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INTRODUCCIÓN
A nivel mundial, la educación inclusiva ha cobrado relevancia en las últimas décadas, buscando garantizar el acceso equitativo a aprendizajes significativos para niños y niñas con discapacidad. No obstante, persisten limitaciones importantes, especialmente en cuanto a recursos, infraestructura y metodologías adaptadas a las necesidades específicas de esta población. Entre los avances en el ámbito de la educación especial, destaca el uso de tecnologías y espacios innovadores, como las salas multisensoriales o salas Snoezelen, que han demostrado un impacto positivo en el desarrollo de habilidades sensoriales, cognitivas, comunicativas y sociales.
En el contexto latinoamericano, los esfuerzos por atender a niños con discapacidad han enfrentado limitaciones económicas, sociales y políticas, lo que ha generado brechas significativas en comparación con otras regiones del mundo. Aunque en algunos países se han implementado experiencias exitosas, la falta de recursos especializados, personal capacitado y políticas públicas sólidas ha impedido que niños con necesidades educativas especiales reciban los mismos beneficios observados en países desarrollados.
A nivel local, se observa que las instituciones educativas especiales deben adaptarse a las demandas actuales, incorporando tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y metodologías innovadoras que favorezcan el aprendizaje y la inclusión. La pandemia por COVID-19 evidenció aún más esta necesidad, al obligar a docentes, familias y autoridades educativas a acelerar la adopción de recursos digitales para garantizar la continuidad educativa de los niños con discapacidad. Estudios recientes reportan avances importantes, como el caso de jóvenes con síndrome de Down, donde un 82% adquirió competencias básicas en el uso de plataformas digitales para comunicarse y aprender (Bonilla-del-Río y Sánchez-Calero, 2021).
Específicamente, la sala Snoezelen, creada en 1970 en el Centro Piussord en Tilburg (Países Bajos) por los terapeutas Jan Hulsegge y Verheul, se configura como un espacio diseñado para la estimulación de los sentidos a través de materiales como luces, sonidos, aromas y texturas (Ulate et al., 2013). Su objetivo inicial fue proporcionar un ambiente de ocio y relajación para personas con discapacidad intelectual, trastornos psiquiátricos y discapacidad física, donde pudieran explorar sensaciones a su propio ritmo. Desde entonces, su aplicación se ha extendido a diversas áreas de intervención, incluyendo la educación especial, con resultados prometedores en el fortalecimiento de habilidades sensoriales, la autorregulación emocional y la independencia personal.
En el entorno educativo, la incorporación de salas multisensoriales implica no solo disponer del espacio físico, sino también contar con docentes capacitados que puedan integrar las TIC y metodologías específicas, de acuerdo con los principios vigotskianos de corrección y comprensión, para favorecer el aprendizaje significativo de los estudiantes (Mitjans et al., 2020). La velocidad con que evoluciona el conocimiento y la tecnología representa una oportunidad para docentes y estudiantes, ya que motiva el descubrimiento de nuevos saberes y el desarrollo de la creatividad, siempre que se utilicen adecuadamente las TIC como herramienta educativa (Díaz et al., 2011). Sin embargo, a pesar de la evidencia empírica y de las iniciativas existentes desde 2009 hasta 2020 que destacan la colaboración escuela-familia y los niveles de atención a la discapacidad (Vásquez-Burgos, 2022), persisten dificultades como el aislamiento social, el déficit de metodologías y el limitado soporte emocional, que afectan tanto a docentes como a familias (Solovieva et al., 2022).
El objetivo del presente trabajo es analizar el impacto de las salas Snoezelen en el desarrollo integral de los niños con discapacidad, considerando su historia, expansión global, áreas de intervención y tipos de discapacidad que atienden.
Este estudio se justifica por la necesidad urgente de dotar a las instituciones educativas especiales de herramientas innovadoras que promuevan el desarrollo sensorial, la autonomía y la inclusión de los estudiantes con discapacidad (como aquellos con retraso mental severo o profundo, síndrome de Down, trastorno del espectro autista o multidiscapacidad), y que permitan a docentes, directivos y familias responder de manera efectiva a las necesidades actuales. Las salas Snoezelen representan, por tanto, una oportunidad educativa para explorar, descubrir y disfrutar del aprendizaje mediante experiencias multisensoriales enriquecedoras.
METODOLOGÍA
Se realizó una revisión sistemática bajo la forma de síntesis narrativa sobre la sala Snoezelen y su impacto en el desarrollo de niños con discapacidad, siguiendo los lineamientos de la declaración PRISMA publicada en 2009, una guía diseñada para mejorar la calidad en la publicación de revisiones sistemáticas mediante 27 ítems recomendados (Page et al., 2021). El protocolo de este artículo no fue registrado ni publicado en ningún repositorio.
La búsqueda de información se llevó a cabo en bases de datos electrónicas como Scielo, Scopus, Dialnet, Web of Science, Google Académico y ProQuest. La ecuación de búsqueda se elaboró combinando palabras clave relacionadas con la temática principal -la sala Snoezelen- y la población objetivo -niños con discapacidad-, utilizando operadores booleanos (AND, OR) para ampliar o acotar los resultados.
En español y portugués, se usaron los siguientes términos:
Sala Snoezelen,
Sala Snoezelen OR,
Sala Snoezelen AND discapacidad,
Sala multisensorial.
En inglés, se usaron los términos equivalentes:
Snoezelen AND stimulation,
Snoezelen multisensory.
Los operadores booleanos se aplicaron de la siguiente forma:
El operador OR permitió recuperar artículos que mencionaran indistintamente Sala Snoezelen o términos relacionados, aumentando la sensibilidad de la búsqueda.
El operador AND permitió combinar términos clave (por ejemplo, Sala Snoezelen AND discapacidad), reduciendo el volumen de resultados, pero aumentando la especificidad, ya que devolvía únicamente artículos que incluyeran ambas palabras en sus contenidos.
Además, se utilizaron filtros por idioma (español, inglés, portugués) y por fecha de publicación (2017-2022) para asegurar la relevancia y actualidad de los estudios recuperados. Esta estrategia permitió identificar una muestra amplia pero precisa de documentos científicos que abordaran no solo los orígenes del método Snoezelen, sino también aspectos prácticos como ventajas, limitaciones, implementación y beneficios en niños con discapacidad. El objetivo de la búsqueda no se limitó a identificar artículos sobre los creadores de la sala Snoezelen, sino que también incluyó estudios sobre ventajas y limitaciones, implementación, áreas de intervención y otros aspectos relevantes relacionados con la atención a niños con discapacidad en los últimos cinco años.
Los criterios de inclusión fueron: (a) artículos publicados entre 2017 y 2022; (b) artículos publicados en revistas científicas indexadas con revisión por pares; (c) artículos de acceso abierto; (d) artículos en español, inglés o portugués; (e) artículos cuyo tema principal fuera la sala Snoezelen o las aulas multisensoriales. Se excluyeron artículos centrados en el uso del Snoezelen en personas mayores, pacientes con demencia senil, Alzheimer, parálisis cerebral en adultos o parálisis facial.
La selección de los artículos fue realizada de forma independiente por el autor, quien elaboró una tabla para la extracción de información relevante como autor, año, definición, características principales, estrategias, beneficios, instrumentos utilizados, resultados y conclusiones relacionadas con la sala Snoezelen en la atención a niños con discapacidad o multidiscapacidad.
A través de este estudio fueron identificados los conceptos y constructos incluidos en las definiciones de los temas y subtemas desarrollados. Estos elementos fueron organizados por jerarquía, categoría e importancia, permitiendo deducir las frecuencias relativas de inclusión. Este proceso facilitó la redacción y análisis de los resultados, así como la construcción de un concepto integral sobre la sala Snoezelen y su aplicación en niños con discapacidad.
Finalmente, el proceso de selección y exclusión de artículos se representó mediante el diagrama de flujo PRISMA, que resume de manera gráfica las etapas de identificación, cribado, elegibilidad e inclusión de los estudios analizados.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
La Tabla 1 presenta una síntesis de los estudios incluidos en esta revisión sistemática sobre el uso de la sala Snoezelen o multisensorial en la atención de personas con discapacidad. Se resumen las principales aportaciones de cada estudio, organizadas por áreas temáticas que abarcan desde aspectos conceptuales y poblacionales hasta aplicaciones prácticas y resultados reportados. Esta sistematización permite identificar tendencias, enfoques metodológicos y hallazgos relevantes que contribuyen a comprender el impacto y la efectividad de las salas multisensoriales en contextos de intervención.
Conceptualización
La sala Snoezelen se entiende como un espacio diseñado para estimular los sentidos a través de la luz, el sonido, el olor, el gusto y el tacto, permitiendo a las personas acceder a experiencias sensoriales completas. Su origen se remonta a 1974, cuando el centro Haarendael en Holanda ofrecía momentos de relajación y disfrute a personas con discapacidad intelectual grave. El término “Snoezelen” fue utilizado por primera vez en 1987 por Ad Verheul y Jan Hulsegge, derivando de la combinación de dos palabras holandesas: snuffelen (oler) y doezelen (relajarse). Este concepto busca brindar experiencias agradables que favorezcan el bienestar emocional y reduzcan conductas disruptivas o antisociales asociadas a estímulos inadecuados (Cid Rodríguez y Camps Llauradó, 2010).
El aula multisensorial o sala Snoezelen es concebida como un entorno de calma y protección para estimular los sentidos. Para su diseño, se recomienda un ambiente pequeño, bien ventilado, insonorizado, agradable y aislado de la luz exterior. Este espacio suele dividirse en tres áreas: la zona de entrada, por donde acceden los usuarios; el espacio pasivo, donde se facilita la relajación y estimulación sensorial guiada por un especialista con materiales como podios, columnas de luz, burbujas, fibras ópticas, colchonetas, proyectores de imágenes, bolas de espejos, difusores aromáticos, luces ultravioletas y vestibuladores; y el espacio interactivo, equipado con paneles de luz, sonido táctil y piscina de bolas que permiten al usuario tomar conciencia de sus propias acciones (González-Carvajal, 2009).
La sala está diseñada para atender a personas con diferentes tipos de discapacidad, como lesiones cerebrales, trastornos mentales graves, demencia, Alzheimer, ceguera, sordera y trastornos del espectro autista (TEA), favoreciendo su evolución a través de la estimulación y la relajación (Ulate et al., 2013). Asimismo, se ha documentado su uso con poblaciones que presentan plurideficiencia, parálisis cerebral, síndromes diversos, encefalopatías, trastornos degenerativos neuromusculares y dificultades sociales. Entre las características comunes en estas poblaciones destacan la necesidad de interacción con el entorno, baja motivación, problemas de lenguaje, limitaciones físicas, auditivas, visuales, motoras, deficiencia cognitiva, dificultades en habilidades sociales, falta de autonomía e iniciativa, y problemas perceptivos (Carbajo, 2014).
A nivel internacional, las salas Snoezelen están presentes en Europa, Norteamérica y Latinoamérica. Sin embargo, la implementación y el uso de sus materiales muestran un desarrollo más avanzado en Europa y América del Norte, donde se dispone de recursos como fibras ópticas, mesas de luz, proyectores y columnas de burbujas. En América del Sur, su presencia es limitada, identificándose en países como Colombia, Ecuador y algunas regiones de Perú (Belén y Vanegas, 2020). Pese a sus beneficios, hasta la fecha no se ha observado un reconocimiento suficiente por parte de las autoridades educativas para promover su implementación, especialmente en la atención de niños con discapacidad o multidiscapacidad, lo que representa un desafío pendiente en la región.
Áreas de intervención en los niños con discapacidad
El proceso de intervención en las sesiones desarrolladas en la sala Snoezelen se organiza considerando el diagnóstico, las características y las limitaciones del niño con discapacidad. Estas sesiones terapéuticas se enfocan en diversos aspectos sensoriales que favorecen el bienestar y el desarrollo integral.
La estimulación basal incluye las vías somatosensoriales, vibratorias y vestibulares. Durante las sesiones, se aplican tres medidas fundamentales: la simetría, entendida como la alineación del cráneo con el cuerpo; el contraste cinestésico, que abarca combinaciones como movimiento/estático y rápido/lento; y la sensibilidad, que varía entre intenso/débil o fuerte/suave, además del ritmo, el cual sigue patrones fijos relacionados con la frecuencia cardíaca y respiratoria (González-Carvajal, 2009).
En la estimulación somatosensorial se trabaja con respuestas a estímulos provenientes de la piel, músculos, fibras y vísceras. Se distinguen dos tipos de estimulación: la pasiva, donde no se requiere participación activa del niño, y la activa, donde el niño explora táctilmente los estímulos. El contacto puede ser de tacto grueso, usando texturas muy contrastadas, o de tacto fino, que requiere mayor esfuerzo para el reconocimiento (González-Carvajal, 2009).
La estimulación vestibular permite proporcionar información sobre el equilibrio y la posición del cuerpo en el espacio. En el caso del estímulo vibratorio, se recomienda iniciar con un objeto ubicado entre el niño y el terapeuta, siguiendo un eje distal-proximal (pies, piernas, dedos, manos) y aplicándolo principalmente sobre zonas óseas como muñecas, codos y tobillos (González-Carvajal, 2009).
El estímulo olfativo se introduce primero en una fosa nasal, cubriendo la otra, y variando la intensidad (fuerte/suave), la familiaridad (conocido/desconocido), la proximidad (cerca/lejos) y la percepción de agradable o desagradable, utilizando olores básicos como limón, menta y café. El estímulo gustativo se presenta mediante sabores fuertes, intercalando agua entre ellos para evitar mezclas, considerando variaciones en los sabores primarios (afrutados, picantes), así como en la textura (espeso/ligero) y la consistencia (líquido, semisólido, sólido) (González-Carvajal, 2009).
En cuanto al estímulo auditivo, es necesario conocer los antecedentes auditivos del niño, asegurando que los sonidos se emitan fuera de su campo visual, controlando el volumen, la intensidad y la proximidad, e introduciendo distintas melodías. Finalmente, el estímulo visual también tiene en cuenta los antecedentes del niño, presentando inicialmente los estímulos frente a él y, posteriormente, proyectándolos en la pared para practicar seguimientos horizontales, verticales y diagonales, usando imágenes estáticas, intermitentes o en movimiento (González-Carvajal, 2009).
Elementos de la sala Snoezelen o multisensorial
Los elementos o accesorios presentes en una sala Snoezelen o multisensorial están organizados según los espacios de estimulación y el tipo de sala, que puede ser blanca o negra. Una sala Snoezelen negra se caracteriza por la predominancia de la oscuridad, lo cual favorece la interacción con los accesorios luminosos, permitiendo trabajar aspectos como la relación causa-efecto, la dirección y el seguimiento visual (Altemir, 2019).
En el espacio auditivo, se incluyen materiales como el panel interactivo de luz y sonido, la cama de agua, el suelo musical, la superficie viva y los parlantes. En el espacio visual, destacan la columna de burbujas, los espejos, los haces de fibra óptica, el panel interactivo de luz y sonido, la luz ultravioleta, los proyectores de imágenes, la bola reflectora o giratoria y las luces con objetos de diferentes tonalidades (Altemir, 2019).
El espacio olfativo cuenta con difusores de aromas, objetos aromáticos, perfumes y alimentos. El espacio gustativo se compone de alimentos con distintos sabores (dulce, amargo, salado, ácido) y texturas (líquido, sólido, liso, áspero, frío, caliente). En el espacio táctil, se encuentran paneles y cojines táctiles, diseñados con diversas texturas para estimular el sentido del tacto (Altemir, 2019).
El espacio comunicativo integra tanto los accesorios previamente mencionados como colchones de agua, asientos giratorios, mecedoras, elementos vibratorios, mantas con peso y plataformas vibratorias. Finalmente, el espacio de relajación se adapta de acuerdo con los objetivos específicos de cada sesión terapéutica, ofreciendo un entorno diseñado para favorecer el bienestar emocional y físico del niño (Altemir, 2019)
Intervención de la sala Snoezelen o multisensorial en diferentes discapacidades
El proceso de estimulación en la sala Snoezelen o multisensorial se utiliza como medio de relajación y ocio en niños, contribuyendo a mejorar su calidad de vida. En una intervención realizada con un menor con trastorno del espectro autista (TEA) durante el confinamiento por COVID-19, se emplearon diversos materiales con fines terapéuticos y pedagógicos, demostrando ser de gran beneficio en la intervención. Los autores destacan que la sala Snoezelen actúa como promotora de la relajación y el ocio en menores, siendo útil también en niños de otras edades, impactando positivamente en su calidad de vida. Asimismo, subrayan la importancia de considerar a cada estudiante de manera particular, aplicando estrategias diferenciadas, y señalan que un diagnóstico temprano mejora la intervención. Además, el involucramiento familiar resulta fundamental, funcionando como apoyo emocional y motivacional en el proceso terapéutico (Martins Simões Paulo y Sánchez Casado, 2021).
En otra intervención con niños de 2 a 5 años, orientada a la estimulación sensorial y motriz, se promovió el desarrollo cognitivo mediante la emisión de frases sencillas como “mira” o “vamos”, así como el fortalecimiento socioemocional, fomentando la iniciativa para reconocer colores, controlar movimientos y reforzar la autonomía (Pazmiño et al., 2021).
La importancia de la estimulación sensorial en niños con parálisis cerebral infantil radica en conocer y analizar al estudiante de forma individualizada, ya que no todos presentan las mismas características y necesidades. Además, resulta esencial disponer de los recursos necesarios para estimular adecuadamente los sentidos (Garcia, 2020).
En el caso de estudiantes globalmente afectados, quienes suelen tener dificultades de comunicación y participación activa en su entorno, la intervención en salas multisensoriales repercute positivamente en su comprensión del medio a través de la manipulación y la comunicación. Los sentidos juegan un papel clave en el desarrollo de estas capacidades, convirtiendo a la estimulación sensorial en un recurso fundamental, especialmente en aquellos con mayor nivel de afectación (Martin, 2019).
En pacientes con parálisis cerebral, el uso de las salas Snoezelen ha demostrado favorecer el desarrollo de la comunicación mediante movimientos, balbuceos, sonidos o sonrisas, promoviendo así la relación interpersonal, la empatía y la comunicación (Mariscal Onrubia, 2019).
Asimismo, en alumnos con plurideficiencia, caracterizados por limitaciones motoras, cognitivas, sensoriales y comunicativas, se valoró especialmente la actitud inclusiva entre los niños en centros educativos especiales. Las actividades fueron adaptadas a la realidad de cada menor, priorizando la estimulación de las capacidades sensoriales menos desarrolladas. Además, se recomienda vincular estos procesos con los factores sociales del entorno del niño (Navarro, 2018).
La terapia multisensorial o Snoezelen también ha mostrado ser eficaz en la discapacidad intelectual, evidenciándose beneficios fisiológicos y conductuales, especialmente a medio y largo plazo, con el objetivo de optimizar la calidad de vida. Se advierte que los efectos a corto plazo suelen ser limitados, por lo que el compromiso del terapeuta y de la familia resulta esencial para garantizar la asistencia continua del menor (Fernández-Cid, 2016).
En el ámbito educativo, se ha observado que, aunque las salas multisensoriales no son recursos de fácil acceso, resultan fundamentales para personas con deficiencia, ya que favorecen la adquisición y atracción de estímulos, estimulando procesos como la memoria, la atención y la percepción, y contribuyendo a la resolución de problemas (Ulate et al., 2013).
Las investigaciones recientes confirman que las salas Snoezelen o multisensoriales impactan positivamente en el desarrollo de las capacidades sensoriales de niños con discapacidad o multidiscapacidad. La estimulación sensorial intensiva y adecuada permite aprovechar la plasticidad cerebral, promoviendo el desarrollo de habilidades cognitivas y niveles significativos de movilidad en niños con discapacidad motriz (Treviño García, 2016).
El procedimiento de integración sensorial organiza e interpreta la información recibida a través de los sentidos, beneficiando a niños con dificultades en la coordinación motora, atención, emociones y relaciones sociales (Serrano, 2019).
Por lo tanto, las diversas investigaciones coinciden en que el uso de la sala Snoezelen o multisensorial permite potenciar las capacidades sensoriales de niños con discapacidad o multidiscapacidad. La base de la estimulación sensorial consiste en trabajar los sentidos para incrementar su funcionamiento, obtener mayores respuestas y fomentar un mejor conocimiento del entorno. Las salas multisensoriales constituyen un espacio valioso para intervenir en las dificultades asociadas a la discapacidad, favoreciendo respuestas positivas a través del juego simbólico y significativo. En diagnósticos como hiperactividad, TEA o plurideficiencias, se ha comprobado que la sobreestimulación controlada mejora los procesos de comunicación e interacción, consolidando el valor de estas salas como espacios de desarrollo sensorial, rehabilitación y socialización (Gonzales Navarro, 2020).
Finalmente, en pacientes adultos mayores, el uso de salas Snoezelen o multisensoriales ha mostrado múltiples beneficios. Estos espacios de control de estímulos generan sensaciones placenteras que favorecen la inmersión en el mundo sensorial, aumentando la atención, concentración, razonamiento, activación de la memoria y calidad de las relaciones interpersonales. Además, contribuyen a reducir conductas estereotipadas, iniciar nuevas conductas adaptativas, mejorar la autoestima y promover expresiones de tranquilidad, disminuyendo el miedo, la tristeza, la angustia y la ansiedad, al tiempo que fortalecen el sentido de autovalimiento (Degani, 2022).
CONCLUSIÓN
El análisis realizado sobre el impacto de las salas Snoezelen en el desarrollo integral de los niños con discapacidad permitió evidenciar su relevancia como recurso terapéutico y educativo. A partir de la revisión de experiencias e investigaciones previas, se constató que estas salas han tenido una expansión significativa a nivel global y representan un espacio innovador para la atención de diversas discapacidades, como el trastorno del espectro autista, parálisis cerebral, discapacidad intelectual y plurideficiencia. Las salas Snoezelen favorecen no solo la estimulación sensorial, sino también el fortalecimiento de las áreas cognitivas, socioemocionales y motrices, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de los niños y promoviendo su inclusión. Se destaca, además, la importancia de una intervención individualizada, temprana y acompañada por la familia, lo que potencia los beneficios terapéuticos. En definitiva, la sala Snoezelen se configura como una herramienta de gran valor para promover el desarrollo integral y la participación activa de los niños con discapacidad, posicionándose como un referente en los programas de atención e inclusión educativa.
