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Temas Sociales

versión impresa ISSN 0040-2915versión On-line ISSN 2413-5720

Temas Sociales  no.28 La Paz  2008

 

SOCIOLOGÍA URBANA

 

IMAGINARIOS SOCIALES Y CULTURALES DE LOS NIÑOS TRABAJADORES DE LA CIUDAD DE POTOSÍ - FAMILIA, ESCUELA Y TRABAJO

 

 

Erick Jurado

 

 


 

 

1. Encarando la investigación de los imaginarios de los niños trabajadores

La necesidad de establecer relaciones de causalidad entre fenómenos sociales es una premisa desde el punto de vista cuantitativo y positivista de la construcción del conocimiento científico; sin embargo, no siempre esta regla de hierro es totalmente objetiva o totalmente ajena a subjetividades. Por el contrario, varios estudios y casos de investigación nos han demostrado que el papel del observador, en el proceso de investigación tiene evidente influencia sobre aquello observad034 y hace que la construcción del conocimiento sobre la realidad, objeto de estudio, sea solamente una interpretación subjetiva que se eleva a rango de ley social y científica por el solo hecho de su rigurosidad, pero no sobre la base del control o autovaloración de la influencia que ha ejercido el investigador en el proceso de la construcción del conocimiento.

En el proceso, el primero de los pasos fue el de la construcción de fuentes, en el caso concreto de los estudios etnográficos se denomina etapa de elaboración de registros etnográficos. Estas historias de vida se constituyen en nuestra fuente primaria de datos, y como en el caso de las encuestas el alcance de la investigación está dado por la magnitud de información que permiten hacer visible estas fuentes y nada más, lo que está fuera de estas fuentes es conjetura, que no es inútil ni mucho menos, pero su asidero con la realidad requeriría de una demostración más empírica o de mayores investigaciones.

Tabla N.° 1
Matriz del proceso de construcción y análisis de los datos de la investigación

El segundo paso que realizamos es la ordenación de las fuentes. Para ello nos ayudamos de un software (Hyper Research 2.8), diseñado para vaciar en él las historias de vida y que, a partir de un proceso de selección y codificación automatizado construido por el investigador, permite hacer una selección inicial de los temas tratados en las fuentes.

Gráfico N.° 1
Frecuencia de repeticiones de las unidades sintácticas, semánticas de las fuentes

En ese sentido, muchas de las codificaciones realizadas están en este orden, en una especie de operacionalización de las fuentes a partir de los intereses de investigación. Esto, sin embargo, no significa que sólo tres ámbitos o un interés sean recogidos por la codificación; por el contrario, son 27 grupos de temas que se han identificado con la codificación. El gráfico anterior nos muestra la intensidad de la manifestación de estos temas en las fuentes analizadas que corresponden a 12 historias de vida que hemos conseguido registrar en nuestra inicial base de datos.

Con estos datos constituidos se procede a efectuar el análisis de contenido en la construcción del discurso de las historias de vida. En otras palabras, hemos reducido de manera heurística las historias a sintagmas de sentido que nos permiten realizar una comparación entre lo manifiesto y lo deseado, haciendo así una incorporación de la operacionalización de la teoría central que hemos utilizado en principio para referirnos al universo de las representaciones sociales y del imaginario de los niños, niñas y adolescentes trabajadores.

Un tercer paso en el análisis es la construcción de notas analíticas, textos que nos sirven para reflexionar entre teoría y realidad de manera comparativa. Estas notas analíticas se redactaron en función de los grandes temas de interés y que presentaron alguna relevancia en relación con los intereses del estudio y también de la evidencia que se refleja en la frecuencia de repeticiones en el proceso descrito en el paso dos del gran proceso de análisis y construcción de conocimiento respecto de los imaginarios de los niños, niñas y adolescentes trabajadores.

Finalmente, se ha desarrollado, el proceso de reconceptualización que se realizó en función de los textos construidos en el proceso analítico y es en este momento cuando el debate con la teoría se transforma en la toma de posición respecto de la problemática y permite teorizar respecto de la realidad en función de los análisis y de los datos que lo sustentan.

 

2. La Reproducción versus el imaginario en los ámbitos de la familia, la escuela y el trabajo.

En primera instancia es pertinente hacer una recapitulación sobre los orígenes y objetivos de la investigación, sus alcances y sus limitaciones, para luego hacer una revisión de las principales conclusiones a las que arriba el estudio.

Señalaremos los hallazgos más destacados y que consideramos muy importante seguir discutiendo en la línea de establecer el papel potencial de las representaciones sociales y de los imaginarios, en su enfrentamiento con la reproducción social y con las condiciones de vida de las clases empobrecidas.

La investigación partió de la constatación de que no se conocen de manera explícita y documentada las dimensiones causales del trabajo infantil. En diferentes escenarios de debate y reflexión se han establecido posiciones que tratan el trabajo infantil como un problema en sí mismo, es decir que su existencia parece ser autoproducida y la única referencia utilizada y que se convierte en una suerte de creencia es que la pobreza estructural, el atraso y el subdesarrollo, sin dejar de mencionar el imperialismo, son las causas fundamentales del trabajo infantil.

En ese sentido, el debate sobre las posibles acciones a favor de los niños trabajadores parece no tener más alternativa que hacer frente a estos procesos históricos que mucho distan de la concreción del problema de los niños y niñas que tienen que trabajar para mantenerse y para ayudar a sus familias. Esto trae consigo una serie de consideraciones, a nuestro juicio, equivocadas, por ejemplo, que sólo cuando hagamos la "revolución" podremos eliminar el trabajo infantil y todos los mecanismos que sojuzgan a los explotados del país.

Hemos querido desentrañar las relaciones sociales, hemos querido ver la estructura en acto y establecer cuáles son los ámbitos determinantes y los procesos por medio de los cuales se manifiesta el trabajo infantil como un problema que perjudica el desarrollo de las personas, tratando de superar esta falsa contradicción entre "valoración crítica" y "erradicación", visiones que encaran el trabajo infantil, primero, como una condición del subdesarrollo y que, segundo, no incorporan en el debate otras dimensiones que hacen al problema, como los ámbitos familiar y de la educación.

Para ello, hemos desarrollado un plan que nos permita establecer lo que piensan los niños de estos ámbitos de su corta vida para, por medio de las relaciones entre los actores en estos tres ámbitos, tratar de conocer la forma en que el trabajo infantil promueve la toma de conciencia y a la vez hunde paulatina y cruelmente a los niños en contextos de violencia, competitividad inequitativa y condiciones materiales que los condenan a reproducirlas con su progenie.

Hemos establecido como medio el enfoque cualitativo, hermenéutico porque consideramos que esta forma de uso crítico de la teoría para describir e interpretar los contextos y las condiciones de la vida de los y las niñas trabajadores nos resulta muy útil para desentrañar el plexo de vínculos de opresión y solidaridad que se tejen en el mundo popular de las culturas subalternizadas35.

Por ello, hemos hecho uso de la "historia de vida" como el medio para establecer la base de datos que luego hemos sistematizado por medio de su reducción a unidades semánticas de sentido, que posteriormente hemos usado como datos para apoyar la reflexión y la interpretación de datos sistemáticamente obtenidos y cuidadosamente seleccionados.

Es preciso subrayar que, por lo tanto, no se pueden ni deben hacer generalizaciones, sino solamente conjeturas lógicas basadas en la información construida pero que tienen un valor incalculable porque nos sirven para plantear una mirada sobre el mundo del trabajo infantil y de sus contingencias.

Este estudio versa sobre los imaginarios sociales y culturales de los niños trabajadores, su constitución, como expresión de las subculturas modernas que pugnan por ser incorporadas en los esquemas de construcción de la realidad de las demás subculturas dominantes; es interpretativo de casos y no son tendencias poblacionales.

 

1. Uso crítico de la teoría

Con el desarrollo de esta investigación hemos llegado a la conclusión de que los imaginarios36 forman parte de la realidad vivida y comparten el espacio con la realidad deseada por los actores porque ésta es producto de aquélla, y ambas están dialécticamente conectadas de manera interdependiente. Por lo tanto, los imaginarios forman parte de la realidad porque son producto de ella, tienen la fuerza de conformar realidades alternativas en tanto potencialidades de cambio y deseo de transformación.

La interacción de los actores sociales con la realidad se hace mediante los imaginarios que construimos de ella. La familia, la escuela y el trabajo, a pesar de sus realidades, los vivimos a partir de nuestro imaginario, y si los contextos "reales" no son de nuestra total satisfacción, tendemos a reacomodarlos conforme a nuestro deseo, como una realidad alternativa que puede cambiar la realidad vivida.

 

2. La familia

En cuanto a los hallazgos de la investigación, debemos mencionaren primer término el desplazamiento que hemos realizado de la conceptualización del trabajo infantil como un problema per se hacia una manifestación de otro problema igual de grave y que nos llama poderosamente la atención.

No explicaremos el trabajo infantil como una manifestación más de la situación de atraso y dependencia, marginalidad y pobreza estructurales del país; eso significaría descargarnos de la responsabilidad de encarar el problema del trabajo infantil como una manifestación concreta de esa crisis histórica que se manifiesta en las relaciones sociales de las familias, de todas, pero particularmente de las familias que por las condiciones de su constitución se han tornado vulnerables y susceptibles de expulsar a los niños al mundo del trabajo.

"Hace tres años aproximadamente mi padre se fue con otra mujer y nos dejó, él ya tiene sus hijos con la señora, la verdad es que lo extrañamos demasiado, me dolió mucho que se fuera, a veces me pregunto si no nos quería y por eso se fue, desde entonces mi mamá se convirtió en padre y madre para nosotros, es una de las personas a quien admiro muchísimo, pese a los problemas económicos que estamos atravesando, ella siempre mira hacia adelante y nos quiere demasiado, si solamente se viviera de amor nosotros seríamos felices". (historia03/ hogares desestructurados /historia03.txt).

La familia "popular" es una institución expulsora de niños al trabajo, no porque quiera o sea una instancia carente de cariño hacia los hijos e hijas, sino porque está determinada social y culturalmente a hacerlo. Hemos demostrado sobradamente que las condiciones de la familia "popular", por su constitución, condiciones materiales, trastocamiento entre matriz cultural indígena y realidad competitiva de mercado, no es capaz de sostener a los niños en su seno.

Gráfico N° 2
Esquema de la vulnerabilidad de la familia popular

La condición de abandono no sólo se da en las familias desestructuradas, característica que, por cierto, es la causa de que exista el trabajo infantil; la familia no tiene medios para consolidarse como autosuficiente para enfrentar los retos del mercado y los desafíos de la vida moderna de las urbes como Potosí.

El abandono es la expresión de la condición motivadora de toma de decisión entre los niños para que consideren el trabajo una forma de mantenerse y mantener a su familia unida y de paliar la crisis por la que ésta atraviesa.

Entre las características más evidentes de la condición de abandono en que viven los niños que deciden trabajar están el número de los miembros de las familias, el hecho de que las ocupaciones de los padres no son en lo mínimo competitivas para el mercado de trabajo local, los niveles bajos de formación, la vinculación con áreas rurales, el abandono físico y Simbólico, la separación y la fragmentación familiar.

"Mis sueños son varios, primero me gustaría que todos los miembros de mi familia algún día estemos juntos, después deseo salir bachiller y estudiar alguna carrera y por último ser futbolista es el deporte que siempre me ha gustado". (historia06/deseos personales y futuro/historia06.txt).

Si pretendiéramos apoyar a los niños trabajadores, no tendríamos que hacerlo desde el ámbito del trabajo; es la familia la que está pidiendo a gritos que se haga algo en favor de ella.

 

3. La escuela

La escuela es un espacio de potencialidades y limitaciones igual que cualquier otra institución de la sociedad. Su carácter reproductor y generador de resistencia se hace evidente en los niños trabajadores, y aunque muchos de ellos comparten el imaginario de la utilidad de la educación para fo~arse un futuro mejor, esto se relativiza cuando vemos que ellos y ellas asisten a la escuela como una forma de compensación del déficit de atención en la familia.

Resaltan más las incidencias en las que el niño y niña trabajadores deben enfrentarse con los factores condicionantes de los objetivos institucionales de la escuela, cuando lo que ellos quieren es agenciarse de un entorno de normalidad artificial que les brinda la escuela.

"Al principio mis profesores no sabían que trabajaba y por eso algunas veces no podía hacer mis tareas y me regañaban, pero ahora ellos saben que soy niña trabajadora y que le ayudo a mi mamá, ellos me entienden pero yo también trato de cumplir con todas mis tareas y no hacerles quedar mal, algunos de los profesores me ponen de ejemplo". (historiaD4/relación de maestros y NAT"s/historia04.txt)

Ahora bien, este papel que le toca a la escuela no es determinante, se relativiza por la existencia en su seno de visiones alternativas de maestros y otros actores que tienen espacio en ella para el desarrollo de contrahegemonía, que se manifiesta en una solidaridad profunda entre estudiantes y entre ellos y sus maestros.

Sin embargo, es también la escuela el espacio en el cual los niños empiezan a tomar decisiones sobre su futuro, a acomodar sus tiempos y espacios para incorporar el trabajo como parte de su vida.

Son los compañeros de estudio los primeros que van a buscar juntos trabajo, si es que no lo hacen desde el seno de la familia. Esta consideración es importante porque lo que se ha establecido con claridad es que la edad y el género son las condiciones más importantes para que los niños se incorporen en un trabajo y lo desarrollen.

"Trabajo desde que estoy en sexto básico, mi primer trabajo fue de voceador en los minibuses, lo hacia después de salir de la escuela y por día podía reunir por lo menos Bs. 5,- el cual me servía para mis gastos de la escuela como ustedes sabrán los profesores siempre nos piden cuotas para cualquier actividad". (historia07/de qué se trabaja/historia07.txt)

La decisión tomada ocasiona una serie de alteraciones en el transcurso "normal" de la vida académica en la escuela, una de las más evidentes manifestaciones es la alta movilidad de los niños entre escuelas.

Sin embargo de esta manifestación de solidaridad fundamental para la construcción de contrahegemonía, la escuela no está respondiendo a las necesidades manifiestas de los niños y niñas trabajadores. El trabajo infantil es una de las causas del abandono escolar, principalmente en el desarrollo del tercer ciclo.

Los niños, niñas y adolescentes trabajadores construyen un imaginario de "normalidad" social como otra de las demandas de su realidad soñada a la escuela. Lo importante es que la escuela es un contexto cultural que puede responder a estas necesidades. La escuela se constituye en un espaciol condición para la socialización de los niños trabajadores en el mundo de niños y niñas deseado, por lo tanto, un espacio potencial para atender a sus necesidades.

 

4. El trabajo

El ámbito del trabajo es el más interesante de analizar porque es el espacio de socialización más efectivo en términos de la constitución del actor social niño trabajador, y también el más exigido en términos del imaginario que de él han constituido los niños y niñas.

Es el trabajo en términos reales lo que les da sustento, pero en términos simbólicos es el que a más reclamos o demandas debe satisfacer. Por ejemplo, como socializador, es un contexto de violencia, inseguridad y competitividad salvaje. Decíamos en un apartado de la investigación que se trataba de la observación de las condiciones del capitalismo salvaje en un espacio microtópico por sus características de falta de ética, peleas por mercado, violencia en la apropiación del excedente y de las ganancias.

"Actualmente trabajo de lustrabotas en la plaza 10 de Noviembre por las tardes, desde las 2 de la tarde hasta las 5 de la tarde. Me acuerdo que una vez me peleé con uno de los pastilleros que también se había subido en el mismo bus que yo y él me lo hizo caer mis pastillas, yo me enojé bastante y nos agarramos a golpes" (historia07/de qué se trabaja/historia07.txt).

Como ese contexto va acompañado de una diversidad amplísima de actividades y de condiciones, en el mundo del trabajo infantil no podemos hablar de trabajo en abstracto, sino de trabajadores en concreto, porque las diferencias son abismales. Desde el mundo de las políticas sumamos o agregamos a los niños y niñas por el trabajo; sin embargo, en el mundo del trabajo de los niños y niñas hay diferencias que son radicales al momento de juzgar sus condiciones de vida y su desarrollo social, psíquico e intelectual.

La constitución de un niño trabajador deviene de dos principales factores condicionantes: la edad y el género. Hemos establecido con meridiana claridad que un niño que empieza a trabajar en una edad por debajo de los nueve años tiende a la informalidad, a diferencia de otro que pasa esa barrera de edad y que tiene condiciones de contar con un empleador. Lo propio sucede con una niña que, para su suerte o su infortunio, es empleada por la misma familia en el servicio doméstico en la casa o en un negocio de un pariente o compadre, espacio en el que se expone a la violencia doméstica, al maltrato y al abuso laboral por falta de pago. En otras palabras, servidumbre por la vida del consentimiento de su propia familia, que, al buscar protección para la niña, encuentra un potencial espacio de abuso para ella.

El trabajo informal de los niños y niñas es tremendamente hostil y de alta y desleal competitividad. Los niños, sin problemas, se agarran a las trompadas en función de una venta o de la protección de un territorio o un horario; en ese contexto rige la ley del más fuerte. Considerando que son los niños más pequeños los que se exponen y pueden acceder a estas condiciones, vemos cómo está formándose su personalidad y su forma de ser, que se expresa en la escuela y en la familia.

Éstas son las condiciones que los propios niños trabajadores y niñas trabajadoras quieren cambiar. Cuando ellos y ellas nos hablan de sus deseos respecto del trabajo infantil, la frase recurrente es "mejores condiciones de trabajo", que no se refiere al salario, aunque esto no está fuera del pedido. A lo que nos referimos es al control que debe haber de las reglas de mercado para las actividades no sólo de los niños, sino de todas las actividades económicas y que generan ingreso para las personas en el contexto potosino.

Lo preocupante es que, ante esta demanda casi explícita, la respuesta que reciben de autoridades e instituciones es la gremialización, categoría que consideramos adecuada cuando se trata de un gremio consolidado y homogéneo, pero el trabajo infantil no lo es. Esta tendencia a la gremialización nace como respuesta a las necesidades subjetivas de los niños, niñas y adolescentes trabajadores, pero no es la más acertada porque tiende a desubicar el centro de la demanda implícita en el imaginario de los niños trabajadores, que está más vinculada a las condiciones del mercado y no tanto a las del trabajo, además de la necesidad de enfocarse en las dimensiones que constituyen el fenómeno del trabajo infantil, como el problema de la familia y el reclamo de los niños trabajadores hacia el mundo adulto por su incapacidad de mantenerla unida y de hacer de ella la unidad sobre la cual se base la sociedad en su conjunto.

"La P S. por medio de Marcelo y Magda, que eran nuestros amigos, nos ayudaron a ver la importancia de estar organizados para exigir nuestros derechos y principalmente para que no seamos discriminados por nadie". (historia03/organización como estrategia/historia03.txt)

De todo lo explicitado en estas conclusiones, debemos subrayar que la inversión de recursos y de esfuerzos debería estar enfocada en la familia antes que en la erradicación o el fortalecimiento del trabajador o trabajadora infantil.

La orientaeión de los cambios en la gestión educativa debería asumir la perspectiva de las necesidades de la población, particularmente rescatar el sentido positivo de artificialidad que puede construir la escuela para dar a los niños trabajadores condiciones de desarrollo adecuado por la vía de la integración, enfrentando la constante de acomodación y adaptación a la que están condenados el niño y la niña trabajadores.

La escuela, más que la familia, tiene la posibilidad de desmontar el sentido de seleccionador social y reconstruir el sentido de integrador social para la población a la que atiende. Éste es el mayor desafío de la escuela en el contexto de trabajo infantil, el de convertirse en un espacio de comprensión y cariño hacia los niños para que ellos reemplacen las carencias del hogar en este espacio y, consecuentemente, aprendan lo suficiente y se formen para romper el ciclo de la reproducción de sus condiciones sociales.

De otra forma, el círculo de la reproducción se cierra, esto es tremendamente triste pero cierto. Si la potencia del imaginario no tiene la correlación de la constitución de acción que acelere el paso de la "condición en sí" a la "condición para sí" y si el actor social no asume políticamente la validez del "sueño soñado despierto", lo más probable es que estemos siendo cómplices del proceso de reproducción, y más si somos conscientes de estas determinaciones que hacen a las familias de los propios niños trabajadores que ya tienen hijos, entonces los estamos condenando a ellos, a sus hijos y a los hijos de sus hijos a establecerse como niños y niñas trabajadores.

"Uno de los sueños que deseo es salir bachiller, me falta solamente un año para terminar mis estudios y obtener el bachillerato, entrar a la universidad a la carrera de Trabajo Social para ayudar a los NAT, también sueño lo mejor par8 ni hijo, yo sé que saldré adelante con la ayuda de mi pareja". (historia01/reproduccióndelarealidad NAT"s/historia01.txt).

Hemos querido cerrar con este testimonio que refleja el riesgo social que significa no atender estos imaginarios como demandas de los actores sociales, particularmente de los niños y niñas trabajadores. Como se observa, el remontar la condición del trabajo en edades tempranas es un recorrido cuesta arriba, tanto para los propios actores como para los que tratamos de hacer algo al respecto. La autora del testimonio tiene sus esperanzas cifradas en sus hijos, porque su situación ya no le permite remontar el sometimiento a las necesidades del hogar, de la pareja y del trabajo, y aunque suena esperanzador y de mucha valía, notamos que se trata de una madre adolescente que apenas está por terminar el bachillerato y que está exponiendo a su hijo a un futuro no menos venturoso que el que ella tuvo.

 

Notas

34. Estudios como los de Rocwell, Elsie (2000) sobre la cultura escolar han desarrollado metodologías complejas basadas en la etnografía que permiten incursionar en las culturas institucionales de la escuela tanto urbana como rural. Esta línea de trabajo ha sido seguida y aplicada en estudios relativos a contextos escolares de diferentes espacios y lugares. Los estudios de los cuales tenemos datos son el de Sandoval, Ethelvina (2003) "La trama de la secundaria", estudio comparativo realizado en las unidades educativas de la ciudad de México; Plaza y Janes ed. y Talavera María Luisa (2001) "Otras voces, otros maestros", PIES, que analiza los procesos de resistencia y apropiación de la normativa de la reforma educativa de los maestros de unidades educativas de la ciudad de La Paz en el contexto de la aplicación de la Reforma Educativa, Ley 1565.

35 Las "sociedades policontexturales" son eso: conglomerados de datos en los que la pugna por la capacidad de estructurar la sociedad en su favor son la forma estructurante en sí mísma. Llamaremos, juntamente a Pintos y Galindo (2003), "sociedades policontexturales" a aquellas en las que se produce la posibilidad formal de diferentes observaciones simultáneas y se renuncia, por tanto, a la seguridad última de la unidad de la observación. No existe, pues, un único Lebenswelt, común a todos los observadores como referencia única, sino que partimos en nuestras observaciones de la pluralidad de mundos y de sistemas de referencias. Luhmann lo toma de G. Günther (Life as Poly-Contexturality en Beitrage zur Grundlegung Einer OperationsfahigerDialektik 11, Hamburg, 1979). En una sociedad policontextural, la diferenciación no contempla un horizonte dentro del cual alguna actividad parcial pueda pensarse como esencial, pues todas b son. Asumo este neologismo tomado de los escritos recientes de Niklas Luhmann en el sentido referido inicialmente a una disposición del arte de tejer (la trama o entramado), del significado que recoge el Diccionario para "contextura", de "Compaginación, disposición y unión respectiva de las partes que juntas componen un todo" (DRAE, 1984). A diferencia del "contexto" (y el admitido adjetivo "contextual"), que tiene como referencia primaria un entomo, la contextura se refiere a la complejidad del sistema. Se refiere con ello también a que la complejidad implica tal cantidad de posibilidades que obliga a proceder selectivamente. Además de la significación tomada de G. Günther, nos interesa en este contexto señalar otra de las características de este tipo de sociedades. Me refiero al excedente de poSibilidades (no sólo excedente cuantitativo, sino también cualitativo) que nos obliga a los ciudadanos de tales sociedades a proceder selectivamente. El mantenimiento de la multiplicidad de posibilidades implica que el sentido está siempre vinculado a lo plural, por lo que la reducción de posibilidades nunca puede formularse binariamente ("o esto o lo otro"), sino al menos ternariamente ("esto, lo otro o lo de más allá"). Esto tiene consecuencias para el sistema político y para la forma "democracia" (Pintos y Galindo 2003:15).

36 Siguiendo a Galindo y Pintos (2003), diremos que "son aquellos esquemas, construidos socialmente, que nos permiten percibir algo como real, explicarlo e intervenir operativamente en lo que en cada sistema social se considere como realidad", pero no sólo de vivir el presente, particularmente el imaginario social. Es una herramienta que permite visionar el futuro, de construirlo y de trabajarlo en la vida cotidiana: es el deseo en acción, es la reacción social colectiva ante la frustración de la vida misma. En esa línea, estamos de acuerdo con Deibar Hurtado, quien manifiesta que "los imaginarios como constructos de sentido se constituyen en formas creativas de vivenciar el futuro, al articular la imaginación a los diferentes ámbitos de la vida social, en el imaginario se construyen nuevas maneras de vivir" (Hurtado, 2004:7).

 

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