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Temas Sociales

versión impresa ISSN 0040-2915versión On-line ISSN 2413-5720

Temas Sociales  no.17 La Paz dic. 1993

 

ARTICULO

 

XENOFOBIA, RACISMO Y MIGRANTES

 

 

Por Sandra Gruner-Domic (1)

 

 


 

En los últimos años se muestra una forma más agresiva de racismo no solamente en Alemania, sino en diversos países de Europa. Me propongo hablar de racismo y no de xenofobia ya que a mi parecer este último concepto provoca una distorsión y tiende a ser interpretado desde un punto filológico llevando así a teorías conductistas que justifican el miedo y odio hacia lo "extraño" como algo que posee una racionalidad biológica. Si utilizo este término es solamente como un sinónimo de racismo.

A qué se debe este aumento de agresividad y el porqué de la aceptación de esta violencia por los ciudadanos son preguntas que quedan abiertas y necesitan tal vez de una equiparación a nivel internacional.

En esta ponencia voy a concentrar la atención en lo característico de una ciudad como Berlín, esto es en la particularidad de esta metrópoli que lleva en sí haber sido escenario de una contradicción histórica de dos sistemas diferentes y de ser en este momento el centro de nuevos conflictos entre Oriente y Occidente. Para ver estas dos caras de la ciudad a fondo es que quiero hacer una comparación entre el racismo en las dos Alemanias antes de la unificación acentuando la situación de Alemania Oriental, ya que ésta es menos conocida.

Los progroms de los tres últimos años, han llamado la atención internacional nuevamente hacia Alemania, lo cual era necesario no solamente por la responsabilidad histórica, sino más bien por la reacción lenta e insignificante del gobierno alemán respecto a los primeros sucesos. Sólo bajo la presión de organizaciones internacionales, especialmente judías, del gobierno de Israel y de inversionistas extranjeros, fueron tomadas algunas medidas por el gobierno para contrarrestar la impresión negativa creada en el extranjero y no necesariamente para proteger a las minorías étnicas y a los extranjeros de este país.

Por otro lado el gobierno alemán intenta modificar el artículo de asilo en la constitución alemana, tratando así de contrarrestar la xenofobia y los ataques de grupos extremistas con una peor política restrictiva de migraciones. Aquí se ve claramente como el gobierno con una mayoría de votos en el parlamento trata supuestamente de "satisfacer" a la población y a los grupos agresores, que ven como culpables de la mala situación económica y del desempleo a los extranjeros, ratificando así algunos prejuicios y estereotipos. En un momento conyuntural difícil es fácil encontrar al culpable, chivo expiatorio especialmente si los políticos y la prensa brindan los argumentos necesarios en contra de un grupo determinado.

Otra forma de evadir este problema parece ser, tratar de buscar una respuesta a la nueva ola de agresiones en los Estados alemanes recientemente incorporados a la República Alemana. La tendencia de caracterizar el aumento de la xenofobia como proveniente de Alemania Oriental y estereotipar a los alemanes orientales como más racistas y xenofóbicos que los occidentales muestra solamente las dificultades internas de la unificación y no contribuye en lo absoluto a la solución de los problemas.

Para analizar el racismo en Alemania es necesario hacer una retrospectiva de los dos Estados Alemanes antes de la unificación, ya que los sucesos de los últimos años muestran solamente el punto más alto de acontecimientos racistas en el último decenio. De esta manera quiero examinar primeramente ejemplos de las diferentes situaciones en la vida de los trabajadores extranjeros antes de 1989, las que muestran la discriminaciones racistas que viven cotidianamente. Estos ejemplos nos permitirán reflejar especialmente la situación en la ex-ROA. Para esto me concentraré a reflejar la situación de los trabajadores extranjeros, ya que formaban el número más grande entre los extranjeros en las dos Alemanias.

Primeramente sería necesario recordar la diferencia cuantitativa de extranjeros así como sus diferentes status en la ROA y la RFA.

En la RFA se ha formado la migración de extranjeros especialmente en base a los trabajadores inmigrantes durante los años 50, 60 y 70; éstos fueronreclutados por medio de contratos de trabajo interestatales para reconstruir la economía alemana. A estos trabajadores se les permitió sólo en los años setenta traer a sus familias con lo que aumentó su número a casi 4 millones de personas.

En 1989 vivían aproximadamente 5 millones de habitantes extranjeros en la RFA. En la RDA el número de extranjeros constituía en 1989 solamente 150.000 personas y la mayor parte de ellas a contrato, con una estadía promedio de 5 años; 12.000 personas tenían una estadía permanente. En la RDA comenzaron los contratos con trabajadores extranjeros a finales de los años sesenta con cuotas muy pequeñas entre 2.000 y 4.000 personas. Estos acuerdos estatales tenían en un principio la intención de instruir a jóvenes extranjeros obteniendo así un título de obreros calificados. Es por eso que los contratos de trabajo se reducían a una estadía de 4 años y eran solamente alargados bajo la condición de obtener una calificación mayor. Sólo en los años ochenta aumentó de una forma rápida la cantidad de obreros, que bajo acuerdos bilaterales llegaron exclusivamente como fuerza de trabajo a la RDA.

En forma similar fueron llamados extranjeros a trabajar en las dos Alemanias. Las condiciones de vida y el hospedaje que fueron ofrecidos a los trabajadores extranjeros en la RDA se puede decir que era similares a las condiciones de los trabajadores extranjeros en los años sesenta en la RFA. Los trabajadores en las dos Alemanias fueron acogidos en albergues generalmente pertenecientes a las mismas fábricas y en cierta forma separados de la población. La estadía y el contrato de los trabajadores eran planificados por un tiempo determinando, lo cual permitía un sistema de rotación. Esta forma de migración fue realizada tanto en la RDA como en la RFA en base a contratos estatales.

Todas estas semejanzas muestran una sola característica común, los dos Estados alemanes institucionalizan con estas medidas la discriminación y utilización de estos trabajadores.

Al nombrar a los extranjeros en las dos Alemania, pongo énfasis deliberadamente en los trabajadores no solamente porque estos y sus familias constituyen la mayoría de los inmigrantes; sino también porque ellos fueron llamados primeramente por la necesidad imprescindible de mano de obra y bajo las leyes alemanas para extranjeros que tienen como fundamento una desigualdad de derechos; son explotados, obteniendose así fuerza de trabajo barata. En Alemania Oriental fueron empleados jóvenes trabajadores, los primeros años exclusivamente como fuerza de trabajo extra. A principios de los años ochenta muchos de los beneficios que se dieron a otros países exportadores de fuerza de trabajo fueron negociados con el objetivo de reducir los costos y abaratar la mano de obra.

Una de las diferencias fundamentales de los contratos de trabajo de los extranjeros en la ex-RDA, es que no existían en sí contratos individuales, sino que el empleo de los trabajadores fue controlado y dirigido por organismos estatales.

Los trabajadores extranjeros en Alemania Oriental trabajaban bajo contratos de 4 o 5 años. Para la coordinación de estos grupos de trabajadores de 50 o más personas fueron contratados dirigentes de la misma nacionalidad, para observar que se cumplan los acuerdos bilaterales entre los dos países. Gracias al control central de la RDA es que hoy existen algunos documentos que dan información más a fondo sobre el trato a los trabajadores en las fábricas y en su tiempo libre. A través de mi investigación sobre los trabajadores inmigrantes cubanos a la RDA es que tengo conocimiento especialmente sobre este grupo de personas.

La discriminación hacia los extranjeros no es practicada solamente por el Estado sino en primera instancia por los ciudadanos.

La discriminación hacia los cubanos se daba, en primer lugar, en las fábricas. Los trabajadores eran puestos a trabajar solos en una máquina donde normalmente trabajaban dos o más trabajadores alemanes; era algo frecuente que los trabajadores y maestros alemanes dieran trabajos extras a los cubanos y cuando estos se negaban a realizarlos eran amenazados con quejas a los superiores de que éstos no deseaban trabajar, lo cual significaba que a causa de indisciplina la fábrica podía pedir al Ministerio de Trabajo el regreso de este trabajador a su país. Cuando los trabajadores extranjeros pedían vacaciones no solo eran mal vistos sino que a veces los maestros otorgaban las vacaciones y luego negaban haberlas dado ocasionando en contra de los trabajadores procesos de indisciplina. Los trabajadores cubanos en la RDA recibían al mismo tiempo de su estadía un curso de obrero calificado. Para este estudio recibían clases gratuitas de las cuales 60 horas en total eran pagadas con un sueldo promedio. Muchas de las fábricas sacaban de las clases a los trabajadores cubanos obligándolos a trabajar así como a hacer turnos extras bajo la amenaza de recibir menos sueldo o de ser enviados a Cuba.

Muchas veces los accidentes de trabajo no muy graves no eran informados sino que los trabajadores recibían solamente ese día un puesto de trabajo más liviano. Los médicos de las fábricas no reconocían enfermedades evidentemente causadas por el trabajo en esa fábrica impidiendo así que estos pudieran cambiar sus puestos de trabajo. (1) Continuamente los trabajadores cubanos eran insultados ofendidos por los trabajadores y maestros alemanes intentando buscar pelea, y si estos se quejaban eran amenazados con mandarlos de vuelta a su país.(2)

Estos son sólo algunos ejemplos que no se pueden generalizar, pero sí representan las discriminaciones cotidianas en la RDA. Justamente esta forma de discriminación, de mal trato, era la realidad cotidiana de los trabajadores extranjeros.

Al mismo tiempo estos ejemplos parecen insignificantes cuando se los compara con el trato de los trabajadores en Alemania Occidental. En el libro de Günter Wallraff "Ganz unten" este periodista y escritor describe, en 1985 su experiencia como trabajador que vivió durante dos años disfrazado de inmigrante turco. El describe las malas condiciones en que trabajaban él y sus colegas extranjeros en las fábricas. Los inspectores, generalmente alemanes, los insultaban y obligaban a trabajar sin pausas, haciendo turnos continuos bajo la amenaza de ser despedidos. No se les otorgaba ninguna seguridad. La fábrica no les daba ropa de trabajo ni cascos de seguridad así trabajaran en lugares peligrosos y tampoco se les informaba de los riesgos a los que estaban expuestos. Los trabajadores extranjeros que trabajan en construcciones o en subempresas eran en su mayoría empleados ilegalmente y por esto no tenían seguro social o médico. Estas empresas explotaban a los trabajadores dándoles trabajos extras los cuales no les eran pagados. En estos trabajos habi-tualmente sucios y pesados no existían reconocimientos económicos adicionales.

Los insultos y provocaciones de los trabajadores alemanes tenían que ser tolerados por sus colegas extranjeros, pués cuando surgía un conflicto eran estos, invariablemente, los culpables. En casos de accidentes de trabajo los obreros eran despedidos. El autor describe el destino de un empleado turco que por un accidente de trabajo quedo semi-inválido y la empresa por no pagarle una jubilación, le ofreció un trabajo liviano; a pesar de su mal estado de salud no podía negarse a hacer turnos extras por miedo a ser despedido. Las horas de trabajo promedio para estos trabajadores son 12 a 13 horas diarias, pero 16 no son nada fuera de los común. Estas condiciones descritas por Walraff ya fueron publicadas en la revista Spiegel (1980), resultado de un estudio de los doctores de economía Wolfgang Weber y Eduard Gungler.

Al contrario de los extranjeros de la RFA, que no podían defender sus derechos, existían en la RDA ciertos mecanismos de defensa a través de los acuerdos estatales y la representación de los grupos nacionales que, dependiendo naturalmente de cómo estos funcionaban, garantizaban un mínimo de seguridad social e impedían una explotación extrema de los trabajadores por las fábricas. Así por ejemplo no podía ser despedido ningún trabajador sin consentimiento de los encargados en las embajadas o en caso de conflictos estos debían tomar parte para abogar por los trabajadores.

Las discriminaciones en la RDA no se limitan al sector laboral. En las calles se dan estas discriminaciones más abiertamente y a que al contrario de los puestos de trabajo las acciones de las personas están protegidas por el anonimato. Estos malos tratos aumentaron en los últimos años de la RDA en la medida en que la crisis política y general se agudizaba y los ciudadanos alemanes orientales expresaban sus opiniones abiertamente, entre ellas también opiniones racistas. El trato a los extranjeros era despectivo y en muchas ocasiones, en una forma sutil, se les negaba la entrada a restaurantes y discotecas, con excusas ya que los locales eran estatales, en las tiendas o almacenes no eran atendidos o lo eran de una mala forma. En los buses y en las calles eran vejados.

Pero no solamente las personas sino también los empleados públicos tenían, a pesar de la política estatal internacionalista, una actitud negativa y discriminativa hacia los extranjeros. En documentos de la secretaría para trabajadores extranjeros del ministerio de trabajo se hallan investigacionespara comprobar si dos policías del distrito Cottbus fueron los autores de las golpizas y maltratos a un trabajador cubano. Tres cubanos que se dirigían a un restaurante fueron provocados por dos policías en uniforme y un ciudadano en civil, los que insultándolos les decían que todos los negros deberían desaparecer de este país. Para evitar problemas se retiran dos de los cubanos, pero pocos pasos adelante notaron que los tres alemanes golpeaban y pateaban al tercero hasta dejarlo inconsciente. Gracias a la activa participación de la jefa de grupo cubano, se pudo descubrir la actitud ilegal del distrito policial que negaba la provocación de los policías y que según los resultados de las investigaciones comprobaban la culpa de los cubanos (3). Este hecho sucedido en 1988 no parece ser el primero ni el ún ico. Ya en 1983 se dirigió el cónsul de la Embajada Argelina al Ministerio de Relaciones Exteriores quejándose de "Medidas Discriminatorias" por parte de la policía. (4)

De ninguna manera eran nuevas las noticias de agresiones corporales y peleas personales de ciudadanos alemanes contra los extranjeros en la RDA antes de 1987. En los documentos se puede ver que en su mayoría eran alemanes mayores de 30 años. A partir del año 1987 se ve que eran sobretodo bandas de jóvenes alemanes que realizaban ataques a los internados de extranjeros, discotecas frecuentadas por estudiantes y trabajadores extranjeros, o provocaban peleas callejeras (5). Estos ataques se realizan de la misma forma que en Alemania Occidental por grupos de extrema derecha o jóvenes simpatizantes de equipos de fútbol.

Si se compara los casos aquí descritos de la ex-RDA con los sucesos comentados por la prensa de 1980/82 en la RFA acerca de los maltratos agresivos y extranjeros se observan los mismos modelos racistas pero con una diferencia cuantitativa notable; una actividad no tan radical y una expresión moderna que es percibida sólo a partir de 1987.

En la RFA hacen noticia, en 1980, las columnas que comentan el incendio de un alojamiento de asilados en Hannover causando la muerte a dos vietnamitas, la policía debe patrullar un asilo el Lorrach donde ya se produjeron atentados con bombas y fueron destruidos otras por jóvenes. En Hannover fueron arrojados ladrillos a las ventanas de un local turco; un niño extranjero es encerrado en un sotano por los vecinos, en Berlín dos policías son acusados de golpear a un niño inválido de 14 años, etc. Estos artículos de la prensa bien podrían ser de este año. Con esto quiero decir que el terror y la agresión cualitativamente son los mismos en la RFA de 1980 o en la Alemania unificada.

Al comenzar los cambios políticos en laex-RDA se mostraron ya los deseos de unificación pero también se cristalizaban claramente las tendencias nacionalistas extremas de grupos pequeños que no dejaban de tener el apoyo de las mayorías conservadoras.

Las primeras medidas proteccionistas después de la apertura del muro en la RDA, para evitar la venta de artículos subcncionados del último gobierno de la RDA, contribuyó a desatar una ola de discriminaciones y abusos hacia los extranjeros, ratificando así losclichés y estereotipos existen tes en la población. El ambiente en la ciudad de Berlín se cargó de agresividad. En los comentarios de cartas abiertas a periódicos se ven claramente las reacciones chauvinistas que muestran, apenas abierta la frontera, temores injustificados como el de ser invadidos, extranjerizados o de ser robados y "vendidos" por especuladores.

De esta manera escribe un grupo de empleados de una fábrica de Berlín Oriental en la cual rechazan la propocisión de inmigración de ciudadanos polacos con las siguientes argumentaciones: "Todos conocen la mentalidad del polaco. Ellos son en su mayoría flojos y ganan su dinero de una forma ilegal. El rechazo de los ciudadanos de la RDA a la inmigración de polacos le debería ser a nuestro gobierno bien conocido... Los polacos no son bien vistos por nuestros compatriotas. Dicho en otra forma en ningún lado son aceptados". (6)

Una otra persona escribe su opinión acerca de una posible apertura de la RDA para inmigrantes: "Yo estoy en contra. Por ejemplo Berlín Occidentaltiene casi 50% de extranjeros. Queremos acaso representar una raza mestiza dentro de veinte años o quedarnos como alemanes en la RDA?"(7)

El decreto de la RDA contra la compra de artículos subencionados dio a los ciudadanos alemano-orientales, por primera vez, la autoridad de comportarse frente a extranjeros en público prepotentemente de una forma "legal". Esta medida proteccionista tuvo aceptación por una gran mayoría y fue creando una atmósfera de confrontación. Con esto no quiero decir que por lo tanto los alemanes orientales sean más racistas o xenofobos que los alemanes occidentales, sino remarcar que en una situación de conflicto o de tensiones económicas, sociales o políticas, esta clase de medidas estatales discriminatorias ratifican los prejuícios racistas latentes contra grupos determinados.

Después de la unificación alemana y con el trato de los ciudadanos de la ex-RDA como ciudadanos de segunda clase en todo aspecto, resulta ser el carácter nacional el único denominador común, a través del cual se pueda intentar sobreponer los conflictos y discriminaciones sociales entre alemanes orientales y occidentales. El énfasis en recalcar el aspecto nacional no basta, a largo plazo, si los problemas socialescrecen o aumentan en su contradicción y sirvió, además, para abrir las puertas a partidos políticos de extrema derecha y a agrupaciones neofascistas, haciéndolas "presentables" a la sociedad. Pero en Alemania parece ser que el tema de los inmigrantes y las discuciones sobre asilo son las más adecuadas para distraer la atención de los reales problemas económicos y sociales. De esta manera, especialmente gracias a la contribución de la prensa y los medios de comunicación se encuentran "chivos expiatorios" de la situación.

El caso del racismo en la RDA contradice en cierta forma los esquemas y la argumentación que suponen el surgimiento de reacciones agresivas como una consecuencia lógica de la defensa de intereses de grupos en momentos de conflicto. En la RDA se dieron agresiones racistas, si bien muy pocas, en ausencia de las causas sociales, de desempleo, inseguridad social y una propaganda racista. ¿Es tal vez necesario ver el origen de la "xenofobia" en la tradición nacionalista en una desigualdad racial, cultural y religiosa, que se encuentra latente en las discriminaciones cotidianas?

Para analizar mejor la discriminación racista es necesario mantener presente sus diferentes formas: como el modo de obrar de un sujeto, la forma de preceder de grupos, que pueden llegar hasta desatar en guerras civiles, así como la discriminación institucionalizada, que puede llegar a una xenofobia estatal decretando leyes discriminatorias. (8) Los orígenes de la discriminación común tanto como estatal, hay que buscarlos en la tradición de estos países -como dice Radtke conforme al sentido - "Las ideologías racistas y culturales chauvinistas legalizan la forma tradicional de desigualdad que conducen al poder, los privilegios y las leyes restrictivas, en los estados nacionales modernos, como si fuera una 'herencia historica'... como algo natural e indiscutible". (9)

Esta tradición nacionalista otorga la base para determinar el comportamiento de los individuos y del Estado. Estas no son absolutas o determinantes. Los individuos de una sociedad están sometidos a normas, estructuras, grupos de referencia -como la familia, amistades, organizaciones- a las que pertenecen, pero tienen la posibilidad de elegir de qué forma actúar finalmente. Para ver bajo qué condiciones surge el comportamiento agresivo racista es necesario observar de cerca la interacción entre los sujetos, grupos y organizaciones mayores como es el Estado.

Si un Estado con tradición nacionalista o colonialista de minorías, ratifica de una u otra manera la desigualdad de los ciudadanos y contribuye a mantener los estereotipos racistas. Esta continuidad fluye a través de la educación, de la memoria colectiva reconfirmando estereotipos o esquemas ideológicos.

La interacción surge cuando el estado institucionaliza la desigualdad de derechos. Si el estado en situaciones de conflicto agudiza la desigualdad de derechos y decreta nuevas restricciones contra un grupo determinado, es así que este contexto fomenta la agresividad del individuo que proyecta este descontento no hacia el Estado sino hacia el grupo que le es sugerido como competidor. Apesar del contexto social es en última instancia la decisión subjetiva de los individuos la que determina en que forma actúan.

 

NOTAS

l. Ponencia, efectuada en las "Jornadas sobre inmigración y racisme a les ciutats Europees" (16-18.4.1993) en Barcelona. Texto corregido en noviembre de 1993.

1.   MFAL-SAL/AAK Brief andas SAL Gen. Schmidt von Stellv. Leiter und den Leiter von Cubatecnica Bcrlin 9.11.87.

2.   MFAL-SAL/AAK, Brief andas SALGen. Reukauf vom Reprasentant Cubatecnica, Bcrlin 27.9.1989

3.   MFAL-SAL/AAK Rat es Bezirkes Cottbus Amt für A u. L an Ministerrat der DDR/SAL-AAK gen. Kaminsli, 30.11.1988.

4.   MFAL-SAL/AAK lnformation über besondere Vorkommnisse durch ausHi.ndische WerkUHige, die im Rahmen von Arbeitskrafteabkommen in der DDR beschaftigt und Qualifiziert werden - Jahresanalyse 1983- Berlin 24.2.1984.

5.   MFAL-SAL/AAK Telegram VEB Gaskombinatr "Fritz Selbmann" "Schwarze Pumpe" Abschlussbericht zum Femxchreiben ut 129/8 vom 15.8.1987: Schlligerei zwischen DDR-Bürger und Werktatigen der Gruppe kubanischer Werktatiger im Wohnheim Bv. Espenhaim mil korperverletzung./ VEB Feuerwerke Wetro "Kurt Kreuz", Wetro 21.10.1987.

6. Runge, Irene (Ed): Ausland DDR Fremdenhass, Berlin 1990.

7. lbid

8. Radtke, Frank-Olaf: lnstitutionalisier Diskriminicrung zur Verstaatlichung der Fremdenfeindlichkeit, in: Baubock, R.; Baumgartner, G; Perschining, B; Pintcr. K. ... und raus bist du! Ethnische Minderhciten in der Politik, Wien 1988.

 

 

 

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