Hasta la fecha, junio 2021, los casos reportados de COVID-19 a nivel mundial son 173 millones de casos, el epicentro actual de la pandemia es Estados Unidos, seguidos de India y Brasil, con 50,2; 34,7 y 22,2 millones de casos acumulados respectivamente. Para los países más afectados por el COVID-19 en todo el mundo, la tasa de mortalidad observada es 9,4 % para México, Perú y tercer lugar Brasil con un 2,8 %1. Ha habido al menos
Existieron 33 486.000 contagios documentados y 1 047.000 muertes documentadas a causa del nuevo coronavirus en América Latina y el Caribe hasta la fecha del 3 de junio del 20212.
La tasa de letalidad de la COVID-19 varía notablemente en función de la edad, y oscila entre 0,3 muertes por cada 1 000 casos entre los pacientes de 5 a 17 años y 304,9 muertes por cada 1 000 casos entre los pacientes de 85 años o más en los Estados Unidos. Entre los pacientes hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos, la letalidad es de hasta el 40%. Se están desarrollando al menos 120 vacunas contra el SARS-CoV-2.
Hasta que se vacune eficazmente a toda la población, entre los principales métodos para reducir el contagio están las mascarillas, el distanciamiento social y el rastreo de contactos. Los anticuerpos monoclonales y la globulina hiperinmune pueden proporcionar estrategias preventivas adicionales3.
Una alta proporción de la población boliviana es afectada por condiciones laborales desiguales y precarias, la que genera múltiples vulnerabilidades superpuestas y problemas sistémicos que exacerban el impacto de la pandemia y complican las respuestas de políticas públicas. Es así que uno de los factores de riesgo para COVID-19 en Bolivia son los problemas socioeconómicos, principalmente por el bajo ingreso económico de la población, más del 70% de los bolivianos que trabaja, no tiene contrato de trabajo ni seguridad social, lo que hace que la contención estricta sea especialmente difícil de lograr4, en consecuencia, las personas trabajan aún en tiempos de pandemia y cuarentena5. De igual manera la educación juega un rol trascendente como factor de riesgo. La falta de información determina el desconocimiento de la población acerca de los medios o las formas de reducir la incidencia de los contagios. Así mismo, la adquisición de información errónea o populista también es un factor de riesgo, vinculado tanto al cuidado personal, como las precauciones para con el resto de la población6.
Es notable que la pandemia por SARS-CoV-2 haya representado un desafío muy grande para los sistemas de salud, en los países subdesarrollados, donde las condiciones de infraestructura, equipamiento limitado y hacinamiento de personas en los hospitales, constituyen un factor de riesgo a que los mismos centros de salud sean fuente de contagio, un problema que agravaría la incidencia de contagios en una región o comunidad7.
Realizamos este trabajo de investigación con el objetivo de analizar la relación de los problemas sociales, educacionales y la atención en salud, con la COVID-19, durante la pandemia en la población boliviana, en el año 2020.
Material y métodos
El presente estudio es de tipo ecológico, cuyo universo fue la población boliviana con un total de 11 633.371 habitantes para la gestión 2020, tanto para el área urbana como para el área rural. Para el cálculo muestral, el INE uso los valores determinados por la encuesta de hogares de la gestión 2019, obtenidos del INE8, la muestra de incidencia de campo fue de un 98% a nivel nacional, de la que se obtuvo una unidad muestral de 11 056 viviendas, encuestándose 37 092 personas; posteriormente realizado la selección de participantes que cumplen criterios de inclusión, siendo 2 582 personas para ser evaluadas para los objetivos de studio (Figura 1).
Los criterios de inclusión fueron: tener resultado del laboratorio mediante la prueba PCR para COVID-19, ser evaluado por el INE, ser miembro de un hogar que resida en viviendas particulares. Fueron criterios de exclusión: no tener datos completos o que exista valores perdidos para los objetivos del estudio.
Se tuvo como variable independiente:
Como variables dependientes se tomaron en cuenta:
Características sociales: tipo de hogar, Área de procedencia, Idioma, Edad,
Características educativas: nivel de educación general, ocupación, saber leer y escribir.
Características de salud: síntomas, uso de medicamentos, seguimiento de protocolo de tratamiento, acceso a servicios de salud
Para el análisis de datos se realizó la descripción por frecuencias del tipo de hogar, área de procedencia, idioma, nivel educativo general, ocupación, saber leer y escribir, y el análisis de tendencia central de la edad. Posteriormente, se realizó el análisis de relación por el método de regresión logístico binomial de los participantes con las variables: resultados de laboratorio mediante la prueba PCR con resultados positivo o negativo a la covid-19 (variable independiente), características sociales, educativos, de la salud (variables dependientes) Para obtener los Odds Ratio con un intervalo de confianza al 95%, no se tuvo en cuenta a personas con datos perdidos o sin resultado de prueba para Covid-19.
La recolección de datos fue, previa autorización, del Instituto Nacional de Estadística (INE) (ver detalles en: https://www.ine.gob.bo) de Bolivia, de donde se extrajo las variables de interés con las que se realizó el análisis y estudio respectivo. El presente trabajo se adhiere al artículo 21 del Decreto Ley 14100 de 8 de noviembre de 1976, respetando la confidencialidad de los datos estadísticos recolectados.
Resultados
Bolivia cuenta con diversidad cultural, estando compuesta por aproximadamente 36 etnias, distribuidas en áreas rurales y periurbanas, siendo la cultura Quechua, Aymara y Guaraní las más representativas. Dentro de este context, el tipo de hogar más prevalente es la familia nuclear completa (56,1%), seguida de hogar extendido (16,8%) y un hogar monoparental (12,5%).
En cuanto a las características de la población estudiada, estuvo conformada por: hombres (49,1%) y mujeres (50,9%), de igual forma, el promedio de edad fue de 30,10 años, con una mediana de 27 años y una moda de 6 años, en tal sentido el valor máximo de edad, es de 98 años y el mínimo de 1 mes de edad.
En la Tabla 1 se presenta el número de familias nucleares completos del departamento de Cochabamba, en el área urbana es de n=310; mientras que del departamento de La Paz en la misma categoría es de n=291. Se evidencia que los hogares unipersonales en el área urbana de Santa Cruz es de n=46; por otro lado, en la misma área, en Cochabamba y La Paz es de n=39.
La variable educación de la Tabla 2 muestra que 2,26 % de la población encuestada no sabe leer en el departamento de Cochabamba. El analfabetismo en el departamento de La Paz es de 0,74; en Santa Cruz del 1,4 %. Con respecto al porcentaje de población con educación superior del departamento de Santa Cruz es de n= 45,8 %, de Cochabamba y La Paz del 56,1 % y del 62,9 % respectivamente.
En relación a la Tabla 3, muestra las características de acceso a la salud, de las cuales n= 741 se atendieron en su domicilio, y n=1266 no acudieron al médico tradicional.
En la Tabla 4, el control y manejo de la covid-19 de la población de estudio, que su resultado de prueba de laboratorio ha sido positivo (n=1092), que si se necesito medicamentos para el tratamiento de la covid-19 (n=1220), se siguió un protocolo para la covid-19 (n=1147).
La Figura 2, muestra la relación entre las características de interés del estudio con el resultado de la prueba de laboratorio de la covid-19, donde se evidencia, dentro del análisis educativo: saber leer y escribir (OR:1,01;IC95%:0,9-1,2), no saber leer ni escribir; (OR:0,70; IC95%:0,46-1,37); del análisis social, vivir en regiones urbanas (OR:0,99;IC95%:0,96-1,01), vivir en regiones rurales (OR:1,17; IC95%:0,91-1,51); ser menor de 60 años (OR:0,99;IC95%:0,96-1,03), ser mayor de 60 años; (OR:1,04;IC95%:0,86-1,25); hablar idioma castellano como primera lengua (OR:1,00;IC95%:0,98-1,02); hablar idiomas originarios como primera lengua (OR:1,04; IC95%:0,79-1,37); del análisis de clínica de la covid-19; presentar síntomas; (OR:4,17; 3,79-4,58), no presenter sintomas (OR:0,08;IC95%:0,06-0,10), en relación con el resultado positivo a la Covid-19.
Discusión
Como lo plantea Ticona y Espinoza, durante el trayecto que implicó la pandemia por COVID-19 han surgido nuevas evidencias de la fisiopatología y clínica de la enfermedad, lo que permitió crear protocolos de manejo tanto hospitalarios como ambulatorios, pero principalmente enfocados a pacientes en estado crítico y no así de forma específica a tratar la enfermedad en sus estados iniciales9. De igual forma todo este proceso representó un gran desafío para todos los servicios de salud debido a que la mayoría de los países poco desarrollados no contaban con el material y el personal necesario para brindar el apoyo a los pacientes10.
En Bolivia, las guías terapéuticas para la atención de pacientes con COVID-19 se basó, principalmente en el soporte hemodinámico, terapia farmacológica usando Cloroquina, Remdesivir, Tocilizumab, Plasma Convaleciente, entre otros, y en la terapia complementaria con administración de oxígeno para evitar la falla respiratoria aguda11. Así mismo según los hallazgos del estudio RECOVERY se dijo que se podría usar los glucocorticoides (Dexametasona) para prevenir el riesgo de mortalidad en los estadios más graves de la enfermedad12.
Imanol Ordika señala que desde el inicio de la pandemia se implementaron medidas apresuradas e insuficientes en cuanto a la educación, pasando de presencial a la modalidad virtual, por el riesgo de contagios, debido al hacinamiento en los distintos centros educativos, sin tener en cuenta las carencias socioeconómicas,. Por tal motivo el número estudiantes, tanto de educación superior como inicial fueron relegados o privados de las clases presenciales13.
Así mismo, se señalan otros factores que afectaron a la educación en el área urbana y en el rural, con mayor impacto. A pesar de la amplia cobertura educativa no todos contaban con el acceso a las tecnologías de información y comunicación y a su respectiva capacitación. Debido a ello la deserción escolar aumentó en comparación con años anteriores en el Perú14.
En Bolivia el año 2019 según encuesta nivel nacional el total de matriculados en educación tanto pública como privada fué de 2091 personas. El mismo tipo de encuesta realizada en el año 2020, registra 1 327 personas matriculadas15.
Debido a la transición abrupta y accidentada de la educación a causa de la pandemia, los estudiantes se sintieron abrumados por la carga horaria, así como con las actividades domésticas, lo que podría crear en las mujeres una brecha de inequidad de género8.
Concluimos en lo referente a las características sociales, el hecho de pertenecer al área rural, tiene mayor probabilidad de dar positivo en la prueba de Covid-19 en comparación a los que viven en área urbana, esto se deba posiblemente a la falta de la promoción de la salud (higiene personal, vacunas, ir a los centros de salud) en áreas rurales, por su parte las personas de mayor edad tienen mayor probabilidad a dar positivo en las pruebas de Covid-19, posiblemente debido al deterioro del sistema inmune o a la existencia de enfermedades subyacentes. En consideración al analfabetismo, el riesgo de infectarse es ligeramente mayor en comparación con la población que tiene mayores niveles de educación.
La educación y el alfabetismo juegan un rol protagónico para hacer frente a la pandemia, ya que nos permite adquirir y entender de mejor manera las medidas de bioseguridad.
En lo relacionado a la atención y manejo en salud que las personas se atendieron con remedios caseros y tuvieron el hábito de automedicarse durante la pandemia del 2020.
Sin embargo de los resultados presentados, se necesitan investigaciones focalizadas sobre las características evaluadas en la población boliviana y en la region latinoamericana durante la pandemia de Covid-19, que sigue presente como problema de salud pública en el año 2022.