INTRODUCCIÓN

En el contexto educativo actual, la formación docente se ha consolidado como un elemento esencial para garantizar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje. Los programas de formación docente buscan fortalecer las competencias profesionales de los educadores y fomentar un entorno educativo más efectivo y adaptado a las necesidades de los estudiantes. Es un proceso continuo que debe adaptarse a los cambios sociales, culturales y tecnológicos, lo que pone de manifiesto la importancia de diseñar programas estructurados que aborden diversas dimensiones (^{Salazar y Tobón, 2018}).

Estos programas pueden analizarse desde tres perspectivas, la planificación que se centra en establecer un diagnóstico del contexto educativo, definir metas claras y trazar directrices que guíen el proceso formativo; la implementación que implica la organización, el desarrollo y la retroalimentación, aspectos que, según ^{Vezub (2020}), son esenciales para ajustar las estrategias pedagógicas a las necesidades emergentes y, finalmente, la evaluación que se realiza mediante criterios formativos, sumativos y rúbricas que permiten medir el impacto del programa en la práctica docente. Estas dimensiones no solo aseguran la eficacia del programa, sino que contribuyen al desarrollo profesional continuo de los educadores (^{Paricio, 2018}).

En paralelo, la acción tutorial desempeña un papel clave al acompañar y guiar a los estudiantes en su trayectoria académica. Esta acción puede analizarse a través de tres dimensiones, la implicativa, que considera fundamental la participación activa de todos los actores educativos en la creación de un ambiente propicio para el aprendizaje; la atención personalizada, que se enfoca en abordar las necesidades individuales de cada estudiante, enfrentando particularidades y cubriendo expectativas y la dimensión preventiva contribuye a evaluar el nivel de conocimientos previos del estudiante, equilibrar su rendimiento académico y fomentar su integración social dentro del aula (^{Molerio, 2023}). Una acción tutorial preventiva puede anticipar dificultades académicas y emocionales, permitiendo intervenciones tempranas que beneficien al alumno. Estos indicadores fortalecen el vínculo entre estudiantes y docentes, promoviendo un aprendizaje más significativo (^{Gallegos et al., 2024}).

Existen diversos factores que influyen en la efectividad de la acción tutorial, entre ellos destacan el contexto socioeconómico del alumnado, las competencias emocionales del tutor y el apoyo institucional disponible. Así, ^{Flores (2024}), afirma que el contexto socioeconómico puede determinar en gran medida las oportunidades educativas y el acceso a recursos, lo cual impacta directamente en la forma en que se desarrolla la acción tutorial. Las reformas educativas exitosas dependen en gran medida del desarrollo profesional continuo de los docentes, lo que subraya la importancia de invertir en estas iniciativas (^{Carrasco et al., 2023}).

Un programa bien estructurado de formación docente junto con una acción tutorial efectiva no solo mejora las competencias pedagógicas del profesorado, sino que también crea entornos educativos más inclusivos y adaptados a las necesidades individuales de los estudiantes. Esto contribuye significativamente a una educación más equitativa y de calidad (^{Chacón, 2021}). Sin embargo, ambos enfrentan diversas limitaciones, entre las que se encuentran la falta de recursos financieros y humanos, que impide una implementación efectiva y sostenida, la resistencia al cambio por parte de algunos docentes puede dificultar la adopción de nuevas metodologías, la escasa formación en competencias emocionales y sociales también limita la efectividad de la acción tutorial, ya que los tutores pueden no estar preparados para abordar adecuadamente las necesidades individuales de los estudiantes. Por último, la falta de coordinación entre instituciones educativas puede generar una fragmentación en los esfuerzos formativos (^{Lizana y Burgos, 2022}).

De ahí que se requiera analizar ¿cómo impacta la implementación de programas de formación docente en la calidad de la acción tutorial y en el rendimiento académico de los estudiantes?, ¿cuáles son las principales barreras percibidas en la adopción de estrategias de acción tutorial personalizadas y cómo afectan a la efectividad del proceso educativo? En este contexto, el objetivo de la presente investigación fue determinar la incidencia de la implementación de un programa de formación docente en el fortalecimiento de la acción tutorial en una universidad de Babahoyo, Ecuador, durante el año 2024.

MÉTODO

En la presente investigación se empleó un enfoque cuantitativo, con un alcance descriptivo. Se seleccionó un diseño no experimental de corte transversal, el cual contribuyó a alcanzar una visión clara de la realidad estudiada y a analizar, sin manipular, las variables de estudio:

Programa de formación docente (variable dependiente); operacionalmente, es una propuesta mediante la cual se promociona la adquisición de competencias a través una serie de actividades debidamente planificadas que responden a la necesidad de implementar capacitaciones y talleres en los cuales los aspectos cognitivos resalten y que a su vez puedan ser evaluados permanentemente. Sus dimensiones son a) planificación, con los indicadores diagnóstico, metas y directrices; b) implementación, medida por los parámetros organización, desarrollo y retroalimentación y c) evaluación con los criterios formativa, sumativa y rúbricas. La escala de medición utilizada fue la ordinal.

Acción tutorial (variable independiente); es una dinámica utilizada en el ámbito educativo que tiene como objetivo fortalecer la relación entre docentes y estudiantes. Esta interacción busca fomentar la empatía y se lleva a cabo de manera personalizada, en un formato uno a uno. Además, la acción tutorial incluye estrategias preventivas que apoyan el desarrollo académico del estudiante. Se evalúa a través de las dimensiones a) implicativa, con los indicadores alumnos, profesores y familia; b) personalizada, al analizar si aborda las necesidades, enfrenta particularidades y cubre expectativas y c) preventiva, mediante el nivel de conocimientos, el equilibrio del rendimiento y la generación de integración.

Para la investigación se consideró como población de estudio a todos los estudiantes de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de una universidad en Babahoyo, que en el 2024 estaba compuesta por un total de 2129 estudiantes.

Para determinar la muestra se aplicó el muestreo probabilístico y la siguiente fórmula:

Donde:

Z = 1,96 Valor al 95% de confianza

PQ = 0,5 * 0,5 = 0,25 Proporción máxima que puede afectar a la muestra

E = 0,07 Error máximo permisible

N = 2129

n = 180

Por lo que la muestra estuvo constituida por 180 estudiantes.

La distribución de la muestra se estructuró en dos grupos equitativos, 90 estudiantes en el grupo de control y 90 en el grupo experimental, lo que representa el 50% de la población total para cada grupo. Esta paridad en la asignación apoyó un diseño equilibrado que permitió realizar comparaciones significativas entre los grupos. Al contar con un total de 180 estudiantes, el estudio tuvo una base sólida para analizar los efectos de las intervenciones aplicadas al grupo experimental en comparación con el grupo de control. Esta estructura facilitó la obtención de resultados que puedan ser generalizables y proporcionó una base para evaluar la efectividad de las estrategias implementadas. Además, la igualdad en la distribución de frecuencias contribuyó a minimizar sesgos y a aumentar la validez interna del estudio.

La técnica de recolección de datos utilizada fue la encuesta, el instrumento empleando el cuestionario que se envió a los correos institucionales de cada estudiante que integró la muestra. Antes de enviarlo se estableció un contacto previo con los estudiantes para proporcionarles información sobre el objetivo de este, así como sobre la importancia y el impacto que tendría en la investigación en curso. Este proceso fue coordinado previamente con las autoridades de la universidad para obtener el permiso correspondiente a través de la oficina de talento humano.

Tras la exhaustiva recopilación de datos, se realizó un análisis descriptivo con el fin de explorar y comprender la distribución y las características fundamentales de las variables estudiadas. Este análisis incluyó el cálculo de medidas de tendencia central y de dispersión, que abarcaron la desviación estándar y el rango intercuartílico. Además, se elaboraron tablas y gráficos para visualizar la distribución de los datos y facilitar la identificación de posibles patrones o tendencias.

El análisis inferencial implicó la aplicación de pruebas estadísticas para evaluar la relación entre variables y determinar si las diferencias observadas eran estadísticamente significativas. Se llevaron a cabo pruebas de hipótesis, como la de Chi Cuadrado, para analizar la asociación entre variables categóricas, así como la de coeficiente de correlación de Pearson, para examinar las relaciones entre variables continuas. Se plantearon dos hipótesis, la hipótesis nula (H0), que postulaba que la implementación del programa fortalecería la acción tutorial, y la hipótesis alternativa (Hi), que sugería lo contrario.

Estos procedimientos permitieron obtener una comprensión más profunda sobre los efectos del programa de formación docente en la acción tutorial, identificando áreas de mejora y proporcionando evidencia sólida que respaldó las conclusiones del estudio.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

A continuación, se presentan los resultados del estudio enfocado en la propuesta de un programa de formación docente para fortalecer la acción tutorial en una universidad de Babahoyo, Ecuador, en 2024. Estos resultados reflejan el impacto de la intervención en el desempeño académico de los estudiantes y la efectividad del programa en la mejora de las competencias de los docentes como tutores. A través de un análisis detallado de los datos recolectados, se busca evidenciar cómo este programa ha contribuido a optimizar la relación entre docentes y estudiantes, así como a fomentar un ambiente educativo más propicio para el aprendizaje y el desarrollo integral.

La Tabla 1, muestra los resultados del fortalecimiento de la acción tutorial, comparando el desempeño de un grupo control y un grupo experimental en dos momentos, pretest y postest. En el pretest, el grupo control presentó una distribución donde el 50% de los participantes (45 personas) se encontraba en el nivel bajo, el 40% (36 personas) en el nivel medio y solo el 10% (9 personas) en el nivel alto. Por su parte, el grupo experimental mostró una distribución inicial menos favorable, con un 58% de los participantes (52 personas) en el nivel bajo, un 41% (37 personas) en el nivel medio y únicamente un 1% (1 persona) en el nivel alto. Esto indica que, antes de la intervención, ambos grupos tenían una mayoría de participantes en los niveles bajo y medio, aunque el grupo experimental partía de una situación ligeramente más desfavorable.

Tabla 1. Resultado del fortalecimiento de la acción tutorial 

Tras la intervención, los resultados del postest revelaron diferencias significativas entre ambos grupos. En el grupo control, se observó una mejora moderada, el porcentaje de participantes en el nivel bajo disminuyó del 50% al 22% (reducción de 28 puntos porcentuales), mientras que el nivel medio aumentó del 40% al 72% (incremento de 32 puntos porcentuales). Sin embargo, el nivel alto apenas experimentó un cambio marginal, pasando del 10% al 6%, lo que sugiere que las mejoras en este grupo no fueron suficientes para alcanzar desempeños destacados. En contraste, los resultados del grupo experimental reflejan un impacto mucho más significativo. El porcentaje de participantes en el nivel bajo se redujo drásticamente del 58% al 1%, lo que representa una mejora sustancial. Asimismo, aunque el nivel medio disminuyó del 41% al 20%, esto se debe a un notable incremento en el nivel alto, que pasó del 1% al 79%, evidenciando que la mayoría de los participantes logró alcanzar un desempeño superior tras la intervención.

En términos comparativos, se evidencian diferencias entre ambos grupos. Mientras que las mejoras en el grupo control fueron limitadas y se concentraron principalmente en la transición del nivel bajo al medio, en el grupo experimental se apreció una transformación profunda, con la mayoría de los participantes, alcanzando niveles altos de desempeño. Esto sugiere que la acción tutorial implementada tuvo un impacto significativo y positivo en el grupo experimental, logrando no solo reducir drásticamente los niveles bajos, sino también promover un avance hacia niveles altos de manera generalizada. Por otro lado, las mejoras más modestas observadas en el grupo control podrían atribuirse a factores externos o a procesos naturales de aprendizaje no relacionados directamente con la intervención.

Estos hallazgos, permiten inferir la eficacia del programa aplicado al grupo experimental para fortalecer la acción tutorial y mejorar significativamente los niveles de desempeño. La transformación observada en este grupo resalta la importancia de implementar estrategias educativas específicas y bien diseñadas para lograr cambios sustanciales en los resultados académicos. Por tanto, se recomienda continuar con este tipo de intervenciones y replicarlas en otros contextos educativos para maximizar su impacto positivo y fomentar una mejora integral en los procesos formativos.

El análisis de los datos presentados en la Tabla 2, que refleja el estado actual de la acción tutorial, revela importantes aspectos sobre la efectividad de la intervención en los grupos control y experimental. En el pretest, el grupo control mostró que solo el 2% (2 participantes) alcanzaba un nivel alto de desempeño en la acción tutorial, mientras que el 66% (59 participantes) se encontraba en el nivel medio y un 32% (29 participantes) en el nivel bajo. En comparación, el grupo experimental tenía un 3% (3 participantes) en el nivel alto, un 66% (59 participantes) en el medio y un 31% (28 participantes) en el bajo. Estos resultados iniciales indican que ambos grupos presentaban una mayoría de estudiantes en niveles medio y bajo, sugiriendo la necesidad de una intervención efectiva.

Tabla 2. Resultados del estado actual de la acción tutorial 

Al analizar los resultados del postest, se observa un cambio significativo en ambos grupos. En el grupo control, los niveles altos se mantuvieron estables al 2% (2 participantes), pero el nivel medio disminuyó al 43% (39 participantes), mientras que el nivel bajo aumentó al 54% (49 participantes), por lo que se considera que la acción tutorial no tuvo un impacto positivo en este grupo. Por otro lado, el grupo experimental mostró una mejora notable, el porcentaje de estudiantes en el nivel alto aumentó al 86% (77 participantes), mientras que los niveles medio y bajo disminuyeron a un 12% (11 participantes) y a un 2% (2 participantes), respectivamente. Esta transformación indica que la intervención fue altamente efectiva, logrando reducir los niveles bajos y elevar significativamente la proporción de estudiantes que alcanzaron un desempeño alto.

Los datos sugieren que la acción tutorial implementada tuvo un impacto positivo considerable en el grupo experimental, evidenciado por el aumento significativo en los niveles altos y la reducción de los niveles bajos. En contraste, el grupo control no mostró mejoras significativas y experimentó un aumento en los niveles bajos, lo que subraya la importancia de intervenciones estructuradas y bien diseñadas para fortalecer la acción tutorial. Estos hallazgos destacan la necesidad de continuar promoviendo programas efectivos de formación docente que apoyen a los tutores en su labor y mejoren las experiencias académicas de los estudiantes.

El análisis de los datos presentados en la Tabla 3, que identifica los factores influyentes en la acción tutorial, revela una distribución clara de la forma en que diferentes elementos afectan esta práctica educativa. Según los resultados, el nivel socioeconómico se destaca como el factor más influyente, representando el 39% de la influencia total en la acción tutorial. Esto sugiere que las condiciones económicas de los estudiantes juegan un papel crucial en su capacidad para beneficiarse de la tutoría, posiblemente debido a limitaciones en el acceso a recursos educativos o a un entorno familiar que no favorece el estudio.

Tabla 3. Resultados de los factores influyentes de la acción tutorial 

Por otro lado, las habilidades tecnológicas son también significativas, con un 28% de influencia. Este resultado indica que la competencia en el uso de herramientas digitales es esencial para que los estudiantes puedan interactuar efectivamente con los recursos tutoriales disponibles, especialmente en un contexto donde la educación a distancia y el uso de plataformas digitales están en aumento. La motivación y actitud del estudiante, aunque importante, representa solo el 23% de la influencia total. Esto sugiere que, si bien la disposición personal es relevante para el éxito en la acción tutorial, otros factores como el contexto socioeconómico y las habilidades tecnológicas pueden tener un impacto más directo y determinante.

Estos resultados permiten deducir que, para mejorar la acción tutorial en esta universidad, es fundamental abordar no solo la motivación individual de los estudiantes, sino también las barreras estructurales que enfrentan. Esto implica implementar estrategias que fortalezcan las habilidades tecnológicas de los estudiantes y ofrecer apoyo adicional a aquellos con desventajas socioeconómicas. Al hacerlo, se puede crear un entorno más equitativo y accesible que maximice el potencial de la acción tutorial y contribuya al éxito académico de todos los estudiantes.

Los expertos consideraron, por su parte, que se lograron mejoras significativas según los datos estimados, provocadas por la implementación del programa de formación docente sobre la acción tutorial. En la Figura 1 se observa, en primer lugar, que se espera una mejora en las competencias pedagógicas del 85%, lo que sugiere que la formación podría dotar a los docentes de herramientas más efectivas para guiar a sus estudiantes. Además, se anticipa un aumento en la satisfacción estudiantil del 75%, lo que indica que los estudiantes podrían sentirse más apoyados y valorados en su proceso educativo.

Figura 1. Resultados estimados de un programa de formación docente 

Por otro lado, el incremento en la participación estudiantil del 65% sugiere que los estudiantes podrían involucrarse más activamente en su aprendizaje, lo cual es crucial para un ambiente académico dinámico. Finalmente, se estima una reducción en la tasa de abandono escolar del 50%, lo que refleja un impacto significativo en la retención estudiantil y podría contribuir a mejorar los índices de graduación. En conjunto, estos resultados destacan la importancia de la formación docente en la acción tutorial como un medio efectivo para fortalecer el proceso educativo y mejorar la experiencia académica de los estudiantes.

Al analizar los datos de las estadísticas de muestras emparejadas, se observa en la Tabla 4 una diferencia notable entre las dos mediciones de la variable dependiente (VD) en el grupo experimental (GE) después de la intervención. La media del postest del grupo experimental es de 34,75, con una desviación estándar de 7,634, lo que indica un desempeño general alto y una variabilidad moderada en los resultados.

En contraste, la segunda medición del postest muestra una media de 13,15 y una desviación estándar de 5,263, sugiriendo un rendimiento significativamente inferior y menos disperso. Esta diferencia en las medias resalta el impacto positivo de la intervención en el grupo experimental, evidenciando que los participantes experimentaron una mejora considerable en la variable dependiente tras la implementación del programa. Los datos reflejan que la intervención ha sido efectiva para fortalecer la práctica inclusiva docente, resultando en un aumento significativo en el desempeño del grupo evaluado.

El análisis de los datos que reflejan los resultados de la prueba de muestras emparejadas, permite evaluar las hipótesis planteadas sobre la implementación del programa y su impacto en la acción tutorial. La media de las diferencias emparejadas es de 19,342, lo que indica una mejora significativa en el rendimiento tras la intervención. La desviación estándar de 7,896 muestra que, aunque hay variabilidad en las respuestas, la tendencia general es positiva. El error estándar de la media es de 1,580, lo que proporciona una estimación confiable de la media calculada.

Tabla 4. Estadística y prueba de hipótesis general sobre el fortalecimiento de la práctica inclusiva docente 

El intervalo de confianza del 95% para la diferencia, que se sitúa entre 15,752 y 21,751, respalda la idea de que esta mejora es estadísticamente significativa y no se debe al azar. Con un valor de t de 11,954 y un valor de significancia (Sig.) bilateral de 0,000, se rechaza la hipótesis alternativa (Hi) y se acepta la hipótesis nula (H0), confirmando que la implementación del programa efectivamente ha fortalecido la acción tutorial. La diferencia significativa entre el pretest y el postest indicó una mejora sustancial en las competencias pedagógicas, lo que confirmó que el programa ha tenido un impacto positivo y significativo en el proceso educativo, validando su efectividad en el contexto evaluado.

Discusión

A continuación, se presenta la contrastación con los resultados de diversos estudios sobre la acción tutorial y su efectividad en el contexto educativo.

Se coincide con el estudio realizado por ^{Fernández et al. (2022}), quienes analizaron el impacto de un programa de tutoría en una universidad pública. Los autores encontraron que, antes de la intervención, el 55% de los estudiantes se ubicaba en niveles bajos de desempeño académico. Sin embargo, tras la implementación del programa de tutoría, este porcentaje se redujo al 15%, mientras que los niveles altos de desempeño aumentaron del 10% al 70%. Los autores concluyeron que la tutoría no solo mejora las calificaciones, sino que también fomenta un mayor compromiso, motivación entre los estudiantes y contribuye significativamente en el aprendizaje autorregulado de los participantes. Estos resultados son comparables a los obtenidos en el presente estudio, donde el grupo experimental mostró una reducción drástica en los niveles bajos y un aumento significativo en los niveles altos.

En esta misma línea ^{Tixilema y Ochoa (2024}), presentan un análisis comparativo de los programas de tutoría en instituciones de educación superior, tanto públicas como privadas, en Ecuador, centrándose en su efecto sobre la satisfacción de estudiantes y tutores. Enfatizan la importancia de estos programas para mejorar el rendimiento académico y promover el bienestar emocional y social de los estudiantes, lo que contribuye a su desarrollo integral. Examinaron las características de las instituciones, la capacitación de los tutores, la disponibilidad de recursos y sugieren que el fortalecimiento de los programas de tutoría puede facilitar la inclusión y equidad en la educación superior, beneficiando tanto a los estudiantes como al sistema educativo en su conjunto, y ofrecen recomendaciones para optimizar las políticas y prácticas de tutoría.

Un estudio realizado por ^{Tuquinga et al. (2024}), examinó la influencia del nivel socioeconómico en la efectividad de las acciones tutoriales en una institución educativa. Los investigadores encontraron que el 42% de los estudiantes provenientes de contextos socioeconómicos desfavorables reportaron dificultades significativas para beneficiarse de las tutorías, por lo que sugieren que es crucial implementar estrategias específicas que aborden las barreras socioeconómicas para maximizar el impacto positivo de las tutorías. Este hallazgo es consistente con los resultados del presente estudio, donde se identificó que el nivel socioeconómico representa el 39% de la influencia total en la acción tutorial.

Se coincide con ^{Hermida et al. (2022}), que analizaron los factores que influyen en las prácticas pre profesionales de los estudiantes de enfermería de la Universidad Católica de Cuenca sede Macas, Ecuador, con el objetivo de elaborar un plan tutorial frente a los factores personales y socioeconómicos que influyen en las prácticas. Como resultado, se observó que, en el pretest, el 83,2% de los participantes consideraron los factores económicos como negativos para su práctica profesional. Este hallazgo se confirma a través de la correlación de Pearson, que muestra un resultado positivo medio. En respuesta a esta situación, se establecieron estrategias en el plan tutorial con el objetivo de mitigar estos problemas.

En esta misma línea, ^{Expósito et al. (2023}), comprueban una asociación positiva entre las dimensiones internas de la actitud hacia la tutoría, la autorregulación del esfuerzo, las habilidades sociales y el desarrollo del desempeño académico. Lo que constata la importancia de las acciones tutoriales en la educación actual y plantea la necesidad de realizar estudios más amplios que establezcan las relaciones entre los componentes tutoriales, aspectos del desarrollo personal de los estudiantes y los resultados de su aprendizaje, mediante estudios que consideren el uso de variables mensurables y evaluables.

En el estudio conducido por ^{Barrera et al. (2023}), analizaron la relación entre las habilidades tecnológicas, el rendimiento académico en un contexto universitario y la influencia de las acciones de tutoría, encontrando que aquellos estudiantes con competencias digitales adecuadas tenían un 30% más de probabilidades de alcanzar niveles altos de desempeño académico en comparación con sus pares con habilidades limitadas. Concluyen que la formación tecnológica debe ser una parte integral del currículo educativo en la preparación a los estudiantes para interactuar efectivamente con recursos digitales. Este resultado coincide con el presente estudio, donde se observó que las habilidades tecnológicas tienen un impacto del 28% en la acción tutorial.

Un análisis exhaustivo realizado por ^{García y Vilca (2021}), exploraron la forma en que la motivación y la actitud del estudiante afectan su rendimiento académico dentro de programas de tutoría. Los hallazgos indicaron que aquellos estudiantes con alta motivación mostraron un incremento del 35% en su rendimiento tras participar en programas de tutoría, mientras que aquellos con baja motivación apenas experimentaron mejoras significativas. Aunque este estudio destaca la importancia de la motivación, también enfatiza que factores externos como el apoyo social y económico son igualmente cruciales para el éxito académico. Estos resultados son coherentes con el presente estudio, donde se observó que la motivación representa solo el 23% del impacto total en la acción tutorial.

Se concuerda con ^{Zevallos et al. (2022}), quienes mostraron la forma en que la formación docente afecta la satisfacción estudiantil en una universidad privada, comprobaron que la mejora del 80% en las competencias pedagógicas de los docentes estaba asociada a un aumento del 75% en la satisfacción estudiantil entre los alumnos. Este hallazgo respalda las expectativas del presente estudio, donde se anticipa una mejora del 85% en las competencias pedagógicas y un aumento del 75% en la satisfacción estudiantil tras implementar un programa de formación docente sobre acción tutorial.

Se concuerda con ^{Sandoval y Moreno (2024}), quienes también resalta la importancia de fomentar la participación estudiantil como parte integral del proceso educativo. En su investigación, encontraron que incrementar la participación activa de los estudiantes durante las sesiones tutoriales llevó a un aumento del 60% en su rendimiento académico general. Este resultado es similar a lo observado en la presente investigación, donde se estima un incremento del 65% en la participación estudiantil tras la intervención, lo que sugiere que fomentar un ambiente participativo es clave para mejorar los resultados académicos.

Se coincide con ^{Rabuco (2022}), quien en un análisis longitudinal evaluó cómo las intervenciones educativas impactan las tasas de retención escolar en diversas instituciones educativas, concluyendo que programas bien estructurados pueden reducir las tasas de abandono escolar hasta en un 50%, tras implementar acciones tutoriales efectivas. Por lo tanto, es imperativo continuar promoviendo investigaciones que evalúen estas dinámicas dentro del contexto educativo actual y explorar nuevas estrategias para abordar las necesidades cambiantes de los estudiantes, asegurando así una educación inclusiva y efectiva para todos.

Los hallazgos de la presente investigación concuerdan con los obtenido por ^{León y Guillén (2024}), quienes destacan que la implementación de un plan de acción tutorial ha demostrado ser efectiva para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes. Además, enfatizan que la organización y planificación proporcionadas por este enfoque ayudan a evitar la improvisación y garantizan un seguimiento regular de los tutorados. Por su parte, ^{Rojo y Rojas (2021}), subrayan que la acción tutorial ha tenido que adaptarse a nuevas formas de comunicación, lo que ha permitido seguir atendiendo las necesidades de los estudiantes. Este enfoque ha facilitado el intercambio de experiencias y buenas prácticas, evidenciando los logros alcanzados en el programa.

Los hallazgos presentados por diversos estudios corroboran y enriquecen los resultados obtenidos en el presente estudio sobre acción tutorial. La evidencia sugiere consistentemente que intervenciones bien diseñadas pueden tener impactos profundos y positivos tanto en el rendimiento académico como en otros aspectos relevantes como la satisfacción estudiantil y la retención escolar. La convergencia entre estos estudios subraya la necesidad de implementar programas estructurados dentro del ámbito educativo y resalta factores críticos como el contexto socioeconómico, las habilidades tecnológicas y la formación docente como pilares fundamentales para fortalecer cualquier estrategia educativa dirigida a mejorar el aprendizaje y desarrollo integral de los estudiantes.

CONCLUSIONES

Al analizar los resultados sobre el fortalecimiento de la acción tutorial, se obtienen diferencias significativas en el desempeño de los grupos control y experimental. En el pretest, el grupo control tenía un 50% en nivel bajo, mientras que el grupo experimental partía de un 58%. Tras la intervención, el grupo control mejoró moderadamente, reduciendo su nivel bajo al 22% y aumentando el medio al 72%, pero solo un 6% alcanzó el nivel alto. En contraste, el grupo experimental redujo su nivel bajo al 1% y aumentó los niveles altos al 79%, evidenciando una intervención mucho más efectiva, logrando reducir los niveles y promover un avance significativo hacia niveles altos de desempeño.

El resultado actual de la acción tutorial revela un cambio significativo en el grupo experimental. En el pretest, solo el 3% de los participantes alcanzaba un nivel alto, mientras que, en el postest, esta cifra se elevó al 86%. Por otro lado, el grupo control mostró una estabilidad en los niveles altos y medios, con un ligero aumento en los niveles bajos. Estos datos sugieren que la acción tutorial fue efectiva en mejorar el rendimiento del grupo experimental, reduciendo significativamente los niveles bajos y aumentando los altos.

El análisis de los factores que afectan la acción tutorial muestra que el socioeconómico es el más influyente, representando el 39% de su efectividad. Esto indica que las condiciones económicas impactan la capacidad de los estudiantes para beneficiarse de las tutorías. Las habilidades tecnológicas también son relevantes, con un 28% de influencia, lo que resalta la necesidad de preparar a los estudiantes en el uso de herramientas digitales. La motivación y actitud del estudiante, aunque importante, solo representan el 23%. Para mejorar la acción tutorial, es esencial abordar las barreras socioeconómicas y fortalecer las habilidades tecnológicas.

Los datos estimados sobre la implementación del programa de formación docente muestran resultados alentadores. Se espera una mejora del 85% en las competencias pedagógicas y un 75% en la satisfacción estudiantil. Además, se anticipa un incremento del 65% en la participación estudiantil y una reducción del 50% en la tasa de abandono escolar. Estos resultados destacan la forma en que la formación docente puede ser un medio efectivo para fortalecer la acción tutorial y mejorar significativamente la experiencia académica.

Estos hallazgos subrayan la importancia de implementar intervenciones educativas bien diseñadas para fortalecer la acción tutorial. La notable mejora observada en el grupo experimental sugiere que programas similares pueden ser replicados en otros contextos educativos para maximizar su impacto positivo y fomentar mejoras integrales en los procesos formativos.

CONFLICTO DE INTERESES.

Los autores declaran que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico.