 2005). Los campesinos no reciben capacitación acerca del buen uso del suelo, principalmente aquellos que viven en comunidades alejadas, las cuales las condiciones del terreno son muy hostiles (Córdova & Ibáñez 1998).

Los asentamientos urbanos se constituyen en otro problema para el PNT. Se realizan en forma desmedida y no planificada sobre las planicies aluviales de las cuencas del Parque, zona principal de recarga de acuíferos; siendo la Cordillera del Tunari, la principal proveedora del recurso agua para la región de Cochabamba. Consecuentemente, los asentamientos van provocando una serie de daños ambientales, como la contaminación de las aguas subterráneas, disminución de la capa freática, erosión, disminución de la permeabilidad de suelos y contaminación de los mismos por la falta de tratamiento de los residuos sólidos (CLAS 2001, Jef. Consult. PNT 2003, PROMIC 2003).

El incumplimiento de normas a nivel político institucional y de la población en general se constituye en un gran problema de corrupción y a causa de ello se agudizan cada vez más los conflictos del P.N.T., donde el control es deficiente debido a su extensión y fácil accesibilidad (Crespo et al. 2005). El PNT no cuenta con una gestión de área protegida, por lo cual no existe todavía una política definida para el Parque. Por otra parte, el SNAP no incluye al PNT, lo cual repercute en la falta de recursos económicos y falta de interés por parte de las autoridades locales y estatales para resolver problemas tales como la ilegalidad de los asentamientos urbanos y sobreexplotación de los recursos naturales en el Parque (DNCB 1997). Así mismo, la falta de articulación entre los instrumentos de planificación del SNAP y los planes de desarrollo municipal y departamental, limita las posibilidades de compatibilizar políticas de conservación y desarrollo; como también la insuficiente o inexistente coordinación entre instituciones, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales (ONG‘s) con las áreas protegidas (Crespo et al. 2005).

Existen pocos programas o proyectos relacionados a educación ambiental o con fines de conservación de la biodiversidad y desafortunadamente son solamente puntuales; no han sido aplicados al conjunto de todo el Parque. PROMIC desde 1991 aplica un método para la reversión del proceso de degradación en la Cordillera, atenuación de los riesgos naturales y preservación de los recursos naturales, particularmente los hídricos, priorizando 9 de las 39 cuencas existentes entre Sacaba y Vinto (PROMIC 2003). Por su parte, el PCI (Project Concern International) se dedicó a incentivar la conservación de bosques de Polylepis para contrarrestar el problema de la introducción de especies exóticas, para ello llevó a cabo un trabajo participativo en la comunidad de San Miguel (Municipio de Quillacollo) que se encuentra dentro de la Cordillera del Tunari. Se llevó a cabo un plan de manejo racional de los bosques, incluyendo la reforestación con la instalación de viveros de especies nativas que permitiesen la regeneración de recursos forestales (Mardeshy & Suárez 2000). Agroecología Universidad Cochabamba (AGRUCO/UMSS-COSUDE) trabaja en coordinación con municipios, prefectura y comunidades a nivel de organizaciones y sindicatos. Su objetivo principal es la información, capacitación y reflexión a las comunidades, acerca de la situación legal y normativas que rigen en el Parque (Crespo et al. 2005).

Debido a que el Parque Nacional Tunari se constituye en una de las áreas protegidas más importantes en cuanto a diversidad y endemismo de aves de la región altoandina de Bolivia, es muy importante la implementación de programas de educación ambiental a las comunidades presentes en el Parque y a los visitantes. También es relevante la creación de programas de desarrollo rural donde se de a conocer la importancia de los bosques nativos y pautas para un adecuado manejo de los recursos, así como implementar sistemas de agroforestería ventajosos para las comunidades y para el ecosistema. Otro paso importante es el desarrollo de programas de reforestación adecuados con vegetación nativa y no con especies exóticas que son ecológicamente desventajosas.

 

Agradecimientos

A IdeaWild por la dotación de equipo para la realización de gran parte del trabajo. Al Dr. Sebastian K. Herzog por su ayuda desinteresada en la identificación de cantos y revisión del presente manuscrito. Al financiamiento de la Cooperación Belga -VLIR - Proyecto Tunari y al Proyecto P03CC002 apoyado por el convenio ASDI - UMSS (DICyT). A la Asociación ARMONIA Proyecto Poospiza garleppi. A los guardaparques del PNT y las comunidades donde se realizaron los censos.

 

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Anexo 1: Lista de especies de aves del Parque Nacional Tunari

 

Artículo recibido en: Julio de 2005.

Manejado por: Sebastian Herzog

Aceptado en: Septiembre de 2006.

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