Introducción
La incidencia delictiva va en aumento en todo el Perú. Solo en Lima metropolitana, al 31 de agosto de 2024, el Observatorio de Seguridad Ciudadana reportó 160.031 denuncias: 52.976 casos de violencia contra la mujer, 12.705 faltas o delitos menores y 817 denuncias de adolescentes infractores a la ley penal (Mininter, 2024).
Las cifras pueden ser mayores si se considera que no todos los casos son denunciados. Al respecto, la Política Nacional Multisectorial de Seguridad Ciudadana al 2030, identifica como problema público los “altos niveles de victimización que afecta a la ciudadanía” (Conasec, 2022, p. 13). Por su parte, Gómez (2024) sectorista del Mininter, también advierte factores de riesgo que afectan la seguridad ciudadana e incrementan la criminalidad, como son los problemas familiares por los hogares disfuncionales, y los problemas socioeducativos, por casos de violencia entre es- colares, entre otros.
Para afrontar este problema público, la presidenta peruana, Dina Boluarte Zegarra, en la última sesión del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (16 de febrero de 2024) anunció que su gobierno implementaría en el país el Plan Perú Seguro para contrarrestar el problema de la inseguridad (Boluarte, 2024). Dicho plan considera cuatro ejes, siendo uno de ellos la prevención integral del delito.
Respecto a la prevención, la citada Política Nacional considera como una de las causas de inseguridad la “limitada articulación de programas y servicios de prevención” (Conasec, 2022, p. 46). Mejorar tal articulación de programas requiere de una mejor comunicación institucional.
Para mejorar la Seguridad Ciudadana, la Policía Nacional del Perú (PNP), los gobiernos lo- cales y la sociedad civil organizada participan en diversos programas con los que se busca contribuir a mantener y restablecer el orden interno (PNP, 2019). En esa línea, la PNP estableció la Estrategia Multisectorial Barrio Seguro que considera la Policía Comunitaria a cargo de las Oficinas de Participación Ciudadana (OPC), como el canal de comunicación de la PNP con la ciudadanía.
En tal sentido, la PNP diseñó e implementó diversos programas preventivos, como las Juntas Vecinales (JV) que son organizaciones de vecinos que tienen como misión apoyar a la PNP en las actividades de coordinación, prevención y proyección social (PNP, 2019).
Otro programa preventivo es la Brigada de Auto Protección Escolar (BAPE) a través de la cual la PNP busca involucrar, organizar e integrar a quienes conforman de la comunidad educativa, vale decir, a padres, docentes, autoridades y otros actores vinculados a la seguridad de los escolares (PNP, 2019). Las Patrullas Juveniles (PJ) es otro programa con el que la PNP busca sensibilizar y motivar el cambio de actitud de los adolescentes y jóvenes para prevenir la violencia juvenil e inculcar valores y principios de convivencia ciudadana (PNP, 2019).
A cargo de la Policía Comunitaria están las redes de cooperantes, la policía escolar y el club de menores. Para Ibáñez (2023), la Policía Comunitaria debe ser un servicio completo, caracterizado por la integración de varias áreas de interés o necesidades sociales y la colaboración entre los servicios involucrados. Su función principal es servir a la comunidad, proporcionando un servicio efectivo y eficiente para resolver sus problemas en tiempo y lugar específico.
Por otro lado, la comunicación asertiva es una forma de comunicación basada en habilidades sociales y equilibradas que transmiten con precisión puntos de vista, pensamientos, deseos y necesidades (Castro-Martínez y Díaz-Morilla, 2021). Para Lesmes et al. (2020), la comunicación asertiva es un proceso que implica el intercambio de información con el fin de transmitir o recibir un mensaje específico evitando interferencias, para una adecuada convivencia en sociedad.
Como antecedentes, Días et al. (2024) investigaron sobre la comunicación asertiva en Ecuador y concluyeron que es esencial para el crecimiento personal, porque mejora las relaciones entre los estudiantes, empleando técnicas de expresión corporal y verbal, a través de metodologías activas y participativas.
Por su parte, Ullauri et al. (2024), que analizan varias bases de datos y publicaciones latinoamericanas, sostienen que la comunicación es vital para alinear los intereses, deseos y objetivos que los grupos sociales necesitan para progresar. El intercambio de ideas, sentimientos, pensamientos y emociones debe estar acompañado de valores morales.
Portugal (2018) investigó la influencia de la comunicación asertiva en las relaciones interpersonales entre estudiantes en Arequipa y encontró ocho indicadores: la mirada, la distancia interpersonal, el volumen de la voz, la modulación y entonación de la voz, la fluidez verbal, la postura, los gestos y el contenido verbal del mensaje. Para Felipa (2023), la teoría de la comunicación asertiva se centra en la manera de expresar información, la actitud durante la interacción y el respeto hacia los demás.
La PNP, y en especial la Policía Comunitaria, no son ajenas a las dificultades de la comunicación y las relaciones interpersonales entre sus miembros, con mayor razón si la PNP identifica como una de las causas de inseguridad la limitada articulación entre los programas (Conasec, 2022).
Por tanto, surge la interrogante de investigación: ¿Es asertiva la comunicación que se practica en el programa Policía Comunitaria en Lima? El objetivo principal del presente estudio es identificar la comunicación asertiva en el programa Policía Comunitaria y como objetivos específicos determinar cómo se diferencia la comunicación asertiva entre las JV, las BAPE y las PJ, segmentadas por grupo etario y género.
Método
La investigación es básica o pura, de enfoque cuantitativo y utiliza el método hipotético deductivo (Ñaupas et al., 2018), se estableció como hipótesis principal que existe diferencia significativa en la comunicación asertiva de los vecinos que integran la PC en Lurín, agrupados en masculino y femenino, al 2024. Su alcance es exploratorio ya que la finalidad de la investigación fue indagar cómo se presenta la comunicación asertiva en la PC del distrito de Lurín al 2024. El diseño es no experimental (Hernández-Sampieri y Mendoza, 2018).
La investigación se circunscribe a la Policía Comunitaria del distrito de Lurín. Se decide por este distrito por ser el segundo entre ocho distritos de Lima metropolitana con la mayor población rural (1307 pobladores rurales), solo después de Carabayllo. La población absoluta de Lurín es de 89.195 pobladores (Inei, 2018). La delimitación espacial fue el primer trimestre del 2024.
La investigación tiene relevancia social porque a futuro permitirá mejorar las estrategias comunicacionales de estos grupos de vecinos interesados en contribuir con la seguridad ciudadana de su jurisdicción.
Muestra
La población de estudio estuvo constituida por los 89.195 pobladores del distrito de Lurín (Inei, 2018). Aplicada la fórmula estadística para poblaciones finitas con una confiabilidad del 95% y un margen de error del 5%, se obtuvo una muestra mínima de 391 participantes.
El criterio de inclusión fue que sean mayores de edad y que participen en las JV o las BAPE o las PJ. El criterio de exclusión era que no deseen participar o sean menores de edad.
Para la segmentación de la variable edad tenemos que, según la Ley N.º 30490 se considera adulto mayor a toda persona de 60 a más años (Congreso Perú, 2016). Sobre esa base se segmentó la muestra en tres grupos etarios: adulto joven desde que se asume la mayoría de edad (18 años) hasta los 39 años, adulto medio de 40 a 59 años y adulto mayor de 60 a más años.
Instrumento
Como técnica de recolección de datos se empleó la encuesta y como instrumento, un cuestionario de 30 preguntas con escala de valoración ordinal tipo Likert que fue acondicionada del instrumento desarrollado por Portugal (2018), la cual fue validada por tres expertos con medida de validez V de Aiken con coeficiente 0,94.
El cuestionario considera los 7 indicadores de la comunicación asertiva. Así mismo, se consideran 5 interrogantes para la mirada, 3 para la distancia interpersonal, 2 para el volumen de la voz, 2 para modulación y entonación de la voz, 4 para la fluidez verbal, 5 para la postura, 4 para los gestos y 5 para el contenido verbal del mensaje.
Procedimiento
La investigación se efectuó de acuerdo con las directrices metodológicas establecidas por la comunidad científica, vale decir, realizando visitas de campo en las JV, BAPE y PJ. Para el análisis descriptivo e inferencial de la información recolectada se trabajó con los programas Microsoft y SPSS, respectivamente.
Resultados
El instrumento de investigación se aplicó en las distintas JV, BAPE y PJ del distrito de Lurín durante el primer trimestre de 2024. Se encuestó a una muestra de 391 pobladores, todos mayo- res de edad, conformada por personas de género masculino (n=207) y femenino (n=184).
La edad se segmentó en los grupos etarios adulto joven, que conforman la mayoría con el 47,6% (n=186), adulto medio, en segundo orden, con el 38,6% (n=151) y adulto mayor, con el 13,8% (n=54). En cuanto a su participación como parte de la Policía Comunitaria se tiene que la mayoría pertenece a las JV, que representan el 35,3% (n=138), seguido de las BAPE con el 32,5% (n=127) y las PJ con el 32,2% (n=126).
Sobre los indicadores de la comunicación asertiva, como son el volumen de la voz, la modulación y entonación, los gestos y la postura de quienes integran la PC, el 49,42% (n=193) otorga una calificación buena muy buena, el 35,7% (n=140) alcanzando la tercera parte. Los hombres, 111 en promedio, la consideran buena, sobre 82 casos de mujeres. Es mayor la cantidad de mujeres que en promedio consideran la comunicación Muy buena, registrándose 75 mujeres sobre 64 casos de hombres.
La mirada es el indicador de comunicación asertiva mejor valorado, especialmente por la población masculina encuestada (131, frente a 116 mujeres).
Tabla 1 Distribución de indicadores de la comunicación asertiva en participantes de la Policía Comunitaria, según género, en el primer trimestre de 2024
Nota. Elaboración propia, M=masculino y F=femenino.
En la siguiente figura se puede observar que son principalmente los adultos jóvenes (n=95), seguido de los adultos medios (n=72) y los adultos mayores (n=27) quienes valoran positivamente la fluidez verbal, la postura y los gestos, entre otros indicadores de la comunicación asertiva, siendo los adultos jóvenes y adultos medios en igualdad (n=59) quienes los señalan como Muy buenos, y en menor cantidad los adultos mayores (n=22).

Nota. Elaboración propia
Figura 1 Distribución de la comunicación asertiva en la Policía Comunitaria por grupo etario, en el primer trimestre 2024
En la figura 2 , se representa la comunicación asertiva segmentada por los grupos que forman parte de la Policía Comunitaria y se observa la tendencia mayoritaria en las calificaciones de Bueno y Muy bueno, tanto en las JV, como en las BAPE y las PJ.

Figura 2 Distribución de la comunicación asertiva en las JV, las BAPE y las PJ, en el primer trimestre 2024
Para el análisis inferencial, se utilizó el programa SPSS y a través de la prueba de normalidad Kolmogorov-Smirnov se evidenció que la variable comunicación asertiva no sigue una distribución normal (valor p = 0,000 < 0,05 =α, se rechaza H0), por lo que se decide utilizar la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney para determinar la diferencia de dos medias para el caso de la agrupación género. Así se observa:
Tabla 2 Diferencia de dos medias por género sobre comunicación asertiva con la prueba de rangos U de Mann-Whitney, en el primer trimestre 2024.
Nota. Elaboración propia en programa SPSS v25
Se plantearon las hipótesis: H1: µMµF | H0: µM=µF
Decisión 1: Aplicada la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney, se evidencia que existe diferencia significativa en la comunicación asertiva de los vecinos que integran la Policía Comunitaria en Lurín, agrupados en masculino y femenino, al 2024 (valor ρ = 0,023 < 0,05 = α, se rechaza la H0).
Asimismo, para el caso de las diferencias de medias para los 3 grupos etarios y los 3 gru- pos que participan de la Policía Comunitaria, al no evidenciarse normalidad en la variable Comunicación Asertiva, se decide utilizar la prueba no paramétrica Kruskal-Wallis:
Tabla 3 Diferencia de tres medias en comunicación asertiva respecto a edad y participación en Policía Comunitaria con la prueba de rangos Kruskal-Wallis, en el primer trimestre 2024.
Nota. Elaboración propia en programa SPSS v25
Sobre edad, se planteó las hipótesis: H1: µJVµBAPEµPJ | H0: µJV=µBAPE=µPJ
Decisión 2: Aplicada la prueba no paramétrica Kruskal-Wallis, se evidencia que existe diferencia significativa en cuanto a la comunicación asertiva de los vecinos que integran la Policía Comunitaria en Lurín, agrupados en los grupos etarios adulto joven, adulto medio y adulto mayor, al 2024 (valor ρ=0,035 < 0,05=α, se rechaza la H0).
Decisión 3: Aplicada la prueba no paramétrica Kruskal-Wallis, se evidencia que no existe diferencia significativa en la comunicación asertiva de los vecinos que integran la Policía Comunitaria en Lurín, agrupados en las Juntas Vecinales, las Brigadas de Auto Protección Escolar y las Patrullas Juveniles (valor ρ=0,696 > 0,05=α, se rechaza la H1).
Discusión
La Seguridad Ciudadana es preocupación constante de la población (Gómez, 2024) y así se evidencia en esta investigación con la participación ciudadana voluntaria de los vecinos de Lurín, Lima, como se aprecia a través de los programas implementados por la PNP y que fueron observados, vale decir, las JV, las BAPE y las PJ. Contrarrestar los altos niveles de victimización que afectan a la ciudadanía (Conasec, 2022), es el fin común en todos.
Es la población adulta joven, entre los 18 y 39 años, e integrante de las JV, las BAPE y las PJ, la que más participa en las actividades de la Policía Comunitaria (47,6%). Precisamente, Angulo y Cuenu (2023), que investigaron sobre la participación juvenil en organizaciones comunitarias en Colombia, hallaron que el intercambio de información y comunicación establece mecanismos democráticos para la toma de decisiones. En la presente investigación se evidencia también la participación joven en la lucha contra la inseguridad y el 49,4%, considera buena su comunicación asertiva.
Sobre comunicación asertiva, Llanos y Padilla (2023) investigan en Ecuador y señalan que ayuda al correcto funcionamiento familiar y previene las conductas. Al respecto, Miranda (2023), en Colombia, establece cuatro parámetros para mejorar el diálogo: las funciones del lenguaje y los elementos paralingüísticos, proxémicos y kinésicos de la comunicación no verbal; y concluye que la asertividad implica comunicar sentimientos y opiniones sin agredir a los demás, para permitir la optimización de las relaciones interpersonales con mayor respeto y adaptación.
Es común oír que, mirar a los ojos es signo de sinceridad. Lo mismo ocurre en esta investigación cuando se interroga sobre si, al comunicar ideas entre pares, se mira al interlocutor. En su gran mayoría, los encuestados consideraron que su mirada es buena (46,3%, n=181) y muy buena (37,9%, n=148) cuando se comunica con su interlocutor. Se corrobora entonces la asertividad no verbal que identifica Miranda (2023).
La participación ciudadana en la población adulto joven impacta en sus vidas y por ende aumenta su compromiso, conforme se involucra y asume responsabilidades gracias a la comunicación asertiva. Así lo destacan Hidalgo et al. (2024), sobre el trabajo en equipo. Lo mismo ocurre en la presente investigación, en la que se evidencia que la mayoría de los adultos jóvenes que participan en las JV, las BAPE y las PJ, mejoran su desempeño colectivo, superando las capacidades individuales en sus prácticas dentro de la Policía Comunitaria de Lurín.
La presente investigación demuestra también que no hay diferencia entre las JV, las BAPE y las PJ (valor ρ=0,696 > 0,05=α) y eso permite inferir que la preocupación por la seguridad ciudadana es generalizada en toda la comunidad, dada la alta incidencia delictiva que se evidencia también en las estadísticas que muestra el Mininter (2024) en su Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana.
La labor de la Policía Comunitaria se identifica como un servicio integral, caracterizado por la transversalidad y la corresponsabilidad (Ibáñez, 2023), tal cual se evidencia en Lurín, donde la PNP realiza un trabajo coordinado gracias a la comunicación asertiva a través de las OPC con las JV, las BAPE y las PJ (PNP, 2019).
En México, Trejo (2021) resalta el establecimiento de vínculos cercanos de la Policía Comunitaria con la población, lo cual permite una crítica y consulta continua gracias a la comunicación asertiva entre la PNP y la ciudadanía. Esto ayuda a formar lazos significativos con la comunidad, tal cual se evidencia en esta investigación, principalmente en la participación ciudadana a través de JV, BAPE y PJ, que en conjunto califican su comunicación asertiva como buena (49,4%, n=193) y muy buena (35,7%, n=140).
En la región Ica, Felipa (2023) halló que la comunicación asertiva fortalece el intercambio de mensajes, lo que refuerza la confianza a los demás y la hace más ordenada y compatible, en tanto, Bohórquez et al. (2023), destaca que una ventaja es la reducción del alto nivel de estrés que surge debido a las diferencias de opiniones entre personas cuando no se actúa de manera asertiva.
Castañeda et al. (2023) elaboran un instrumento de investigación sobre comunicación asertiva en México y sostienen que se requiere que los mensajes sean claros, sencillos y sin ambigüedades, sin perder de vista la finalidad y coinciden con Calua et al. (2021), que califican la comunicación asertiva como una destreza dentro del ámbito de las habilidades sociales. Una persona asertiva se centra en ser sincera, sin dañar ni violar los derechos de los demás, algo que la PNP establece como parte del plan Vecindario Seguro (PNP, 2019).
Finalmente, Chávez et al. (2023), en Ecuador, sostienen que desde siempre la comunicación es fundamental para la formación de la sociedad y actúa como un catalizador del diálogo y la convivencia entre todos los miembros de una comunidad. En el caso de Policía Comunitaria en Lurín, Lima, la labor de la OPC se complementa con la comunicación asertiva considerada buena y muy buena, en su gran mayoría (85,2%).
Conclusiones
Se concluye que la comunicación asertiva en el programa Policía Comunitaria es significativamente alta, considerada como buena y muy buena por el 85,2% de la población consultada y que integra las Juntas Vecinales, las Brigadas de Auto Protección Escolar y las Patrullas Juveniles del distrito de Lurín, Lima, durante el primer trimestre de 2024.
Se evidencia que existe diferencia significativa en cuanto a la comunicación asertiva entre los vecinos que integran la Policía Comunitaria en Lurín, de acuerdo con los grupos poblacionales adulto joven, adulto medio y adulto mayor, durante el primer trimestre de 2024 (valor ρ=0,035), según la prueba no paramétrica Kruskal-Wallis, que corresponde a muestras de tres medias por grupo etario.
Realizado el análisis inferencial, se evidencia que existe diferencia significativa en la comunicación asertiva de los vecinos hombres y mujeres que integran la Policía Comunitaria en Lurín, Lima, durante el primer trimestre de 2024 (valor ρ=0,023), de acuerdo con la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney, que corresponde a muestras de dos medias por grupo de género. En el promedio general de los indicadores de la comunicación asertiva, se identificó que es mayor la preferencia masculina por el calificativo de bueno (111), sobre 82 mujeres.
Finalmente, de acuerdo con la prueba no paramétrica Kruskal-Wallis se evidencia que no existe diferencia significativa (valor ρ=0,696) en cuanto en la comunicación asertiva de los vecinos que integran la Policía Comunitaria en Lurín, cuando se los agrupa en Juntas Vecinales, Brigadas de Auto Protección Escolar y Patrullas Juveniles, al 2024.
















