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Revista de la Sociedad Boliviana de Pediatría
versión On-line ISSN 1024-0675
Rev. bol. ped. v.44 n.2 La Paz jun. 2005
RESUMENES DE ARTICULOS DE LA LITERATURA PEDIATRICA*
Efecto de los probióticos en el tracto gastrointestinal
Snelling A. Curr Op Infect Dis 2005;18:420-26.
Compiladores: Drs.: Ricardo Arteaga Bonilla y Ricardo Arteaga Michel
Introducción
Existen evidencias que cepas seleccionadas de bacterias tendrían efecto benéfico en el humano cuando son ingeridas, estos productos denominados probióticos cada vez tienen mayor aceptación por el público. El tratamiento de la halitosis y prevención de trabajo de parto prematuro son ejemplos donde los probióticos son considerados, sin embargo estos se emplean con más frecuencia en desórdenes gastrointestinales y para el mantenimiento de una digestión sana.
Administración de probióticos para el tratamiento o prevención de infecciones gastrointestinales
El año 2004 el Cochrane Datebase of Systematic Reviews publicó el análisis de 23 estudios de probióticos en el tratamiento de la diarrea infecciosa. Los autores destacan el efecto positivo en reducir la diarrea; los resultados fueron similares en países desarrollados y subdesarrollados con excepción de la infección provocada por rotavirus donde se ha visto escasa eficacia.
Las bacterias ácido lácticas reducen la incidencia y severidad de la diarrea en niños pequeños. Weizman y Col. publicaron datos de interés de dos especies bacterianas que fueron comparadas con placebo, ambas reducen el número de días y episodios de diarrea; Lactobacillus reuteri actuó mejor que Bifidobacterium lactis BB-12 y los pacientes tuvieron menos días de fiebre, consultas médicas y prescripción antibiótica, sin embargo se requieren más estudios comparativos para determinar si estos productos deberían ser utilizados rutinariamente.
El Saccharomyces boulardi podría ser útil en la prevención de diarrea asociada a antibióticos (DAA) en pacientes adultos, aunque estudios controlados en niños carecieron de la misma eficacia. Dos estudios recientes informan que este agente coadministrado con antimicrobianos reduce la incidencia de DAA, asimismo en un estudio reciente se ha demostrado la alta eficacia de este hongo en reducir la diarrea aguda en niños.
La enterocolitis necrosante esta asociada a sobrecrecimiento de bacterias aeróbicas Gram negativas en duode no, al respecto el artículo informa que Lactobacillus GG en combinación con L. acidophilus y Bifidohacterium infantis mostraron remarcable protección en dos ensayos clínicos, aunque se requieren más estudios de investigación para su recomendación sistemática.
Algunos probióticos pueden mejorar la tolerancia a la terapia erradicatoria anti-Helicobacter pylori; éste suprime el crecimiento del patógeno pero no mejora la erradicación.
Mejorando el efectos terapéutico
El siguiente paso en el desarrollo de los probióticos en el tratamiento de la diarrea es combinar la administración bacterias vivas con "prebióticos". Los prebióticos son ingredientes alimenticios no digeribles que selectivamente estimulan el crecimiento o actividad de la microflora intestinal; en teoría ayudan a restaurar la resistencia a la colonización de agentes patógenos, un ejemplo de ello es la oligofructosa que ingerida junto con antibióticos aumenta el recuento de Bifidobacterium y ayuda a prevenir las recaídas de diarrea que sigue al tratamiento de la infección por Clostridium difficile. Las recaídas disminuyen significativamente en relación al placebo (34.3%) versus los participantes que recibieron oligofructosa (8.3%, P<0.0001).
La combinación de prebióticos y probióticos reduce la inflamación intestinal y está siendo investigada en la restauración o mejoramiento de la barrera intestinal en el paciente seriamente enfermo.
Portadores gastrointestinales de patógenos resistentes a antibióticos
La administración de probióticos puede minimizar los disturbios ecológicos de la flora intestinal durante la terapia antibiótica. Existen muy pocos estucliosy ninguno de ellos que haya demostrado contundentemente que la administración de antibióticos y Lactobacillus disminuiría la resistencia antibiótica bacteriana.
Modo de acción de los probióticos en el intestino
La tendencia de los estudios practicados a la fecha es positiva respecto a los resultados antiinflamatorios de los probióticos y productos fermentadores de leche empleados contra colitis ulcerativa y síndrome de intestino irritable. La prevención de la adherencia de los patógenos a las células del epitelio intestinal constituye la llave para proteger al huésped de los patógenos diarréicos y existe evidencia de que los probióticos pueden desarrollar este efecto.
Algunas cepas bacterianas pueden estimular la producción de péptidos antimicrobianos tales como la beta-defensina2; la E. coli junto con varios lactobacilos inducen en el humano la expresión de esta substancia en el intestino. Por otro lado se ha comprobado que los probióticos tienen un efecto sobre la expresión de la toxina de C. difficile e inhiben la producción de la toxina shiga de E. coli posiblemente por disminución del pH intestinal. Otros efectos benéficos están relacionados con la inhibición de la permeabilidad paracelular a patógenos comunes y la atenuación de la hipercontractibilidad muscular en la disfunción intestinal post infecciosa.
¿Es necesaria la ingestión de bacterias vivas para un efecto terapéutico?
La administración subcutánea de L. salivarius atenúa la colitis en modelos animales; este efecto terapéutico, incluyendo la respuesta imnuno sistémica requiere mayor definición para ser difundido. Estudios in vitro e in vivo han mostrado que el DNA de varias cepas bacterianas tienen propiedades inmuno estimulatorias y antiinflamatorias, incluyendo la inhibición de inflamación inducida por endotoxinas, efectos que también han sido observados con la administración subcutánea de DNA.
Desarrollo de cepas recombinantes contra infecciones gastrointestinales
Existe gran interés en modificar genéticamente las cepas bacterianas mejorando su actividad terapéutica o liberar efectores moleculares al intestino. Algunas cepas han sido desarrolladas para tratar enfermedades mediadas por toxinas, de tal forma que expresen receptores huésped para toxinas bacterianas sobre su superficie.
Aspectos acerca de la seguridad
En general los probióticos tienen un excelente margen de seguridad; los efectos indeseables reportados están relacionados con síntomas gastrointestinales discretos como flatulencia, diarrea y cambios en el hábito intestinal.
En Bélgica se ha reportado que los pacientes ancianos tratados con S. boulardii post-colitis por C. difficile desarrollan fungemia; en España se han identificado otros tres casos de fungemia por Saccharomyces cerevisiae después de recibir la misma cepa. Estos hallazgos abren un debate para que estos productos empleados en inmunodeprimidos, ancianos o pacientes críticamente enfermos deban ser cuidadosamente empleados
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