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Temas Sociales
versión impresa ISSN 0040-2915versión On-line ISSN 2413-5720
Temas Sociales no.23 La Paz 2002
ESTUDIOS TEORICOS
La Experiencia Político Religiosa de Mauricio Lefebvre
Hugo José Suárez*
El presente documento forma parte de una tesis doctoral en sociología donde se abordan los procesos de transición simbólica y la relación entre religión y política en Bolivia en los años 701 En dicho trabajo, se analiza en detalle la experiencia de los sacerdotes de Iglesia y Sociedad en América Latina, el caso de Néstor Paz Zamora y el de Mauricio Lefebvre. En lo que sigue, presentamos in extenso el capítulo sobre Lefebvre como un homenaje a aquel sacerdote que desde sus creencias religiosas apostó por la sociología, lo que le costó la vida. El libro completo será publicado próximamente.
Introducción
Mauricio Lefebvre llega a Bolivia en febrero de 1953. El sacerdote oblato forma parte del enorme grupo de religiosos que vienen al país respondiendo al llamado que había hecho la Iglesia Boliviana por la falta de vocaciones locales.
Volcamos atención a su caso porque es el único miembro de ISAL que presenta una documentación particularmente rica, con cartas originales de la época, pues solía escribir periódicamente a sus amigos en Canadá. Así, podemos ver detalladamente los procesos de transición y evitamos la relectura de los hechos. El sacerdote de origen canadiense fue uno de los principales gestores de ISAL, por lo que su experiencia nos es muy ilustrativa. De hecho, lo tomamos como un caso paradigmático que, al igual que Néstor Paz Zamora, nos ilustra los procesos de conversión por los que atravesó el país en aquellas agitadas décadas.
Para esta tarea, hemos dividido el trabajo en dos etapas de la vida de Lefebvre. Primero, los años 50, su llegada a Bolivia y sus primeras impresiones. En esta etapa analizaremos sus cartas inéditas desde 1953 hasta 1961. La ventaja de este cuerpo de documentos es que mantiene el mismo estatuto teórico, lo que facilita el análisis. La revisión minuciosa de fechas se puede hacer consultando el Anexo 1.
En la segunda parte, pretendemos analizar un período distinto en la vida de Mauricio Lefebvre. Como veremos, a partir de los años 60, empieza un proceso de transformación en su discurso, con elementos que incorporan reflexiones diferentes a las de la primera época de su estancia en Bolivia.
Hay que recordar que en 1962 Lefebvre viaja a Roma a realizar algunos cursos y le toca vivir el inicio y desarrollo del Concilio Vaticano 11, entrar en contacto con múltiples sacerdotes latinoamericanos, viajar al Perú, estar en un kibutz en Israel, etc. Es un tiempo particularmente agitado en la vida religiosa a nivel mundial, por lo que tenemos una transformación muy particular en los referentes simbólicos del misionero oblato.
Lefebvre estará involucrado en el proyecto Plan de Urgencia para América Latina, llamado también Movimiento por un Mundo Mejor, impulsado esencialmente por el Padre Lombardi. El año 1963, Lefebvre va a Lima, luego se traslada a Roma y finalmente, en 1966, llega nuevamente a Bolivia donde trabaja hasta su muerte.
Este es un período previo al discurso más radical de ISAL. Los documentos que hemos recolectado para el análisis son las cartas a sus compañeros canadienses, desde julio de 1962 hasta diciembre de 1970, última comunicación antes de su muerte en agosto de 1971. También hemos incorporado al corpus analítico una serie de artículos publicados en los órganos de difusión de los Oblatos en Canadá (~éase Anexo 2)2 Los dos tipos de documentos poseen un estatuto teórico diferente, en la medida que los primeros son cartas a amigos y los segundos más bien escritos públicos. Sin embargo, se mantiene el espíritu de comunicar a un grupo extranjero cómo está viviendo su misión religiosa en Bolivia. Los documentos de Lefebvre publicados en las revistas bolivianas han sido incorporados al cuerpo analítico de textos de ISAL, ya que pertenecen a un estatuto similar, por lo que serán utilizados en el conjunto de la producción grupal y no como un caso particular.
1. Los años 50: la llegada a Bolivia y sus primeras impresiones
1.1. Principales ejes discursivos
El ingreso de Lefebvre al país es por el tren de Antofagasta. Su primera impresión serán los perros en las calles, lo que marca la gran diferencia social y de pobreza con lo último que había visto: el aeropuerto de Miami.
Desde un principio, es evidente el choque cultural que viven los misioneros. Por ejemplo, Lefebvre dice: "Para ser diferentes a nosotros, esta gente no son peores que nosotros. Si un misionero boliviano trabajara en el Canadá, ¿no encontraría a mis compatriotas de manera muy diferente a los de su país?" (p. 8).
Le preocupa así la mezcla de religiosidades. No está de acuerdo que en las fiestas católicas ingresen otros elementos de superstición: "La religión de nuestros pobres está mezclada y tiene muchas supersticiones, los santos pasan antes que los sacramentos, y delante de Dios; lo accesorio delante de lo esencial" (p. 25). Ante esta situación, acude al fortalecimiento de las divinidades católicas: "es la santa virgen la que preservará la onodoxia de mi gente" (p. 26). En algún momento se habla de que la población de la región de Carangas había asesinado a dos brujos, la reacción de uno de los oblatos es "esos pobres primitivos son capaces de todo" (p. 52).
A pesar de este desencuentro cultural, Lefebvre afirma que Bolivia es "un país desprovisto de todo y que tiene una inmensa necesidad de mí'" (p. 17).
El primer problema con el que se enfrenta Lefebvre es la bebida. El consumo de alcohol es uno de los aspectos que más le impacta desde el inicio de su estancia. Y lo que más le molesta es que se lo utilice en momentos religiosos: "desgraciada tradición, que se la llama religiosa", no es más que un pretexto para la bebida. Queda impresionado con que "se la pasan bebiendo cinco días completos" (p. 14), "grandes etapas de la vida y del año se marcan al calor del trago" (p. 28). "El trago no es sólo para las fiestas de los santos. Con menos insistencia, beberán en el bautismo, un primer o segundo aniversario, un matrimonio, un nacimiento, una defunción, una misa de aniversario, etc., etc..." (p. 28) y en esas fiestas se solicita ¡la participación de un sacerdote! La religión así se reduce a "lasfiestas de los santos ¡complementada con el alcohol!" (p. 53).
Los efectos negativos del alcohol son evidentes, así narra la experiencia:
Hoy es sábado de paga. Desde las tres de la tarde, se empieza a ver hombres ebrios. Esta noche será peor: estarán en grupos por centenas, hombres y mujeres, en las chicherías; pasarán en grupos por las calles serenateando y titubeando; una vez en el hogar, se pelea-rán e insultarán hasta que el comisario de policía los detenga y los pegue por insultar o robar; algunos, al caer, caerán también sus hijos que están en sus espaldas; otros niños morirán de coqueluche o de fiebre porque... no hay nadie que se ocupe de ellos (p. 28).
El alcohol es visto por Lefebvre como "una gran ofensa a Dios y a la naturaleza del hombre" (p. 29). Se queja porque es un muy mal ejemplo para la educación de los hijos. Para los niños, el espectáculo de ver a sus padres en las calles no es nada incentivador. ¿Por qué se da esta situación?, se pregunta Lefebvre y echa la culpa a distintos elementos: la tradición, en nombre de ésta se hace mucha chicha y se celebran ritos que son ancestrales; la precaridad de la vida, viven en lugares inhumanos, espacios muy pequeños, esperanza de vida limitada, etc; la falta de cultura y recursos materiales; la poca esperanza de vida que no les "deja ningún gusto por organizar su vida" (p. 30).
Lefebvre inicia una abierta batalla contra el alcohol: incentiva fiestas religiosas sin bebida (lo que no progresa positivamente), en una ocasión compra una chichería y la convierte en un centro de recreación anti-alcoholismo, etc. Pero la batalla más grande será la creación de un Centro Cultural y Recreativo donde la gente se pueda divertir de otra manera. Para la construcción, acude a sus amigos canadienses para que se solidaricen enviando dinero.
Es interesante notar que en las cartas de Lefebvre a sus amigos hay un cierto tono de reproche y culpabilización que es utilizado para justificar su colaboración económica. Cuando les pide dinero, argumenta que "no se puede dejar morir de hambre a 20.000 almas que necesitan de iglesia, de Centro social y de sacerdote". Los exhorta a no ser indiferentes ante el sufrimiento del pueblo boliviano y que otorguen algo de plata: "Queridos parientes y amigos: "la plata, está en los bancos... - hace referencia a una carta que él había escrito a su superior-, pero también está, en parte, en vuestros bolsillos (...). No debemos caer en la inercia. ¿ Tienen piedad de 20.000 almas que necesitan de nosotros?". El mensaje es: si tienen piedad, donen dinero; y pregunta final: "¿Es culpa de esa pobre gente ser más pobres que ustedes a nivel espiritual y material? " (p. 96-97). Este discurso va a estar presente en su toda su reflexión futura, como lo veremos a continuación.
1.2. Análisis del simbólico social
1.2.1. Relación con el sí
Un aspecto particularmente importante es ser misionero. Cuando escribe a sus amigos dice: "recen por su misionero para que todos los días dé un verdadero ejemplo de amor sobrenatural, que no haga diferencia entre la gente educada y los malos alumnos, la gente sucia y la gente limpia, personas bondadosas y personas egoístas; para que en mí, todos descubran a Cristo y se sientan atraídos por él" (p. 50).
Lefebvre aclara que no todos deben ser sacerdotes, pero que "todo cristiano tiene que ser misionero" (p. 58), de una u otra forma. Su propia opción es ser un "buen sacerdote", "un buen oblato" (p. 1), que será aquel que tenga la necesidad de "trabajarpor Dios" (p. 55), el que pueda "dar un poco de luz a la gente" (p. 17). Este camino está lleno de duros sacrificios que implican cargar la cruz que Cristo tuvo en sus espaldas: "la vida del misionero está llena de duros sacrificios que no son fáciles (a veces comer mal, o ser atacado por las pulgas), pero hay otra cosa que se comprende después de JO años de sacerdocio: la cruz del padre, es la cruz de Cristo. Si en el camino, el Dios evitaría la cruz para su hijo, Cristo la habría levantado y hubiera continuado caminando cerca del padre (...). La generosidad de portar la cruz viene por las oraciones y por los sacrificios" (p. 91).
La visión sacrificial y la dureza de su compromiso es parte del sí positivo: "cuando se es misionero, hay poco tiempo para la nostalgia y para los sueños dorados" (p. 92). Hay que hacer siempre "pequeños sacrificios" (p. 113).
La imagen de sí también se la ve en la noción de "constructor". Para Lefebvre, hay que ser "misionero constructor" y difusor del mensaje cristiano.
1.2.2. Acciones
Como el objetivo de Lefebvre es llevar la palabra de Dios y que todos vivan una vida cristiana, su plan pastoral está compuesto por acciones como la visita a todas las familias, la formación cristiana por pequeños grupos, etc. Para ello, se dicta unos "cursos de cristiandad" para laicos (p. 95), que tienen la intención de crear una "elite cristiana", que espiritual-mente esté mejor preparada para enfrentar las dudas sembradas por otros grupos. En el curso se los priva de contacto externo durante tres días, para luego ver si ha tenido algún impacto lo enseñado. Este mecanismo se lleva a cabo porque para Lefebvre hay que poner levadura a la masa y más cuando la "masa es particularmente pesada".
Casar, bautizar ("ser católico es ser bautizado " (p. 6)), celebrar misas, confesiones, comunión, "rezar y sacrificarse" son acciones muy importantes. Se incentiva a la gente a participar en las misas, de hecho miden constantemente cuánta gente asiste a las eucaristías como un indicador importante de su impacto religioso.
Para llevar a cabo los sacramentos, hay que construir iglesias, centros, colegios católicos donde se promueva la fe. También se sugiere realizar eventos masivos como procesiones para la Virgen.
Desde su llegada, Lefebvre empieza a aprender castellano. Años más tarde, decide conocer el aymara, para lo cual se inscribe en cursos universitarios. Esto le permitiría tener mayor comunicación con el pueblo, "un elemento muy importante para el apostolado de los oblatos es el conocimiento del aymara", es indispensable saber la lengua de quienes se va a evangelizar (p. 87).
1.2.3. Ayudante/Oponente
Se habla del sacrificio como un elemento que Dios pone en frente y sirve para avanzar, por ejemplo cuando menciona un viaje que tiene que realizar, afirma que "es un sacrificio que Dios me pide y yo lo acepto " (p. 90).
Entre los ayudantes tenemos a la congregación oblata, que aloja, apoya, despide, ayuda a bautizar a los demás, etc., es decir, a la "pequeña familia misionera". También se cuenta con la Iglesia y las autoridades eclesiásticas. Se menciona con insistencia a los amigos del Canadá y los laicos católicos que colaboran enormemente en lograr recursos para la construcción de sus instalaciones. Se agradece también la ayuda de la Providencia, la caridad de la gente, los empleados de la parroquia (secretaria, sacristán, ayudantes de misa, futuros sacerdotes, etc.).
Los comunistas aparecen en varias ocasiones como opositores. Se queja de que los comunistas se opusieron a que tengan una Iglesia en Siglo XX: "Mis colegas de Siglo XX han luchado un año y medio por tener una Iglesia. La oposición aguerrida de los comunistas les ha impedido el camino. La consecuencia es que tienen que luchar por espacios como una sala donde entran 50personas para celebrar la misa de domingo, toda manifestación religiosa es casi imposible" (p. 40). También se queja de los sindicatos, cuyos líderes "boicoteaban" constantemente las actividades religiosas y la construcCión de la Iglesia.
En esta dirección, Lefebvre cita una carta que le envía un obispo de Oruro, solicitándole la creación de un colegio católico para contrarrestar a los protestantes y comunistas: "los protestantes, más previsorios que nosotros, tienen ya dos colegios. ¡Los comunistas tienen en sus manos casi toda la educación! Por estas razones, recurro a su gran corazón apostólico, le abro todas las puertas de mi diócesis, y más, me comprometo a dar, para la fundación de un colegio, el local del obispado que cuenta con 15 piezas, una sala de conferencias y una Iglesia " (p. 57). En este pasaje se resume la batalla en la cual se encuentra la Iglesia Católica, identificando claramente un código "Católicos vs. protestantes y comunistas".
Los evangélicos son enemigos y competencia, incluso Lefebvre dice "he constatado con vergüenza que los protestantes celebran mejor que nosotros, los católicos, las fiestas cristianas" (p. 20).
En cuanto a los comunistas, también se los ve con antipatía: "Si pensamos que los colegios del Estado en Sucre como en toda Bolivia están actualmente infectados de materialismo, realzamos la importancia de un colegio católico " (p. 25). De hecho, critica las acciones que llevan a cabo los sindicatos:
La Confederacion de trabajadores, dirigida por los comunistas, ha organizado para hoy una manifestación que no va a dar nada bueno, y seguramente ocasionará más muertes (p. 121).
Con respecto a lo material, el alcohol, la bebida y la fiesta son elementos que impiden el trabajo cristiano.
1.2.4. Actores sociales
Uno de los actores centrales son los católicos bautizados, que se oponen a quienes no lo son, entre los cuales tenemos a los evangelistas, los liberales y los comunistas.
Se identifica positivamente a los pobres, los enfermos, los decepcionados, que están con Dios y es hacia donde se dirige la acción de todo misionero. Se habla también de los obreros y trabajadores, como categoría específica. En algún momento se considera a los adultos como personas ya condenadas por el vicio del alcohol, mientras que se privilegia a los niños como sujetos "puros", no viciados y a los cuales se puede re-orientar.
1.2.5. Espacio
Para Lefebvre, se necesita una parroquia donde se pueda cultivar la fe, por lo que hay que construirla. Describe con mucho cariño la Iglesia (con dimensiones muy precisas) como un espacio particularmente positivo para incentivar la vida cristiana. Por eso pide recursos económicos a sus amigos de Canadá para que puedan refaccionar la Iglesia: cambiar el techo, abrir más ventanas, colocar santos, comprar bancos, pintar las paredes, etc. Lo importante es destacar que se trata de una visión en la cual la religiosidad se expresa en el espacio sagrado que es la parroquia, por eso hay que adornarla.
A la vez, este lugar sagrado tiene una connotación de lugar espiritual. Lefebvre, al dirigirse a sus amigos canadienses que colaboran económicamente, afirma: "ustedes no son solamente «constructores» que pagan los ladrillos y el techo de la iglesia; son sobre todo los constructores de la Iglesia espiritual, la Parroquia Viva; son los que hacen posible la administración de los sacramentos, el canto de la misa, la religión enseñada a los pobres, los consuelos a los más abandonados, el cielo abierto a grandes y pequeños. Queridos amigos constructores, los felicito y les agradezco, en nombre del buen Dios y de los pobres " (p. 55).
Es importante esta dimensión ya que se confirma el lugar físico como un espacio sagrado donde se administra la salvación, el contacto con lo divino. La parroquia va a ser considerada como "una parte del cuerpo de Cristo" (p. 97), lo que resignifica el lugar santo.
En primera instancia el lugar privilegiado para la difusión de la fe es la parroquia, le sigue el Centro Cultural Recreativo y, finalmente, los colegios católicos.
Lo que se opone a la parroquia o espacios más puros son las chicherías (hay más de 300, afirma asombrado), lugares donde se vende alcohol y, por tanto, contrarios a los principios cristianos.
Lefebvre propone que al interior de la parroquia debe reinar la caridad. Eso implica que al exterior puede primar otro tipo de sentimiento. Se ve así una valoración del interior como un espacio más puro, donde los valores cristianos se conservan mejor. De hecho, en los cursos de cristiandad, dijimos que se aísla a los participantes de todo contacto con el exterior, permitiendo actuar sólo al interior.
En algún momento, afirma que "las almas de los fieles son /os templos de Dios; pero para construirlas hay un trabajo material que se impone; por ejemplo el templo de oraciones, la parroquia" (p. 102). Esta es la primera vez que equipara a la gente, o más bien a la parte espiritual de la gente, con un lugar de Dios. Lo interesante será ver cómo esta noción crece enormemente en el futuro; ahora ya percibimos el germen de lo que después florecerá en un discurso que valoriza el cuerpo como lugar sagrado.
En otro orden, Lefebvre hace una diferenciación clara entre "aquellos del cielo" y "aquellos de la tierra". En el cielo están los que fallecieron (habla particularmente de su padre) y las divinidades como la Virgen, Cristo y Dios. En la tierra, en cambio, se encuentran las personas vivas con las cuales se puede relacionar directamente. En todo caso, los dos espacios actúan positivamente en él, ayudándole en diferentes actividades concretas (p. 56).
1.2.6. Destinador
La Virgen es alguien a quien se puede acudir con mucha confianza. Se pide "protección especial de la parte de nuestra madre del cielo a la cual le hemos confiado todo nuestro trabajo misionero" (p. 15). Aparece citada frecuentemente la figura de "buen Dios", "será Dios quien me juzgará" (p., 15). También se hace referencia a la persona de Cristo.
1.2.7. Búsqueda Vital
La búsqueda de Lefebvre es construir un mundo más cristiano que se rija por los valores de la Iglesia, es decir, amar al prójimo y a Dios, "ganar corazones para Cristo y cultivar la fe", en suma, salvar al mundo (p. 15).
Están empeñados en un trabajo de "cristianización de la gente" (p. 40). Esto implica que las personas estén bautizadas, asistan a misa, se casen por la Iglesia, no tomen bebidas alcohólicas, etc., es decir, que la gente "se acerque a los sacramentos" (p. 6). "La misión de los oblatos en Bolivia es educar al pueblo en el sentido de la verdadera liturgia " (p. 53). La idea es que, luego de participar en los ritos católicos, se les pueda decir a los salvos: "vayan y no pequen más" (p. 57).
Lefebvre afirma explícitamente lo que quiere hacer con su opción:
He venido a Bolivia para que Dios penetre en /a masa compacta de obreros (muchos sin trabajo), muy poco involucrados por la religión; para terminar una bella y gran iglesia y construcción; para adquirir un terreno o edificar lo antes posible un Centro de ayuda social y religiosa, para servir a las masas desamparadas; para construir una casa donde mis colegas y yo podamos vivir y trabajar (p. 95).
Vemos cómo identifica su objetivo de vida como la necesidad de involucrar a los obreros con Dios, es decir, trata de llevar la divinidad a aquellos que no la tienen, que en este caso son los mineros. Se ve que los obreros son muy compactos en su organización y tienen influencia comunista, por lo que se hace difícil la penetración en ellos.
Quiere dar una solución cristiana a los grandes problemas religiosos de la parroquia, como el alcoholismo, la inestabilidad familiar, la ignorancia de los principios de la educación (p. 31). Para eso se construye el Centro Cultural y Recreativo.
Para poder cristianizar mejor, los oblatos buscan integrarse al país, pues sostienen la idea de que "si 110 amamos alguien o algo, 110 podremos hacerle bien. Nuestro primer deber de misioneros es el siguiente: amar nuestras minas y sobre todo su gente". La búsqueda del oblato es ser un buen misionero de los pobres que donde vaya haga suyo el país, un verdadero "chez-soi" (pide a sus amigos canadienses que "recen por sus bolivianos"). Por eso, en sus múltiples mensajes, Lefebvre se refiere a "nuestra patria Bolivia ", "ponerse al servicio de Bolivia" (p. 13). Eso implica empezar aprendiendo la lengua castellana, buscan "decirlo todo, leerlo todo, comprenderlo todo y escribirlo todo en español" (p. 3).
Aunque sin mucha fuerza, aparece la noción de que lo que se hace es por la causa del reino de Cristo, como algo ideal hacia donde se encamina todo lo anterior. Lo contrario a esta búsqueda sería un mundo materialista en el cual no se viva la presencia de Dios.
1.3. Cuadros analíticos
1.3.1. Cuadro sintético del orden simbólico
1.3.2. El esquema de la búsqueda
2. El discurso de Mauricio LefebYre en los años 60: evolución y transformación
2.1. Principales ejes discursivos
El 24 de julio de 1962, Lefebvre retoma comunicación con sus compañeros del Canadá. Lo hace desde Roma, donde se encuentra asistiendo a unos cursos. Su estancia será en el "Centro Internacional Pío XII por un mundo mejor". Ahí estará en contacto principalmente con jesuitas latinoamericanos (además de sacerdotes de otras congregaciones). El objetivo de su curso estará "centrado en los medios más eficaces del apostolado para América Latina hoy"3 Empieza a manejar la idea de buscar un "mundo mejor" para el continente.
Para este año ya empezará a cambiar su visión con respecto al comunismo:
El amor por nuestra gente nos ha hecho comprender que el comunismo, promovido y deseado por muchos, no es un materialismo caprichoso o perverso, sino un deseo natural de mejorar las condiciones de vida. Nos hemos dicho entonces: una lucha obstinada contra el comunismo sería una gran injusticia. ¿Qué derecho tenemos de privar a la pobre gente de tener un bello sueño?4
En su estancia en Lima Lefebvre queda impactado por la pobreza de las "barriadas" y se pregunta "¿esa gente creerá que Cristo los va a liberar?" (p. 520). Empieza así su reflexión crítica respecto a la pobreza.
Luego vivirá el viaje a Israel, cuyo contacto lo marca bastante. Ya años antes había tenido una impresión muy positiva con respecto a la cuestión social y de desarrollo de ese país. Por eso entra en contacto con los Sindicatos Nacionales para poder vivir una experiencia. El 27 de agosto de 1965 llega a Tel Aviv, es recibido por la Confederación General de Trabajadores de Israel para quedarse unas semanas. Lo primero que le impresiona es que no hay ni ricos ni pobres, ni grandes diferencias sociales. Luego pasa unos días en un kibutz, que por casualidad era de tendencia "socialista moderada", gente de izquierda que había conocido América Latina. Le impacta la vida comunitaria de las familias, la educación, la cultura, las comidas, el trabajo, etc.: "cada uno da a la comunidad según sus posibilidades y recibe todo, según sus necesidades" (p. 530).
Si bien piensa que no es posible generalizar la experiencia kibutz más que para un pequeño grupo elitista, síestá convencido de que sin "las fórmulas cooperativas de posesión de la tierra, de explotación agrícola e industrial, de créditos y financiamientos, de comercialización de productos, no se llegará en América Latina a una situación de justicia que nuestra conciencia cristiana debe desear y trabajar activamente para establecerla " (p. 532). A partir de esa experiencia, le surgirá la idea del proyecto de un "kibutz a la boliviana".
En diciembre de 1966 escribe nuevamente desde La Paz. Ahora se nota que sus contactos internacionales tienen un eco en sus reflexiones. La búsqueda de la justicia es ineludible en su vida misionera. Dice, por ejemplo, "¿Qué derecho puede justificar que un hombre gane diez o veinte veces más que otro simplemente porque es médico, abogado o sacerdote, o porque tiene un nombre «más noble»? (...). Es para no aprovechar de los privilegios injustos que busco vivir como la gente de los barrios populares " (p. 538) y se lanza a la vida entre los pobres.
Resulta particularmente ilustrativo el hecho de que, a partir de ese momento, Lefebvre proponga en sus cartas la frase "sed de justicia" como epígrafe permanente que ilustra su nuevo compromiso, lo que muestra una transformación en su discurso. La reflexión sobre su reciente slogan inicia con la comparación de la sed real que sintió un santo en un momento dado. Mauricio compara aquella necesidad con su propia experiencia cuando caminó durante mucho tiempo sin encontrar agua y cuando la tuvo bebió "cuatro grandes botellas casi sin respirar, y no tenía suficiente". Compara esta necesidad física con la injusticia social: "es esta sensación lancinante de la sed que hay que probar en presencia de la injusticia, este inconfonnismo visceral y angustiante " (p. 536).
Este pasaje nos ilustra una transposición del sufrimiento físico al impacto de lo social. Se trata de comparar el sentir la sed en el cuerpo, con la situación de la gente. De alguna manera, podríamos decir que sucede una "re-inversión afectiva" en la cual la tensión física pasa a lo social. Es un proceso similar al paso del pecado camal al pecado social, pero en este caso pasando del sufrimiento camal hacia el sufrimiento social.
En esta misma dirección, se re-elabora la idea de la relación cuerpo-alma. Hemos visto que Lefebvre hacía una importante diferencia entre los dos, pensando sobre todo que su trabajo misionero se tenía que dirigir hacia lo espiritual. Ahora hay una particular resignificación, ya que empieza a concebir al cuerpo como un elemento también importante para la vida cristiana. Cuando tiene que celebrar una misa por las almas de los muertos, dice que también rememorará a los cuerpos de los que viven, porque el cuerpo cuenta para la vida.
A estas alturas del discurso (agosto 67), la violencia empieza a aparecer como tema de reflexión. Y no es casual ya que por los mismos meses el Che está en Ñancahuazú. Dice Lefebvre: "está bien que las «poblaciones» se sirvan de la violencia si aquellos que deberían buscar un otro camino hacia /a justicia no lo hacen. Lo más importante no es evitar la violencia a todo precio, sino establecer y respetar los derechos de cada uno. Los bienaventurados del Evangelio no son los devorados por la sed de tranquilidad, sino los obsesionados por la sed de justicia... " (p. 539-540).
De hecho, cuando analiza la situación de los pobres y la necesidad de hacer algo, se pregunta cuál es la mejor alternativa y responde: "en principio podemos distinguir dos vías: la violenta y la pacífica. Yo pienso que hay que preferir la segunda, y con ella se puede llegar a un objetivo positivo; pero hay que recurrir a la primera (y sin esperar siglos) si la vía pacífica es ineficiente" (p. 541).
Al lado del tema de la violencia, empieza a reflexionar en general sobre la acción social. Se dice que seguir a Jesús es "más que palabras". Las palabras empiezan a ser insuficientes para cumplir con Dios y más bien se privilegia la intervención directa. Cuando habla sobre la Navidad dice:
Si el misterio de Navidad nos demandaría sólo eso -palabras -, no hubiera valido lapena la venida de Cristo al mundo, ya que todas las buenas palabras, las buenas disposiciones, las buenas lecturas y las buenas acciones 1zo lograrían ni en cien a1ios la justicia y la paz para los pobres de buena voluntad (p. 541).
El tema de la pobreza lo empuja a interesarse por conocer a la sociedad en la que vive. Lefebvre decide ingresar a la Universidad como profesor de Sociología y terminará convirtiéndose en Decano de la Facultad, logrando rápidamente gran influencia tanto en profesores como en alumnos. Piensa que el estudio de esta disciplina y el trabajo desde la Universidad pueden jugar un importante rol en la liberación.
En el momento de la muerte del Che, Lefebvre ya es una persona muy involucrada en el proceso social progresista boliviano. En la conmemoración de un año de su asesinato tiene que dirigir unas palabras al público y dice:
El presente homenaje es de un individuo que el a1io pasado ha recortado del periódico, y la guarda desde entonces, la última carta del "Che " a sus padres. Y conserva con él este pedazo de periódico porque ha encontrado una consigna que nos puede ayudar mucho a obtener un mundo más justo, si tenemos el coraje de ponerla en práctica. Este es el mensaje del "Che" a sus padres: «muchos me dirán aventurero, y lo soy, pero soy un aventurero especial: soy de aquellos que tienen que arriesgar el pellejo para demostrar sus verdades» (p. 547).
Esta declaración trae una serie de conflictos y reacciones contra Lefebvre, pero a su vez lo ubica como una persona que retoma el mensaje del Che y la noción de "arriesgar el pellejo", pero en este caso por el proyecto cristiano.
Ese impulso se convertirá en la micro-sociedad productiva "Nuevas Estructuras" que será un objetivo de vida durante unos años, como lo veremos adelante.
Para septiembre de 1970, Lefebvre está en el centro de la tormenta nacional. Luego del levantamiento de Teoponte, se inicia una serie de actividades político-religiosas (huelgas, protestas, manifestaciones) que desembocan, como ya dijimos, en su expulsión junto a otros líderes de ISAL.
La correspondencia termina en diciembre de 1970, donde cuenta su salida del país, el regreso y sus últimos proyectos. Lefebvre fue asesinado el 21 de agosto de 1971, en La Paz, el día del golpe de Hugo Bánzer Suárez.
2.2. Análisis del simbólico
2.2.1. Relación con el sí
La imagen positiva de sí sigue siendo el ser sacerdote y misionero, pero ahora esta categoría está cargada de nuevo significado. Se debe ser una persona que dé "testimonio de la justicia y la caridad es Cristo"5, lo que se concreta en no ser indiferente al sufrimiento de los pobres y actuar en favor suyo. De hecho, se busca el modelo de sacerdote como alguien que esté entre los pobres y se haga pobre, "¡no es fácil ser pobre cuando lo podemos evitar!" (p. 537).
Se habla de un "espíritu de aventura" que tiene que ser una cualidad básica y necesaria del misionero que quiere trabajar en Bolivia.
En un momento de meditación, se trae la figura de Dietrich Bonhoeffer, de quien se dice que para llegar a tener un escalafón alto en la vida tuvo que pasar por la prisión, campo de concentración y la ejecución. Eso es lo que "cuesta ser discípulo de Cristo" (p. 540).
En esta dirección, ser de izquierda y verdaderos revolucionarios se convierte en una exigencia del sí y se critica a los falsos revolucionarios: "-somos- revolucionarios de cabaret, de sillas o de salón. Predicamos una revolución que no nos costará nada y no hacemos nada para que la revolución se produzca" (p. 542).
Surge la noción de dar testimonio con la vida misma: "- se debe - ser un testimonio eficaz de vida cristiana en medio de las personas de todas las tendencias ideológicas, políticas, religiosas y anti-religiosas" (p. 546). Para ello, se debe "arriesgar la vida por las verdades" sin la menor duda, eso es tener una "vida auténtica".
Casi al final de sus cartas, Lefebvre introduce la idea de "ser consciente" como una noción hacia la cual todos se deben dirigir, "los obreros de «Nuevas Estructuras» son obreros conscientes" (p. 552). Hay que "ser consecuente con la sed de justicia"(p. 557). Por oposición, los inconscientes e inconsecuentes son aquellos que no están en la búsqueda de la nueva sociedad.
2.2.2. Acciones
Lefebvre entra en contacto con la Universidad y se inscribe a cursos de "teoría del desarrollo". Está convencido de que "para comprender las sociedades, hay que tener el tiempo de estudiarlas en su desarrollo histórico, con sus diversas instituciones (...). Cuando conozcamos así mucho mejor a las personas, los diversos grupos humanos en los que viven, las presiones actuales a las que están sometidas, la cultura que forman, ¿no será entonces más fácil dialogar y compartir verdaderamente con ellos y buscar con ellos el camino que nos lleve a Cristo?" (p. 527). Como el objetivo es difundir la Palabra, le parece fundamental conocer al pueblo en profundidad, "conocer las sociedades actuales, las olas que siguen, las corrientes que tienen, los objetivos que se dan o los que siguen intrínsecamente. Una parte de mi tiempo es también consagrado a las técnicas de evaluación y de planificación de esos fenómenos sociales" (p. 527). Esta dinámica irá creciendo cada vez más.
En otro orden, lo que ahora se debe hacer es dar una serie de cursos populares con la intención de formar equipos de base. Los temas son: principios de organización, historia, Reforma Agraria, seguridad social, desarrollo, etc. Todo esto desde el Centro Cultural, federaciones, cooperativas y sindicatos. Las acciones del sacerdote tienen que ir dirigidas hacia lo social, él no puede quedarse "indiferente, insensible o inactivo frente a los hermanos que sufren ", dirá Mauricio, citando una instrucción del Papa (p. ?26).
Luego de su experiencia en Israel, una acción concreta será incentivar las "fórmulas cooperativas" en Bolivia, que se concreta en hacer la "micro-sociedad revolucionaria", para lo cual se debe colectar gente "individuo por individuo, familia por familia" (p. 543).
En algún momento, se dice explícitamente que se puede utilizar la violencia y que se debe "arriesgar el pellejo" para lograr los objetivos. Esto es "ayudar a los mineros a enfrentarse a los problemas y las necesidades que se presentan " (p. 549).
Con la creación de "Nuevas Estructuras", se trata de hacer un centro de reflexión y orientación, donde se ofrezcan cursos, seminarios con representantes populares y profesionales
que puedan "tomar consciencia de la realidad que vivimos y de las estructuras que hay que crear" (p. 552), es decir, generar un proceso de "concientización" de las masas.
2.2.3. Ayudante/Oponente
Como es de esperar, los compañeros del Canadá siguen siendo ayudantes importantes para las faenas de Lefebvre, pero ahora aparecerán nuevos elementos.
En su curso de Roma, Lefebvre aprende el "arte de la propaganda", lo que se convierte en un elemento técnico que le colaborará en su misión religiosa: "me quiero especializar en propaganda religiosa, en vistas de poner mis conocimientos al servicio de la misión y de la Iglesia de Bolivia ".6
Aparecen algunas disciplinas como la sociología, la economía, la historia política, etc., como elementos que pueden ayudar a la comprensión de la sociedad. Esta dinámica se concreta después en la sociología.
En Lima, se menciona la existencia de un Centro de Promoción Popular, que está "al servicio de los hombres de la barricada comprometidos en una tarea social del lugar: sindicato, asociación, club, cooperativa, etc., sin importar cuál es su religión o su creencia política" (p. 520). Vemos que aquí ya no se hace diferencia entre la cuestión religiosa o no, lo importante es estar en lo social.
Las citas de la Biblia, algunas referencias a encíclicas, las enseñanzas del Papa (particularmente Juan XXIII}, aparecen todavía como guías para la acción.
2.2.4. Actores sociales
En esta etapa, vemos cómo Lefebvre empieza a dar una importancia central a los obreros. De hecho, se organiza un encuentro con el tema "Jesús obrero, camino, verdad y vida". Se busca la participación de los obreros intentando un vínculo estrecho entre obreros y religión católica. Además, se articula la noción de "Jesús Obrero", lo que es un cambio importante (p. 117).
Una vez en Lima, se identifica con los pobres de los barrios populares, habla del pueblo miserable, mal alimentado, desocupado. También empieza a tener contacto con los estudiantes universitarios, con quienes comparte varias cosas.
Los beneficiarios del mensaje de salvación que debe difundir Lefebvre ya no se restringen al mundo religioso solamente sino abarcan un público mayor "no es en las iglesias que hay que hablar, porque el auditorio, además de ser reducido, está compuesto frecuentemente por mujeres mayores, niños y algunos hombres de «bien» que es difícil que puedan cambiar. Tuve entonces que buscar otro auditorio...", que son las personas que van a poder construir un mañana mejor (p. 522). Este cambio es importante ya que estamos en un momento de transformación del personal hacia quien se dirige su palabra, lo que irá de la mano con la transformación del espacio, el tiempo y los demás planos de percepción. Lo eclesial deja de ser el centro e ingresa la sociedad.
En una ocasión, cuando está en Lima, Mauricio tiene que dar una misa en una parroquia "chic" y empieza a reflexionar sobre los ricos. Dice que no sabría bien qué comunicar a un auditorio tan diferente: "ese mundo tzo comprende nada de mi homilía" (p. 523). Compara cómo serían recibidas sus palabras por la gente pobre, quienes lo harían con gran amabilidad y confianza, mientras que los ricos dirían "ve a contar tus historias a otros". Si en su reflexión Lefebvre presentara su fe hacia la Virgen María, seguramente los ricos aceptarían lo dicho, pero pensarían "aplaudimos la buena nueva, pero ¿solamente eso es la fe? Nosotros nos sentimos seguros de tener una madre en lo alto, pero también tzos asegura la vida el tener nuestros seguros de vida, de salud y de pensión para la jubilación! ".
Lefebvre privilegia a los pobres: "nosotros comenzamos a creer que los pobres del «Montón» son nuestros hermanos y comenzamos a hacer sus problemas como nuestros, que fomzen parte de nuestras preocupaciones y de nuestra vida" (p. 523-525). Se habla de las "clases populares" y se particulariza a los mineros.
La negatividad se identifica con las autoridades que controlan el poder a su favor. También se menciona a la "clase privilegiada" que se cree "predestinada por la historia y por las divinidades nacionales a enseñar al pueblo el camino de la felicidad y dirigirla y dominarla eternamente" (p. 552).
2.2.5. Tiempo
El discurso empieza a adquirir un lenguaje temporal, que en la anterior etapa estaba ausente. Se piensa recurrentemente en el futuro de los pueblos latinoamericanos, por eso se busca llevar a cabo una serie de acciones en miras a que el futuro sea mejor. Se habla, por ejemplo, de Juan XXIII que "manifiesta su inmensa preocupación por el futuro de la Iglesia en el continente - latinoamericano -, que representa un tercio del catolicismo".7
En esta dirección, se identifica la necesidad de trabajar para que "nuestras sociedades del mañana " tengan una mejor situación (p. 522). Se refiere al pasado con menor entusiasmo y más bien negativamente.
2.2.6. Espacio
La percepción espacial se modifica considerablemente. Primero, hay que destacar que la idea de América Latina es mucho más recurrente y Bolivia se entiende como parte del continente.
Cuando se dirige a los colaboradores canadienses, hace un cambio simbólico muy importante en la percepción del espacio, pues habla no sólo de la iglesia sino del mundo: "comprenderán que si yo solo no puedo construir una parroquia, será todavía más difícil construir todo un Mundo Mejor".8 Hay que destacar que la tensión sigue siendo la misma de la anterior etapa, sólo que ahora se percibe al mundo entero como lugar que hay que volver santo y no sólo la parroquia minera.
En Lima, habla de los barrios populares, que describe con particular detalle. La falta de luz, las precarias condiciones de vida, etc., son las características del triste panorama.
Cuando está en La Paz (1967), Mauricio tiene una nueva residencia donde vivir, muy sencilla y en medio de los pobres: "hace años que aspiraba no vivir más en una gran casa, sino en medio de los pobres: en un lugar que fonne parte de un mundo misterioso, otro mundo, el barrio de los pobres" (p. 537). Hay una valoración positiva del espacio popular, como un lugar que puede ser sagrado.
A la vez, vemos que se valora el lugar donde se construirá el grupo Nuevas Estructuras. Sigue alguna percepción de que la Virgen y las divinidades "están en lo alto" y "abajo" está el mundo, pero esta reflexión no es central en su percepción espacial.
2.2.7. Destinador
Se sigue apelando a la Virgen, Cristo y Dios como destinadores centrales.
2.2.8. Búsqueda vital
En la búsqueda vital ahora ha ingresado el elemento social con particular fuerza. Ya no se trata sólo de "salvar almas" sino de preocuparse por otros elementos que se concretan en llevar la Buena Nueva y "el mensaje de Cristo al pueblo de América Latina" (p. 522). Luego de su estancia en Roma, pretende ver nuevas posibilidades de acción. Desde Roma, se lanza el Plan de Emergencia pro América Latina, compuesto por varios obispos y superiores generales de algunas órdenes religiosas. Se habla de ponerse en contacto con distintas iniciativas latinoamericanas, con el objetivo de "conocer a las personas y las instituciones que puedan ayudar a establecer un mundo mejor, en el dominio religioso y social".
Este Mundo Mejor se percibe en primera instancia como opuesto al "mundo comunista". Angustiado, Lefebvre dice que si no se logra este mundo "es otro mundo el que se va a establecer, un mundo que cuenta con múltiples artesanos y que expande cada semana toda su propaganda sobre América del Sur, un mundo que conozco mejor ahora porque lze podido entrar en contacto con el sector este de Berlín.¿Quieren ustedes este «mwzdo mejor» del comunismo para 180.000.000 hermanos católicos sudamericanos? Durmanos un poco, y ellos lo lograrán pronto; trabajemos lentamente, y ellos lo lograrán ".10
La negatividad de la b~squeda está todavía pensada en términos del mundo comunista (lo que irá variando poco a poco). La salida católica es construir un mundo mejor donde se pueda modificar los elementos injustos de la sociedad. Empieza una batalla frontal con el comunismo, pero ya con objetivos similares: transformar el mundo. La lucha durará poco tiempo, pues al cabo de unos años los comunistas serán aliados en la misma guerra.
Ya cuando Lefebvre está en Lima, su búsqueda empieza a tener elementos sociales y políticos, sin importar otros aspectos. Lo hace particularmente desde el Centro de Promoción Popular, donde se crean círculos de estudios. Pretende colaborar en la creación del Movimiento por un Mundo Mejor.
En su nueva reflexión, Lefebvre privilegia lo social (mejorar las condiciones de vida de la gente) como un objetivo que acompaña al espiritual, "a este pueblo en la miseria: los mal alimentados, desocupados, desnutridos y sin hogar, ¿les puede interesar la más hermosa lección de catequismo si no les va a ayudar a salir de su miseria?" (p. 523). La idea es conjugar lo espiritual y lo social a partir de un Centro de promoción, que pretende "ser la presencia de Cristo y de la Iglesia en medio de un mundo sufriente y buscar con el pueblo los remedios a esos males: por eso los círculos de estudio con los hombres de la barriada y los proyectos de desarrollo comunitario" (p. 523).
Entra así la noción de "desarrollo" y "progreso" como objetivos importantes. Esto se verá reforzado con la visita a los kibutz de Israel, que aparecen como un ejemplo efectivo de organización.
A finales de 1966, las cartas de Lefebvre son portadoras de un tenor distinto. Ahora tiene "sed de justicia", lo que implica buscar Hla instauración de la justicia entre nosotros, alrededor de nosotros, y en todo el mundo" (p. 536). Ingresa en su discurso la noción de "humanización", "promoción humana", que está cargada del auxilio espiritual y material: "La evangelización en un país como Bolivia no se puede llevar a cabo si no va de la mano de la humanización, es decir del desarrollo económico, social y cultural" (p. 535).
Por eso en Bolivia se involucra en el Centro por el Desarrollo Social y Económico, con el objetivo de "integrar a los sectores marginales que representan más del 50% de la población nacional: sectores que se benefician muy poco de las fuentes y servicios de la comunidad; sectores que no gozan de ningún poder de decisión en la orientación de la comunidad en la que pertenecen " (p. 538).
La búsqueda se convierte en la necesidad de justicia y paz a los pobres de buena voluntad, que se logra a partir de una "reforma de las estructuras".
Luego de su estancia en el extranjero y particularmente impactado por la experiencia de los kibutz, Lefebvre tiene la idea de formar un pequeño grupo revolucionario de trabajo en las minas, donde se compartan los valores, el trabajo y se viva en comunidad:
Estoy pensando en la formación de una pequeña sociedad, que se organice con principios propios, que se separe voluntariamente de la sociedad en general porque estaría en desacuerdo con las estructuras económicas y sociales. Se imaginan fácilmente que el kibutz israelita que me ha gustado mucho, como una puesta en práctica de algunos principios de justicia y de comunidad humana, es lo que me ha inspirado varias ideas para esta micro-sociedad revolucionaria (p. 541).
Lefebvre empieza a percibir su sueño en un proyecto real:
Concretamente, pienso en un grupo de treinta o cincuenta familias que vivan juntas, esperando de cada una el trabajo que puedan otorgar, y teniendo cada una, sin distinción de clase o de profesión, lo que necesita. Este principio de distribución tal vez es comunista, pero es sobre todo cristiano... (p. 541-542).
Este proyecto no será solamente individual, se trata sobretodo de que sea una propuesta al conjunto de la sociedad. Es un grupo pequeño con un ideal de justicia pero el desafío es para la transformación de la "gran sociedad". De hecho, el l5% de lo que se gane con el trabajo de las minas en esa comunidad se destinaría a "promover la revolución social en otras minas y en el resto del país. Esta pequeña sociedad nueva querrá ser, y será si llegamos constituirla en una protesta viva contra las estructuras injustas, un desafío a las autoridades y a todos los que controlan el poder a su favor, un fermento revolucionario en medio de las clases populares con las cuales se deberá asegurar múltiples canales de comunicación, convirtiéndose en un punto de referencia para aquellos que quieran realizar reformas el día de mañana " (p. 542).
También se dice que hay que luchar por lograr la revolución en la sociedad, una "sociedad nueva y revolucionaria" (p. 543).
Se busca el cambio y nuevas estructuras, un proceso de "liberación económica, espiritual, social y política de nuestros países" (p. 546), por ello se debe trabajar "para obtener, con nuestro esfuerzo, un mundo más justo" (p. 544).
Ingresan en el discurso nociones como "vencer el sub-desarrollo en América Latina", lo que se concreta en el "cambio de estructuras" (p. 551).
El proyecto negativo se lo identifica como una sociedad con "estructuras injustas", donde no se cumplan los principios de igualdad y justicia y que esté dominada por los poderosos.
2.3. Cuadros analíticos
2.3.1. Cuadro sintético del orden simbólico
2.3.2. Cuadro del esquema de la búsqueda
Conclusiones
Mauricio Lefebvre es uno de los casos de radicalización del discurso más claro de los años 60. Al inicio de este capítulo, nos preguntábamos por las causas y los mecanismos a través de los cuales un sacerdote oblato se convierte en un intelectual de izquierda. Corresponde ahora dar algunas respuestas.
Como vimos en el transcurso del documento, Lefebvre llega al país con una visión de evangelización tradicional de lucha contra el ateísmo, el protestantismo, el comunismo. Este mundo de negatividad traía consigo una serie de consecuencias en términos de percepciones sobre el espacio, el tiempo, los actores sociales, etc., como lo veremos a continuación.
La matriz profunda
Existen elementos del sistema simbólico que los locutores cambian con mucha dificultad y por el contrario se van reinvirtiendo en distintas formas, con modalidades infinitas que permiten mantener lo más resguardado posible aquello que más anclado está en el espíritu del actor.
En el caso de Lefebvre, uno de estos elementos es el sentimiento de que tiene que dar algo a los demás, pues este es un país desprovisto de todo y «tiene una inmensa necesidad de mí». Lefebvre jamás pondrá en duda que este país lo necesita, lo que cambiará es para qué y qué hacer para ayudarlo.
Darse a los demás es en algún momento luchar contra el alcohol, luego será edificar una parroquia, un centro recreativo y, finalmente, entregarse en la construcción de una institución como ISAL.
En esta dirección, el atributo que para Lefebvre mejor resume esta entrega es el ser« misionero ». Si algo no se modifica en este modelo simbólico, es la necesidad de ser « buen oblato », aunque su contenido sí sufra variaciones importantes.
La búsqueda vital tampoco se modifica en lo profundo. Si al principio Lefebvre quiere « ganar corazones para Cristo », al final sigue con la idea de salvar almas para el reino de Dios, sólo que ahora la tarea conlleva el cambio de las estructuras sociales, la liberación económica, social, espiritual y política. Se dejan de lado elementos como la formalidad sacramental (ir a misas, bautizos) y se refuerza la idea de que la entrega a los demás en la vida diaria sea radical.
Su relación con los pobres y su manera de concebirlos y relacionarse con ellos será parte de la matriz profunda. Lefebvre no es el caso de aquel que primero trabaja con sectores ricos y luego se vuelca a los pobres (como Monseñor Romero en Salvador). Siempre está de su lado y quiere mejorar su vida.
Catalizadores de la transformación simbólica
Uno de los catalizadores más importantes de Lefebvre es el sentido del sacrificio. Este elemento, además de no transformarse en todo el camino del actor (en el principio quiere hacer "pequeños sacrificios" y al final sostiene que hay que sacrificarse como los pobres lo hacen: "qué fácil es ser rico, difícil es ser pobre"), permite que el sistema simbólico gire alrededor suyo, apoyándose en él para su tránsito. Siempre hay que sacrificarse por lo que Dios pida. Lo que varía es qué pide Dios.
Hay una construcción de lo que Dios demanda como tarea con enorme sacrificio. El mandato de coherencia con aquello no se modifica, debe ser coherente, es una exigencia ineludible, así se arriesgue la vida. Por eso, cuando habla del Che destaca sobre todo su capacidad de coherencia con sus ideas y su actitud de arriesgarse por un proyecto social.
Un elemento muy importante es la noción de justicia, que irá adquiriendo mucho peso pero que estará presente desde un inicio. La búsqueda de justicia lo moviliza constantemente, lo que se modifica es la percepción de quiénes provocan esta injusticia y qué hacer para combatirla.
Como en todos los sacerdotes de ISAL, persiste un sentimiento de culpa por su origen extranjero. Lefebvre quiere hacerse boliviano y uno de los mecanismos es entregarse y aprender todo lo que sea de esta cultura, defendiéndola hasta el límite.
Algunos mecanismos concretos de transfonnación
Existen algunos mecanismos concretos de transformación simbólica, es decir, códigos que concentran tensiones mayores y se transforman de manera de reestablecer el equilibrio con el conjunto del sistema simbólico.
- Transformaciones espaciales
El código inicial de la lectura espacial es parroquia/mundo. Esto se ve claramente en los atributos que se da a cada elemento: la parroquia es un lugar de fe, donde se ofrecen los sacramentos, donde está Cristo (es «una parte del cuerpo de Cristo»), la cultura, la paz; es la concentración de la positividad en el interior eclesial. Por el contrario, afuera está la calle, donde hay comunistas, protestantes, alcohol y bares, brujos y paganos; la negatividad del exterior social.
Nótese que la concepción espacial atraviesa los distintos elementos de la estructura simbólica. Los actores y sus acciones positivas están en la parroquia, se representa mejor al destinador en ese lugar (Dios se hace presente en la eucaristía), el lugar del misionero está dentro de su Iglesia y, finalmente, la misión es que todos puedan integrarse a ese interior eclesial. Lo mismo sucederá con el espacio negativo, que abarca a todos los elementos desfavorecidos del sistema simbólico.
En un momento dado, el locutor percibe que aquello que había construido como negatividad deja de serlo y se filtran nociones positivas, lo que le genera una crisis y por tanto la destrucción del código espacial (con todas sus consecuencias) para la construcción de un nuevo orden donde el mundo social, o partes de él, no sean enteramente negativas. Se diluyen los atributos calificativos como el alcohol o la brujería (de hecho, en Lefebvre no aparecen más) e ingresan elementos políticos que califican el espacio.
Así, poco a poco la negatividad desaparece y el sindicato, el barrio popular y otros lugares ingresan como positivos. El nuevo código es: barrio popular ( + ) 1 otros barrios ricos (-). Esto implica que ahora hay que hacerse pobre, trabajar por ellos, luchar desde los sindicatos, la universidad estatal, etc. Lo que era negativo ahora es positivo. Dios salió de la sacristía y fue a las calles.
- Católicos vs. Protestantes y Comunistas
Lefebvre, como católico militante, identifica como sus enemigos a los protestantes y los comunistas ateos. Este código es interesante porque siendo Lefebvre un cristiano, al igual que los pastores protestantes, hubiera podido dividir su sistema entre creyentes (dentro de los cuales estarían los católicos y los protestantes) vs. no creyentes (ateos comunistas). En ese caso, lo importante hubiera sido el tema de la creencia vs. la no creencia, como elemento diferenciador. No fue así. Fruto de la ortodoxia católica que reinaba en esos tiempos, se diferencia al catolicismo de todo lo que no se le parezca.
Este radicalismo eclesial se desmorona y modifica. A partir de 1962, Lefebvre deja de condenar al comunismo por ser ateo y acepta que éste pudiera tener un "deseo de mejorar las condiciones de vida". En aquel momento entra en crisis todo el orden simbólico porque está hablando de una categoría en la cual él también se inscribe. Los católicos también quieren mejorar la vida de los pobres.
Se construye un nuevo parámetro de medición, un código calificativo que involucra la idea de estar en favor de la justicia contra los que no la defienden y dentro de ese paraguas se encuentran comunistas, protestantes y católicos hermanados en la misma dirección. El nuevo código es: los que están a favor de la justicia (gente de izquierda entre la que están católicos, protestantes y comunistas) vs. los que no están a favor de la justicia (la derecha).
- Violencia 1 no violencia
En un principio, Lefebvre no se cuestiona abiertamente sobre el tema de la violencia porque no estaba en su agenda político-espiritual del momento. Sin embargo, es muy deducible su condena a cualquier acción violenta.
Cuando el dilema del uso de las armas aparece en el debate, ya tenemos un sistema simbólico muy receptivo a esta opción. Si bien Lefebvre no es el caso de Camilo Torres o Néstor Paz, que toman las armas para la defensa de los pobres, sí acepta la posibilidad de su uso en algunos casos.
Él prefiere la no violencia, pero se puede acudir a la violencia en caso de que se vivan siglos de injusticia. Lo importante no es evitarla sino buscar el respeto a los derechos de los pobres. Existe un aspecto que será la totalidad nueva, es el hecho de la eficacia en la búsqueda de la justicia, siendo ahora éste el elemento central.
Así, finalmente se encuentra el equilibrio, pues lo más favorable es luchar por la justicia desde la no violencia (posición de Lefebvre valorada con "+ +"); seguido de luchar por la justicia con violencia (Néstor Paz, Camilo Torres "+ -"); y finalmente lo menos valorizado que será no luchar por la justicia por ningún medio (los de derecha "- -").
Como lo explicamos, el sistema simbólico de Mauricio se modificó enormemente desde su llegada a Bolivia en 1953 hasta su muerte, a principios de los años 70. Su caso no ha sido aislado sino que forma parte de un conjunto de actores que radicalizaron su discurso, algunos hasta la muerte. En Lefebvre, podemos ver la génesis del héroe cristiano revolucionario que arriesga la vida sin tomar las armas (como lo haría Néstor Paz). En todo caso, estamos frente a uno de los más importantes personajes que contribuyó a la sociología boliviana abriendo el diálogo entre cristianos y marxistas y entre teoría y acción.
ANEXOS
ANEXO 1
Cartas de Mauricio Lefebvre 1953 -1962
Para este capítulo se analizaron las cartas inéditas de Lefebvre a amigos del Canadá. El documento consta de 127 páginas.
ANEXO 2
Cartas de Mauricio Lefebvre 1963-1970
Se analizaron distintos documentos.
Por un lado, se continuó con dos cartas inéditas a los amigos canadienses. Por otro, se utilizaron las cartas publicadas en Canadá en el texto:
«Le courrier de Maurice Lefebvre», en Revue d'apostolat laic et de pastoralepopulaire, Novembre, 1971, p. 519-157
- Lima, Pascuas 1963 p. 519-521
- Lima, agosto 1963 p. 521-525
- Lima, diciembre 1963 p. 525-526
- Roma, diciembre 1964 p. 52~-527
- Roma, diciembre 1965 p. 528-533
- La Paz, diciembre 1966 p. 533-536
- La Paz, agosto 1967 p. 536-540
- La Paz, diciembre 1967 p. 540-544
- La Paz, diciembre 1968 p. 544-548
- La Paz, noviembre 1969 p. 548-552
- La Paz, diciembre 1970 p. 552-557
Finalmente, se revisaron los siguientes artículos:
-LEFEBVRE Mauricio, «La Paz coude-a-coude dans la charité», en L'Apostolat, abril, 1962, p. 8.
-LEFEBVRE Mauricio, «L'urgence pour1'Amerique Latine», en L'Apostolat, febrero, 1963, p. 5-8.
- LEFEBVRE Mauricio, «Devant les ruines du Congo. Un éveque repense le probleme messionnaire», en L'Apostolat, julio-agosto, 1964, p. 16-17.
ANEX0 3
Cronologia General (Mundial, Eclesial y Nacional)
1952
9 de abril, Revolución Nacional liderizada por el MNR.
31 de octubre, el gobierno revolucionario del MNR nacionaliza las minas. A inicios de mes se había creado la COMIBOL.
17 de abril, creación de la Central Obrera Boliviana (COB).
1953
2 de agosto, Reforma Agraria.
1955
Brasil, 1 Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Río de Janeiro.
1956
Junio, elecciones generales en Bolivia. Accede a la presidencia Hemán Siles Zuazo y a la Vicepresidencia Ñuflo Chavez Ortiz.
1957
El Consejo Mundial de Iglesias realiza una serie de consultas en América Latina sobre la responsabilidad de los cristianos en los cambios sociales.
La "Gran Misión" por la que llegan a América Latina un gran número de misioneros provenientes de Europa, particularmente España y Francia, además del Canadá.
1958
28 de octubre, Vaticano, elección del Papa Juan XXIII, Card. Angelo Roncalli.
1959
25 de enero, Roma, a sólo tres meses de la elección pontificia, Juan XXIII anuncia el advenimiento del Concilio.
Cuba, triunfo de la revolución castrista. Instauración del socialismo cubano.
1960
Bolivia, elecciones de generales y segunda administración de Víctor Paz, lo acompaña en la vicepresidencia el General René Barrientos.
1961
Encíclica Mater et Magistra de Juan XXIII.
1962
Febrero, Uruguay, con la adhesión de varios otros grupos, se da nombre a ISAL-Internacional.
11 de octubre, Vaticano, se inaugura el Concilio Vaticano 11. De cerca de 2500 padres conciliares, 670 son de América Latina y de éstos, 22 de Bolivia.
1963
Encíclica Pacem in terris de Juan XXIII. Muere el Papa durante el Concilio y lo sucede Paulo VI, Card. Giovanni Battista Montini, electo el 21 de junio de 1963
USA, Dalias, asesinato del presidente J. F. Kennedy.
1964
Encíclica Ecclesiam suam de Paulo VI.
4 de noviembre, golpe de Estado en Bolivia, el Gral. Barrientos Ortuño asume la presidencia anunciando el carácter nacionalista de su gobierno.
1965
8 de diciembre, Vaticano, Clausura del Concilio Vaticano 11.
1966
En Bolivia ISAL, inicia encuentros informales.
En Bolivia, los padres Dominicos fundan el Instituto Boliviano de Estudios y Acción Social (IBEAS).
15 de febrero, Camilo Torres muere en la guerrilla colombiana.
Noviembre, llegada a Bolivia del comandante guerrillero Ernesto "CHE" Guevara. Instalación de su campamento en Santa Cruz.
1967
Encíclica Populorum Progressio de Paulo VI.
Roma, IV Congreso Mundial del Apostolado de los laicos del cual nacen grupos de compromiso del laicado.
Marzo, Bolivia, se hace evidente la presencia de Ernesto "CHE" Guevara con una guerrilla foquista; se da el primer choque con el ejército en Ñancahuazú. Un mes más tarde es capturado Regis Débray.
Abril, en Catavi la Asamblea General Minera resuelve plegarse a los revolucionarios. El gobierno de Barrientos decreta Estado de Sitio para impedir esas actividades. Masacre de la "Noche de San Juan", 23 de junio en las minas de Catavi y Siglo XX.
Octubre de 1967, se da a conocer la muerte del "CHE" y la respectiva aniquilación de la guerrilla.
1968
Agosto, se realiza el Primer Congreso de ISAL.
Agosto-septiembre, Colombia, Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, realizado en Medellín.
Documento "Informe de Bolivia. Consulta ISAL".
1969
20 de enero, USA, asciende al poder el presidente Richard Nixon.
27 de abril, muerte del presidente René Barrientos en un accidente. Lo sucede el Dr. Adolfo Siles Salinas.
1 de mayo, mensaje del episcopado de Bolivia con motivo del Día del trabajador. Grupos sociales conservadores alertan sobre la infiltración comunista en la Iglesia boliviana.
26 de septiembre, Golpe de Estado del Gral. Alfredo Ovando Candia.
1970
Documento: "Perspectivas ISAL".
Creación de la Facultad de Sociología de la Universidad Mayor de San Andrés, confiada a los PP. Maurice Lefebvre y Pedro Negre.
15 de abril, XIV Congreso del sindicato de mineros (FSTB). Aprobación de la "Tesis de Siglo XX".
4 de julio, Chile, asciende al poder Salvador Allende. Instauración de un proceso al socialismo.
22 de julio, se inicia el levantamiento de Teoponte con el ELN y se retoma la "tesis foquista" con la consigna "volveremos a las montañas".
Julio, Documento: "ISAL frente a los últimos acontecimientos" (guerrillas).
Septiembre, violenta expulsión de 4 sacerdotes y un pastor metodista, miembros del ISAL: Mauricio Lefebvre (OMI), Aníbal Guzmán (Pastor), José Prats (SJ), Pedro Negre (SJ), Federico Aguiló (SJ).
4 de octubre, un levantamiento militar pone en difícil situación a Ovando. Al día siguiente, se ve obligado a renunciar a la presidencia presionado por varios sectores sociales. Asume el poder un triunvirato militar.
7 de octubre, el Gral. Juan José Torres asume la presidencia de la República, con un gobierno abiertamente popular.
10 de noviembre, se realiza en la Universidad Mayor de San Andrés un acto en homenaje a los caídos de Teoponte.
Noviembre, inicio del proceso por el cual el gobierno de Torres se irá manifestando favorable al socialismo.
1971
Documento de ISAL: "Cristianismo y lucha de clases".
Enero, primera tentativa del Cnl. Hugo Bánzer, jefe del Colegio Militar, de tomar el poder; breve exilio del conspirador.
Febrero, se realiza en Cochabamba el Tercer y último Encuentro de ISAL (la 1 Gran asamblea por ser de nivel Nacional). Se ratifica su opción por el socialismo: "Mensaje de ISAL a Bolivia. Tercer Encuentro".
Marzo, surge un conflicto de expropiación del Instituto Boliviano de Estudios y Acción Social (IBEAS) a favor de la UMSA. Carta abierta de ISAL a los Obispos y la opinión pública llamando a ser consecuentes con la Doctrina Social de la Iglesia en referencia al conflicto.
Julio, instalación efectiva de la Asamblea del Pueblo con la presencia de 218 delegados. Los trabajos se realizan en las instalaciones del Congreso. Alarma de sectores reaccionarios de la sociedad.
28 de julio, Card. José Clemente Maurer propone la venta de las joyas de las principales imágenes de la Virgen, a favor de los más desposeídos.
21 de agosto, golpe del Cnl. Hugo Bánzer Suárez (pacto entre ejército, MNR y FSB) y asesinato planificado de Mauricio Lefebvre. Varios sacerdotes tienen que salir exilados y otros son tomados presos. Dispersión de los miembros de ISAL en Bolivia.
NOTAS
1 Tesis de doctorado Hugo José Suárez, ¿Ser Cristiano es ser de Izquierda? Sociología de las transformaciones simbólicas de los cristianos de los mios 60 en Bolivia, Universidad Católica de Lovaina, 2001.
2 Para facilitar la lectura, en las citas tomadas de las cartas publicadas en el documento Le courrier de Maurice Lefebvre que van de pascua de 1963 a diciembre de 1970, se pondrá el número de página al lado y entre paréntesis. Las demás citas se las mencionará a pie de página.
3 Cartas lnéditas, julio 1962, p. 124.
4 LEFEBVRE Mauricio, «La Paz coude-a-coude dans la charité», L'Apostolat, abril, 1962, p. 8
5 Urgencepour..., fev, 1963, p. 8
6 Cartas inéditas, julio 1962, p. 123.
7 Cartas inéditas, julio 1962, p. 126.
8 Cartas inéditas, julio 1962, p. 127.
9 Cartas inéditas, julio 1962, p. 126.
10 Cartas inéditas, julio 1962, p. 127.