De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS)1 la COVID-19 es considerada como una «enfermedad causada por el nuevo coronavirus conocido como SARSCoV-2, anunciándose por primera vez de su existencia-el 31 de diciembre de 2019, al ser informada de un grupo de casos de “neumonía vírica” que se habían declarado en Wuhan»2.
La propagación del SARS-CoV-2 tuvo alcance global y fue considerada por la OMS como pandemia1-3. En mayo de 2020, América Latina fue declarada su epicentro, siendo Ecuador, Brasil y Perú, países con mayores tasas de mortalidad4,5.
La COVID-19 ha puesto en descubierto la ineficiencia de los sistemas sanitarios, ya que los países no estuvieron preparados para afrontar con efectividad una emergencia sanitaria de tal dimensión; situación que conllevó al confinamiento social obligatorio para evitar la transmisión rápida del virus y el colapso de los hospitales5. La cuarentena como medida de prevención, los contagios confirmados y las muertes, conllevaron a una situación de incertidumbre y miedo6, ya que estos síntomas, además del estrés y la ansiedad, suelen presentarse en situaciones de riesgo, como es el caso de un virus desconocido que conduce a una crisis sanitaria7. A ello contribuyeron los medios informando constantemente sobre fallecimientos y la falta de abastecimiento en los servicios de salud, impactando negativamente en la salud mental de las personas y provocando una “cultura del miedo”8,9.
Ante esta situación de incertidumbre, temor al contagio y crisis sanitaria, muchas personas preferían no asistir a los centros de salud, y si lo hacían, sentían no ser atendidas adecuada ni oportunamente. Tal es así que como alternativa recurrieron a las plantas medicinales, las cuales son consideradas desde tiempos muy antiguos como elemento terapéutico accesible y útil para afrontar dificultades relacionadas a la salud, y con el transcurrir del tiempo, su efectividad y aceptación por las personas continúa10.
Según la OMS «en todo el mundo, la medicina tradicional es el pilar principal de la prestación de servicios de salud, o su complemento»11; la misma que ofrece beneficios a la humanidad, y sus propiedades pueden servir para la prevención de contagios por SARS-CoV-2, así como de terapia complementaria12, ya que el ser humano a través del tiempo ha considerado elementos de la flora para tratar una infinidad de enfermedades, siendo una de ellas la COVID-1913.
Dentro de la medicina tradicional se encuentran las plantas medicinales, que son todas aquellas que contienen principios activos en alguno de sus órganos, los cuales, administrados en dosis suficientes, producen efectos curativos en las enfermedades de las personas14. Pues bien, en el contexto de la pandemia por la COVID-19, estas fueron gracias a sus compuestos bioactivos15.
La pandemia ha representado un gran desafío, y frente a ello se ha corroborado la vigencia de los prácticas tradicionales respecto al uso de plantas medicinales16, las cuales fueron efectivas en la disminución de los síntomas generados en el sistema respiratorio a causa de la COVID-1917,10, así como en la prevención de la misma16. Además, de ser usadas para prevenir y tratar, también sirvieron en la sanación y fortalecimiento del espíritu frente a la COVID-1915.
De este modo, plantas como el ajo, jengibre, eucalipto, la cebolla, manzanilla y borraja fueron usadas para prevenir y tratar síntomas de la COVID-19, por sus propiedades antibacterianas, antivirales, antiinflamatorias, expectorantes, antipiréticas y antitusígenas10,12,15-22, las cuales se administraron según la manifestación de los síntomas, el clima y la constitución corporal de la persona23.
En el Perú existe una cosmovisión ligada a la medicina tradicional, donde las plantas medicinales juegan un rol fundamental en la prevención y tratamiento de enfermedades, y la COVID-19 no ha sido ajena a ello.
La presente investigación se justifica por su gran aporte al avance del conocimiento científico, ya que permite difundir las propiedades y efectos deseados que tienen las plantas medicinales para hacer frente a una situación crítica que le tocó vivir a la humanidad, como es el caso de la COVID-19.
El propósito del estudio fue identificar las creencias y prácticas culturales de uso de plantas medicinales en el contexto de la COVID-19 en pobladores de la Sierra y Selva Central de Perú.
Material y métodos
Tipo de investigación
El estudio se desarrolló bajo el enfoque cuantitativo, y fue de tipo observacional, transversal y nivel descriptivo. La investigación inició el mes de marzo de 2021 y culminó en marzo de 2022.
Muestra de estudio
Se recurrió al muestreo no probabilístico de sujetos voluntarios o sus familiares en primer grado de parentesco, que cursaron con la Covid-19, considerando una muestra de 595 pobladores de la Sierra y Selva Central del Perú.
Variables e instrumento de recolección de datos
La variable fue el uso y efectos deseados de plantas medicinales (según creencias y prácticas culturales de los pobladores), la cual fue medida através del cuestionario sobre uso y efectos deseados de plantas medicinales durante la COVID-19, elaborado por el equipo de investigadores del presente estudio. El mencionado cuestionario constó de tres dimensiones y 12 ítems. Este instrumento fue sometido a validez de contenido, mediante el juicio de cuatro expertos, cuyo resultado según el coeficiente de concordancia de Aiken demostró que todos los ítems son válidos (validez perfecta de 1). La validez de constructo (correlación ítem-test) se realizó a través del coeficiente de correlación R de Pearson, en el que la totalidad de los ítems fueron mayores que 0,2; lo que demuestra su validez. Así mismo, se logró evaluar la confiabilidad con los resultados de la muestra estudiada (595 pobladores de la Sierra y Selva del Perú) y el coeficiente de consistencia interna alfa de Cronbach, con un resultado de 0,976; lo cual demuestra que el instrumento tiene confiabilidad muy alta.
Adicionalmente, se recogieron datos que caracterizaron a la muestra en estudio, como sexo, edad y provincia de residencia.
Los datos fueron recolectados a través de un cuestionario virtual mediante el software de administración de encuestas, que fue compartido mediante WhatsApp, correos electrónicos y Messenger.
Análisis de datos
Los datos se procesaron con el Minitab versión 20 y las hipótesis fueron contrastadas con la prueba Z de Gauss para una proporción en muestras grandes con probabilidad de éxito € = 1/10, al 95 % de confianza estadística.
Aspectos éticos
La investigación tuvo la aprobación y constancia emitida por el Comité de Ética de la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP), ya que se cumplió con los requisitos estipulados señalados en el Art. 10° del Código de Ética de la UNCP.
Para contar con el consentimiento de los participantes, se les informó previamente sobre el fin y los beneficios del estudio, el tiempo requerido para responder el cuestionario, y se garantizó la confidencialidad y el anonimato de cada participante.
Resultados
Caracterización general de la muestra
La muestra de estudio estuvo constituida por 595 encuestados, de los cuales 380 fueron mujeres (63,9 %) y 215 varones (36,1 %), de 18 años de edad a más, con predominancia de 18 a 28 años (78,7 %), residentes en las diferentes provincias de la región Junín, preferentemente en Huancayo (77,5 %)(Tabla 1).
Plantas medicinales usadas en la prevención y tratamiento de la COVID-19
Las plantas medicinales más utilizadas para contribuir en la prevención y tratamiento de la COVID-19 fueron el eucalipto (80,2 %), jengibre (75,5 %), ajo (62,9 %), matico (59,3 %) y limón (55,8 %). También fueron usadas la cebolla (44,7 %), manzanilla (29,2 %) y borraja (23,5 %)(Tabla 2).
Tabla 2. Plantas medicinales usadas para prevenir y tratar los síntomas de la COVID-19 (n = 595)

Fuente: elaboración propia
Al 95 % de confianza estadística, se que las plantas medicinales como eucalipto (Z = 57,05), jengibre (Z = 53,23), ajo (Z = 42,98), matico (Z = 40,11), limón (Z = 37,24), cebolla (Z = 28,22), manzanilla (Z = 15,65) y borrajas (Z = 11), fueron usadas por los pobladores de la Sierra y Selva Central del Perú para contribuir en el tratamiento de la COVID-19; con lo cual se acepta la primera hipótesis específica de investigación, que postula:
«Las plantas que usaron con mayor frecuencia los pobladores de la Sierra y Selva Central del Perú para contribuir en la prevención y tratamiento de los síntomas de la COVID-19 fueron: eucalipto, jengibre, ajo, matico, limón, cebolla, manzanilla y borrajas».
Percepción sociocultural sobre las propiedades de las plantas medicinales
Los encuestados, de acuerdo a sus creencias y prácticas culturales, usaron plantas medicinales para la prevención y tratamiento de los síntomas de la COVID-19 por sus propiedades desinflamantes y descongestionantes (94,8 %), expectorantes (92,6 %), antitusígenas (93,1 %) y antivirales (91,1 %)(Tabla 3).
Al 95% de confianza estadística, se que las plantas medicinales como eucalipto, jengibre, ajo, matico, limón, cebolla, manzanilla y borraja, fueron usadas por los pobladores de la Sierra y Selva Central del Perú, por sus propiedades desinflamantes y descongestionantes (Z =21,85), expectorantes (Z = 20,78), antitusígenas (Z = 21,03) y antivirales (Z = 20,05); con lo cual se acepta la segunda hipótesis específica de investigación, que postuló:
«Los pobladores de la Sierra y Selva Central del Perú utilizaron plantas medicinales para contribuir en la prevención y el tratamiento de la COVID-19 porque tienen propiedades desinflamantes y descongestionantes, expectorantes, antitusígenas y antivirales».
Percepción sobre efectos deseados de las propiedades de las plantas medicinales según creencias y prácticas culturales
Los pobladores encuestados, de acuerdo a sus creencias y prácticas culturales, consideraron que las plantas desinflamantes y descongestionantes dieron efectos deseados en la prevención y el tratamiento de los síntomas de la COVID-19 (94,7 %). Así mismo, las plantas expectorantes (89,7 %), plantas antitusígenas (91,9%) y plantas antivirales (82,7 %) también tuvieron efectos deseados (Tabla 4).
Tabla 4. Percepción de los efectos deseados de las propiedades de las plantas medicinales según creencias y prácticas culturales

Fuente: elaboración propia
Al 95 % de confianza estadística seque las plantas medicinales como eucalipto, jengibre, ajo, matico, limón, cebolla, manzanilla y borrajas, fueron usadas para contribuir en la prevención y el tratamiento de la COVID-19, según la percepción de efectos deseados de sus propiedades: plantas desinflamantes y descongestionantes (Z = 13,98), plantas expectorantes (Z = 11,31), plantas antitusígenas (Z = 12,45) y plantas antivirales (Z = 7,75); con lo cual se acepta la tercera hipótesis específica de investigación, que postula:
«Los pobladores de la Sierra y Selva Central del Perú consideran y perciben que las plantas medicinales tuvieron efectos deseados en la prevención y el tratamiento de la COVID-19».
Discusión
Los hallazgos permitieron verificar la hipótesis general de investigación, que planteó: «Los pobladores de la Sierra y Selva Central del Perú usaron plantas medicinales para la prevención y el tratamiento de los síntomas de la COVID-19, por sus efectos deseados y propiedades antiinflamatorias y descongestionantes, expectorantes, antitusígenas y antivirales».
Así como los pobladores de los lugares antes mencionados, en otros países también usaron plantas medicinales. Tal es el caso de Chiapas (México), donde un 70 % de pobladores afirmaron haber utilizado plantas con el fin de fortificar el sistema inmunitario y tratar los síntomas de la COVID-19; entre estas señalaron las siguientes: el jengibre por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, el eucalipto, el ajo y la cebolla por ser antivirales e inmunomoduladores, el limón, por poseer vitamina C; y la manzanilla por sus propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y fungicidas24.
Así también en la provincia de Cañar (Ecuador), los pobladores usaron eucalipto y jengibre con el fin de combatir la COVID-1915 y en Santo Domingo de los Colorados (Ecuador) han recurrido “al limón (89 %), jengibre (64,7%) y ajo (45,6 %)”26. En Brasil, se realizó un estudio donde el 90,1 % de los encuestados afirmó haber consumido plantas medicinales como la manzanilla, el jengibre, ajo, entre otros, durante la pandemia26,27.
En una investigación realizada en Nepal, se demostró que el uso de plantas se ha incrementado durante la pandemia, siendo así que 63 especies fueron usadas con el fin de prevenir la COVID-1928.
En Santa Clara, Villa Clara (Cuba), de 60 personas encuestadas, el 55 % manifestó hacer uso de fitopreparados caseros para elevar el sistema inmune, y afrontar síntomas relacionados a la COVID-19; entre las plantas utilizadas refirieron a la cebolla, sábila, naranja y orégano10. Así también, se demostró que la provincia con mayor producción de fitofármacos y apifármacos, fue La Habana, donde la cebolla en jarabe fue muy eficaz para enfrentar la pandemia29.
En diversas zonas del Perú, los pobladores también recurrieron a las plantas por sus propiedades antivirales, antiinflamatorias, antitusígenas, expectorantes y antipiréticas; tal es así que en el norte peruano las «plantas frías», entre ellas la cebolla, y las «plantas calientes», como el ajo, limón, eucalipto y jengibre, fueron usadas potencialmente para hacer frente a la COVID-19, gracias a su relación con los pH alcalinos y ácidos que ayudan a tratar los síntomas13. De igual manera, en el Cuzco se consumieron diversas plantas medicinales para reforzar el sistema inmunitario, prevenir y tratar síntomas de la «COVID-19; entre ellas se encuentran el eucalipto, jengibre, ajo, matico, limón, la cebolla y manzanilla30. El ajo tiene potencial para inhibir el «SARS-CoV-2», y el jengibre contiene fitocompuestos que contribuyen en el descenso de la carga viral y, por ende, eliminan el virus27.
En el mismo sentido, Ochoa y Rodríguez17 encontraron que, como parte de la cultura popular, las plantas medicinales de las zonas altoandinas de Perú, fueron importantes en la lucha contra la COVID-19, ya que el matico, eucalipto y borrajas fueron usadas en la fitoterapia para el tratamiento de las afecciones respiratorias y ayudaron a reducir los efectos del virus.
En la investigación de Matos31, los líderes indígenas del Perú, a través de una entrevista, señalaron que el matico, ajo, jengibre, limón, eucalipto, la manzanilla y cebolla, mejoran la respiración aliviando los síntomas de la COVID-19. Por lo que se puede aseverar que, en este contexto, las plantas adquirieron mayor importancia, así como los mercados donde se ofertaron, evidenciándose sus beneficios curativos.
Los productos apícolas, las frutas y plantas medicinales, entre ellas el ajo, demostraron su acción antiviral y anti-SARSCOV-2 al ser utilizadas como terapia profiláctica y paliativa de los síntomas, por sus propiedades inmunomoduladoras, antiinflamatorias y antivirales27. Así también, Cardoso19 encontró que el ajo, jengibre, y la cebolla tienen propiedades antibacterianas y antivirales; y específicamente el ajo tiene un efecto positivo en la lucha contra las bacterias de diferentes tipos, incluidas las cepas resistentes a los antibióticos; por lo que se demuestra que el aceite de ajo es efectivo contra la actividad del SARS-CoV-2.
De igual forma, el jengibre actúa sobre el virus sincitial respiratorio humano (HRSV) y tiene la capacidad de impedir que se forme la placa estimulada por HRSV en las líneas celulares HEp-2 y A549, Por su parte, el ajo fue utilizado contra el SARS-CoV-2 mostrando que existe un acoplamiento de 17 de los 18 compuestos del aceite esencial de ajo en las estructuras complejas de la proteína ACE2. De este modo, se convierte en una valiosa fuente natural de antivirus12. La fitoterapia a través del jengibre resultó efectiva por sus propiedades antiinflamatorias, antiagregantes, antialérgicas, antileucotrieneas y antioxidante18.
Los hallazgos presentados y los diversos estudios que permiten su discusión logran aseverar que durante la COVID-19, las plantas medicinales cobraron gran reconocimiento e importancia. No obstante, se recomienda continuar realizando más investigaciones sobre el mismo tema, a fin de realizar mayores generalizaciones.
Considerando que toda investigación tiene alguna limitación y es honesto reconocerla; en el presente estudio la principal limitación, por la misma situación de pandemia, fue la aplicación del cuestionario en su forma virtual, lo cual podría presuponer sesgos en las respuestas; sin embargo, en las preguntas del cuestionario se utilizó un lenguaje de fácil comprensión y el enlace online se envió a través de medios fiables como Whatssap, correo electrónico y Messenger. En todo caso, se recomienda que para futuras investigaciones la recolección de datos sea presencial.
Finalmente, se concluye indicando que las plantas medicinales como el eucalipto, jengibre, ajo, matico, limón, la cebolla, manzanilla y borraja, fueron las más utilizadas como alternativa para prevenir y tratar síntomas de la COVID-19. Por lo que se recomienda continuar investigando las propiedades de estas y demás plantas, a fin de contribuir con mayores evidencias científicas, lo cual favorecería significativamente a la humanidad.