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Revista de la Sociedad Boliviana de Pediatría

versión On-line ISSN 1024-0675

Rev. bol. ped. v.41 n.3 La Paz ago. 2002

 

ARTICULO ORIGINAL

Prevalencia y mortalidad por accidentes en niños menores de 10 años Hospital del Niño "Dr. Ovidio Aliaga Uría"

Prevalence and mortaliti due to accidents in children under 10 years of age

Drs.:Viviana Salazar Cuba*, Oscar Sandóval Móron*, Héctor Mejía Salas***

* Médico Pediatra - Ex-Residente del Hospital del Niño
** Pediatra Neonatólogo - Profesor titular de Pediatría, UMSA
*** Hospital del Niño
La Paz, Bolivia - Año 2000
Dirección: c. 4 N 100 Los Pinos · E-mail: vivianasalazar_cuba@hotmail.com · Telf: 2-793489 - 775-50911


Resumen

Objetivo: describir las características y casuística de los accidentes en niños que consultan al Hospital del Niño "Ovidio Aliaga U".

Diseño: Estudio descriptivo, prospectivo de serie de casos.

Lugar: Hospital del Niño de la ciudad de La Paz, Bolivia. Centro estatal, de tercer nivel.

Participantes: 422 niños menores de 10 años que consultaron al Hospital del Niño por motivo de un accidente.

Mediciones del resultado principal: a todos los padres o tutores de los niños se les aplicó una entrevista donde se consignaron datos generales del paciente, antecedentes socioeconómicos de la familia, agentes etiológicos, tipos de lesiones, lugar de ocurrencia del accidente.

Resultados: De 422 casos registrados, fueron varones el 55%, la edad promedio fue de 5.3 años. En el 84% de los casos el niño no se encontraba con sus padres y en un 56% se encontraba al cuidado de otro menor de edad. El 20% de los pacientes tenía antecedentes de accidentes previos en los últimos 6 meses. Las causas más comunes fueron: caídas 36%, quemaduras 20%, accidentes de tráfico 15.4%, envenenamientos 6% y mordeduras de animales 4.5%. Según el tipo de lesión producida fueron: heridas 31%, quemaduras 17%, fracturas 16% y el resto lesiones superficiales

Conclusiones: los accidentes en niños constituyen una causa importante de consulta e internación a un hospital de tercer nivel. Es remarcable mencionar que existen factores de riesgo prevenibles como la ausencia de los padres en el momento del accidente, la disponibilidad de elementos inflamables en domicilio que favorecen las quemaduras. Por lo anterior consideramos importante la puesta en marcha de campañas educativas de prevención.

Palabras Claves:

Rev. Soc. Bol. Ped. 2002; 41 (3): 120-124: Accidentes, quemaduras, envenenamiento, mordeduras.


Abstract

Objective: To describe the characteristics of accidents in children treated at the Dr. Ovidio Aliaga Uría Children´s Hospital

Design: Descriptive, prospective study of a series of cases

Participants: 422 children under 10 years of age that were treated at the Children's Hospital because of accidents.

Study method: All parents and tutors were interviewed to obtain general information on the patient, family, social and economic background and details about the accident.

Results: Out of 422 cases, 55% were male, average age 5.3 years. In 84% of all cases the child was not with his parents and 56 % were under the care of a minor. 20% of the patients had a history of previous accidents within the past 6 months.

The most common accidents were: falls (36%), burns (20%), traffic accidents (15.4%), poisoning (6%) and animal bites (4,5%).

The most common lesions were: wounds (31%), burns (17%), fractures (16%) and the rest were superficial lesions.

Conclusions: Accidents are an important cause of consultation and admission at a third level hospital. It is important to mention that there are preventable risk factors, like the absence of parents, the presence of flammable objects in the home, leading to burns.

In view of these facts we consider it important to educate the population in the prevention of home accidents.

Key words:

Rev. Soc. Bol. Ped. 2002; 41 (3): 120-124: Accidents, burns, poisons, bites.



Introducción

El término "accidentes" se aplica a lo impredecible o casual que pueden ser las lesiones(1) y en los niños se caracterizan por la falta de intencionalidad y la rapidez con que ocurren(2).

Los accidentes en niños y adolescentes no son patologías nuevas, sin embargo, en los últimos años ha surgido un interés especial por estudiarlos, por la gran variedad de enfermedades agudas y crónicas relacionadas a trauma como causa de mortalidad, morbilidad y discapacidad. Es así, que estas patologías cobran interés para los programas de salud nacionales cuando se conocen sus posibilidades de prevención a bajo costo(2).

Las lesiones pueden clasificarse de acuerdo al agente etiológico, características del huésped, gravedad de la lesión y lugar donde se producen, pero además, debe realizarse un análisis integral de cada caso en particular(1).

Una forma de clasificar la severidad de las lesiones por accidentes es la puntuación de Glasgow y la puntuación del índice de trauma pediátrico que consta de 6 variables que ayudan a establecer el pronóstico y selección de pacientes críticos(3).

Los accidentes en los niños son reconocidos como un problema de Salud Pública tanto en países desarrollados como en países en vías de desarrollo. El control de mortalidad logrado por otras patologías prevalentes determina que los accidentes sean responsables de una proporción importante de muertes en este grupo, alcanzando el 20% de la mortalidad en niños menores de 5 años(1,2).

Las víctimas fatales por accidentes no reflejan la magnitud del problema, ya que por cada muerte se estiman 40 admisiones al hospital por accidentes. En los Estados Unidos se cree que al año se hospitalizan 600,000 niños. Además, cientos de niños son tratados en domicilio sin recibir atención médica y se ausentan uno ó más días del colegio(1).

Entre los principales accidentes se describen los producidos por vehículos motorizados, asfixia o ahogo y quemaduras. Otros estudios señalan otras causas como ser: caídas casuales, deportivas y precipitaciones(3).

El traumatismo cráneo encefálico es la causa más común de muerte por accidentes y ocurre en aproximadamente 25,000 niños anualmente. Además, los sobrevivientes de lesiones moderadas o severas tienen variaciones de compromiso neurológico y psicológico permanentes(4). La prevención de esta patología debe considerar la información a la población sobre causas más frecuentes, educación vial, uso de equipo de protección en deportes, implementación de rejas y barandados en domicilios, anulación del uso de andadores y disminución del consumo de alcohol(4-6).

La atención de los accidentes en niños requiere de una organización adecuada de los servicios de salud, conocimiento de la importancia del problema, diagnóstico y tratamiento integral y oportuno que considere, además, la rehabilitación del paciente(2,7). Los deportes recreacionales y de competición (fútbol, jockey, fútbol americano, hipismo, natación, patinaje y otros) son causa frecuente de accidentes por lo que se sugiere la realización de prácticas con medidas de protección y se sugiere no practicar boxeo por el riesgo de daño neurológico(4-6,11,12).

Actualmente, la llamada "epidemia silente" debida a los accidentes como causa de mortalidad, morbilidad y discapacidad en niños y adolescentes, es estudiada por pediatras y profesionales en salud con el fin de mejorar la atención médica y disminuir los factores de riesgo como medida preventiva(4).

La importancia de este estudio es aportar con la información necesaria sobre la magnitud del problema en nuestro medio, sus características y prevalencia.

En la ciudad de La Paz, no se cuenta con información real de estas patologías por deficiencias de registro. En el Hospital del Niño "Dr. Ovidio Aliaga Uría" los accidentes son causa de atención diaria tanto en los servicios de emergencias como en la consulta habitual. Este hospital, atiende aproximadamente al 70% de la población de la ciudad de La Paz, principalmente niños con patologías graves que requieren atención de emergencia e internación, y también brinda atención ambulatoria para lesiones menores.


Material y Métodos

El estudio es descriptivo y prospectivo para serie de casos; describe las características de los accidentes en niños del Hospital del Niño "Dr. Ovidio Aliaga Uría" en un tiempo de 4 meses. Debido a que no existe un registro específico, se utilizó una encuesta para los padres y tutores de los niños menores de 10 años que acudieron al hospital para su atención por accidentes.

Los pacientes seleccionados para el estudio cumplieron los siguientes criterios de selección: menor de 11 años, motivo de consulta considerado como accidente y compañía de por lo menos uno de los padres o tutores que puedan informar sobre el hecho.

Las patologías consideradas como accidentes en niños menores de diez años fueron analizadas tomando en cuenta las siguientes condiciones: a) según la causa externa de la lesión (vehículo, motocicleta, bicicleta, otro transporte o peatón, caídas, ahogamiento, fuego, exposición a líquidos calientes, vapor u objetos sólidos, envenenamiento, armas de fuego, cortes o perforación, animales, maquinaria, electricidad u otras condiciones); b) según la naturaleza de la lesión principal (superficial, herida, fractura, lesión articular, lesión de nervios y vasos, otras lesiones); c) lugar corporal donde se realizó la injuria; y d) tipo de lugar donde ocurrió el accidente (hogar, escuela, área de recreación, deportivo, calle, industria, mina, granja u otro lugar).

El investigador que fue un médico residente y alumnos de internado previamente capacitados, obtuvieron los datos mediante una entrevista elaborada que incluyó los datos generales de filiación, las circunstancias en las que se produjo el accidente y el tipo de lesión producida.

Las encuestas se obtuvieron de los padres o tutores que se encontraban en el momento del accidente y que acompañaron al niño para su atención, realizándose en emergencias, salas de internación y en terapia intensiva. El registro sobre los días de internación, tiempo de incapacidad, evolución o muerte, se realizó en los días siguientes a la hospitalización.


Resultados

Ingresaron al estudio 422 casos, de los cuales el 55% fueron de sexo masculino. El rango de edad osciló entre 3 meses y 10 años, con una media de 5,3 años, siendo el grupo más frecuente entre los 3 y 5 años de edad, con 185 casos (44%).

El 83% de casos procedía de área urbana y la madre fue la informante en el 75% de los pacientes.

El 55% de las madres sólo curso escolaridad primaria y los padres lograron alcanzar escolaridad secundaria en el 71% de los casos.

La figura # 1 muestra la vinculación familiar de la persona que acompañaba al niño cuando se produjo el accidente.

El estado socioeconómico en general fue de clase media, con un promedio de 5 habitantes por familia, el 50% tenía casa propia y donde el 97% contaban con agua potable y energía eléctrica y 75% con alcantarillado. Los antecedentes de accidentes previos durante los últimos 6 meses fueron del 20% de los casos.

Las causas más comunes fueron caídas accidentales (36%). Seguidas por quemaduras por líquidos, sólidos, vapor o electricidad (20%), accidentes de tráfico (vehículo motorizado, motocicleta, ciclista) en el 15,4%; envenenamientos en el 6% y mordeduras de animales en el 4,5%. (ver Figura # 2)

Las lesiones producidas por los accidentes fueron en el 31% heridas, 17% quemaduras, 16% fracturas y el resto fueron lesiones superficiales, lesión de órgano interno, lesión por aplastamiento y cuerpos extraños.

Los cuerpos extraños en esófago fueron el 2,5% de todas las patologías y de 11 casos, 7 fueron por la ingesta accidental de monedas. Las intoxicaciones fueron el 6,2% de todos los casos, 10 casos órgano fosforados, 9 por medicamentos (sedantes, anticonvulsivantes) y 6 por sustancias desconocidas.

Las principales localizaciones de las lesiones producidas por accidentes fueron la cabeza y cara (40%), miembro superior (22%), abdomen (11%) y piernas (9%).

El 62% de los accidentes ocurrieron en el hogar, el 24% en la calle y el 6% en áreas de recreación.

Recibieron atención el 93% de casos, en el hospital (91%) y domicilio (3,5%). El médico atendió el 92% de los casos, algún familiar el 4% y la enfermera el 2%.

La figura # 3 muestra el tipo de transporte utilizado en el traslado de los niños accidentados.

El 53% fueron hospitalizados y tuvieron un promedio de estancia hospitalaria de 12 días (rango 1- 46).

De los 422 casos, el 32% tuvo incapacidad temporal con promedio de 19 días, por aparatos de yeso, férulas o vendajes. La incapacidad fue permanente en el 9,5% de todos los pacientes, considerando retracciones por quemaduras, limitaciones motoras por fracturas, amputaciones o parálisis cerebral infantil secundaria a traumatismo cráneo-encefálico en 2 casos. (ver Figura # 4)

La mortalidad fue del 1,6% (7 casos) y sus causas fueron el traumatismo cráneo encefálico severo en 4 casos, grandes quemaduras en 2 casos y politraumatismo en 1 caso.

La incidencia de morbilidad por accidentes en niños menores de 10 años alcanzó 9,2% del total de motivos de consulta.

Se calculó la incidencia de morbilidad por las principales causas de accidentes, siendo la principal las quemaduras con 18,7%, las fracturas el 15,1% y los traumatismos cráneo encefálicos el 11,8%.

La incidencia de letalidad por accidentes es del 1,6% y la incidencia de hospitalización es del 21,3%.

La prevalencia de mortalidad por accidentes en niños menores de 10 años es del 14,3% considerando la población total atendida durante los 4 meses de estudio en dicho hospital.


Discusión

Según este estudio, el principal grupo de riesgo lo integran niños de 3 a 5 años, en los que no existe conciencia de riesgo y tienen cierto grado de autonomía y gran movilidad en el marco del desarrollo psicomotor.

La ausencia de la madre en el momento del accidente (43%), podría reflejar su incorporación al mercado del trabajo o el hecho de ser parte de familias desintegradas, lo que explicaría él porque los niños están abandonados o al cuidado de otros menores. En otros países donde las madres también trabajan, los niños están en guarderías o al cuidado de una persona mayor.

A diferencia de trabajos similares realizados en los EUA(2,4-7) que informan que los accidentes de tráfico son la principal causa de morbilidad en accidentes, en este estudio y en el realizado por Navascués(2) en Madrid, la principal causa de accidentes son los producidos por caídas.

Este trabajo identifica como principal causa de accidentes las caídas (36%), las quemaduras (20%) y los accidentes de tráfico (15%); probablemente porque en nuestra ciudad no contamos con carreteras de alta velocidad y no se practica el ciclismo cotidianamente por sus características topográficas. Sin embargo, los accidentes de tránsito suceden por falta de educación vial, uso de cinturón de seguridad e implementación de bolsas de aire en los vehículos, que son promovidos en otros países desarrollados.

Las caídas fueron accidentales y sólo la cuarta parte aquellas de ellas fueron mayor a un metro de altura, estando éstas relacionadas con mayor severidad de las lesiones.

Las lesiones por quemaduras (20%) son la segunda causa de accidentes en los cuales la posibilidad de abuso y negligencia de los padres o tutores sea el factor importante para su alta incidencia(12). Las quemaduras producen el mayor tiempo de estancia hospitalaria que en promedio es de 14 días para los accidentes en general, y en quemaduras es de 23 días de internación. También son la principal causa de incapacidad permanente por accidentes, siendo aproximadamente la mitad del total de casos (9,5%), lo que se explica por las cicatrices y limitaciones articulares que produce. Además, las quemaduras requieren de centros especializados para su manejo y apoyo psicológico para su rehabilitación.

La población en general no tiene conocimiento de primeros auxilios para aplicar en los domicilios o en el lugar del accidente. Más preocupante aún, es cuando el paciente tuvo atención médica o paramédica inicial, pero la misma no fue adecuada porque el personal no está preparado para el manejo de accidentes.

La ingesta accidental de cuerpos extraños fue variada pero las monedas constituyen más de la mitad de los casos. Las intoxicaciones por medicamentos (anticonvulsivantes, analgésicos y antipiréticos), órgano fosforados, sustancias no identificadas (incluso prohibidas como la estricnina) demuestran el fácil acceso que tienen los niños a estos.

A diferencia de otros estudios, el principal lugar donde se presentaron los accidentes fue en el hogar (62%). Posiblemente esto se deba a la falta de barandas en las gradas, cercas en las terrazas, rejas en las ventanas, así como mal almacenamiento y relativo acceso a objetos corto punzantes, medicamentos, tóxicos, material inflamable o líquidos calientes.

Los accidentes en la calle (24%) estuvieron relacionados con niños peatones que ambulan sin la compañía de algún adulto.Los accidentes en áreas de recreación probablemente se deban a que estos lugares no cuentan con medidas de seguridad como señalizaciones, mantenimiento de parques y juegos mecánicos. Es conveniente mencionar que los niños no usan cascos para practicar ciclismo u otros protectores para realizar deportes, que son reglamentarios en otros países(5,6).

En nuestra ciudad contamos con un sistema de transporte para accidentados (Red 118). Sin embargo, en éste estudio el 53% de los pacientes fueron transportados en vehículos públicos (minibuses, taxis y micros) donde no se toman en cuenta las medidas de inmovilización o asepsia indicados en estos casos. Aparentemente la cobertura de ambulancias y policía sólo cubre el 13% de los accidentes e incluso éstos vehículos no están equipados con el material necesario o ni cuentan con el personal capacitado. Otros pacientes corren peor suerte cuando llegan incluso a pie para consultar en el hospital.

El costo económico para el Hospital del Niño "Dr. Ovidio Aliaga Uría" para accidentes es alto considerando que no son patologías que sean cubiertas por el Seguro Básico de Salud y la poca colaboración de los padres por su estado económico.

Los registros permiten calcular un costo económico anual aproximado de 85.000 dólares americanos en la atención de todos los accidentes en menores de 10 años sin contar los gastos de los pacientes que no son internados.

Por otro lado no debe desconocerse que existen los llamados costos insensibles como la ausencia laboral de los padres, gastos de traslado al hospital y angustia de los familiares cuando se produce una de estas tragedias.

La letalidad por accidentes es del 1,6% que corresponde aproximadamente a un tercio de las muertes causadas por las enfermedades diarreicas (6%), primera causa de mortalidad infantil en nuestro país.

Sin duda la mortalidad por accidentes tiene que existir considerando la magnitud de las lesiones clasificadas como graves, traumatismos cráneo encefálicos, grandes quemados o politraumatizados. Sin embargo, los accidentes no tienen programas de atención o prevención en comparación con otras patologías como las enfermedades incluidas en el AIEPI.

Bolivia no tiene una política de prevención ni protocolos bien establecidos en el manejo de accidentados, probablemente por no ser conocida la dimensión del problema.

Los accidentes en niños son altamente prevenibles con medidas básicas de educación en salud y sistemas de atención que podrían disminuir en forma considerable esta causa de morbimortalidad.

En conclusión, éste estudio nos permite conocer los aspectos epidemiológicos de los accidentes en niños para proponer otros trabajos de investigación destinados a detectar factores de riesgo que permitan una intervención dirigida para prevenir los accidentes. Conociendo la magnitud real de este problema será posible en un futuro próximo, implementar un programa de atención de accidentes en niños, que mejoren sus condiciones de vida y disminuyan la morbimortalidad e incapacidades.

Las recomendaciones para prevenir accidentes son varias pero en nuestro país probablemente las siguientes son posibles de realizarse a corto plazo:

  • Establecer regulaciones en la manipulación de pirotécnicos.
  • Uso de cascos para ciclistas y motociclistas tanto en actividades deportivas como recreativas.
  • Almacenamiento adecuadam ente los objetos corto punzantes y material inflamable.
  • Sellar las tomas de corriente eléctrica.
  • Manipular con cuidado los líquidos, sólidos o vapores calientes.
  • Regulación en el envase de medicamentos y productos de limpieza que permitan la seguridad en su uso (tapas de seguridad, identificación de tóxicos, almacenamiento fuera del alcance de los niños).
  • Vigilancia en el cumplimiento de normas de edificación (terrazas, barandas en graderías, rejas de ventanas).
  • Mejorar la educación vial y garantizar su cumplimiento.

Otras recomendaciones como el uso de detectores de humo, extinguidores y bolsas de aire en vehículos no están al alcance de toda la población pero deben tenerse en cuenta a futuro. Otras formas de disminuir los factores agravantes en los accidentes son: mejorar el sistema de traslado de pacientes accidentados, capacitación del personal médico y paramédico en emergencias, educación masiva por los medios de comunicación para que la población conozca los factores de riesgo en accidentes y estén en condiciones de brindar los primeros auxilios.


Referencias

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