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Revista de Investigacion Psicologica

versión impresa ISSN 2223-3032

Revista de Psicologia  no.33 La Paz mayo 2025

https://doi.org/10.53287/wrup5822vy55f 

INVESTIGACIONES TEÓRICAS

Intersubjetividad y redes sociales en el estudio de la epistemología en universitarios de la carrera de psicología: una perspectiva decolonial

Intersubjectivity and social networks in the study of epistemology in university students of psychology: a decolonial perspective

Intersubjetividade e redes sociais no estudo da epistemologia nas universidades da carreira psicologia: uma perspectiva decolonial

1 Licenciado en psicología, máster en educación superior, es doctorante en Investigación social, docente titular de la asignatura de Epistemología y docente en el área social de varias universidades de su país. Correo electrónico.: musicoaching1@gmail.com


Resumen

El presente artículo realiza una revisión bibliográfica de las variables intersubjetividad y redes sociales en el estudio de la epistemología con estudiantes del segundo año de la carrera de psicología, enmarcado en una perspectiva decolonial y sus relaciones de poder; se describe conceptualmente la variable intersubjetividad y se generan ejemplos para después analizar su lugar en las redes sociales, las cuales también se convierten en objeto de estudio para conocer si son efectivas en el desarrollo de aprendizajes específicos abocados a la epistemología y el desarrollo de una identidad científica latinoamericana la cual no se puede reflexionar sin antes tomar en cuenta a las relaciones de poder generadas a partir de la ciencia occidental y sus criterios de validación del conocimiento ajeno a sus preceptos. Utilizamos para ello al estructuralismo y sus nociones sobre la constitución del sujeto desde el mundo imaginario, real y simbólico; la psicología social y exponentes de la filosofía actual que presentan estudios postpandémicos son entonces los reductos teóricos que nos ayudan a formalizar las presentes reflexiones, altamente necesarias para entender a la psicopedagogía actual y nuestros rol como humanidad ante el avasallamiento de la información digitalizada y cómo esta utiliza a la Inteligencia Artificial.

Palabras clave: Intersubjetividad; Redes Sociales; Epistemología; Psicología Social

Abstract

This article carries out a bibliographic review of the variables intersubjectivity and social networks in the study of epistemology with students of the second year of the psychology degree, framed in a decolonial perspective and its power relations; The intersubjectivity variable is conceptually described and examples are generated to later analyze its place in social networks. which also become an object of study to know if they are effective in the development of specific learning focused on epistemology and the development of a Latin American scientific identity which cannot be reflected without first taking into account the power relations generated through from Western science and its criteria for validating knowledge outside its precepts. For this we use structuralism and its notions about the constitution of the subject from the imaginary, real and symbolic world; Social psychology and exponents of current philosophy presented by post-pandemic studies are then the theoretical strongholds that help us formalize the present reflections, highly necessary to understand current psychopedagogy and our role as humanity in the face of the overwhelm of digitalized information and how it is uses Artificial Intelligence.

Keywords: Intersubjectivity; Social Networks; Epistemology; Social Psychology

Resumo

Este artigo realiza uma revisão bibliográfica das variáveis intersubjetividade e redes sociais no estudo da epistemologia com estudantes do segundo ano de psicologia, enquadrados numa perspectiva decolonial e suas relações de poder; A variável intersubjetividade é descrita conceitualmente e são gerados exemplos para posteriormente analisar seu lugar nas redes sociais, que também se tornam objeto de estudo para saber se são eficazes no desenvolvimento de aprendizagens específicas focadas na epistemologia e no desenvolvimento de uma identidade latino-americana. ciência que não pode ser refletida sem antes levar em conta as relações de poder geradas a partir da ciência ocidental e seus critérios de validação do conhecimento fora de seus preceitos. Para isso utilizamos o estruturalismo e suas noções sobre a constituição do sujeito a partir do mundo imaginário, real e simbólico; A psicologia social e os expoentes da filosofia atual apresentados pelos estudos pós-pandemia são então os redutos teóricos que nos ajudam a formalizar as presentes reflexões, altamente necessárias para compreender a psicopedagogia atual e o nosso papel como humanidade face à sobrecarga de informação digitalizada e como ela é usa Inteligência Artificial.

Palavras-chave: Intersubjetividade; Redes Sociais; Epistemologia; Psicologia Social

1. Introducción

En el presente escrito se pretende realizar una introducción al estudio de tres variables en el marco de la psicología social: la intersubjetividad, las redes sociales y la relación de ambas en el estudio de la epistemología desde un contexto académico, todo ello a partir de una perspectiva decolonial, específicamente en sus relaciones de poder; estudio realizado como parte de los seminarios cursados en el doctorado de Investigación en Ciencias Sociales para la Acción y Transformación de la Facultad de Ciencias Sociales en la Universidad Mayor de San Andrés.

Para ello, comparto mi experiencia profesional como docente con estudiantes universitarios a partir de observaciones que hicimos sobre cómo el internet y ahora la Inteligencia Artificial (IA) se ha ido haciendo parte de la subjetividad de los estudiantes; pues utilizan el internet para socializar, hablar a una persona que les interesa, para hacer alguna tarea, cocinar, jugar, etc. La Red Social TIKTOK en Bolivia contaba en Febrero de 2024 con aproximadamente 10 millones de usuarios (Coolosa Comuncaciones, 2024); veo en el aula a diario la necesidad de corroborar información con google, o inclusive corroborar ideas comunes, es decir, validar el criterio de veracidad como acuerdo de partes a partir de la información digitalizada denominada por Byung Chull Hann (2022) como infocracia, uno de los reductos teóricos que utilizaré para desarrollar este escrito.

Se eligió además a los estudiantes de psicología, por el límite epistemológico en el cual se encuentra esta disciplina, donde uno de sus puntos que genera controversia entre otras profesiones que no la comprenden es su calidad de ciencia, ¿ciencia desde dónde? ¿desde el positivismo? ¿desde la biología? ¿desde la sociología? ¿desde la física tal vez? ¿ciencia autónoma? Resultaba necesario encontrar un eje para encarar un tema tan importante, y pareció adecuado analizar la práctica epistemológica desde la mirada justamente de estos estudiantes que se encuentran en el desarrollo mismo de su identidad científica.

Identidad científica que es claramente la que nos lleva a la perspectiva social desde la cual indagaremos estas variables, una de ellas que es la decolonial, entendida como ese proceso donde se deconstruyen las estructuras en las cuales se ha gestado el desarrollo del conocimiento desde el occidente; para ello utilizaremos las herramientas analíticas que nos brinda Lander (2000) y Boaventura de Sousa Santos (2010) en su texto Epistemología del Sur, pues le dedica una especial importancia al paradigma emergente desde la crítica a la distinción dicotómica entre ciencias naturales y ciencias sociales.

Será en ese sentido otro aporte fundamental el de María Esther Díaz (2005), epistemóloga argentina quien plantea la posciencia desde el criterio de la digitalización de la información y las herramientas como la Inteligencia Artificial que no necesitan utilizar el método científico para llegar a resultados considerados como ciencia moderna, este tópico nos podrá ayudar a conocer el lugar en el cual se encuentra la epistemología dentro la construcción de conocimiento a partir de la interacción con las redes sociales que tienen los estudiantes y ahí claramente, esperemos, se visualizarían los ejercicios de poder latentes dentro de toda esta estructura, que a partir del lenguaje y su constitución promueve un discurso en el uso de las redes sociales, para ello indagaremos en los trabajos de Judith Butler.

Es así que el objetivo que deseamos desarrollar mediante este análisis se basa en comprender o asomarnos a un ejercicio de comprensión sobre el intrincado sistema en el cual se desarrolla actualmente la educación superior y el rol que deben ejercer los educadores ante el avasallamiento de las tecnologías de la información a través de sus herramientas basadas en los algoritmos que definen desde su poder “pasivo” la intersubjetividad de nuestros estudiantes, no sólo desde un análisis teórico sino también práctico, pues expongo el desarrollo de una investigación de la cual hablaremos en el escrito, que representa la visión práctica de lo que aquí se desea conocer y como plantea Foucuault en la genealogía (1971) proponer también, ya que no existe una reflexión de la historia de nuestros procesos al margen de la propuesta que se debe identificar para trascenderlos.

2. Intersubjetividad

Primer día de clases y los estudiantes llenos de energía observan ingresar al profesor en el aula con sus textos, maletín y una suerte de ideas, conceptos y experiencias aglutinadas en contenidos de materia para promover el intercambio de información que a su vez produzca aprendizajes para ambos actores; muchos de los estudiantes con el celular en la mano apenas se enteraron del ingreso del docente, no se fijaron en la mirada circunspecta de algunos de sus compañeros, del girar la cabeza torpemente y recoger los pies para sentarse de manera adecuada de los estudiantes que están sentados adelante, no se dieron cuenta de la cara de incomodidad de una estudiante que llegó después que el profesor cuando fue advertida por el mismo, en fin, quedaron ignorantes ante una serie de signos corporales, sonoros, espaciales y kinestésicos que sucedieron en esos breves segundos.

¿Qué información intercambiaban todos ellos en sus celulares, para quedar tan al margen de lo que estaba sucediendo en el aula? Para responder esta pregunta entendamos inicialmente dos conceptos que considero sostienen al aparato psíquico que sustenta el uso de las redes sociales; uno es la subjetividad, que básicamente la definiremos como la manera de asimilar la experiencia individual, es decir, cómo se interpreta, se percibe al entorno y a uno mismo, y ha partir de ahí cómo se generan creencias, significados, formas de entender y comunicarse también con uno y con el mundo; y la intersubjetividad que, según Alfred Schutz (1950) es cuando dos a más personas comparten significados, comprensiones y experiencias dentro un contexto social, generando una realidad común; otra definición importante es la de Simón Lorda (2012) quien haciendo una revisión sobre los escritos de Edmund Husserl (1954) definirá a la intersubjetividad como la objetivación del yo en el otro a través de la empatía.

La psicología social, nos indica que la intersubjetividad se desarrolla a partir de la interacción social donde se construyen significados en conjunto, se comunican y comparten experiencias; esta interacción generará normas específicas, valores y creencias que le darán forma a la realidad social la cual a su vez genera una identidad social, vínculos, conocimiento y transmisión cultural (Allport, 1968).

Al respecto Yuval Noha Hariri (2020) nos hablará de los “órdenes imaginados” que no son otra cosa más que creencias imaginarias las cuales pensamos son inviolables como si fueran una ley de la física, como por ejemplo: la gravedad. Estos “órdenes imaginados” nos permiten entender que por ejemplo desde el tipo de religión que algunas personas profesan podemos conocer sus ejes de valores, conducta social, educación, nos permiten identificar el modelo económico político al cual se rigen y a partir del mismo entender sus formas de comercio y valoración social.

Estas creencias además, nos llevan a pensar que por ejemplo tenemos 4839 amigos, ya que ese es el número que indica nuestro contador de amigos en el Facebook, o que alguien es un referente (influencer) en torno a determinados temas porque tiene en su Instagram a más de 120.000 seguidores, o nos lleva a creer que si alguien con un perfil de Tik Tok realiza videos sobre, por ejemplo: el “terraplanismo” bastante lógicos a nuestro pobre entender y tan entretenidos que nos quedamos más de cinco minutos observándolos pueden, tener cierto criterio de veracidad; Hariri (2020) indicará que así se empiezan a generar tendencias que construyen los “órdenes imaginados” a los que hacemos referencia en estos ejemplos, la veracidad, en estos casos, dependerá de la cantidad de seguidores que ostenta alguien que produce contenidos digitales.

Castro (2024) desde la psicología del internet explica que existen determinadas reglas intersubjetivas preestablecidas, como ser: la identidad online versus la identidad offline, las cuales difieren por el efecto de desinhibición que existe al socializar desde un dispositivo electrónico; la identidad online promueve la autorrevelación de gran cantidad de información personal, lo que genera una sensación de intimidad y cercanía, incrementando su impacto y crecimiento de popularidad en redes sociales por el grado de identificación o comparación idealizada.

Al respecto, Byung Chul Han (2022) hace un análisis sobre la influencia de los algoritmos en la generación de opinión, explicando que los bots utilizan la inteligencia artificial a partir de la información que reciben de todas nuestras preferencias para anticiparse a nuestros gustos, reacciones, opiniones e incluso opciones de voto, lo cual también contribuye a esta generación de significados sociales, criterios de veracidad y por supuesto todo lo que implica la construcción de intersubjetividades.

Yuval Noha Hariri (2020) en su texto Homo Deus, menciona muy interesantes ejemplos para entender la dimensión de la intersubjetividad en nuestras vidas, por ejemplo, la creencia de que existe un solo dios y esta se convierta o se busque convertirla en una creencia objetiva, podrá producir guerras; otro ejemplo es el dinero, si el presidente de nuestro país considera devaluarlo de un día para el otro este dinero cambia su valor, somos nosotros quienes le damos un poder a ese dinero a partir de nuestros criterios intersubjetivos; o el caso de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, que dejó de existir de una día al otro por la firma de una documentación entre tres presidentes, esa creencia que sostenía un modelo económico y referencia mundial dejó de existir y con ella las creencias económicas en torno a esa nación de muchos seres humanos, además de las políticas que la sostenían y que dirigían las formas de vida de sus habitantes, todo ello una intersubjetividad, una forma de creencias en común que constituían sus modelos de vida y por lo tanto constituían a cada uno de sus habitantes.

El estructuralismo nos presenta, aparte del dualismo entre lo real y lo imaginario, una tercera categoría del entendimiento conocida como lo simbólico, la cual se estructura en el inconsciente humano (Deluze, 2005), este tercer orden constituye la primera dimensión del estructuralismo, produciendo un objeto estructural, el cual es visible por el lenguaje, pero entendido más allá del significado de las palabras, sino mas bien en su sonoridad, donde se constituyen las estructuras sobre las cuales se asignan los roles sociales y en los cuales empezamos a constituir nuestra realidad, Foucault (1975) les dirá: dominios.

Al respecto podríamos decir que nuestra psicología social se encuentra determinada por una “topología trascendental” (Deluze, 2005) es decir, por una estructura previa, constituida por las instituciones y sus emisarios, constituidos a su vez por el ejercicio de poder al que sustentan. Chul Han (2022) usará por ejemplo a los influencers como los “sacerdotes” de una misa digital, los cuales exponen un modelo de éxito al cual desean aspirar sus seguidores y que se constituyen en el instrumento ideal para promover una intersubjetividad a la cual se adscriben por identificación social los jóvenes, desarrollando su identidad desde ese “objeto estructural” y fortalecen, además que alimentan a esta “red sin sentido” Hariri (2020).

3. Redes sociales

Ahora los estudiantes dejaron sus celulares y se disponen a ser parte de la clase, ¿Cómo se maneja la información en la actualidad? Pues a esta pregunta claramente Byung Chul Han (2022) le da una respuesta tácita, no son importantes las fuentes o bases que sostengan la información, lo importante es visibilizarse en la red y buscar una atención detenida, por lo que se generan determinados hilos a partir de las opiniones que se vierten en las publicaciones, lo cual genera a su vez información para los bots que son softwares automatizados que mediante instrucciones específicas imitan el comportamiento humano, los cuales también pueden trabajar de forma independiente y que mediante la Inteligencia Artificial forman un equipo para la utilización de dicha información, que a su vez se utiliza para conocer las preferencias de los usuarios.

Yus (2015) a partir de la psicología del internet explica la “identidad en línea”, descrita como un triángulo invertido, el cual tiene en su parte inferior y más estrecha a la herencia: como sexo, raza, nacionalidad y que son fuente de identidad macro social, en la parte intermedia encontramos a comunidades y grupos que el sujeto elige de acuerdo a sus preferencias, en la parte superior y más amplia se sitúa el individuo con su discurso o idioelecto específico; lo interesante aquí es entender que este triángulo invertido en realidad se encuentra así ya que antes de las redes sociales la distribución era exactamente la contraria, la constitución de la identidad del sujeto en sus marcos intermedio y superior (los lugares más amplios del triángulo) eran desarrollados por el entorno y sólo la punta inferior del triángulo le pertenecía a él y su retroalimentación personal; ahora debido a las redes sociales y a la capacidad de predicción de los bots que utilizan la IA para anticiparse a nuestra preferencias, nos hemos convertido en una constante afirmación de nosotros mismos, donde sólo observamos, escuchamos y leemos información que nos parece relevante, nos agrada y reafirma en nuestros discursos y significados, el término “burbuja autista” (Han, 2022, pp. 48) será en ese sentido un título por demás adecuado a lo explicado anteriormente.

La web semántica será una herramienta importante para promover el análisis de todos estos procesos y la forma en que las redes sociales los utilizan, pues nos indican que estas organizan nuestras preferencias a partir del lenguaje que utilizamos, esta nos ayuda a un análisis más adecuado del lenguaje y lectura más precisa de los significados mediante metadatos; sus elementos son: RDF (Resource Description Franmework) que son modelos que generan la representación de datos o sintaxis, OWL (Web Ontology Lenguage) que es un mecanismo para desarrollar temas o vocabularios específicos y URI (Uniform Resource Identifier) que ayudan a identificar objetos mediante cadenas que permiten acceder a cualquier recurso web (Uv.mx, 2024).

Yus (2015) promoverá además un análisis del distanciamiento entre lo físico y lo virtual, explica que la actividad virtual de los internautas repercute también en el mundo físico, pues está diseñada para satisfacer las necesidades del mundo corpóreo; es lógico por lo tanto entender que la distinción entre teoría y práctica también se vea afectada por los usuarios, tenemos ejemplos dramáticos sobre personas que confunden juegos de computadora con la vida real; pero para comprender estas relaciones habrá que analizar un poco su desarrollo, y pues el inicio de toda distinción entre cuerpo y mente nace en el modernismo y el dualismo cartesiano, es a partir de este criterio que surgen varias ideas, que trato descansen al final en la dimensión de lo decolonial.

3.1 Redes Sociales y colonialismo

Existe un lugar entre el sujeto que habita las redes sociales (identidad virtual) y el sujeto que actúa sobre su realidad objetiva para constituirla de forma racional y fáctica: un espacio incómodo entre lo subjetivo y lo objetivo que tiende a generar una brecha insalvable para el modernismo. Este mundo de lo real que según Lander (2000) ha sufrido varias particiones desde el occidente debido a un paradigma construido bajo una visión de historia universalizada y desde modelos preferentes de desarrollo del conocimiento, los cuales ahondaron en la separación entre mente y cuerpo, conducta y pensamiento, ética y moral, adentro y afuera, cualidad y cantidad; distinciones que se tomaron por obvias a partir de las cuales se quebró o dividió la realidad en sólo dos categorías, reflexiones que hacen surgir pues una hipótesis relacionada a esta diferenciación.

Lander (2000) nos dirá que la ruptura ontológica entre razón y mundo, generará a un ser que por pensante es quien tiene decisión sobre las cosas del mundo, un mundo muerto, sin espíritu, que está fuera de esa mente, un mundo y cuerpo que se encuentran vacíos de significado, subjetivando radicalmente a la mente, externalizando al cuerpo, y produciendo una instrumentalización de este cuerpo y el mundo, es decir, instrumentos al servicio de la razón humana que nace sin tomar en cuenta al contexto en el cual se desarrolla; Hariri (2020) no irá muy lejos de esa reflexión, si tomamos en cuenta el título del texto consultado para el presente escrito: Homo Deus.

Por lo tanto la autoconciencia europea de la modernidad, se concebirá como un adelanto ante el mundo sin precedentes, donde la razón occidental (cogito cartesiano) al tener una categoría especial por sobre el cuerpo y el mundo lo hará por sobre las culturas y los otros habitantes del mismo; Lander (2000) al respecto nos indica que la conquista ibérica del continente americano tiene dos procesos que conforman articuladamente la historia: la modernidad y la organización colonial del mundo; ¿no es pues acaso un ejercicio claro, una analogía bastante evidente el desarrollo y evolución de las redes sociales bajo la mirada aún prolongada de estos dos procesos?

Las redes sociales no son la cosa en sí, sino mas bien el significado que nosotros les damos, sin embargo ese significado está cargado ya de construcciones subyacentes que se recrean a partir del sujeto en su interacción con el mundo, ¿en qué categoría se encontraría la realidad concebida desde las redes sociales? pues posiblemente esta intersubjetividad se haya representada en los símbolos que son constituidos ampliamente en las redes sociales digitalizadas por los llamados influencers, quienes producen un grado de identificación bastante importante en las personas que los siguen y de ahí deviene la simbolización que mediante un lenguaje minimizado a emoticones y reacciones de la persona con la publicación en la cual está interactuando promueve un lenguaje común, que alimenta esa intersubjetividad y la lleva al desarrollo de identidades gestadas desde este control perverso, diría yo, de las personas ¿por qué perverso? Creo Byung Chull Hann nos puede ayudar a ordenar esta idea.

Como indicamos, en su texto: Infocracia (2022) Hann nos lleva mediante la ayuda de Habermas y Foucault a desentrañar la estructura que sustenta a una digitalización de la información sin ética y la influencia de los algoritmos en el desarrollo del conocimiento humano, el cual nos dice a degradado a las personas a condición de datos y “ganado consumidor” o “sujeto masa”, todo concebido desde un capitalismo de la información.

Según este filósofo todo radica en los regímenes que nacen del poder, será Foucault (1984) quien nos abra el camino al entendimiento de los ejercicios de poder sobre las personas, un poder disciplinario que aísla a los sujetos para tenerlos bajo control, como en un panóptico, donde todos los presos son vigilados sin que se note la presencia del vigilante en su día a día, pues este los controla desde una torre donde puede observarlos constantemente, este régimen de la disciplina nos muestra que la primera condición para desarrollar el control es el aislamiento de los reclusos, los cuales no se comunican y por lo tanto no generan datos, no generan información, se reducen solamente a mano de obra.

En cambio, en el régimen de la información nos dirá Hann (2022) se necesita que las personas se comuniquen constantemente, y no sólo eso, sino comuniquen en sus estados virtuales temas personales, pues la tecnología de la información hace de la comunicación nuestra vigilancia, generando además un estado de pseudo libertad y opinión, versus ejércitos de bots que generan tendencias, desde granjas con miles de celulares, reproduciendo canciones para que el algoritmo las comparta a nuestros oídos de formas sutiles, u opiniones políticas, de interés global, de moda o de lo que el cliente requiera promover en las redes.

Todo esto nos lleva a la idea de que mientras más visible eres, paradójicamente, más dominado estás, la sensación de libertad que ejerces en las redes promueve tu vigilancia, es además importante puntualizar que son los usuarios de las redes los que se “...esfuerzan por alcanzar la visibilidad por sí mismos” (Hann, 2022, pp. 15) algo que en el régimen de la disciplina que estudió Foucault no había sucedido, pues se obligaba al “vigilado” a exponerse.

Para ello, nos indicará Castro (2024) la motivación que opera en la psicología humana se basa en la comparación, ya que las redes muestran amplia información de características positivas, donde las personas por deseabilidad social maximizan su autopresentación positiva, minimizando sus aspectos negativos, promoviendo en los usuarios una comparación llamada “comparación hacia arriba” (Castro, 2024 pag. 41).

Si estas estructuras sostenidas por cajas negras algorítmicas nos validan como seres humanos, como profesionales, como sociedades en constante interacción, como personas con valores, como hinchas de algún equipo, etcétera; ¿no será entonces momento de indagar en cuáles pueden ser las formas de reivindicación ante este poder que evidentemente nos está dominando sin autorización nuestra?

Judith Butler (2015) en ese sentido cuando se refiere al poder y a los trabajos de Foucault sobre este tema nos indica que, la base del poder es ser dominado por un poder externo a uno, pero que paradójicamente lo constituye, ejerce presión sobre el sujeto desde afuera, sin embargo también forma al sujeto, por lo tanto dependemos de este en el propio desarrollo de nuestra existencia, al respecto nos dice: “...el sometimiento consiste precisamente en esta dependencia fundamental ante un discurso que no hemos elegido pero que, paradójicamente, inicia y sustenta nuestra potencia” (Butler, 2015, pp. 12).

El poder se forma o reproduce a través de los regímenes reguladores y disciplinarios, los cuales en la actualidad están anulados por el régimen de la información digitalizada y la sobre exposición de los sujeto, a partir de los cuales se puede conocerlos, y en función a ello dominarlos para convertirlos en objetos de consumo, como nos había explicado Hann (2022). Sin embargo, lo interesante aquí es entender que ya no se busca un objeto que someta mediante su poder al ser humano, sino mas bien conocer los gustos o inclinaciones de las personas mediante las cuales se las puede someter “el poder no se usa, se ejerce” (Foucault, 2000).

Podríamos decir entonces que esta separación generada por el dualismo cartesiano, y esa distancia entre mente y cuerpo-mundo es muy bien utilizada por las Redes Sociales para ausentarnos del mundo pragmático y producir una pseudo práctica vivencial de los procesos sociales, donde esta “burbuja autista” considera estar cambiando al mundo mediante memes y simbolismos propios de la cultura digital, siendo claramente una situación al margen de la sociabilidad natural y que promueve solamente la reafirmación del poder mediático en el sujeto y así de los sujetos que en su intersubjetividad se sienten parte de este relato para después promoverlo a conocimiento; evidentemente nos referimos al grueso de datos contenidos también para el entretenimiento de jóvenes universitarios, claro que existe un lugar para un contenido trascendental que transgrede este sistema o lo utiliza, irónicamente para resistirlo, hablemos del que creo es un ejemplo.

4. Psicoepistok

Con los estudiantes de la materia de epistemología en la carrera de psicología decidimos emprender una investigación de tipo descriptivo, bajo un paradigma mixto (cuanti-cualitativo), que como objetivo busca: Medir el nivel de interacción de la información en la red social “TIK TOK” con respecto a la Epistemología de la psicología a partir de la creación de un canal denominado PSICOEPISTOK; como objetivos específicos tratamos inicialmente de conocer si existe un canal de Tik Tok que se ocupe de estos temas o si los usuarios de esta red social entrevistados conocen alguno, además si les interesaría seguir un canal de este tipo; los resultados son alentadores, se realiza un encuesta a 122 estudiantes de la carrera de psicología en la Universidad Mayor de San Andrés, de los cuales un 86.9% indican que se harían parte de nuestro canal y los restantes 13.1% indican que no tienen la aplicación de Tik Tok, entre otras preguntas, consideramos esta como la más relevante para iniciar el canal.

En clases se realizan unos memes sobre Michel Foucault y su estudio de el poder, el mejor resulta premiado con su publicación en nuestro canal PSICOEPISTOK que a la fecha cuenta con 309 seguidores; el video del meme se hace ciertamente viral con más de 7428 visualizaciones, 307 likes, 9 comentarios y 32 veces que fue guardado por los usuarios; a esto nos surgen algunas preguntas: ¿cómo se siente el autor del meme? ¿ha cambiado algo la percepción de los estudiantes con respecto al uso de las redes con fines educativos? ¿generó un criterio reflexivo en las personas que lo compartieron? ¿Acabamos de promover el nacimiento de una nueva corriente de resistencia al poder de la infocracia? Expresar estas preguntas implica justificar el nacimiento de nuestro canal para la divulgación de la ciencia en psicología.

Figura 1

“Meme ganador” El racismo en el desarrollo de la ciencia occidental, elaborado por los estudiantes de Epistemología de la Carrera de Psicología de la Universidad Mayor de San Andrés (2024).

Entendemos que la información a desarrollarse requiere de un sostén teórico, por ello acompañamos a las publicaciones con un contenido expuesto en un BLOG que tiene el mismo nombre PSICOEPISTOK, y así no dejar aspectos sin cerrar su explicación o al menos brindando el reducto teórico para su consulta.

A la fecha el canal cuenta con 12 publicaciones, y sus visualizaciones van desde las 643 a las 7428, el canal además recibió 1291 likes; se presentan datos interesantes como que los usuarios comparten y ven más los videos realizados por estudiantes que por los invitados al canal ya profesionales y con ideas elaboradas sobre temas en específico, al parecer la edición de los videos realizados por estudiantes es más llamativa, pero también el lenguaje que utilizan, el sujeto se constituye desde el lenguaje y es a él al que volvemos para deconstruirnos nos indica Judth Butler (2018); todos estos datos aún se encuentran en desarrollo y en plena validación de un instrumento que mida el nivel de interacción, así como razones por las cuales se tienen determinadas reacciones para así profundizar en sus conclusiones.

Si la intersubjetividad se mantiene alimentada por las creencias de todos nosotros sea por la herramienta que sea, como el Tik Tok u otra, por lógica, habrá que utilizar el mismo canal para redefinir nuestros objetivos al navegar por la excesiva información digitalizada que lo que hace es relativizarla y deslegitimizarla, evidentemente PSICOEPISTOK se convierte en una alternativa con criterios hacia el conocimiento científico actual.

5. Estudio de la epistemología

Ya en lo que se refiere al rol de la epistemología y las posibles estructuras decoloniales para el proceso del desarrollo del conocimiento en la infocracia, usaremos las construcciones teóricas de un autor latinoamericano, Boaventura de Sousa Santos quien inicia su texto “Epistemología del Sur” (2010) con una pregunta por demás adecuada a lo que estamos desarrollando, cito: “¿Hay alguna razón para que sustituyamos el conocimiento vulgar que tenemos de la naturaleza y de la vida y que compartimos con los hombres y mujeres de nuestra sociedad por el conocimiento científico producido por pocos e inaccesible a la mayoría?” (De Sousa, 2010, pp.19).

Si bien el desarrollo del conocimiento científico en sus inicios ctageorizó al conocimiento de los pueblos como costumbre, considero que ahora estamos empezando a reivindicar nuestro lugar en el desarrollo de saberes, ya no desde una historia universal, claramente favorable para el occidente, sino mas bien hacia un análisis pertinente de los contextos que subyacen a toda formación de conocimientos y la aplicación de los mismos para campos específicos.

¿Estaría mal preguntarse? por lo tanto ¿en qué ha influido el conocimiento científico para la riqueza o pobreza de los pueblos latinoamericanos? ¿cuánto ha contribuido la ciencia positivista al desarrollo de nuestra felicidad? ¿se han respetado los saberes ancestrales en el desarrollo de la ciencia occidental? preguntas que se siguen construyendo en el texto de Boaventura De Sousa, epistemólogo que entonces produce las siguientes hipótesis: ya no tiene sentido generar una distinción entre ciencias naturales y sociales, reflexión que apreciamos también en Lander (2000), esta distinción no tiene sentido al ser ambas pertenecientes al mismo criterio de desarrollo del conocimiento en total dependencia o convivencia; entendamos por ello el romper paradigmas planteados a partir de la distinción entre mente y cuerpo o mundo externo que nació en el humanismo renacentista a partir de la filosofía cartesiana como ya comentamos anteriormente; De Sousa plantea también que las ciencias sociales tendrían que rechazar toda forma de positivismo a partir de un criterio elemental de humanidad, y a partir de esos criterios plantear también una unificación dinámica de la ciencia.

De Sousa (2010) no perderá la capacidad crítica y profunda al decirnos que existe, a partir del modernismo, un pensamiento donde el conocimiento desarrollado en Latinoamérica es un abismo, ni siquiera visible para el resto, una alegoría o tal vez un folklorismo llamativo, mas no un lugar de producción seria del conocimiento, compartiendo nuevamente con los criterios de Lander.

Estudiar desde esos criterios a la epistemología se convierte en un desafío en los tiempos de la infocracia, demarcar el desarrollo de esta identidad digitalizada con espacios donde la subjetividad no se halle sometida al dogma en el que se ha convertido google y dejar que los saberes se produzcan desde la interacción natural de los estudiantes, extrañamente, se ha convertido en un objetivo para la educación, siendo que antes lo teníamos por inercia natural del proceso de enseñanza aprendizaje.

El filósofo Ajdukiewicz (2006) nos dirá que el conocimiento son todos los actos cognoscitivos (percibir, recordar, razonar, reflexionar, etc.) como sus resultados; podríamos decir entonces, que el primer paso para aproximarse a la filosofía es conocer al conocimiento, y a partir de ahí buscar verdades temporales que nos ayuden a responder determinadas preguntas, pero ¿cómo hacerlo en una era de la digitalización donde la verdad se ha relativizado y está a merced de los bots e influencers? Pregunta que Habermans responderá elocuentemente (en Briones, 1999): “...la verdad no es una copia de la realidad...sino que es un resultado consensual” como expusimos hasta ahora, la mayor parte del consenso en estos tiempos nace en las redes sociales y se nutre de estas.

En ese sentido la epistemología, tendrá que lidiar con la resolución a dilemas dogmáticos y epistemológicos mismos desde las relaciones humanas entre el saber, el poder, el hacer y el sentir; lo que conllevará a tejer estas relaciones con el estudio del conocimiento histórico tanto en nuestro contexto como en el de occidente y su influencia en los sistemas del conocimiento actual de este lado del mundo.

La tecnología importada ha hecho estragos en los significantes representativos de los conocimientos y sus diálogos locales, ha tejido pseudo redes desde una lógica del deseo basada en el consumismo y el pragmatismo, promoviendo por lo tanto un relativismo e individualismo ultrajante para la filosofía de cualquier pueblo originario en el mundo, pero más para el contexto latinoamericano que aún vive y convive con sus diálogos interculturales étnicos en su día a día.

Nos topamos con la constitución de una identidad digitalizada y por ello un sujeto que se encuentra en ese tenue vaivén entre sus múltiples posibilidades para redefinirse o simplemente dejarse llevar por una marea que no permite cuestionar y te brinda todas las herramientas para tener una vida ciega, pero cómoda, “la inercia requiere de poca fuerza intelectual” nos dirá Nietzche.

Ahora observo a los estudiantes ver el video que reproduzco sobre el pensamiento complejo de E. Morin en los proyectos de Responsabilidad Social Empresarial para la nueva filosofía de las empresas latinoamericanas, y me doy cuenta que en lo que dura el video ellos no han visto su celular, ni uno de ellos, inmediatamente pienso en la serie Black Mirror de Netflix la cual nos lleva a cuestionarnos sobre nuestra relación con la tecnología desde situaciones grotescas al parecer muy lejanas a la realidad, pero que empiezan a atinar con sus ideas; y pues inevitablemente mi autoestima de profesor queda vulnerada ante la impotencia de no poder generar el mismo nivel de atención, empiezo ha pensar en recursos y aspectos motivacionales que me lleven ha ser esa codiciada pantalla para ellos, y ahora mismo este escrito se convierte en un análisis de la postura como profesor ante esta intersubjetividad necesitada de decolonizarse y absorta por tanta infocracia, desde un poder que ni siquiera es posible acercarse a comprender sin reflexiones y estudios con un alto grado de compromiso, ya que se halla en un lugar muy profundo nuestro y en constante movimiento.

La epistemología considero, tiene los elementos para convertirse en el asidero metodológico para resistir a las múltiples formas en las cuales este lado del mundo se ha visto vulnerado, el desarrollo de una identidad científica latinoamericana requiere de formas y canales de información adecuados e incluso regidos por el poder, al que se puede resistir de la misma forma en que nos llega su publicidad, tal vez con pequeños cortos reflexivos que de alguna forma abran a esta “burbuja autista” y la recuperen del enajenamiento en el cual aún no deja de afirmarse.

6. Conclusión

Estamos, considero como educador, en un cambio de paradigma, en una anomalía cognitiva como le dirá Khun (1962) y es momento de comprometer nuestra labor docente desde una postura totalmente activa ante el cambio; nunca en la historia de la humanidad vimos tan de cerca y tan rápidamente los resultados de la educación que impartimos, y es pues el momento preciso para promover al docente del siglo XXI.

Este docente, entiendo, debe reconocer a la ciencia como una herramienta y no así como un dogma, creo para empezar, debemos bajar al conocimiento científico occidental de ese dogma impuesto, para así conocerlo en su verdadera “humanidad”, pues sí, y por raro que parezca aclararlo, este conocimiento ha nacido gracias al ser humano en busca de mejorar sus condiciones de vida y no así en corporaciones o gobiernos interesados más en el capital que este pueda producir.

La identidad de todos nosotros se ha visto vulnerada por la forma casi instrumental que se le ha dado al ser humano desde la revolución industrial y que desencadenó el nacimiento de grupos como la Escuela de Frankfurt a favor del estudio de las ciencias sociales y la reivindicación de la ciencia como instrumento de reflexión, María Esther Díaz, llamará a la epistemología ampliada a lo histórico social “postempistemología” (Díaz, 2000) se debería promover el estudio y surgimiento de estos y nuevos movimientos.

En el siglo XX la ciencia ha tenido que aceptar el azar, la expansión del universo, la evolución de las especies, el caos, etc. El dominio a la naturaleza planteado por el modernismo deberá convertirse mas bien en un diálogo y a partir de ese enfoque la ciencia como tal deberá generar resultados contemplando las irregularidades mismas de esa naturaleza, tarea en la cual la IA podrá ser beneficiosa como herramienta para estos análisis y productos científicos que sobre pasan claramente los límites planteados por la modernidad, Díaz la denominará “posciencia”.

Por ello a continuación expongo estas breves recomendaciones a manera de conclusión que surgieron a medida que desarrollaba el estudio del Psicoepistok:

- Promover la creación de grupos en el desarrollo de las asignaturas universitarias donde se reflexione al proceso científico, el objeto de la ciencia y su aplicabilidad en la disciplina para la cual nos estamos preparando, sólo así desarrollaremos una identidad científica acorde a estos tiempos y contexto digital tan particular. Toda materia debería empezar por conocer su lugar y objetivo en el proceso científico.

- Debe existir una metodología clara para incluir en todo tipo de investigación relacionada con la psicología al contexto del cual deviene el estudio, es primordial y de alta necesidad el brindar notoriedad en las investigaciones al entorno en el cual el sujeto de estudio se desarrolla, siendo este un requisito de vital importancia, para comprender la psiquis humana.

- Promover el análisis del paradigma pospandémico, neohumanista, sistémico, complejo o bajo la denominación que se le dé pues es necesaria una reflexión académica que abra estas nuevas concepciones de conocimiento y veracidad para encarar el rol del educador y del estudiante a este siglo que inicia.

- Quedarnos al margen como docentes de la influencia que ejercen las redes sociales no es una opción, las debemos utilizar, instaurar en el aula y en nuestros dispositivos pedagógicos, promover su desarrollo y a partir de esas instauraciones generar reflexiones por parte de los estudiantes que además sean sistematizadas por los profesores.

- Toda formación en cualquier disciplina debería incluir en sus contenidos el análisis reflexivo de las diversas formas de poder instauradas en la sociedad y sus estructuras de funcionamiento, para de esa forma generar saberes involucrados con una actitud propositiva ante la asimetría que existen para la validación del conocimiento latinoamericano.

- No existen formas claras para difundir la ciencia que estén alineadas con las formas de llegar al conocimiento que tienen los estudiantes, las investigaciones siguen siendo un objeto para el uso de unos cuantos o la extrema cantidad de estudios por titulación hacen que la información se convierta en un relativo más de la postverdad.

- Se debe realizar un estudio sobre la identidad científica latinoamericana que abra los canales pertinentes por los cuales pueda circular la imaginación y la creatividad para desarrollar y exponer investigaciones que comprendan nuestros contextos online.

Conflictos de interés:

El autor declara no tener conflictos de interés

Referencias bibliográficas

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Recibido: 19 de Agosto de 2024; Aprobado: 13 de Marzo de 2025

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