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Revista de la Sociedad Boliviana de Pediatría

versión On-line ISSN 1024-0675

Rev. bol. ped. v.50 n.2 La Paz  2011

 

ARTICULOS DEL CONO SUR - ARGENTINA(1)

 

Plumbemia en niños de la ciudad de La Plata, Argentina y su relación con la deficiencia de hierro y los factores de exposición al plomo

 

Blood lead levels in children from the city of La Plata, Argentina. Relationship with iron deficiency and lead exposure risk factors

 

 

Bioq. Liliana Disalvoa, Lic. Claudia Aaba, Bioq. Silvia Pereyrasa, Bioq. Jorgelina Pattína, Lic. María Apezteguíaa, Dr. Juan Carlos Iannicellia, Dra. Ana Girardellia y Bioq. Ana Vareaa

a. Instituto de Desarrollo e Investigaciones Pediátricas (IDIP) "Prof. Dr. Fernando E. Viteri", del Hospital de Niños de La Plata, (MS/CIC-PBA).

Conflicto de intereses: Ver página 305.

Correspondencia: Bioq. Liliana Disalvo: lilianadisalvo@yahoo.com.ar

(1) Articulo original de Argentina, publicado en Archivos Argentinos de Pediatría 2009; 107: 300-306 y que fue seleccionado para su reproducción en la XV Reunión de Editores de Revistas Pediátricas del Cono Sur. Paraguay 2010.

 

 


Resumen

Introducción. La exposición ambiental al plomo constituye un problema de salud pública en todo el mundo y los niños son más vulnerables a sus efectos tóxicos. Numerosas publicaciones demuestran que la deficiencia de hierro y la intoxicación por plomo pueden asociarse, pero en la Argentina los estudios publicados sobre población pediátrica son escasos. Nuestro objetivo fue establecer la plumbemia en niños y determinar su relación con la deficiencia de hierro y con factores de exposición.

Población, material y métodos. Se realizó un estudio transversal en 93 niños (6 meses-5 años) que concurrieron al Hospital de Niños de La Plata para controles de salud. Se aplicó una encuesta socioambiental y se determinaron las concentraciones de plomo, hemoglobina y ferritina en sangre.

Resultados. La media geométrica de plomo en sangre fue 4,26 μg/dl (IC 95%: 3,60-5,03), con una prevalencia de plumbemias ≥ 10 μg/dl de 10,8%. Se encontraron concentraciones de plomo más elevadas en los niños en cuyos hogares se desarrollaban actividades contaminantes (6,74 contra 3,78 μg/dl; p= 0,005) y en quienes habitaban en viviendas precarias (5,68 contra 3,71 μg/dl; p= 0,020). Las plumbemias ≥ 10 μg/dl se asociaron significativamente con la deficiencia de hierro (OR: 5,7; IC 95%: 1,34-23,41) y con la actividad domiciliaria contaminante (OR: 4,8 IC 95%: 1,12-20,16).

Conclusión. La prevalencia de plumbemias ≥ 10 μg/ di es preocupante en la población estudiada. Los factores de riesgo asociados a dichas concentraciones fueron la deficiencia de hierro y el desarrollo en el hogar de actividades relacionadas con la manipulación de plomo.

Palabras claves:

Rev Soc Bol Ped 2011; 50 (2): 130-8: plomo, deficiencia de hierro, exposición ambiental, niños.


Summary

Introduction. Environmental exposure to lead and the subsequent poisoning are a main publie health concern worldwide. Children have a higher vulnerability to lead toxic effeets, and many reports have shown the association between iron deficiency and lead poisoning. In Argentina, reports about lead levéis in children are scarce. Our aims were to assess blood lead levéis in children and determining their relationship with iron deficiency and known lead exposure risk factors.

Material and methods. We performed a cross sectional study in a sample of 93 children (age range, 6 months to 5 years) receiving care at La Plata Children's Hospital. A social and environmental survey was done, and blood lead, hemoglobin and ferritin levéis were assessed.

Results. Geometric mean blood lead level was 4.26 μg/dl (95% CI, 3.60-5.03); prevalence of blood lead levels ≥ 10 μg/dl was 10.8%. Higher blood lead levels were found in children living in households with lead-handling contaminating activities (6.74 vs. 3.78 μg/dl; p= 0.005) and in very low-income households (5.68 vs. 3.71 μg/dl; p= 0.020). The presence of blood lead levels ≥ 10 μg/dl was strongly associated with iron deficiency (OR 5.7; 95% CI: 1.34-23.41) and with lead-handling activities at home (OR 4.8; 95% CI: 1.12-20.16).

Conclusión. The prevalence of blood lead levels ≥ 10 μg/dl is a matter of concern in the population studied. Iron deficiency and development of lead-handling activities at home were the risk factors associated with high blood lead levels.

Key words:

Rev Soc Bol Ped 2011; 50 (2): 130-8: lead poisoning, iron deficiency, environmental exposure, children.


 

 

Introducción

La exposición ambiental al plomo en la infancia es un problema importante que amenaza la salud de los niños1,2. Los efectos adversos del plomo incluyen déficit cognitivo, neurotoxicidad, trastornos de la conducta, retardo en el crecimiento, reducción de la síntesis del grupo hemo y problemas auditivos3-6.

El plomo se utiliza para varios propósitos industriales, como la fabricación de pinturas y baterías, la industria del cable, de cañerías y la cerámica; tal actividad resulta en la contaminación del aire, el agua, el polvo, la comida y el suelo. Las fuentes y las vías de exposición al plomo varían de un área a otra y de un país a otro.

Los niños son más vulnerables a la intoxicación por plomo (saturnismo) debido a ciertas condiciones especiales, como menor masa corporal, sistema nervioso en desarrollo, mayor tasa de absorción y menor tasa de eliminación, y por los comportamientos propios de la edad: mayor actividad exploratoria, succión de pulgares, pica, etc7.

En 1991, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. (CDC, por su sigla en inglés) definió que la plumbemia que debe impulsar acciones de salud pública es de 10 μg/dl8. Sin embargo, las investigaciones realizadas posteriormente han fortalecido los indicios de que el desarrollo físico y mental de los niños puede verse afectado con concentraciones < 10 μg/dl, de manera que no hay un umbral seguro para los efectos nocivos del plomo9-12.

Los programas de prevención y regulación destinados a reducir la exposición al plomo tuvieron éxito en muchos países13-15. En la Argentina, no sólo no existen dichos programas, sino que la información disponible sobre las plumbemias en la población infantil se focalizan en poblaciones con alto riesgo de exposición al metal16-18 y son escasos los estudios que documentan concentraciones de plomo en niños expuestos ambientalmente19,20.

La deficiencia de hierro y el saturnismo son problemas comunes en poblaciones infantiles de diferentes partes del mundo y algunos factores de riesgo se comparten: niños menores de 5 años, de bajos recursos y expuestos a contaminación ambiental.21 Si bien numerosos estudios han demostrado la asociación entre deficiencia de hierro y plumbemias elevadas,22-24 en otros, la asociación es menos consistente25. La naturaleza de dicha relación no ha sido completamente dilucidada, pero la caracterización de un transportador común hierro-plomo26 y los estudios epidemiológicos en niños sugieren que la deficiencia de hierro puede incrementar la susceptibilidad a la intoxicación por plomo.

Por la importancia y actualidad internacional del tema y los pocos estudios en nuestro país que documentan plumbemias en población infantil con exposición ambiental, se decidió realizar este estudio para establecer las concentraciones de plomo en sangre en niños que asisten al Hospital de Niños "Sor María Ludovica", de La Plata, y determinar su relación con la deficiencia de hierro y con factores de exposición al metal.

 

Población y métodos

Se realizó un estudio transversal donde se evaluaron 93 niños, de 6 meses a 5 años, que concurrieron por controles de salud a los consultorios externos del Hospital de Niños "Sor María Ludovica", de La Plata, Argentina, durante los meses de julio a octubre del 2006. La selección de los niños fue al azar, sobre la base de un muestreo sistemático: uno de cada 3 niños a los que se les solicitaban controles sanguíneos de rutina, eran invitados a participar. En todos los casos se contó con el consentimiento informado de los padres. Se excluyeron los niños con enfermedades crónicas diagnosticadas, enfermedades agudas o infecciosas en el momento del estudio y los que no aceptaron participar. El tamaño de la muestra se calculó para obtener una estimación de la prevalencia de plumbemias ≥ 10 μg/dl con una confiabilidad de 95% y un error del 6%; suponiendo una prevalencia inferior al 10%.

Se realizó un cuestionario sobre características ambientales, sociodemográficas y económicas a los adultos responsables del cuidado de cada niño, que permitió definir los factores de riesgo de exposición al plomo y caracterizar la población. Las variables relevadas fueron: hábitos del niño (pica, chuparse el dedo, llevarse objetos a la boca, lavado de manos), actividades domiciliarias familiares relacionadas con manipulación de plomo (fundición de cables, desarme de baterías, construcción de plomadas para pesca, plomería, mecánica) y proximidad a fuentes de exposición (presencia de industrias, talleres de autos, avenidas de intenso tránsito vehicular, vías de ferrocarril, basurales y arroyos a una distancia menor de 100 metros de la vivienda). También se indagó acerca del lugar de residencia, composición del grupo familiar conviviente, cobertura social, situación ocupacional y nivel educacional de los padres, condiciones habitacionales (tipo y antigüedad de la vivienda, presencia de pintura descascarada) y nivel de ingreso del hogar; este último ítem permitió clasificar los hogares en pobre indigente, pobre no indigente y no pobre, según la metodología del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).

Se obtuvo una muestra de sangre venosa en ayunas para determinar la plumbemia, el hemograma y la ferritina.

La plumbemia se determinó por espectrofotometría de absorción atómica-atomización electrotérmica (equipo Varian AA 840, con inyector automático y horno de grafito; longitud de onda: 283,3 nm) en el laboratorio de la Cátedra de Toxicología y Química Legal de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires. Se siguió la técnica descripta por López y col.27 El límite de detección del método fue de 1 μg/dl.

El hemograma se realizó mediante un contador hematológico automatizado (Pentra 60, ABX Diagnostics) y la ferritina por inmunoanálisis quimioluminiscente automatizado (Access- Beckman Coulter), en el Laboratorio Central del Hospital de Niños "Sor María Ludovica", de La Plata.

Se definieron las variables: deficiencia de hierro (ferritina < 15 ng/ml)28, anemia (hemoglobina <11g/ dl)28 y concentraciones de plomo elevadas (plumbemia ≥ 10 μg/dl [0,48 umol/l])8. Los niños que presentaron plumbemias ≥ a 10 μg/dl fueron derivados al Servicio de Toxicología para completar su diagnóstico y tratamiento.

El protocolo de investigación fue aprobado por el Comité de Ética del Hospital de Niños "Sor María Ludovica" de La Plata.

Análisis estadístico: el análisis estadístico se realizó mediante el Programa Estadístico SPSS 10 para Windows. Para un primer análisis, el nivel de plomo en sangre fue considerado como una variable continua. Los resultados de las plumbemias y las concentraciones de ferritina se expresaron como medias geométricas con intervalos de confianza del 95%.

Las variables consideradas como factores de riesgo de exposición al plomo, incluida la deficiencia de hierro, fueron transformadas en variables dicotómicas para su análisis.

Se utilizó la prueba de Mann Whitney para comparar las plumbemias según sexo, deficiencia de hierro, anemia y los distintos factores de riesgo. Se utilizó la prueba de Kruskal Wallis para comparar dichas concentraciones según edad y nivel de ingresos. Se consideró estadísticamente significativo un valor de p < 0,05.

Se compararon también las plumbemias según la deficiencia de hierro en el grupo de niños < 2 años, debido a que la deficiencia de hierro afecta particularmente a los niños de menor edad.

Posteriormente, la plumbemia fue dividida en dos categorías: ≥ 10 μg/dl y < 10 μg/dl. Se analizó la asociación entre plumbemias ≥ 10 μg/dl con los factores de riesgo (se incluyó también la deficiencia de hierro), mediante la prueba de Fisher. En los casos en que se halló asociación estadísticamente significativa se calculó el OR con un intervalo de confianza del 95%.

Por último, se ajustó un modelo de regresión logística para prevalencia de plumbemias ≥ 10 μg/ di, incluyendo, como variables independientes, las posibles variables confundentes (edad, sexo, condición socioeconómica) y los factores de riesgo (cercanía a avenidas, actividad domiciliaria relacionada con plomo, vivir en casilla de madera y deficiencia de hierro). Como resultado de este modelo, se calcularon los OR corregidos por las variables confundentes.

 

Resultados

Análisis descriptivo

La edad promedio de los niños estudiados fue 2,9 años y la distribución según sexo fue 38 niñas (40,9%) y 55 varones (59,1%).

El 89,2% de los niños vivían en zonas urbanas y el 67,7% de las viviendas estaban construidas con cemento; el resto eran construcciones precarias (de tipo casilla) en las que se destacaban la madera y la chapa como material de construcción.

El 64,0% de los encuestados residía en hogares pobres y un tercio de ellos eran indigentes.

El 20,4% de las familias realizaba actividades relacionadas con la manipulación de plomo (fundición de cables, desarme de baterías de autos, armado de plomadas).

En la Tabla 1 se presentan las medias geométricas de plomo y ferritina según edad, sexo y condición socioeconómica. Para la población estudiada, la media geométrica de plomo fue 4,26 μg/dl (IC 95%: 3,60-5,03). La prevalencia de plumbemias ≥ 10μg/ di fue de 10,8%.

 

No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en las concentraciones de plomo según grupos etarios, sexo o condición socioeconómica.

La media geométrica de ferritina fue de 24,19 ng/ mi. (IC 95%: 21,06-27,78). La prevalencia de deficiencia de hierro fue de 25,3%.

Los valores promedio de las variables hematológicas estudiadas (hematócrito, hemoglobina e índices hematimétricos [hemoglobina corpuscular media, concentración de hemoglobina corpuscular media, volumen corpuscular medio, distribución del tamaño eritrocitario]) se encontraron dentro de valores de referencia según la edad (no se muestran los datos).

A pesar de que la media de hemoglobina fue 11,52 g/dl (desvío estándar: 0,96), la prevalencia de anemia de la población fue 27,5%. De los niños anémicos el 36,0% presentó deficiencia de hierro.

Relación entre plomo sanguíneo y factores de riesgo

Se compararon las plumbemias según la presencia o no de los factores de exposición considerados, incluida la deficiencia de hierro (Tabla 2).

 

Al comparar las concentraciones de plomo en sangre en los niños menores de 2 años (n= 33), con deficiencia de hierro o sin ella, se observaron valores significativamente mayores en el grupo de niños deficientes en hierro (5,2 contra 3,7 μg/dl, p= 0,043).

No se hallaron diferencias estadísticamente significativas en las plumbemias al comparar los niños anémicos y los no anémicos.

Asociación entre las plumbemias ≥ 10 μg/dl y factores de riesgo

En la Tabla 3 se presentan los resultados del análisis de la asociación entre plumbemias ≥ 10 μg/dl y los factores de riesgo que mostraron una tendencia o una diferencia significativa de medias.

La presencia de concentraciones de plomo ≥ 10 μg/ di se asoció fuertemente con la deficiencia de hierro y con el desarrollo de actividades domiciliarias relacionadas con la manipulación del metal.

En el grupo de niños menores de 2 años también se observó una fuerte asociación con la deficiencia de hierro. La prevalencia de plumbemias ≥ 10 μg/dl fue de 30,8% en los niños con deficiencia de hierro, mientras que ningún niño sin deficiencia presentó concentraciones de plomo ≥ 10 μg/dl (p= 0,017, prueba de Fisher).

La aplicación del modelo de regresión logística mostró que aun corrigiendo por las variables confundentes, los factores de riesgo asociados a plumbemias ≥ 10 μg/dl fueron la deficiencia de hierro y el desarrollo en el hogar de actividades relacionadas con la manipulación del metal (Tabla 4).

 

Discusión

El presente estudio es uno de los pocos realizados en nuestro país que permitió evaluar plumbemias en una población pediátrica que asiste a controles de salud sin signos o síntomas de intoxicación.

La media geométrica de plomo sanguíneo fue 4,26 μg/dl. Este resultado es inferior al hallado por Hansen 19 en niños de 6 meses a 9 años en la ciudad de Córdoba (Argentina), pero superior al hallado en países donde se han implementado estrategias para disminuir la contaminación. Así, en Estados Unidos, por ejemplo, la media geométrica en niños de 1-5 años en el año 2002 fue 1,9 μg/dl,29 mientras que en Inglaterra, en 1995, fue 3,44 μg/dl.30

Esta disminución progresiva también se observa en algunos países latinoamericanos, como Costa Rica y Uruguay14,15.

La prevalencia de plumbemias ≥ 10 μg/dl en la población pediátrica general varía de un país a otro; en algunos, se observa que es inferior al 2%, mientras que en otros supera el 80%.29,31,32 En nuestro estudio, la prevalencia fue 10,8%, es decir, 1 de cada 10 niños que concurren al hospital a controles de salud presentan plumbemias ≥ 10 μg/dl sin manifestaciones clínicas perceptibles al realizar un examen clínico de rutina, pero existe el riesgo de que sufran el impacto del plomo a largo plazo sobre la capacidad cognitiva, la conducta y el desarrollo4,9,10.

Varios autores han encontrado una fuerte asociación entre deficiencia de hierro e intoxicación por plomo, particularmente en los estudios focalizados en niños con edades comprendidas entre 1 y 6 años de edad22-24. Dicha asociación es mayor en niños de 1 a 2 años, menor en niños mayores y no significativa en adultos33.

En nuestro estudio se encontró una clara asociación entre deficiencia de hierro y valores de plomo superiores a 10 μg/dl, que fue mucho mayor en el grupo de niños menores de 2 años. La alta prevalencia de plumbemias ≥ 10 μg/dl en los niños con deficiencia de hierro es de suma importancia, por la hipotética potenciación de los efectos deletéreos de ambas sobre el sistema nervioso central durante las etapas de desarrollo34.

Las fuentes de contaminación no siempre son las mismas en los diferentes países. En Estados Unidos, por ejemplo, la principal fuente de intoxicación comunicada es la pintura con plomo;35 sin embargo, en la población aquí estudiada, éste no fue un factor de riesgo importante, ya que gran parte de estas familias habitaban en casillas de madera sin pintar y, de las que vivían en casas de cemento, muy pocas refirieron pintura descascarada.

En la población pediátrica que estudiamos se observó que el factor más importante asociado a plumbemias ≥ 10 μg/dl fue el desarrollo en el hogar de actividades contaminantes, como recolección de metales para la venta, desarme de baterías, fundición y quema de cables.

Los demás factores de riesgo estudiados no mostraron una asociación significativa con valores de plomo ≥ 10 μg/dl, tal vez debido al tamaño muestral. Sin embargo, se halló que la proporción de niños con plumbemias ≥ a 10 μg/dl era mayor en los que habitaban viviendas de tipo "casilla"; con respecto a los que no lo hacían. Las concentraciones de plomo fueron superiores en los niños que habitaban en este tipo de vivienda y en aquellos cuyos hogares eran indigentes. Es posible que las condiciones de vida de estos niños sean más precarias, con alimentación inadecuada, malos hábitos de higiene y sin acceso al agua potable, hechos que podrían predisponerlos a mayor exposición ambiental y contaminación por plomo.

Los datos obtenidos sugieren que la contaminación crónica por plomo en la población infantil de nuestra ciudad, asistida en un hospital público, es un problema de salud que debe ser considerado por los pediatras al efectuar el examen clínico de rutina y por las autoridades sanitarias locales para trabajar en su prevención.

Esta investigación, puede ser el punto de partida para la realización de nuevos estudios que permitirán profundizar el conocimiento de esta problemática.

 

Conclusiones

La prevalencia de plumbemias ≥ 10 μg/dl en la población infantil de nuestra ciudad, que asiste a un hospital público, fue de 10,8%.

La presencia de concentraciones de plomo ≥ 10 μg/ di se asoció fuertemente con la deficiencia de hierro y con el desarrollo de actividades en el hogar relacionadas con la manipulación de plomo.

Financiación

El presente trabajo de investigación fue realizado con el apoyo de una Beca Ramón Carrillo-Arturo Oñativia a nivel de Programas Sanitarios con Apoyo Institucional (Ministerio de Salud de la Nación) y del Instituto de Desarrollo e Investigaciones Pediátricas (IDIP) "Prof. Dr. Fernando E. Viteri", del Hospital de Niños de La Plata (MS/CIC-PBA).

 

Agradecimientos

A los doctores Néstor Pérez y Horacio González, quienes han colaborado con su experiencia en el desarrollo de esta investigación.

 

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