SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número16''EL METODO DE LA ECONOMIA POLITICA'' DE KARL MARX: PRIMERAS REFLEXIONESPRIMER ENCUENTRO DE ESTUDIANTES CARRERA DE SOCIOLOGIA DEL 2 AL 5 DE SEPTIEMBRE: CONCLUSIONES FINALES APROBADAS EN EL PLENARIO FINAL DEL I ENCUENTRO DE ESTUDIANTES DE LA CARRERA DE SOCIOLOGIA índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Temas Sociales

versión impresa ISSN 0040-2915versión On-line ISSN 2413-5720

Temas Sociales  no.16 La Paz  1992

 

AVANCES DE INVESTIGACION

LA REVALORIZACION DE LA MEDICINA TRADICIONAL

 

 

Por: Lina M. Gutierrez R.

 

 


 

 

0. INTRODUCCION.

Desde la época precolombina, en el Tahuantinsuyo, la medicina tradicional ha jugado un papel importante en el desenvolvimiento de la cultura de estos pueblos, sin embargo, a partir de la conquista, esta importancia ha venido declinando reduciéndose su práctica, en la actualidad, a un grupo de personas, aunque existe una masa importante de adherentes.

Quizá como consecuencia del fenómeno de los "500 años" alimentado por España, en estos últimos años, ciertos círculos intelectuales y sociedades científicas, cuya inclinación europcocéntrica era notoria, han comenzado a revalorizar a las prácticas de la medicina tradicional.

La medicina tradicional, sin embargo, es un conjunto sistemático de conocimientos con una tecnología sofisticada, cuyas unidades de significado son aún imcomprensible para la ciencia ocCidental, que tiene por objeto la realidad total, es decir, lo vivo e inorgánico, espíritu materia, etc., tomado como un Todo o un sistema orgánico que interactúa relacionándose recíprocamente; por lo que implica toda una serie de acciones o rituales conocido comúnmente como "tradiciones", cuyo fenómeno trataremos de describir en este trabajo.

 

1. LAS TRADICIONES EN BOLIVIA.

Desde principios del presente siglo hasta nuestros días muchos escritores bolivianos y extranjeros, ya sea con un verdadero interés científico o por mero folklorismo, realizaron estudios sobre los diferentes grupos constituidos por naturistas (1), herbolarios (2) y médicos tradicionales (3). A este grupo se asignó una característica común consistente en el nomadismo (ausencia por largos períodos de tiempo a diferentes zonali del país, e incluso, Sud América y Europa, a objeto de practicar su ciencia o "arte").

Sobre el origen de la medicina natural como ciencia, existen diversas teorías. Aunque el término "ciencia" debemos tomarlo en su sentido literal, como "conocimiento o saber para interactuar adecuadamente frente al entorno". El Dr. Toribio Tapia Valencia asegura que la cuna de la medicina tradicional es Tiahuanacu. Allí se habrían realizado las famosas trepanaciones y enseñanzas de la medicina tradicional andina, hasta que la decadencia de la cultura Tihuanacota habría significado su estancamiento (4). A la llegada de los Incas al Kollasuyo, éstos encontraron en el lugar que hoy es Charazani hombres conocedores de esta medicina (los estudiosos occidentales al no entender la racionalidad propia de este conocimiento no puedieron sino llamar a este conocimiento astrología, hechicería, brujería y magia) (5). Lo primero que hicieron fué llevarlos al Cuzco para que se encargalien de curar las enfermedades de la nobleza incaica, tal como lo afirma Guaman Poma de Ayala. En la actualidad, esta cultura y ciencia se irradia desde los cantones de Canata, Cullina, Chajaya, Amarete, Curva, Chara-zani, en la provincia General Bautista Saavedra del Departamento de La Paz.

Ahora bien, en este artículo, nuestro propósito es tratar el tema de las tradiciones, mas propiamente la medicina tradicional, como un conjunto de praxis (teoría-acción) cultural (6) que el hombre andino (aún no comprendido por la cultura occidental) realiza para mantener el equilibrio entre lo inorgánico y lo biológico, la naturaleza y el espíritu, en su carácter sistémico, como un todo orgánico.

Pero, previamente, debemos precisar algunos supuestos sobre los que se fundamenta.

 

2. LA CONCEPCION DEL HOMBRE.

De acuerdo a esta cultura, el hombre se compone de estos elementos:

a) El Athunajayo, una especie de soplo de vida. Sin este elemento el hombre no puede vivir, puesto que le transmite las facultades del pensamiento, la sensibilidad y el movimiento.

b) El Jachchuajayo, es el espíritu o ánimo. Este elemento se encarga del control patológico del hombre. Se puede provocar su "salida" a través del miedo o susto causando enfermedades en el individuo.

e) La naturaleza físico-biológica.

Para una salud perfecta, tanto individual como colectiva (este último es de interés de la Sociología), del hombre debe haber armonía entre estos tres elementos. Aunque, producto del progreso fruto del "desarrollismo" de lacultura occidental, donde en nombre de la ciencia y la tecnología se inició una guerra contra la naturaleza hasta el punto de hablar de una victoria contra la naturaleza, la armonía implica también entre la sociedad y la naturaleza (7). De este modo, la medicina tradicional parece ser la respuesta para preservar esta armonía, donde el elemento mediador, llámese Callawaya (el médico tradicional), juega un papel importante en esta sociedad.

 

3. LOS ELEMENTOS "IDEACIONALES" IMPORTANTES CONSTITUTIVOS DE LA MEDICINA TRADICIONAL.

Para entender mejor este fenómeno, haremos una breve descripción de las principales creencias, tradiciones y actitudes practicadas por algunos sectores de la población urbana adherentes de la medicina tradicional.

3.1. Los dioses.

Se distinguen a los siguientes dioses: los espirituales, denominados Alajpa-cha; el de las profundidades, Mankepacha; y Akapacha, el dios de aquí-ahora. Debemos añadir a la Pachamama, a los Achachilas, al Sol, la Luna, etc. Al parecer no se conoce un orden jerárquico de los dioses, aunque sí los benéficos y maléficos.

Entre los benéficos se encuentra la Madre-Tierra, la Pachamama. Es la diosa femenina de la tierra y la fertilidad. Por eso se ofrecen ofrendas denominadas Ch'allas en el momento de la cosecha, o las "mesas" (8) en su honor en el momento de la compra-venta de terrenos, casas, etc. La representación visual que se le da, mediante amuletos, es con una imagen de mujer vieja tallada de piedra con el rostro desfigurado, necesitada de comer y beber. Esto explica, quizá, el por qué se le presenta ofrendas consistente en alimentos y bebidas (9). La Pachamama, también, se enoja y para aplacarla es necesario derramar alcohol o quemar ropa.

Los dioses maléficos están representados por el Supaya. A él también se invoca beneficios y maleficios para provocar un bien o un mal. Esto último con el fin de vengarse de sus enemigos (10).

3.2. Los instrumentos.

Entre los instrumentos tenemos a los "amuletos" y las "mesas". Los amuletos son fabricados por Kallawayas en berenguela u otro material rocoso blanco. Contienen signos geométricos o zoomorfas y antropomorfas. El simbolismo de estos signos es el siguiente: los triángulos son un poderoso medio para la protección de la mala suerte (1) y de los ladrones por su gran fuerza magnética. Los surcos dan protección y forman el marco del amuleto. La cruz dentro de un círculo o rectángulo protege contra la mala suerte y las fuerzas (energías) maléficas. Las líneas paralelas u oblicuas dan larga continuación y duración a la vida y protegen de las enfermedades. Los cuadrículos oblicuos (que son representados como líneas entrecruzadas oblicuamente) son para conservar el dinero, el ganado y evitar que sea malgastado. Las líneas paralelas verticales, horizontales y oblicuas están relacionados con el trabajo de la tierra. Las manos, para las personas de diferentes sexos o clases sociales (si se trata de solteros se encierra en un semicírculo). La cabeza humana o calavera, si es blanca para protegerse del mal; negra o marrón oscuro, para provocar el mal. Los cuernos, para atacar o defenderse de alguien. Y los números, el 3 es sagrado, como sus múltiplos 6,9,12; en los kallawayas el 9 tiene aún más poder.

De acuerdo a la edad, sexo, estado civil, se puede construir un amuleto que combine distintas figuras cuyo nombre es Khochqa o Waqanqui. Por lo menos se conocen 78 clases de amuletos (12).

Finalmente tenemos las mesas u ofrendas que se ofrecen a los dioses o espíritus. Los elementos de estas mesas pueden ser desde elementos inorgánicos como ciertos minerales, pasando por orgánicos como plantas (frutas, flores, hojas) y animales (lanas, fetos, grasas) y artificiales como los amuletos.

Quizá, en la filosofía profunda de esta concepción esté la idea de que las cosas de este mundo no son otra cosa que una especie de condensación de la energía cósmica por lo que, dado un desequilibrio, es necesario la manipulación de estas energías para reestablecer la armonía mediante la intervención de un mediador adecuado. A su vez, si se quiere provocar un desequilibrio, como son las enfermedades, acudir a estas mismas fuentes. Pero, los agentes mediadores deben tener un conocimiento para actuar. Estos, precisamente, son los kallawa-yas(13).

3.3. Los mediadores.

El principal mediador en la medicina tradicional es el kallawaya, pero existen otros, cuya importancia no es menor que éste. Ellos son: los laikas (arreglan hechos de acuerdo a la conveniencia de los solicitantes), yatiris (futurólogos), kollasiris (médicos naturistas), dakkos (sacerdotes), ruma michuyes (brujos), jampics (también medicos naturistas para enfermedades superficiales).

Cada uno de estos mediadores actúan privilegiando algún elemento de la medicina tradicional, puede ser ésta la medicina natural, la cultural y la mágica. Pero, al parecer, el conocimiento completo lo tienen los kallawayas.

 

4. LOS ADHERENTES NO TRADICIONALES DE LA MEDICINA TRADICIONAL EN LA SOCIEDAD URBANA.

Para establecer el alcance de la medicina tradicional en estratos altos y medios de la sociedad urbana, hemos organizado una investigación empírica con estudiantes de la carrera de Turismo de la Universidad Mayor de San Andrés, a principios del año 1992, en la ciudad de La Paz. La muestra para nuestra investigación ha estado centrada en la zona central, en el radio comprendido entre las calles La Bandera (en el norte) el Estadio Luis Lastra (nor-oeste), la calle Linares (en el oeste) y el cruce de Villa Copacabana (en el este). Está delimitación geográfica tiene su explicación por cuanto se trató de establecer los adherentes de la medicina tradicional en sectores supuestamente ajenos a la cultura andina. Pues, es harto conocido la práctica y la adherencia de migrantes que habitan en los llamados barrios urbano-populares, sobre todo, en la ciudad de El Alto.

Sobre la edad, sexo y nivel de instrucción, las personas entrevistadas correspondieron a la edad de 20 a 51+ años, de ambos sexos y con un nivel de instrucción de por lo menos el ciclo básico concluído con una predominancia de profesionales (universitarios), tal como puede observarse en el cuadro que sigue.

Cuadro No.1. EDAD Y NIVEL DE INSTRUCCION DE LOS ENCUESTA-DOS


a Se incluye a los normalistas y otros no-universitarios
b Son profesionales de formación universitaria.

A la pregunta del grado de confianza que merece la medicina científica (en este caso se entiende la impartida en Universidades) o la medicina tradicional (con sus tres componentes), el 18% manifestó su confianza en la medicina científica y el 34% en la medicina tradicional, y el 41% su confianza en ambas. Pero, observando el nivel de instrucción, los profesionales con grado universitario son los que expresan su mayor confianza en la medicina tradicional y también en ambas medicinas. Es decir, el espectro de adherentes de la medicina tradicional es mayor en personas que han alcanzado la instrucción universitaria.

Cuadro No. 2. CONFIANZA EN LA MEDICINA TRADICIONAL SEGUN GRADO DE INSTRUCCION.

Finalmente, siguiendo un proceso de afinamiento para establecer sobre una posible ampliación de adeptos de la medicina tradicional en sectores urbanos supuestamente ajenos a la cultura andina, hemos preguntado si alguna vez utilizó la medicina natural (por ejemplo, consultó a un Naturista) y/o practica otros componentes de esta medicina (ch'alla, mesa, etc.), el resultado fue el siguiente:

Cuadro No. 3. PERSONAS QUE UTILIZAN Y!O PRACTICAN LA MEDICINA TRADICIONAL SEGUN EDAD.

 

La lectura de los cuadros anteriores nos pcnnite afirmar que un 75% de los encuestados han utilizado y/o practican algún componente de la medicina tradicional, especialmente los jóvenes con fonnación universitaria.

En conclusión, sea porque está de moda (como una especie de moda intelectual), con motivo de los "500 años" del encuentro y/o conquista entre la cultura occidental y no-occidental; por empobrecimiento de sectores medios urbanos; o por la crisis de la cultura, ciencia y tecnología occidental basado en el paradigma "racional" (ello explicaría la mayor adherencia de universitarios); la medicina tradicional está ganando más adeptos de los que tradicionalmente tenían (14). Puesto que, como se dijo al principio, esta medicina, acaso durante miles de años ha sido un "conocimiento" auténtico y serio igual que la "ciencia occidental", es la que se pretende revalorizar y practicar en la actualidad.

 

NOTAS:

(1)  Personas especializadas en el conocimiento de la medicina natural, transmitida de generación en generación desde tiempos ancestrales.

(2)  Personas que poseen el manejo y el conocimiento sobre las hierbas, conocidos con el nombre de "chifleros (as)".

(3)  El cuerpo del conocimiento de la Medicina tradicional engloba tres elementos:

a) Medicina natural, que trata el equilibrio entre lo inorgánico (agua, tierra, aire, minerales) con lo biológico, (es decir, las plantas, los animales, los hombres etc.).

b) Medicina cultural, que tienen que ver con las creencias, costumbres, etc., para obtener un equilibrio entre el espíritu y la naturaleza. El mundo occidental lo llama "supersticiones".

e) Medicina mágica, cuyo objetivo es reestablccer las armonías entre lo orgánico e inorgánico, naturaleza y espíritu, producido por desequilibrios queel hombre provoca en su praxis cotidiana.

Pero, también,existe la posibilidad deque se actúe para producir desequilibrios, como las enfermedades, "desgracias", etc., si se tiene este conocimiento.

(4)  Aún no se ha establecido las causas de la decadencia de la cultura Tihuanacota. Una de las teorías señala que hubo un cataclismo denominado CHAMAKPACHA que obligó a sus habitantes a emigrar hacia otros territorios (esto explica el origen de los Paka-Kjakes, Pacajes), y lugares altos como el norte de La Paz, (Charazani, Curva, etc.) y Cochabamba.

Cfr. I•IGUEZ VACA GUZMAN, GONZALO. 1987. El Doctor Toribio Tapia Valencia y la medicina natural o alternativa. Revista Domingo de "Hoy" (La Paz). Mar. 29:25.

En una entrevista realizada al profesor VíctorQuinoCastro,kallawaya nacido en Curva, provincia Bautista Saavedra, manifestó que ellos (los kallawayas) son descendientes de los incas, que practican la medicina tradicional. Este conocimiento es "herencia de padres a hijos, [aunque] en la actualidad nuestros hijos buscan otras profesiones; pero, al primogénito en la antigüedad se le enseñaba esta ciencia".

(5) A estos hombres se los conoce con el nombre de Callawaya. Sobre su significado etimológico preciso aún no hay acuerdo. Sin embargo, son las personas encargadas de mantener y/o reestablecer el equilibrio en el hombre, sea en relación a la naturaleza o al espíritu. Además de los Callawayas existen otros que cumplen funciones específicas siempre con el objetivo de la conservación de la armonía indicada. En este sentido, la enfermedad, sean física o mental se considera como un desequilibrio o interrupción de la armonía.

Pero, el Callawaya u otro agente, si puede reestablecer la armonía, tiene, a su vez, la capacidad de provocar el desequilibrio, es decir, las enfermedades. De este modo, la relación causa-efecto es simétrica y multidireccional. Esta lógica es incomprensible para la "ciencia occidental" basado en el principio de la racionalidad entendido como contigüedad.

(6) La cultura se entiende en su sentido sociológico, como "a la totalidad de lo que aprenden los individuos en tanto miembros de la sociedad; es una forma de vida, un modo de pensar, de actuar y de sentir (...), es en gran medida 'ideacional': Se refiere a las normas, creencias y actitudes de acuerdo con las cuales actúa la gente" (CHINOY, ELY. 1968. La sociedad; una introducción a la Sociología. Tr. Francisco López Cámara. 2a.reimp. México, Fondo de Cultura Económica. p. 36).

(7) Este tema es de reciente actualidad y constituye uno de los problemas de los llamados "globales", el equilibrio ecológico. Al parecer, en los fundamentos de la medicina tradicional encontramos sólidas consideraciones sobre la armonía que debe existir entre la sociedad y la naturaleza (Cfr., a su vez: LA TIERRA está a la vez enferma de subdesarrollo y desarrollo excesivo. Notas ejecutivas sobre medio ambiente y desarrollo (Santiago de Chile) 1992. (Discurso de Boutros Boutros-Ghali, Secretario General de la ONU, al inaugurar la Cumbre de Río, sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, del lo. al 12 de Junio de 1992)).

(8) Deriva de la palabra quechua "missay" que quiere decir celebrar, ofrecer sacrificio de la mesa. Las personas encargadas de preparar, vender los elementos que constituyen las mesas reciben el nombre de "chifleras". Existen dos clases de mesas: las benéficas, cuyo obcjtivo es agradecer o "pagar" favores anteriormente solicitados sea por la prosperidad de la familia, de los negocios, o para protegerse de las enfermcdades; y al i mentar a la madre tierra (Pachamama). Las maléficas están dirigidas a ciertos espíritus, como el Supaya, para causar enfermedades, accidentes, etc.

(9) Quizá sea la ofrenda ofrecida en el carnaval donde se expresa el culto en toda su plenitud a la Pachamama. En esta fiesta se honra con artículos dulces y coloridos como la mixtura, serpentina y confites. A su vez, se entierra un plato de puchero (comida típica de la temporada) ch'allado en alcohol, vino y coca, para que la Pachamama se alimente, calme su sed y, de este modo, retribuya con favores ("suerte") para la prosperidad y salud de los ofrendantes.

(10) En la actualidad, debido a un sincretismo cultural con la tradición judco-cristiana, el Supaya es, a veces, visto como el Diablo, representándose como un hombre de cuernos, alto y calvo. Quizá debe pensarse que es un dios masculino dentro de la cosmovisión andina, sin las cualidades negativas atribuídas, como dios del mal, en la tradición judeo-cristiana. Esto explica el por qué los mineros rinden culto a este Dios llamándole Tío, ofreciéndole ofrendas, generalmente los días viernes y los primeros días de febrero. En el interior de la mina tallan una efigie en greda llamada "lama", quién está constantemente fumando. También se hacen "mesas" con dulces donde se destaca la imagen del Supaya.

(11) La buena o mala suerte, para el "espíritu científico" occidental no es comprensible, por cuanto no tiene fundamento "racional". De ahí es que se señale que las acciones emprendidas por los hombres para alcanzar un objetivo, y si éste es atribuído a la suerte, se hable de sociedades que padecen "anomia" (Cfr.,p.e. MERTON,R. 1965. Teoría y estructuras sociales. Tr. Florentino M. Tomer. México, Fondo de Cultura Económica. pp. 157 y ss.). Sin embargo, en una sociedad donde el valor y el imperativo principal es la armonía del Todo, y este Todo no es comprensible en un estado de contigüedad de las cosas (lo racional o la razón), entonces es perfectamente posible admitir la buena o mala suerte. En síntesis, quizá la lógica de la culttrra no-occidental sea distinta a la lógica occidental.

(12) Todos estos amuletos como los elementos y las preparaciones de las "mesas" pueden encontrarse en el llamado "Mercado de las Brujas", ubicado en la calle Linares, entre las calles Santa Cruz y Sagámaga de la ciudad de La Paz.

Este denominativo se debe porque se encuentra para su venta todo tipo de artículos usados en ch'allas, saumerios, mesas blancas, negras, etc.

Además, esta calle tiene una historia. Antiguamente era conocida con el nombre de CHOCATA, gracia~ a que uno de sus vecinos principales era Don Juan de Dios Villavicencio, Conde de Chocata. Esta vía, en esa época se llamaba también SUPAY-CALLE, (o calle del Diablo), porque por los años 1685 vivía una bella mestiza, negociante de frutas, quién era visitada de incógnito a alta~ horas de la noche embozado con una capa roja por el General español Don Juan Antonio Meza. Los vecinos, supersticiosos, al verlo pasar decían que sólo podía caminar a esas horas el demonio. De ahí el nombre de esa calle.

(13) Estudios recientes en Antropología, sobre todo los real izados en sociedades no-occidentales de Estados Unidos, México, Brasil (la región amazónica), nos permiten formular esta hipótesis de trabajo.

(14)Cfr. QUISBERTM.,R.yCALYOS.,M. 1992. Los famosos "yatiris" continúan practicando ritos y ceremonias para adivinar la suerte. El Diario, La Paz. Oct4:13.

En este artículo se lec: "El dirigente de los saumeristas (sic), manifestó que la gente que asiste a las consultas y trabajos son especialmente del pueblo, también van abogados, profesionales de toda carrera, gente extranjera, peruanos, chilenos, argentinos y gringos, indican que están interesados en la lectura de su suerte". Está claro, que este artículo sólo toma algún componen~e de la medicina tradicional y ve con ojos occidentales. Pero, lo que destaca es la ampliación del espectro de los adherentes.

 

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons