La hipertensión intracraneal idiopática es un raro trastorno de presión intracraneal elevada con composición normal del líquido cefalorraquídeo y sin patología intracraneal1. Esta condición afecta principalmente a mujeres en edad fértil y con frecuencia causa dolores de cabeza, pérdida de visión, diplopia, tinnitus y náuseas2.Por otra parte a nivel mundial, la gravedad de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) se ha asociado frecuentemente con el síndrome de dificultad respiratoria aguda3,junto con complicaciones neurológicas como cefalea, convulsiones, enfermedad cerebrovascular, encefalitis viral, encefalomielitis aguda diseminada, síndrome de Guillain-Barré y anosmia4. A continuación, se expone el caso de una presentación atípica de hipertensión intracraneal como posible complicación de la infección por COVID-19 en una paciente adulta joven sin antecedentes neurológicos.
Presentación del caso clínico
Paciente femenina de 26 años de edad con antecedente de ovario poliquístico e infección por COVID 19. Hace 1 mes con síntomas leves dados por tos seca, rinorrea hialina junto con astenia y adinamia , sin requerimiento de hospitalización. Consulta posterior a eso con astenopia asociada a sensación de visión borrosa ocasional y cefalea Holocraneana ,al examen físico alerta afebril estable hemodinamicamente se realiza fondo de ojo en el cual , en ojo izquierdo se visualiza Papiledema, disco optico con bordes poco definidos sobreelevados ,con atrofia de fibras nerviosas peri discales emergencia central en vasos (Figura 1) y avanzado en ojo derecho disco optico con bordes sobreelevados y difusos con emergencia central en vasos, atrofia de capa de fibras nerviosas en cuadrante superior e inferior temporal y nasal, evidencia de exudados de macula (Figura 2). Se indica realización de resonancia cerebral la cual reporta dentro de limites normales y resonancia magnética de órbitas dentro de límites normales, hemograma dentro de limites normales, Beta 2 glicoproteína IgM e IgG: Negativos, An SM: Negativo, Anti RNP: Negativo, ADA:0.29, Anticoagulante lúpico: Negativo, TSH:2.87 Anti RO: Negativo Uroanálisis: Contaminado, Negativo para bacilos ácido-alcohol resistentes, Cardiolipina IgM e IgG: Negativos. Posteriormente se realiza punción lumbar con presión de apertura elevada (40cmH2O), liquido acelular, normal, se diagnostica Hipertensión Endocraneana idiopática con mejoría posterior a punción lumbar, se decide inicio de acetazolamida 500 mg cada 12 horas, a los 5 días de egreso hospitalario la paciente presenta buena tolerancia y mejoría de cuadro clínico.
Discusión
La hipertensión intracraneal idiopática es causada por una elevación de la presión intracraneal, afecta principalmente a mujeres jóvenes obesas en edad fértil y su prevalencia oscila entre 0,5 y 2 por 100 000 de la población general5. Las asociaciones etiológicas pueden estar en relación con alteraciones endocrino-metabólicas (alteraciones tiroideas, cushing), fármacos (vitamina A, hormona de crecimiento, antibióticos), alteraciones sistémicas (anemia, síndrome de Guillain-Barré) e infecciones (otitis media, sinusitis, faringitis)3. Las alteraciones visuales y la cefalea son los dos principales síntomas de la hipertensión intracraneal idiopática, aunque no son infrecuentes otras manifestaciones como la parálisis de pares craneales, el déficit cognitivo, el déficit olfatorio y tinnitus. El dolor de cabeza asociado con la hipertensión intracraneal idiopática con frecuencia tiene un fenotipo migrañoso. La causa subyacente del trastorno aún no se ha dilucidado5. Para su diagnóstico es fundamental realizar fondo de ojo, ya que el papiledema se encuentra en casi todos los pacientes. Se ha sugerido que la infección por SARS- CoV-2 puede causar el bloqueo de los vasos linfáticos, ya que el virus puede infectar las células endoteliales linfáticas lo que puede aumentar la resistencia a la salida de LCR y generar una variante de hipertensión intracraneal idiopática6; las células endoteliales capilares del sistema nervioso central expresan el receptor ACE2 del virus, lo que podría dar al virus su naturaleza neuro invasiva que genera diversas manifestaciones neurológicas como encefalitis, meningitis, hemorragia intracerebral , cefalea, accidente cerebrovascular isquémico7. Adicionalmente, se ha descrito que la disfunción de la coagulación puede provocar congestión venosa y aumento de la presión intracraneal. La transcriptómica unicelular anterior ha identificado monocitos no diferenciados y células T agotadas en el líquido cefalorraquídeo de los pacientes8. En nuestro caso, la resonancia magnética cerebral fue normal sin presencia de trombos, no obstante, la asociación de hipertensión endocraneana idiopática con el SARS-CoV2 podría atribuirse a un estado inflamatorio, de alta viscosidad y un estado de hipercoagulabilidad.
Conclusión
Para el médico de atención primaria el diagnóstico preciso de la hipertensión intracraneal idiopática es fundamental, ya que el deterioro visual debido al papiledema puede ser irreversible, también se debe reconocer que una de sus etiologías puede ser infecciosa como en nuestro caso se presenta secundario a COVID 19.