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Temas Sociales

versión impresa ISSN 0040-2915versión On-line ISSN 2413-5720

Temas Sociales  no.26 La Paz  2005

 

Movimientos Sociales y Autonomías Regional

 

La Rebelión Aymara y Popular de Octubre de 2003

Una aproximación desde algunos barrios paceños

 

 

Esteban Ticona Alejo1

 

 


 

1. Breve Contextualización

El decreto 21060 de 1986 inauguraba una nueva etapa en la vida democrática del país. El Estado Boliviano se retiró de su rol de dueño de los recursos más importantes, como las minas. La participación de las empresas nacionales fue vendida y los sindicatos combativos, como el de los mineros, fueron replegados mediante la política de la "relocalización" o la recesión laboral.

Bolivia, a partir de una serie de reformas legales neoliberales, como la reforma de la Constitución Política del Estado2, la Reforma Educativa y la Ley de Participación Popular (o Ley de Municipalización), todas de 1994, abría nuevos retos de convivencia democrática.

El Estado, al reconocer jurídicamente formas de organización de los estratos sociales más postergados -como los indígenas, campesinos (62 por ciento de1a población total, según el último censo de 2001) y sectores populares del país, buscaba su incorporación más activa a la vida política, desde sus comunidades, juntas vecinales y regiones de origen. Sin embargo, esta forma de reconocimiento político, no contribuyó a generar espacios reales de democracia intercultural y convivencia en el respeto y la tolerancia.

La masacre de cerca de 100 personas, principalmente indígenas (urbanos y rurales) como resultado de las masivas movilizaciones de los meses de septiembre y octubre del año 2003, a raíz de las pretensiones del gobierno de Gonzalo Sánchez de lazada de vender el gas por el territorio chileno, ha puesto nuevamente al desnudo el tipo de democracia y las verdaderas relaciones de culturas políticas entre sectores sociales dominantes, la población indígena y los sectores populares del país.

Por lo manifestado, este trabajo pretende ser una aproximación general y en gran medida testimonial al tema señalado, desde la perspectiva de algunos barrios populares de la ciudad de La Paz, como Munaypata, Villa Victoria, La Portada y Qallampaya. Villas que están ubicadas cerca de El Alto, pero no lejos de la "hoyada"3 paceña. Se intenta responder básicamente a la siguiente pregunta: ¿Cómo fue la rebelión de los aymaras y sectores populares en algunos barrios entre el 11 y e1 17 de octubre de 2003?

 

2. Un Adagio Aymara

Qhipa jiwasa, nayra jiwasa mayakiwa o Morir ahora o después es lo mismo, profesa un proverbio aymara. En el mundo andino cuando uno está profundamente consternado llega a vociferar el .término citado. En otras palabras, cuando se ha llegado al límite y no hay otra salida que dar la vida por una causa justa, se suele repetir el proverbio mencionado. En los fatídicos días de Octubre este proverbio estaba en la mente y en la boca de much@s ciudadanos indígenas y de sectores populares, desplegados en masivas marchas, asambleas vecinales o simplemente en el intercambio de ideas sobre la situación crítica que vivía Bolivia.

 

3.  L@s jóvenes toman las riendas de los barrios

Entre el 11 y el 17 de Octubre de 2003, día tras día, incluso se podría decir hora tras hora, en los barrios populares con fuerte población indígena urbana, obrera y popular como Munaypata4, Villa Victoria, La Portada o Qallampaya, sucede una serie de cambios al fragor de la resistencia diaria. Una de estas transformaciones se da al interior de la "junta de vecinos"5, organización barrial que representa a los pobladores de las villas.

Antes de la Rebelión de Octubre, existía -y aún existe- cierta peculiaridad en las organizaciones barriales. Por un lado, el "no importismo" de los vecinos y por el otro, la representación permanente de unos cuantos. Generalmente estos dirigentes son de la tercera edad o jubilados que han cumplido con su vida laboral activa. Estas particularidades hacían que muchas de estas personas, llamadas a veces "gente con tiempo", asumieran el papel de ser dirigentes.

Desde que se dictó la Ley de Participación Popular de 1994, el panorama descrito se matiza. Ser dirigente vecinal se torna más atractivo, principalmente por el acceso a los recursos económicos, mediante la coparticipación tributaria de los distritos o subalcaldías urbanas.

Esta peculiaridad ha hecho que los "viejitos" tengan cast un total control en la representación vecinal y tengan la "libertad" para actuar, en muchos casos, con intereses ajenos al barrio.

Pese al matiz participativo de la última década, muchos dirigentes vecinales han continuado desarrollando ese rol mediador de los partidos políticos, en funciones del gobierno nacional y/o municipal. La finalidad no siempre fue la de buscar el desarrollo de los barrios, sino la de beneficiarse personalmente de los recursos económicos vecinales, a través de manejos dolosos.

En los días de la rebelión indígena y popular de octubre, esta forma prebenda! de hacer dirigencia barrial comenzó a resquebrajarse, a través del cuestionamiento a sus principales dirigentes. Muchos de estos representantes "viejos y mañudos" -como se les calificó- fueron desconocidos al calor de las batallas diarias.

Se justificaron estas acciones radicales por el silencio que mostraban los vieJOS dirigentes vecinales en la lucha que se libraba en la ciudad y en el país. Los dirigentes barriales comprometidos con la política del gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) de Sánchez de Lazada o sus aliados como el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), la Nueva Fuerza Republicana (NFR), la Unidad Cívica Solidaridad (UCS) o sus similares como la Acción Democrática Nacionalista (ADN) y otros, fueron depuestos de sus cargos en asambleas o en cabildos abiertos masivos.

Estas asambleas masivas y activas de los vecinos eligieron a muchos jóvenes (hombres y mujeres) como dirigentes vecinales. Los métodos de lucha de esta nueva dirigencia fueron muy peculiares. Por ejemplo, una de las primeras tareas que realizaron fue la de convocar a nuevas asambleas, a través de invitaciones mediante parlantes o altavoces en horas de la madrugada o en la noche. En otros casos, para garantizar la participación de los vecinos en las reuniones, se les invitó personalmente, tocando puerta por puerta, muy al estilo de las autoridades comunales en los ayl/us y comunidades andinas rurales.

Por otro lado, no se dejó de informar sobre los últimos sucesos, mostrando solidaridad con los afectados en los días de la confrontación (por ejemplo, muchos heridos estaban en el hospital Juan XXIII de Munaypata), o simplemente intercambiando ideas del por qué sucedía la rebelión y el cómo se podría buscar alguna solución.

Estas acciones fueron la base para organizar las marchas hacia el centro de ciudad de La Paz. La masificación de la rebelión en los barrios populares, permitió una reacción organizada de los jóvenes y su consecuente cuestionamiento a los antiguos dirigentes oportunistas.

4. La paulatina escasez de alimentos

A raíz de la obstrucción o bloqueo de las vías de acceso terrestre y aéreo a la ciudad de La Paz (El Alto y la "hoyada"), ésta quedó prácticamente aislada del resto del país y de sus provincias. El gobierno de Sánchez de Lazada, a través de alguno de sus ministerios, se había comprometido, en un primer momento, a abastecer de víveres mediante "puentes aéreos"; pero este propósito nunca llegó a cristalizarse por la férrea lucha organizada de los ciudadanos y en especial de los pobladores de El Alto. Casi dos millones de personas estaban echadas a su suerte. Este momento permitió ver el funcionamiento de las estrategias sociales y culturales de sobrevivencia. Para tener alguna idea de esta psicosis colectiva, identificamos dos estrategias:

1)    El sector q'ara6 de la "hoyada", vinculado con los supermercados, ubicados en la zona central y en la zona sur de la ciudad de La Paz.

2)    Los sectores indígenas urbanos y populares, vinculados con las ferias, mercados o qhatus7 andinos, ubicados en sus propias zonas.

Los supermercados de la zona central y la zona sur prácticamente agotaron sus mercaderías. Los q'aras, más que nunca, mostraron "su capacidad de compra". Acompañados de sus empleadas y parentela, vaciaron los alimentos que quedaban. En cambio, en los barrios populares como Villa Victoria, Munaypata, El Tejar o Qallampaya, no se mostró la capacidad de compra, sino la de almacenaje y redistribución de los productos en momentos tan difíciles.

En los mercados o qhatus populares nunca se agotaron los víveres, siempre hubo algo que vender y comprar, aunque en horarios especiales. Por ejemplo, el más común fue entre las 6 y las 9 de la mañana. En cambio, en los supermercados, la desesperación de los q'aras, hizo que se agotaran las mercaderías.

En resumen, el paulatino desabastecimiento de víveres, nos permitió ver dos prácticas socioculturales. Por un 1ado, la de 1os q'aras o sectores pudientes, ligada a la cadena de los supermercados y su consiguiente lógica del acaparamiento egoísta. Por la otra, la de los sectores urbanos indígenas y mestizos, relacionados con las ferias o qhatus y su consiguiente forma de redistribución andina.

 

5. Comunicación entre generaciones

En las calles, en las sedes sindicales o mercados vecinales de los barrios como Villa Victoria, Munaypata, Tejar o Qallampaya, los adultos y los jóvenes estuvieron en permanente diálogo. La gente mayor contaba los sucesos ocurridos en la Revolución de 1952 y en la época de la Unidad Democrática Popular, conocida como la UDP8 (1983-1985).

Los temas de mayor conversación fueron las muertes, la escasez de la alimentación, la persecución a los líderes políticos de izquierda, la presencia de militares golpistas. En fin, en estas reuniones abiertas o cabildeos espontáneos, el aprendizaje fue el de testimoniar el pasado histórico mediante el diálogo de las generaciones.

La juventud que es reacia a escuchar a los viejos, y más aún de sus logros o fracasos históricos, ahora estaba más atenta y receptiva que nunca. Hasta los más incrédulos trataban de entender qué es lo que estaba sucediendo en el país. Era gratificante escuchar a los jóvenes conversar con la gente mayor sobre temas como la dignidad nacional, la necesidad de que los gobernantes siempre escuchen al pueblo y hasta de rebelión armada. Este último tema no era conversación exclusiva de los varones, sino también de mujeres. Por ejemplo, algunas vendedoras de los mercados, decían: "Hay que sacarle al gringo9, que nos den armas".

 

6. Las consignas de la Marcha Multitudinaria

Durante las movilizaciones de Octubre escuchamos muchas consignas en las calles, desde cánticos con melodías o simplemente estribillos cargados de furia y rebeldía que se convirtieron en ejemplos de consignas de guerra. Recogemos algo de lo que la colectividad boliviana produjo. Muchas de estas frases se dijeron en el trayecto hacia el centro de La Paz, como la "Pérez Velasco", la Plaza San Francisco10 y sus alrededores.

Indudablemente e1 ex presidente Gonzalo Sánchez deLazada y MNR simbolizaron el colonialismo externo, la antinación, lo foráneo, la afrenta al pueblo. Esto explica del porque ha generado tanta bronca, que en algunas frases adquirió el nivel de insulto. Estas consignas no fueron sólo de creatividad masculina sino también de mujeres. Las palabras "cabrón", "asesino" y "caraja" fueron las más repetidas en contra de "Goni".

Citamos algunas de estas frases.

•     "Goni, asesino, queremos tu cabeza".

•     "Goni, cabrón, andate a Washington".

•     "Compañeros ¿Qué queremos? Que renuncie el cabrón".

•     "Gringo asesino a la cárcel".

•     "Out (fuera) gringo".

•     "Goni, cabrón, al paredón".

•     "Gas para Bolivia, Goni fuera".

•     "Si Goni quiere plata, que venda a su mujer" (consigna de las mujeres).

•     "Goni asesino, ¡renuncie pues carajo!"

•     "Goni cabrón, el pueblo no te quiere". ,     "Gringo de mierda".

•     "Ya está cayendo, carajo".

•     "Tus orejas te cortaremos".

•     "Goni hijo de puta, asesino".

•     "Goni asesino, te vamos a colgar''.

•     "Hemos traído harto chuño11 y papá, pero falta carne de gringo".

•     "Sí se pudo, sí se pudo... el pueblo no es cojudo12"

•     "Los cabrones no pasaran".

•     "Gallo13 y Bombón14, la misma porquería"

También fueron los días en que la identidad de El Alto se mostró al tope y dos frases sintetizan esto:

•     "El Alto de pie, nunca de rodillas".

•     "Abran cancha, abran cancha que aquí llegan los alteños".

 

7. La idea de Nación "desde abajo"

Uno de los resultados m ás extraordinarios d e 1 as M ovilizaciones de Octubre fue el resurgimiento del sentimiento de la Nación Boliviana desde sus sectores indígenas y populares. Las marchas multitudinarias durante once días en la ciudad de El Alto y seis días en la "hoyada", que al unísono gritaban "que se vaya Goni" y "El gas es nuestro", sintetizan el sentimiento nacional "desde abajo".

La estrecha relación de los alteños con sus hermanos de La Paz. la esperada llegada de los campesinos y los mineros de Huanuni15 a la "hoyada", la solidaridad de algunos q'aras de la zona sur en los últimos días de la rebelión, muestran el despertar de la idea de Nación y la construcción de un país diverso, sobre la base de sus sectores excluidos.

Simbólicamente, 1as movilizaciones de Octubre, iniciadas a fines de septiembre en la región histórica aymara de Warisat'a16, enarbolando la Wiphala andina, con el transcurrir del conflicto terminaron incorporando la bandera tricolor boliviana rojo, amarillo y verde, como signo de unidad nacional de los de abajo.

El 17 de octubre, el día que huyó del país Gonzalo Sánchez de Lazada, se eantó el Himno Nacional, en especial la frase "Morir antes que esclavos vivir". Entonces algunas consignas más repetidas fueron las siguientes.

•     "Hermano policía, únete a la lu.cha"

•     "Morir antes que esclavos vivir17".

•     "El pueblo unido jamás será vencido".

•     "Fusil, metralla, el pueblo no se calla".

•     "Ahora sí, guerra civil".

•     "El gas no se vende, caraja".

•     "Chile, Caín de América".

•     "Si esto no es el pueblo ¿El pueblo dónde esta?".

 

8. la Democracia Andina en el contexto urbano

Las masivas. movilizaciones de los d ías del eonflicto de Octubre nos permiten preguntarnos ¿qué práctica política y democrática se ha desarrollado en los barrios estudiados? y ¿sobre qué base organizativa operaron los vecinos?

Una primera respuesta es constatar que la organización barrial funciona bajo criterios de la democracia andina. Algunos ejemplos de ello fueron la rotación de las villas para las marchas multitudinarias diarias hacia el centro de la ciudad de La Paz y las vigilias que se dieron principalmente en El Alto. Esta es una de las explicaciones del por qué la rebelión duró once días en El Alto y seis días en la "hoyada".

El comportamiento de los barrios urbanos fue muy al estilo de las comunidades andinas, con mucha solidaridad y prácticas de reciprocidad comunal. No otra cosa explica que en ciertas horas de la mañana funcionaran los qhatus o mercados barriales, que conjuraron cierta preocupación ciudadana por el desabastecimiento de víveres.

Todo esto permitió que no se llegara a la desesperación, porque había el margen de reserva de víveres para días extremos y, 1o más interesante, la lógica de mercado actuaba bajo los criterios de reciprocidad. Aunque no se puede desconocer alguna actitud de especulación a través de la subida de precios en algunos productos.

Otra de las experiencias interesantes fue la manera en .que se controlaron los robos y los asaltos. En los días de la revuelta, no había fuerza policial que garantice la seguridad ciudadana. El pueblo, principalmente en sus sectores indígenas y populares, recogió la experiencia de los sucesos de Febrero de 2001 .

Los centros comerciales más concurridos, como el de la zona el Gran Poder y la Huyustus, funcionaron bajo la lógica de la organización vecinal. Por turno y haciendo vigilia las 24 horas, los vecinos controlaron el ingreso de extrañ@s a los barrios comerciales. Esta forma de seguridad barrial ha logrado que no se produzcan ni robos ni asaltos a tiendas comerciales ni a viviendas. Aquí funcionó una especie de "policía sindical" urbana, al mejor estilo de los congresos obreros y de campesinos.

 

Conclusiones

•     La Rebelión de Octubre n os i nvita a estudiar eon m ayor detenimiento la dinámica de la organización vecinal.

•     La dirigencia vecinal de la prebenda política ha sido cuestionada y se resquebrajó su representación.

•     No acaba de cristalizarse el ascenso de l@s jóvenes en la dirigencia vecinal. La pregunta es ¿por qué? o ¿qué factores influyen para el surgimiento de los nuevos líderes de Octubre?

•     Los sucesos de Octubre han obligado a1a clase política del país a legitimar lo que el pueblo ha reclamado: que la participación ciudadana no sea sólo mediante los partidos políticos, sino también a través de organizaciones sociales. Ahora reza en el artículo 224 de la reformada Constitución Política del Estado, lo siguiente:

 

Notas

1 Esteban Ticona Alejo es sociólogo y antropólogo aymara. Es docente en la UMSA y AGRUCO-UMSS de La Paz y Cochabamba, respectivamente y FLACSO de Ecuador.

2 La Rebelión de Octubre obligó a los parlamentarios a realizar algunas modificaciones. Mediante la Ley 2631 del 20 de lebrero de 2004, se reformó la Constitución Política del Estado. donde se contempla, entre otras, la realinción de la Asamblea Constituyente.

3 A la ciudad del La Paz o Chuqtyapu Marka (pueblo de sementera de oro), por su topografla especial, rodeada de montañas, se le llama también la "hoyada".

4  Históricamente, Villa Victoria y Munaypata son batTios de migrantes indígenas. Su tradición de lucha viene desde los sucesos del 9 de abril de 1952. En su condición de obreros indígenas y mestizos libraron jomadas heroicas de insutTccción popular ammda. que fue determinante para el tnunfo de la Revolución del 52.

5 Aquí nos referimos a su nivel de organización local. ya que existen los niveles de organización departamental y nacional.

6 Q'ara, lit. pelado. Identifica a los sectores sociales de "blanc@s".

7 Qhathu, lit. puesto de venta.

8 Es la etapa del inicio de la democracia boliviana. El gobierno de la Unidad Democrática y Popular (UDP) se caracteriza por una profunda inestabilidad económica y política. El presidente de entonces, Hemán Siles Zuazo, tuvo que acortar su mandato para coadyuvar a la solución de la crisis aguda.

9 Gringo, apelativo a Gonzalo Sánchez de Lozada por su acento parecido al norteamericano.

10 La Plaza Pérez Velasco y la Plaza San Francisco son el corazón geográfíco de la ciudad de La Paz

11Del aymara Ch "uñu. Alimento deshidratado de la papa.

12 Frase contrapuesta de la consigna del MNR: "Sí se puede, sí se puede", que este partido utilizó en las Elecciones Nacionales de 2002.

13 Se refiere a Jaime Paz Zamora del MIR, que fue uno de los aliados del gobierno del MNR y Sánchez de Lozada.

14 Se refiere al capitán Manfred Reyes Villa del NFR, que fue otro de los aliados del gobierno del MNR y Sánchez de Lozada.

15 El a1Tibo de cientos de mineros de Huanuni la noche del 17 de octubre, fue extraordinario. Desde la ex tranca de Senkata hasta la Plaza San Francisco. la colectividad vecinal salió a las puertas de su casa con banderas (tricolor y wiphalas) y gritos de júbilo, para aplaudir el paso de los mineros en camiones. Esta enorme gratitud y solidaridad es otra de las muestras más de la formación de la conciencia nacional.

16Warisai 'a, ubicada en la provincia Omasuyos del departamento de La Paz, tiene larga tradición rebelde. En este lugar en los aiios 30 del siglo XX, se desarrolló una de las experiencias interesantes sobre la educación indígena denommada, escuela ayl/u de Warisai a, bajo la cabeza del aymara Avelino Siñani y el q ara Elizardo Pérez.

17 Parte de una estrofa del Himno Nacional de Bolivia.

18 Entre el 11 y 12 de febrero de 2003 se produce el enfrentamiento armado entre Policías y efectivos de las Fuerzas Armadas. Este atípico conflicto y la falta de reacción inmediata de los comerciantes produjo el saqueo de algunos locales comerciales por delincuentes comunes

19Los partidos políticos y/o las agrupaciones ciudadanas y/o pueblos indígenas podrán postular directamente candidatos a Presidente, Vicepresidente, senadores y diputados, constituyentes, concejales, alcaldes y agentes municipales, en igualdad de condiciones ante la ley, cumpliendo los requisitos establecidos por ella."

 

Bibliografía

REPÚBLICA DE BOLIVIA 1994 Constitución Política del Estado y sus Reformas. H. Cámara de Senadores, H. Cámara de Diputados y la fundación Konrad Adenauer. La Paz.        [ Links ]

REPÚBLICA DE BOLIVIA 2004 Ley de Reformas de la Constitución Política del Estado. Ley No. 2631 de 20 de Febrero. Gaceta oficial de Bolivia La Paz.        [ Links ]

REPÚBLICA DE BOLIVIA 1994 Ley de Participación Popular. 21 de abril. Gaceta oficial de Bolivia. 1994. La Paz.        [ Links ]

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