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Revista de la Sociedad Boliviana de Pediatría

On-line version ISSN 1024-0675

Rev. bol. ped. vol.42 no.2 La Paz June 2003

 

ARTICULOS DEL CONO SUR

Asociación entre la composición corporal de la embarazada y la composición corporal del recién nacido(1)

Association of maternal body composition near term and new born body composition

María Teresa Urrutia S.*, Francisco Mardones S.**, Gabriela Salazar R.***

* Enfermera-Matrona, Magíster en Nutrición, Departamento de Salud Materna y Ginecológica, Escuela de Enfermería. Facultad de Medicina. Pontificia Universidad Católica de Chile.
** Médico-Cirujano, Master of Science, Departamento de Salud Pública, Escuela de Medicina. Facultad de Medicina. Pontificia Universidad Católica de Chile.
*** Físico, Master of Philosophy, Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), Universidad de Chile.
Fuente: FONDECYT 986/89.
Trabajo recibido el 11 de enero de 2001, devuelto para corregir el 20 de marzo de 2001, segunda versión el 2 de abril de 2001, aceptado para publicación el 6 de junio de 2001.
Correspondencia: Dr. Francisco Mardones, e.mail: mardones@med.puc.cl

(1) Artículo original de Chile. Publicado en la Revista Chilena de Pediatría 2001; 72(3): 212-8 y que fue seleccionado para su reproducción en la VII Reunión de Editores de Revistas Pediátricas del Cono Sur. Uruguay 2001


Resumen

Objetivo: estudiar la asociación entre la composición corporal de la madre al final del embarazo y la composición corporal del recién nacido.

Sujetos: se estudiaron 224 embarazadas y sus recién nacidos atendidos en el servicio de salud sur-oriente de Santiago, Chile.

Métodos: la composición corporal de la embarazada fue calculada a través de la técnica de dilución con deuterio descrita por Schoeller; la composición corporal del recién nacido se estimó con el método antropométrico de Dauncey. La asociación entre la composición corporal materna y del recién nacido fue estudiada por análisis de correlación y de regresión múltiple.

Resultados: la masa magra y masa grasa materna (MMM y MGM, respectivamente), talla materna y la edad gestacional (EG) se correlacionaron significativamente con la MG del recién nacido (r= 0,38, 0,24 , 0,15 y 0,14; p = 0,0001, 0,0002, 0,01 y 0,03, respectivamente), así como también con la MM del RN (r = 0,34, 0,23, 0,25 y 0,27; p = 0,0001, 0,0004, 0,0001 y 0,0001, respectivamente). El análisis de regresión mostró influencias significativas de MMM, MGM y EG sobre MG del RN (p = 0,0001, 0,0008 y 0,03, respectivamente) y de MMM, MGM, EG y sexo femenino sobre la MM del RN (p= 0,0001, 0,001, 0,0004 y 0,01, respectivamente); siendo la MMM mayor que la MGM en ambas regresiones lineales múltiples. Conclusión: La MMM influye más que la MGM en ambos compartimientos nutricionales del recién nacido (MM y MG del RN), lo que es compatible con observaciones recientes que asignan un importante rol en el crecimiento fetal al agua corporal total y a la expansión del volumen plasmático de la madre.

Palabras Claves:

Rev Chil Pediatr; 2001; 72(3): 212-8: composición corporal maternal al final del embarazo; composición corporal del recién nacido.


Summary

Objective: To study the association between the body composition of women at the end of pregnancy and that of their respective newborn babies.

Subjects: 224 pregnant women attending a public hospital in a poor urban area of Santiago, Chile.

Methods: Maternal body composition was determined using a deuterium dilution technique to measure total body water as described by Schoeller, fat free mass was calculated using the equations of van Raaji et al. Newborn body composition was estimated using the Dauncey anthropometric method. The association between maternal and newborn body compositions was studied using correlation and multiple regression analyses.

Results: The multiple regression models showed that maternal fat free mass, maternal fat mass and gestational age influenced both newborn compartments (p < 0.01), and fat free mass had a greater influence than the other variables. Conclusions: Fat free maternal mass has a greater influence on newborn body composition than the fat mass. This observation is in accordance with other studies revealing an important tole in fetal growth of the maternal total body water and plasma volume expansion.

Key words:

Rev Chil Pediatr; 2001; 72(3): 212-8: maternal body composition near term, newborn body composition.



Introducción

Las estimaciones de requerimientos de energía y proteínas basados solo en el peso corporal son aproximaciones, siendo las diferencias en la composición corporal las que determinan estos verdaderos requerimientos. Así por ejemplo, las recomendaciones FAO-OMS-UNU 1985 de energía y proteínas durante el embarazo son estimativas y no consideran las diferencias en composición corporal entre las embarazadas, las que pueden influir el crecimiento fetal(1).

En madres chilenas estudiadas al final del embarazo se ha demostrado que la masa magra y el agua corporal total presentan una influencia mucho más marcada que la masa grasa en el crecimiento fetal(2), lo que coincide con estudios realizados en mujeres norteamericanas(3).

En forma similar a lo que ocurre en las embarazadas, en la evaluación del estado nutricional de los niños es deseable conocer la composición corporal, lo que permitiría comprender la influencia de la grasa corporal y de la masa magra en su desarrollo(4-6). La implicancia que puede tener la nutrición temprana en la vida adulta(7) hace aún más importante este análisis.

El crecimiento fetal puede ser influido por factores tales como la nutrición materna y la presencia de patologías de la madre y del niño(8). La asociación entre la composición corporal de la madre y la composición corporal del recién nacido no ha sido estudiada en sus dos compartimentos.

El objetivo del presente estudio es analizar la asociación entre la composición corporal de la mujer al final del embarazo y la composición corporal del recién nacido en un grupo de 224 binomios madre-hijo de Santiago, Chile.


Material y Método

Los datos maternos provienen del grupo de embarazadas que fueron controladas en el consultorio Alejandro del Río de Puente Alto(2) entre junio de 1989 y junio de 1990, ingresando al estudio todas las madres que cumplieron con los siguientes criterios de inclusión: mujeres sanas, multíparas entre 1 y 5, mayores de 19 años, no fumadoras ni bebedoras de alcohol. De 390 embarazadas controladas, 224 cumplieron con los requisitos de ingreso, siendo estudiadas prospectivamente. Sus partos fueron atendidos en la maternidad del hospital Dr. Sótero del Río (Servicio de Salud Metropolitano Sur-Oriente) en 1989-1990.

El estado nutricional al final del embarazo en las 224 madres estudiadas se clasificó de acuerdo a la relación peso/talla utilizando los criterios de la curva de Rosso y Mardones(9). La composición corporal materna se estudió al final del embarazo, con edad gestacional de 36,63 ± 1,31 semanas, con un rango de 34 a 40, haciendo uso de la dilución isotópica con deuterio para estimar el agua corporal total(2). La medición de agua corporal total permite determinar la masa libre de grasa (la grasa es anhidra) y por diferencia la grasa corporal. Este método es considerado como uno de los que hacen la mejor estimación de la grasa corporal durante el embarazo(10).

Los resultados de la determinación de la composición corporal en el recién nacido se publicaron recientemente(4); se realizó utilizando el método de Dauncey para determinar la masa grasa y la masa libre de grasa(11). Las mediciones antropométricas para este método fueron realizadas por un solo observador (Matrona Sra. Eugenia Ahumada).

La adecuación del peso al nacer, para cada edad gestacional de parto, se clasificó de acuerdo al patrón de Aberdeen(12), en tres categorías: bajo el percentil 10 o pequeño para la edad gestacional (PEG), entre los percentiles 10 y 90 o adecuado para la edad gestacional (AEG) y sobre el percentil 90 o grande para la edad gestacional (GEG). El índice ponderal (IP) fue calculado según la fórmula peso x 100/talla(3), estableciendo tres categorías, utilizando los percentiles 10 y 90 de la población en estudio como puntos de corte.

En el análisis estadístico se incluyeron la composición corporal materna y otros factores maternos que pudieran tener influencia en la composición corporal del recién nacido. Ingresaron al análisis las siguientes variables maternas: edad, paridad, talla, edad gestacional del parto, masa magra y masa grasa. El sexo del recién nacido también fue ingresado a la regresión lineal por su conocida influencia sobre el peso al nacer. El peso materno y el agua corporal no fueron incluidos en estos análisis por la redundancia con los datos de masa grasa y masa magra materna.

El análisis de correlación se utilizó para comprobar si los valores de dos variables están asociados y permitió seleccionar aquellas con asociación significativa para la regresión lineal. El test binomial se aplicó para estimar las diferencias entre las frecuencias de madres en cada categoría de estado nutricional materno. En todos los casos se exigió un valor p < 0,05.

Para conocer el efecto independiente de la masa magra y de la masa grasa de la madre sobre la composición corporal del recién nacido se utilizó el análisis de regresión lineal múltiple(13); se utilizó el procedimiento paso a paso para conocer las variables significativas para el modelo.

La información fue procesada utilizando el sistema estadístico SAS (Statistical Analysis System).

El protocolo del estudio fue aprobado por el Comité de Etica del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, Universidad de Chile. A cada madre se le explicó el objetivo del estudio y se le pidió firmar voluntariamente una hoja de consentimiento.


Resultados

Ingresaron al estudio las 224 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión. Su edad promedio fue de 28,2 ± 4,9 y su paridad de 2,7 ± 0,9.

El estado nutricional al final del embarazo en las 224 madres estudiadas fue el siguiente: 31,7% eran obesas, 15,2% tenían sobrepeso, 31,7% tenían peso normal y 21,4% tenían bajo peso.

Solo 10 neonatos (4,5%) fueron PEG, mientras que 197 (87,9%) fueron AEG y 36 (16,1%) fueron GEG (tabla 1). Todos los valores absolutos presentados fueron diferentes entre las tres categorías y mayores en los GEG.

Los percentiles 10 y 90 de IP para la muestra fueron 2,43 y 3,00, respectivamente. Según este índice se observó un peso deficitario para la talla en 23 neonatos (10,3%), adecuado en 176 (78,6%) y excesivo en 25 (11,2%). Los valores absolutos de peso al nacer y composición corporal para estas tres categorías se presentan en la tabla 2. Estos valores absolutos fueron diferentes entre las tres categorías y mayores en los niños con exceso de peso para la talla.

Los coeficientes de correlación de la masa magra y la masa grasa del recién nacido, con cada una de las variables independientes consideradas, se presentan en la tabla 3. Los valores de la r de Pearson fueron estadísticamente significativos para los factores maternos masa magra, masa grasa, talla y edad gestacional al momento del parto, en las dos variables del recién nacido que se presentan (masa grasa y masa magra), p < 0,05.

Los modelos de regresión lineal múltiple para la masa magra y la masa grasa del recién nacido como variables dependientes fueron similares en su valor explicatorio R2 para masa magra y masa grasa de la madre, así como edad gestacional (tablas 4 y 5). Sin embargo, la influencia de la masa magra de la madre dobla el valor de la masa grasa en ambas regresiones lineales múltiples. La talla materna no aparece en los dos modelos desarrollados con regresión múltiple, indicando que otra variable explicó mejor su varianza.


La influencia de la variable sexo femenino en la masa magra del recién nacido fue negativa (p < 0,0185).

La talla, la paridad y la edad de la madre no mostraron influencias sobre la masa grasa ni magra del recién nacido.


Discusión

Este es el primer estudio realizado en nuestro país que evalúa la asociación entre la composición corporal materna al final del embarazo y la del recién nacido, y sería, al parecer, el primero reportado en el mundo en cuanto a los dos compartimentos de la madre y del hijo.

Los resultados del análisis de correlación para las variables masa magra y masa grasa del recién nacido revelaron que la influencia de la masa magra es mayor en ambos compartimentos. Por otra parte, al analizar la masa magra y la talla de la madre, que reflejan al mismo tejido magro, se demostró que la primera explicó mejor su influencia.

La masa grasa ha sido el compartimento materno más estudiado y asociado con la masa grasa del recién nacido(14,15). Esto se debe a la escasez de estudios confiables sobre la masa magra, aunque su posible influencia ha sido planteada(8). Nuestros resultados indican un claro mayor efecto de la masa magra materna que la masa grasa sobre la composición corporal del recién nacido, lo que se explicarían porque los métodos utilizados en este estudio para la estimación de la composición corporal son más precisos(10). Sin embargo, la masa grasa materna siguió influyendo sobre ambos compartimentos del niño, lo que es compatible con la idea de que la energía es necesaria para su desarrollo(1,10).

La presencia de la variable edad gestacional en los modelos es concordante con otra publicación reciente(18), proponiendo que con el transcurso del embarazo aumentan los dos compartimentos corporales del recién nacido.

La influencia negativa de la variable sexo femenino ha sido reportada previamente por otros investigadores(14,16). El mecanismo por el cual el feto masculino incrementa su masa libre de grasa, y por lo tanto el feto femenino presenta una menor cantidad de esta, podría estar relacionado con la presencia de la testorena fetal en los varones, pero su mecanismo es todavía especulativo(16).

Los modelos estadísticos construidos tuvieron valores relativamente bajos de R2, indicando una discreta explicación de la varianza en la variable dependiente. Sin embargo, esta es la situación que ocurre en muchos modelos biológicos, incluyendo otros estudios de composición corporal(2), en que tampoco se obtienen grandes valores de especificidad y sensibilidad por la gran cantidad de factores conocidos y desconocidos que influyen sobre la variable dependiente(17). En nuestro estudio los valores de explicación de los modelos podrían estar afectados en parte por el uso del método de Dauncey para estimar la composición corporal en el recién nacido, pues este es un método antropométrico menos confiable que las técnicas modernas para estudiar la composición corporal, como ha sido demostrado recientemente en niños mayores(18). Por otra parte, no serían atribuibles al aumento el error cuando hay muchos operadores, pues en este estudio solo una persona realizó las mediciones.

Estos resultados plantean la necesidad de nuevos estudios que demuestren causalidad en la asociación. La idea de preocuparse de la composición de la ganancia de peso materna al final del embarazo, privilegiando la ganancia de masa magra para optimizar el crecimiento fetal, es compatible con la observación de que el agua corporal, su componente proporcionalmente más importante, ha sido correlacionada positivamente con el volumen plasmático y con el incremento del flujo uteroplacentario, permitiendo un mayor aporte de nutrientes y oxigeno al feto(2,19). Está también apoyada en los resultados de un estudio de suplementación alimentaria durante el embarazo(20). Los datos del llamado "estudio de Santiago" sugirieron que el peso del nacimiento promedio mayor de los niños del grupo que recibía un alimento fortificado con micronutrientes se asoció a una retención mayor de líquido maternal, y por consiguiente a una mayor masa libre de grasa. La mayor retención de fluido se reflejó en una ganancia mayor de peso durante el embarazo. Aunque la diferencia en la ganancia de peso fue en promedio de 1 kg solamente, la reducción en el retardo de crecimiento intrauterino fue a casi la mitad del grupo con menor ganancia de peso. Es decir, la suplementación con micronutrientes mejoró notablemente el peso al nacer, sin producir sobrepeso en las madres(21).

Como lo reportamos previamente(2,4), nuestros valores de composición corporal fueron coincidentes con la literatura, tanto para la madre, especialmente en el agua corporal total(19,22,23), como para el recién nacido(5,11,24,25). Esto podría deberse en parte a que las madres analizadas tuvieron un amplio rango de estados nutricionales, por lo que los resultados de nuestro estudio de asociación serían posiblemente relevantes para diferentes realidades.

Se desconoce la influencia de la composición corporal del recién nacido en el crecimiento y desarrollo posterior del niño; sin embargo, existen estudios antropométricos que sugieren la existencia de la misma. Se ha reportado la influencia del peso al nacer en la talla en la edad escolar(24-26) y recientemente se ha correlacionado la presencia de desnutrición intrauterina con la obesidad del adulto en Holanda e Inglaterra(29-30).

Es conocido que los sujetos obesos tienden a desarrollar la combinación de resistencia a la insulina, intolerancia a la glucosa, hipertensión y dislipidemias31. Por otra parte, los factores relacionados con el síndrome X pueden aparecer tempranamente en individuos entre 5 y 17 años(32).

Del presente estudio concluimos que la masa magra, masa grasa y edad gestacional se correlacionan con la masa magra y grasa del recién nacido, siendo la masa magra materna la que más influye en ambos compartimentos de este. Se necesitarán nuevos estudios para evaluar las implicancias de la diferencia en la composición corporal de los recién nacidos en las patologías del escolar y adulto, en especial de las enfermedades crónicas no trasmisibles.


Agradecimientos

Se reconoce y agradece la labor de la Matrona Sra. Eugenia Ahumada en las diferentes mediciones de este estudio y de los Estadísticos Luis Villarroel y Paola Viviani en los cálculos respectivos.


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