INTRODUCCIÓN
En la actualidad, el papel de la educación en la formación de ciudadanos críticos, creativos y reflexivos cobra una importancia fundamental ante los desafíos del siglo XXI. La transformación de los sistemas educativos requiere no solo del acceso al conocimiento, sino de la implementación de estrategias que promuevan su adecuada gestión y un aprendizaje verdaderamente significativo. En este contexto, la gestión del conocimiento se presenta como un proceso clave para fomentar el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y emocionales en los estudiantes, así como para fortalecer la calidad de la enseñanza (Nonaka y Takeuchi, 1995; UNESCO, 2021).
La gestión del conocimiento en el ámbito educativo implica la creación, intercambio, uso y sistematización del saber para mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje. En el nivel de Educación Básica, este enfoque promueve que los docentes dejen de ser simples transmisores de contenidos para convertirse en mediadores del conocimiento, facilitando ambientes que estimulen la autonomía, la indagación, la reflexión y la construcción colectiva del aprendizaje (Cano, 2007; López y Londoño, 2020). Este proceso se encuentra estrechamente vinculado con el aprendizaje significativo, entendido como la integración de nuevos conocimientos en función de los saberes previos del estudiante, generando conexiones útiles y duraderas (Ausubel, 2002; Novak, 2010).
Distintos estudios han demostrado que los estudiantes que experimentan aprendizajes significativos obtienen mejores resultados académicos, presentan mayor motivación intrínseca y manifiestan una actitud más comprometida hacia su formación (Romero et al., 2019; Salas et al., 2022). Esto se debe, en gran parte, a que perciben la relevancia de los contenidos escolares para su vida cotidiana y su desarrollo personal, lo que fortalece el vínculo entre el saber escolar y el contexto sociocultural en el que viven.
Sin embargo, en muchos sistemas educativos de América Latina, incluido el peruano, aún persisten prácticas tradicionales centradas en el docente como figura dominante del saber. Esta situación limita el potencial del estudiante como agente activo de su propio aprendizaje y obstaculiza el desarrollo de competencias necesarias para afrontar los retos actuales. Según datos de la Unidad de Estadística de ESCALE (2016), los resultados de la Evaluación Censal de Estudiantes (ECE) evidencian brechas significativas en el desempeño académico entre estudiantes de zonas urbanas y rurales, así como entre instituciones educativas públicas y privadas, especialmente en áreas como comprensión lectora y matemáticas.
Estas desigualdades, más allá de reflejar un problema de acceso, revelan carencias en la forma en que se gestiona el aprendizaje en las escuelas. Por ello, organismos como el Banco Mundial (2020) destacan la urgencia de fortalecer las capacidades de los docentes, directivos y autoridades educativas en el uso eficiente de recursos pedagógicos y tecnológicos, impulsando modelos de gestión del conocimiento alineados con el desarrollo profesional, la innovación pedagógica y la equidad educativa.
Ante este panorama, la presente revisión sistemática se orienta a analizar la relación entre la gestión del conocimiento y el aprendizaje significativo en estudiantes de Educación Básica, con el fin de identificar enfoques, estrategias y resultados que puedan contribuir a mejorar la calidad de los procesos formativos. Se parte de la premisa de que promover la autogestión del aprendizaje desde edades tempranas fortalece no solo el rendimiento académico, sino también la formación integral del estudiante como sujeto crítico, autónomo y comprometido con su entorno.
METODOLOGÍA
La presente revisión sistemática se desarrolló con el propósito de analizar el impacto de la gestión del conocimiento en el aprendizaje significativo de los estudiantes en el contexto de la educación básica. Para ello, se empleó un proceso estructurado y riguroso que garantizó la validez y confiabilidad de los resultados obtenidos, siguiendo las directrices establecidas para las revisiones sistemáticas. A continuación, se describen las etapas clave de la metodología aplicada:
Se formuló una pregunta de investigación clara y precisa para guiar la revisión: ¿Cuál es el impacto de la gestión del conocimiento en el aprendizaje significativo de los estudiantes de educación básica? Esta pregunta permitió identificar y delimitar los estudios relevantes en función de las variables de interés, las cuales incluyen gestión del conocimiento, aprendizaje significativo y el nivel educativo básico.
Se establecieron criterios rigurosos para la selección de los estudios. Los estudios incluidos debían cumplir con los siguientes criterios de inclusión: Publicación en revistas académicas indexadas y libros especializados entre 2010 y 2023; enfoque en la relación entre la gestión del conocimiento y el aprendizaje significativo en el contexto de la educación básica, y estudios que utilizaran métodos cuantitativos, cualitativos o mixtos para la recolección de datos.
Por otro lado, se excluyeron los estudios que: no se enfocaran directamente en la gestión del conocimiento o en el aprendizaje significativo; fueran revisiones no sistemáticas, artículos de opinión, o documentos sin rigor metodológico; y que no estuvieran disponibles en texto completo o en idioma accesible para la investigación.
Se llevó a cabo una búsqueda exhaustiva en varias bases de datos académicas reconocidas para garantizar la cobertura de la literatura más relevante. Las bases de datos consultadas incluyeron: Google Scholar, Scopus, ERIC (Education Resources Information Center), JSTOR, Dialnet. La búsqueda se realizó utilizando combinaciones de palabras clave como "gestión del conocimiento", "aprendizaje significativo", "educación básica", "estrategias pedagógicas", "competencias educativas" y "rendimiento académico". Además, se utilizaron filtros de tiempo (2010-2023) para garantizar la actualidad de los estudios.
Una vez realizada la búsqueda, los artículos recuperados fueron sometidos a un proceso de selección que consistió en la lectura de los títulos y resúmenes para determinar su pertinencia. Posteriormente, los estudios que cumplían con los criterios de inclusión fueron descargados y leídos en su totalidad. En esta fase, se excluyeron los artículos que no cumplían con los requisitos establecidos. Se procedió a la extracción de los datos relevantes de los estudios seleccionados. Para ello, se utilizó una ficha de extracción que incluyó los siguientes campos:
Información bibliográfica completa (autor/es, año, título, revista o fuente de publicación), objetivo del estudio, diseño de investigación (cuantitativo, cualitativo, mixto), métodos y técnicas de recolección de datos, principales resultados relacionados con la gestión del conocimiento y el aprendizaje significativo, esta información se organizó en una matriz de datos que facilitó el análisis posterior.
La calidad metodológica de los estudios seleccionados fue evaluada utilizando herramientas específicas para cada tipo de estudio. Para los estudios cuantitativos, se empleó la escala de calidad de la Cochrane Collaboration. Para los estudios cualitativos, se utilizó el Critical Appraisal Skills Programme (CASP). Esta evaluación permitió garantizar que los estudios incluidos presentaran una adecuada calidad metodológica, lo que contribuyó a la validez de los resultados obtenidos.
Una vez completada la extracción de los datos, se procedió a realizar un análisis y síntesis de los resultados. Este análisis se organizó en función de las principales categorías identificadas en los estudios revisados: la definición de la gestión del conocimiento, las estrategias pedagógicas utilizadas, los efectos en el aprendizaje significativo y la relación entre la gestión del conocimiento y la motivación estudiantil. Los resultados fueron comparados y contrastados con los hallazgos previos de estudios similares, y se destacaron las implicaciones prácticas y teóricas de los resultados obtenidos.
A partir de los resultados obtenidos, se desarrollaron conclusiones basadas en la interpretación de los hallazgos. Se discutieron las implicaciones de la gestión del conocimiento en la mejora del aprendizaje significativo y cómo los docentes pueden aplicar estas estrategias en el aula para promover una educación más efectiva. Además, se identificaron las brechas en la literatura y se propusieron áreas para futuras investigaciones.
Aunque se empleó una estrategia de búsqueda exhaustiva, la revisión tuvo algunas limitaciones. Algunas investigaciones relevantes pudieron haber sido excluidas debido a los criterios de selección, especialmente aquellos estudios que no fueron publicados en revistas académicas indexadas o aquellos disponibles solo en idiomas no accesibles. Además, la variabilidad en los métodos de investigación empleados por los estudios incluidos podría haber afectado la generalización de los resultados.
La revisión se realizó con los estudios más recientes disponibles hasta 2023. Sin embargo, dada la naturaleza dinámica del campo de la educación, se recomienda realizar actualizaciones periódicas de la revisión para incorporar nuevos estudios y avances en la gestión del conocimiento y el aprendizaje significativo.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
En el contexto actual de la educación, el aprendizaje significativo y la gestión del conocimiento han emergido como factores clave para mejorar los procesos educativos. En la Tabla 1 se destaca la sistematización agrupando diversos estudios que exploran estos temas desde distintas perspectivas, metodologías y niveles educativos. Los estudios analizan desde la relación entre el aprendizaje significativo y la comprensión lectora, hasta el impacto de la gestión del conocimiento en el desarrollo académico y organizacional dentro de las instituciones educativas.
Los estudios aquí sistematizados incluyen enfoques cuantitativos, cualitativos y mixtos, empleando métodos como cuestionarios, entrevistas, análisis estadísticos y estudios de caso. Estos enfoques permiten una comprensión de cómo diversos factores, como la motivación, las herramientas tecnológicas y los estilos de aprendizaje, afectan el desempeño académico y la gestión educativa. La diversidad de estos enfoques proporciona una visión completa y profunda de las intervenciones pedagógicas, resaltando la importancia de contextos emocionales, colaborativos y tecnológicos en la mejora del aprendizaje.
Tabla 1. Sistematización de estudios que analizan la relación entre el aprendizaje significativo y la comprensión lectora.


Los estudios seleccionados provienen de diversas regiones geográficas, reflejando la amplitud de los contextos educativos en los que se investigan temas como el aprendizaje significativo, la gestión del conocimiento y el uso de herramientas tecnológicas en la educación. En términos generales, se observa una diversidad en los lugares de implementación de los estudios, desde América Latina hasta Europa, lo que enriquece la comprensión de los fenómenos educativos en distintos contextos.
En primer lugar, algunos de los estudios se enfocan en contextos educativos españoles, donde se analizan tanto las herramientas tecnológicas en la gestión del conocimiento como el desarrollo de modelos pedagógicos que favorezcan el aprendizaje significativo en diversos niveles educativos. Estos estudios reflejan la realidad educativa de España y muestran cómo la implementación de enfoques innovadores y la integración de tecnologías puede influir positivamente en el rendimiento académico de los estudiantes.
Por otro lado, se encuentran estudios realizados en América Latina, específicamente en Colombia y Venezuela, donde se exploran temas como la gestión del conocimiento en la educación primaria y en la formación de futuros docentes. Estos estudios abordan la importancia de contextualizar la gestión del conocimiento en función de las particularidades de los sistemas educativos de estos países, identificando las oportunidades para el desarrollo de una educación de calidad.
Además, se incluye un estudio realizado en Perú, que analiza la influencia de la gestión del conocimiento en la innovación organizacional en la educación básica regular. Este enfoque resalta la importancia de las estrategias de gestión del conocimiento en la mejora de la calidad educativa en contextos específicos de América Latina.
Discusión
La discusión de los factores emergentes, en función de los estudios seleccionados en la Tabla 1, revela un panorama coherente y multifacético en relación con la gestión del conocimiento, el aprendizaje significativo, el uso de tecnologías y la innovación educativa. A continuación, se presenta una discusión de estos factores emergentes, conectando las diferentes fuentes de la tabla.
Comprensión lectora como eje articulador del aprendizaje significativo:
Varios estudios (Rojas González, 2016; Valdez Mariño, 2017; OCDE, 2023) evidencian una relación directa y significativa entre la comprensión lectora y la construcción de aprendizajes duraderos. Se destaca que los estudiantes que desarrollan habilidades lectoras más profundas tienden a alcanzar niveles superiores de comprensión conceptual y transferencia de conocimientos, lo cual es esencial en el aprendizaje significativo. Esta relación se manifiesta tanto en contextos locales como internacionales, siendo un desafío persistente en los sistemas educativos fortalecer esta competencia clave.
Influencia de la motivación y la neuroeducación
La investigación de Álvarez Contreras et al., (2024) introduce la perspectiva neuroeducativa como un aporte fundamental para explicar cómo la motivación actúa sobre los procesos atencionales y de memoria, esenciales para la comprensión y el aprendizaje. Se sostiene que la liberación de dopamina ante estímulos motivadores favorece la codificación y consolidación de información, lo que refuerza la necesidad de prácticas pedagógicas que generen curiosidad e interés genuino en el estudiante.
Gestión del conocimiento y su impacto en la innovación educativa
La gestión del conocimiento emerge como un tema transversal en el de Díaz Huaccan (2021). En ambos estudios, se destaca cómo la gestión del conocimiento institucional y organizacional contribuye a la innovación pedagógica. López y Londoño (2020) afirman que la gestión del conocimiento dentro de las instituciones educativas favorece la innovación pedagógica, lo que a su vez mejora el desempeño estudiantil. Además, el estudio de Cruz (2020) refuerza la idea de que la gestión del conocimiento no solo mejora la enseñanza, sino que también promueve el desarrollo de la capacidad del estudiante en educación primaria. En este contexto, la gestión del conocimiento se presenta como un recurso valioso que impulsa el desarrollo organizacional y la competitividad institucional, dos elementos esenciales para un entorno educativo de calidad.
Uso de tecnologías para la gestión del conocimiento
El uso de herramientas tecnológicas se destaca en varios estudios, como el de García Martín (2020), quien concluye que las tecnologías aplicadas a la gestión del conocimiento tienen un impacto positivo en el rendimiento académico, especialmente en asignaturas como Ciencias, Lengua Castellana e Inglés, aunque también se observa un efecto negativo en Matemáticas. Este hallazgo resalta la necesidad de un enfoque más balanceado en la integración tecnológica en el aula, asegurándose de que las herramientas tecnológicas sean utilizadas de manera eficaz y estratégica. Por otro lado, Gutiérrez-Braojos et al., (2020) subrayan el papel crucial de la tecnología en la pedagogía de la construcción de conocimiento, sugiriendo que el uso adecuado de las tecnologías puede mejorar el pensamiento crítico y las habilidades colaborativas de los estudiantes, creando un entorno de aprendizaje más dinámico y reflexivo.
Innovación educativa y reflexión docente
En el campo de la innovación educativa, los estudios de Soto Gómez (2022) y Cambil Hernández y Palma Valenzuela (2023) resaltan la importancia de la reflexión docente y la práctica colaborativa. Soto Gómez (2022) propone que la metodología Lesson Study, al promover la reflexión sobre la práctica educativa y la experimentación de la teoría, facilita la mejora continua en la enseñanza. Este enfoque se complementa con el análisis de Cambil Hernández y Palma Valenzuela (2023) quienes exploran cómo la innovación e investigación educativa son percibidas por los estudiantes de máster en profesorado. Estos estudiantes reconocen la importancia de la innovación, aunque también enfrentan desafíos para aplicar las metodologías innovadoras en su práctica docente. La reflexión continua y la adaptación de las prácticas pedagógicas a nuevas metodologías son esenciales para mejorar la calidad educativa.
Aprendizaje autónomo
Por último, la promoción del aprendizaje autónomo es un factor destacado en el estudio de Sánchez-Élez et al., (2024), quienes muestran que el fomento de la autonomía a través de la generación de preguntas tipo test mejora el rendimiento académico de los estudiantes. Esta capacidad para generar y reflexionar sobre preguntas permite a los estudiantes tomar control de su aprendizaje, desarrollando habilidades metacognitivas y un enfoque más proactivo hacia su educación. Este hallazgo también se conecta con el trabajo de Chango et al., (2024), quienes emplean enfoques de fusión de datos para predecir el rendimiento académico. Al utilizar múltiples fuentes de datos, los investigadores muestran cómo el seguimiento constante de la participación y el rendimiento en plataformas en línea puede predecir de manera más precisa los resultados académicos, lo que subraya la importancia de las herramientas tecnológicas y la autonomía estudiantil en el aprendizaje.
Por lo tanto, los estudios presentados en la Tabla 1 revelan la importancia de integrar diversas estrategias pedagógicas que favorezcan el aprendizaje significativo, la motivación, el uso de tecnologías, la gestión del conocimiento y la innovación educativa. Estos factores se interrelacionan de manera que la mejora continua en la práctica educativa y el fomento del aprendizaje autónomo son esenciales para el éxito académico y el desarrollo integral de los estudiantes.
CONCLUSIÓN
A partir del análisis realizado, se concluye que los factores emergentes identificados -como el aprendizaje significativo, la motivación, la gestión del conocimiento, el uso de tecnologías, la innovación pedagógica, la reflexión docente y el aprendizaje autónomo- inciden de manera directa en la comprensión lectora, articulándose dentro de un marco pedagógico más amplio orientado a la mejora del rendimiento académico.
El aprendizaje significativo se establece como un eje transversal que potencia la comprensión lectora cuando se vincula con contenidos emocionalmente relevantes y contextualizados, lo cual se ve fortalecido por la motivación intrínseca del estudiante. Asimismo, la gestión del conocimiento, al ser integrada mediante prácticas institucionales y tecnológicas, favorece entornos innovadores que estimulan la participación activa del docente y del estudiante en procesos de construcción de conocimiento.
Por otro lado, el uso estratégico de herramientas digitales no solo mejora la gestión educativa, sino que también permite nuevas formas de seguimiento del aprendizaje y predicción del rendimiento académico, facilitando intervenciones oportunas. En este contexto, se destaca la necesidad de fortalecer la autonomía del estudiante y fomentar procesos de reflexión crítica y colaborativa entre docentes, condiciones indispensables para consolidar una comprensión lectora profunda y sostenida.
En conjunto, los resultados alcanzados permiten afirmar que el objetivo del estudio fue cumplido, al evidenciar cómo diversos factores interrelacionados -identificados a través de la revisión de la literatura- ofrecen una base sólida para el diseño de estrategias pedagógicas más efectivas orientadas a la comprensión lectora desde un enfoque integrador y transformador del conocimiento.
CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaramos que, no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico.














