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Temas Sociales

versión impresa ISSN 0040-2915versión On-line ISSN 2413-5720

Temas Sociales  no.20 La Paz  1998

 

AVANCES DE INVESTIGACIÓN

 

LA CRISIS DE LOS PARTIDOS DE GOBIERNO COMO ESTRUCTURAS DE MEDIACION *

 

 

Patricia M. Chávez León **

 

 


 

 

Los cambios mundiales de la globalización en la economía de libre mercado, que han sido suscitados, determinados y desplegados desde los centros de poder mundial, incluyendo la debacle del llamado «socialismo real» o «socialismo burocrático» en la ex Unión Soviética y en Europa del Este, crearon condiciones generales de exigencia para la adecuación a las nuevas tendencias por parte de países periféricos como Bolivia. Incluso, con la desaparición súbita del peligro del «comunismo», emergen condiciones extraordinarias para las expectativas de las clases dominantes en el plano interno de los países.

En Bolivia se procedió, a partir de 1985, a la recomposición global del poder en térnlinos de la modernización y la democratización neolilieral de la economía, la sociedad y el Estado. Para los líderes de estos procesos particulares de inserción de la economía mundial, que se encuentran frente a un movimiento obrero popular y sindical en declinación incontenible, la recomposición general de la sociedad y el Estado encara un gran desafío: el de afrontar tal recomposición en términos de democracia y. en consecuencia, en términos de legitimidad. Un desafío, en una sociedad boliviana, donde existe un régimen basado en una distribución asimétrica de la riqueza social. debido a la constitución de la misma en una sociedad de clases, y donde el problema político mayor radica en averiguar la forma de obtener lealtad de masas.

Es pues, en este contexto, que los partidos adquieren inusitada importancia y actualidad como estructuras de mediación, pero es una mediación que se encuentra en crisis. Por ello, la dilucidación de esta crisis es crucial y pasa a primer plano entre las prioridades de los políticos, particularmente gobernantes, y los intelectuales demócratas.

De ahí que consideramos que es importante estudiar el tema de la crisis de los partidos como estructuras de mediación, pero particularmente de los partidos de gobierno, por cuanto son éstos los que toman las decisiones más importantes y de mayor proyección en el tiempo y el espacio nacional; puesto que ejercitan un poder real que es el poder del Estado.

Desde su origen, los partidos fueron reconocidos como órganos de mediación legales o institucionales; pero, los caudillos, el ejército y la Central Obrera Boliviana (COB), erigiéronse en muchos momentos a lo largo de la historia nacional, como mediadores reales. Ante su ineficiencia, como estructuras de mediación, los partidos, fueron rebasados por los acontecimientos. Más o menos desde 1984 hasta 1985, fueron eclipsados y desplazados a un plano subalterno por las mediaciones militar y sindical. Las luchas de clase pudieron más que cualquier mandato constitucional.

Finalizando el ciclo militar, con el repliegue táctico de las Fuerzas Armadas a sus cuarteles, y con el largo y profundo reflujo del movimiento obrero sindical, los partidos fueron paulatinamente recobrando y adquiriendo validez, específicamente los partidos de derecha en correlación al declive incontenible de los partidos de izquierda. La adopción impositiva de un sistema electoral demoliberal vigente hasta hoy, más la adaptación de la oligarquía a la conquista popular del voto universal, determinaron la importancia de los partidos en términos de necesidad. La cuestión de fondo ha sido y es el poder, el poder del Estado. Y si la única vía de «hacer política» oficial en el país es el partido, se debe a que éste está consagrado constitucionalmente, o sea estatalmente, como único medio legal de acceso al poder oficial.

En este marco, actualmente se han confirmado, grupos empresariales ligados a la política. «Nueva Economía» (29-4-97, 05-5-97) señala diez grupos empresariales: los Bedoya, León Prado, Garafulic, Mercado, Petricevic, Roda, Doria Medina, Kuljis, Fernández y Sánchez de Lazada. Los cuatro últimos, de la lista, marcan la tendencia empresarial de incursión directa, personal, en la política en y a través de estructuras partidarias. Doria Medina ha sido gobernante y luego candidato a vicepresidente por el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR); Kuljis ha sido candidato a vicepresidente por Conciencia de Patria (CONDEPA) y posteriormente candidato a Presidente por Unidad Cívica Solidaridad (UCS); Jhonny Fernández y Gonzalo Sánchez de Lazada son jefes de partido. Los hay, ciertamente, quienes aun rehúsan militar directamente en algún partido, pero que no ignoran la importancia de la política. Esta incursión en política partidaria, impulsada ahora por un Estado neoliberal. ha sido vista también como un signo de modemización de la sociedad y el Estado. Sea así o no, lo cierto es que los grupos económicos se han convertido en grupos de poder que mancomunados o coludidos con los panidos de gobiemo, han llegado a conformar bloques de poder (Hora 25, 11-7-97). En conclusión, para los grupos económicos de poder, los panidos ele poder y de gobierno, canalizan exclusiva y únicamente los intereses y demandas de estos grupos. Sin embargo, se verán obligados a tomar en cuenta las necesidades y las demandas de las otras clases, pero ello, siempre, dentro de un sistema donde existen ventajas estructurales a favor de la clase dominante.

Ahora bien. los partidos de go, bierno se relacionan simultáneamente con un Estado que padece de la influencia de tres factores externos, cuyo peso es casi determinante en el accionar estatal, ellos son: 1) Organismos financieros internacionales, 2) Transnacionales. 3) Gobiernos extranjeros, fundamentalmente el de Estados Unidos. En conclusión el Estado boliviano es un Estado mediador de intereses extranjeros. Es un Estado dependiente. Como un caso innegable podemos citar la lucha contra el narcotráfico.

Es pues, en este contexto general de relaciones e interrelaciones de los partidos de gobierno con otras estructuras, que cabe plantear el problema de la crisis de mediación que atraviesan dichos partidos, en términos distintos a los de un supuesto «alejamiento de los partidos respecto de la sociedad», es decir, de una supuesta falencia de representación, cuando a lo sumo la representación puede llegar a ser ilusoria y no real (Marx, citado enBartra, 1978)1. Por tanto,es lícito preguntar ¿Cúal o cuales son las causas de la crisis de los partidos de gobiemo en cuanto estructuras de mediación? ¿Qué relación exisle entre la mencionada crisis y las Iimitanles estmcturales e históricas del Estado?.

La hipótesis tentativa planteada es este trabajo sostiene que la crisis de los partidos de gobierno como estructuras de mediación se debe primordialmente a las limitaciones estructurales e históricas dd Estado que administran, lo que obstruye su capacidad de interpelación a las clases dominadas.

 

Notas

* El presente artículo es un resumen del proyecta de tesis presentado, por la autora, en la Carrera de Sociología de la Universidad Mayor de San Andrés

** Estudiante de la Carrera de Sociología - UMSA

1 Ver Roger Bartra. «El Poder despótico hurgues» ERA. 1978

 

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