Desde el surgimiento de la humanidad, los hombres se han preocupado continuamente por buscar explicaciones a los procesos de salud y enfermedad. Esto ha llevado a las comunidades, sociedades, académicos e investigadores a crear paradigmas o modelos de explicación e intervención. Cada uno de estos paradigmas o modelos cuentan con supuestos básicos, epistemología, metodología y técnicas propios.
Desde hace varios siglos y hasta nuestros días, el paradigma en salud predominante es el biologicista que surge como resultado de diversos descubrimientos científicos en el campo de la biología. En el ámbito de la investigación el paradigma predominante es el positivista cuantitativo que considera sólo los datos observables, lo dado, lo positivo como objeto de conocimiento y tiene como finalidad explicar, predecir, controlar los fenómenos, verificar teorías, buscar las causas y descubrir leyes para regular los fenómenos.
Es evidente que el paradigma biologicista y la investigación cuantitativa han aportado mucho al desarrollo de la medicina, los grandes descubrimientos y avances en el campo de la biología, la bioquímica, la microbiología, la farmacología, la tecnología, etc. han permitido mejorar la calidad de vida de las personas y dar respuesta a muchos problemas de salud, lo que se ve traducido, por ejemplo, en el aumento de la esperanza de vida, sobre todo en países desarrollados que invierten grandes cantidades de recursos económicos en la investigación.
En las últimas décadas se han desarrollado modelos que ponen énfasis en la interpretación de la subjetividad del hombre, de sus valores, sus representaciones sociales y sus concepciones con que afronta las circunstancias donde la vida tiene lugar. En este contexto, donde la salud y la enfermedad han dejado de interpretarse solo desde el ámbito de las ciencias biológicas y como categoría social se constituye en uno de los fenómenos más dinámicos y complejos a los que se enfrenta el hombre y la sociedad, la investigación cualitativa tiene muchas potencialidades, especialmente en nuestro país. La investigación cualitativa permitirá entender la realidad desde la mirada de los actores, comprender, desentrañar y profundizar el estudio del porqué y el cómo las personas han construido sus conocimientos y creencias que tienen respecto a la salud, sus percepciones, actitudes y toma de decisiones en el cuidado de la salud; considerado en relación al contexto donde viven y se dan las relaciones sociales.
Así mismo, la objetividad es deseable en las investigaciones cualitativas, ya que una de las características de la investigación cuantitativa o cualitativa es la objetividad, además que la comunidad científica reclama constantemente la objetividad en las investigaciones. El término objetividad por lo general implica mantener la distancia entre el observador y el observado y minimizar toda posible influencia de los valores del investigador sobre el proceso de la investigación. En este marco, los investigadores cualitativos deben evitar un alto grado de subjetividad y sesgo; para lo cual es necesario acudir a algunas técnicas y procedimientos (ej. la triangulación) para confirmar y/o verificar que los datos reflejen tan exactamente como sea posible las perspectivas y experiencias de los participantes y, que sus investigaciones reporten la realidad con una aproximación aceptable.