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Revista de la Sociedad Boliviana de Pediatría

versión On-line ISSN 1024-0675

Rev. bol. ped. vol.54 no.2 La Paz  2015

 

ARTÍCULOS DEL CONO SUR - CHILE(1)

 

Impacto de una intervención en alimentación y nutrición en escolares

 

Impact of food and nutrition intervention on students in Santiago

 

 

Drs. Rinat Ratner G.1, Samuel Durán A.1, María Jesús Garrido L.1, Sebastián Balmaceda H.2, Eduardo Atalah S.3

1. Nutricionista, Facultad de Medicina, Universidad del Desarrollo-Clínica Alemana.
2. Fundación Banmédica.
3. Médico, Departamento de Nutrición, Facultad de Medicina Norte, Universidad de Chile.

(1) Artículo original de Chile, publicado en la Revista Chilena de Pediatría 2013; 84: 634-40 y que fue seleccionado para su reproducción en la XIX Reunión de Editores de Revistas Pediátricas del Cono Sur. Bolivia 2015.

 

 


Resumen

Introducción: Las intervenciones a nivel escolar constituyen una de las estrategias más importantes para enfrentar la obesidad en la población infantil.

Objetivo: Determinar los cambios en los patrones de alimentación y estado nutricional en una intervención de 2 años de duración en alimentación saludable y actividad física en escolares. Sujetos y Método: Se intervinieron durante 2 años a 2.527 estudiantes de primero a cuarto básico de escuelas básicas de las comunas de Santiago Centro, Estación Central y Peñalolén, en Alimentación-Nutrición y Actividad física. A cada apoderado se le realizó una Encuesta de Frecuencia de Alimentos y a los escolares una evaluación antropométrica al inicio y final de la intervención.

Resultados: De 2.527 estudiantes intervenidos finalizaron 1.453. La prevalencia de obesidad disminuyó de un 23,4 a 20,1%. Los escolares obesos incrementaron de forma significativa el consumo de frutas (p < 0,05), pescado (p < 0,01) y leguminosas (p < 0,05) y redujeron el consumo de bebidas gaseosas (p < 0,01) y pasteles/ dulces/chocolates (p < 0,01).

Conclusión: Los resultados de este estudio demuestran que la intervención en los colegios en alimentación saludable y actividad física, puede mejorar el estado nutricional en escolares con sobrepeso y obesidad e incrementar el consumo de alimentos saludables.

Palabras Clave

Rev Chil Pediatr 2015; 54 (2): 95-101: Actividad física, nutrición, obesidad, escuela, snack.


Abstract

Introduction: School interventions are one of the most important strategies to combat obesity in children.

Objective: To determine changes in eating patterns and nutritional status after an intervention of two years long that promoted healthy eating and physical activity in school children. Subjects and Method: 2,527 students, between first and fourth grade, were intervened for two years in the districts of Santiago Centro, Estacion Central and Peñalolen regarding Food, Nutrition and Physical Activity. Each parent underwent a Food Frequency Survey and the students were anthropometrically assessed at the beginning and at the end of the intervention.

Results: 1,453 out of 2,527 completed the whole process. The prevalence of obesity decreased from 23.4 to 20.1%. Obese schoolchildren significantly increased fruit consumption (p < 0.05), fish (p < 0.01) and legumes ( p < 0.05 ) and reduced the consumption of soft drinks (p < 0.01) and cakes/candy/chocolates (p < 0.01).

Conclusion: The results of this study demonstrate that interventions in schools on healthy eating and physical activity can improve the nutritional status of obese and overweighed children and increase healthy food consumption.

Key words:

Rev Chil Pediatr 2015; 54 (2): 95-101: Nutrition, obesity, school, physical activity, snack


 

 

Introducción

El incremento explosivo a nivel mundial de la obesidad infantil y adolescente en las últimas décadas, ha traído consigo el desarrollo de sus complicaciones a edades cada vez más tempranas, presentando consecuencias psicológicas y médicas1,2.

A pesar que la predisposición genética puede ser importante en algunos casos, la obesidad está condicionada fundamentalmente por el sedentarismo y alimentación inadecuada3.

En su etiología participan factores genéticos, metabólicos, psicológicos, neuroendocrinos, actividad física, alimentarios y socioculturales entre otros, aunque es difícil determinar la importancia relativa de cada uno de ellos4,5.

Las intervenciones a nivel escolar constituyen una de las estrategias más importantes para enfrentar la obesidad en la población infantil, ya que la cobertura escolar en Chile, es prácticamente 100% a nivel primario. Asimismo, los primeros años de enseñanza básica constituyen un período de desarrollo de hábitos de alimentación y actividad física, el contacto con los profesores es continuo, existe la posibilidad de integrar a los padres y el costo por niño en un programa de prevención es bajo, en comparación con los costos de tratar las morbilidades asociadas a la obesidad6.

Con respecto a la alimentación, la dieta, es un factor de riesgo modificable y se asocia a enfermedades crónicas como las cardiovasculares, obesidad, diabetes, hipertensión y algunos tipos de cáncer. Estudios realizados en escolares han revelado un bajo consumo de lácteos, frutas, verduras y pescado y un elevado consumo de alimentos procesados ricos en azúcar, grasas, sal y "snacks"7. Estos alimentos con azúcar agregada constituyen motivo de especial preocupación, ya que se señala que el consumo de sacarosa en adolescentes alcanza 20% de las calorías totales y la mayor parte proviene de las bebidas y refrescos azucarados8.

Olivares y cols9 indican que el 95% de los escolares chilenos dispone dinero para la compra de alimentos especialmente snacks dulces y salados.

Literatura reciente indica que las intervenciones nutricionales realizadas en las escuelas tienen un efecto positivo al disminuir el consumo de snacks y bebidas azucaradas en escolares10, incremento del consumo de verduras11,12, snacks saludables, jugos de fruta13, fruta y agua14.

Estudios realizados en Chile como la intervención realizada en la comuna de Casablanca muestran que disminuyó de forma significativa la prevalencia de obesidad en escolares del grupo intervenido15, pero hasta el momento no ha informado sobre los cambios en la alimentación de los escolares intervenidos.

El programa Vive Sano, liderado por la carrera Nutrición y Dietética de la Universidad del Desarrollo en conjunto con la Fundación Banmédica están realizando un proyecto de intervención en alimentación y actividad física en escolares que asisten a escuelas del Gran Santiago.

El objetivo del presente estudio fue determinar los cambios en los patrones de alimentación y estado nutricional en una intervención de 2 años de duración en alimentación saludable y actividad física en escolares.

 

Sujetos y Método

Estudio controlado no aleatorio, en el cual se intervinieron durante 2 años a estudiantes de escuelas Municipalizadas de educación básica de las comunas de Santiago Centro, Estación Central y Peñalolén. Las escuelas participantes eran similares desde el punto de vista socioeconómico, determinado por el índice de la vulnerabilidad escolar (IVE).

Participaron en este estudio todos los escolares de primero a cuarto básico de las escuelas municipales seleccionadas. Se intervinieron 2.527 estudiantes de los cuales 2.337 fueron reevaluados al final del primer año del programa (92,5%) y 1.453 al final del segundo año (57%), el 54,4% eran de sexo masculino.

Este estudio fue sometido a la aprobación del Comité de Ética de la Universidad del Desarrollo.

Cada apoderado debió firmar un consentimiento para que su hijo participara en el estudio.

Encuesta alimentaria

A cada apoderado se le realizó una Encuesta de Frecuencia de Alimentos que incluía información semanal sobre el consumo de frituras, bebidas gaseosas con y sin azúcar, productos de pastelería, azúcar o miel, frutas, verduras, pescado, leguminosas, lácteos, carnes rojas, comida rápida y snacks, encuesta que fue realizada al inicio y final de cada año de intervención.

Intervención en alimentación y Nutrición

Fue realizada por Nutricionistas a los escolares y sus padres.

Escolares

Se les realizó 12 sesiones educativas, para los cual se disponía de una profesional de media jornada en las respectivas escuelas. Los temas considerados fueron guías alimentarias, desayuno, etiquetado nutricional, colaciones saludables, lácteos, verduras y frutas (cinco al día) y nutrientes (macronutrientes, micronutrientes, agua y fibra dietética). Cada sesión educativa tuvo una duración de 45 minutos y se evaluaba la actividad al principio y final de cada clase.

Padres

Se realizaron 2 sesiones educativas durante el año, sobre colaciones y alimentación saludable.

Kioscos

Se instó a los kioscos a vender alimentos saludables.

Actividad física

Durante los recreos, profesores de educación física realizaban actividades saludables como correr, bailar, sortear obstáculos. Las actividades realizadas incrementaron en 90 min semanales la actividad física.

Antropometría

Se efectuaron mediciones antropométricas de peso, talla, circunferencia de cintura en todos los escolares. Estas mediciones fueron realizadas por una nutricionista entrenada.

Las mediciones de peso y la talla se realizaron con un mínimo de ropa. Se utilizó una balanza SECA con tallímetro incorporado (precisión 100 g y 0,1 cm, respectivamente). Se calculó el índice de masa corporal (IMC) expresado como valor z (kg/m2) de cada niño y se clasificó el estado nutricional según la referencia OMS 2007: bajo peso < -1 desviación estándar (DE), normal -1,0 a 1,9 DE, sobrepeso 1,0 a 1,9 DE y obesidad > 2 DE. La circunferencia de cintura se midió con una cinta métrica en el punto medio entre el borde inferior de la costilla y la cresta ilíaca.

Estadística

Los datos fueron procesados en una planilla Excel. Para evaluar la normalidad de las variables continuas se utilizó ShapiroWilk. Las variables normales fueron expresadas en media ± DE y para variables no normales se utilizó la mediana y rango intercuartílico. Posteriormente se realizaron asociaciones utilizando la prueba de χ2. El análisis estadístico fue realizado con el programa STATA 11.0. En todos los casos se consideró significativo un valor de p <0,05.

 

Resultados

El 54,4% de los estudiantes evaluados a los 2 años de la intervención eran de sexo masculino. El promedio de edad era para los varones y mujeres de 7,9 ± 2,2 y 8,1 ± 2,1 respectivamente.

En la figura 1 se puede apreciar la distribución del estado nutricional antes y después de la intervención, disminuyendo la obesidad de un 23,4 a 20,1% al final de la intervención (p < 0,01). El 75% de los escolares con obesidad y el 60,5% de los escolares con sobrepeso disminuyó su Z score IMC, -0,1 DE y -0,3 DE respectivamente. Al seleccionar algunos alimentos que fueron evaluados, se evidenció que en la etapa previa a la intervención, independientemente del estado nutricional, el consumo diario de bebidas gaseosas azucaradas era elevado, mientras que el consumo de frutas y verduras era bajo.

En las tablas 1 y 2 se observan la frecuencia de consumo de algunos grupos de alimentos según estado nutricional al inicio y final de la intervención. Al evaluar la ingesta de bebidas gaseosas, disminuye significativamente su consumo en los escolares obesos (p < 0,01) y además se incrementó el consumo de bebidas sin azúcar y agua mineral.

 

Con respecto al consumo de pasteles, dulces y chocolates, disminuye la ingesta diaria en escolares obesos y se incrementa al final de intervención el no consumo de estos alimentos (p < 0,05). El consumo de frutas, varía al final de la intervención incrementando tanto el consumo de 3 porciones al día y 2 porciones al día y disminuyendo el consumo ocasional o nunca (p < 0,001).

Los escolares obesos incrementaron el consumo diario de frutas de un 47,7 a un 53,3% y disminuyeron el consumo ocasional o nunca de 8,4 a 5,0%. También incrementaron de forma significativa el consumo semanal de pescado y leguminosas los escolares obesos p < 0,01 y p < 0,05 respectivamente.

 

Discusión

Esta intervención de 2 años disminuyó la prevalencia de obesidad en escolares de ambos sexos. Al inicio de la intervención la prevalencia de obesidad era muy elevada, 27,7% en hombres y 18,3 en mujeres, disminuyendo la obesidad a 24,9% y 14,4% respectivamente.

Con respecto a la ingesta alimentaria al inicio de la intervención, el consumo diario de bebidas superaba el 40% sin distinción del estado nutricional, resultado similar al encontrado por Clifton y cols8. Investigaciones han asociado un elevado consumo bebidas con escolares de nivel socio-económico bajo (NSB)16.

La ingesta antes de la intervención de frutas y verduras es baja, lo cual es similar a lo descrito en los estudios realizados en niños de NSE bajo, donde se reporta una ingesta inferior a la mitad de lo recomendado16,17. En estudios nacionales se evidenciaron resultados similares, Olivares y cols18 muestran que la ingesta de frutas y verduras (sumadas) en escolares Chilenos de NSB alcanza 187 g/día, menor al 50% de la recomendación. El bajo consumo de frutas y verduras ha sido reconocido como factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer19,20, además el consumo de vegetales se ha asociado de forma inversa a obesidad. Matthews y cols21 mostraron que el consumo de verduras ejercía un factor protector contra obesidad, el consumo de frutas en cambio era nulo, mientras que la ingesta de cereales, frutos secos y snacks incrementaban el riesgo y que esto puede repercutir en el estado nutricional de ellos.

Los snacks no saludables consumidos por los escolares presentan una frecuencia similar a la de otros estudios nacionales17,22, su frecuencia de consumo es más de tres veces por semana. Los snacks presentan un alto contenido en materia grasa aprox. 25 g/100 g, con elevado contenido de grasas saturadas, además presentan bajos contenidos de proteínas y fibra dietética23.

Estudio realizado por Pino y cols24, en escolares de cuarto año básico mostró que los escolares de escuelas municipales presentaron menor dominio de los conocimientos en nutrición. The Dietary Intervention Study in Children (DISC), que realizó una intervención de 3 años en escolares informaron una mayor ingesta de granos, lácteos, carnes y vegetales post intervención, sin embargo, el consumo de frutas y verduras fue similar al grupo control25.

El estudio español con una intervención en alimentación y nutrición por 2 años mostró que post intervención se redujo un 62% la prevalencia de sobrepeso y se incrementó el consumo de una segunda porción de fruta y una mayor actividad física en escolares intervenidos versus controles26.

Entre las fortalezas del estudio es que la intervención extracurricular en alimentación y nutrición fue realizada por nutricionistas lo que permitió entregar conocimientos en esta área sin sobrecargar a las escuelas en sus tareas tradicionales. Esta intervención extracurricular se basa en la colaboración de la escuela y la familia para lograr los objetivos.

Entre las debilidades del estudio es que no contábamos con escuelas controles y la pérdida de alumnos al final de la intervención debido principalmente a las dificultades ocurridas en los últimos años en las escuelas públicas, lo que ha llevado a cambios de los alumnos a otros establecimientos educacionales y al ausentismo escolar. Es importante destacar el bajo compromiso de los padres para asistir a las reuniones no superando el 10% de asistencia.

Los resultados de este estudio demuestran que la intervención en los colegios en alimentación saludable, puede mejorar el estado nutricional en escolares con sobrepeso y obesidad e incrementan el consumo de alimentos saludables.

Es interesante en una próxima etapa evaluar si estos cambios positivos se mantienen uno o dos años después de haber terminado la intervención.

 

Referencias

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