INTRODUCCIÓN

Últimamente se manifiesta la importancia de modernizar la educación para el crecimiento de la sociedad, mencionado cada vez con más frecuencia, el proceso de innovación en el contexto educativo, convirtiéndose en natural y necesario. Los recientes desafíos sociales han confirmado la urgente necesidad de adaptar la educación sistema. La modernización de la educación es necesaria tanto para seguir el ritmo del desarrollo de las ramas científicas, las necesidades del mercado de trabajo y las modernas tecnologías. Modernizar la educación significa abordarla de forma innovadora y generar soluciones con las necesidades del presente y futuro de la sociedad. Si bien, a nivel teórico, los docentes claramente formulan las necesidades de desarrollo curricular, a nivel práctico o aplicado, la acción de la innovación es incierto. Se requiere de un cambio en educación, requiere de una gestión de innovación curricular. Esta gestión estimula un proceso de innovación más eficiente. De esta manera, los docentes tomarán una mayor actividad con respecto a innovación curricular (^{Gonta y Tripon, 2020}).

Estudiar la gestión de la innovación curricular a través de la definición y creación del currículo sirve para desarrollar e implementar políticas educativas. Se aborda la gestión de la innovación curricular apuntando a desarrollar estrategias efectivas, sostenibles, de desarrollo y las conceptualizaciones del currículo influyen en la relación estudiantes y profesores (Bovill y Woolmer, 2019). En ese sentido, el papel del conocimiento en la innovación curricular crea trayectorias de aprendizaje únicas, en las que las capacidades docentes y los contextos para la innovación curricular juega un papel importante (^{Ponnusamy, 2019}). En la misma línea del pensamiento, la gestión de innovación curricular posibilita el desarrollo de prácticas reflexivas para la conducción eficiente de instituciones educativas.

El estudio de la gestión del currículo se origina a partir del desarrollo de criterios curriculares y se ha centrado principalmente en cómo mejorar la eficacia educativa y la calificación en la práctica para satisfacer las necesidades. El estudio de la gestión curricular es interdisciplinario, sistemático y está vigente en el nivel mundial (^{Rendong, 2019}). Esta atención es necesaria debido a que, los procesos de aprendizaje que suceden en el aula se lleva a cabo de acuerdo a las habilidades y gustos del maestro. De hecho, la capacidad de los docentes para gestionar el aprendizaje no es uniforme, se da según la formación de los docentes, motivación y amor por su profesión. Otros llevan a cabo la gestión del aprendizaje en serio a través de una planificación cuidadosa, utilizando todos los recursos disponibles, prestando atención al nivel de desarrollo del aprendizaje de los estudiantes, produciendo resultados de mayor calidad, en comparación con los docentes cuya gestión no es adecuada (^{Sabrina, et al., 2022}).

Las instituciones educativas públicas tienen estructura histórica y social que no ha producido las transformaciones que se esperaban, teniendo como resultado bajos niveles de aprendizajes a nivel internacional y nacional, debido a que la gestión curricular de las instituciones educativas presenta desfase estructural del manejo que tienen los directivos y las demandas educativas que se presentan (Minedu, 2015). Por lo que se requiere docentes con una adecuada práctica docente, que lo obtiene producto de la formación profesional y de su práctica reflexiva.

Aunque la importancia de la práctica reflexiva se ha reconocido, todavía no se ha llegado a un acuerdo mutuo, se debe definir los procesos que deben realizar los docentes y se reconoce que el proceso de práctica reflexiva cambia con el tiempo, junto con una revisión de cómo se emplea la práctica reflexiva en formación docente (^{Suphasri y Chinokul, 2021}). En el campo de la educación, la práctica reflexiva ha sido reconocida como un aspecto importante en el desarrollo profesional continuo. A través de la práctica reflexiva, se puede identificar los factores, las consecuencias y los supuestos que subyacen a nuestras acciones. En la educación, la práctica reflexiva se ha convertido en un proceso dinámico, participativo y cíclico (Ai et al., 2017) que contribuye al desarrollo profesional y al crecimiento personal de los educadores.

La gestión de innovación curricular realizada por los directivos, consiste en los procesos de la implementación del currículo diversificado y se orienta a mejorar los aprendizajes de los alumnos (Minedu, 2018). Así mismo está definido como las capacidades de organización y poniendo en funcionamiento los proyectos educativos de las instituciones educativas de las escuelas, considerando los aspectos a enseñar y las necesidades de aprendizaje. Esta gestión innovadora está orientada a desarrollar competencias y de mejorar la práctica de los docentes (Minedu, 2017). Por lo que se requiere de directivos que se encuentren en capacitación permanente y que promuevan la formación permanente en los docentes y logren la mejora del desempeño del docente mediante prácticas reflexivas.

Las dimensiones de la variable gestión de innovación escolar considera como dimensión la gestión para mejorar los aprendizajes que está referido a la implementación de reformas, estrategias innovadoras en las escuelas, gestiona todos los aspectos de mejora en los procesos de enseñanza. La dimensión orientaciones en procesos pedagógicos, requiere de acciones de procesos pedagógicos innovadores para desarrollar las competencias de los docentes, su profesionalidad y en la implementación del acampamiento,

La práctica reflexiva está definida como las actividades realizadas luego de haber realizado procesos reflexivos y tomar decisiones y resolución de problemas pedagógicos que ocurren a diario (^{Larrivee, 2008}). La práctica reflexiva suele considerarse una forma de ejercicio cíclico y de indagación sistemática en la que los profesores recopilan cuidadosamente pruebas sobre su práctica docente para analizar, interpretar y evaluar su experiencias con la intención de mejorar su futura enseñanza (^{Farrell, 2016}). Los profesores no solo buscan obtener mejores soluciones; también intentan profundizar su comprensión de sí mismos y de cómo las soluciones han descubierto conectarse con otras experiencias e ideas. En efecto, el valor de la práctica reflexiva ha sido repetidamente confirmado (^{Yalcin Arslan, 2019}). Como sugiere la literatura, la práctica reflexiva es un factor clave que trae cambios a dos áreas principales de la vida profesional de los docentes, a saber, la identidad docente y la calidad.

El énfasis se ha centrado más explícitamente en el desarrollo y demostración de la comprensión de los docentes del conocimiento del contenido y las pedagogías asociadas y en sus capacidades para comprender a sus estudiantes como constructores individuales de conocimiento en diversos contextos sociales. Para que los maestros sean efectivos en la era de la información, deben reconocer más que solo los antecedentes y las preferencias de aprendizaje de sus alumnos. Deben poder tomar medidas positivas y eficaces en el contexto del aula para mejorar los resultados educativos de sus alumnos. Para hacer esto, deben tener la voluntad y las capacidades cognitivas para reconocer los dilemas éticos y examinar sus propias perspectivas sobre los problemas que enfrentan de manera crítica y analítica. Esto requiere una reflexión regular y auténtica (^{Sellars, 2012}).

En las teorías que respaldan las practicas reflexivas, ^{Dewey (1933}) estableció la teoría del pensamiento reflexivo y en cada uno de estos procesos cognitivos, existe un impacto considerable de los atributos personales del individuo, incluidas sus experiencias previas, valores y perspectivas éticas. En la etapa final de reflexión, se toman algunas decisiones relacionadas con el cambio, la adaptación o la moderación de la práctica profesional con un enfoque deliberado en la mejora profesional. Es debido a la singularidad que cada persona aporta a su actividad reflexiva ya la interpretación del significado de la experiencia que recuerda o representa, que la inteligencia intrapersonal precisa se vuelve tan vital.

Por lo tanto, se sugiere que los docentes deben desarrollar, examinar, reexaminar y comprobar deliberadamente tanto su autoconocimiento como su capacidad para utilizar este conocimiento con el fin de mejorar su práctica profesional, utilizando la noción del dominio de la inteligencia intrapersonal que fue introducida por ^{Gardner (1993}) como un aspecto de su teoría de las Inteligencias Múltiples. Esta teoría no solo reúne y vincula de manera significativa los propósitos de la práctica reflexiva, sino que facilita formas de planificación personalmente significativas para mejorar la práctica utilizando fortalezas relativas.

Las dimensiones de la variable práctica reflexiva establecidas son, reflexión superficial, consistiendo en la evaluación de las formas en las que se evalúan los objetivos y estándares que se han definido con anterioridad. Las percepciones de los docentes están sustentadas en las experiencias, tales como las que realiza cuando identifica los requerimientos de los estudiantes y se adaptan a ellas. La dimensión reflexión pedagógica, está referida al dominio técnico educativo que realiza en los procesos de enseñanza y repercuten en los aprendizajes de sus estudiantes. La dimensión reflexión crítica, está referida al análisis que realizan los docentes sobre las posibilidades y las consecuencias que realiza de su práctica, teniendo repercusión en el contexto ético, social y político (^{Larrivee, 2008}).

El objetivo fue establecer la incidencia de la gestión de innovación curricular en la práctica reflexiva de los docentes para la conducción eficiente de instituciones educativas.

MÉTODO

Para el presente estudio se adoptó un enfoque cuantitativo, orientado a la recolección y análisis de datos numéricos que permitieran obtener resultados estadísticos precisos. Este enfoque resulta adecuado para examinar las relaciones entre las variables objeto de estudio y fundamentar los hallazgos en datos objetivos.

El diseño de la investigación fue no experimental y transaccional. Esto implica que no se manipuló ninguna variable, sino que se observaron tal como se presentaron en su contexto natural. Asimismo, el carácter transaccional se define por la recopilación de datos en un solo momento temporal, lo que permitió visualizar y analizar la problemática de manera puntual (^{Hernández y Mendoza, 2018}).

En cuanto al método, se empleó el hipotético-deductivo, un enfoque que posibilita plantear hipótesis iniciales, someterlas a prueba mediante datos empíricos y, finalmente, contrastarlas para extraer conclusiones fundamentadas. Este método asegura que las inferencias derivadas del análisis contribuyan de manera significativa al avance del conocimiento científico (^{Sánchez y Reyes, 2015}).

El estudio abarcó una población de 101 docentes pertenecientes a dos instituciones educativas. Se utilizó como técnica de recolección de datos la encuesta, y los instrumentos empleados fueron cuestionarios diseñados específicamente para medir dos variables: gestión de innovación curricular y práctica reflexiva. El cuestionario de gestión de innovación curricular constó de 24 ítems, mientras que el de práctica reflexiva incluyó 20 ítems, ambos organizados bajo una escala tipo Likert.

Para garantizar la calidad de los instrumentos, se realizó un proceso riguroso de validación de contenido, utilizando el juicio de expertos como criterio de evaluación. Además, se determinó la fiabilidad de los instrumentos mediante el coeficiente Alpha de Cronbach. Los resultados obtenidos mostraron altos niveles de consistencia interna, con un valor de 0.964 para el instrumento de gestión de innovación curricular y 0.928 para el de práctica reflexiva, lo que respalda su confiabilidad para medir las variables en cuestión. La metodología adoptada permitió recolectar datos confiables y válidos, contribuyendo al análisis riguroso de las variables y asegurando la calidad científica de los resultados obtenidos.

RESULTADOS

A continuación, se presentan los resultados descriptivos de las variables en el que se evidencia la problemática planteada y la comprobación de las hipótesis en el que se establece la relevancia de la gestión e innovación curricular en la práctica reflexiva para la conducción eficiente de instituciones educativas.

En la tabla 1 los docentes manifestaron que la gestión de innovación curricular presentó un 39.6% inadecuado, el 31.7% regular y el 28.7% adecuado. En la gestión para mejorar los aprendizajes, el 37.6% percibió niveles inadecuados, el 39.6% regulares y el 22.8% adecuado. En las orientaciones en los procesos pedagógicos a los docentes el 37.6% percibió nivel inadecuado, el 36.6% regular y el 25.7% adecuado.

En la tabla 2, los docentes percibieron una práctica reflexiva de 39.6% de nivel insatisfactorio, el 35.6% regular y el 24.8% satisfactorio. En la reflexión superficial, el 27.7% de nivel insatisfactorio, el 48.5% regular y el 23.8% satisfactorio. En la reflexión pedagógica, el 40.6% insatisfactorio, el 35.6% regular y el 23.8% satisfactorio. En la reflexión crítica, el 37.6% insatisfactorio, el 38.6% regular y l 23.8% satisfactorio.

En la prueba de logaritmo de verosimilitud se obtuvo como resultado un modelo logístico significativo (x²=178,233; p<0,01). Circunscribiendo la incidencia de la gestión de innovación curricular en la práctica reflexiva para la conducción eficiente de instituciones educativas. El Pseudo R² de Nagelkerke = 0.937, indicando que la gestión de innovación curricular explica un 93.7% en la práctica reflexiva.

Como modelo de regresión se presentó la bondad de ajuste y se evidenció que la desvianza (x² = 0,434) mostraron un p > 0,05; señalando que los datos se encuentran ajustados con los datos ajustados de forma válida y adecuada.

En la tabla de estimaciones de parámetro se encontró que la gestión de innovación de la mejora de los aprendizajes (Wald = 12,687 y p< 0.05) predice en la práctica reflexiva para la conducción eficiente de instituciones educativas.

En la prueba de logaritmo de verosimilitud se obtuvo como resultado un modelo logístico significativo (x²=107,265; p<0,01). Correspondiendo indicar la incidencia de la gestión de innovación curricular en la práctica reflexiva superficial para la conducción eficiente de instituciones educativas. El Pseudo R² de Nagelkerke = 0.746, indicando que la gestión de innovación curricular explica un 74.6% en la práctica reflexiva superficial.

Como modelo de regresión presentó la bondad de ajuste y se encontró la desvianza (x² = 5,452) un p > 0,05; señalando que el presente los datos se encuentran ajustados con los datos ajustados de forma válida y adecuada.

En la tabla de estimaciones de parámetros se encontró que las orientaciones de los procesos pedagógicos (Wald = 1,692 y p< 0.05) predice en la práctica reflexiva superficial para la conducción eficiente de instituciones educativas.

En la prueba de logaritmo de verosimilitud se obtuvo como resultado un modelo logístico significativo (x²=180,139; p<0,01). Indicando la incidencia de la gestión de innovación curricular en la práctica reflexiva pedagógica para la conducción eficiente de instituciones educativas. El Pseudo R² de Nagelkerke = 0.746, indicando que la gestión de innovación curricular explica un 74.6% en la práctica reflexiva pedagógica.

El modelo de regresión presentó la bondad de ajuste y se halló la desvianza (x² = 0,276) y mostraron un p>0,05; señalando que los datos se encuentran ajustados de forma válida y adecuada.

En la tabla de estimaciones de parámetro se encontró que la orientación de los procesos pedagógicos (Wald = 1,293 y p< 0.05) predice en la práctica reflexiva pedagógica para la conducción eficiente de instituciones educativas.

En la prueba de logaritmo de verosimilitud se obtuvo como resultado un modelo logístico significativo (x²=164,186; p<0,01). Indicando la incidencia de la gestión de innovación curricular en la práctica reflexiva crítica para la conducción eficiente de instituciones educativas. El Pseudo R² de Nagelkerke = 0.909, indicando que la gestión de innovación curricular explica un 90.9% en la práctica reflexiva crítica.

Para establecer el modelo de regresión presentó la bondad de ajuste y se halló que la desvianza (x² = 3,084) mostraron un p> 0,05; señalando que los datos se encuentran ajustados de forma válida y adecuada.

En la tabla de estimaciones de parámetros se encontró que la gestión de innovación que considera la mejora de los aprendizajes (Wald = 12,687 y p< 0.05) predice en la práctica reflexiva crítica para la conducción eficiente de instituciones educativas.

DISCUSIÓN

Los resultados fueron que, la gestión de innovación curricular incide significativamente en la práctica reflexiva, superficial, pedagógica y crítica para la conducción eficiente de instituciones educativas. Así mismo, la gestión de la mejora de los aprendizajes predice mejor en la práctica reflexiva para la conducción eficiente de instituciones educativas. Estos resultados son coincidentes con ^{Sabrina et al. (2022}) establecieron que la gestión de innovación curricular en esfuerzos por la mejoría de la calidad de educación. Estos esfuerzos para la mejora y garantizar la calidad de la educación deben ser apoyado por todas las partes, tanto por los gestores de instituciones educativas a nivel central, regional y escolar, especialmente en el aula. En la implementación de la educación, cada región debe tener un plan de estudios gestión que es una elaboración o implementación del conjunto del currículo educativo por las instituciones educativas. Las partes involucradas en la gestión del currículo son el gobierno, los directores, los maestros y los estudiantes.

Se requiere de un cambio en educación, requiere de una gestión de innovación curricular. Esta gestión estimula un proceso de innovación más eficiente. De esta manera, los docentes tomarán una mayor actividad con respecto a innovación curricular (^{Gonta y Tripon, 2020}). En ese sentido, el papel del conocimiento en la innovación curricular crea trayectorias de aprendizaje únicas, en las que las capacidades docentes y los contextos para la innovación curricular juega un papel importante (^{Ponnusamy, 2019}). En la misma línea del pensamiento, la gestión de innovación curricular posibilita el desarrollo de prácticas reflexivas para la conducción eficiente de instituciones educativas.

En ese sentido, la gestión de innovación de acuerdo al currículo en el contexto educativo está referidas a la fase de diseño, implementación, evaluación y rediseño del currículo. La gestión curricular tiene relevancia para las instituciones educativas, debido a que desarrollan procesos, posibilita la toma de decisiones y modelos de gestión del currículo que articulen los valores, misión, la gestión con los representantes educativos. La conducción será eficiente en la medida que la práctica reflexiva se convierta en un proceso dinámico, participativo y cíclico que contribuye al desarrollo profesional y al crecimiento personal de los educadores. Si bien ahora es una parte importante de los educadores, a muchos todavía les resulta difícil aplicar el concepto, ya que tiene diversos significados para diferentes personas en diferentes contextos (^{Misrah et al., 2022}). Por lo que se requiere docentes con una adecuada práctica docente, que lo obtiene producto de la formación profesional y de su práctica reflexiva.

Los agentes más poderosos, duraderos y efectivos del cambio educativo no son los que asumen la responsabilidad de la formulación de políticas, los desarrolladores del currículo o incluso las propias autoridades educativas; ellos son los maestros. Además, se sostiene que la calidad de los cambios educativos para los que los docentes tienen las habilidades y las oportunidades de efectuar solo será tan confiable y competente como las capacidades individuales de los docentes para la práctica reflexiva y el desarrollo del autoconocimiento (^{Sellars, 2012}). Por lo tanto, se sugiere que los docentes deben desarrollar, examinar, reexaminar y comprobar deliberadamente tanto su autoconocimiento como su capacidad para utilizar este conocimiento con el fin de mejorar su práctica profesional, utilizando la noción del dominio de la inteligencia intrapersonal y de un buen nivel de pensamiento reflexivo.

CONCLUSIONES

La gestión de innovación curricular incide en la práctica reflexiva para la conducción eficiente de instituciones educativas, debido a que el Pseudo R² de Nagelkerke = 0.937, indicando que la gestión curricular explica un 93.7% en la práctica reflexiva. Así mismo, la gestión de la mejora de los aprendizajes (Wald = 12,687 y p< 0.05) predice mejor en la práctica reflexiva para la conducción eficiente de instituciones educativas.

La gestión de innovación curricular incide en la práctica reflexiva superficial para la conducción eficiente de instituciones educativas, el Pseudo R2 de Nagelkerke = 0.746, indicando que la gestión curricular explica un 74.6% en la práctica reflexiva superficial. Así mismo, las orientaciones de los procesos pedagógicos (Wald = 1,692 y p< 0.05) predice en la práctica reflexiva superficial para la conducción eficiente de instituciones educativas.

La gestión de innovación curricular incide en la práctica reflexiva pedagógica para la conducción eficiente de instituciones educativas. El Pseudo R2 de Nagelkerke = 0.746, indicando que la gestión de innovación curricular explica un 74.6% en la práctica reflexiva pedagógica. Así mismo, la orientación de los procesos pedagógicos (Wald = 1,293 y p< 0.05) predice en la práctica reflexiva pedagógica para la conducción eficiente de instituciones educativas.

La gestión de innovación curricular incide en la práctica reflexiva crítica para la conducción eficiente de instituciones educativas. El Pseudo R2 de Nagelkerke = 0.909, indicando que la gestión de innovación curricular explica un 90.9% en la práctica reflexiva crítica. Así mismo, la gestión de la mejora de los aprendizajes (Wald = 12,687 y p< 0.05) predice mejor en la práctica reflexiva crítica para la conducción eficiente de instituciones educativas.